1- Indaga y luego explica cuáles son los planteamientos de Max Weber respecto a la riqueza, el
poder y el prestigio. Incluir consideraciones personales acerca de casos dominicanos.
Max Weber encontró supersimplicado el análisis de la estratificación social. Weber sostuvo que la
estratificación social depender de tres recursos: riqueza (recursos económicos), poder (recursos
políticos), y prestigio (recursos sociales). El alcanzar uno de estos status, recalco Weber, no
necesariamente implica alcanzar los otros. Por ejemplo, alguien que gana la lotería, adquiere
riqueza, pero probablemente no adquiere gran prestigio ni poder. Un miembro de la clerecía
puede poseer considerable prestigio, pero comúnmente tiene poco poder o riqueza; un terrorista
que secuestra un avión, puede tener poder, (al menos por cierto tiempo), pero no está
relacionado ni con la riqueza ni con el prestigio. Aunque la riqueza, el poder y el prestigio son
dimensiones sociales distintas de las categorías sociales, no son mutuamente excluyentes.
El estudio de la estratificación social conduce a la conclusión que el examen de la estratificación
social no es un fenómeno simple, todo lo contrario, su determinación y análisis referido a
cualquier país, a nivel mundial o a nivel micro social resulta muy complejo y difícil. Partiendo de
esta explicación estudiaremos los elementos más relevantes de la estratificación social
dominicana.
Discrepaba del enfoque de Marx, pero desde distintos ángulos que Durkheim.
Llevado por su interés en los significados que la gente daba a las cosas, Weber utilizó la palabra
alemana «verstehen» para tratar nuestro profundo entendimiento de esos significados.
Como la cultura se basa en símbolos, y los símbolos deben tener significado para serlo, el hecho de
que los comprendamos resulta un elemento esencial para nuestra interpretación de la sociedad.
En inglés, hoy se sigue utilizando la palabra «verstehen» para analizar este importante elemento
de la cultura y la sociedad.
Oponiéndose a la interpretación que Marx hizo de la revolución industrial, Weber sugirió que
primero se produjo un cambio radical de ideas.
Este cambio se manifestó en la Reforma Protestante, y en las pláticas de los líderes protestantes,
especialmente Juan Calvino, opuestos a los pensamientos y prácticas predominantes en la Iglesia
Católica de la época.
Entre los distintos valores reivindicados por los protestantes, había ideas de autosuficiencia,
frugalidad y relaciones independientes con Dios, sin necesidad de sacerdotes.
La frugalidad era una actitud esencial, necesaria para estimular el ahorro y la inversión, un
importante elemento del capitalismo y la revolución industrial.
Además, declaraban no necesitar que una organización enorme, corrupta y decadente les dijera
cómo pensar, y que esta independencia de pensamiento contribuía a que la gente iniciara sus
propios negocios, lo que a su vez contribuía al crecimiento de la clase propietaria del capital.
La reforma protestante, según Weber, fue la principal causa de la revolución industrial y del
ascenso del capitalismo, un enfoque muy distinto del de Marx.
Sin negar la importancia de la riqueza, Weber añadió el prestigio, los juicios de valor que la gente
hace sobre los demás, que contribuyen a su clasificación social.
Karl Marx consideraba que las clases estaban relacionadas con los medios de producción. Observó
un cambio desde una sociedad feudal basada en la agricultura, en la que la clase propietaria de la
tierra estaba diferenciada de la clase campesina, hacia una revolución industrial, en la que las
clases propietarias de las factorías, los patronos, se diferenciaban de los trabajadores industriales,
trabajo asalariado.
En contraste, Max Weber, que escribió medio siglo después, consideraba que las clases se basaban
en tres factores: poder, riqueza y prestigio.
En la sociología actual, tendemos a ver los mismos tres factores, aunque los sociólogos marxistas
todavía hacen hincapié en las relaciones con los medios de producción, que hoy incluyen la
producción de ideas e información.
Weber veía una sociedad formada por varias capas, no sólo por dos, y creía en la importancia de
otros factores aparte del material.
Entre los tres, Marx, Durkheim y Weber, hoy vemos que sociedad se compone de tres elementos
principales: riqueza, poder y prestigio.
Los conflictos laborales tienden hoy a producirse entre trabajadores y gerentes, puesto que a
estos últimos se les paga para estar de parte de los propietarios, que hoy son principalmente los
tenedores de bonos y acciones.
Los escritos de Weber contribuyeron a la Perspectiva Interaccionista Simbólica, una de las tres
perspectivas clásicas de la sociología.
Al igual que sucede en las otras dos perspectivas clásicas, Weber no acuñó el término ni definió la
propia perspectiva: lo hizo Blumer.
Él hizo una gran contribución a nuestro pensamiento, y los que continuaron desarrollando la
perspectiva interaccionista simbólica –– Blumer, Mead, Thomas, Park –– tomaron muchas de sus
ideas de los escritos de Weber.
Entre sus numerosos trabajos, estudió la naturaleza de las burocracias para investigar las razones
por las que detentan tanto poder.
Identificó cinco elementos que daban solidez a las burocracias: jerarquía de autoridad, división del
trabajo, reglas escritas, comunicaciones escritas e impersonalidad.
Consideraba que el principal cambio fue el ascenso del protestantismo, con valores y creencias
que contribuyeron a la revolución industrial.
Desde nuestro ventajoso punto de vista, un siglo después, vemos que estos enfoques no tenían
por qué ser mutuamente excluyentes, sino que podían convertirse en explicaciones
complementarias.