- La crisis económica:
No se discute el doble carácter de esta crisis económica: crisis agrícola de tipo antiguo, sumada a
una crisis de crédito de nuevo tipo. Pero no hay acuerdo en la valoración de estos aspectos.
Para algunos autores, la crisis aparece esencialmente como una crisis agrícola que repercutió sobre
la economía general. Su origen hay que situarlo en la carencia de alimentos provocada por la enfermedad
de la patata, que destruyó la casi totalidad de la cosecha, sobre todo en Irlanda, en Flandes, en los Países
Bajos y en Alemania. Al año siguiente sucedió lo mismo con los cereales: una brusca sequía y un calor
excepcional destruyeron la cosecha de cereales, agravada por la falta de reservas del año anterior. En
Europa occidental y en Europa central la penuria alimenticia comenzó a sentirse a partir de la primavera
de 1847. El efecto se dejó sentir rápidamente en el mercado de la industri textil, provovando el paro total
o parcial y como la crisis agrícola había obligado al gobierno a comprar grandes cantidades de trigo en el
extranjero, vació las arcas del estado. Por esto, no fue posible recurrir al crédito o la ayuda del Estado
para proseguir las grandes obras como la construcción de ferrocarriles que a partir de 1841 había
suscitado una fiebre especulativa, por lo que las quiebras se multiplicaron.
Sin embargo, algunos historiadores han opuesto a esta visión tradicional de al crisis económica, la
preponderancia de los factores financieros. La euforia por las inversiones ferroviarias e industriales
provocó que la liquidez de los bancos y las empresas se redujera considerablemente. Incluso los
propietarios rurales se vieron inducidos a desviar una gran parte de sus capitales hacia inversiones
mobiliarias y a reducir en idénticas proporciones la extensión de sus sembrados. Luego, para procurarse
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liquidez, las empresas inundaron el mercado con títulos que se depreciaban rápidamente. El pánico
bancario, generador de quiebras, provocó una inmediata baja del precio de las mercancías, que también
repercutió en el sector agrícola. Así, la crisis agrícola no sería la causa sino la consecuencia de la crisis
general y los acontecimientos de 1845-1847 serían el preludio de las grandes crisis del mundo moderno,
dominadas por la especulación y el abuso del crédito.
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- En Alemania:
En Alemania, más débilmente industrializada que Francia, las antiguas clases dirigentes mantenían
su influencia preponderante, por lo que la burguesía de negocios aún no había logrado una posición de
poder. Esta será la clase que motirice la revolución, ya que en una Alemania constitucional y unificada, la
burguesía podía esperar asegurarse el lugar que le conferían su riqueza y recursos humanos. Pero para
realizar la revolución necesitaba el apoyo de las clases populares, pero casi inmediatamente se encontró
con brutales reacciones del mundo obrero, que hicieron desistirla de su proyecto de convertirse en aliada
de éstos. El problema era que el artesanado, amenazado de proletarización, buscaba la solución de la
crisis no en la organización de la sociedad industrial sino en el restablecimiento de los vínculos
corporativos, en el pasado y no en el futuro.
En Alemania, la revolución de 1848 se presenta como un intento de la alta burguesía por garantizar
en el plano político, el lugar que correspondía a su situación económica, altamente beneficiada por la
creación del Zollverein. Pero que ante la presencia de las dificultades con los sectores obreros, se vio
inclinada a pactar con las antiguas clases dirigentes.
- En Hungría:
Aquí, el sentimiento nacional era muy poderoso, pero la burguesía era casi inexistente. La nobleza
media tomó su lugar, consciente de que la crisis económica exigía la supresión del sistema económico
feudal, basado en la servidumbre. Pero también se encontraba con la presencia de una plebe noble,
universitaria, que constituía una especie de proletariado intelectual. De esta clase salió Kossuth. Hungría
había llegado a un punto (la igual que los otros estados europeos) donde la destrucción de los marcos
existentes aparecía como una necesidad, pero donde el temor al radicalismo paralizaba la acción
reformadora
CONCLUSIÓN:
La lucha se emprendió contra el egoísmo de las clases dirigentes, ya se tratara contra un mundo
feudal o contra la alta burguesía que se negaba a compartir el poder. La emancipación política y nacional
estaba ligada a la destrucción de un sistema vinculado al absolutismo y al particularismo.
Las divisiones aparecen en el momento de tratar de tomar posiciones frente a la participación del
mundo de los trabajadores en la acción subversiva.
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pocas oportunidades de endurecimiento del régimen. Las jornadas parisinas que habrían podido evitar el
estancamiento, fracasan y provocan un cambio total en beneficio de los partidarios del "orden".
