40 S&W
Características
por Oscar Enrique Vanzetti
La aparición de la pólvora sin humo a finales del siglo XIX, motivó un importante
cambio en las armas de fuego como consecuencia de las altas presiones que éstas
desarrollan al quemarse, las que superaban holgadamente a las producidas por la
combustión de igual cantidad de pólvora negra.
Las nuevas armas de fuego, tanto cortas como largas, ya todas utilizando la retrocarga,
debieron adaptarse en su construcción a las nuevas exigencias que el empleo de estas
recientes pólvoras suponía. Debido ello, en 1890, el ejército de los Estados Unidos de
Norteamérica decide cambiar el calibre de sus armas reglamentarias.
Así, uno puede referirse para hablar de la adopción del cartucho .45 ACP y de la pistola
Colt 1911 como arma corta de dotación del ejército de EE.UU., al fracaso del calibre .
38 Long Colt y al revólver Colt Modelo 1892, doble acción, que lo disparaba, durante la
campaña militar de este país en Filipinas ( 1899-1901).
Este nuevo calibre, el .38 Long Colt, que estaba en consonancia con los recientes
criterios de esa época ( el cartucho tenía una punta de plomo sólido, redondeada de 148
grains, una carga de pólvora negra de 15,4 grains, una velocidad inicial de 723 pps y
una energía inicial de 191 libras / pie), que en circunstancias "normales" había
demostrado ser efectivo en cuanto a su poder de detención o stopping power, como por
Ej.: durante la guerra Hispano-Americana de 1892, se demostró francamente falto de
stopping power, por su poca capacidad de penetración, para frenar con rapidez y
eficacia a los fanatizados y agresivos nativos de Filipinas, especialmente en los
singulares actos suicidas de las tribus mahometanas de la isla de Joló, los que de manera
aislada o en grupos atacaban en lucha cuerpo a cuerpo, con arma blanca, a soldados y
oficiales del ejército norteamericano con resultados generalmente mortales para estos
militares, aunque a posteriori los atacantes fallecieran como consecuencia de las
numerosas heridas de proyectiles de armas de fuego que recibían durante tal acto.
Los ataques se sucedían con frecuencia, hasta que la muerte de un general colmó el vaso
de la paciencia de las fuerzas armadas norteamericanas.
Prontamente arma y cartucho fueron suplantados por los grandes y viejos calibres que él
había reemplazado, cómo ser el 44-40 Winchester, el .45 Colt y el .455 Webley,
debiendo el ejército de los Estados Unidos desempolvar de sus depósitos las armas
cortas en estos calibres, especialmente el .45 Colt Single Action Army Model 1873 o
"Peacemaker" (Pacificador) y enviarlos al frente de combate en cuestión, lo que produjo
gran tranquilidad y renovada confianza en las tropas que allí operaban.
El fracaso del calibre .38 Long Colt en las Filipinas llevó a la jefatura del ejército de
EE.UU. a estudiar, por primera vez, con más cuidado y atención el stopping power de
los proyectiles de las armas cortas existentes en ese momento, a fin de dotar a sus
FF.AA. de un arma corta y cartucho acorde a sus necesidades.
El "War Department " en 1903, crea en consecuencia una comisión a tal efecto y coloca
al frente de la misma a dos oficiales: el Capitán de Artillería John Tagliafero Thompson,
miembro del "Army Ordnance Board " (Comité de Artillería del Ejército) y al Mayor
Médico Cirujano Louis Anatole LaGarde, del
" US Army Medical Corps" (Cuerpo Médico del Ejército).
Este equipo de trabajo, que será conocida en la historia de las armas de fuego como
"Comisión Thompson-LaGarde", tuvo a su cargo determinar mediante una serie de tests
o pruebas, que proyectiles de arma corta eran aconsejables utilizar para obtener un
mayor y mejor efecto de detención (Shocking o Stopping-power) sobre seres humanos.
