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ENCICLOPEDIA MÉDICO-QUIRÚRGICA – 26-461-A-10

26-461-A-10

Rehabilitación en los casos


de traumatismos craneales
D. Boisson A pesar de un esfuerzo real y efectivo en cuanto a la prevención de accidentes de trán-
sito, el número de pacientes portadores de secuelas de traumatismos craneales graves
G. Rode aumenta regularmente, constituyendo «una epidemia silenciosa». La mejora constante
L. Tell de la asistencia médica inmediata por verdaderas unidades móviles de reanimación
permite salvar muchas vidas, tratándose a menudo de individuos jóvenes cuyas lesio-
J. Pichon nes múltiples y gravísimas dejarán secuelas importantes y definitivas.
La recolección de datos epidemiológicos es difícil debido, por una parte, a la disper-
S. Giraud sión de la población, cuyo origen geográfico es muy variable, y por la otra, a la multi-
B. Roatta plicidad de las estructuras de recepción de pacientes, en ausencia de una centraliza-
ción inicial de datos. Una encuesta realizada en 1991 en la región de Lyon, en Francia,
registró 275 pacientes con traumatismos craneales graves ese año, es decir 19,5 por
100 000 habitantes. Estos resultados también dan cuenta del efecto de atracción que
ejerce dicho centro hospitalario universitario con su importante servicio de neurocirugía.

Reseña fisiopatológica El progreso reciente de las técnicas de reanimación ha


transformado la asistencia médica inicial y ha reducido el
Tan compleja como determinante en cuanto a la historia clí- riesgo de mortalidad, permitiendo la supervivencia de acci-
nica y al pronóstico, la fisiopatología del traumatismo cra- dentados con lesiones muy graves. El desarrollo de las téc-
neal, a diferencia de la mayoría de las afecciones neurológi- nicas de diagnóstico por imágenes y la exploración neurofi-
cas centrales, no se puede sistematizar. Los grupos de enfer- siológica moderna han transformado también las condicio-
mos, habitualmente agrupados por gravedad, son siempre nes de supervisión clínica.
heterogéneos en este dominio. En forma muy esquemática, La rehabilitación, que continúa el tratamiento, ha debido
se distinguen clásicamente las lesiones primarias inmediatas adaptarse a estos cambios y ha experimentado también una
de las agravaciones secundarias precoces [51, 70]: el compro- importante renovación. En todo momento, el médico debe
miso axonal difuso es la consecuencia de las fuerzas de ace- estar informado y conocer los datos neuropatológicos y los
leración o desaceleración durante el impacto [92]. Las lesio- resultados de las diversas investigaciones complementarias.
nes focales de contusión, eventualmente hemorrágicas o La calidad de la asistencia inicial, así como la elaboración
abiertas con pérdida de sustancia al contacto con la caja cra- de un proyecto terapéutico coherente y adaptado, exigen
neal, son las de más fácil evaluación inmediata de la grave- tener en cuenta este aspecto, incluso si los datos iniciales
dad [45]. La frecuencia del compromiso orbitofrontal y de los necesitan también una confrontación cuidadosa y repetida
lóbulos temporales, así como la bilateralidad, también carac- con los datos clínicos de la evolución.
terizan la gravedad anatómica. Las lesiones secundarias
están ampliamente superadas en cuanto a la frecuencia por
las complicaciones isquémicas y anóxicas, a su vez conse-
cuencias peligrosas de las anomalías tensionales sistémicas o Clínica
de hipertensión intracraneal y edema no controlados.
Tratamiento en la fase aguda
La noción de traumatismo craneal grave implica una asis-
Dominique BOISSON: Praticien hospitalier, professeur des Universités. tencia en medio especializado para una vigilancia estricta,
Gilles RODE: Assistant des Hôpitaux. Chef de clinique à la faculté. en la mayoría de los casos en unidad de terapia intensiva,
Service de Rééducation neurologique.
donde el aspecto técnico está en primer plano. De las eva-
Laurence TELL: Praticien hospitalier.
Jacques PICHON: Masseur kinésithérapeute, Diplôme d’Etat. luaciones iniciales, considerablemente facilitadas hoy en
Service de rééducation et de réadaptation fonctionnelles (Pr Eyssette). día por la tomografía axial computadorizada (TAC) y las
© Elsevier, París

Sylviane GIRAUD: Psychologue clinicienne (orientation neuropsychologie). imágenes por resonancia magnética nuclear (RMN) que
Brigitte ROATTA: Psychologue clinicienne (orientation neuropsychologie).
Laboratoire de neuropsychologie clinique. permiten estimar precisamente la importancia y la exten-
Hôpital Henry-Gabrielle, 69230 Saint-Genis-Laval. sión de las lesiones (hematoma, contusión hemorrágica

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difusa, edema cerebral, noción de efecto de masa), se deri- — la prevención precoz de las complicaciones específicas es
van toda una serie de decisiones: indispensable. Las lesiones cutáneas se evitan instalando al
— intubación y ventilación mecánica en la mayoría de los paciente sobre un colchón adecuado, realizando fricciones
casos. La ventilación en sí constituye un elemento terapéu- y posturas alternadas; las limitaciones articulares inducidas
tico ya que garantiza la buena oxigenación cerebral. por los trastornos del tono y las actitudes viciosas se contro-
Además, la hiperventilación es un factor de disminución lan mediante posturas alternadas y movilizaciones. Las téc-
del edema cerebral; nicas de sedación neurovegetativas contribuyen amplia-
— intervención neuroquirúrgica para evacuación de un mente a facilitar este tipo de cuidados. Otra preocupación
hematoma extradural, un hematoma subdural agudo, es la detección precoz y el tratamiento de las paraosteoar-
incluso un hematoma intracerebral con un efecto de masa tropatías. El control de la ventilación impone una kinesite-
significativo; rapia respiratoria adecuada, sobre todo cuando se retira la
— colocación de un captor de presión intracraneal para asistencia respiratoria, aunque también con el fin de hacer
monitorización, ya sea inmediatamente en caso de hiperten- desaparecer ciertas atelectasias: uso de posturas-drenaje
sión intracraneal (examen clínico, medición de las cisternas) (decúbito ventral, decúbito lateral), etc.;
[21], ya sea secundariamente en función de la evolución del — una coordinación temprana entre los equipos de terapia
paciente. Esto permite el control de la presión de perfusión intensiva y de rehabilitación es otro imperativo para el segui-
cerebral y la prevención de una agravación de la hipoxia; miento médico. La correcta información del médico rehabi-
— introducción de una neurosedación específica (barbitú- litador sobre la situación inicial del paciente y su evolución
ricos, hidroxibutirato de sodio, lidocaína, etc.) en función (episodio de anoxia, hipertensión intracraneal [HIC] pro-
del estado clínico inicial [2]. longada, lesiones asociadas que modifican el esquema tera-
Se trata a menudo de pacientes politraumatizados y las péutico clásico) le permite evaluar mejor la situación pre-
lesiones asociadas deben ser tratadas lo antes posible en sente y las posibilidades futuras. El diálogo temprano con la
función de la urgencia neurológica. Toda lesión que pueda familia del herido también es imprescindible.
repercutir sobre la hematosis, y por lo tanto sobre la oxige- Según el contexto, la salida de terapia intensiva tiene lugar
nación cerebral, debe ser tratada en forma prioritaria: trau- cuando el paciente está estabilizado: autonomía ventilatoria
matismo torácico con contusión pulmonar, derrame pleu- con o sin traqueotomía, estado hemodinámico estable,
ral, neumotórax, etc.; síndrome de inhalación bronquial, a desaparición o control de las crisis vegetativas, control de la
menudo asociado, y shock de todo tipo. situación infecciosa y de las lesiones asociadas.
Debe establecerse una vigilancia neurológica del paciente
lo antes posible, idealmente a partir del momento en que el
Tratamiento y rehabilitación: el despertar
servicio de urgencias se hace cargo de él. Es fundamental
apreciar el deterioro secundario tanto para evaluar la nece- o la espera del despertar
sidad de una neurocirugía de urgencia como para adaptar En la mayoría de los casos, el paciente debe ser atendido
en cualquier momento la terapéutica específica, mante- por un equipo multidisciplinario que garantice la conti-
niéndose alerta sobre todo ante un peligroso compromiso nuación de la terapia específica y al mismo tiempo una
axial o temporal [74]. rehabilitación adecuada. La evaluación del estado neuroló-
Desde hace algunos años se ha generalizado en algunos paí- gico requiere exámenes clínicos repetidos y una observa-
ses el uso sistemático de la escala de Glasgow [42] y de Glasgow ción cuidadosa: el cuadro que presenta el paciente es evo-
Liège [12]. Presenta la ventaja de ser fiable, de fácil utilización lutivo, por lo tanto la vigilancia debe ser constante.
y conocida por la mayoría de los equipos de urgencias. Se
analizan tres parámetros: la apertura de los ojos (E, puntua- Situaciones clínicas
ción de 1 a 4), la respuesta verbal (V, puntuación de 1 a 5) y
La profundidad del coma o el nivel de conciencia se eva-
la respuesta motora (M, puntuación de 1 a 6). Se atribuye
lúan al ingreso del paciente y, a continuación, a intervalos
una nota a cada respuesta permitiendo así obtener una pun-
regulares.
tuación global cuyo máximo es de 15 puntos. Una puntua-
ción inferior o igual a 8 corresponde a un traumatismo cra- La escala de Glasgow sigue utilizándose, mientras que el
neal de pronóstico grave, una puntuación estabilizada en 7 estudio de los reflejos del tronco cerebral permite evaluar
luego de 24 horas parece ser un elemento positivo, mientras el nivel lesional y estimar un eventual deterioro [47].
que las probabilidades de evolución favorable disminuyen En este estadio, el conjunto del equipo terapéutico (médi-
seriamente si la puntuación está comprendida entre 5 y 7, y cos, enfermeras, kinesiterapeutas) debe dedicarse a reco-
caen abruptamente si es inferior a 5 [82]. nocer los signos del despertar: apertura de los ojos espon-
No obstante, la generalización del uso de la neurosedación tánea o a pedido, repuestas motoras adaptadas o no, res-
a menudo hace difícil el examen neurológico ulterior; éste puesta a la familia, etc. La recuperación precoz de una
sólo será fiable cuando se interrumpe la neurosedación, motricidad específica, a menudo dirigida hacia elementos
permitiendo confirmar el nivel de sufrimiento axial, la exis- nociceptivos (sonda fija, sonda nasogástrica) suele ser de
tencia de un déficit hemipléjico y la lesión de los nervios buen pronóstico. A lo largo de las observaciones es posible
craneales [2]. realizar el examen motor: recuperación de una motricidad
Por otra parte, las nuevas técnicas de exploración electrofi- elaborada de los cuatro miembros, confirmación de una
siológica, en particular los potenciales evocados auditivos hemiplejía, gran sideración motora por «mutismo acinéti-
(latencia precoz, latencia media), los potenciales corticales y co», descubrimiento a menudo tardío de un déficit perifé-
los potenciales evocados somatestésicos, permiten evaluar de rico cuando el despertar es suficiente. El examen de los ner-
modo fiable la lesión del tronco cerebral y de las vías de pro- vios craneales es esencial, no sólo para evaluar una lesión
yección cortical. Estas técnicas son útiles en el seguimiento del tronco cerebral sino también para poner de manifiesto
cotidiano del paciente, sobre todo para localizar un eventual un compromiso periférico: parálisis facial o lesión oculo-
deterioro secundario, pero su real interés pronóstico a largo motora por traumatismo facial.
plazo es difícil de apreciar por ahora [29, 65]. Mientras no se puede obtener la colaboración del paciente,
Idealmente, el tratamiento de «rehabilitación» de los pacien- la terapia sólo es específica por la importancia de la obser-
tes con traumatismos craneales graves debería comenzar vación y por las solicitaciones particulares que se proponen
durante el estadio de terapia intensiva con dos objetivos evi- al paciente, para las cuales se utiliza el término de «técnicas
dentes: del despertar» [63, 64]. Existe muy a menudo una diferencia

