ÁREA DE SALUD DE LA PALMA Número 1.
febrero 2018
Los mentirosos nunca cambian, sólo mejoran sus estrategias (Anónimo)
El gobierno continua impidiendo
a los trabajadores temporales acceder a la
Carrera profesional
Actuales consejero de Sanidad y director del SCS: Palabras, palabras, palabras…
Para el año 2018, el gobierno ha descongelado la Carrera
Profesional para el personal fijo estatutario, funcionario y laboral
del Servicio Canario de Salud (SCS).
Desde Intersindical Canaria, entendemos que, aunque es
positivo el desbloqueo del Decreto para el abono de la Carrera
Profesional y que hemos venido reivindicando, debemos insistir
en que los elevados niveles de eventualidad en el SCS, hacen
que un gran número de trabajadores con muchos años de
servicios prestados, no puedan acceder a las cuantías salariales
que suponen el encuadramiento en los diferentes niveles
de carrera, rompiendo la máxima de “a igual trabajo, mismo
salario”. Distintas sentencias tanto de Salas de lo Contencioso
Sólo palabras… y sonrisas
Administrativo como del Tribunal Supremo, han ratificado nuestra
opinión coincidiendo en afirmar que el personal temporal tiene
derecho a ser encuadrado en la carrera profesional y cobrar las
cuantías de la misma manera que el personal fijo.
El Gobierno Canario, conocedor de este criterio, persiste
en su ruindad de no modificar la regulación de la Carrera
Profesional para incluir al personal contratado. Lo cierto es que,
de este modo, ponen de manifiesto un trato discriminatorio entre
sus trabajadores, ante lo cual, continuaremos con nuestras
acciones sindicales y legales para el definitivo reconocimiento
de este derecho.
A propósito de la reciente visita del presidente del Gobierno
a La Palma, nada objetamos a que el Sr. Clavijo visite la isla
cada vez que lo venga en gana. Otra cosa diferente es que lo
haga sin el debido respeto a sus habitantes para, emulando a
sus predecesores, prometernos nuevos proyectos sin haber
aún iniciado los prometidos hace 20 años. El llamado centro
comarcal de Urgencias, el nuevo ambulatorio de Santa Cruz
de La Palma, el Centro Socio sanitario a instalar en el antiguo
hospital, una digna dotación de transporte de emergencia, o una
dotación suficiente de es-pecialistas que alivie el sufrimiento de
los pacientes, son promesas perdidas en el túnel del tiempo.
Pero también la devolución de los derechos laborales hurtados
por el pretexto de la crisis o la recuperación de las 35 horas
semanales de jornada laboral para los trabajadores de la sanidad
pública cayeron en el olvido. Y es que en esta isla los servicios
esenciales, más que en el resto del País Canario, son un tema
que no saca el sueño ni a este ni a los anteriores gobiernos bajo
el común denominador de la hipocresía.
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El flagelo de las horas “paulinas”
NO SOMOS RECORTABLES
Sin perder de vista nuestro horizonte, que es la recuperación
de la jornada de 35 horas, los trabajadores del Área de Salud de
la Palma están recibiendo a día de hoy un trato discriminatorio en
relación con la distribución del in-cremento de la jornada laboral.
El citado aumento, donde, en primer lugar, el Gobierno de
Canarias, como alumno aventajado del PP comenzó aplicando
20 minutos más al día en el desempeño de todos los empleados
públicos en el año 2011, fue apuntalado por el gobierno del
estado español en el 2012, teniendo como resultado una
jornada semanal de 37,5 horas. El objetivo no era otro que un
ERE encubierto que dejó sin posibilidad de acceso al empleo
a muchos trabajadores, mermando las ya depauperadas
plantillas y el ahorro económico puro y duro, sin tener en cuenta
consecuencias como la sobrecarga asistencial y sus efectos en
la ciudadanía en general. Un recorte más.
Después de muchas medidas reivindicativas, el 11 de
diciembre de 2015, se celebra el entonces Consejero, comunica
También escasez de recursos materiales
Además del salvaje recorte en recursos humanos, el gobierno también escamotea
recurso materiales básicos.
EL TERRERO
a los sindicatos que, a partir del 1 de marzo de 2016, los
profesionales los trabajadores que realizan su jor-nada ordinaria
semanal en turno fijo diurno, podrían redistribuirla, pasando a
realizar una jornada ordinaria diaria de 7 horas y media frente a
la acumulación en periodos.