Ambos oficiales utilizarían, para someter a tests, antiguos proyectiles de gran masa y
reducida velocidad como el .45 Colt y el .455 Webley, comparándolos con proyectiles
modernos (de esa época) de menor peso y mayor velocidad como el .30 Luger y el .38
ACP.
Algunos autores afirman que J. T. Thompson ( que finalmente llegaría a ser General)
creador de la famosa pistola ametralladora Modelo 1928 en calibre .45 ACP, que lleva
su apellido, fue con sus influencias en el Comité del Ejército quien logró que éste
considerara el calibre .45 ( ó 0,45" de pulgada) como un cartucho verdaderamente man-
stopper (frenador o parador de hombres) y se lo adoptara como reglamentario en las
armas cortas del U.S. Army.
En 1905 la casa Colt reemplazará este modelo por el revólver Colt New Service "New
Model", en el mismo calibre y que presentaba algunas mejoras mecánicas con respecto
al anterior.
El revólver New Service en calibre .45 Colt, conocido también como .45 Long Colt, a
pesar de ser un arma de gran tamaño, satisfizo ampliamente por su stopping power a
soldados y oficiales de la caballería destinados en ese teatro de operaciones, adquiriendo
fama de verdadero Manstopper, o como le dirían algunos "Moro-stopper".
Este cartucho fue cargado con pólvora negra hasta 1912 y tenía una punta con un peso
de 250 grains, una velocidad en la boca de 814 pps y una energía al mismo nivel de 368
l/p (según: Handguns' 91), luego fue cargado con pólvora sin humo aumentando sus
cualidades balísticas, como por Ej.: una energía en la boca de 410 l/p (Gun Digest 1991)
.
Por todo lo anterior y porque existía cierta resistencia en la jefatura de estas tropas a
aceptar un arma automática, que en ese momento eran una novedad en el campo militar,
se decide la adopción en el año 1909 del revólver Colt New Service Model of 1909, en
el mismo calibre .45 Colt obviamente, doble acción y con un cañón de 5 ½ pulgadas,
que se mantuvo en servicio hasta el año 1913, siendo reemplazado ahora por la pistola
automática Colt 1911 en calibre .45 ACP, o sea hasta relativamente poco antes de que
EUA entrara en la Primera Guerra Mundial, el 6 de abril de 1917. ( Una vez entrado en
guerra la fabricación de la nueva pistola fue insuficiente para abastecer la gran demanda
que ella exigía, y la casa Colt se ve obligada, también, a proveer a las tropas en Europa
del Colt New Service Model 1917 en calibre .45 ACP, en una cifra que superó los
150.000 ejemplares).
Mientras esto sucedía en Filipinas, el revólver Colt Modelo 1892 en calibre .38 Long
Colt fue utilizado en otras unidades del ejército de USA.
Respondiendo a las especificaciones del Board, John Moses Browning, quizás el más
prolífico inventor de armas de fuego y municiones de todos los tiempos, creó el
cartucho .45 ACP para ser usado en la Pistola Automática Colt, (Automatic Colt Pistol,
en inglés, de allí la sigla ACP) arma que él diseñara pocos años antes, en 1905, y cuyos
derechos de fabricación vendiera luego a la prestigiosa casa Colt.
Los primeros cartuchos en este calibre poseían una punta de 200 grains y una velocidad
de 900 pps ( del inglés: feet per second, o pies por segundos).
Pero el ejército quería una bala más pesada y Browning cambia el peso de la punta
llevándolo a 230 grains ( 14,9 gramos), con una velocidad al nivel de la boca de fuego
de 830 pps, tal como lo conocemos en nuestros días.
El cartucho de uso militar, conocido en inglés como Hard Ball, además de las
características antes mencionadas, tiene una bala totalmente encamisada (FMJ), una
energía a 25 yardas de 350 l/p, un coeficiente balístico de .195, un rango efectivo de 100
yardas, un cartucho con un largo total entre 1.256" a 1.266" y una bala con un diámetro
de .451".
