HABIT
ÁFRICA
HABITÁFRICA
Cuatro realizaciones
de habitabilidad básica en África:
Angola, Mauritania, Mozambique y Namibia
FUNDACIÓN CEAR
© Fundación CEAR
Plaza de la Constitución, 3, local 15
28760 Tres Cantos. Madrid. España
e-mail:info@funcacioncear.org
ISBN: 978-84-8198-690-7
Depósito legal: M-10.682-2007
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HABIT
ÁFRICA
ÍNDICE GENERAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Juan Pablo de Laiglesia, Secretario General de la AECI
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
José Manuel Romero Moreno, Presidente de la Fundación CEAR
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
José Manuel Romero Moreno, Presidente de la Fundación CEAR
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ÁFRICA Prólogo
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PRÓLOGO
HABITÁFRICA
El análisis de los proyectos incluidos en este volumen, que han contado con el
apoyo financiero de la AECI (un 78,5% de los costes directos totales, en promedio),
arroja un balance muy positivo bajo la doble perspectiva de la calidad técnica de las
soluciones constructivas y urbanísticas adoptadas, y del rigor en su metodología y
objetivos como proyectos de lucha contra la pobreza.
Vale la pena fijarse especialmente en la originalidad y eficiencia de las interven-
ciones, y en el empoderamiento de los beneficiarios mediante intensos procesos de
participación y auto-organización, aspectos todos ellos que quedan documentados
con claridad en esta obra. Entre las lecciones aprendidas que se deducen, cabe resal-
tar quizás tres, sencillas pero fundamentales:
La visión del hábitat como un conjunto de recursos para la vida, más allá de la
vivienda misma.
Situar el objetivo de la cooperación en habitabilidad básica en la creación de las
condiciones mínimas que habilitan para el desarrollo de un proceso gradual de
mejora.
La importancia de la dimensión cultural local en el diseño de las soluciones,
tanto físicas como organizativas, sin renunciar en ningún caso a la aplicación de
principios de sostenibilidad y equidad.
El interés de los ejemplos presentados también radica en su propia variedad,
tanto en lo que se refiere a las situaciones y contextos en que se plantean (entornos
rurales y urbanos, situaciones post-conflicto, creación de nuevos asentamientos
frente a mejora de asentamientos existentes…), como a los resultados materiales
perseguidos (viviendas, escuelas e infraestructuras, talleres productivos, etc.).
En suma, creo que la cooperación española debe felicitarse por la iniciativa de la
Fundación CEAR de publicar este libro, como síntesis y reflexión sobre unas bue-
nas prácticas en la lucha contra la pobreza en el continente africano, y, sobre todo,
como instrumento de apoyo y estímulo para futuras intervenciones en materia habi-
tacional en ese continente.
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HABIT
ÁFRICA Presentación
Ha transcurrido más de la mitad del plazo que en Fundación CEAR habíamos esta-
blecido para el desarrollo de la primera fase de la Estrategia de Habitabilidad Básica
en África. HABITÁFRICA 2001-2010. Es tiempo de comenzar a analizar y siste-
matizar los primeros resultados. Evaluar aciertos y errores, realizar un inventario de
enseñanzas aprendidas para el desarrollo futuro de la estrategia, y efectuar una
modesta aportación al sector. Asimismo queremos que la transparencia del trabajo
que realizamos forme parte de nuestra manera de entender la cooperación y de ren-
dición de cuentas de proyectos ejecutados con financiación pública. Éstas son las
razones que nos han llevado a realizar del libro que hoy presentamos HABITÁFRI-
CA, cuatro realizaciones de habitabilidad básica en África.
El libro, resultado del trabajo realizado en su preparación por el equipo técnico
de la Fundación CEAR, presenta en su primera parte una aportación colectiva
sobre la estrategia HABITÁFRICA. El capítulo central recoge una aportación
magistral del doctor ingeniero Julián Salas, especialista en temas de hábitat, que
tomando como base el informe de valoración profesional realizado por él mismo,
con el doctor arquitecto Felipe Colavidas y la arquitecto Belén Gesto, con la cola-
boración de David González y con fotos de Isadora Hastings, todos ellos del
Instituto de Cooperación en Habitabilidad Básica (ICHAB), desarrolla un amplio
capítulo sobre la pertinencia de la cooperación española en habitabilidad básica y los
resultados del programa HABITÁFRICA I. Finalmente el libro recoge en una ter-
cera parte, un trabajo del arquitecto Pablo Palomino, director de la segunda fase del
proyecto en Mauritania y consultor de Fundación CEAR, sobre enseñanzas que se
derivan de los proyectos ejecutados. A todos ellos nuestro agradecimiento por haber
hecho posible este libro.
