Visualización para bloquear energía de

personas negativas.

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El poder más grande para neutralizar aquellos que nos molestan o nos hacen daño, es el
amor. La energía negativa se acumula y alimenta fácilmente, por lo que responder odio con
odio y rabia con rabia, sólo empeora las cosas.

Enviar pensamientos de amor, neutraliza, y la siguiente visualización es una herramienta

útil en ese proceso para protegernos de energías negativas.

Primeros pasos para visualización de protección.

Como en todo ejercicio de visualización, es ideal tomar cinco minutos en su lugar especial,
para relajarse y meditar.

Sobre todo si la visualización va a ser sobre algo que le molesta o preocupa, tome su tiempo
para calmarse y no dejar que sus emociones interrumpan el ejercicio. Separe sus emociones
de sus pensamientos, y vea el ejercicio como una proyección de una película.

Si todavía se siente triste o asustado, practique un ritual de protección antes de empezar con
la visualización.

Cómo bloquear energías y personas negativas.

Esta visualización es útil cuando queremos cortar nuestros vínculos emocionales y

psíquicos con una persona o una situación, para que no nos afecte más ni tampoco pueda
atacarnos energéticamente.

Después de haber meditado por unos minutos, cierre sus ojos y respire profundamente.

Imagine en frente suyo, como proyectado en una pared, a la persona o una representación
de la situación negativa. Véalos en frente suyo sin ningún poder sobre usted. Si empieza a
sentirse molesto o herido, tome un momento, “apague” la proyección, y vuelva a empezar
cuando se sienta listo. Es importante que no haga este ejercicio si está demasiado
emocional.

Después de concentrarse por un par de minutos en la proyección de la persona o energía

que quiere bloquear, imagine ahora que una luz de color rosa brota de su chacra del corazón
y del tercer ojo. Esta luz intensa, viaja como en forma de láser, de usted a su proyección.

Vea a la persona o situación en frente suyo cubierto de esta luz rosa. Visualice la luz
rodeando a la persona y entrando por su coronilla, fluyendo dentro de su cuerpo y saliendo
por sus manos, pies, ojos, boca, oídos y nariz. Si es una situación, vea la luz rodeando dicha
escena.

Después de uno o dos minutos, vea como la luz rosa empieza a rodea a la persona o
situación y a formar un globo del mismo color. Vea cada detalle del globo, lleno de luz rosa
por dentro, e inflándose cada vez más. Usted sigue llenando el globo de luz rosada desde su
frente y pecho, y el globo sigue creciendo.
Note como el globo empieza a elevarse poco a poco. A medida que crece, también se eleva
más y más. Dentro del globo, siga viendo a la persona o situación cubierta de luz rosa. Vea
el globo en las alturas del cielo, aún unido a usted por la luz que parece ya un hilo.

Ahora imagine que tiene unas tijeras en su bolsillo. Sáquelas y prepárese para cortar el hilo
del globo.

Eleve sus ojos y vea a la persona o situación flotando en la distancia, adentro del globo.

Cuando esté listo a dejar ir esa persona o situación por siempre, y mientras todavía le envía
esa luz rosa de su frente y pecho que viaja como un hilo hacia el globo, diga, “Gracias por
lo que me has enseñado. Te perdono, me perdono. “Ya no tienes una misión en mi vida. Te
dejo ir para siempre. Te bendigo y me despido. Adiós.”

Cuando termine de decirlo, tome las tijeras y corte el hilo que lo une con el globo. Vea
como la luz rosa se queda con usted, y también viaja dentro del globo. Vea como al cortar
el hilo que los une, el globo se eleva rápidamente y sigue subiendo hasta que ya no lo puede
ver. Sepa que la persona o situación está neutralizada dentro del globo y va a seguir su
camino sin herirle más.

Ya se ha ido de su vida y no volverá. Tenga fe de que así es.

A partir de este momento, olvide la situación. El universo ya ha puesto en marcha sus

deseos y usted no necesita preocuparse más. Aunque vuelva a ver a la persona o a
encontrarse en la situación, el peso emocional y energético ya ha salido de su vida para
siempre.

Repita este ejercicio sólo si se siente emociona o psíquicamente afectado de nuevo.

Usualmente, una vez es suficiente.