Si bien la pistola Colt 1911 A1 y el cartucho .45 ACP son muy conocidos en nuestro
país por tiradores, policías y militares, que la tuvieron por muchos años como arma y
munición de dotación, no creo equivocarme al decir que llegaron a gozar ambos de gran
confianza y aprecio, cualidades que hasta nuestros días se mantiene todavía en muchos
usuarios.
Pero no faltaron quienes criticarían a este conjunto (aun hoy) argumentando, entre otras
cosas que el peso de la pistola es muy elevado, su tamaño muy voluminoso, que posee
un cargador de poca capacidad, que la bala " lenta y pesada" es anticuada, con un poder
de detención exagerado por sus fans, y que no condice con las modernas investigaciones
en balística de efectos que sostienen el uso de proyectiles "más livianos y rápidos".
Puede aceptarse que la bala militar, apta en este campo, no es la más aconsejable para
ser usada por las fuerzas policiales o por civiles para la legítima defensa debido a su
gran poder de penetración, pero esto puede remediarse utilizando puntas blandas
semiencamisadas o bien puntas huecas, a las que algunos llaman "ceniceros volantes"
(flying ashtray, en inglés) por su cavidad de gran tamaño en la punta.
Estas puntas, así como otras más evolucionadas, transforman a este viejo calibre en un
cartucho siempre vigente por su adecuado stopping power y precisión, pudiendo ser
disparado desde modernas pistolas semiautomáticas con cargadores de elevada
capacidad, con mecanismos de simple o doble acción.
Un hecho policial ocurrido el 11 de abril de 1986 en Miami, a las 10:40 AM, entre dos
delincuentes bien armados con armas semiautomáticas cortas y largas de alta capacidad
de munición y poder de fuego, y siete agentes del FBI, tendría importantes
repercusiones sobre las tácticas y elección de armas, calibres y municiones en el ámbito
de las fuerzas policiales. El famoso tiroteo duró solo 5 minutos y se dispararon 144
tiros.
Este acontecimiento conocido como " La Masacre de Miami " echaría por tierra las
conclusiones de anteriores estudios, ya que los hombres del FBI, avezados policías y
con buen entrenamiento ( aunque, dicen, cometieron muchos errores técnicos y
tácticos ) estaban armados con municiones que seguían las recomendaciones del
Protocolo de 1973 del NIJ (National Institute of Justice) de USA, adonde habían
establecido un índice o valor de incapacidad para cada cartucho estudiado denominado
"Índice de Incapacidad Relativo" (Relative Incapacitation Index o RII),cartuchos que
finalmente demostraron no ser suficientemente aptos para detener con rapidez a los dos
criminales involucrados, ambos bien armados, con mucha práctica en tiro y decididos,
de antemano, a resistir ante las fuerzas de la ley hasta perder sus vidas.
Las municiones utilizadas en ese momento por los hombres del FBI fueron para
escopetas, cartuchos calibre 12/70 con postas; para pistola semiautomática cartuchos 9 x
19 mm Para., Silvertip JHP, de 115 grains; y para revólver cartuchos .357 Magnum
JHP.
Es de destacar, como ejemplo, que uno de los delincuentes recibió al comienzo del
tiroteo un impacto mortal en el pecho ubicándose luego el proyectil en el lóbulo inferior
del pulmón derecho, y luego otro impacto, que después de atravesarle el brazo derecho
se detuvo cerca del omóplato, sin producir una lesión grave. Ambas heridas fueron
producidas por proyectiles 9 mm Para., Silvertip, de 115 grains JHP. En total se
comprobó, luego de la autopsia, que había recibido 12 disparos.
En los minutos de sobrevida que le quedaron este delincuente herido pudo matar a dos
agentes del FBI y herir gravemente a otros cinco, para ser luego detenido
definitivamente con un impacto en la cabeza disparado desde un revólver S&W con
cañón de 2", calibre .38 SPL+ P, con punta SWC HP de 158 grains.
Pero de los siete agentes dos murieron y cinco recibieron graves heridas.
De las autopsias a los dos delincuentes también surgió que no habían consumido ningún
tipo de drogas psicotrópicas.