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

entre la «teoría» (supresión de las limitaciones) y la realidad rá entonces un tratamiento específico, asociado eventual-
del paciente; si bien la función de la rehabilitación es crear mente a una reanudación relativa de la neurosedación
alrededor del paciente que se despierta un entorno favora- (neurolépticos, benzodiacepinas, etc.). La frecuencia de los
ble y rico en estímulos, este objetivo suele ser difícil de alcan- fenómenos dolorosos en la persistencia de estas crisis justi-
zar cuando el paciente está aún traqueotomizado, es ali- fica plenamente el uso de analgésicos mayores en dosis
mentado por una sonda nasogástrica y, a veces, conserva las bajas, a veces con efectos «milagrosos» sobre el despertar.
sondas o una vía venosa central. En estas condiciones, es pri- Las recidivas de atelactasia o de neumopatía son frecuentes
mordial pesar la necesidad de cada uno de estos elementos. y pueden dificultar el despertar.
Si los trastornos de deglución no son rápidamente regresi- El descontrol o la evolución superaguda de una paraosteo-
vos, la colocación de una sonda de gastrostomía por vía atropatía, así como la agravación de las actitudes viciosas o
endoscópica tiene la ventaja considerable de ser confortable de la hipertonía, pueden participar en un deterioro motor
y de suprimir los elementos nociceptivos faríngeos y esofági- funcional.
cos, respetando un aporte nutricional enteral adaptado. El Por último, el estado neurológico requiere una vigilancia
mantenimiento de una traqueostomía es necesario mientras rigurosa: toda alteración del despertar impone un examen
la obstrucción respiratoria sea significativa, debido al riesgo neurológico y, ante la menor duda, una nueva tomografía:
de desviación alimentaria favorecida por la ausencia de descubrimiento o evolución de un hidroma o de un hema-
reflejos de tos y de expectoraciones activas. En los casos más toma subdural crónico y discusión de una indicación de
favorables, los intentos de cerrado temporal por opérculo derivación en el caso de una «hidrocefalia a presión nor-
después de un control laringoscópico permiten considerar mal» [17, 28]. Ante toda agravación inexplicada o anomalía
rápidamente la descanulación. metabólica, también debe evocarse la influencia del trata-
La ablación de la sonda urinaria se intenta rápidamente para miento médico. Entre las complicaciones digestivas, puede
aprovechar las posibilidades de automatismo miccional. manifestarse una úlcera hemorrágica por «estrés» cuando
En lo posible se suprime la vía venosa central, debido al ries- el paciente cambia de ambiente. El mantenimiento prolon-
go de arrancamiento, reemplazándola por una vía venosa gado de la sonda gástrica puede favorecer una esofagitis por
periférica colocada del modo menos nociceptivo posible, reflujo y en los casos más graves justificar una gastrostomía.
cada vez que sea necesario un tratamiento parenteral (anti- Por último, ante toda modificación de la pared abdominal,
bioticoterapia, etc.). particularmente en un contexto febril, debe sospecharse
El ambiente debe ser adaptado en la medida de las posibi- una reacción de defensa (colecistitis alitiásica, apendicitis,
lidades: habitación individual, tranquila, personalizada con absceso, etc.) y realizarse una ecografía abdominopelviana.
ayuda de la familia. En efecto, el entorno familiar está Los cuadros evolutivos son variables. La evolución favorable,
implicado precozmente en la terapia, incluso si no siempre con un despertar progresivo, a veces a costa de una fuerte
se pueden evitar conflictos y crisis en estas situaciones dolo- agitación, puede requerir la instalación del paciente sobre un
rosas. Esa es la ocasión de un primer contacto con la reali- colchón en el piso para evitar las caídas y las ataduras de con-
dad del proyecto terapéutico. tención. La agitación permite constatar la ausencia de tras-
La suspensión de la neurosedación y el despertar permiten tornos motores o la recuperación rápida de una hemiplejía
repetir todos los componentes de la evaluación articula: inicial, etc. A veces su magnitud es responsable de traumatis-
dolores de movilización y refuerzo de la hipertonía en mos y perturba la terapia. Entonces se discute el uso de neu-
ausencia de cooperación del enfermo. En este estadio los rolépticos o de antidepresivos sedantes. Una recuperación
tratamientos analgésicos son preferibles a los antiespásticos. rápida de la comunicación verbal permite descubrir la
A veces es necesario utilizar derivados morfínicos, o aplicar importancia del síndrome de confusión. La amnesia anteró-
yesos sucesivos para corregir ciertas actitudes viciosas [24]. grada suele ser mayor en este estadio. A veces el cuadro de
También pueden aparecer paraosteoartropatías que justifi- agitación psicomotora es extremo, pues presenta además una
can un diagnóstico y un tratamiento rápido y específico: desinhibición del comportamiento, con actividad orientada
posturas alternadas (a veces difíciles debido a la agitación hacia la región genital, actividades motoras compulsivas,
del paciente), hielo, antiinflamatorios, radioterapia con agresividad verbal, incluso gestual, contra los terapeutas.
finalidad antiinflamatoria [32]. También es posible una fase de mutismo acinético a la salida
Incluso si las lesiones óseas traumáticas fueron tratadas en del coma: el paciente tiene un aspecto despierto sin ninguna
terapia intensiva, es útil realizar una evaluación radiológica respuesta a las órdenes simples, sin ninguna motricidad
completa en busca de lesiones cervicales que pudieron espontánea ni comunicación. Sólo la calidad de la mirada
pasar desapercibidas, fracturas ignoradas de la mano o el permite presagiar una evolución favorable. Muy lentamente,
pie, que pueden participar en una actitud nociceptiva en el despertar se confirma tanto en el plano motor como en el
triple flexión. La presencia de fijadores externos o de yesos plano de la comunicación oral, que es en un principio extre-
requiere una vigilancia cuidadosa dado que agrava las con- madamente limitada y con voz susurrada. A la inversa, algu-
diciones de un despertar agitado. nos despertares son rápidos, en pocos días, y sin desorgani-
Paralelamente, se continúa la vigilancia general, tanto del zación cognitiva mayor. En otros casos, la instalación en un
estado respiratorio como de las complicaciones focales (fle- estado relacional intermedio, sin motricidad específica, va a
bitis, escaras profundas, etc.). evolucionar hacia un estado hiporrelacional, incluso un esta-
do vegetativo persistente [57, 80].
Complicaciones y modalidades evolutivas
Rehabilitación: aspectos prácticos
La aparición de crisis neurovegetativas a menudo se halla
favorecida por la suspensión reciente de la neurosedación. • Formas de despertar y rehabilitación
Las crisis se manifiestan de modo variado, asociando crisis En la práctica cotidiana, los terapeutas están confrontados
hipertónicas, hiperpnea, sudación, taquicardia e hiperter- a tres formas de despertar:
mia. Debe buscarse una espina irritativa: constipación, — si el paciente no se despierta, se considera que existe una
dolores osteoarticulares, problemas digestivos. Se instaura- incapacidad para percibir el primer signo por parte del

