Salvador Minuchin
Pero los cambios, cuando los comparamos con el desarrollo fisiológico, ocurren
en un periodo de tiempo relativamente breve, y estos son fuentes de situaciones
conflictivas que facilitan la aparición de contradicciones entre los jóvenes y sus
padres, profesores y familiares, o sea, con la comunidad adulta que los rodea.
Esto ocurre sencillamente porque pensamos que son hombres y mujeres para
algunas cosas, y les exigimos determinadas responsabilidades que no les
corresponden, y contrariamente, a veces los consideramos niños cuando les
prohibimos otras o cuando pretendemos que no inicien precozmente las
relaciones coitales, sin antes haber implementado estrategias educativas, para
modificar esta manera de actuar, tan extendida en la actualidad en otras partes del
mundo.
Los prejuicios y tabúes que han acompañado a la sexualidad a lo largo del tiempo
y en las diferentes culturas, así como su carácter íntimo y privado, hacen que
muchos la persigan como algo que no debe ser indagado y que se debe al libre
albedrío.
De todas las pautas del desarrollo del adolescente, las relacionadas con la
identidad sexual son quizás las más dramáticas y misteriosas para ellos que los
llevan a nuevos deseos y sentimientos. La familia y, en especial, los padres
constituyen el principal sistema de apoyo para el adolescente.
Según estudios realizados, 50 % de los adolescentes llevan una vida sexual activa
entre 15 y 19 años de edad, con un incremento anual de 10 % a partir de los 12
años, y aproximadamente 25 % de las muchachas con experiencia sexual quedan
embarazadas, pero 60 % de estas gestaciones ocurren en los primeros seis meses
posteriores al inicio de las relaciones sexuales. Según la Organización Mundial
de la Salud, uno de cada veinte adolescentes en el mundo contrae una infección
de transmisión sexual (ITS), cada año. El recibir educación sexual contribuye a
evitar una ITS, una relación coital sin estar debidamente preparados, un aborto y
sus riesgos, un embarazo no deseado o una conducta de cambio frecuente de
pareja. En gran medida esta información debe provenir de los padres seguida por
la de las instituciones escolares y de salud.
Adolescencia Es la etapa del ciclo vital de los seres humanos en la que convergen
una compleja integración de procesos psicológicos, biológicos y sociales de las
personas y de las condiciones económicas, históricas y socioculturales en las que
se desenvuelven. Durante este periodo ocurren, como ya habíamos expresado,
cambios profundos y otros cambios más rápidos. Entre los primeros tenemos:
fisiológicos, mentales, afectivos y sociales.
Los segundos están dados por una etapa de transición en la que los cambios
corporales, mentales y sociales suceden con mucha rapidez y exigen continuas
readaptaciones.
Los adolescentes comienzan a sentirse independientes, es una época en la que se
intenta hacer un nuevo proyecto de vida.
Según las investigaciones toda relación tiene una fase de inicio que se da con el
enamoramiento. Producido por la combinación de tres factores: La atracción
física hacia otra persona, esto es, un atractivo físico del percibido, activación
fisiológica del perceptor y las pautas de seducción entre ambos. Se acrecienta con
una atracción personal hacia ella, y se dispara definitivamente cuando existe un
conocimiento o una sospecha fundada de que existe reciprocidad de atracción.
Por otro lado los investigadores Hatfield y Walster plantearon, para que se dé el
enamoramiento necesita cumplirse tres condiciones:
a) La persona tiene que haber aprendido que el amor es una respuesta apropiada,
lo que significa que en la cultura y en la sociedad en que vive debe aceptarse que
hay un tipo de emoción que se llama amor, que le puede ocurrir a cualquier
persona. b) la segunda condición necesaria para el enamoramiento es que
aparezca una persona que reúna las características adecuadas para ser el objeto de
nuestro amor. Estas características son fruto básicamente de nuestra historia y de
nuestros aprendizajes, estrechamente vinculados, por otra parte, al contexto
social; y c) para que haya enamoramiento ha de haber un estado de excitación
emocional relacionado con la otra persona. Los factores cognitivos influyen en
cómo hombres y mujeres interpretan sus sentimientos, pero para que se den esos
sentimientos, las personas han de experimentar ciertas reacciones nerviosas y
corporales. A estas tres condiciones, algunos autores añadirían una cuarta: la
«necesidad psicológica » de amar, de forma que hay quienes afirman que estados
de ánimo como el miedo o la inseguridad personal facilitan el enamoramiento.