No podríamos dejar de referirnos a la hora de presentar balance de los primeros
resultados de HABITÁFRICA, a los que lo han hecho posible con su trabajo en
Fundación CEAR. Gracias a María Jesús Arsuaga y a Ramón Muñagorri, actual
Secretario General, que promovieron y han impulsado desde su inicio en 2001 esta
estrategia sectorial en habitabilidad básica. Gracias a Silvia Escobar, Secretaria
General en un periodo clave para la Fundación, y a Delia Blanco, por sus apoyos
como patronos de la Fundación al desarrollo de la estrategia, y a Diego Hidalgo,
igualmente patrono de la Fundación, por su especial contribución. A Luis Vierna,
por su trabajo en el Consejo y la colaboración en el proyecto de Nouachot. Gracias
a Elena Cibeira y Luisa Barrenechea, que dirigieron en una etapa los proyectos y
que contaron con el gran apoyo de Amaya Muñagorri, y a Teresa López, que con el
apoyo del ICHAB dirigió el arranque del primer programa. A Carmen Arteaga, que
colaboró acertadamente a la definición de la estrategia. A José Luis Pimentel, actual
director de Proyectos, y a María Alonso, actual directora del Área de Desarrollo
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PRESENTACIÓN
HABITÁFRICA
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PRIMERA PARTE
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Cooperación para el desarrollo de la habitabilidad
ÁFRICA
básica en África: estrategia HABITÁFRICA
Departamento de Proyectos de la Fundación CEAR1
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ÁFRICA
1. Ramón Muñagorri, José Luis Pimentel, María Alonso, José María Matellán,
Idoia Oneca, Beatriz de la Calle, María Esparcia, Mónica Varela, Irene Bello
y Javier Bendezú.
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ÁFRICA
1. Antecedentes, contexto y descripción
de la estrategia HABITÁFRICA
18,0
16,0
14,0
12,0
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0 El mundo
África
0
1951-55 1956-60 1961-65 1966-70 1971-75 1976-80 1981-85 1986-90 1991-95 1996-00 2003
Fuente: ACNUR.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
muchos de ellos inducidos por los intereses de los países del Norte, desgarran al
continente, agravan el subdesarrollo y provocan el desplazamiento interno y el
éxodo de refugiados, que en su mayoría son acogidos en países de la misma región.
Además, la mayor parte de la población africana vive en la extrema pobreza, lo
que explica la sangría constante que supone la emigración forzosa: África ha queda-
do al margen de la globalización; si bien cuenta con el 15% de población del planeta,
su economía supone únicamente el 1,2% del PIB. África Subsahariana es, según
todos los indicadores, la zona más pobre del planeta; 33 de los 47 países de la región
forman parte del grupo de los países menos desarrollados del planeta; la esperanza
de vida al nacer es de 46,3 años; el índice de alfabetización de adultos es del 63,2%;
el índice bruto de escolaridad es del 44%; y el Producto Interior Bruto por habitante
medio en África es de 1790 USD, unas 15 veces menos que el de un español medio.
Junto a ello hay que destacar que la población africana se ha triplicado en los
últimos cincuenta años, hasta alcanzar la cifra de 580 millones de habitantes y que
se duplicará de nuevo en los próximos 20 años.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Estos objetivos se consideran mínimos, ya que según se recoge en el Anuario
2006 de la Plataforma 2015 y más3, incluso aunque se cumpliera el primero de
dichos objetivos (reducir a la mitad el porcentaje de personas que viven con menos
de un dólar al día en 2015), más del 22% de la población de África Subsahariana
dispondría todavía de menos de un dólar diario para su subsistencia.
Proyección del porcentaje de población que en el 2015 seguiría viviendo con menos de un dólar al día,
de continuar la tendencia actual.
