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Rol Sociocultural de la mujer colombiana emancipada, medios y condiciones en

las que la mujer se emancipa.

JUSTIFICACIÓN:
En el mundo de hoy, el papel femenino en la sociedad ha sido transformado al
igual que la sociedad. La mujer se ha convertido en un ser cada vez más complejo
y amplio en una sociedad cada vez más difícil y compleja; Es por ello que nuestra
investigación hará un análisis en base a estas transformaciones y la forma en la
que estas son afrontadas y lideradas por nuevas mujeres que influyen en su medio
para transformarlo.
Para esto, se dividirá el desarrollo de este trabajo en cinco capítulos. El primer
capítulo será desde la identificación de cuatro factores: primero, el numeral
llamado “Crianza y cultura”; segundo, factores personales y espirituales desde el
capítulo “Mi cuerpo, mi territorio, mis decisiones”; tercero, el reconocimiento de las
nuevas masculinidades como forma de emancipación con base en la equidad de
género con el capítulo “por la equidad de género”
En el segundo capítulo, se analizará el proceso de emancipación con base en el
estudio de caso sobre la experiencia de una mujer del grupo “Frontera tras
frontera de derechos sin fronteras”, a partir de su proceso desde la sexualidad con
el reconocimiento del cuerpo con el fin de romper las pautas de crianza.
Por último, como numeral quinto se establcerán los análisis finales con el capítulo
“De adentro hacia afuera, análisis finales”, visto principalmente desde cuatro
autores: en primer lugar, Judith Revel en su ensayo sobre Biopoder y devenir en la
mujer de la política”, Mabel Burin desde su texto Subjetividades femeninas
vulnerables: Género y Psicoanálisis, para luego basarse en los autores, Mara
Viveros Vigoya con Teorías feministas y estudios sobre varones y masculinidades.
Dilemas y desafíos recientes y por último Patricia Muñóz en el ensayo Ideologías
entrelazadas: Matriarcado, masculinidad, fundamentos religiosos y perpetuación
de la VCM; todas estan darán luces para la comprensión de esta investigación.
1. DIAGNOSTICO:
1.A) CRIANZA Y CULTURA:
La crianza y la cultura son las principales influencias a la hora definir quiénes
somos, nuestra forma de ver el mundo y de actuar en él, lo que consideramos
correcto o incorrecto, lo que está bien o mal. La cultura afecta la crianza, y la
crianza afecta a la cultura, indirecta o directamente.
Las relaciones intrafamiliares son parte esencial del proceso de crianza. Son los
padres las personas encargadas de formar a los niños, enseñan las rutas para la
relación de ellos con la sociedad, adoptan los comportamientos para tener una
relación saludable con el mundo y la toma correcta de decisiones basados en
unos patrones sociales. Igualmente son los encargados de reproducir los
discursos ideológicos en donde se encuentran actitudes desiguales y
discriminatorias, formas de comportamiento, y de roles correspondientes a cada
sexo, creando así unos roles significativos de género y sus respectivos papeles
dentro de la sociedad. Es allí en donde se forma la personalidad de la mujer y el
hombre, se establecen sus papeles, sus derechos y deberes, sus gustos y
comportamientos. Todos estos ligados una perspectiva construida socialmente de
lo que debe ser un sexo biológico predeterminado por el azar.
En países como Colombia tradicionalmente se les muestra a los hombres desde
pequeños que su rol es el de un ser dominante, que debe estar al frente del hogar,
debe ser el encargado de suplir económicamente a su familia y mantener una
relación alejada de las labores domésticas. Por otro lado, a las mujeres desde
pequeñas se les enseña lo contrario, mantener una actitud sumisa, realizar las
actividades dentro del hogar, actividades del cuidado de los demás, el de ser un
ser meramente reproductor y reproducir los conocimientos sociales entre otras
actividades consideradas femeninas.
Adentrándose más al tema descubrimos varias cosas que se desarrollan inmersas
en la crianza de la mujer. Con respecto a su vida sexual, la mujer debe ser
recatada, no es dueña del disfrute de su cuerpo, la sexualidad de la mujer
pertenece al marido quien decide que hace con ella, tomándola así como un
objeto de su satisfacción; la mujer que sale de esta opresión sobre su cuerpo es
denotada “puta” quien de igual manera es un objeto de placer del hombre.
En relación con los gustos, a los niños se les enseña a jugar con carritos, a
gustarle los juegos violentos, los deportes, las matemáticas, encontramos que en
la tradición suele impulsarse al hombre a liderar y producir. Mientras que a las
niñas se les enseña a jugar con muñecas, con cocinas de juguete, actividades
femeninas como bailar, las actividades de la mujer en su infancia van
encaminadas a la preparación a la vida hogareña y para darle atención a ese
