La palabra queso procede del latín caseus (de origen desconocido, quizás
relacionada con la raíz indoeuropea *kṷath2-, ‘hervir, burbujear’), luego, entre los
legionarios se hizo famoso el término formaticum (que significa moldeado), y la
frase caseus formatus llegó a significar queso moldeado. Así tenemos que al
queso, en francés se le diga fromage, en italiano formaggio o en catalán formatge.
Para los antiguos griegos el queso era «un regalo de los dioses». Hay centenares
de variedades de queso. Sus diferentes estilos y sabores son el resultado del uso
de distintas especies de bacterias y mohos, diferentes niveles de nata en la leche,
variaciones en el tiempo de curación, diferentes tratamientos en su proceso y
diferentes razas de vacas, cabras o el mamífero cuya leche se use. Otros factores
incluyen la dieta del ganado y la adición de agentes saborizantes tales como
hierbas, especias o ahumado. Que la leche esté o no pasteurizada también puede
afectar al sabor. Los quesos más suaves son los que están elaborados con leche
de vaca y los más fuertes o madurados son sobre todo los quesos de oveja.
Tipos de queso
La gran gama de quesos existentes hace imposible una clasificación única de los
mismos. Son muchas las características que los definen, como el grado de
añejamiento, o curado, la procedencia de la leche usada, su textura o su contenido
en grasa. A continuación se describen varios tipos, o características, de ellos.
Denominaciones de origen
TIpos de queso
Quesos frescos
Los quesos frescos son aquellos en los que la elaboración consiste únicamente en
cuajar y deshidratar la leche. A estos quesos no se les aplican técnicas de
conservación adicionales, por lo que aguantan mucho menos tiempo sin caducar.
Su mantenimiento se podría comparar al de los yogures, pues es necesario
conservarlos en lugares refrigerados. El hecho de procesar la leche en menor
medida hace que tengan sabores suaves y texturas poco consistentes.
Quark (Alemania)
Quesos curados
El proceso de curado hace que obtenga una textura bastante más dura y seca, así
como que se incremente la intensidad de su sabor, propiedad muy deseada entre
los amantes del queso. Sin embargo, muchas personas no toleran los sabores
fuertes, por lo que es fácil encontrar distintas variantes de curado para un mismo
queso, catalogándolos normalmente como tiernos, semicurados y curados.
Parmesano (Italia)
Quesos cremosos
El queso tiene un estado natural sólido, sin embargo es posible obtener una
textura más cremosa aumentando significativamente la cantidad de nata, y por lo
tanto de grasa. También es posible encontrar quesos de textura semicremosa.
Estos quesos se distinguen por la presencia de mohos, los cuales les dan sus
colores verdes o azulados. Quizá sea la variedad que más rechazo pueda causar
a simple vista, debido al color y al fuerte olor, que puede recordar al de la
descomposición. Sin embargo, su intenso sabor es uno de los más apreciados por
los gourmets del queso.
Para conseguir la proliferación de los mohos hay que almacenar los quesos en
lugares con humedades muy elevadas, normalmente del orden del 90 %.
Excelentes lugares para ello han sido tradicionalmente las cuevas. Los mohos que
proliferan en los quesos normalmente son del género Penicillium.
Roquefort (Francia) Cabrales (España) Stilton (Inglaterra)
Gorgonzola (Italia)
Propiedades nutricionales
Elaboración
La leche de vaca da al queso un sabor más suave que la de otros tipos de queso,
aunque ello depende de otros muchos factores, por lo que es fácil encontrar
quesos de vaca de sabor muy fuerte, como el Harzer Käse alemán, o el
gorgonzola italiano.
La leche de vaca entera es muy rica en grasa, por lo que es común utilizar leche
desnatada, o semidesnatada, con el fin de reducir el contenido en grasa. Sin
embargo, la grasa es uno de los elementos que más influye en el sabor del queso,
y por norma general, usar leche desnatada es sinónimo de pérdida de sabor.
En las zonas mediterráneas, donde no abundan las vacas, es más común usar
leche de oveja o de cabra, lo cual da un punto de acidez al queso. También es
posible mezclar distintas clases de leche, como en el caso del queso de Cabrales
en el que se utiliza una mezcla de leche de vaca, oveja y cabra.
Cuajado
Fermentación láctica
Es la más común para fabricar los quesos de pasta blanda, también la
más antigua puesto que se lleva a cabo de forma natural por medio de
las bacterias lácticas que viven en la leche. Este tipo de bacterias actúan
sobre la lactosa y la degradan a ácido láctico. Estas bacterias se han
aislado e identificado y se comercializan como fermentos para cultivo
directo Es por esta razón que cuando una leche está muy contaminada
su ph es muy ácido y la leche se presenta en grumos.
El ácido láctico se va liberando poco a poco aumentando
progresivamente la acidez de la leche y cuando esta alcanza un valor del
4,6 la masa líquida se coagula y precipita. En la quesería la acidez que
genera una coagulación efectiva comienza con un ph de 5,2 (55-60
grados Dornic).