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entorno médico y los allegados. Esta hipótesis da al equipo actitudes de rechazo, incluso de agresividad, pesan mucho
la motivación necesaria para una vigilancia y una presencia sobre el personal, por más competente y motivado que esté.
adecuadas;
— el despertar agitado, en el cual el paciente utiliza sus posi- Tratamiento en el período de comunicación
bilidades motoras con fines personales, plantea problemas de
seguridad con riesgo de caídas y fugas. Esta conducta puede A partir del momento en que el paciente recupera un estado
expresar un sufrimiento físico o psíquico; debe tenerse en de vigilancia normal, el examen clínico debe repetirse con su
cuenta la angustia del paciente y de sus allegados; participación. El estado clínico del paciente con traumatismo
craneal se caracteriza por la complejidad de numerosos tras-
— el despertar calmo, en el cual el paciente no utiliza sus
tornos, de naturaleza diferente, entre los cuales los déficits
posibilidades motoras recuperadas, también puede ocultar
neurológicos se encuentran en primer plano.
un sufrimiento.
• Imperativos de la rehabilitación Trastornos neurológicos
Humanizar el entorno y liberar poco al poco al enfermo de El examen neurológico clásico, con el objetivo de estable-
la sobrecarga tecnológica es un objetivo prioritario, aunque cer un diagnóstico topográfico y fisiopatológico a partir del
a veces difícil. Una participación controlada del entorno síntoma referido o presentado por el paciente, es particu-
familiar y social contribuye a disminuir relativamente el larmente difícil en el paciente que sufre de traumatismo
aspecto médico de la terapia. El uso de estímulos sensoria- craneal. No obstante, es indispensable para distinguir los
les personalizados es útil en estos casos (música, pósters, compromisos focales del sistema nervioso central y del sis-
olores, etc.). tema nervioso periférico de las consecuencias de las lesio-
Aceptar como un principio que el paciente percibe lo que nes y de una desorganización difusa.
ocurre y que no es indiferente a los cuidados que recibe es
otro imperativo cotidiano. No obstante, la percepción del Déficit en sector
entorno puede estar perturbada por razones neurológicas • Déficit y desórdenes de la motricidad
(sordera, trastornos visuales, etc.). También puede estarlo Los compromisos piramidales son frecuentes, en general accesi-
por una falta de comprensión de la situación: una amnesia bles al examen, pero raramente integrados en un síndrome
severa que no permite al paciente comprender su presencia topográfico aislado. La existencia de un síndrome alterno
en el hospital. En este contexto, es necesario explicar diaria- puede orientar hacia una afectación del tronco cerebral.
mente al enfermo los actos terapéuticos realizados y lo que se Después de la recuperación total o parcial del déficit, la evo-
espera de él. Dichos actos también pueden ser explicados en lución de la espasticidad domina el pronóstico funcional
presencia de la familia para desarrollar los puntos de refe- motor y requiere a veces un tratamiento específico posterior.
rencia del paciente en su nuevo contexto de vida. Los kinesi- La calidad de la marcha y la fatigabilidad al esfuerzo son a
terapeutas acompañan las maniobras con comentarios («voy veces un elemento de pronóstico. A menudo sólo persiste una
a llevar su mano derecha sobre su mejilla izquierda», etc.). hiperreflexia osteotendinosa, más significativa si es asimétrica.
El terapeuta debe tener en cuenta que las manifestaciones Entre las formas clínicas severas, el compromiso bilateral de
del paciente (agitación motora, gritos, oposición, gestos) las fibras corticonucleares es responsable de parálisis de los
reflejan su percepción actual de sí mismo y del mundo, y músculos del área respiratoriodigestiva y de la cara que limi-
actuar en consecuencia. Toda actitud contraria a esta reali- ta la comunicación.
dad es percibida como agresiva por el paciente y deteriora Entre los otros déficits motores, la observación de un sín-
la relación terapéutica. drome parkinsoniano postraumático es rara después de un
• Técnicas traumatismo craneal aislado [41]. El síndrome parkinsonia-
Se proponen técnicas kinesiterapéuticas específicas: prácti- no del «pugilista» aparece tardíamente y se relaciona con
cas de «conducción», inspiradas en el desarrollo psicomo- traumatismos repetidos.
tor del niño, que tienen la ventaja de realizarse sin verbali- Por el contrario, los déficits de la motricidad automática
zación. Sin que se le dé la orden, el paciente es llevado a son mucho más frecuentes. La forma clínica más severa es
participar en los cambios de posición, tratando de aprove- el cuadro de mutismo acinético como consecuencia de un
char sus propios encadenamientos motores. Es una forma compromiso bilateral de las estructuras subcorticales y en
de búsqueda de posibilidades recuperadas. El regreso a la particular de las circunvoluciones cingulares. El cuadro clí-
verbalización y a la gestualidad permite integrar la actividad nico puede plantear problemas de diagnóstico diferencial
motora en la organización espacial del entorno: arriba, con el locked-in-syndrome, pero en este último la motricidad
abajo, derecha, izquierda, proximidad, distancia. ocular voluntaria y la comunicación consciente están pre-
Las solicitaciones sensoriales son otra forma de implicar al servadas. Algunas inhibiciones psicomotoras mayores de
paciente. El reconocimiento sensorial intenta desencade- origen psiquiátrico se discuten a veces en este estadio.
nar fenómenos de evocación relativos a su experiencia y a Pueden observarse formas clínicas localizadas como la aci-
su historia. La ayuda de la familia es indispensable en las nesia, la ausencia de espontaneidad motora, la conducta de
estimulaciones donde se introduce la dimensión de familia- subutilización o de negligencia motora. No tienen un valor
ridad. En todos los casos, la terapia debe tener en cuenta las real de localización, sino de lateralización en un contexto
dificultades debidas al estado neurológico. El trabajo ar- de lesiones corticosubcorticales difusas.
ticular se realiza subrayando la toma de conciencia de la Los movimientos anormales son poco frecuentes, siempre
percepción del movimiento y del espacio. Se presta una están asociados a trastornos del tono, a menudo tardíos e inva-
atención particular a la nuca (estiramientos, masajes y lidantes. Su análisis semiológico es difícil ya que raramente se
movilizaciones suaves) para limitar el riesgo de actitudes presentan aislados: movimientos coreoatetósicos asociados a
viciosas cervicales. Por último, las condiciones ventilatorias hipotonía, actitudes distónicas y movimientos atetósicos aso-
y la movilidad de las cuerdas vocales constituyen otra preo- ciados a hipertonía. Orientan hacia un compromiso difuso y
cupación constante. sugieren un origen mixto, traumático y anóxico [25, 41].
Los problemas mecánicos, en un contexto clínico bien La ataxia cerebelosa es más frecuente. Después de un trau-
establecido, son los más accesibles al razonamiento, tanto matismo craneal raramente se presenta aislada. Según la
para el enfermo como para el equipo terapéutico. Por el topografía de las lesiones en los estudios por imágenes, se
contrario, las dificultades en cuanto al comportamiento, las evocan diferentes mecanismos lesionales: lesión del cerebe-

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

lo, de los circuitos cerebelo-cortico-ponto-cerebelosos o ralidad de las imágenes de la tomografía en un estadio de


lesión frontal, por diasquisis cerebelosa contralateral res- recuperación parcial.
ponsable de una hipotonía. Pueden existir lesiones asocia- Pueden observarse trastornos visuales secundarios que co-
das. La persistencia de secuelas cerebelosas tardías es un rresponden a lesiones focales, la mayoría de las veces bilate-
elemento negativo del pronóstico funcional. En algunos rales, occipitales (en el caso de la agnosia de objetos, de colo-
casos, la hipermetría y la ataxia pueden mejorarse por res o de imágenes) u occipitotemporales (en el contexto de
administración de L-5 hidroxitriptófano (L-5HTP) [10]. la prosopagnosia). A menudo se asocian a otros trastornos
Entre los trastornos de la organización motora, además de clínicos (alexia, amnesia). El diagnóstico ha sido transforma-
los desórdenes de la motricidad automática ya mencionados, los do por las técnicas de diagnóstico por imágenes [76].
fenómenos de prensión patológica (reflejo de prensión, conduc-
• Trastornos oculomotores
ta de utilización), las perturbaciones del gesto voluntario
(perseveraciones motoras, pérdida de la «melodía» cinética Son frecuentes y su análisis clínico es difícil debido a la
y trastornos del equilibrio postural, astasia-abasia con retro- intrincación de los mecanismos lesionales posibles: diplo-
pulsión y lateropulsión), traducen un compromiso frontal. pía, ptosis, desviación de la mirada y movimientos oculares
La persistencia o la revelación de una apraxia durante la anormales. Las lesiones tronculares son frecuentes debido a
recuperación del déficit indica una lesión parietal. la longitud y la situación anatómica expuesta al traumatis-
mo de los nervios oculomotores (III, IV, VI). La parálisis del
• Déficit y trastornos de la sensibilidad VI no tiene valor localizador mientras que la parálisis del III
Pueden corresponder a lesiones del sistema nervioso periférico, puede orientar hacia una lesión central, a nivel del tronco
la mayoría de las veces unilateral y troncular, consecutivo a cerebral, o hacia una lesión periférica, a nivel del seno ca-
la sección o compresión de un nervio (neuropraxia) a nivel vernoso o de la cavidad orbitaria.
de un foco óseo de fractura. En caso de una lesión del sis- Los daños oculomotores centrales son más difíciles de ana-
tema nervioso central, los trastornos sensitivos están diso- lizar en un contexto de lesiones cerebrales difusas. Pueden
ciados. El daño troncular aislado en general no plantea pro- revelarse durante la evolución y justificar una evaluación
blemas diagnósticos. Los trastornos sensitivos también pue- complementaria. Corresponden a lesiones a nivel del tron-
den ser consecutivos a una polineuritis o a una polirradicu- co cerebral (oftalmoplejía internuclear anterior por com-
loneuritis de «reanimación» cuyo diagnóstico se basa en la promiso de la cintilla longitudinal posterior, parálisis de la
existencia de un déficit motor distal, de una arreflexia oste- lateralidad o de la verticalidad por lesión de las fibras corti-
otendinosa y de una amiotrofia. conucleares) o a nivel encefálico (desviación ipsolateral de
En caso de lesión central, puede observarse un cuadro clíni- la mirada hacia el costado por lesión hemisférica unilateral,
co de disociación termoálgica si el compromiso es unilateral o la mayoría de las veces posterior derecha). Los trastornos
a nivel del tronco cerebral, del haz espinotalámico, caracte- de orientación de la mirada corresponden a una fijación de
rizado por una abolición específica del tacto burdo (la prue- la mirada en caso de lesión frontal, que en las formas gra-
ba de picar-tocar es anormal pero el tacto fino se mantiene), ves pueden llegar a una reducción completa de la explora-
y de la sensibilidad térmica a nivel del hemicuerpo contrala- ción voluntaria denominada «apraxia oculomotora». Por
teral. En caso de compromiso focalizado del tálamo o de las último, en los compromisos del tronco cerebral, pueden
radiaciones talamoparietales, puede observarse un trastorno observarse movimientos oculares anormales desde el esta-
disociado de la sensibilidad lemniscal. Es importante una dio inicial: ocular bobbing por lesión de la protuberancia y
exploración precisa de la sensibilidad debido al riesgo de espasmos de convergencia por lesión de los pedúnculos
aparición ulterior de fenómenos dolorosos. Al respecto, un cerebrales.
fenómeno de hiperestesia orienta hacia un compromiso del sis-
• Trastornos del lenguaje y de la comunicación
tema lemniscal, una alodinia hacia uno del sistema extra-
lemniscal y una hiperpatía hacia un compromiso del tálamo. En el contexto postraumático, a excepción de las lesiones
Por último, la anosmia, frecuente en caso de compromiso vasculares focalizadas, los trastornos del lenguaje están mal
corticofrontal, suele descubrirse tardíamente. Indica una sistematizados. En caso de lesión focalizada, las afasias por
lesión periférica a nivel del etmoides, que puede constituir lesión temporal son las más frecuentes [66]. Los trastornos de
un daño suplementario permanente. comprensión o de memoria que se observan se parecen a los
cuadros de afasia de Wernicke y de afasia amnésica. Los tras-
• Déficit visual tornos del lenguaje por lesión frontal corresponden al cua-
El déficit de la agudeza visual como consecuencia de un dro de afasia dinámica de Luria [60] (o afasia transcortical
compromiso del nervio óptico (en las fracturas de la zona motora), caracterizada sobre todo por una disminución de
anterior de la base del cráneo) puede experimentar una evo- la apetencia por el lenguaje, mientras que las capacidades
lución negativa hacia la atrofia óptica (la papila óptica tiene morfosintáxicas están preservadas. A menudo, en una forma
un aspecto blanco con bordes netos en el fondo de ojo). La clínica menor, este trastorno se limita a una reducción sig-
mayoría de las veces se trata de déficit del campo visual: nificativa de la fluencia verbal [53, 86]. Por último, una lesión
— hemianopsia bitemporal en los traumatismos de la zona de hemisférica extendida (que involucra la totalidad o parte
la base del cráneo, con riesgo de lesión asociada del tallo del cuadrilátero de Pierre-Marie) produce afasias mixtas. En
hipofisario; cambio, rara vez se observan afasias subcorticales como la
— hemianopsia lateral homónima o cuadrantanopsia lateral afasia de conducción en el contexto traumático.
homónima por compromiso de las cintillas ópticas, de las En un tercio de los pacientes con traumatismo craneal se
radiaciones de Gratiolet o del lóbulo occipital [96]. En el observan trastornos de la voz y del habla. Diferentes mecanis-
paciente con traumatismo craneal, el campo topográfico de mos pueden imbricarse: disfonía como consecuencia de la
la hemianopsia lateral homónima tiene límites variables. intubación, asincronismo neumofónico de origen central,
Excepcionalmente se observa un cuadro de ceguera corti- disartria paralítica bulbar, disartria cerebelosa. Estos trastor-
cal, a veces transitorio (persistencia de una visión en cañón nos pueden asociarse a trastornos fásicos o de deglución.
de fusil y reflectividad pupilar normal a la luz). A menudo Agravan la discapacidad de comunicación y, en caso de lesión
el diagnóstico se sospecha secundariamente ante la bilate- central, la rehabilitación modifica poco su evolución.