3) Teoría del «locus of control»: Dion y Dion, esta teoría ha sido utilizada para
explicar el amor, subrayándose el hecho de que los individuos controlados
externamente, es decir, aquellos que creen que su conducta viene determinada
por factores externos, ajenos a su propia decisión (destino, azar, etc.) tienden a
enamorarse más que los individuos controlados internamente, es decir, aquellos
que piensan que son ellos mismos quienes deciden su destino y que tienen una
visión del amor menos idealizada.
Sternberg manifiesta que existen tres componentes básicos los cuales componen
toda relación amorosa: La intimidad, la pasión y el compromiso; y la importancia
de cada componente difiere dependiendo del tipo de relación concreta, del
momento histórico, lugar geográfico e influencias culturales. Igualmente, estos
factores, pueden variar con el tiempo en una misma relación. Tales variables, en
su forma más pura, forman los vértices de un triángulo equilátero. La
combinación de estos componentes básicos del amor da lugar a otras formas
triangulares con características especiales. Haciendo todas las combinaciones
posibles entre los tres componentes, Sternberg habla de diferentes tipos o formas
diferentes de amor, si bien han de considerarse como extremos, ya que
únicamente se valora la presencia o ausencia de cada uno de los componentes.
Hay que señalar que existen otros componentes en las relaciones como la
comunicación, pero esta forma parte de los componentes principales, por lo que
no se analiza de modo autónomo.
La pasión está referida a las ganas intensas de unión con la pareja y en menor
parte a la sexualidad, aunque no siempre tiene que ser necesariamente carnal.
Coincide con el denominado “amor a primera vista” y consiste en un estado de
deseo intenso de unión con el otro producido por una excitación mental y física.
La relación amorosa se crea a partir de este “enamoramiento” combinado con la
intimidad sexual, y diferenciándose de otras formas de amor en las que el afecto,
el cariño y el compromiso pueden estar presentes (amor paternal o filiar, amistad.
La pasión se caracteriza por ser la expresión de deseos y necesidades: tales como
la necesidad de afiliación, autoestima, entrega, sumisión y satisfacción sexual
(por educación hay mujeres que han identificado el amor con la subyugación).
Una diferencia esencial respecto a la intimidad o el compromiso, es que el factor
pasión se incrementa cuando unas veces se tiene éxito pero otras se falla. Aunque
a veces es mejor desear que lograr, el fracaso constante produce frustración y
puede dar lugar a una pérdida completa de la pasión.
En una relación interpersonal pueden darse diversos triángulos que compartan los
mismos vértices de intimidad, pasión y compromiso. Estos triángulos, siguiendo
con la metáfora geométrica, pueden variar en el área del triángulo, lo que nos
indicaría la cantidad de amor vivenciada por el sujeto.
Un factor importante a la hora de valorar la satisfacción que proporciona la
experiencia amorosa es el papel de las percepciones. La percepción de los
sentimientos del otro está igual de asociada a la satisfacción como los
sentimientos propios; Sternberg señala la importancia de las percepciones,
indicando que un análisis correcto de las relaciones amorosas trae
necesariamente la valoración de las percepciones de ambos miembros de sus
propios sentimientos. Por desgracia en la vida real comprobamos cómo muchas
veces la probabilidad de hacer percepciones erróneas es muy alta y que los
errores perceptivos del tamaño y forma de los triángulos afectan negativamente a
la satisfacción con la que se vive la relación amorosa. El fenómeno de la
idealización del otro es un hecho común dentro de las relaciones de pareja y
aunque podría pensarse que solo se limita a las fases iniciales de la pareja
(cuando aún no ha dado tiempo a desarrollar el componente de intimidad), esta
situación puede cronificarse y crear por tanto un problema importante a medida
en que la relación avanza y afecta a la vivencia positiva de la misma.
Teoría narrativa del amor de Sternberg
1. Historias asimétricas
Policíaca: Los roles que aquí se reparten son claros: uno es el policía, otro el
sospechoso. El pensamiento predominante es el de todo-nada. El miembro que
desempeña el papel de policía mantiene a su pareja bajo vigilancia para
asegurarse de que se comporta correctamente. Las historias policiacas no tienen
un pronóstico muy favorable, a pesar de que este tipo de dinámica puede ofrecer
a algunas personas la sensación de ser estar bajo protección, las personas que son
muy inseguras disfrutan de la atención que reciben como “sospechosos”, y que
no pueden recibir de cualquier otra forma; sin embargo, pueden terminar
pagando un alto precio. A medida que la trama se complica, el que actúa como
sospechoso comienza a perder la libertad, la dignidad y hasta el auto-respeto.
