América
Fotografía
1998
Panamá
El predominio conservador (1840-1870) 293
INTRODUCCIÓN
E
n el capítulo anterior hemos estudiado las independencias de Centroaméri-
ca y Panamá como parte de Colombia. También analizamos las experien-
cias federales poco exitosas de estos países. Ahora vamos a estudiar la
llamada “época de los conservadores” en la historia del istmo. Al disolverse
la Federación Centroamericana, la mayoría de los liberales, que le habían apostado
a la forma de gobierno federal, quedaron relegados del poder. Su lugar fue ocupa-
do por individuos y grupos de orientación más conservadora, que se mantuvieron,
en muchos casos, gracias al apoyo que recibieron de caudillos y grupos locales de
tendencia conservadora similar. ¿Cómo y cuándo surgió el caudillismo en Centro-
américa? Fue a raíz de la crisis de las economías y el poder en las diversas regiones
durante el experimento federal. Los gobiernos de los estados y el mismo gobierno
federal no tenían los medios para garantizar la seguridad de las personas o de sus
bienes y medios de producción. En consecuencia, muchos de los propietarios y cam-
pesinos formaron bandas armadas para poder subsistir en condiciones de gran pre-
cariedad en el agro, producto de los efectos devastadores de la guerras civiles y de la
inseguridad generalizada. El caudillismo consistió, por lo tanto, en grupos de perso-
nas armadas, dirigidas por un jefe y unidas por lazos personales de dominación y
sumisión (parentesco, clientelismo y servidumbre), quienes buscaban protegerse en
un entorno violento, así como obtener riqueza y poder por la fuerza de las armas.
En la época
de los conservadores dominó
la herencia colonial.
294 Historia del istmo centroamericano
E
l caudillismo en Centroamérica aún más, a otros campesinos y terrate-
fue producto, más que de la In- nientes que no tenían cómo proteger sus
dependencia, de las guerras bienes. Estas formas de enriquecimiento
federales que se iniciaron en les permitió, en muchos casos, unirse a
1826 y se prolongaron hasta 1842. Va- los propietarios de origen colonial y lle-
rios de los caudillos centroamericanos so- gar hasta ejercer un liderazgo sobre
bresalientes en las mismas pudieron acre- ellos. Así, la mayor parte de los caudi-
centar su riqueza y aumentar su base llos defendieron a las élites locales y sus
social de poder. Las guerras terminaron intereses económicos frente a las medi-
legitimando la figura del caudillo, en la das que querían imponer los gobiernos
Rafael Carrera, dictador
de Guatemala. medida que éste atendía los reclamos de centrales. Otros, sin embargo, lograron
los diferentes grupos que lo apoyaban. escalar hasta los más altos puestos del
Los caudillos y sus lugartenientes poder nacional.
formaron una nueva élite de grandes te- El ejemplo más sobresaliente es el
rratenientes y de funcionarios estatales, de Rafael Carrera, en Guatemala. Este
recompensados con tierras y caudales ex- caudillo no sólo dirigió con éxito la insu-
propiados a la hacienda pública, a los rrección campesina de la región de La
integrantes de las facciones vencidas y, Montaña del oriente del país, sino que
Los caudillos
y los lugartenientes formaron
otra élite.
El predominio conservador (1840-1870) 295
entabló alianzas duraderas con las co- solvían por la vía de las armas. Además,
munidades indígenas de Los Altos. Éstas el caudillismo retardó a lo largo del siglo
le facilitaron tanto el triunfo militar sobre XIX la construcción de las instituciones es-
los liberales y sus aliados a nivel de todo tatales modernas en Centroamérica, con
el istmo centroamericano, como el éxito las cuales se pudieran identificar los ciu-
político ante los líderes conservadores dadanos. En pocas palabras, entorpeció
recelosos de su emergencia como caudi- el desarrollo de sistemas políticos más ins-
llo popular. titucionalizados, porque el caudillo impo-
El ejemplo de Carrera ilustra nía su voluntad a título personal y no como
cómo el dominio del caudillo pudo ex- funcionario de Estado debidamente elec-
tenderse de la dimensión regional a la to o nombrado.
