MATERIALES PELIGROSOS

UNIDAD I
Materiales Peligrosos
 SEMANA 2

Introducción
En esta semana, los contenidos a trabajar apuntan a lograr que usted
sea capaz de clasificar y analizar materiales peligrosos, según sus tipologías; e
identificar los medios de contaminación, consecuencias y formas de control.
Para comenzar, recordemos que los Materiales Peligrosos, las
Mercancías Peligrosas (dangerous goods), y los desechos peligrosos, tienen
características específicas, que en ocasiones pueden parecer similares.
Internacionalmente han sido clasificados, según son las características y/o
propiedades que tienen. Sigamos revisando la clasificación de estos
elementos.

1. Materiales que reaccionan con el agua.

El agua, elemento vital para la vida y las sustancias químicas
indispensables para el desarrollo de toda sociedad, ambas en combinación
pueden resultar fatales para el ecosistema. Por lo tanto, debe procederse
con especial cuidado con las sustancias que presentan reacciones
violentas con el agua, tanto por aumento de temperatura como por
desprendimiento de gases o vapores inflamables o tóxicos, ya que ello
implica una manipulación, almacenamiento y eliminación distinta. Es
recomendable para ello instruir y capacitar a los trabajadores sobre los
riesgos de estas sustancias, las medidas preventivas, como así también de
los métodos seguros de trabajo. En especial lo que hace referencia las
hojas de datos de seguridad.
Ejemplos de sustancias que reaccionan violentamente con el agua
tenemos:
1. Ácidos fuertes
2. Metales alcalinos.
3. Anhídridos.
4. Carburo.
5. Flúor.
6. Fosfuros y,
7. Peróxidos inorgánicos, entre otros.
Otro factor a considerar dentro de las reacciones de las sustancias
químicas son aquellas “reacciones de polimerización”, donde algunos
productos pueden polimerizarse rápidamente provocando una explosión o
rotura de los frascos. La polimerización puede tener lugar por
calentamiento, exposición a la luz, impurezas ácidas o metálicas, choques,
etc.

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 También encontramos, aquellos productos que sufren reacciones por
descomposición. El almacenamiento prolongado de productos entraña la
posibilidad de su desintegración, que en ciertas circunstancias, como
humedad, exceso de temperaturas, disminución de esta, calentamiento o
desplazamiento simple, puede generar una explosión. Por lo que resulta
indispensable desarrollar un programa de inspecciones preventivas por
parte del administrador de seguridad.
Teniendo especial cuidado en la apertura de un recipiente que ha
permanecido largo tiempo cerrado sin usarse. Esta es una operación que
debe realizarse con precauciones, especialmente, la apertura de frascos
cuyo tapón haya quedado trabado. Debido al escape repentino de gases
o vapores, así también, las explosiones violentas que puedan ocurrir.

1.1. Materiales corrosivos.

La principal acción sobre las

personas de este tipo de sustancia se
manifiesta en el contacto con la piel o
tejido vivo. En algunos casos el
contacto produce reacciones
exotérmicas provocando graves
quemaduras. Es necesario mencionar,
que “cuando una sustancia
corrosiva se encuentra en baja
concentración es generalmente un
irritante”. Los principales peligros
para los trabajadores incluyen el
contacto con los ojos, la piel, la inhalación e ingestión. El tejido de la
persona puede sufrir destrucción profunda, destrucción superficial. De esta
manera, las recomendaciones que se podrían proponer para evitar el
contacto accidental están: Leer la hoja de datos de seguridad antes de
manipular el producto, utilice los equipos de protección personal, mantenga
los productos etiquetados, evita la inhalación de vapores, no ingerir
alimentos mientras se trasvasija o manipula el producto.
Antes de manipular este tipo de sustancias, el administrador de la
seguridad deberá instruir a los trabajadores respecto a los riesgos
inherentes derivados de la manipulación, transporte y almacenamiento
respectivo. Sus medidas preventivas y los equipos de protección personal
utilizados. Poner especial atención al material de construcción de estos. Ya
que no todos los equipos de protección personal tienen la misma
resistencia frente a este tipo de sustancia (Nitrilo, goma, caucho, pvc,
entre otros).

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Dentro de los productos químicos corrosivos más conocidos tenemos:

 Ácido nítrico
 Ácido clorhídrico
 Óxido de calcio
 Flúor, cloro, yodo
 Fenol

En resumen, es de suma importancia para aquél que se enfrenta a este

tipo de sustancia estar informado sobre las características del producto,
como así también, de los riesgos inherentes y sus medidas preventivas. Por
lo que en este punto, el administrador de la seguridad y la salud se
convierte en el primer eslabón para instruir de manera adecuada a los
trabajadores. Poner atención en el equipo de protección personal
adecuado, ya que, no todos estos equipos resultan eficaces para responder
ante una sustancia corrosiva.

