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Quebrada #67
San Miguel de Allende
Guanajuata, Mexico
Acaparamiento de tierras. “Land grab”, en inglés. Es una tendencia que está ocurriendo
desde hace relativamente poco tiempo, y es uno de los rasgos perversos que puede
acompañar el proceso de globalización. Consiste en la compra –o alquiler– masivo de
tierras que hacen países con déficit de producción de alimentos, por escasez relativa de
tierras, o para asegurarse la provisión de agrocombustibles a otros países. Entre los
principales compradores están los grandes exportadores de petróleo –Arabia Saudita,
Emiratos Árabes– que tienen escasas tierras de cultivo para alimentos. Compradores
también son Japón, Corea del Sur, Egipto, India y China, que adquieren derechos sobre
extensas áreas ya sea para alimentos o para agrocombustibles. Según The Economist (21
mayo 2009), la China ha adquirido derechos para cultivar 2.8 millones de hectáreas de
palma aceitera en el Congo, y está negociando 2 millones de hectáreas más con Zambia
para la producción de biodiesel.
Entre los vendedores hay países que sufren hambrunas periódicas por razones climáticas
o por guerras, como los mencionados, y también Etiopía y Sudán.
América Latina no se salva de este proceso. Según GRAIN, una ONG internacional, a
fines de 2007, Mitsui compró al Brasil 100 mil hectáreas de tierras para la producción de
soya a través de su participación en Multigrain SA, el 40% de la cual está ahora en sus
manos. La India ha comprado plantaciones de palma en Indonesia, y están interesados en
Uruguay, Paraguay y Brasil para la producción de lentejas y soya que importaría. Según
la Federación Agraria Argentina, el 10% del territorio argentino está en manos de
extranjeros. El terrateniente más grande del país es Benetton, con unas 900.000 hectáreas.
El Perú no está a salvo de estas corrientes. Si bien no tiene extensas áreas de cultivo
disponibles, hay intereses por deforestar el bosque amazónico para la producción de
palma aceitera para biodiesel. En la costa, la empresa norteamericana Maple adquirió
cerca de 12 mil hectáreas de tierras eriazas en el valle del río Chira para sembrar caña de
azúcar y producir etanol. Por lo demás, el importante proceso de concentración de la
propiedad de las tierras de cultivo en el Perú, reseñado en La Revista Agraria 107
(www.cepes.org.pe), es también una expresión de la dinámica de la globalización, pues
está impulsado enteramente por los mercados internacionales de agrocombustibles y de
productos alimenticios de alto valor que constituyen la casi totalidad de los llamados
productos agrarios ‘no tradicionales’.
El proyecto de ley del Apra para establecer un límite máximo de 40000 has de tierras
agrícolas en la costa buscaría convalidar esta concentración, que se va asemejando a la
que prevalecía antes de la reforma agraria, iniciada precisamente hace 40 años, en 1969.
Derecho al Fuente
http://www.larepublica.pe/actualidad-economicafernando-eguren/28/07/2009/la-
concentracion-del-control-de-las-tierras-agricolas