estatal, después de obtener control so- En el caso panameño, la legitima-
bre los hombres y los recursos del Esta- ción de los caudillos ocurrió más tarde,
do. Como Carrera en Guatemala, fue cuando la Constitución colombiana de
Frutos Chamorro en Nicaragua y Gerar- 1863 prohibió la intervención de la au-
do Barrios en El Salvador, quienes lle- toridad central en los conflictos de los es-
garon a vislumbrar el proceso de cons- tados federados. De esa manera, con la
trucción de un Estado nacional en la excusa de defender la vía interoceánica,
segunda mitad del siglo XIX, desde sus el gobierno central promovió la alianza
respectivos mandos presidenciales. El con caudillos locales, cuyas múltiples aso-
propio Francisco Morazán, máximo nadas dieron paso al Estatuto de 1886,
caudillo del unionismo centroamericano, que colocó a la provincia de Panamá en
durante su administración del estado de un permamente estado de excepción.
Honduras, sucumbió al manejo desor-
Gerardo Barrios, gobernante
denado de las riquezas y del poder es-
de El Salvador.
tatal y regional que él mismo criticaba,
a nombre de la Federación, en los otros
caudillos de los estados.
Los antecedentes coloniales y fede-
rales hicieron posible que los caudillos
contaran con apoyo no sólo en sus paí-
ses, sino en cualquiera de los otros esta-
dos de la antigua federación lo que ter-
minó creando una práctica de injerencia
política en los asuntos de los caudillos de
países vecinos, que con frecuencia se re-
296 Historia del istmo centroamericano
LA POLÍTICA PARTIDISTA
L
os proyectos liberal y conserva- ciaba la continuidad histórica con la épo-
dor marcaron la vida política de ca colonial, que se manifestaba en la alian-
Centroaemérica entre 1824 y za con la Iglesia, el elitismo electoral y ad-
1870. El proyecto conservador ministrativo, el presidencialismo y el
cobró primacía sobre el liberal cuando mantenimiento de un régimen legal sepa-
se rompió el pacto federal en 1840. Sin rado para los indígenas. Es decir, el con-
embargo, el conservadurismo no se im- servadurismo buscaba la defensa, en lo
puso de inmediato. Su éxito estuvo liga- posible, del statu quo. En la práctica, se
do a las pugnas por el poder en torno al expresó en una oposición consciente a la
proceso de centralización de la autori- amenaza percibida de disolución social y
dad estatal y a la promulgación de las administrativa enarbolada por el proceso
independencias absolutas de los estados, independentista y por el planteamiento
así como a la intervención política y eco- federal de los liberales.
nómica de las potencias extranjeras en El propósito conservador era fre-
el istmo. nar el debilitamiento del poder del go-
El conservadurismo se caracterizó, bierno central y el surgimiento de los sec-
en sus inicios, por la demanda de un go- tores ladinos y mestizos a causa de la
bierno centralista y fuerte. También propi- imposición del federalismo y de la adop-
ción de medidas modernizantes de los
Los conservadores se aliaron
liberales (reformas administrativa, agraria,
con las comunidades
indígenas. educativa y eclesiástica). Para ello, ape-
laron a la defensa de la tradición frente
a la irrupción del liberalismo, que era, a
sus ojos, desarticulador del orden social
y económico. Por ello, los conservado-
res estaban interesados en profundizar
la alianza con la Iglesia y las comunida-
des indígenas.