Ante las evidencias de que el poder de detención de los proyectiles de armas cortas
utilizadas por las fuerzas policiales de algunos Estados no producían el efecto deseado a
pesar de usar el tipo de munición aconsejada por el NIJ (RII), y con el trágico
antecedente del tiroteo de Miami; el 15 de septiembre de 1987 el FBI patrocinó el "
Wound Ballistic Workshop " ( WBW ) o "Taller de Balística de las Heridas" en la
Academia de Quantico, Virginia, adonde concurrieron prestigiosos expertos en armas
de fuego y en heridas de balas.
El WBW del FBI puso también de manifiesto que en la balística de efectos no debe ser
tenido en cuenta el aspecto psicológico ni emocional del individuo, como tampoco la
presencia de drogas o alcohol, sino que debería considerarse únicamente la parte física
del trauma balístico.
También en este nuevo estudio se cuestionaría a los proyectiles de punta hueca que no
penetraran más de 8 pulgadas y que al impactar perdieran el encamisado y masa,
penetrando menos de lo necesario.
Es por lo antes expuesto, que cartuchos con un alto índice en RII han fallado en la
práctica por poseer un pobre valor en esta variable, tal como se comprobara en el
encuentro ocurrido en Miami en 1986, antes citado.
Estos investigadores también sostienen que el único factor útil para comparar la
efectividad de cualquier calibre es la penetración, la cual debería estar comprendida,
según este nuevo estudio, entre 10 a12 pulgadas en tejidos blandos.
Como respuesta al las conclusiones arribadas por el WBW, el FBI decide cambiar en
Abril de 1988, y de manera provisoria, el tipo de cartuchos 9 mm Para. que estaban
usando los agentes, por cartuchos 9 mm Silvertip, JHP, de 147 grains y de baja
velocidad, a fin de lograr una mayor penetración y aumentar así el poder de detención
de sus armas de puño hasta que se decidiera que cambios definitivos debían producirse,
ya fuese en las armas o en sus municiones.
Mientras tanto, el Coronel (R) del US Marine Corps Jeff Coopers, el padre del Tiro
Práctico en USA, entre otros méritos, estaba promocionando en este país a un nuevo
calibre que se denominó 10 mm Auto. (del cual ya existían algunos antecedentes), y que
hace su aparición aproximadamente en 1980 juntamente con el desarrollo de una nueva
pistola semiautomática que lo dispararía, ya que la potencia del naciente cartucho
requería de un arma lo suficientemente fuerte y robusta para soportar las altas presiones
de trabajo que él desarrollaba.
La pistola en cuestión fue bautizada por J. Cooper como BREN-TEN ( BT). El prefijo
BREN fue puesto en homenaje a la pistola CZ 75 que se tomó como base para fabricar
la BT, la cual era producida por la firma Checoslovaca BRNO y que también fabricara
durante la Segunda Guerra Mundial a la pistola ametralladora inglesa BREN, muy
admirada por Cooper, siendo éstos los motivos por los cuales el "Gurú" ( así también lo
llaman a J. Cooper en EUA) tomaría ese nombre para su pistola; luego agregaría el
sufijo TEN (diez), en alusión al calibre 10 mm que él sostenía como lo mejor para uso
policial en pistola semiautomática.
La empresa que fabricaba la mencionada pistola fue la firma Dornaus & Dixon
Enterprise Inc. de Huntington Beach, en California, y se esperaba que produjese un
arma y calibre de singulares y notables características.
Jeff Cooper, todo una autoridad en el campo de las armas de fuego en EE.UU. y en el
mundo, continuaba, mientras tanto, tratando de convencer al FBI para lograr que el
cartucho 10 mm Auto. y la pistola BREN-TEN, fueran adoptados como arma y calibre
de servicio. Recibe J. Cooper un fuerte apoyo en este sentido, cuando el actor Don
Johnson utilizara a ambos( arma y munición) en la serie televisiva "Miami Vice",
caracterizado como el detective Sony Crocket.
