Reynolds en 1883 presentaba el siguiente dilema, en sus extensos trabajos: "Aunque las
ecuaciones de la hidrodinámica sean aplicables al movimiento laminar, o sea sin remolinos,
mostrando que entonces la resistencia es proporcional a la velocidad, no habían arrojado
hasta ese entonces ninguna luz sobre las circunstancias de las cuales dicho movimiento
depende. Y, con todo y que en años recientes estas ecuaciones se habían aplicado a la
teoría del torbellino, no se habían aplicado en lo absoluto al movimiento del agua que es
una masa de remolinos, movimiento turbulento, ni habían ofrecido una pista para descubrir
la causa de que la resistencia a tal movimiento varíe como el cuadrado de la velocidad" y
agregaba: "Mientras que, cuando se aplican a olas y al movimiento del agua en tubos
capilares, los resultados teóricos concuerdan con los experimentales, la teoría de la
hidrodinámica había fracasado hasta la fecha en proporcionar la más leve sugerencia
acerca del porqué no logra explicar las leyes de la resistencia encontrada por grandes
cuerpos que se mueven a través del agua con velocidades sensiblemente grandes, o por
el agua en tuberías bastante anchas"
Reynolds buscaba determinar si el movimiento del agua era laminar o turbulento, existen
varias influencias para el orden, como su viscosidad o aglutinamiento, cuando más
glutinoso sea el fluido, menos probable es que el movimiento regular se altere en alguna
ocasión. Por otro lado tanto la velocidad y el tamaño son favorables a la inestabilidad,
cuanto más ancho sea el canal y más rápida la velocidad mayor es la probabilidad de
remolinos. La condición natural del flujo era, para Reynolds, no el orden sino el desorden;
y la viscosidad es el agente que se encarga de destruir continuamente las perturbaciones.
Una fuerte viscosidad puede contrarrestarse con una gran velocidad.
Reynolds bajo el punto de vista dimensional y con las ecuaciones fundamentales del
movimiento comenzó a resolver dichas dudas. A presión constante, pensó, las ecuaciones
del movimiento de un fluido equilibran el efecto de inercia, representado por la energía
cinética contenida en la unidad de volumen, U2, con el efecto viscoso, representado por el
esfuerzo de Newton, U/c, donde U es la velocidad media y c una longitud característica de
la corriente en estudio (el diámetro del tubo por ejemplo). Dio origen al siguiente parámetro
llamado "Número de Reynolds":
Luego de dejar todo el sistema lleno de agua durante varias horas, para asegurarse que
todo movimiento interno cesara, se abría poco a poco la pinza. El líquido colorado salía de
la boquilla F, primero adquiriendo la forma de la llama de una vela, luego alargándose, hasta
volverse un filamento muy delgado que al permitirse el desagüe por C se extendía por todo
el sifón. A la válvula C se le daban aperturas siempre mayores, para que aumentara la
velocidad del agua en el sifón; y al mismo tiempo se incrementaba el suministro de
colorante, a fin de que el filete se mantuviera visible. Contrariamente a lo previsto, con la
máxima abertura de la válvula, este último se mantenía todavía perfectamente claro y
estable a lo largo de todo el tubo, sin el menor asomo de perturbaciones en la corriente. Se
prolongó el brazo BC hasta casi tocar el piso para aumentar aún más la velocidad; pero
nada, el filete no se alteraba en lo más mínimo.
Los flujos en los que la viscosidad de un fluido no es despreciable pueden ser de dos tipos,
laminares o turbulentos. La diferencia básica entre los dos tipo de flujo fue drásticamente
demostrada en 1883 por Osborne Reynolds (1842–1912), por medio de un experimento en
que se inyectó un delgado chorro de tinta en medio del flujo de agua a través de un tubo
transparente.
Para tasas de flujo bajas, se observó que el flujo del chorro de tinta seguía un camino recto
y definido, lo que indicaba que el fluido se había trasladado en capas paralelas (láminas),
sin movimientos de mezcla macroscópica entre las capas. Este tipo de comportamiento se
llama flujo laminar.
Al incrementarse el caudal más allá de un cierto valor crítico el chorro de tinta se observó
que la misma se dividía conformando un movimiento irregular y extendido por toda la
sección transversal del tubo, lo que indicaba la presencia en el fluido de movimientos
macroscópicos de mezcla perpendicular a la dirección del flujo.
Dicho movimiento del fluido con características caóticas se llama flujo turbulento. Reynolds
demostró que la transición de flujo laminar a flujo turbulento siempre se produjo en un valor
crítico fijo del parámetro llamado número de Reynolds, definido como Re = Vd / ν ~ 3000,
donde V es la velocidad promedio del fluido a través de la sección transversal, d es el
diámetro del tubo, y ν es la viscosidad cinemática del fluido.
Un ejemplo que cotidianamente observamos de transición entre estos dos tipos de flujos es
el del humo de un cigarro. Al principio el humo sale del mismo conformando una especie
de tubo ascendente (flujo laminar), pero rápidamente cuando su velocidad aumenta y se
ensancha el área de flujo, el mismo se transforma en un flujo turbulento, caracterizado por
la formación de remolinos y el entrecruzamiento de líneas de flujo.
Algunas de las características de los flujos turbulentos son las siguientes:
La energía es traspasada desde los remolinos mayores a los remolinos más pequeños por
medio de interacciones no lineales, hasta que la misma es disipada por la difusión viscosa
en los remolinos más pequeños cuyo diámetro puede ser del orden de los milímetros.
Es la parte de un fluido limitado por un haz de líneas de corriente. Todas las partículas
que se hallan en una sección de un tubo de corriente, al desplazarse continúan
moviéndose por su sección sin salirse del mismo. De igual forma ninguna partícula exterior
al tubo de corriente puede ingresar al interior del tubo.
Por el contrario, fluidos que se mueven a velocidades altas con bajas viscosidades
presentan flujos no uniformes, irregulares con un comportamiento caótico, el proceso
de mezcla es intenso a nivel macroscópico. A este tipo de régimen de flujo se le denomina
Régimen Turbulento
Entre los dos tipos de régimen de flujo existe una región de transición donde
predominan los dos mecanismos
Para valores de Re altos, los flujos de fluidos tienden a ser turbulentos, lo cual se
consiguen con alta velocidad y baja viscosidad. Aquellos fluidos que tienen altas
viscosidades y/o se mueven a bajas velocidades tendrán Re pequeños y tienden a ser
laminares.