Fuente: www.gapminder.org
Fuente:
www.actualidad.terra.es
3. La Plataforma 2015 y más está compuesta por ACSUR-Las Segovias, Arquitectos Sin Fronteras, Asamblea de
Cooperación por la Paz, CEAR, Fundación CEAR, Cooperación, Economistas sin Fronteras, IEPALA, IPADE,
ISCOD, MPDL, PTM-mundubat, Paz y Solidaridad y Solidaridad Internacional.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Una de las principales causas de la migración es la pobreza y la falta de futuro para las
poblaciones, y muy especialmente los jóvenes, de una gran parte del llamado Tercer Mundo.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
España, en las últimas décadas, ha pasado de ser un país de emigración a recep-
tor de personas de otros países, y más recientemente se ha convertido en el destino
de grandes flujos de inmigración, tanto regular como irregular. Ante ello CEAR y
Fundación CEAR han ido ampliando su mandato social para trabajar en la protec-
ción, ayuda e integración de la inmigración, con especial atención a los grupos más
vulnerables.
El fenómeno migratorio no es sólo, ni principalmente, una cuestión de políticas
de fronteras o de seguridad, sino un problema de falta de desarrollo en los países de
origen. Por ello CEAR y Fundación CEAR, desde sus respectivos ámbitos y expe-
riencias, han puesto en marcha programas de acción integral en África a través de
dos programas: MIGRÁFICA y HABITÁFRICA.
El Consejo Europeo de Tampere de 1999, que sentó las bases para establecer una
política de migración europea, declaró entre sus conclusiones:
“La Unión Europea necesita un enfoque global de la migración que trate los pro-
blemas políticos, de derechos humanos y de desarrollo de los países y regiones de origen
y tránsito. Para ello es necesario luchar contra la pobreza, mejorar las condiciones de
vida y las posibilidades de trabajo, prevenir los conflictos, consolidar los Estados demo-
cráticos y garantizar el respeto de los derechos humanos, en particular los derechos de
las minorías, de las mujeres y de los niños.”
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HABITÁFRICA
Con esta perspectiva integral, la Fundación CEAR viene trabajando desde 1997
con los siguientes objetivos:
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
• Considerar la habitabilidad básica como un instrumento fundamental en la
lucha contra la pobreza.
• Entender habitabilidad básica como una intervención de desarrollo integral,
que mejora las condiciones de alojamiento de las poblaciones, infraestructu-
ras de agua y saneamiento, proporciona servicios primarios de educación y
salud y promueve actividades productivas elementales (pequeños talleres,
agricultura comunitaria, pesca artesanal y otras).
• Promover junto a intervenciones ocasionales de rehabilitación y mejora de
viviendas, la reconstrucción o construcción de gérmenes de ciudad, para colecti-
vos humanos sin cobijo, mejorando las áreas rurales precarias o barrios margi-
nales, todo ello con criterios de respeto y conservación del medio ambiente.
• Apoyar el fortalecimiento de la sociedad civil y fomentar tanto la participación
de los beneficiarios, especialmente de las mujeres, en la formulación de los
proyectos como en la ejecución de las obras de rehabilitación o autoconstruc-
ción, favoreciendo la ayuda mutua y la estructuración del tejido comunitario.
• Fortalecer el papel de las Administraciones locales en la ordenación territo-
rial, la planificación urbanística y la gestión de infraestructuras básicas, así
como en el control del suelo y la defensa del medio ambiente.
• Integrar instrumentos transversales: constitución de microcréditos monetarios
para actividades productivas de mejora del hábitat; constitución de fondos rota-
torios; fomento de cooperativas; creación de centros para la alfabetización, la
formación básica y la formación en gestión de pequeñas empresas.
• Fomentar la cooperación Sur-Sur mediante el trabajo conjunto de nuestros
socios locales y ONGDs, y apoyando la formación de consorcios.
• Buscar cauces para la participación de los inmigrantes en la formulación y
ejecución de la estrategia HABITÁFRICA, en fomento del codesarrollo.
• Sensibilizar a la ciudadanía española, sobre la gravedad de las necesidades
elementales del hábitat en África.
6. Los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, que abarcan desde reducir a la mitad la pobreza extrema hasta la
detención de la propagación del VIH/SIDA y la consecución de la enseñanza primaria universal para el año 2015,
constituyen un plan convenido por todas las naciones del mundo y todas las instituciones de desarrollo más impor-
tantes a nivel mundial.
