Es sobrehumano e ilimitado.
Es sagrado, es decir, inspira admiración y es
digno de veneración.
Es necesario y absoluto.
Las razones que llevan al ser humano a creer
en un ser absoluto pueden ser:
1. El asombro y la gratitud ante las
maravillas del mundo.
2. El desamparo y el miedo.
3. La intuición de que hay también una
dimensión inmaterial tras el mundo
material.
4. La necesidad de una guía superior para
conciliar con valores y normas los
contrarios de la personalidad individual.
5. La incompletitud del ser humano, que
no halla en el mundo la respuesta a
sus preguntas y el sentido para ser
feliz.
Deísmo:
Existe un Dios origen del universo. Es posible
acceder a su existencia a través de la razón, pero
no conocer su esencia y mucho menos
comunicarse con él.
Agnosticismo:
Es posible saber si Dios existe o no, su existencia
no puede ser conocida.
Ateísmo:
Niega la existencia de la divinidad y achaca la
creencia a la necesidad de sentido, al miedo a la
contingencia y a la muerte.
Disertación:
La muerte es la manera más bonita de soñar
despiertos, es aquella a la que siempre le
tenemos un miedo increíble que no podemos
controlar y a la cual siempre recordamos.