Con el tiempo, incluso el bienestar físico y mental de la persona podría verse
amenazado. Mientras, el policía va escapando cada vez con más frecuencia de la
realidad pudiendo llegar a perder la noción de la misma. Lo que empieza como
una simple rutina y una inofensiva historia policíaca puede degenerar con el
tiempo y convertirse en una fantasía paranoica que dañe a los dos protagonistas
de la historia.
2. Historias objeto
En este tipo de historias tanto la persona o la relación son valoradas por su
función como objetos y no por sí mismas. Parece ser que las personas o
relaciones no son tan importantes como ciertas funciones que desarrollan.
3. Historias de coordinación
Los miembros trabajan para crear, hacer o mantener algo, el amor es el fruto en
común de un trabajo a medias.
Viajera: El amor se vive como un viaje, la pareja trabaja unida para elegir y
llegar a un destino común. Se entiende la relación como cambio, maduración y
descubrimiento constante. El amor es un viaje. Los dos compañeros viajan juntos
o viven la relación procurando compartir un trayecto común del viaje personal de
cada uno. Las relaciones de viaje tienden a ser dinámicas y se centran en el
futuro o al menos no viven el presente con agobio, sino que se vivencian como
un paso más en la historia personal de cada sujeto. El mayor riesgo es que con el
tiempo uno o ambos miembros deseen cambiar el destino o la ruta.
4. Historias narrativas
En este tipo de historias se cree que hay una norma indicativa externa a la
relación que indica el camino a seguir para que las cosas funcionen bien entre
ambos miembros de la pareja.
Científica: Los individuos que se ven envueltos en una historia científica creen
que se puede realizar un análisis lógico y racional de la relación, regida por
principios y formulas. El amor debe ser entendido, analizado y diseccionado,
igual que cualquier otro fenómeno natural. Uno de los riesgos presentes en este
tipo de relaciones es que junto el análisis de la relación se desarrolla una
capacidad de predicción que muchas veces es fallida y conduce a la frustración
del científico.
Amor fraternal
La clase más fundamental de amor, básica en todos los tipos de amor, es el amor
fraternal. Por él se entiende el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y
conocimiento con respecto a cualquier otro ser humano, el deseo de promover su
vida. A esta clase de amor se refiere la Biblia cuando dice: ama a tu prójimo
como a ti mismo. El amor fraternal es el amor a todos los seres humanos; se
caracteriza por su falta de exclusividad. Si he desarrollado la capacidad de amar,
no puedo dejar de amar a mis hermanos. En el amor fraternal se realiza la
experiencia de unión con todos los hombres, de solidaridad humana, de
reparación humana. El amor fraternal se basa en la experiencia de que todos
somos uno. Las diferencias en talento, inteligencia, conocimiento, son
despreciables en comparación con la identidad de la esencia humana común a
todos los hombres.
Amor materno
El amor materno, es una afirmación incondicional de la vida del niño y sus
necesidades. La afirmación de la vida del niño presenta dos aspectos: uno es el
cuidado y la responsabilidad absolutamente necesarios para la conservación de la
vida del niño y su crecimiento. El otro aspecto va más allá de la mera
conservación. Es la actitud que inculca en el niño el amor a la vida, que crea en él
el sentimiento: ¡es bueno estar vivo, es bueno ser una criatura, es bueno estar
sobre esta tierra!. La relación entre madre e hijo es, por su misma naturaleza, de
desigualdad, en la que uno necesita toda la ayuda y la otra la proporciona. Y es
precisamente por su carácter altruista y generoso que el amor materno ha sido
considerado la forma más elevada de amor, y el más sagrado de todos los
vínculos emocionales.
Amor erótico
El anhelo de fusión completa, de unión con una única otra persona. Por su propia
naturaleza, es exclusivo y no universal; es también, quizá, la forma de amor más
engañosa que existe. El amor puede inspirar el deseo de la unión sexual; en
tal caso, la relación física hallase libre de avidez, del deseo de conquistar
o ser conquistado, pero este. Fundido con la ternura. Si el deseo de unión
física no este. Estimulado por el amor, si el amor erótico no es a la vez fraterno,
jamás conduce a la unión salvo en un sentido orgiástico y transitorio. La
atracción sexual crea, por un momento, la ilusión de la unión, pero, sin
amor, tal unión deja a los desconocidos tan separados como antes, a veces los
hace avergonzarse el uno del otro, o aun odiarse recíprocamente, porque,
cuando la ilusión se desvanece, sienten su separación más agudamente que
antes.
