OBSERVACIÓN Y PRÁCTICA
DOCENTE
TITULAR DE LA
ASIGNATURA
PROFR. JORGE HERNÁNDEZ MÁRQUEZ
Este ensayo tiene como propósito conocer las tareas y habilidades que lleva a
cabo el profesor de matemáticas dentro del aula, las diferentes estrategias que
utiliza para el mejoramiento del proceso enseñanza-aprendizaje, reconociendo los
retos que implica el trabajo docente en la escuela secundaria y la influencia de la
organización de la escuela en el trabajo con grupos.
Y es a partir de este problema que como docente nos hace reflexionar sobre los
métodos, técnicas o estrategias que aplicamos en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, sobre todo el ambiente que propiciamos en el aula para que exista el
interés o la desmotivación. “Un buen maestro hace su clase “amena” y “despierta”
el interés de sus alumnos por aprender”2
1
Tapia, Jesús (s/a)
2
Santos del Real Annette Irene, (1999)
hacen, ni tampoco tienen percibido los beneficios que pueden obtener del mismo,
es decir las competencias a adquirir.
Sin embargo una vez más el profesor juega un papel muy importante en el gusto o
agrado hacia la asignatura, y los estudiantes de secundaria requieren de
verdaderos instintivos que los motiven a aprender y uno de ellos es saber para
que les va a servir aprender tal tema, “Para motivar es preciso conseguir que los
alumnos perciban la finalidad y relevancia concretas de lo que tratan de aprender”3
Por lo tanto para lograr lo anterior el profesor de matemáticas deberá propiciar una
actitud positiva hacia las matemáticas, y despertar en los alumnos la curiosidad y
el interés por investigar y resolver problemas. “Se requerirá que los alumnos
formulen, comuniquen, argumenten y muestren la validez de enunciados
matemáticos”4
Y es por eso que el profesor debe tener no solo un dominio de los contenidos de la
asignatura, sino una planeación adecuada al tema que propicie la curiosidad e
interés por desarrollar la actividad y por ende el aprendizaje, “La planificación bien
elaborada y con clara repercusión en el ámbito cotidiano de los establecimientos
3
Tapia, Jesus (s/a)
4
Plan y Programas (2006)
5
Michel Saint-Onge, (2000)
escolares, servirá para cimentar y dar base a posteriores actuaciones, todas ellas
perfectamente calculadas y analizadas”6
En esta estrategia de trabajo, van aunados los recursos didácticos que favorecen
el interés de los adolescentes por las matemáticas. “El uso de material didáctico
es un instrumento que motiva a los alumnos a participar y que además despierta el
interés en ellos por conocer más y por investigar “8
6
García Requena Raquel, ( 1997)
7
Sylvia Schmelkes, (s/a)
8
Cesar Angulo Corral, 2005
El horario de clases y las horas asignadas a la asignatura de matemáticas ya que
de acuerdo a observaciones y prácticas realizadas en alumnos de educación
secundaria existe una mayor atención e interés en las tres primeras horas que los
denominados sexta y séptima, que son las ultimas y se llega a observar un
agotamiento en el estudiante y por tanto un menor desempeño.
En el caso del aula de clases, nos encontramos con una diversidad de aulas en
algunos casos son demasiado pequeñas, donde las butacas están tan juntas que
no existen pasillos que permitan al maestro revisar el trabajo que van realizando
los alumnos, o no se pueden mover las butacas de modo que se pueda realizar un
trabajo en equipo, también nos encontramos con aulas donde las paredes son
muy altas que no permiten una clara visibilidad o en su defecto la falta de focos.
Espacios deportivos, sin lugar a dudas se requieren de lugares donde los alumnos
puedan llevar a cabo una activación física, pero sin afectar otras clases, por tanto
la ubicación de estos espacios son muy importantes tanto para los que requieren
activarse físicamente como los que están trabajando en otra asignatura.
Y por ultimo hacer mención que definitivamente la actitud del docente por
favorecer el aprendizaje del alumno es muy personal y depende de su ética
profesional, el compromiso que tenga con el mismo y con la sociedad.
Angulo, Cesar, (2005), “Renovación Pedagógica”, Educare Nueva Época, Corral,
pp. 29-32