El 21 de junio, la Comisión ejecutiva, de la cual había sido expulsado Blanc por decisión de la
Asamblea Constituyente el 4 de mayo, anuncia su intención de disolver los Talleres Nacionales. Entonces
una terrible insurrección sacude el este de París. Es la reacción desesperada de una clase obrera aún
arcaica, en la que los artesanos tienen un peso igual o mayor al de los obreros de las fábricas o de los
ferrocarriles. Entonces, las clases dirigentes, la pequeña burguesía amedrentada y los campesinos envían
sus Guardias Nacionales para cooperar en la represión. Los revoltosos son aplastados el 26 de junio,
luego de tres días de combate. Cavaignac, después de este triunfo, se convierte en jefe del poder ejecutivo
e instaura un gobierno fuerte.
La constitución de la Segunda República, sancionada el 12 de noviembre de 1848, regula
desacertadamente las relaciones entre una Asamblea única y un presidente, ambos elegidos por sufragio
popular, independientes uno del otro ya que la Asamblea no puede ser disuelta ni el presidente revocado,
pero tampoco reelegido. Los jefes conservadores dan su apoyo a la candidatura de Luis Napoleón, al que
consideran demasiado insignificante como para temer sus ambiciones.
El partido del orden que reagrupa a las tendencias monárquicas bajo la alta nobleza, consigue más
de la mitad de los votos. Los rojos, que obtienen el 30%, conquistan París y gran número de
departamentos rurales del centro y sudeste. De esta manera se observa una peligrosa radicalización de la
opinión. El país aparece dividido entre dos bloques antagónicos: por un lado el de los propietarios y por el
otro, el de la democracia urbana y agraria.
La política exterior de la república francesa, que manda a sus tropas a aplastar la república romana
y a restaurar el poder pontificio provoca una rebelión el 13 de junio, tanto en París como en los
departamentos donde los rojos tienen mayor influencia. Pero esta rebelión es violentamente reprimida.
Renunciando a la insurrección, la izquierda entonces emprende un amplio plan de propaganda. El partido
del orden contesta con las grandes leyes reaccionarias de 1850: la ley de Falloux, que extiende el papel y
la autoridad del clero en materia de enseñanza para defender mejor el orden, la propiedad, la familia y la
religión; la ley del 31 de mayo que termina con el sistema del sufragio universal; leyes que restringuen la
libertad de prensa y el derecho de reunión, etc. Todo esto facilita el juego personal del Presidente
Cuando la revisión constitucional necesaria para que el Presidente renueve su mandato no
consigue la suficiente mayoría en la Asamblea, se produce un golpe de estado el 2 de diciembre de 1851,
que encuentra poca resistencia en París., todavía traumatizado por las jornaads de junio. En las provincias,
la resistencia es mucho mayor, lo que muestra la relativa eficacia del trabajo llevado a cabo por los
republicanos radicales. Pese a ello, la victoria de los bonapartistas resulta bastante sencilla.
- En Viena:
El motín del 13 y 15 de marzo provoca la huida de Metternich, la promesa de la sanción de una
constitución y la formación de un gobierno de coalición. El 25 de abril el Emperador sanciona una
constitución inspirada en el modelo belga, pero esto no frena la agitación, animada por los estudiantes de
la "Legión académica". Los motines de los días 15 y 16 de mayo obligan a la Corte a huir de Viena y a
reconocer a la cámara elegida, prevista por la nueva constitución, el derecho de revisar ésta. El gobierno
formado en la capital por el archiduque Juan está dividido e intenta sobrevivir aprovechando al máximo el
enfrentamiento entre nacionalidades antagónicas, sin saber muy bien de dónde puede llegar el mayor
peligro ni de dónde puede recibir ayuda.
Pero al poco tiempo, los demócratas vieneses comienzan a sentirse insatisfechos por la labor del
Reichstag constituyente salido de la constitución del 25 de abril, debido a que estaba dominado por los
pequeños propietarios y los eslavos, y se preocupaba principalmente por terminar con el régimen feudal.
Entonces, inetntan una nueva insurrección a la que da comienzo el asesinato del Ministro de Guerra el 6
de octubre. Entonces, el ejército aplasta la rebelión vienesa a fines de ese mismo mes.
La Corte de Viena, alentada por las divisiones que empiezan a percibirse entre los distintos
movimientos nacionalistas, reafirma la unidad de la monarquía.
El 2 de diciembre, abdica al trono el Emperador Fernando I, asumiendo el poder su sobrino
Francisco José. La disolución del Reichstag se vio acompañada, al igual que en Prusia, por la sanción de
una constitución que establece asambleas representativas y la igualdad jurídica, pero que sigue siendo
autoritaria y es además unitaria y centralista (4 de mayo de 1849).
