La variedad humana y de pueblos en el mundo y también en muchas de las
naciones, siempre ha ocasionado innumerables problemas de racismo, desprecio y muerte, pero esa variedad es la que ha hecho ricos culturalmente a los países y desde luego al planeta, pero esa variedad al final nos ha demostrado que en esencia todos los seres humanos somos iguales, una verdad que el gran músico haitiano Bob Marley supo definir cuando afirmó: “Ustedes se ríen de mi por ser diferente, y yo me rio de ustedes porque todos somos iguales”.
(Presentación y saludo personal)
Mucho se ha escrito y se ha dicho, y también se ha discutido, sobre la promoción,
el respeto y la defensa de la diversidad cultural de los pueblos del mundo, lo cual se puede decir se ha hecho y se sigue haciendo hasta el cansancio, un tema siempre presente en la agenda social de los organismos mundiales que incluyen o conglomeran a las naciones, una actitud que de igual forma en nuestro país se ha hecho y que ha sido una constante que siempre se incluye en las agendas de trabajo de los políticos y que de igual forma se consigna en nuestra constitución, por esto de inicio, antes de que este sea un discurso que como muchos otros siempre se dedican sólo a enaltecer la gran diversidad cultural que tiene México, enfocada básicamente a sus pueblos indígenas, porque ciertamente es uno de los pocos países que cuentan con una enorme variedad de pueblos y culturas indígenas, también es cierto que se ha olvidado que México también tiene una enorme diversidad cultural de otros aspectos, tanto propios y auténticos como los que se han importado y que han impulsado y siguen impulsando a nuestra nación, los cuales por tanto han dado como resultado una gran diversidad de conocimientos y de formas de actuar y de concebir la vida entre los mexicanos, en donde también está presente otra constante, la de que al final todos somos y nos sentimos dignos y dichosos de ser mexicanos, por eso antes de abordar en algo este tema vigoroso que por años ha sido tema de lujo, de fotos y de demagogia de políticos y pillos, antes es necesario plantear preguntas obligadas como: ¿realmente se ha trabajado o se sigue trabajando por ello?, es decir por impulsar, respetar y defender a esa gran diversidad cultural que tiene nuestro país y por otro lado, y también igual de importante, ¿realmente entendemos el significado o lo que es la cultura?, porque si de inicio por una parte no se ha hecho nada por esa diversidad y por el otro no entendemos o no sabemos que es cultura, entonces no se puede hablar o tratar de defender o enaltecer algo que no se defiende, impulsa y respeta y tampoco se puede pronunciar un discurso sobre algo que no entendemos o ni siquiera sabemos qué es en realidad. Creo que la diversidad en este caso, como tal no tiene dificultad en entenderse, pues queda claro que es la variedad de personas pueblos, costumbres y diferentes maneras de ser y concebir a la vida y al mundo con los que cuenta nuestra nación, el problema verdadero es volver a poner a buen debate y lograr finalmente que se mantenga, respete y defienda esa gran diversidad de personas y pueblos que conforman a México, lo cual como primera parte de la solución está en una nueva generación de educadores realmente bien preparados, mayormente preocupados por instruir y no por flojear, y por tanto en el apego total, irrestricto y absolutamente respetuoso de nuestro actual modelo educativo, que a pesar de la clase de educandos tan deficientemente preparados que tenemos, el modelo no es el problema porque es un modelo que impulsa la creación y que por tanto conlleva al respeto y al razonamiento constante, y al existir esto, entonces llegaríamos a la generación de nuevos representantes populares y profesionistas, realmente preocupados por el bienestar de los suyos, pero por otro lado también tendríamos una sociedad más justa, más respetuosa y más consciente que la diversidad, lejos de interrumpir y ser algo malo, es un apoyo y una fortaleza indispensable para el desarrollo de los pueblos del mundo, en ello se centra el conocimiento y la verdad sobre la diversidad, y en ello también está la clave de saber cómo defender, respetar e impulsar la gran variedad humana que tiene México, que es en donde se basa su diversidad cultural. Pero ahí es en donde nos topamos con el siguiente problema, el problema de entender y saber qué es la cultura en el sentido amplio en que se necesita comprender, porque para petulantes y para aquellos que Jaime Sabines los catalogó “con tufos de intelectual”, para esos que forman parte de grupúsculos mezquinos, cultura únicamente se restringe a la práctica o conocimientos relacionados con el campo de las bellas artes, donde ocasionalmente incluyen a las artesanías, pero no más, donde por ello con soberbia absurda desprecian al resto de las cosas y conocimientos, cuando por no entender o saber que cultura es: “cualquier tipo de conocimiento que tiene cualquier mujer u hombre, conocimientos que distinguen a los pueblos del mundo, que son posibles transmitirse de generación en generación y que tienen la capacidad de evolucionar o transformarse”, es una de tantas razones por las que muchos conocimientos útiles y progresistas como el conocimiento del tiempo de un campesino o la manera en que un sencilla obrera realiza sus labores, son despreciados y han sido echados a un lado, porque cuando se toca el tema de la diversidad cultural de nuestro país, o bien sólo se han dedicado los esfuerzos a la preservación e impulso del arte, o bien únicamente se piensa en los pueblos indígenas de México, pero es todo, por eso este día en que se conmemora el nacimiento de un hombre que pugnó por el respeto a los derechos y entre los hombres, que indudablemente lleva a un estado de armonía, es también en resumen entender que el respeto y el orgullo de tener, preservar e impulsar una diversidad cultural en nuestro país, sea artística, indígena, citadina, científica, de folkclor, de color, de música, de vestimentas, de género, de edades, de letras, de preferencias sexuales, religiosas, políticas o de cualquier índole, son la base para un éxito que no conocemos y no palpamos aún como país, pero que puede ser si así lo hacemos, practicamos y por sobre todo si entendemos. Por eso y para terminar, hoy les dejo la reflexión de una indígena destacada de nuestro tiempo, que aunque no es mexicana, por su claridad y sencillez es necesario citar a Rigoberta Menchú, quien al respecto de la diversidad cultural ha afirmado: “Yo creo firmemente que el respeto a la diversidad es un pilar fundamental en la erradicación del racismo, la xenofobia y la intolerancia”, pero yo agregaría que también que es para que el desarrollo de los pueblos esté garantizado.