1.2. Materiales radiactivos.

Todos por alguna razón en especial, televisión, revistas, médicos,
diarios, hemos oído hablar de la radioactividad. Lo asociamos generalmente
con algo extremadamente dañino y peligroso para la convivencia de la vida.
Básicamente la sociedad en general desconoce técnicamente este concepto,
sea por falta de información o por desinterés del tema. No obstante, en los
lugares de trabajo, no podemos darnos el lujo de convivir con este concepto
sin enfrentarlo con instrucción y conocimiento. La reactividad de los productos
químicos es un concepto relacionado tanto con sus características

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intrínsecas (propias del compuesto) de peligrosidad como con las de sus
condiciones de manipulación y almacenamiento (extrínsecas).

En este sentido, se relacionan una serie de

características de peligrosidad de los productos
químicos y se dice que desde el punto de vista de
su manipulación y almacenamiento, la
reactividad se contempla desde las siguientes
perspectivas:
 Compuestos que reaccionan
violentamente con el agua.
 Compuestos que reaccionan
violentamente con el aire.
 Incompatibilidad.
 Reacciones peligrosas con los ácidos.
 Formación de peróxidos.
 Reacciones de polimerización.
 Reacciones de descomposición

1.3. Medios de contaminación.

La palabra “veneno” se asocia en muchas ocasiones al término
sustancia peligrosa, pudiendo considerarse como un sinónimo. No obstante,
sabemos, como profesionales de la prevención de riesgos, que es mucho más
que una sencilla palabra. Desde el daño ambiental, la pérdida de producción,
hasta la muerte de una persona, los productos químicos “solicitan un
tratamiento especial”, desde la concepción de las materias primas, a la
elaboración del producto final deseado. El rol de las personas en la interacción
con las sustancias químicas es desde el punto de vista preventivo considerado
como crítico. En la exposición no controlada de un trabajador el agente nocivo
puede congeniar con diferentes partes del cuerpo. Es posible que sea cierto
que el mayor peligro de los venenos en el hogar sea la ingestión, pero en los
lugares de trabajo, el mayor peligro consiste en respirarlos.
Las diversas vías de entrada de las sustancias químicas al organismo se
relacionan más de lo que creen los trabajadores. A manera de ejemplo,
podemos decir que, la inhalación de éstas se acumula en las cavidades de la
nariz, por lo que parte del moco que se junta se expulsa al toser o estornudar,
pero otra parte se traga inevitablemente. El contacto dérmico con sustancias
tóxicas también puede ser ingerido casualmente ya que las sustancias se
pueden depositar debajo de las uñas y en las manos, que posteriormente
entran en contacto cuando tomamos algún alimento.
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Podemos agregar también, que los polvos tóxicos en el aire se decantan en el
cabello de la persona, ésta después al llegar al descanso en el hogar se
depositan en la almohada, logrando contaminación cruzada o indirecta.
Otra vía de entrada poco tomada en cuenta son los ojos. Aunque no es una
entrada habitual o principal, es necesario enfatizar que son especialmente
sensibles a las sustancias químicas. Ya que es común que los trabajadores se
limpien el rostro con las manos contaminadas, exponiendo los ojos al contacto
con el agente.
A continuación se mencionan las tres vías de ingreso de los productos
químicos al cuerpo humano, y que son las que se señalan a continuación:
a) Vía Dermal: Una de las principales vías de ingreso es la piel, ya que el
tóxico pasa al torrente sanguíneo a través de los poros, ayudado por la
grasa y transpiración propia del cuerpo.
b) Vía Digestiva: Al consumir alimentos mientras se manipula sustancias
tóxicas.
c) Vía Respiratoria: Por inhalación de polvos rocíos - vapores – gases del
producto.
Para tener en consideración, cuando el contaminante ha pasado por la primera
etapa (dermal, digestiva o respiratoria), sigue por las siguientes:
 Distribución (A través de la sangre).
 Metabolización (Transformación a nivel molecular).
 Eliminación (Orina o heces).

En resumen, una vez que hemos conocido las vías de entrada de las
sustancias químicas, se puede concluir fácilmente lo importante que resultan
las condiciones de higiene industrial como tratamiento para el control,
mitigación o eliminación de los agentes nocivos que puedan generar daños
a la integridad física de las personas. Un almacenamiento apropiado de los
alimentos y la confección de instalaciones para ducharse o lavarse podrían
resultar vitales para controlar la cantidad de sustancias tóxicas que ingresan al
cuerpo del trabajador.

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2. Evaluación y Gestión de los Riesgos de las Sustancias Químicas

Es deber de todo administrador de la seguridad y salud ocupacional, poseer un

vasto conocimiento en materias sobre sustancias peligrosas, más aún en esta
nueva sociedad demandante de mejoras que solucionen sus problemáticas. Es
por ello, que se hace imprescindible gestionar los riesgos inherentes de las
sustancias químicas, su evaluación y control. Una vez liberada al medio
ambiente, una sustancia química se verá sujeta a una serie de procesos
naturales que se determinan por las propiedades físicas y químicas de la
sustancia, las condiciones de su liberación al medio ambiente (por ejemplo,
emisiones al aire, agua, etc.) y condiciones del medio ambiente (por ejemplo,
temperatura del medio receptor, cantidad de radiación solar). Debido a estos
factores, un producto químico liberado se distribuirá en diferentes medios, se
transportará en distancias cortas y largas debido a procesos naturales del
medio ambiente (generalmente incluyendo el aire y/o el agua) y sufrirá
transformaciones y degradaciones en otras sustancias químicas.
Eventualmente, la sustancia química y/o los productos en los que se haya
transformado se distribuirán entre el aire, agua, sedimento, suelo, plantas,
animales y humanos.