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Aspectos mayores de la desorganización mental memorización eficaces. En la laguna amnésica retrógrada, es
• Trastornos de la atención clásico distinguir: una amnesia permanente, que abarca gene-
ralmente un período breve inmediatamente anterior al trau-
En clínica, la atención es un concepto de definición com-
matismo, y una amnesia temporal, que inicialmente puede
pleja, lo que hace difícil el análisis semiológico de trastor-
nos que el paciente o sus allegados califican a menudo de abarcar varias semanas, incluso varios meses, y cuya duración
«atención» o «concentración». Las quejas al respecto son va a reducirse progresivamente con el tiempo. El recuerdo
frecuentes y clínicamente difíciles de disociar de los otros anclado en cuanto a la memoria episódica está menos afecta-
desórdenes cognitivos (amnesia, síndrome frontal). Los do. La amnesia retrógrada permanente sería la consecuencia
trastornos de la atención deben ser claramente diferencia- de un déficit en el proceso de consolidación, mientras que la
dos de los desórdenes del estado de vigilancia, ya que éstos, amnesia retrógada temporaria resultaría de un déficit de evo-
incluso en un estadio de retorno a la vida de relación, y cación del recuerdo. Las perturbaciones responsables de la
durante mucho tiempo, pueden sufrir grandes variaciones amnesia postraumática son aún discutidas, aunque se ha des-
a lo largo del día. No obstante, es posible realizar una eva- crito una relación entre la gravedad de la amnesia anterógra-
luación de los diferentes componentes de la atención, aten- da y la duración de la amnesia postraumática.
ción localizada, atención dividida y atención sostenida, aun- En un principio, los trastornos de memoria suelen estar
que es difícil apreciar las ventajas de este análisis para la ocultos por los otros déficits neuropsicológicos. La afección
rehabilitación [98]. En algunos casos pueden observarse de la memoria inmediata raramente es total. En cambio, a
trastornos más específicos de la atención localizada. El cua- menudo está asociado a un grave disfuncionamiento mné-
dro clínico se asemeja entonces a un fenómeno de negli- sico relacionado con la pérdida de referencias temporales
gencia espacial por compromiso hemisférico posterior late- [61]. Los trastornos de atención y la sensibilidad del pacien-
ralizado en general a la derecha [15, 85]. te a las interferencias también son factores agravantes. En
segundo lugar, los trastornos mnésicos, cada vez más netos,
• Trastornos de la relación con el entorno y la realidad
a menudo polimorfos, se confirman al regresar los otros
Durante mucho tiempo después del despertar, los trastor- trastornos, en particular la anosognosia, y pasados los 6 pri-
nos de conciencia («awareness» de los autores anglosajo- meros meses de evolución, constituyen la principal queja
nes) pueden dominar la evolución real del paciente con cognitiva de los pacientes [97, 101], a pesar de la mejora de las
traumatismo craneal [79]. La evolución de la anosognosia puntuaciones de evaluación.
inicial, a veces asociada a fenómenos productivos alucinato-
rios o fabulatorios, es un elemento importante del pronós- • Evaluación inicial de las funciones ejecutivas estando
tico. Su presentación es polimorfa y su apreciación por el el enfermo en cama
entorno, tanto familiar como terapéutico, altamente subje- Es indispensable un examen clínico clásico antes de orientar
tiva. A veces es la causa de un verdadero desasosiego y al paciente hacia una evaluación neuropsicológica progra-
aumenta las dificultades terapéuticas. Mientras el estadio mada y controlada. Este examen debe ser rápido y estar
inicial, a veces interpretado como una negación, se atenúa, adaptado al contexto sociocultural. Pueden utilizarse varios
la evolución se orienta hacia una aceptación implícita de los tests cuando el enfermo está aún en cama: tests motores,
trastornos por parte de los allegados. La evolución de los como la prueba de coordinación puño-palma-canto o los
«trastornos de conciencia de...» se integra entonces en un movimientos alternados rápidos [60]; un test de fluencia ver-
trabajo necesario de duelo [11]. bal léxica o semántica [16]; la narración por parte del pacien-
Los otros trastornos gnósicos en sector, que traducen una te de por lo menos tres acontecimientos recientes de la
lesión focal retrorrolándica, son mucho más raros pero actualidad o personales y la crítica de una historia absurda.
pueden repercutir a largo plazo sobre las posibilidades de Estas pruebas, de comprensión simple y fácil realización, son
recuperación. útiles para poner de manifiesto trastornos de las funciones
ejecutivas. Permiten además apreciar las condiciones emoti-
• Trastornos de memoria
voafectivas del paciente, que podrían eventualmente pertur-
Constituyen la secuela cognitiva más frecuente de un trau- bar una evaluación cuantitativa prematura.
matismo craneal [44]. Los cuadros clínicos son polimorfos y
su análisis neuropsicológico es difícil debido a la heteroge- • Trastornos emotivoafectivos
neidad de las lesiones, la complejidad de los mecanismos Son prácticamente constantes, su análisis semiológico es
fisiopatológicos que intervienen [26] (lesiones cerradas o complejo y su tratamiento difícil [44, 54]. En el período del
penetrantes, daño macroscópico o microscópico, sideracio- despertar, el cuadro clínico suele estar dominado por el
nes funcionales) y la importancia del contexto psicológico estado de confusión, a veces verdadero estado psicótico
anterior (capacidades mnésicas [46], trastornos psicopáti- agudo: cuadro de delirio confusoonírico, de brote deliran-
cos). En estas condiciones, los trastornos de memoria con- te agudo, de melancolía aguda o de acceso maníaco [67]. En
secutivos a un traumatismo craneal no deben ser conside- el período de comunicación, los trastornos observados son
rados en el plano clínico como un síndrome único, sino variables y se apartan de los enfoques nosológicos clásicos.
más bien como tantos cuadros clínicos diferentes según los Varios autores han intentado establecer una relación entre
casos [97]. estos trastornos y las afecciones cerebrales focalizadas, dis-
No obstante, estos cuadros tienen en común un déficit mné- tinguiendo así un síndrome seudopsicopático con desinhi-
sico: la amnesia postraumática, que corresponde al estado de bición, impulsividad y labilidad emocional en caso de com-
olvido y de desorientación que aparece inmediatamente des- promiso de la corteza orbitofrontal y un síndrome seudo-
pués de la pérdida de conciencia o del despertar del coma y depresivo con apatía, indiferencia afectiva y pérdida de ini-
durante el cual el paciente presenta dificultades masivas ciativa, consecutivo a un compromiso de la convexidad del
tanto retrógradas como anterógradas. Durante este período, lóbulo frontal [8, 22].
cuando el enfermo está suficientemente despierto para También deben tenerse en cuenta los factores de orden psi-
comunicar, se observa una desorientación temporoespacial cológico y psicosocial [37]. En efecto, los trastornos emoti-
asociada al olvido del accidente y de un período más o menos voafectivos pueden constituir una reacción a la gravedad
largo de su historia anterior al traumatismo. El déficit retró- del traumatismo psíquico asociado o acompañar la regre-
grado, de duración variable, puede resolverse progresiva- sión de la anosognosia [20, 79]. En esta óptica, es particular-
mente. El «agujero» amnésico se evalúa retrospectivamente mente importante disponer de elementos relativos a la per-
una vez que el paciente ha recuperado posibilidades de sonalidad anterior del paciente y a su historia personal.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