Finalmente, después de haber fabricado y vendido cierto número de armas, y por una
serie de problemas numerosos, especialmente económicos, la pistola quedó en el
camino, fundiéndose la empresa D&D en 1985, y el calibre queda al borde de la
desaparición, listo para caer en el olvido, ya que no había otras empresas que
construyeran armas para él.
En 1987 la casa Colt saca a la venta, para beneplácito de los que no podían acceder a
una BT, una pistola recamarada para este poderoso calibre: la Colt Delta Elite, que
finalmente sufriría los mismos problemas que la BREN TEN llevando al calibre 10 mm,
a finales de 1988, otra vez al borde del óbito.
Logrado esto, ahora sí, en los tests que realizan los agentes de FBI hallan un cartucho
más manejable y dócil ( llamado: 10 mm FBI de velocidad reducida) y la S&W fabrica
y saca a la venta la pistola Modelo 1076, pareciéndose este nuevo cartucho, más suave,
a un.45 ACP + P de 180 grains, pero manteniendo todavía una capacidad de penetración
excesiva. También otras empresas comenzarían a producir este nuevo cartucho.
Al mismo tiempo que ocurría lo anterior, la casa Smith & Wesson, que como empresa
deseaba obtener el contrato de esta nueva munición, ya tenía preparado un cartucho en
calibre 10 mm que se basaba en el largo total Igual al de un cartucho del 9 mm
Parabellum ( la vaina es 3 mm más corta que la del 10 mm Auto.), que respondía a las
características balísticas que pedía el FBI y podía utilizarse en pistolas que conservaban
el tamaño para el 9 mm Para.
Prontamente el.40 S&W, al cual algunos llamaron " el 10 mm corto", se difundió entre
tiradores y policías, especialmente en su país de origen, donde las cantidades de
empresas que se dedicaron a la fabricación de armas y municiones para este calibre son
asombrosas.
En el mes de noviembre de 1990 la California Highway Patrol (Patrulla del Camino de
California) adopta el .40 S&W, lo que le da un fuerte espaldarazo ante otras agencias de
seguridad y el público en general.
En nuestro país se fabrican armas en este calibre por las empresas Bersa y Fabricaciones
Militares, ambas con excelente calidad. También se producen en otros países del
mundo, teniendo algunas un magnífico éxito y prestigio.
Las fábricas que hoy se dedican a producir cartuchos en este calibre son bastantes
numerosas, casas prestigiosas como: Winchester, Federal, PMC, CCI-Speer, Magtech,
Fiocchi y otras, los hacen en una surtida variedad por lo que el tirador puede elegir, a su
gusto, en una amplia gama de pesos (entre 105 y 180 grains), velocidades, formas y
características constructivas de la punta.
Personalmente, cuando comencé a disparar este cartucho hace muchos años, desde una
pistola CZ 75 utilizando cartuchos factory marca Fiocchi, FMJTC, de 170 grains
(MAJOR), aptas para alcanzar el Factor Mayor en Tiro Práctico, el retroceso me pareció
superior y algo más desagradable al producido por el cartucho .45 ACP estándar
disparado desde una Colt 1911 A1. Pero uno puede acostumbrarse a él fácilmente,
especialmente con munición más suave y después de cierto tiempo de práctica.
O sea que el poder destructivo y vulnerante de éstas municiones son similares cuando
actúan sobre los tejidos humanos vivos, usando proyectiles de parecidas características.
Hoy día algunos tiradores le confieren cierta superioridad al .40 S&W sobre el .45 ACP
aduciendo que el primero es más veloz, que el cargador de las pistolas en este calibre
permiten llevar una mayor cantidad de municiones, que su retroceso es fácilmente
manejable y que ha demostrado una buena capacidad de detención o de incapacitación,
según afirman algunos autores norteamericanos, motivos por los cuales fuere adoptado
como arma de dotación de muchas fuerzas policiales y también por civiles de ese país.
Bibliografía Consultada
1) Marshall E. & Sanow E.: "Handgun Stopping power: the definitive study".
Colorado. USA. 1992.