A partir de ahí, las diferentes Direcciones Gerencias, llegaron
a acuerdos con los trabajadores, poniendo como requisito
que el nivel de actividad del servicio en cuestión no se viera
mermado. Esto no sucede en la Gerencia de La Palma, pues
siguen imponiendo en algún caso una distribución de la jornada,
cuyo objetivo último no es siquiera mantener o abusivamente
aumentar la productividad, sino para ahorrar contratación,
cubriendo los cupos que debe-rían ser asumidos por otros
trabajadores. Por ello, desde Intersindical Canaria ya se ha
solicitado la aplicación de una medida que se está llevando a
cabo en el resto de Gerencias.
Lo que sucede en la isla de La Palma, no difiere en exceso y
es extrapolable a la situación del resto de Canarias. A los ratios
de personal por debajo del conjunto del estado y los déficits en
infraestructuras hay que sumar, como producto directamente
relacionado con los recortes impuestos, la falta de material que
se considera básico para la prestación del servicio sanitario, por
otro lado, derecho fundamental de la ciudadanía. Hablamos de
instrumental complejo, ya obsoleto, pero también de otro más
sencillo como pulsioxímetros, tensiómetros, tijeras que sirvan
para cortar, medicación y material de curas cotidiano. Añadir
que cuando se pide, además de llegar tarde, llega mal y no se
corresponde frecuentemente con lo que los profesionales han
solicitado. No sólo desde el punto de vista meramente sanitario.
Material de uso cotidiano como folios y tóner, podrían ser parte
del kit que los trabajadores públicos, en ocasiones, tienen que
aportar para desarrollar su labor.
En algunos centros de salud de la isla, los profesionales,
para poder desempeñar su labor deben ir dotados de su equi-
po personal, lo que, unido a las condiciones de sobrecarga
asistencial reinantes, convierte el desempeño diario en do-
blemente difícil y costoso.
Dicen desde el Gobierno de Canarias y su Consejería de
Sanidad que las cosas están mejorando desde el punto de vista
económico, que la época de los recortes ha pasado. De ser así,
la situación sólo puede ser explicada como un ejercicio de la más
estruendosa dejadez y falta de preocupación por lo público.
EL TERRERO PÁGINA - 3

Qué fue del nuevo centro de salud

de la capital palmera?
Para encontrar las primeras referencias oficiales a la
“urgente” necesidad de dotar de un nuevo Centro de Salud a
Santa Cruz de La Palma, habría que remontarse al año 2005.
Un viaje en el túnel del tiempo aún sin llegada que se inició con
la presentación oficial de unas nuevas instalaciones a ubicar,
inicialmente, en la sede de la dirección de Área de Salud, en las
proximidades de la Avda. del Puente. . Decían entonces que las
nuevas instalaciones mejorarían en calidad y cantidad, ocupando
una extensión de 4.000 metros cuadrados, destinándose de
inmediato una inversión de 5 millones de euros.
Dieciocho años después, ni un centímetro de espacio más,
ni un euro disponible para habilitar o reconstruir el obsoleto
centro de Primaria de la capital palmera, una enclenque
dotación que, por su falta de espacio disponible y de recursos
materiales y humanos, hoy mal atiende, aproximadamente, a
unas 18 mil tarjetas sanitarias. La inicial idea de ubicación del
nuevo Centro de Salud en el lugar que hoy ocupa la dirección de
Área de La Palma, fue descartada por motivos poco aclarados,
posteriormente se ha hablado del aprovechamiento de la parte
trasera de las actuales instalaciones en el norte de la ciudad que,
para Intersindical Canaria, nos hacen temer nuevos retrasos y
negativos presagios. A fecha de hoy, nada: nula inversión para
el proyecto en los presupuestos del 2018 y por no tener, ni
disponemos de ubicación precisa para su instalación. Mientras,
los usuarios, pacientes y sanitarios continúan sufriendo la
inoperancia de un gobierno y una clase política (CC,PP y PSOE)
que no duda en mentir y que desprecia e ignora su obligación
de dotar con unos servicios dignos al contribuyente al que por Los último seis gobiernos de Canarias con presencia de CC, PP y PSOE
imperativo legal, viene obligado. nos han mentido con el nuevo Centro de Salud.

El embrollo de los aparcamientos hospitalarios

Que existe un problema de aparcamiento en el Hospital
General de La Palma es algo evidente que, además, da una
imagen de caos y saturación. Más allá de las posibles soluciones
que trate de buscar con una eventual remodelación del
hospital o la ampliación de las zonas destinadas a tal efecto,
este problema no se soluciona sólo aumentando el número de
plazas de aparcamiento, ni sirve de nada alegar “cuestiones
de competencia”, se precisa de un análisis más amplio que no
admite ya dilación para los trabajadores y usuarios de la sanidad
pública palmera.