Veían en la Iglesia una institución
muy organizada, con una profunda im-
plantación en el pueblo y una influencia
El predominio conservador (1840-1870) 297
social demostrada. De esa manera, vol- rrollo— que a lograr un país integrado
vieron a instituir la influencia clerical en internamente.
la educación y en la conducción de la po- Dentro de ese esquema, los conser-
lítica de los estados independientes. A vadores guatemaltecos optaron por fo-
partir de 1840, con la caída de la Fede- mentar —como durante la Colonia— la
ración, la Iglesia y los conservadores or- separación legal del indígena, volviendo
questaron el proceso de creación de los a aplicar las Leyes de Indias, bajo el argu-
obispados de El Salvador (1842) y Costa mento de que “es necesario de manejar-
Rica (1850), como justificador y legitima- los con una total separación y para esto
dor del nuevo orden social y político. En es menester que las leyes difieran y no sean
pocas palabras, así se iniciaron las igle- iguales”. Esta lógica estaba basada en la
Las mujeres, los analfabetas y
sias nacionales. búsqueda de la perpetuación del Estado los indígenas al margen de la
Sin embargo, dentro de cada Es- mínimo notabiliario heredado del sistema construcción de la nación.
tado centroamericano no todo el mundo colonial. El conservadurismo solamente
tenía la misma cultura o pertenecía a la aplicaría la idea en boga de “progreso” a
misma etnia. El proyecto liberal que co- la modernización de la economía y al sur-
menzó con la Federación se había rápi- gimiento del Estado nacional.
damente convertido en un proyecto ex- Fueron dos los países en donde el
cluyente, integrador de territorios pero proyecto conservador triunfó claramen-
no de todos los individuos. Aunque la te. En Guatemala el éxito sólo se dio en
Constitución de 1824 establecía que to- 1849, después de las derrotas decisivas
dos los hombres eran iguales ante la ley, del separatismo de Los Altos occidentales
pronto aparecieron las categorías de ciu- y del movimiento popular de Los Lucíos,
dadanía al reducirse su universalidad en el oriente del país, con la consecuente
por razones de orden censual y de alfa- derrota política de los liberales. A su vez,
betismo. Es decir, terminaron votando en Nicaragua, se obtuvo definitivamente
solamente los propietarios y los que sa- la victoria después de la derrota de
bían leer. William Walker y de la facción liberal,
Con tal reduccionismo civil, las que se concretó en el pacto interoligár-
mujeres, los analfabetas y los indígenas, quico de 1858. En fin, fue bajo la égida
es decir, la mayoría de la población, se de los conservadores que se construye-
quedaron al margen de la construcción ron las repúblicas centroamericanas, toda
de la nación. Desde ese momento, la di- vez que centralizaron el poder político y
rigencia política de cada país estuvo más se declararon independientes de cual-
proclive a buscar su integración al mer- quier poder federal que pretendiera
cado mundial —como sinónimo de desa- mantener la unión centroamericana.
298 Historia del istmo centroamericano
Q
uizá comenzaron nuestros El proceso de centralización
antepasados a sentirse ya cen- estatal
troamericanos a raíz de la in- Se ha visto que la República Federal de
dependencia. Luego, con la Centro América lejos de reducir la ten-
desaparición de la Federación, ¿se sintie- sión entre la tendencia centralizadora re-
ron inmediatamente guatemaltecos, salva- presentada por la ciudad de Guatemala
doreños, nicaragüenses, costarricenses u y la descentralizadora abanderada por
hondureños? ¿Acaso surgió primero el sen- San Salvador, León y San José, terminó
timiento nacional y luego el Estado? ¿O, agravándolas. Los estados —y aún las re-
con la construcción de este último, nos fui- giones, como la de Los Altos— buscaron
mos sintiendo nicaragüenses, panameños acrecentar su autonomía frente a Guate-
o guatemaltecos? Las respuestas a estas mala. Para ello consideraron como pro-
preguntas no son abstractas, ya que en pios su territorio y sus recursos fiscales. A
nuestros días vuelve con insistencia el tema la larga, tal planteamiento impidió que
de la integración o unión centroamerica- el gobierno federal adquiriese una ver-
Ciudad de Guatemala,
na después de más de siglo y medio de dadera capacidad financiera y un efecti-
en el siglo XIX.
existencia de los Estados nacionales. vo control del territorio que, en 1823, se
había pensado sería la nación centroame-
ricana. Con ello se abrió la coyuntura
para el colapso del pacto federal que
aconteció entre 1838 y 1842, y que ace-
leró el proceso de formación del Estado
nacional en cada uno de los recién surgi-
dos Estados.
