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¿QUÉ NOS DEJÓ EL AÑO


DE LA MISERICORDIA?

Hernán Pablo Fanuele

El Año Santo de El título de esta nota: Qué nos dejó el de Jesús, pero en la lógica de la destreza,
la Misericordia Año de la Misericordia, puede llevarnos de la adquisición de hábitos que perduren
tiene que a pensar que es algo que pasó y se fue. en el tiempo. El Año Santo de la Miseri-
dejarnos Las comunidades, colegios, movimientos cordia tiene que dejarnos dinámicos en la
dinámicos en y parroquias se involucraron con diferen- gimnasia de la ternura y el encuentro.
la gimnasia de te intensidad en la propuesta del papa
la ternura y el Francisco, pero nadie quedó indiferente. Podríamos cosechar tres oportunidades
encuentro. Más cerca o más lejos, más o menos invo- entre muchas otras riquezas regaladas
lucrados, todos se sintieron convocados. por el Jubileo: Despabilamiento del ciclo
Sin embargo, nos hemos acostumbrado anual, Oportunidades de encuentro, Reno-
a vivir en una cultura que gusta de los vada originalidad evangélica.
impactos pasajeros, de las propuestas es-
pectaculares y fugaces. Haríamos bien en
estar atentos a no “viciar” de pasajera la 1. Despabilamiento del ciclo anual:
propuesta de vida nueva que trae el viejo Algunos agentes pastorales recordarán
anuncio de la Misericordia. que en el umbral del tercer milenio se
Decimos viejo porque es tan eterna había generado una hermosa movida
como… Dios. En todo caso podríamos pastoral arquidiocesana en Buenos Aires.
decir: “que pase el Año, pero no la Miseri- Con el pastoreo de los obispos, algunos
cordia”. Este Jubileo extraordinario se nos encuentros en las Vicarías y una serie de
ha propuesto a la manera de los ejercicios lineamientos y orientaciones práctico-es-
del tiempo fuerte de cuaresma, donde se pirituales, se nos invitaba a prepararnos
subrayan determinadas actitudes para para celebrar los dos mil años del naci-
alcanzar nuestra identidad con el Corazón miento de Jesucristo enmarcados con la
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Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente del papa va. Necesitamos de estas “motivaciones temáticas”
PAUSA EN EL CAMINO

Juan Pablo II. La Carta proponía celebrar en cada que, estructuradas en el ciclo anual, nos ayuden a
año una fase para recibir el inicio de milenio con el saborear inexplorados sentidos en lo de siempre, nos
corazón preparado. Algo tan trascendente necesitaba muevan a despabilarnos para gozar de la riqueza de
una importante preparación, como una especie de nuestro tradicional ciclo anual litúrgico.
gran adviento.
Este tipo de propuestas pastorales, ya tradicionales
Todos nos fuimos involucrando en aquella propues- en la iglesia , nos permiten “celebrar los misterios en
ta. Aparecían estampas, recursos, pistas pastorales claves”, como las claves musicales. Celebrar el Ad-
para niños y jóvenes. Las homilías se enmarcaban en viento “en clave de misericordia”, celebrar la Navidad
sintonía con el año de cada fase. Las canciones se “en clave de misericordia”, celebrar la Pascua “en
elegían en las liturgias para que ayuden a resaltar clave de misericordia”. De este modo, esperando cada
el ciclo en el que nos encontrábamos. En cada etapa tiempo litúrgico, podríamos incorporar en nuestra
se respiraba el acento que se nos proponía: la fase pastoral la “clave” que nos proponga el Papa cada
ante-preparatoria, el año dedicado al Hijo, otro al año o cada tanto para poder interpretar y celebrar
Espíritu Santo y al Padre, finalmente. desde determinados brillos las fases anuales del único
Misterio de Cristo.
Algo muy parecido sucedió en el Jubileo Extraor-
dinario de la Misericordia. Como en otras ocasiones,
pudimos sentir que nuestro caminar siendo iglesia se
teñía de una coloratura especial. Desde el anuncio del 2. Oportunidades de encuentro
Gran Año todos quedamos impactados, y los soñado- En la perspectiva del estilo del papa Francisco, un
res de la pastoral, apenas anunciado el Gran Año, ya Año Santo de la Misericordia no solo ha dejado una
pensaban qué hacer con los niños, con los matrimo- hermosa estampa de su apostolado, sino que ha sem-
nios, con los catequistas, cómo íbamos a vivir el Vía brado una revolución.
Crucis ese año, qué ideas de misericordia incorpora-
ríamos en el guión del Pesebre viviente, qué estilo de Tuvo la feliz coincidencia de celebrarse el mismo año
evangelización asumirían los grupos misioneros de de la publicación de la Exhortación Apostólica Postsino-
cada colegio, movimiento y parroquia. Todo parecía dal Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. Durante
amalgamarse con la propuesta tendiente hacia un toda su etapa preparatoria de consulta internacional,
mismo horizonte. en la celebración del Sínodo de octubre de 2014 y en la
Asamblea General Ordinaria de Obispos de 2015 sobre el
Esta es una de las riquezas que nos ha dejado el mismo tema, se ha generado gran expectación interna-
Año de la Misericordia: un nuevo reloj en nuestros rit- cional. En sus ejes de “acompañar, discernir e integrar”,
mos, la incorporación de diferentes “lógicas de ciclo”, se ve el gran esfuerzo de abrazar misericordiosamente a
las cuales, sin excluir o reemplazar las tradicionales, todos.
se suman para enriquecer nuestra experiencia de
ser caminantes. Por práctica sabemos que los ritmos Otro regalo de propuesta de encuentro que nos
tienden a volverse rutinas si pierden el sentido y se deja el Año de la Misericordia ha sido el impacto que
instalan en una monotonía superficialmente repetiti- dejó en los jóvenes la Jornada Mundial de la Juventud
en Polonia. El Vía Crucis de los jóvenes, las Vigilias

1. Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, n. 31 - AAS 86 (1994)


2. Galtés, Joan (1999). Vivir el jubileo. Colección «Celebrar», volumen 57 (4ª edición). Barcelona: Centre de Pastoral Litúrgica.
3. Exhortación Apostólica Post-sinodal Amoris Laetitia, n. 5 – AAS 107 (2016): “Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el contexto de
este Año Jubilar de la Misericordia”
4. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, n. 11 – AAS 105 (2013): “Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura
original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de
renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva»”.
5. Idem, n. 34: “El problema mayor se produce cuando el mensaje que anunciamos aparece entonces identificado con esos aspectos secunda-
rios que, sin dejar de ser importantes, por sí solos no manifiestan el corazón del mensaje de Jesucristo”.
PAUSA
EN EL CAMINO 17
de oración, las Catequesis regionales de la JMJ por
idiomas, etc… todo ayudó a imprimir en los peregri-
nos un signo de misericordia que se convirtió en un
sentir que no se apaga, según el testimonio de los
participantes.
Otro impacto ha sido la coincidencia del Año Santo
junto a la publicación de la Carta Encíclica Laudato
Si´. La llave de comprensión de la encíclica radica
en redescubrir el encuentro, la verdadera “ecología
integral”. Sin una ecología entre las personas no po-
demos pretender un cambio en el trato con la natura-
leza. El lenguaje pontificio nuevo que se propone en
la Encíclica, el abrazo entre fe y ciencia y la empatía
del Papa con las preocupaciones de nuestro tiem-
po convirtió a este documento en uno de los más
comentados y apreciados por el mundo científico,
periodístico e interdisciplinario.
La misericordia no se ha quedado en el registro
de un recuerdo romántico, sino que ha tenido ecos
en la Misericordia del Padre todo parece reordenarse.
contundentes de encuentro y actitud receptiva mani-
Nos reubicamos. Se recuperan las prioridades, se esta-
festados en las coincidencias antedichas.
blece el lugar de cada valor, se armonizan las búsque-
das, se relativizan las nimiedades.

3. Renovada originalidad evangélica Cuánto dejará como huella en nuestros corazones


el Año Santo de la Misericordia, solo lo sabremos por
Finalmente, podemos alegrarnos por este otro don los frutos en los próximos años. Tenemos licencia
de los tantos que ha logrado dejarnos el Año de la para sospechar y esperar que se haya provocado un
Misericordia: un refresco. La iglesia necesita, en todo reverdecimiento del sentido profundo del mensaje de
momento, espacios y tiempos de refresco, como los ha Jesucristo, una mirada de las situaciones de nuestro
entendido el espíritu conciliar del Vaticano II. El redes- tiempo en la óptica de la misericordia, una verdad
cubrimiento del eje del evangelio provoca el abrazo a anclada en la Encarnación y en el Amor Resucitado
lo esencial desde nuestro hoy. ¿Puede existir algún proclamado en el lenguaje de la misericordia, un
patrón adenéico más nuclear en la Buena Noticia que la caminar fiel calzados en sandalias de misericordia.
Misericordia? Cuando el pueblo de Cristo fija la mirada

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