En nuestro diario vivir los seres humanos nos encontramos con una gran
variedad de problemas esenciales a los cuales intentamos dar una solución
desde nuestro propio punto de vista; es decir tenemos la libertad de reflexionar
acerca de los acciones a tomar para intentar solucionar nuestros problemas.
Los seres humanos tenemos la capacidad de elegir entre hacer el bien o el mal,
pero más allá de tomar una decisión correcta debemos interiorizar cada resultado
de toda acción con el fin de evaluar y analizar cuan beneficiosas son las
consecuencias de nuestros actos, además de ello la ética no pretende enfocarse
en el bien unitario si no en el bien común de cada uno de nuestros actos.
Por lo tanto la inteligencia por sí sola no basta para actuar con ética pues desde
mi punto de vista el fin no justifica los medios, porque se estaría dejando de lado
lo más importante, actuar de tal manera que nuestros actos no generen
consecuencias negativas hacia nosotros mismos, ni hacia las personas que nos
rodean.