En 1849 Austria es la que se pone a la cabeza de la reacción europea. Para recobrar todas sus
posiciones tiene que aceptar la ayuda de la potencia rusa.
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- En Hungría:
El 3 de marzo, la Dieta Hungara, conducida por Kossuth, lanza un programa autonomista y
democrático que es imitado el día 11 en Praga, por los liberales de Bohemia. El 22 de marzo, el reino de
Hungría establece un gobierno y el 11 de abril se sanciona una constitución inspirada en la belga, con una
cámara baja elegida por sufragio censitario bastante amplio.
Pero la creciente influencia de Kossuth, favorable a la laicizacióñ y emancipación campesina así
como la defensa de la supremacía magiar, inquieta a los católicos, a los señores y a los eslavos. La guerra
abierta entre Austria y Hungría comienza a partir de octubre. Hungría se niega a someterse y como
respuesta a la constitución austríaca del '49, proclama la República.
Al negar a los eslavos y rumanos sometidos al reino de Hungría los derechos que reclaman para
los húngaros, Kossuth y los suyos no hacen más que proporcionar a la Corte de Viena aliados y
posibilidades de maniobra en contra de ellos mismos. Tal es así que los rusos, austríacos y croatas
derrotan a Kossuth en agosto-septiembre del '49 y ejercen sangrientas represalias.
- En Piamonte-Cerdeña:
El rey Carlos Alberto emprendió, a finales de 1847, la modernización administrativa y jurídica del
Piamonte, suavizando el régimen de prensa. En febrero de 1848, prometió la sanción de una constitución.
El 23 de marzo, Carlos Alberto decide luchar por la independencia de la península y Leopoldo de Toscana
y el Papa se ponen de su parte, aunque poco después, desisten en su apoyo. Piamonte no cuenta más que
con sus propios recursos para expulsar a los austríacos, pero Carlos Alberto no supo aglutinar a su
alrededor a los muchos patriotas legítimamente inquietos al verle encerrarse en una acción egoístamente
dinástica. Finalmente es derrotado en Custozza, el 25 de julio de 1848.
Al año siguiente, Carlos Alberto trata de desquitarse pero es derrotado nuevamente en Novara y
esa misma noche, el 23 de marzo de 1849, abdica al trono.
- En en Norte de Italia:
El Gran Duque Leopoldo II de Toscana sancionó una constitución. El 18 de marzo se inician en
Milán las cinco jornadas en el curso de las cuales las tropas austríacas son expulsadas. Lo mismo realiza
Venecia. Parma y Módena echan a sus duques. Pero los demócratas lombardos y venecianos desconfían
de Carlos Alberto. Finalmente, luego de la derrota de Novara, Piamonte abandona a su suerte a la
Lombardía, que sufre la brutal represión austríaca. Venecia tuvo que rendirse el 26 de agosto de 1849, tras
una heroica resistencia.
- En Italia Central:
A partir de 1846-1847, las reformas concedidas por el Papa Pío IX con motivo de su elección,
suavizaron el sofocante autoritarismo que abrumaba a los Estados de la Iglesia. Esto no podía dejar de
interpretarse como un signo de liberalismo absolutamente inesperado. Pero luego, el Papa, asustado ante
los progresos del radicalismo revolucionario, rechaza la idea de recurrir a las armas, aún cuando la haya
aceptado en un principio. Condena la guerra el 29 de abril y pierde de golpe su popularidad.
En Febrero de 1849, Roma y Florencia se convierten en repúblicas, pero los ejércitos franceses
reinstalan las antiguas dinastías en junio-julio del '49.
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- En Prusia:
Tras la insurrección berlinesa del 18 de marzo, el rey Federico Guillermo IV acepta las demandas
de los representantes de la alta burguesía renana y promete una constitución.
Los choques entre el pueblo y el ejército, a mediados de 1848, abren una larga crisis que se
solucionará con la disolución de la Asamblea, el 5 de diciembre. Ese mismo día, Prusia recibe de su rey
una constitución liberal pero cuyo origen sanciona la victoria del principio monárquico sobre el derecho
democrático.
Para dar mayor fuerza a su decisión de rechazar la corona de Alemania, Federico Guillermo
disuelve la Cámara prusiana, elegida de acuerdo con la constitución de diciembre del '48. Entonces
estallan los movimientos democráticos en los que participan la pequeña burguesía intelectual y
comerciante, los obreros y artesanos. En todas partes, las tropas prusianas aplastan a los insurrectos
- En la Confederación Germánica:
El movimiento liberal se expande por toda la Confederación y la presión popular obliga a príncipes
y dignatarios a admitir la separación de poderes y las libertades. De todos estos disturbios sale fortificado
el sentimiento unitario y los patriotas alemanesreunidos en Heidelberg desde el 5 de marzo, convocan
para el 31 de ese mes a un Parlamento alemán en Francfort, sin que nadie haga nada por impedirlo.
