yo sabía que éramos una aventura un escape una tregua llegaste queriendo apenas un poco y así te fui queriendo tratando de ser lo menos intrusivo posible te fui amando por pedazos hasta que finalmente te amé completa cuando cometías un error te hacía saber que era normal tú te disculpabas como loca y te llamabas estúpida constantemente te enseñé que en el amor de vez en cuando se permite equivocarse te quise tanto y tan despacito que acabaste queriéndote más a ti de lo que jamás quisiste a nadie y te dije que es normal querernos tanto por ahí se empieza siempre a veces mirabas tus lunares en el espejo o tomabas un pedazo de carne y sé que te despreciabas que para él nunca fuiste suficiente yo en cambio no sabía qué hacer con tanta mujer besé y acaricié tus lunares me enamoré de tus vicios de tus manías estúpidas y de tus hábitos raros me preguntaste si me gustaría cambiarte algo pero no hacía falta agregarte ni quitarte ni me sobraba ni me faltaba te amé tanto que me aprendiste algunos trucos te lo encontraste en la calle y cómo no no se puede competir contra el recuerdo a veces los veo en los lugares a los que te llevé y te veo leyéndole los poemas que te leí alguna vez y mirándolo como yo te enseñé a mirar observo también esa forma tan singular de acariciar la mano que se pone sobre la mesa todo eso te lo enseñé yo hasta esas palabras de amor que se dicen de vez en cuando sin motivo pero es bonito verlos así de renovados se adivina un nuevo amor aunque internamente siga siendo el mismo sólo cambió su forma si regresas con él sólo te pido de favor que no le digas que aprendiste a quererlo estando conmigo.