¿Qué elementos políticos y económi-
cos pesaron en dicho proceso? En primer
lugar, el desarrollo de la territorialidad como
fundamento de la forma estatal. Esta te-
rritorialidad fue de origen colonial, con-
trolada por las élites, de igual origen,
que terminaron por hacer coincidir sus
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C
omo se ha visto, Costa Rica y ticamente imposibilitaba cualquier inten-
Guatemala fueron las iniciado- to de reconstitución de la República Fe-
ras del proceso de proclamación deral, la cual, sin la participación de Gua-
de las repúblicas soberanas. En temala, resultaba inviable.
estas iniciativas fueron apoyadas por los
servicios de agentes diplomáticos, pues El sueño del unionismo
era difícil obviar la dimensión ístmica con Paralelamente, inmersos en la polémica
la que las naciones extranjeras actuaban sobre la Federación, entre 1842 y 1853,
en Centroamérica. Así, la acción político- los centroamericanos buscaron mantener
diplomática de las potencias —en espe- la unidad a lo largo de varias convencio-
cial de Gran Bretaña, que dominaba el nes y dietas. Primero, en la coyuntura del
comercio del café, la grana y el añil— retorno de Francisco Morazán a Centro-
resultó decisiva para asegurar el proceso américa, cuando los tres Estados centra-
de fragmentación del espacio centroameri- les (Honduras, El Salvador y Nicaragua)
cano después de 1838. Al reconocer y firmaron el Pacto de Chinandega, en Ni-
apoyar al gobierno de Carrera en Gua- caragua, que contemplaba ya medidas
temala, el principal exponente de las fuer- defensivas frente a la actuación británi-
Naves comerciales
zas antifederalistas, la Gran Bretaña prác- ca. Sin embargo, la presencia armada
de Morazán en Costa Rica volvió a co-
hesionar a los partidarios de la sobera-
nía e independencia de cada Estado en
contra de la causa federal.
Luego, a causa de la inestabilidad
política y económica que enfrentaban las
jóvenes identidades estatales —sobre todo
las tres centrales— y la necesidad de con-
tar con el reconocimiento de las potencias
europeas, en 1844 se volvió a abogar por
la creación de una Confederación de Amé-
rica Central. Esta vez, Guatemala la apo-
yó con el fin de frenar la amenaza del
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gobierno mexicano del general Antonio dejado la Federación, a los préstamos for-
López de Santa Anna, quien, en agosto zados o a las actuaciones de cada uno
de 1842, había ordenado invadir el So- de los recién creados estados centro-
conusco, anexándolo a México. Empero, americanos. Fue así como se produje-
Gran Bretaña se opuso con fuerza a la ron bloqueos navales británicos, en 1842
creación de la Confederación. y 1844, y ocupaciones, en 1848 (Río San
En seguida, en las dietas de Son- Juan, Nicaragua) y 1849 (Isla del Tigre,
sonate (El Salvador) y de Nacaome Honduras).
(Honduras) en los años de 1846 y 1848, Por su parte, los Estados Unidos
Trinidad Cabañas,
volvió a plantearse la necesidad del comprendieron que Gran Bretaña busca- lugarteniente de Morazán.
unionismo con el propósito de enfren- ba monopolizar cualquier paso interoceá-
tar la creciente influencia británica en nico por Centroamérica. En 1848, nego-
el área. Para lo cual se esgrimió, por ciaron un tratado con Nueva Granada
primera vez, la posibilidad de contar (Colombia), con el cual obtuvieron la con-
con el apoyo político de los Estados Uni- cesión de transitar el istmo de Panamá a
dos. Este país, luego de poner fin a la cambio de una garantía de neutralidad
guerra victoriosa con México, volvió sus en el área. El resultado fue la construc-
ojos hacia Centroamérica. ción del ferrocarril interoceánico en 1855.