productor, el hombre pues es él el sustento económico del hogar. No obstante, si a
un niño le gusta bailar o a una niña le gustan los carros son mal vistos y suelen ser
llamados con palabras despectivas como "machorras" o "afeminados", ya que esto
no es considerado como "normal" por la sociedad. En el caso de la mujer, estos
comportamientos y gustos no la hacen "atractiva" para el otro sexo, ya que dentro
de los mismos parámetros inculcados durante la crianza, estas actitudes no son
consideradas "femeninas" y por ende no llamativa para los hombres que no
querrán una mujer que no actué del modo en que la sociedad lo espera.
Por otro lado podemos ver las pautas de crianza del hombre, quien debe actuar
como el “macho” y creador de la sociedad, su crianza se basa en la formación de
un “ser que es superior”, el hombre es educado para ser el dominador de la vida
en su casa y para satisfacer sus deseos.
Si miramos la sexualidad del hombre está marcada por el disfrute y el libertinaje, el
hombre puede ser promiscuo según sus deseos, el hombre es libre de mostrar su
cuerpo, sin mucho que decir el hombre desde su crianza y según esto podemos
ver que se le destina a serle infiel a su mujer, pero que le preocupa a esos
“machos” si en su vida ella es el objeto de su hogar, lo cual aumenta el sentido
violento de esa relación pues la mujer no puede decir nada a su marido.
1.B) MI CUERPO, MI TERRITORIO, MIS DECISIONES:
Las condiciones sociales se magnifican cuando una mujer se hace adulta, es
entonces cuando las condiciones actuales de esta son comparadas con las de
otras mujeres, que en la actualidad, con familias modernas, comparándose con las
realidades de otros lugares del mundo pueden hacer ver a una mujer en una
posición de desventaja, sean académica, económica, social, familiar, entre otras.
Esta mujer es educada como un ser sensible y miedoso, que hace de todo un
caos infinito en la vida.
En la educación la mujer es considerada una persona complicada y en términos
generales llamada “bruta”, la mujer no es digna de muchos conocimientos y más
que nada es alguien que patriarcalmente es tan débil que no puede con algún
trabajo que no sea en el hogar. No todas las mujeres pueden acceder a una
educación y esto, en gran medida se da en los estratos más bajos, donde
encontramos casos como la mujer que no pudo estudiar porque en su casa
siempre se ha marcado la autoridad de un patriarca, y ella está arraigada a este
estilo de vida; hay mujeres que quedan en embarazo cuando están en su
adolescencia y sin ayuda alguna se emplea en trabajos como mesera o criada,
estos entre muchos casos.
Según la “esencia de la mujer”, la mujer se identifica porque es sensible y callada,
debe ser dulce y tierna, debe ser “una mujer del señor” siguiendo los parámetros
familiares y ser ante todo la mujer perfecta para su marido, con las cualidades
altamente sensual y atrevida en la intimidad para el disfrute de su marido. La
cuestión del amor en la mujer colombiana es la entrega que ella hace de su
cuerpo y su vida a su marido. La mujer estéticamente debe ser perfecta, ligada a
un prototipo de belleza que hace que se siente “deseada” pero aun así su
sexualidad está limitada.
La responsabilidad social y familiar de una mujer tradicional, de contraer
matrimonio antes de cierta edad, tener hijos y dedicarse a las labores sociales se
convierten en una prisión impuesta por factores como la crianza y el temor a no
seguir unos roles de género que la puedan relegar de la sociedad, un miedo que
viene de palabras como “feminazi”, “machorra”, “lesbiana”, “solterona”, “monja”
entre otras palabras conocidas y no conocidas, que pueden venir de un color de
piel, contextura física, aversión al matrimonio, el deseo de realizar actividades no
convencionales o el deseo de no participar de una sociedad patriarcal que le exige
dar satisfacción a un hombre.
La mujer se transforma contra la voluntad social renunciando a las cadenas que
no desea en su vida sea, familiar, moral, el matrimonio, los hijos, la religión, el
hogar y toma sus propias decisiones, de independencia económica, emocional,
familiar y académica.
Sin embargo, en la actualidad esto ha llevado a una nueva forma de pensar y ver
a los sexos. La aparición de nuevos conceptos dejo a un lado la única existencia
de "hombre" y "mujer", cambiando los prejuicios y parámetros estéticos, como de
igual manera cambiando las formas de comportamiento de cada uno relacionando
el género más a la psicología que a la biología. La mujer hoy en día es parte
fundamental del sustento económico del hogar, asumiendo un rol más
independiente dentro del mismo. Al ocurrir esto, ella misma se piensa como un ser
capaz de afrontar la vida sin necesidad de un hombre a su lado, formando así una
actitud emancipadora e independiente en el mundo.