Amor a sí mismo
Se expresa el hecho de que el amor es una actitud que es la misma hacia todos los
objetos, incluyéndome a mí mismo. Se supone que en la medida en que me amo a
mí mismo, no amo a los demás, que amor a sí mismo es lo mismo que egoísmo.
De ello se deduce que mi propia persona debe ser un objeto de mi amor al igual
que lo es otra persona. La afirmación de la vida, felicidad, crecimiento y libertad
propios, está arraigada en la propia capacidad de amar, esto es, en el cuidado, el
respeto, la responsabilidad y el conocimiento. Si un individuo es capaz de amar
productivamente, también se ama a sí mismo; si sólo ama a los demás, no puede
amar en absoluto.
Amor a Dios
La forma religiosa del amor, lo que se denomina amor a Dios, es, desde el punto
de vista psicológico, de índole similar. Surge de la necesidad de superar la
separatidad y lograr la unión. En realidad, el amor a Dios tiene tantos aspectos y
cualidades distintas como el amor al hombre. En todas las religiones teístas, sean
politeístas o monoteístas, Dios representa el valor supremo, el bien más deseable.
Por lo tanto, el significado específico de Dios depende de cuál sea el bien más
deseable para una determinada persona. La comprensión del concepto de Dios
debe comenzar, en consecuencia, con un análisis de la estructura caracterológica
de la persona que adora a Dios.
Amor
El amor es un fenómeno tan complejo que ha dado lugar a muchas definiciones
amplias y vagas que se pueden aplicar a otros hechos emocionales intensos como
son los duelos o las violaciones. Además, el amor es un proceso dinámico que
está en continuo cambio en el transcurso de la relación, por lo que su definición
variará en función del estado de la relación.
Se presentan abajo varias frases que reflejan diferentes actitudes en relación con
el amor. Para cada frase, señale hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo
con ella. No hay respuestas buenas ni malas, lo que nos interesa es su opinión.
Algunos ítems se refieren a una relación amorosa específica, otros se refieren a
actitudes y creencias generales en el amor. Siempre que sea posible responda a
estas preguntas teniendo en mente a su pareja; si no está enamorado actualmente,
responda a las preguntas teniendo en consideración a su pareja más reciente. Si
nunca ha tenido pareja, responda pensando cuáles serían sus respuestas en el caso
de que la tuviera. Responda teniendo en cuenta que: 5 = Totalmente en
desacuerdo; 4 = Más bien en desacuerdo; 3 = Ni de acuerdo ni en desacuerdo; 2
= Más bien de acuerdo; 1 = Totalmente de acuerdo.
Claves de Corrección
EROS: Si has obtenido una puntuación mayor que 17 valoras menos que la
media de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor erótico. Por el
contrario, si has obtenido una puntuación menor que 15 valoras más que la media
de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor erótico.
LUDUS: Si eres hombre y has obtenido una puntuación mayor que 24 (en
mujeres mayores que 26) valoras menos que la media de la muestra de
estudiantes españoles el estilo de amor lúdico. Si eres hombre y has obtenido una
puntuación menor que 22 (en mujeres menores que 24) valoras más que la media
de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor lúdico.
STORGE: Si has obtenido una puntuación mayor que 19 valoras menos que la
media de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor amistoso. Si has
obtenido una puntuación menor que 17 valoras más que la media de la muestra
de estudiantes españoles el estilo de amor amistoso.
PRAGMA: Si has obtenido una puntuación mayor que 27 valoras menos que la
media de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor pragmático. Si has
obtenido una puntuación menor que 25 valoras más que la media de la muestra
de estudiantes españoles el estilo de amor pragmático.
MANIA: Si eres hombre y has obtenido una puntuación mayor que 21 (en
mujeres mayores que 23) valoras menos que la media de la muestra de
estudiantes españoles el estilo de amor obsesivo. Si eres hombre y has obtenido
una puntuación menor que 19 (en mujeres menores que 21) valoras más que la
media de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor obsesivo.
ÁGAPE: Si eres hombre y has obtenido una puntuación mayor que 16 (en
mujeres mayores que 20) valoras menos que la media de la muestra de
estudiantes españoles el estilo de amor altruista. Si eres hombre y has obtenido
una puntuación menor que 14 (en mujeres menores que 18) valoras más que la
media de la muestra de estudiantes españoles el estilo de amor altruista.