La coagulación láctica si se realiza de forma natural es lenta y depende
de:
El tiempo y las condiciones de almacenaje que afectan
directamente a las poblaciones bacterianas y por lo tanto a la
producción del ácido
El tipo y la cantidad de bacterias que viven en la leche
La temperatura ambiente que aumenta o disminuye la población
bacteriana
La presencia de antibióticos o antisépticos que pueden destruir las
bacteria
Con lo anteriormente señalado es fácilmente compresible el porqué es
muy importante en la elaboración de quesos el tiempo transcurrido y el
almacenaje de la leche desde el ordeño. La población bacteriana varía
mucho de un momento a otro y por lo tanto es preferible utilizar la leche
durante la primera hora después del ordeño y no mezclar leche de
diversa fecha de ordeño, puesto que su composición no es la misma.
Cuajadas de fermentación mixta (láctica y por cuajo): Existen dos métodos:
Permitir que las cuajadas provenientes de la acción química del
cuajo se acidifiquen de forma natural tomando poco a poco las
características de las cuajadas de fermentación láctica.
Añadiendo el cuajo a la leche que está sometida a fermentación
láctica, en ese momento se acelera el proceso de cuajado. La
cuajada tiene características de ambos tipos, pero debido a la
eliminación de los minerales la pasta es friable y no muy cohesiva
luego no se pueden elaborar quesos de gran tamaño.
Procesamiento de la cuajada
Añejamiento
Los quesos frescos ya estarían listos para consumir llegados a este punto, sin
embargo, a la mayoría de quesos les queda todavía un largo periodo de
añejamiento y curado hasta estar completamente listos. Durante el añejamiento
dentro de los moldes, nuevos microbios se introducen en el queso, intensificando
su sabor. Lentamente la caseína y la grasa se convierten en una compleja red
interna de aminoácidos, aminas y ácido graso. Es habitual en algunas
gastronomías que tras el añejado, se conserve en aceite.
Cocinado
Equipos y materiales
Estufa.
Refrigerador.
Termómetro.
Reloj.
Cuchillo.
Recipiente para la leche
Filtro.
Cuchara de madera
Bolsas plásticas.
Leche fresca.
Cuajo
Sal
Agua caliente.
Olla de acero inoxidable
Ácido cítrico
Vaso
Cucharilla
Fuentes hondas
Paños para colar
Hielo
Procedimientos:
La leche fresca debe filtrarse empleando un lienzo limpio o filtros para eliminar las
impurezas y obtener un queso de óptima calidad, luego se la debe dejar en la olla
para ser pasteurizada a 75 ºC, llegada a esta temperatura se debe dejar reposar
hasta que baje a 40 ºC mientras tanto diluir una cucharilla de ácido cítrico en ¼ de
vaso con agua. Para elaborar queso mozzarella, ésta leche debe estar
completamente cortada pero no muy ácida, si esto sucede debe rebajarse
aumentando más leche fresca antes de hacer la mezcla con el cuajo. La acidez
óptima de la leche es de 35 - 38° D (° D Grados Dornic).
Cuando leche alcance una temperatura de 30°C, se agrega el cuajo (3/4 partes
relación de los quesos blancos).
Se deben sacar los quesos del suero y se dejan escurrir. El crecimiento de moho
puede ser un serio problema para el queso, por lo que resulta conveniente
empacarlo seco.
Equipos y materiales
Estufa.
Refrigerador.
Termómetro.
Reloj.
Cuchillo.
Recipiente para la leche
Filtro.
Cuchara de madera
Bolsas plásticas.
Leche fresca.
Cuajo
Sal
Olla de acero inoxidable
Vaso
Cucharilla
Fuentes hondas
Paños para colar
Hielo
Procedimientos.
Una vez pasteurizada, dejamos que la temperatura de la leche llegue hasta los
32ºC. Entonces agregamos el cuajo y lo dejamos reposar durante 20 - 30 minutos
para que se produzca la coagulación. Una vez cuajado se corta en cubos con la
ayuda de un cuchillo y se aumenta en dos grados la temperatura del recipiente y
de su contenido y se deja reposar por 15 minutos.
Preparación de quesillo
Equipos y materiales
Estufa.
Refrigerador.
Termómetro.
Reloj.
Cuchillo.
Recipiente para la leche
Filtro.
Cuchara de madera
Bolsas plásticas.
Leche fresca.
Cuajo
Sal
Olla de acero inoxidable
Vaso
Cucharilla
Fuente honda
Hielo
Procedimiento:
Una vez pasteurizada, dejamos que la temperatura de la leche llegue hasta los
32ºC. Entonces agregamos el cuajo previamente diluido en ¼ de vaso con agua y
lo dejamos reposar durante 20 - 30 minutos para que se produzca la coagulación.
Una vez cuajado se corta en cubos con la ayuda de un cuchillo y se aumenta en
dos grados la temperatura del recipiente y de su contenido y se deja reposar por
15 minutos.
Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Queso