Asimismo, es fundamental el conocimiento y la considera- procesos dinámicos flexibles e interconectados, poco a poco
ción del contexto familiar y social, dada su implicación en llevó a relativizar los conceptos clásicos de localización y las
el proyecto de rehabilitación [13, 58]. numerosas teorías de inspiración jacksoniana que privilegia-
En estas condiciones, puede retrasarse la aparición de un ban la noción de una organización jerárquica del funciona-
síndrome depresivo [87], permitiendo, si la depresión no es miento mental. Este autor introduce el concepto de «len-
demasiado profunda y no obstaculiza la terapia, concretizar guaje interior» considerado como regulador de las activida-
la realidad del proyecto terapéutico. Por último, los trastor- des mentales y de la conducta. La división funcional del cere-
nos tímicos y la evolución de la personalidad representan bro en tres unidades, indispensables en conjunto para todas
un factor esencial del pronóstico a largo plazo para la rein- las actividades mentales, completa la descripción clásica de
tegración familiar y social [35, 55]. Esto justifica una evalua- los «centros nerviosos».
ción del comportamiento regular de estos trastornos duran- El sistema mediobasal —corteza límbica, corteza orbitofron-
te un período prolongado. tal, sistemas subcorticales no específicos— regula la activi-
dad cerebral de base a partir de señales internas del orga-
Otros trastornos
nismo, siendo a la vez accesible a las informaciones externas
En este período de la evolución, las diferentes fracturas han provenientes de otras estructuras corticales, más elevadas
sido tratadas, estabilizadas y se hallan en vía de consolida- jerárquicamente. Las áreas posteriores de los hemisferios,
ción. La mayoría de las veces, los problemas diagnósticos áreas sensoriales y áreas asociativas, son responsables de la
están resueltos y las dificultades residen en el riesgo de com- recolección de informaciones originadas por señales exte-
plicaciones secundarias que pueden repercutir sobre el riores y del primer nivel de análisis y síntesis: se trata de la
estado neurológico. Incluso tardíamente, las estimulaciones percepción. La convexidad de los lóbulos frontales, que en el
nociceptivas pueden aumentar los dolores de desaferenta- hombre constituye un tercio de los hemisferios, elabora los
ción o descompensar un compromiso piramidal moderado programas de comportamiento en función de un objetivo,
transformándolo en una hiperespasticidad invalidante. organiza las secuencias dinámicas motoras y controla la eje-
Entre las complicaciones tardías, debe mencionarse la posibi- cución. Todos los modelos actuales de neurofisiología se ins-
lidad de una insuficiencia respiratoria restrictiva secundaria piran en este esquema inicial, que atribuye a las regiones
en caso de lesión torácica y pulmonar inicial significativa. Esta anteriores del cerebro un papel preponderante en las activi-
insuficiencia puede haber pasado desapercibida en el estadio dades más elaboradas del sistema nervioso central. Algunos
inicial, en ausencia de esfuerzo físico intenso, sin embargo modelos recientes, como el de Damasio, añaden la noción
debe ser considerado ante trastornos de vigilancia persisten- de preservación del equilibrio individual, de estabilización,
tes y debe conducir a controlar regularmente la gasometría de adaptación a situaciones complejas y de aprendizaje de
sanguínea, principalmente para buscar una desaturación noc- conductas nuevas: «lo adquirido» en oposición a lo «innato»
turna. Se puede realizar una evaluación espirométrica com- del patrimonio genético [23].
pleta con registro polinosográfico. En algunos casos, es útil un En esta concepción, toda tarea compleja es objeto de un tra-
aporte fraccionado de oxígeno en hiperinsuflación. Por últi- tamiento distribuido en paralelo dentro de redes multifo-
mo, ciertos trastornos ventilatorios pueden estar relacionados cales, mientras que sólo las operaciones muy elementales
con un síndrome de hipoventilación alveolar de origen cen- son localizadas. A lo sumo, una forma de aprendizaje
tral y requerir las mismas medidas terapéuticas. podría aparecer espontáneamente como subproducto de la
Las complicaciones digestivas tardías son raras. En cambio, actividad de tratamiento de la información: la recepción y la
frecuentemente persisten anomalías en las pruebas hepáti- percepción de señales externas e internas, la integración al pro-
cas (citólisis y colestasis), la mayoría de las veces de origen yecto y al calendario en curso se elaboran en una organiza-
medicamentoso. ción jerarquizada. Por otra parte, el tratamiento intermedio
de una cantidad de informaciones asociadas tiene lugar en
paralelo en subsistemas distribuidos en forma de red
Algunos elementos de referencia (Mesulam): atención selectiva, representación espacial,
en cuanto a la interpretación actual organización del tiempo, lenguaje, memoria, etc. [68, 69].
del funcionamiento mental normal La corriente cognitiva de las neurociencias, que se ha desa-
rrollado inicialmente alrededor del lenguaje y que se inspi-
Las lesiones del sistema nervioso central, en el contexto ra en los trabajos de inteligencia artificial, se interesa a la
traumatológico, conducen a situaciones fisiopatológicas de modelización teórica de las funciones superiores. Fodor, en
una extraordinaria complejidad y ningún modelo podría su libro «La modularidad del espíritu», distingue módulos
resolver la variedad de formas clínicas observadas. No obs- «periféricos» específicos (las percepciones, el lenguaje,
tante, en el contexto actual de las neurociencias, caracteri- etc.) donde el funcionamiento sería rápido, casi encapsula-
zado por una gran convergencia multidisciplinaria, parece do, poco accesible, y un sistema «central» no compartimen-
necesario tratar de establecer, aunque sea en forma incom- tado, que trataría más lentamente las modalidades accesi-
pleta y a veces arbitraria, algunos elementos de referencia bles a la conciencia [31]. Otro modelo de tratamiento jerar-
en cuanto al contexto teórico de todo tratamiento global quizado de las actividades mentales, el de Norman y
del paciente. Shallice, se ha impuesto en este campo: el tratamiento de
rutina de las informaciones sensoriales estaría garantizado,
en paralelo, por unidades cognitivas especializadas y espe-
Distribución y tratamiento de la información.
cíficas sometidas al control de reglas de contenciones espe-
Funciones ejecutivas frontales cializadas, mientras que las respuestas activas, decisionales,
La originalidad del trabajo de Luria [60], elaborado a partir serían inducidas por un sistema de atención de supervisión
de análisis anatomoclínicos de lesiones del sistema nervioso (supervisory attentional system: SAS) que se localizaría en
central (y traducido al inglés en 1966), ha transformado pro- la corteza prefrontal [83].
fundamente la interpretación del funcionamiento cerebral. Progresivamente se establece una convergencia multidisci-
La descripción de sistemas funcionales, en los cuales se basan plinaria entre los modelos teóricos y los múltiples datos de

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la neurofisiología clásica. Struss y Benson proponen un clásicos en función de las situaciones neuropsicológicas des-
modelo funcional del lóbulo frontal que relaciona el con- critas en el hombre [81]. La exploración del control motor
cepto de conciencia de sí (self-awareness), bastante cercano del en su componente cognitivo también permite el análisis
insight de los psiquiatras, con diversos aspectos operaciona- cada vez más preciso del papel de la corteza cingular ante-
les de la conducta [90]. En el lóbulo frontal se aíslan diver- rior en el control de las actividades voluntarias [34, 71].
sos niveles funcionales correlacionados con el conjunto de Por otra parte, la extensa experimentación neurofarmacoló-
las estructuras corticosubcorticales: capacidad de extrac- gica de las funciones cognitivas, realizada en animales y en
ción, de control, de selección de informaciones para una el hombre, inicialmente en el contexto de la enfermedad de
integración orientada hacia la síntesis, una «creación» en Parkinson, ha permitido una mejor comprensión de las fun-
cierta forma. Estas funciones están vinculadas a situaciones ciones frontales: una doble modulación, a través de fibras
internas, de iniciativa, de motivación (¿la «voluntad»?), del dopaminérgicas —contingente mesocortical distinto del sis-
self-awareness del individuo. tema nigroestriatal— y fibras noradrenérgicas del sistema de
Desde hace tiempo, la preponderancia de los lóbulos fron- vigilancia originadas en el locus coeruleus, desempeña un
tales en las actividades más elaboradas ha sido ampliamen- papel importnte debido a la activación de la corteza pre-
te descrita por los médicos clínicos [53, 60, 86]. Se han pro- frontal en la adquisición y transferencia de la información.
puesto numerosos cuadros de formas clínicas que ilustran Aunque los datos de la experimentación animal en la rata
efectivamente la dificultad de establecer correlaciones ana- no pueden extrapolarse fácilmente al hombre, se ha confir-
tomoclínicas en este campo. No obstante, pueden aislarse mado ampliamente el papel de la inervación dopaminérgi-
ciertos rasgos semiológicos comunes: pérdida de la flexibi- ca mesocortical en la capacidad de mantener la información
lidad mental, dificultad de la actividad secuencial (shift), selectiva activa a nivel de la corteza prefrontal. Por lo tanto,
papel del contexto en la naturaleza e importancia de la per- esta región parece ser el blanco privilegiado de los psicotro-
turbación, etc. [50]. A lo sumo, se trata de la descripción del pos activos sobre la transmisión catecolaminérgica, cuyos
cuadro de «síndrome de dependencia del entorno», debido efectos «desinhibidores» en el hombre son conocidos [39].
a lesiones bilaterales de las regiones mediofrontales [59, 83].
La actividad frontal también ha sido ampliamente explora- Atención y toma de conciencia
da por la neurofisiología animal. Se ha demostrado que la
corteza prefrontal del mono constituye, en íntima coopera- Todo individuo despierto está sometido a un verdadero
ción con las otras regiones de la neocorteza, con el cerebe- bombardeo tanto de señales sensoriales exteriores como de
lo y los núcleos grises centrales, el elemento indispensable señales internas (recuerdos, proyectos, pensamientos, etc.).
de las contingencias temporales de la conducta tanto para Por lo tanto, la calidad de los fenómenos de atención es un
las tareas motoras como para las tareas cognitivas [35, 36]. verdadero requisito previo a toda actividad mental: filtra-
Fuster describe dos funciones, una de memoria activa o fun- ción de las informaciones a nivel perceptivo, elección y
ción temporal retrospectiva, otra de programación o fun- organización de las respuestas a un nivel más cognitivo. La
ción temporal prospectiva de planificación de la acción que falta de atención, en los síndromes confusionales, así como
constituye el sistema integrador determinante en la gestión en la somnolencia o la simple distracción, son una ilustra-
de los aspectos cognitivos del ciclo «percepción-acción». ción fácilmente accesible.
Con un enfoque experimental diferente de aprendizaje de La atención, como la memoria, no es una función unitaria
tareas condicionadas visuales en el mono y más tarde en el ni localizada, sino ampliamente distribuida dentro del siste-
hombre, Pétrides explora las capacidades de organización y ma nervioso central. Tres sistemas anatomofuncionales
de tratamiento de las diferentes etapas de la tarea. están implicados principalmente:
Demuestra así el papel principal de las regiones prefronta- — el sistema de la atención posterior, organizado alrededor de
les del primate en la retención de la señal a corto plazo. la corteza retrorrolándica y relacionado con las regiones
Esta retención es indispensable, tanto para una organiza- subcorticales y el colículo superior, está implicado en las
ción en serie del tratamiento como para la elección de la respuestas de orientación hacia los estímulos sensoriales.
respuesta necesaria a toda estrategia mental con un fin [73]. Ha sido particularmente estudiado en la modalidad visual.
Goldman-Rakic [42], al estudiar en el mono situaciones con Corresponde al polo perceptivo del sistema de la atención;
resultados retardados, que requieren una representación — el sistema de la atención anterior, que incluye las áreas de la
temporaria del objetivo de la acción, llega a la conclusión de corteza prefrontal mediana, circunvolución cingular ante-
que la corteza prefrontal es el centro de la «memoria de tra- rior, área motora suplementaria, en estrecha relación funcio-
bajo» descrita por la corriente cognitivista [5]. Se trata de una nal con lo núcleos grises centrales y la región diencefálica, es
función operacional diferente de las capacidades de memo- activado en las tareas de reconocimiento de blancos, aunque
ria asociativa, una actividad de corta duración, limitada, pero también, en el hombre, en la evocación de palabras por cate-
capaz de tratar la señal en la especificidad de su contenido. gorías semánticas, por ejemplo. Puede ser asimilado a un sis-
Las interacciones de este sistema con el conjunto de los sis- tema de detección. Su compromiso bilateral, observado en
temas en red corticales y subcorticales constituirían el nivel clínica en el caso de rotura de un aneurisma de la comuni-
más elaborado de la «maquinaria mental» cognitiva. cante anterior, es responsable del mutismo acinético;
El auge actual de las técnicas de diagnóstico por imágenes — el sistema de vigilancia, que fue particularmente explorado
dinámicas y funcionales, como la tomografía por emisión por la neurofisiología en los años sesenta, comprende la difu-
de positrones (PET), ha transformado la exploración clíni- sión cortical de un amplio contingente de fibras noradrenér-
ca de las actividades cognitivas en el hombre. El estudio de gicas a partir del locus coeruleus, núcleo del tronco cerebral.
la lectura en el individuo normal ha permitido visualizar las Este sistema activador de la vigilia, activo también durante el
regiones involucradas en las diferentes operaciones cogniti- sueño paradójico, controla las reacciones vegetativas del
vas de la lectura visual, fonológica y semántica. La impor- paciente en caso de alerta y modula las capacidades percepti-
tancia del sistema de la atención anterior izquierdo ha sido vas de la corteza [85]. Las observaciones de negligencia espa-
confirmada [75]. Numerosos estudios en el hombre median- cial en el hombre, subsecuentes a lesiones hemisféricas dere-
te técnicas de inhalación de xenón comprenden explora- chas, proporcionan a la clínica neurológica un excelente
ciones durante tareas frontales en condiciones menos efi- modelo de trastorno de atención unilateral. Varias teorías,
caces. Gracias a estas nuevas técnicas, debería llegarse pro- complementarias y evolutivas, alimentan un amplio debate
gresivamente a una estandarización del conjunto de tests sobre las modalidades de captación y de representación de las