1. C) POR LA EQUIDAD DE GÉNERO; NUEVAS MASCULINIDADES:


Dentro de la educación se puede observar algo que llama la atención, la condición
opresora en el hombre. En muchas ocasiones no se le deja escoger lo que va a
estudiar por la creencia de sus padres, enseñándole que él debe ser el ejemplo de
la familia y por ende tener un alto honor. Culturalmente se cree que el hombre
debe ocupar los cargos más importantes por su “inteligencia superior” y
claramente esto lo lleva a ganar mucho más que las mujeres trabajadoras.
La actitud que define al hombre es su fuerza emocional. El hombre no puede
mostrar sus emociones, debe ser duro como una roca, debe mostrar al mundo que
es fuerte emocional y físicamente, el hombre debe ser guardián de la palabra
AMO y mostrar que él es el dueño de la sociedad. Para los hombres también se
ha creado un prototipo de belleza que también los afecta.
Los roles de género a pesar de ser unos valores que la sociedad ha construido,
pueden ser de construidos, cambiado, reforzado o eliminado en ciertas
perspectivas de acuerdo con los valores que adquieren los seres humanos a
través del desarrollo de su personalidad.
Dentro de estas nuevas perspectivas aparece un nuevo hombre, uno que lucha
por sus derechos pero desde una visión de equidad de género disminuyendo los
rasgos de machismo, unos hombre con capacidad de reconocer y aceptar sus
propios sentimientos, con capacidad de autoexploración y de alejarse de los
rasgos egemonizantes, entendiéndose como miembros de una familia, que
pueden aportar afectivamente a ella y disminuyendo los rasgos de violencia que
se pueden observar en los entornos machistas.
Los hombres se convierten en agentes transformadores, recuperando sus propios
cuerpos y siendo una fuerza de lucha en pro de la igualdad dentro de los
diferentes roles de géneros, reconociendo que no existe excusa para las
violencias sociales contra los roles de género y contra las mujeres, que tienen su
propio derecho sobre su propio cuerpo y así contribuir a una transformación social
efectiva.
Las nuevas masculinidades se desconectan de lo que socialmente se dice ser la
masculinidades, se conecta con lo femenino desligándose de esa masculinidad
altiva que no reconoce la conexión con el desarrollo familiar, más bien se
identifican con la libertad de la expresión alejada de la coraza de la violencia que
enmarca la violencia con la que se identifica socialmente a los hombres, este
comportamiento disminuye la violencia en el círculo familiar, y reproduce prácticas
de tolerancia de género y de equidad sin miedo de la palabra “homosexual”,
“marica”, “gay”, “flor”, “loca”, “femenino” entre otros. Pues normalmente las
relaciones de cariño no son aceptadas entre hombres en una sociedad patriarcal,
tradicional. Combatir estos comportamientos negativos significa aportar a la
construcción de paz y solidaridad, reduciendo los índices de violencia y de
agresividad en la sociedad.

