Amplitud mayor.
Ahora bien, estos factores pueden variar por otras razones. Por ejemplo, muchas
lenguas tienen vocales largas como fonemas que contrastan con vocales cortas
—pero no queremos decir que todas las sílabas con vocales largas llevan acento,
ni que todas las otras no llevan acento. Las lenguas tonales pueden tener tono
alto que contrasta con tono bajo, pero no queremos decir que todas y solamente
las sílabas con tono alto llevan acento. Podemos también pronunciar una palabra
con cierta patrón acentual usando otra melodía de entonación (afirmación vs.
pregunta, por ejemplo) sin cambiar su patrón acentual. Por lo tanto, el estudio de
la acentuación de una lengua merece un estudio cuidadoso. Cuando uno
describe el sistema acentual de una lengua, debe incluír una descripción de sus
rasgos fonéticos.
II- Lee el siguiente texto, identifica las palabras que llevan tilde y
márcalas.
UN PUEBLO PINTORESCO
El asombro se crece y se encarama sobre los riscos a treinta y ocho
kilómetros de Teruel. Desde Zaragoza hay que tomar el desvió a la derecha
poco antes de llegar a la capital turolense.
La vega del Guadalaviar depara no pocas perspectivas gratas: detrás
de cada curva espera un nuevo paisaje, donde el verde trata de elevarse para
competir con las cumbres. e, Albarracín, escalando alturas que parecen
inaccesibles.
La pintoresca panorámica queda después empequeñecida por el
pintoresquismo interior, el de las calles y plazas, el de los arcos y soportales.
Rejas y balconadas salen al paso para rememorar misteriosas leyendas del
ayer.
Siempre me llamo la atención Albarracín por lo cuidado que esta. Es
un conjunto histórico y artístico perfecto, donde se miman los detalles, ya sean
relativos al alumbrado eléctrico, ya se refieran al empedrado de las calles a
tono con los edificios. Y, a pesar de todo, es algo vivo, latente, lejos de lo que
pueda considerarse pueblo museo, a manera de panteón. En Albarracín todo
habla y se llena de sugerencias. En todo caso, habrá que admitirlo como
museo viviente.
Las calles estrechas y recoletas pregonan su marcada ascendencia
árabe; en cada rincón estalla el verde, en macetas y plantas que se llenan de
flores para la primavera.