Sin embargo, la promisoria base La conquista del oeste norteamericano y
económica de Guatemala y Costa Rica el descubrimiento del oro en California
hizo que a continuación Gran Bretaña fir- daban prioridad a los intereses estado-
mase un tratado de comercio con la pri- unidenses en el Pacífico. Su representan-
mera y un compromiso para la firma te Ephraim G. Squier obtuvo, asimismo,
del mismo con la segunda. Esa fue la un tratado canalero con Nicaragua
Río Chagres, Panamá, antes
razón por la cual ambos países no se (1848), y otro para la construcción de un
de la construcción del canal.
unieron a los estados centrales en la fir- ferrocarril interoceánico con Honduras.
ma del Pacto de Nacaome.
sometidos los estados del sur en caso de bia, Panamá permaneció unida políti-
guerra. camente al de la Nueva Granada. Lue-
El resultado de esta intervención go, con la fiebre del oro, los Estados
fue una respuesta conjunta de los demás Unidos promovieron la aprobación del
países centroamericanos en la denomi- Tratado Mallarino-Bidlack, en 1846,
nada Guerra Nacional, la cual conclu- mediante el cual se aseguraba el paso
yó con la derrota de los filibusteros, en expedito a los Estados Unidos en la
1857, y el fusilamiento de Walker, tres zona de tránsito garantizando la sobe-
años después cuando intentó regresar. ranía en la Nueva Granada. Dos años
Tal triunfo le ganó a las jóvenes repúbli- después, dichos principios fueron rati-
cas centroamericanas el respeto como ficados con el Tratado Clayton-Bulwer
Estados en el concierto de las naciones. (1850).
Esta vez parecía que los cinco Es- En esa coyuntura de internacio-
tados tenían posibilidades de revivir el nalización del istmo, Justo Arosemena
proyecto nacional centroamericano, pero elaboró un proyecto de Estado Federal
el predominio político de los conserva- para Panamá en el seno de la Nueva
dores a nivel regional echó por tierra el Granada. La creación del mismo, en
sueño unionista. Asimismo, es importante 1855, dio comienzo a la transformación
señalar que si bien a raíz de la Guerra interna del aparato administrativo y el
Nacional aparecieron nuevos rasgos co- ejercicio pleno de gobierno por pana-
munes frente a la dominación de los es- meños, dinámicas que pronto fueron frus-
tados extranjeros, éstos se quedaron en tradas por la reacción centralista neo-
segundo plano. El caso es que los nue- granadina.
vos proyectos nacionales centroamerica- Nueva Granada reaccionó emi-
nos comenzaban a encontrar parte de tiendo, en 1858, una nueva Constitu-
la razón de ser de su identidad nacio- ción, que establecía la Confederacion
nal, en gran medida, en la reacción ha- Granadina, la que a su vez dio paso,
cia sus vecinos, antiguos miembros de en 1863, a la creación de los Estados Derrota de los filibusteros
CONCLUSIÓN
E
l sueño de una región centroamericana, próspera, unida y pacífica, tan pre-
sente cuando se dispuso la independencia de España, en 1821, terminó en
pocas décadas convertido en una pesadilla de guerras, destrucción e injeren-
cia extranjera. Si bien Centroamérica nació a la independencia sin pasar por
las largas luchas contra tropas españolas que buscaban conservar el poder imperial,
como fue el caso de México y Sudamérica, el período inmediamente posterior a la
firma del Acta de Independencia demostró que la independencia no sería ni fácil ni
bonancible. No podía ser de otra manera: ni en el mejor de los casos habría sido
sencillo ponerse de acuerdo para reemplazar un sistema de gobierno, de sociedad y
de economía, que tenía casi tres siglos de existencia en Centroamérica.
El peso del pasado se manifestó claramente en la victoria eventual de las fuer-
zas conservadoras identificadas con las instituciones y las tradiciones coloniales. Sin
embargo, no era posible conservar intacto el pasado. Los nuevos intercambios co-
merciales, la presencia de nuevas potencias en la región centroamericana, los nue-
vos actores políticos, quienes utilizaban la fuerza y el apoyo popular para lograr sus
fines, todos se combinaron para marcar con su sello muy particular a las nuevas
repúblicas que surgían del larguísimo período colonial y el brevísimo experimento
federal.
El brevísimo experimento
federal de Centroamérica
se debió al peso de su pasado.