Es posible evitar el famoso “si hubiese…” y dejar de lamentarnos por no haber actuado como
debíamos luego de que ocurra un accidente que derive en lesión. Algunos ejemplos:
Si quisiéramos, podríamos escribir un libro que enumere todos los accidentes y lesiones que se
habrían evitado si hubiésemos seguido los procedimientos y prácticas de seguridad. La principal
causa de los accidentes son acciones o prácticas inseguras que realizan los trabajadores. La
mayoría de los lesionados reconocen, luego del accidente, que sabían el riesgo que corrían y que
conocían perfectamente las medidas de seguridad necesarias para protegerse.
Para evitar que tengamos que hablar de un “si hubiese…”, los trabajadores debemos:
- Reconocer el peligro.
- Saber como enfrentarlo
- Actuar a tiempo o de manera inmediata