2. ESTUDIO DE CASO
En la ciudad de Bogotá, existe un proyecto que encara todas las variables que se
han visto, incluyendo las pautas de crianza del hombre y la mujer en donde ambos
pueden romper con los roles de género implantados socialmente desde su infancia
y reforzados en su adolescencia y adultez. Este grupo se encuentra ubicado en el
colegio Clemencia Holguín de Urdaneta, bajo el nombre de “Proyecto frontera tras
frontera derechos sin fronteras (FFDF)” y dentro de este, Luz Adriana Restrepo
participante de este proyecto nos cuenta su experiencia.
Luz Adriana comenzó su proceso en este proyecto desde su infancia, cuando se
encontraba grado séptimo. Ella ha construido un amplio conocimiento y apego por
el movimiento feminista, construido por la equidad y desde la participación en la
participación política ciudadana de las, al hablar con ella de las pautas de crianza
que ha visto en su colegio y en su vida pudimos notar que están marcadas por la
construcción de la mujer y hombre que ya mostramos anteriormente.
Este grupo ha tomado muchos enfoques, en su colegio mayormente se ha
trabajado la convivencia y resolución de conflictos con los estudiantes, y como
primer enfoque se ha tenido siempre presente la sexualidad. Al principio, dice ella,
se trabajó los métodos de planificación, enseñando a las niñas y niños como
cuidarse, pero a medida que paso el tiempo se dieron cuenta que: “a un joven
hasta la televisión le enseña que usar para la planificación, pero falta que ellos se
reconozcan como seres sexuales y al hacer esto ellos no solo llegaran a
conocerse, sino por amor propio a cuidarse, lo cual no solo por ellos sino como su
derecho”
Al enfocar la sexualidad en el reconocimiento y amor por su cuerpo se empezó a
reconocer en el colegio los derechos sexuales y reproductivos, derechos
establecidos a la equidad y protección del cuerpo. En el grupo se empezó a
trabajar con el reconocimiento de cuerpo de cada uno, cada persona reconocería
sus sensaciones y de ellas desataría su gusto, al implementar esto se topaban con
las pautas de crianza pues esto impedía la libre navegación por el cuerpo, caso
que más se daba en las mujeres.
Debido a las pautas de crianza las mujeres entraban en pánico o en miedo por
reconocer su cuerpo, el tabú que lleva la mujer acuesta es la de ser recatada
porque sin ello no entraría al reino de los cielos, sobre la mujer se ha establecido
que su cuerpo no es digno del placer y se ha cohibido a la liberación de sus
emociones y sensaciones.
Este proceso ha sido largo y a medida que se trabaja más en el cuerpo se ha
evidenciado que el respeto entre sexos va aumentando, pero ¿por qué se ve
esto?. “A medida que se reconoce y se explora su propio cuerpo, el integrante se
respeta y se ama, encontrándose consiente de que su cuerpo debe ser un
territorio de armonía y es digno del respeto de otros, no solo respeto a sus gustos,
cuando se llega a esto el comprende que como su cuerpo los demás son dignos
de respeto” y así se enfocaron a un tema de NO a la violencia contra las mujeres y
los hombres.
Trabajar cuerpo no solo se ha enfocado en establecer el reconocimiento físico,
pues en cada paso que se da se conecta la armonía de vivir. Dentro del programa
se ha trabajado el cuerpo como medio de expresión para el amor, como forma de
generar alegría, el cuerpo no solo es territorio de paz físicamente, el cuerpo debe
estar en perfecta armonía con la conciencia y los sentimientos, luego de hacer
este trabajo muchos delos individuos se han dado cuenta de sus gusto y se ha
dado en el grupo el reconocimiento de los géneros.
Cabe destacar que este grupo ha trabajado con la secretaria de educación, con la
corporación vínculos, caritas, con la mesa de LGBTIQH y con el colectivo de
masculinidades, este último ha sido base y generador de muchos de los temas
que se trabajan pues su acompañamiento es indispensable y se ha vuelto
permanente. Al trabajar el cuerpo se lucha contra las pautas de crianza, pues se
generan nuevas feminidades y masculinidades y es aquí donde se da la igualdad.
Las nuevas feminidades, son mujeres que están emancipadas que luchan por sus
sueños y por la emancipación de otras mujeres. Estas mujeres ya no son objetos
de un hombre ni están hechas para cumplir con sus roles sociales, ejemplo de ello
es la crítica que se hace al tema relacionado a que una mujer nació para “ser
madre”, ya que esto debería ser causa de orgullo. Estas mujeres no solo se han
enamorado de ellas mismas, si no también han logrado que la mujer tome un rol
político.
Las nuevas masculinidades rompen de igual manera con el patrón de “machos” y
seres superiores, para llegar a ser hombres que pueden seres emancipados en
pro de la liberación de las mujeres y de ellos mismos para una convivencia de
igual, donde el respeto sea la base de la vida, todo en lucha de la igualdad no solo
entre sexos sino géneros.
5. DE ADENTRO HACIA AFUERA, ANÁLISIS FINALES