Debido a que las propiedades específicas de las sustancias, como también,

sus condiciones de liberación y destino en el medio ambiente son únicas para
cada una de ellas, se necesita que se evalúe a las sustancias químicas para
ver si se distribuirán ampliamente en el medio ambiente después de su
liberación. Las evaluaciones son importantes para comprobar la naturaleza y
extensión de los efectos locales y regionales y de las sustancias químicas que
se liberan en el medio ambiente como resultado de su generación, uso,
liberación y/o desecho. Al evaluar los riesgos de estas consideraremos la
temperatura, el roce, la manipulación, almacenamiento, tratamiento,
procesamiento, transporte y eliminación. Es decir, evaluar todo su ciclo de vida.

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A pesar de que muchas sustancias químicas se degradan rápidamente en el
medio ambiente, algunas otras se liberan en cantidades importantes,
concentraciones o bajo condiciones en las que altas concentraciones
permanecen en los medios ambientales. Otras sustancias químicas tienen una
combinación de propiedades físicas y químicas que una vez liberadas en el
medio ambiente se degradan muy lentamente y permanecen en los medios
ambientales y organismos por muchos años, aún cuando se hayan liberado en
cantidades relativamente pequeñas; a éstas se les llama persistentes. Los
procesos naturales del medio ambiente pueden distribuir estas sustancias
persistentes a grandes distancias provocando contaminación a nivel comunal o
regional. Algunos de estos contaminantes del medio ambiente son absorbidos
por la fauna silvestre y retenidos en sus cuerpos en concentraciones más altas
que en su alimento y agua; a estas sustancias se les llama bioacumulables.
Tendremos en consideración que, cuando los depredadores consumen flora o
fauna silvestre contaminada esto puede originar una cadena que llega o pueda
llegar al consumo humano. En las últimas décadas ha habido un creciente
interés por abordar los riesgos de las sustancias químicas persistentes,
bioacumulables y tóxicas, incluyendo los contaminantes orgánicos persistentes
y algunos compuestos metálicos.

Otros efectos de las sustancias químicas en el medio ambiente se dan por la

acumulación de una gran variedad de productos, formulaciones y artículos en
los hogares y lugares de trabajo en todo el mundo. Además de los efectos en el
medio ambiente y la salud que se relacionan con la producción, distribución y
uso de estos materiales. Por ejemplo, computadoras portátiles, computadoras
fijas y monitores que se están apilando en los tiraderos debido a que ya no
funcionan adecuadamente o en menos de cinco años de uso ya no cumplen
con las expectativas de las personas. Las sustancias químicas peligrosas
contenidas en estos equipos necesitan un tratamiento distinto en su eliminación
o reciclaje. Por lo que los gobiernos deben tener políticas claras referentes a
estas materias. Además, esto afecta tanto a la salud como al medio ambiente
debido a la liberación de sustancias químicas durante incendios accidentales
en hogares, edificios y tiraderos y depósitos de reciclaje.

Pueden surgir efectos tóxicos en humanos y la fauna silvestre debido a la

exposición aguda y crónica a sustancias químicas. Algunos de éstas como el
plomo, cadmio, u otros elementos dañinos, así también lo son los plaguicidas
que pueden actuar directamente en los organismos. Otras provocan cambios
en el medio ambiente que representan peligros para los humanos o la fauna,
como las sustancias químicas volátiles y los óxidos de nitrógeno que originan el
ozono atmosférico (“smog”) y los clorofluorocarbonos, que degradan la capa de
ozono y permiten que una mayor radiación ultravioleta llegue a la superficie de
la Tierra.

Para evaluar los riesgos para la salud y el medio ambiente de sustancias

químicas producidas intencional y no intencionalmente se necesitan conocer y
valorar sus propiedades físicas químicas y toxicológicas. Se han desarrollado

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procesos para identificar posibles peligros de las sustancias químicas, evaluar
los riesgos y donde se hayan encontrado riesgos inaceptables, implementar

En resumen, durante la etapa de evaluación de los riesgos se busca

determinar si un producto químico es un riesgo para la salud humana o el
medio ambiente. Esto se lleva a cabo por medio de una revisión crítica de la
información disponible sobre: las fuentes de liberación al medio ambiente,
presencia, niveles y tendencias en los medios ambientales y los organismos y
la exposición de los efectos en los personas.

En apoyo a su aprendizaje de esta temática se han realizado una serie de

preguntas que usted debe responder en el transcurso de la semana.
Revise el documento “Ejercicio” disponible en la plataforma.