Aquí también podemos mencionar los primeros manuales de archivística que están
históricamente conocidos. Estos primeros predecesores de la ciencia archivística,
impresos en 1571, probablemente se escribieron durante la primera mitad del siglo
XVI. A su autor, el hidalgo alemán Jacob von Rammingen, podemos considerarlo el
«padre» de esta disciplina. Fundó una tradición archivística, que en Alemania siguió
viviendo durante al menos un par de siglos. La primera teoría archivística fue
formulada por él.
Es en esta perspectiva que son llevados a cabo en el siglo XVIII, los primeros
trabajos que pueden considerarse relevantes en la archivística: estos consisten en
mostrar los principios directores de la clasificación de los archivos y del
establecimiento de los instrumentos de búsqueda.
Es a Natalis de Wailly que se debe, en una circular enviada en 1841 por el primer
ministro del interior a los Archivos departamentales, la primera conceptualización
del principio de respeto de los fondos. En la práctica, este principio ya existía por
lado y lado, no solamente en Francia. Este principio del respeto de los fondos, que
impone tratar los documentos en función de su origen y no de su sujeto, es uno de
los conceptos de base de la disciplina archivística.
Una cuestión conexa es aquella del uso de los documentos archivados, producidos y
conservados en su origen como pruebas, por lo tanto para responder a las
necesidades de aquellos que los conservan, notablemente en materia financiera y
jurídica, estos pueden servir para conocer mejor el pasado y para escribir la historia.
Estos dos usos no son necesariamente sucesivos, pero pueden ser concomitantes, a la
vez porque los documentos pueden guardar durante largo tiempo su función de
pruebas (Es el caso de los títulos de propiedades, acuerdos y tratados
internacionales, por ejemplo) y porque la búsqueda histórica puede portar sobre
periodos y eventos recientes. Desde entonces los archivistas deben encontrar los
medios de conciliar el problema de las autoridades de velar por proteger ciertos
secretos, con la voluntad del público que los archivos sean bien conservados y
ampliamente consultables.
• La teoría de las tres edades (Otro concepto de base de la archivística) que analiza
el ciclo de vida del documento en tres fases sucesivas. • La elaboración progresiva
en cada país de leyes y de reglamentos que obliguen las administraciones a tener
cuenta, luego de la producción de los documentos, de la vocación de ciertos de entre
ellos a volver a los archivos y someter las destrucciones de los documentos al
acuerdo de los archivistas. • La definición del lugar de las instituciones de archivos
en la administración y en la sociedad que es muy variable según el país. • La
definición de las funciones del archivista, que no es solamente la de conservar, sino
también la de colectar, comunicar y valorizar.
Según Gumaro Damián Cervantes se puede aceptar como una disciplina, en tanto
que quien la practique deberá seguir los lineamientos generalmente aceptados en las
tareas de organización, conservación y servicio de los archivos. Empero, si se
analiza brevemente la literatura de la materia se puede observar que los estudiosos
del área la identifican como una ciencia que se enmarcan en el área de lo que
distinguen como ciencias de la documentación o la información documental junto la
bibliotecología y la Documentación.
Teoría de las tres edades de los archivos.
Todo documento pase sucesivamente por dos o tres fases. En la primera, surge de los
archivos corrientes, aquellos que se reportan cotidianamente, este es conservado por las
personas que lo hayan producido o recibido.
Funciones de la archivística.
Creación
Evaluación (de)
Crecimiento (adquisición)
Clasificación
Conservación (preservación)
Descripción e indexación
Difusión