Teniendo en cuenta todo lo anterior, en este punto se tomarán en cuenta las


perspectivas de distinto autores como Judith Revel, Patricia Cabrera Muñoz y
Mara Viveros Vigoya. En base a estas, se entenderá esta nueva realidad desde un
punto de vista teórico.
En primera instancia, se debe establecer para esta investigación que para las
mujeres actuales “(…) nuestras necesidades no eran las mismas que las de
nuestras madres.” (Revel, 2007). Desde la segunda mitad del siglo XX, el papel de
la mujer a cambiado sustancialmente, abriéndose campo a un mundo
anteriormente meramente controlado por hombres. Al enfrentarse a estos nuevos
cambios dentro de la sociedad, la mujer comienza a reclamar la autoridad y control
sobre su cuerpo, aumento su autovaloración y por ende cambiando los
estereotipos femeninos con respecto a su imagen.
“En la actualidad, (…), todo eso es aún valedero, aunque con diferencias con
diferencias con respecto a esa primera etapa.” (Revel, 2007) Revel se refiere a el
periodo de “nuestras madres” al comprendido antes de 1978, ya que en este año
surge un movimiento en lucha por el feminismo; las generaciones siguientes
vivieron una separación entre los dos sexos que se hizo más notoria llegando a los
años 90 “(…) en el cual decir “nosotras las mujeres” era algo natural.” (Revel,
2007).
Al hacer una recopilación histórica de la desigualdad en la mujer, se puede ver
que la mujer ha estado constantemente excluida de la política “(…) se ha
encontrado que las mujeres no tenían acceso a la política, a la autorepresentación
y a la representación.” (Revel, 2007), esto aplicado junto a su condición y formas
de vida circunscritas a la obediencia y sumisión dentro del hogar. La mujer se ha
enfrentado igualmente a una posición al margen de lo laboral y por ende limitado
al espacio doméstico, al romper esto la mujer salió de su casa pero se enfrentó a
una nueva situación, la de trabajar el doble, tanto en su trabajo como en su casa al
finalizar el día.
Por otro lado, se puede establecer igualmente una recopilación del
comportamiento masculino, pricipalmente centrado a la VCM (Violencia Contra la
Mujer) y al comportamiento agresivo y dominante en los hombres. La VCM
ocurren para “(…) mantener el poder patriarcal y tienen como objetivo evitar que
las mujeres escapen de la condición de subordinación que se les ha impuesto.”
(Cabrera, 2011) Estas acciones definidas por Muñoz como machistas, que son
transmitidas de generación en generación y “(…) determina las actitudes, valores y
comportamientos que los hombres deben adoptar para ser considerados hombres
y para sentir que son hombres.” (Cabrera, 2011)
Esto ha llevado a que el hombre sea visto como “(…) intrínsecamente
predispuestos a la violación y a la realización de sus deseos heterosexuales con
base en el poder que se les confiere su superioridad física.” (Vigoya, 2007),
igualmente “(…) lo masculino ha definido siempre la humanidad, lo masculino es
inhumano y la única posible solución radical para esta terrible paradoja es la
abolición tanto de la masculinidad como de la feminidad, es decir la abolición de
género.” (Vigoya, 2007)
Este tipo de comportamiento agresivo por parte del hombre surge principalmente
durante la infancia dentro del proceso de crianza “(…) la agresividad masculina u
otros atributos que tradicionalmente se asocian a la masculinidad son el fruto de
ciertas prácticas sociales como la crianza infantil, asignada casi exclusivamente a
las madres y de la cual han sido exceptuados los padres.” (Vigoya, 2007) La
crianza compartida podría mitigar el surgimiento y reproducción de estos
comportamientos agresivos en los niños “(…) podría producir estructuras de
personalidad más igualitarias en el futuro y aportar a todas las personas
capacidades positivas, limitadas hasta el momento a cada sexo de forma
separada.” (Vigoya, 2007)
Esta nueva situación, la inclusión masculina en el hogar ha hecho que los roles
dentro del mismo cambien y por ende que la relación entre los géneros cambien
dentro de la sociedad. En los estudios acerca del reparto de las labores
domésticas y el cuiadado de los niños por parte de la madre y el padre, se ha
encontrado un aumento en la participación masculina en estas labores. Al
mejorarse esto, la visión que se tiene con respecto al rol de los géneros va
cambiando y se va aumentando las estructuras sociales respecto a la igualdad y la
inclusión de estos dentro de las diferentes caras de la sociedad.

REFERENCIAS:
BURIN, Mabel. Subjetividades femeninas vulnerables: Género y Psicoanálisis
VIVEROS, Mara, “Teorías feministas y estudios sobre varones y masculinidades.
Dilemas y desafíos recientes” En: LA MANZANA DE LA DISCORDIA, dic, 2007
Año 2, No 4, p. 25- 36
REVEL, Judith. “Biopoder y devenir mujer de la política” En: Pensando el mundo
desde Bolivia, 8 de agosto de 2007
LUNA, Lola G., “La Historia Feminista del Género y la Cuestión del Sujeto” en:
REVISTA REBELIÓN, Oct, 2003
MUÑOZ, Patricia, “Ideologías entrelazadas: Matriarcado, Masculinidad,
fundamentalismos religiiosos y perpetuación de la VCM” (Cáp. 4) en VIOLENCIAS
INTERSECCIONALES. DEBATES FEMINISTAS Y MARCOS TEÓRICOS EN EL
TEMA DE LA POBREZA Y VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN
LATINOAMÉRICA. CAWN (Central America Women’s Network) 2011

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