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

informaciones perceptivas. En los casos de compromiso difu- tical (Parkinson, etc.), en las cuales el daño predomina en
so o multifocal, los trastornos relativos a la atención son las regiones frontoestriadas, provocando una especie de ais-
mucho menos accesibles a las investigaciones. No obstante, lamiento funcional de la parte frontal de los hemisferios. Las
según el cuadro lesional, participan ampliamente en el dete- técnicas actuales de diagnóstico por imágenes dinámicas
rioro del nivel de eficiencia mental. Incluso en ausencia de un funcionales permiten una mejor comprensión de esta forma
deterioro significativo, la persistencia de una labilidad de la de aprendizaje de las habilidades manuales y de las compe-
atención mantiene la fatigabilidad del paciente. La fragilidad tencias cognitivas [72]. La memoria procesal podría ser el
y la lentitud de los resultados persisten cualquiera que sea el soporte de los hábitos y automatismos, participando enton-
sector del sistema de atención solicitado por la tarea, limitan- ces en el mantenimiento de la competencia sensoriomotora
do la eficiencia en situación de actividad espontánea [15, 93]. al nivel más automatizado de la habilidad. Liberaría así las
capacidades de atención selectiva para el control consciente
Memoria y aprendizaje del entorno y el contexto.
La noción de memoria implícita remite a las funciones ejecutivas
El estudio de la memoria, función que permite a la expe- del lóbulo frontal, a su papel en el control de la atención, a
riencia anterior influir sobre la conducta, es otro sector en su competencia en cuanto a la organización de los factores
plena transformación en el enfoque multidisciplinario temporales [84]. Más globalmente, la diversidad de los enfo-
actual de las neurociencias. ques actuales de la memoria integra mejor la dimensión ins-
Durante mucho tiempo, a partir de la experiencia de los neu- tintivoafectiva de esta función superior. El individuo normal
rólogos, la memoria fue explorada a través de los casos de sín- reconoce la importancia de las condiciones psicológicas y del
drome amnésico. El circuito de Papez, entidad anatomofun- contexto sobre la calidad del aprendizaje, así como el peso
cional que une los cuerpos mamilares a los núcleos anterio- afectivo del recuerdo tan presente en la literatura. Conoce la
res del tálamo y luego a las circunvoluciones cingulares en la fuerza del olvido, tan poco controlable conscientemente, la
cara interna de los hemisferios, es indispensable tanto para el importancia de la automatización en todo aprendizaje. En
registro como para la consolidación y la evocación del recuer- los años sesenta, la capacidad de retención a corto plazo, eva-
do, cuya «huella» aparece distribuida, según su naturaleza, luada fácilmente por medida verbal o numérica, era consi-
sobre el conjunto de la neocorteza. Numerosas descripciones derada generalmente como un sistema de tratamiento tem-
de lesiones bilaterales de este circuito, por lo general asimé- poral de la información, prueba de la capacidad de atención,
tricas, confirman la importancia de este sistema disperso aunque también como una capacidad particularmente impli-
cuyas ricas conexiones extrínsecas se abren al conjunto de las cada en el conjunto de las actividades de aprendizaje, de
áreas límbicas y asociativas de los hemisferios. La corteza tem- razonamiento y de comprensión. Esta memoria a «corto
poral cercana a la región hipocámpica es indispensable para plazo», por oposición a la de «largo plazo», aparecía ya como
la consolidación y distribución de la huella mnésica [89]. No la etapa previa a toda adquisición [3].
obstante, también se conoce desde hace tiempo la existencia Baddeley, a través de un enfoque cognitivo e inicialmente en
de capacidades mnésicas preservadas en algunos pacientes un contexto de afasiología, introduce el concepto de memo-
amnésicos con posibilidad de aprendizaje para ciertas tareas, ria de trabajo, working memory, ampliamente utilizado desde
en ausencia de recuerdo [14]. entonces tanto por los neurofisiólogos como por los profe-
Desde hace unos diez años, varias distinciones teóricas de la sionales confrontados al aprendizaje [5]. El retrocontrol ar-
memoria han ayudado a comprender mejor los mecanismos ticulatorio o fonológico parece desempeñar un papel impor-
de aprendizaje. Se han descrito diversos sistemas de memo- tante tanto en el aprendizaje de la lectura como en la adqui-
ria para explicar mejor, a veces de modo dicotómico, ciertas sición del lenguaje. Para las adquisiciones no verbales, en
disociaciones clínicas constatadas en el paciente amnésico. una dimensión generalmente menos explícita, este concepto
La distinción episodicosemántica entre el recuerdo relacio- de memoria de trabajo puede aplicarse a la construcción de
nado con el contexto propio del individuo, su historia y su las diferentes representaciones organizadas por el individuo
saber general, fruto de la educación y la información, se y distribuidas sobre el conjunto de la neocorteza, incluso si
establece entre dos modalidades explícitas de la memoria. las dimensiones de la huella son aún controvertidas.
En clínica, estas dos modalidades, episódica y semántica, son
generalmente exploradas a través del canal verbal, con par-
ticipación consciente del individuo. Graf y Shacter propo- Evaluación y rehabilitación
nen otra distinción según la existencia o no de un acceso a
la conciencia entre las dos modalidades de funcionamiento,
en el período de comunicación
explícita o implícita, durante el aprendizaje. La exploración
Enfoque teórico
de la memoria implícita, más fácil en el enfermo amnésico
debido a la falla misma del sistema movilizador del recuer- A pesar de la diversidad de las situaciones clínicas, apenas se
do, requiere, en otros contextos, una estrategia indirecta restablecen las posibilidades de comunicación, el tratamien-
que aleje al paciente de todo esfuerzo consciente de bús- to neuropsicológico pasa a ser prioritario. La abundante lite-
queda [43]. Se puede recurrir a varios tipos de tareas implí- ratura médica muestra el carácter universal de la demanda,
citas, las tareas de preparación o priming, muy utilizadas en así como la riqueza y la disparidad de los enfoques propues-
afasiología, y las tareas procesales, aplicables a la explora- tos [9]. La mayoría de los autores subraya, con razón, la nece-
ción de los aprendizajes sensoriomotores y también a la sidad de una metodología controlada [18]. Ésta es indispen-
exploración de los aprendizajes cognitivos sólidamente sable para toda evaluación, para el control real del segui-
adquiridos y automatizados durante el pasado del paciente: miento individual y para los trabajos multicéntricos. En todos
los conocimientos prácticos del individuo [88, 95]. Las activi- los casos, la rehabilitación también está supeditada a la capa-
dades de memoria procesal, en general preservadas en el cidad real de aprendizaje y de motivación de los pacientes,
contexto de la enfermedad de Alzheimer, al menos al prin- que determina los límites, y a veces los fracasos [6].
cipio, son en cambio las más fuerte y rápidamente perturba- Durante mucho tiempo, las técnicas de estimulación a base
das en las demencias por compromiso degenerativo subcor- de repeticiones y condicionamientos dominaron las prácti-