Este asunto, además de poner de manifiesto
la falta de interés por parte de la administración
en afrontar esta cuestión, hace aflorar otras tantas
cuestiones que requieren tratamiento como son la
ya mencionada saturación del hospital, el exceso de
tráfico en la isla, la escasa promoción del transporte
público, así como su pobre oferta en itinerarios y
frecuencias. Súmese a ello, la dispersión de la
población, la mala planificación en la construcción
del edificio hospitala-rio, las dificultades en el
acceso de las ambulancias y transporte sanitario, la
redistribución de los horarios destinados a atender
a los usuarios que no precisan hospitalización, la
mejor dotación y preparación de los centros de salud
y centros periféricos ..etc. Y por supuesto que todos
tenemos que utilizar el vehículo privado de una
manera más res-ponsable y cívica, pero para ello
se tiene que facilitar alguna alternativa real y eficiente máxime
cuando a la hora de acudir a un hospital se trata. Esa alternativa,
a día de hoy es inexistente.
Desde Intersindical Canaria, como Organización No
Gubernamental para la protección de los derechos de los
trabaja-dores y usuarios de la sanidad pública reclamamos
que, a la mayor brevedad posible, se aborde este asunto, de
manera inmediata, decidida y coordinada, para empezar a
poner en práctica alguna medida y evaluar su eficiencia. La larga
inactividad, por las razones que sean, no resuelve este problema
que lleva ya demasiado tiempo “mal aparcado”.
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El Centro de Salud de Tijarafe
demanda personal administrativo de tarde
Paciente es un adjetivo que hace referencia a quien tiene
paciencia (capacidad de soportar o padecer algo, de hacer cosas
minuciosas o de saber esperar) y de esto sabe mucho la gente
de Tijarafe cuando acuden a su centro de salud, sobre todo en
horario de tarde.
De entrada, cuando llegan en ese horario, se encuentran
con una sensación de abandono y de soledad. ¿Hay alguien?
¿Ya está el médico pasando consulta? ¿Quién puede informar?
¿Nadie coge ese teléfono? Y dado que no existe esa primera
línea de atención que cumple el administrativo, son los propios
pacientes quienes deben contestarse las dudas más elementales
aplicando el sentido, por lo menos hasta que el médico o
personal de enfermería pueda despejar sus dudas. Una vez en
la consulta es el médico quien, además de atenderles de sus
dolencias, les indica que al no haber personal administrativo de
EL TERRERO
tarde deben acudir al día siguiente o cuando puedan en horario
de mañana, a fin de poder tramitar correctamente cualquier
prueba complementaria o interconsulta, imprescindible para el
buen diagnóstico y tratamiento de su proceso. Se genera así un
trastorno y una pérdida absurda de tiempo para los pacientes,
además de la aglomeración innecesaria del centro de salud que
se produce en los días siguientes al no resolvérseles el trámite la
tarde anterior al no haber personal administrativo.
Esto es lo que ocurre con una cita programada de tarde, pero
¿qué pasa con las urgencias de tarde? Los pacientes si llaman
al centro de salud no hay personal administrativo que les coja el
teléfono y si llaman al 112 estos vuelven a de-rivar la llamada al
puesto administrativo, a pesar de que ya se ha informado este
servicio de que se pongan en con-tacto directamente con el
médico de guardia. Se ha llegado a los extremos de tener que
acudir una persona para in-formar de la situación de urgencia
vivida por algún vecino, cuando no acudir directamente el propio
afectado y tocar en la puerta del médico a fin de que este valore
y le dé prioridad. Además, este centro de salud se hace cargo de
las urgencias de tarde que llegan del municipio de Puntagorda
con lo que de continuar así, pueden llegar a vivirse situa-ciones
realmente complicadas y peligrosas
Es de reclamar por tanto que al igual que en el resto de
dependencias con actividad de tarde, el Centro de Salud
de Ti-jarafe, aparte del personal asistencial con labores ya
predeterminadas, cuente con personal administrativo para una
mejor y más eficiente organización del trabajo, para que el usuario
pueda tramitar en la misma consulta las pruebas e interconsultas
que le solicite el médico y para evitar situaciones de riesgo que
podrían estar más controladas si al me-nos hubiera alguien que
contestara al teléfono.