y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas. 2.Sabemos que Dios no creó la Tierra en un estado de desorden, sino en forma ordenada y para ser habitada. 3. “Y la tierra estaba (se volvió) desordenada y vacía...” 4.Aquí de nuevo, se debe corregir el texto, puesto que la palabra “estaba” que es “hayah” en el hebreo, mejor se traduce “se volvió” como así aparece en Gn 2:7 y 19:26 5. Sabemos que Dios no creó la Tierra en un estado de desorden (noten 1 Co 14:33) sino en forma ordenada y para ser habitada como confirma la siguiente escritura: “Porque así dijo el Eterno, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, él la hizo y la compuso; no la creó en vano; para que fuese habitada la creó...” (Is 45:18). 6.Por consiguiente, algo le pasó a la Tierra para convertirla “desordenada y vacía”. Sabemos que antes de la creación del hombre, el arcángel Lucifer y sus ángeles se rebelaron contra Dios y fueron lanzados a la Tierra (vea Lc 10:18; Ap 12:3-4; Is 14:12-15; Ez 28:12-17). 7. Hubo una gran batalla galáctica que dejó la hermosa creación de Dios “desordenada y vacía”, es aquí donde se sitúa el versículo dos de Gn 1. 8. 9.Se cernia, empollaba, aleteaba, revoloteaba, fecundaba 10. No ha dejado de moverse. Mat. 14;24-27 11. Los entendidos entenderan . dan 12;10 12. A la 4 vigilia- dia cuarto-sol de justicia 13. La mujer vestida del sol- la lumbrera mayor. Apoc. 12:1 14. En él descubrimos que Dios es primero que nada Espíritu y creador, restaurador, vivificador, activador de la palabra de Dios y ante todo que él siempre ha sido, es y será un Dios que está en constante movimiento.y que da vida. Se mueve en mi corazon 15. Yo veía a Satanás caer como un rayo Lucas 10:18 16. 17. En este principio nos damos cuenta que la tierra y el universo se encuentra de caos (de la palabra hebrea: Tohu vabohu) y en necesidad de orden. Este orden se realiza en el momento en el que Dios, que está en constante movimiento, empieza a realizar su obra, ordenando todo y cuanto hay sobre el universo. 18. Para esto Dios se usa de su Espíritu (Ruah en hebreo para decir viento o espíritu, el viento de Dios), Es solamente por medio de ese Espíritu en el que el precepto viene a ser realidad en el universo entero. Si no hay Espíritu, no puede haber orden y a través de toda la historia de la humanidad, Dios ha manifestado su deseo de orden. 19. era el caos; y para convertirlo en esa cosa bella que es el mundo al presente—aunque es un mundo caído—era necesario que el movimiento del Espíritu de Dios se diera sobre él. 20. UN PARALELO ENTRE LA OBRA DEL ESPÍRITU EN LA ANTIGUA CREACIÓN Y EN LA NUEVA. 21. Según el diccionario, desordenado significa en confusión, o alterado su orden, salida de regla, tenía malas costumbres, en disturbi 22. 23. Cuales situaciones se presentaran hoy en nuestro camino, el verso 2 dice que “la tierra estaba desordenada, vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo” pero también dice que estaba en el mismo escenario el Espíritu de Dios en la faz de las aguas”, había dos situaciones diferentes y contrapuestas, desorden, vacío y tinieblas, así como abismo; pero también estaba el espíritu de Dios, movimiento y faz de las aguas. 24. Yo creo que quizá hoy enfrentaremos las mismas circunstancias; quizá hoy veremos desorden, vacío, abismo, tinieblas, en la calle, en la ciudad, en el trabajo, la oficina, o aun en nuestro hogar, pero también veremos la obra del espíritu de Dios, movimiento, señal de vida y agua, señal de frescura y reposo; sobre cual de los dos escenarios fijaremos nuestros ojos? 25. Somos muy propensos a mirar de primer plano las tinieblas, el vacío y el desorden y eso abre ante nosotros la faz del abismo. Pero, porque mirar el abismo? Si nosotros no hemos sido hechos para el abismo, hemos sido hechos para el orden, la luz y la llenura, la plenitud de luz que nos envuelve. 26. Mientras miramos el abismo, no podemos mirar las aguas, nuestra mirada no ha sido hecha para contemplar dos mundos, solo uno, si miras a Dios, no podrás mirar al enemigo, si miras al enemigo, no podrás mirar a Dios, si miras el abismo no podrás mirar las aguas, pero si miras las aguas, no podrás mirar el abismo… Que miraras hoy? 27. Cuando miramos las aguas entonces veremos al espíritu de Dios y el verso dice que el espíritu de Dios se movía, y el movimiento es señal de vida, donde hay vida hay movimiento, y donde hay movimiento allí opera el Espíritu de Dios; no el espíritu de muerte. 28. Oh Padre, Gracias por permitirnos ver la obra de tu Espíritu y la faz de las aguas, a pesar del desorden, el vacío, las tinieblas y el abismo, que aveces quieren quitarnos la perspectiva de victoria y paz. Hoy queremos vivir en la faz de las aguas. 29. 30. Es muy importante que veamos aquí los agentes de restauración en la tierra que la Biblia nos revela, pues Dios no cambia, él sigue siendo el mismo: 31. 32. 1. El Espíritu de Dios, Gén. 1:2b (la frase “Se movía” del hebreo rakjaf, traduce además: empollar, revolotear, moverse. Implica la acción de un ave cuando cubre y calienta los huevos de los futuros polluelos. Nos habla de la acción del Espíritu Santo preparando el escenario y organizando el ambiente de la acción de Dios; esto nos recuerda que también el Espíritu Santo vino sobre María antes de nacer Jesús de Nazaret, y como vino sobre nosotros para nacer de nuevo en Cristo. Definitivamente es el Espíritu de Vida). Por eso es fundamental: “La Renovación por el Espíritu Santo”. tito 33. 34. 2. La Palabra de Dios, Gén. 1:3a (“Y dijo Dios”, la Biblia nos enseña que Su palabra es viva y eficaz; que somos renacidos por la palabra de Dios que viva y permanece para siempre; Su palabra es vital; es nuestro pan, es decir alimenta nuestro espíritu. Cuando el profeta Ezequiel vio el valle de los huesos, Dios le dijo: “profetiza y di: Huesos secos, oíd palabra de Jehová, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis”. Es hermoso ver la eterna y poderosa obra conjunta del Espíritu Santo y la Palabra de Dios).las palabras que yo os he hablado 35. 36. 3. La luz de Dios, Gén. 1:3b (“sea la luz, y fue la luz”. Es la luz primera sobre la tierra, pues la luz de las estrellas y del sol, aparecen en el cuarto día, ver Gén. 1:14-19. La luz de Dios es diferente a la luz del sol o de las estrellas, es diferente a la artificial o demoniaca, pues ésta luz divina no sólo ilumina, ella resplandece haciendo retroceder las tinieblas, y no solo deja ver, sino que trae revelación, discernimiento, es decir no solo podemos ver, sino que nos hace comprender las verdades de Dios. 37. 38. Reflexión final: Es Dios, quien trae orden de verdad a nuestra vida, es Dios quien realmente restaura, él trae Su luz, nos ayuda a comprender Sus caminos y nos da su fuerza para observar y alcanzar lo que él ha dispuesto. 39.