El papel de los obreros no va más allá de una simple participación en los movimientos callejeros,
cuyo control se les escapa. Aquí, el conflicto opone a la aristocracia latifundista con la burguesía
capitalista o intelectual. La rebeldía de las clases bajas como los campesinos se manifiesta de modo
autónomo pero arcaico, en los levantamientos dirigidos contra los señores. Asi que la intervención de las
tropas y la aprobación, por parte de los Parlamentos locales, de medidas que permitían la redención de los
derechos señoriales, aplacaron rápidamente esos sobresaltos de un descontento secular en el cual los jefes
liberales, excepto algunos demócratas avanzados, no veían más que rebeliones ciegas, indignas de su
simpatía y susceptibles de comprometer los verdaderos problemas que según ellos eran los políticos y
nacionales.
El Parlamento proclama la soberanía de una futura asamblea constitucional, salida del sufragio
universal y directo y designa a una comisióñ llamada de los cincuenta, dominada por los moderados. De
esta manera, la revolución política pronto se fija sus límites. Los republicanos son vencidos en las
discusiones parlamentarias y en el campo de batalla.
Entre el 1 y el 8 de mayo se elige un nuevo Parlamento que tiene la misión de crear un poder
ejecutivo. Pero no logra conseguir los atributos e instrumentos de la soberanía: ejército, marina,
diplomacia y administración. Además, las discusiones se eternizan en el debate sobre la "Gran" o
"Pequeña" Alemania.
Un levantamiento popular en Francfort demuestra por su fracaso, el asilamiento y debilidad de los
demócratas radicales. Esta crisis de septiembre se caracteriza por la adhesión en masa de la burguesía
alemana a la causa conservadora.
El 28 de marzo del '49, el Parlamento decide ofrecerle la corona a Federico Guillermo, pero éste la
rechaza el 27 de abril. Ante esta situación, el Parlamento llama al pueblo alemán a levantarse contra el
absolutismo, pero éste parlamento se dispersa el 18 de junio de 1849. Entonces Prusia decide reemprender
el proyecto de unificación y se llega a elegir una asamblea federativa que se reune en Erfurt en marzo-
abril de 1850 y vota una constitución. Pero para estas alturas, Austria ha restablecido su autoridad sobre
Hungría e Italia y se decide a intervenir. Federico Guillermo accede a retirarse el 29 de noviembre,
estableciéndose un equilibrio entre las ambiciones rivales de Berlín y Viena.
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LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA
- Incidencias de sectores sociales en la revolución: los sectores sociales revolucionarios fueron la
pequeña y mediana burguesía y el sector popular urbano
- Tensiones ideológicas: se producen por influencia del liberalismo y la cuestióñ social
- Causas del fracaso: la heterogeneidad del grupo dominante, el conservadurismo del
campesinado.
LA REVOLUCIÓN EN ITALIA:
- Causas: contagio por Francia. Presencia de un movimiento nacionalista que desea la unificación.
La revolución en Piamonte es distinta, es de tipo liberal.
- Incidencias de sectores sociales: la monarquía piamontesa, los ideólogos como Mazzarino y los
burgueses del noroeste.
- Causas del fracaso: por divergencias en torno a qué estado debía realizarse la unificación y la
naturaleza del mismo: si sería unitario o federal; y por la intervención del ejército austríaco.
LA REVOLUCIÓN EN ALEMANIA:
- Causas: contagio por Francia. Presencia de un movimiento nacionalista que desea la unificación.
Los burgueses desean la unificación porque los beneficiará la eliminación de los distintos señores
territoriales. También hay un planteo liberal constituyente, que deje de lado la legislación represiva y
policíaca de la Confederación y de Prusia
- Incidencia de sectores sociales: la alta burguesía, que se opone a la aristocracia terrateniente.
Pero también participan el artesanado, los estudiantes y los campesinos.
- Tensiones ideológicas: nacionalismo, liberalismo, cuestión social.
- Fracasa porque Federico Guillermo no acepta la corona de Alemania
LA REVOLUCIÓN EN HUNGRÍA:
- Causas: los húngaros tratan de equiparar su condición con las de los austríacos, aunque sin
separarse del Imperio.
- Incidencia de sectores sociales: nobleza media, compuesta por intelectuales que tratan de
modernizar el país a través de una política de laicización y la eliminación del feudalismo.
- Fracasa porque no hay acuerdo entre los campesinos y los intelectuales. Además, Austria con
ayuda rusa sofoca la revolución.