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cas. Estas técnicas tropezaban a veces con los déficits de pendencia, por ejemplo para el desplazamiento, las activi-
atención y la fatigabilidad del paciente, y la evaluación de dades de la vida cotidiana o la comunicación. El objetivo es
sus resultados era difícil y discutible. A menudo, incluso la mucho más complejo, ya que la discapacidad cognitiva no
mejora de las puntuaciones psicométricas, cuya relación de se limita a ciertos aspectos modulares del funcionamiento
causalidad con el tratamiento es dudosa, no es generaliza- mental como la memoria o el lenguaje, sino que va a reper-
ble. En las situaciones cotidianas la discordancia puede cutir también, de modo determinante y trágico, sobre la
resultar evidente. personalidad del paciente [1, 55]. Es evidente que este aspec-
Las estrategias de sustitución, que se basan en un estudio to particular de la autonomía escapa en gran parte a los
minucioso y evolutivo para detectar las situaciones de fraca- diferentes enfoques de evaluación actualmente propuestos
so, parecen ser más prometedoras. La evaluación no es fácil en la literatura médica. No obstante, la evolución neuropsi-
pero su principal ventaja es que evitan el problema de la no cológica constituye el eje fundamental alrededor del cual se
generalización de los progresos ya que el protocolo se ade- organiza la continuación del tratamiento.
cua directamente a las situaciones reales y a la conducta del Dos enfoques teóricos diferentes, a priori antagonistas, pue-
paciente. Estas técnicas también se adaptan más fácilmente den considerarse en la definición del proyecto terapéutico:
a las motivaciones de este último, pero están limitadas por un enfoque específico estrechamente adaptado a un tras-
toda situación de desorganización cognitiva global [100]. torno neurológico determinado (afección de la memoria
El enfoque neuroconductista derivado de la corriente «conduc- inmediata, negligencia, anomia) y un enfoque global, eco-
tista» de la psiquiatría parece bastante adaptado al período lógico, que se interesaría más por la gravedad y el tipo de
inicial, como complemento de la quimioterapia, en particular incapacidad que por la naturaleza de la deficiencia. Esta
cuando la agitación y la agresividad repercuten sobre las posi- dicotomía puede ser comparada a la diferencia que esta-
bilidades de tolerancia del entorno, y también más tarde si los blece Fodor dentro de los procesos cognitivos entre lo que
trastornos frontales siguen siendo significativos [102]. él denomina procesos verticales, compartimentados o
modulares, involucrados en el tratamiento específico de la
Von Cramon propone evaluar globalmente la aptitud para
información, y los procesos horizontales, no compartimen-
resolver problemas a partir de un análisis cualitativo de la
tados o supramodulares [31]. Estos últimos suelen verse afec-
conducta (19 ítems). En ausencia de cualquier otra forma tados más grave y frecuentemente en el paciente con trau-
de terapia, los resultados iniciales parecen ser alentadores y matismo craneal, y son clínicamente responsables de los
se generalizarían a las actividades de la vida cotidiana [99]. aspectos principales de la desorganización mental. Jus-
tifican, en principio, una rehabilitación organizada inicial-
Definición del proyecto terapéutico mente según un enfoque global que asociará ulteriormente
una o varias rehabilitaciones específicas de los desórdenes
En la práctica, al principio del período de comunicación, es
sensitivomotores o cognitivos.
difícil distinguir la evaluación psicométrica propiamente
dicha de la rehabilitación. Debido a la complejidad de la
situación clínica, los dos aspectos están estrechamente Organización de la rehabilitación
imbricados. A manera de ejemplo, la ejecución de una Pueden distinguirse tres fases en el tratamiento psicológico
prueba de memoria puede, en ciertos casos, participar en la y neuropsicológico de los pacientes que sufren de trauma-
regresión de la anosognosia o coincidir con ésta, con riesgo tismos craneales: la primera corresponde a un período de
de trastornos ansiodepresivos reactivos, a veces graves, que hospitalización clásica de rehabilitación y de evaluación de las
requieren la instauración rápida de un apoyo psicoterapéu- funciones físicas y cognitivas; la segunda se inscribe en el
tico adecuado [77]. No obstante, la evaluación psicométrica contexto de la hospitalización de día, en la cual el paciente es
inicial es indispensable para determinar la naturaleza y la confrontado progresivamente a su realidad, con el objetivo
gravedad de los trastornos cognitivos y también para inves- de reconocer los elementos que van a constituir su proyec-
tigar las capacidades intelectuales preservadas. Por lo tanto, to de readaptación a la salida del hospital (proyecto de alo-
el objetivo es doble: servir de referencia tanto para el segui- jamiento, proyecto profesional); por último, la tercera es la
miento longitudinal de los desórdenes cognitivos como fase de realización de este proyecto, se trata de una fase de rea-
para el dictamen medicolegal ulterior y para objetivar las daptación operante con un seguimiento regular, más espa-
posibilidades reales de los pacientes que serán tenidas en ciado, en consulta externa.
cuenta en la elaboración del proyecto terapéutico. Asimismo, se distinguen dos tiempos de trabajo psicológico
En este momento de la evolución es necesario definir un pro- en el desarrollo de las fases de rehabilitación y de readapta-
yecto terapéutico que debe tener en cuenta el conjunto de los ción. El primer tiempo está orientado sobre todo hacia la
trastornos clínicos, sensitivomotores y cognitivos, las posibili- toma de conciencia de los trastornos de las funciones supe-
dades, la personalidad anterior del paciente y las característi- riores. La anosognosia del paciente es un obstáculo impor-
cas de su entorno familiar y social. Se trata de proponer al tante en toda rehabilitación. Los trastornos de atención, de
paciente y a su familia un conjunto de objetivos concretos lo memoria y de la relación con el entorno deben ser objeto de
más adaptados a la realidad clínica del paciente y al contexto una evaluación completa tanto en la situación formal que
general. Más que una restitutio ad integrum, el objetivo es la recu- constituye el examen psicológico como en las situaciones de
peración de la mayor autonomía posible en sus diferentes aspectos. la vida diaria. El primer paso terapéutico consiste en reco-
En ciertas situaciones extremas en las que el paciente rechaza nocer las diversas posibilidades e incapacidades cognitivas
toda asistencia debido a trastornos severos de la conducta, a del paciente con el objetivo de situarse en la mejor posición
una negación total de la situación o por otras razones, el para personalizar el tratamiento terapéutico [56, 79, 101].
mejor proyecto terapéutico puede ser el de optar por no El segundo está dirigido al proyecto de vida de la persona
hacer nada en un momento dado. Es la opción de dejar que en su medio: el mayor o menor reconocimiento de los tras-
la situación clínica evolucione al principio, en contacto con el tornos por parte del paciente en el momento de la evalua-
medio exterior, gracias a un retorno precoz al domicilio. En ción se acompaña a menudo de un período de depresión
este caso, debe proponerse un seguimiento regular, en con- reactiva. El reconocimiento por parte de la familia de los
sulta externa, para apoyar a la familia sometida también a la trastornos de la conducta, previamente detectados por el
delicada toma de conciencia de la realidad de la situación. personal médico, a veces sólo ocurre en el período de la
Para el paciente con traumatismo craneal, el problema de hospitalización de día: es la primera ocasión de una con-
la autonomía no se reduce a la recuperación de una inde- frontación verdadera con la realidad.

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

Durante la hospitalización completa ba de lectura de nombres de colores; el segundo es una


prueba de denominación de colores; el tercero es una prue-
En este estadio, la rehabilitación neurológica y neuroorto-
ba de interferencia en la cual el paciente debe nombrar el
pédica suele ser preponderante. El tratamiento de una
color de diferentes palabras cuyo significado corresponde a
hemiplejía, una desaferentación, un trastorno de coordina-
ción o una ataxia no difiere fundamentalmente del que otro color (por ejemplo, rojo está escrito en azul). De pre-
puede realizarse en otro contexto etiológico. No obstante, sentación lúdica, este test es bien aceptado. La evaluación
las técnicas kinesiterapéuticas deben ser adaptadas a cada psicométrica también se realiza de modo más global y fun-
paciente teniendo en cuenta la frecuencia y la incidencia de cional en ergoterapia, mediante diversos ejercicios de reha-
los trastornos de atención, gnósicos y de las manifestaciones bilitación que pueden ser cuantificados y repetidos con
productivas de origen frontal sobre la rehabilitación. A miras a un seguimiento longitudinal personalizado.
menudo es necesario «canalizar al paciente» evitando pro- Vigilancia médica - Complicaciones
ponerle en este estadio cualquier ejercicio prolongado o Durante todo este período, a menudo sigue siendo necesa-
complejo y el trabajo en grupo. En prácticamente todos los
ria una vigilancia médica debido al riesgo de complicacio-
casos es necesaria una rehabilitación del equilibrio postural,
nes. Siempre es posible la aparición de una hidrocefalia
asociando ejercicios estáticos y dinámicos. En este trabajo de
secundaria o de un hidroma frontal, así como la reaparición
reprogramación sensoriomotora también puede ser útil la
de trastornos de la conducta, confusiones y deterioro del equilibrio
posturografía, como método de evaluación, ya que permite
y de la marcha [17, 28], ante un estancamiento de la evolución
objetivar desequilibrios en el plano anteroposterior subse-
motora y cognitiva. El diagnóstico radiológico puede ser
cuentes a una lesión del tronco cerebral y en el plano fron-
difícil debido a la posibilidad de dilatación ventricular por
tal, como consecuencia de una lesión hemisférica, y como
atrofia corticosubcortical que traduce la difusión de las
técnica de rehabilitación por biofeedback. Las técnicas de
lesiones. Una punción lumbar sustractiva de por lo menos
estiramiento también son útiles debido a la frecuencia de las
50 ml puede confirmar el diagnóstico. En el plano etiológi-
retracciones del plano muscular posterior. El restableci-
co, también puede tratarse del disfuncionamiento de una
miento del control postural también condiciona la rehabili-
válvula de derivación. En el plano terapéutico, se discute la
tación de los trastornos de fonación y de deglución.
indicación quirúrgica después de intentar un tratamiento
Evaluación farmacológico diurético (furosemida, acetazolamida), a
La rehabilitación neuropsicológica es el resultado de un tra- veces suficiente.
bajo multidisciplinario en el cual participan la psicología, la Por último, en este estadio es posible la aparición de mani-
ergoterapia, la ortofonía y eventualmente la psicomotrici- festaciones epilépticas secundarias, a veces estimulada por
dad. La primera etapa del trabajo está orientada sobre todo un tratamiento antidepresivo tricíclico o antiespástico
hacia la evaluación. (baclofeno). Por lo general se instaura una prevención
— El objetivo es realizar una primera evaluación global de antiepiléptica desde el período de reanimación; el proble-
las diferentes actividades cognitivas en un período en el cual ma es entonces el de la tolerancia al tratamiento. Hay que
el paciente aún presenta dificultades de concentración y subrayar la utilidad de la carbamacepina, cuya tolerancia es
fatigabilidad. La BEC 96 (batería de evaluación cognitiva de buena. Este tratamiento, a diferencia de los barbitúricos, no
Signoret) es una prueba de ejecución rápida constituida repercute durablemente en el estado de vigilancia. Posee
por 8 subtests que se adapta bastante bien a este objetivo. además un efecto normotímico que puede ser favorable.
También puede utilizarse la WAIS («Wechsler Adult
Intelligence Scale»), que permite establecer puntuaciones Durante la hospitalización parcial
de inteligencia (QI verbal y QI de desempeño). Ciertas El segundo tiempo de rehabilitación está orientado hacia el
pruebas son más relevantes en el paciente con traumatismo proyecto de vida de la persona en su medio. Durante el
craneal en cuanto a la apreciación de las capacidades de período de hospitalización completa, el paciente ya ha
razonamiento y de lógica: las pruebas de ordenamiento de experimentado una doble confrontación: la primera, de
imágenes y objetos y los cubos de Khos. orden corporal, es el reconocimiento de la pérdida de auto-
— El descubrimiento de trastornos mnésicos conduce a una nomía; la segunda, más espiritual, es una reacción psicoló-
evaluación más específica de las capacidades de memoria. gica en general dolorosa ya que se trata de un trabajo de
Pueden utilizarse dos pruebas diferentes: la batería 144 de duelo respecto a la situación anterior. Aparecen entonces
Signoret y la escala clínica revisada de memoria de numerosas reacciones defensivas, cuya expresión más
Wechsler. Ambas permiten una evaluación a fondo de las corriente es la depresión reactiva que puede corresponder
capacidades mnésicas, pero su ejecución completa es difícil. al período de regresión de la anosognosia [1, 87] o producir-
No obstante, permiten precisar la naturaleza de la pertur- se por una descompensación tardía.
bación mnésica. Actualmente existe una versión reducida Los vínculos con la realidad permiten conducir al paciente
de la batería 144 (batería 84). con traumatismo craneal hacia otra confrontación que se
— Para la evaluación de los trastornos del lenguaje, se dispo- integra más en el tiempo de transición que propone el hos-
ne de diferentes escalas (Montréal-Toulouse, Bordeaux, pital de día, antes del alta definitiva: se trata de enfrentarse
Boston aphasia battery, etc.). La determinación de la fluen- a las relaciones sociales, el universo familiar, los amigos y las
cia verbal, en particular léxica y semántica [16], es comple- relaciones de trabajo, en un contexto normal. Hasta enton-
mentaria. Permite seguir la evolución longitudinal de las ces, la condición del paciente era la de enfermo, sus allega-
dificultades de iniciación del lenguaje. dos venían a verlo en un contexto hospitalario, su condi-
— La evaluación de las funciones ejecutivas es posible, de ción de persona social quedaba postergada, en espera de la
modo sencillo, mediante los cubos de Khos, el test de la curación total [30].
«torre de Londres» o el test de la «torre de Hanoi» y el test El hospital de día permite una mejor diferenciación de los
de Stroop. Esta prueba se compone de tres subtests dife- espacios. Durante el día el paciente viene al hospital, lo cual
rentes de 45 segundos de duración: el primero es una prue- le confiere aún una categoría de «convaleciente», pero

