La teoría del delito sostiene que los delincuentes racionales comparan los
beneficios del delito con el castigo esperado. Consiguiente a ello, se plantea una
teoría económica del castigo optimo, basada en la meta de la minimización de la
suma del daño social causado por el delito y el costo de su disuasión, también el
cómo se asignan en forma óptima los recursos de la sociedad entre métodos
alternativos de disuasión del delito.
XIII. TEMAS EN LA ECONOMIA DEL DELITO Y EL CASTIGO
Ante el reclamo de los votantes por un tratamiento más severo para los
delincuentes, los legisladores han respondido promulgando en años recientes,
estatutos por demás rígidos y leyes singularmente refrenantes, especialmente el
encarcelamiento a delitos tales como; el robo, homicidio, entre otros de tipo
violentos o no violentos. A estos delitos se les atribuyen diversas causas; como la
urbanización, hay que considerar que la mayoría de los delincuentes son varones
menores de 25 años.
Pero ¿el castigo realmente disuade los delitos?, la teoría económica de la decisión
de cometer un delito sugiere que el aumento de los recursos que la sociedad
destina al arresto, la condena y el castigo de los delincuentes debería reducir los
costos sociales del daño causado por el delito. Quizá uno de los datos más
sorprendentes podría ser que las personas son demasiado miopes para ser
disuadidas por las largas sentencias penales. Cabe resaltar que condiciones como
la edad hacen que las sentencias se agraven abruptamente, lo cual de alguna
manera disuade a los jóvenes delincuentes.
El sistema penal estadounidense recurre mucho al encarcelamiento y muy poco a
las multas, como formas de castigo eficientes. El encarcelamiento, por un lado
tiene cuatro beneficios sociales; disuasión, retribución, rehabilitación e
incapacitación. Por otro lado las multas carecen de implementación por el sistema
legal estadounidense, pues el encarcelamiento, para ellos, ha demostrado ser más
eficiente.
La pena de muerte es otra forma de castigo en E.U. para los delitos graves, cabe
señalar que pese a la gravedad de este castigo, las pruebas estadísticas no
apoyan la firme convicción de que las ejecuciones disuaden los homicidios.
Una de las causas del aumento de la delincuencia es el aumento del abuso de
drogas tales como; el crack, el PCP y la heroína. Existen tres aspectos que
vinculan el delito con el uso de drogas: Los drogadictos necesitan delinquir para
generar ingresos, el uso de drogas puede estimular a los drogadictos a cometer
otros delitos y el narcotráfico puede ser un negocio lucrativo. Para combatir con
ellos se debería descriminalizar, regular y cobrar impuestos, usando los ingresos
tributarios para financiar la publicidad contra el uso de drogas.
Otro incentivo para la comisión de delitos son las armas de fuego. En E.U. tienen
las tasas más elevadas de propiedad de armas de fuego. Los delincuentes
obtienen pistolas para facilitar el delito y dificultar la detención, de modo que las
pistolas tienden a generar delitos. Las víctimas de los delitos obtienen pistolas
para dificultar su victimización, por lo que las armas tienden a reducir los delitos.
El intento por destruir la conexión entre las pistolas y los delitos se concentra en
dos métodos de regulación: 1) las restricciones a la producción y posesión de
pistolas y 2) un castigo más severo para quienes usen pistolas para cometer
delitos.
En casi dos décadas desde el 91’, los delitos graves en E.U. han disminuido cerca
del 40% en casi todas las categorías de delitos y en todas las regiones. Según el
economista Steven Levitt existen 4 factores que causaron esta disminución: 1)
aumento en el número de policías, 2) la creciente población carcelaria 3) la
epidemia del crack en retroceso y 4) la legalización del aborto.
La teoría económica es valiosa para enmarcar los problemas y las soluciones
posibles, y la investigación es necesaria para ponderar las opciones de políticas
públicas diseñadas para minimizar los costos sociales de los delitos.