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comenzando a ser actor de su autonomía recuperada. Este rehabilitación mnésica podrían servir de base para el desa-
espacio es comparable a un lugar de trabajo explorado coti- rrollo de la metacognición. También pueden dar un senti-
dianamente, mientras que por la noche y durante los fines miento de competencia, tranquilizar al paciente con res-
de semana, el retorno progresivo a la vida social es vivido pecto a sus capacidades residuales. «El ejercicio puede ser
como una distracción. La familia, unidad social de base, un excelente antídoto contra la depresión». En realidad, el
está altamente implicada en el retorno a la interacción y a programa de rehabilitación tendría poca repercusión sobre
la comunicación. También ella ha sufrido un verdadero las capacidades mnésicas de los pacientes. En cambio, per-
impacto cuyas repercusiones serán definitivas si el trauma- mitiría una neta disminución de las conductas agresivas, así
tismo ha sido grave [13, 58]. como una mejora de la capacidad de concentración [38, 40].
Von Cramon et al [99] publican resultados comparables de
Evaluación una rehabilitación planificada de las funciones ejecutivas en
Durante este período se continúa y completa la evaluación cuanto al efecto favorable sobre los trastornos de la con-
neuropsicológica. Entre otras, tres pruebas pueden ser uti- ducta. La necesidad de un contexto terapéutico definido y
lizadas: el cuestionario de autoevaluación de memoria de de un retorno a la vida social del paciente ha llevado a pro-
Van Der Linden, la batería 144 de Signoret y el «Wisconsin poner una rehabilitación en grupo cuando los elementos
Card Sorting Test». emotivoafectivos están mejor controlados [77]. Una unidad
— El cuestionario de autoevaluación de memoria de Van Der de tiempo, de espacio y de acción reúne un número limita-
Linden (QAM) [97]: se trata de un test de evaluación con- do y moderado de pacientes cuyas posibilidades de compa-
cerniente a la vida diaria del paciente (memoria ecológica) tibilidad parecen satisfactorias.
que también permite la evaluación de los trastornos por El objetivo principal es ayudar al paciente a dejar de ser asis-
parte de un allegado. Se distribuyen dos cuestionarios, a tido en todo. Un tiempo de adaptación individual es indis-
veces más, a los diferentes interlocutores. Las diez secciones pensable e indisociable del trabajo de grupo [19, 79]. Permite
permiten analizar las diferentes modalidades de memoria. controlar el estado tímico mientras se instaura un funcio-
Estas preguntas sirven de base para el estudio de las cir- namiento más cercano a la vida social. El grupo es ante todo
cunstancias del olvido. El tiempo de ejecución es libre, el un contexto de intercambio, de diálogo entre pacientes,
paciente efectúa el trabajo en su entorno habitual, lo cual una situación moderada por la presencia de psicólogos.
corresponde a una puesta en situación suplementaria. Se
obtiene una nota por sección y una nota global. Los resul- Seguimiento en consulta
tados del paciente se comparan con los de su grupo de refe- La evolución a largo plazo puede estimarse según la escala
rencia, en función de la edad por ejemplo, y con los resul- de resultados de Glasgow («Glasgow outcome scale») en
tados proporcionados por un allegado. cuatro estadios: buena recuperación, discapacidad modera-
El QAM presenta una ventaja cualitativa. La restitución de los da, discapacidad grave, estado vegetativo. Esta escala per-
cuestionarios es la ocasión para una entrevista con el pacien- mite correlacionar el estado inicial y los resultados ulterio-
te y un miembro de la familia: esto favorece el trabajo neu- res con criterios idénticos para los diferentes equipos médi-
ropsicológico ya que el reconocimiento por parte del pacien- cos. Se le critica, no obstante, su falta de precisión en los
te de sus dificultades se efectúa con la ayuda de los allegados. dos primeros estadios [47].
La búsqueda de estrategias compensadoras de sustitución La reintegración social es el elemento determinante de la
puede constituir un trabajo sobre los vínculos existentes evolución una vez que el paciente es dado de alta definiti-
entre la evolución de las capacidades mnésicas y la reestruc- vamente. Es el final de su condición de convaleciente. El
turación de la identidad [7, 100]. Esta evolución da lugar a una paciente intenta recuperar su lugar en su medio, a menudo
reflexión precisa sobre la situación real del enfermo con res- a costa de un gran sentimiento de frustración, así como de
pecto a su conciencia del trastorno. En cada situación, se una decepción de la familia. Nuevamente, la capacidad de
trata de un enfoque indispensable del déficit frontal y de su tomar conciencia de la realidad domina la situación de
evolución [77, 78]. Esta acción en común favorece también el esperanza de curación total. Desde un punto de vista tera-
apoyo psicoterapéutico. Da indicaciones reales sobre la péutico, se trata de un momento crucial que impone un
orientación del proyecto de vida con participación activa, por seguimiento médico preciso [49]. En este período pueden
ejemplo a través de un grupo, en el contexto de la hospitali- aparecer manifestaciones depresivas. La persistencia de los
zación de día [79]. Puede ser un primer contacto con un pro- trastornos de la conducta, a veces claramente psicopáticos,
yecto ulterior de terapia integrada (taller protegido). pueden conducir a una hospitalización en psiquiatría [1, 67].
— El Wisconsin Card Sorting Test: inicialmente diseñado para La continuación del apoyo psicoterapéutico es necesaria
estudiar las capacidades de abstracción de los individuos tanto para el paciente como para los allegados [19]. A veces
normales, proporciona medidas objetivas de las funciones debe organizarse en el contexto de una terapia global de la
ejecutivas, implicando la capacidad para desarrollar y man- familia.
tener una respuesta apropiada en caso de estímulos aleato- La rehabilitación neuropsicológica propiamente dicha
rios. Se trata de un test muy sensible a las dificultades de ori- puede continuarse, según los casos, durante las sesiones
gen frontal (defecto de conceptualización, perseveraciones extrahospitalarias de logopedia o en un grupo de rehabili-
mentales, trastornos de fijación y aprendizaje defectuoso). tación de memoria. Las estrategias de compensación que se
Su ejecución es difícil, a menudo ansiógena. habían instaurado y desarrollado se utilizarán con el tiem-
Por último, es interesante evaluar la memoria procesal en el po, en mayor o menor medida [101].
paciente [27]. En caso de posibilidades preservadas, éstas En los casos favorables, llega finalmente el momento en que
podrían ser utilizadas en la rehabilitación [91]. se puede considerar la reanudación de una actividad profe-
sional, ya sea manteniendo un tiempo parcial terapéutico si
Rehabilitación es posible, ya sea después de una etapa de reorientación.
La rehabilitación neuropsicológica es global. La instaura- Los resultados son variables y sólo pueden evaluarse a largo
ción de un programa de rehabilitación mnésica o de fun- plazo [48]. Lamentablemente, las estructuras previstas para
ciones ejecutivas debe superar ampliamente todo objetivo estas personas (de trabajo o adaptación), a menudo adap-
por sector de deficiencia. En un gran número de trabajos al tadas a las secuelas graves, son muy insuficientes.
respecto [4, 33, 38, 52, 99, 101] se han investigado los signos de efica- Por último, el dictamen medicolegal sólo es posible una vez
cia de un programa de rehabilitación. Los ejercicios de que el estado clínico se ha estabilizado. El reconocimiento

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Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES 26-461-A-10

de la discapacidad cognitiva, a veces difícil, requiere una nes tímicas o abiertamente psiquiátricas, a menudo consecuen-
evaluación neuropsicológica rigurosa, precisa, completa y cias de modificaciones del contexto y del envejecimiento, consti-
prolongada durante todo el seguimiento [62]. tuyen un riesgo permanente. Sería necesaria una mayor colabora-
ción con sectores abiertos de la psiquiatría para estos grupos de
* enfermos jóvenes cuyo futuro social es precario.Toda reflexión glo-
** bal [93] debería acompañarse de un diálogo abierto entre médicos
y paramédicos; asimismo deberían proponerse nuevas soluciones
El tratamiento de las secuelas de traumatismo craneal grave cons-
medicosociales, más flexibles, para un seguimiento que no se limi-
tituye un problema real de salud pública todavía poco reconocido.
te a las conclusiones del dictamen medicolegal.
Se trata de un dominio vasto, forzosamente multidisciplinario,
actualmente más o menos bien repartido, según el contexto médi-
co, entre las diferentes estructuras terapéuticas existentes.
El estadio inicial en terapia intensiva, cada día más técnico y efi-
caz, es seguido por un período en el cual las condiciones asisten-
ciales son más humanas, controladas y adaptadas al despertar del
coma. A continuación, mientras los problemas viscerales y moto-
res iniciales, más accesibles a la evaluación inmediata, son con- Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención: BOISSON
trolados en algunos meses, el estado neuropsiquiátrico y la con- D., RODE G., TELL L., PICHON J., GIRAUD S. et ROATTA B. –
ducta del paciente continúan evolucionando, la mayoría de las Rééducation des traumatisés crâniens. – Encycl. Méd. Chir. (Elsevier,
veces bajo el control de la familia. Es necesaria entonces una tera- Paris-France), Kinésithérapie-Rééducation fonctionnelle, 26-461-A-10,
1995, 12 p.
pia de apoyo real y organizada. Por último, las descompensacio-

Bibliografía

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26-461-A-10 REHABILITACIÓN EN LOS CASOS DE TRAUMATISMOS CRANEALES Kinesiterapia

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