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HABITÁFRICA
La Fundación CEAR, a través de HABITÁFRICA, refleja esta idea así como los
Objetivos del Milenio de Naciones Unidas para 2015, de lucha contra la pobreza,
mencionada anteriormente. Entre ellos se establecen dos objetivos específicos:
Meta 10
Reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje de personas que carezcan de
acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
Meta 11
Haber mejorado considerablemente, para el año 2020, la vida de por lo menos 100
millones de habitantes de tugurios.
7. Estos países se insertan en las bases del mandato de la Fundación, poblaciones desplazadas o de fuertes impactos
migratorios. Además son países considerados preferentes también por otras Administraciones con las que colabo-
ra la Fundación CEAR, Comunidad de Madrid, Gobierno canario, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Ma-
drid, lo que permite aunar esfuerzos para una mayor eficacia.
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2. El programa HABITÁFRICA.
Más que construir viviendas
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Los programas que componen este HABITÁFRICA III han sido seleccionados
y formulados de manera muy detallada, ya que es la primera vez que dentro de finan-
ciación a través de la AECI ha sido posible invertir en la fase de identificación y pla-
nificación. Éste ha sido uno de los avances más importantes de los convenios de coope-
ración, como nuevo instrumento de financiación de la AECI a través de ONGDs.
El proceso de identificación de los convenios (ver esquema) tuvo un enfoque
participativo que buscó desde un inicio el involucrar a líderes locales, autoridades
gubernamentales y a la población beneficiaria. Uno de los aspectos más relevantes
de este proceso fue el desarrollo de Diagnósticos Rurales Participativos (DRPs) que
han permitido que los pobladores y autoridades locales pudieran expresar sus ex-
pectativas. Las conclusiones de estos DRPs fueron presentadas a la población y va-
lidadas en un proceso de retroalimentación que ha permitido que el objetivo y las
actividades del convenio sean asumidos como propios.
- Informes de entrevistas
s - Matriz de necesidades detectadas
/participante - Material fotográfico
beneficiarios
Terreno con cio Local
SISTEMA DE Oficina - So CONTACTOS
ANÁLISIS INSTITUCIONALES
SITUACIONAL - Planes de desarrollo
Terreno - Oficina - Socio Local - Informes gubernamentales, ONGs, otros
- Buenas prácticas
CONV-AECI
- Estadísticas sectoriales
2006
Terreno FUENTES
con ben
eficiari SECUNDARIAS
os/par
ticipan
Terr tes
eno
con - Diversas metodologías
bene
ficia - Entrevistas, grupos focales
Ter rios
ren /par - Talleres
ticip
oc ante - Informes de DP
on s-O
ben ficin - Material fotográfico
efic a-S
iar ocio DIAGNÓSTICOS
ios Loca
Terre
/pa l PARTICIPATIVOS
rtic
ipa
no -
So
cio
ina
Lo - Árboles de problemas
- Acuerdo con Sol cal
- Árboles de objetivos
- Sinergia con políticas - DAFOs
y prioridades locales
y gubernamentales
ÁRBOLES Y DAFO
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ÁRBOL DE PROBLEMAS QUE RESUME LAS CAUSAS DEFICIENTES CONDICIONES DE HABITABILIDAD
A LAS DEFICIENTES CONDICIONES DE HABITABILIDAD
Inesistente o
deficientes
servicios básicos Escasa Poca capacidad
Saneamiento Red de saneamiento Deficiente planificación de las Deficientes planes
en las viviendas
14/3/07
interior deficiente deficiente o cobertura de los Sistema viario económica Administraciones urbanísticos
o inexistente inexistente servicios deficiente en el barrio y asociaciones y territoriales
educativos o municipio locales
Desconocimiento
de los derechos
Sistemas de Escasos recursos Deficiente humanos Poca
económicos por Sistema viario Equipamientos Escaso concienciación
créditos deficiente cobertura otros
realizar conexiones equipamientos inutilizados acceso al medioambiental
insuficientes
mercado
de trabajo Escasa
Sistemas coordinación
constructivos de entre las
mala calidad Sistema de asociaciones
recogida de Escasa
o inadecuados concienciación
basuras ineficiente
de la población
sobre la
Cerramiento importancia de
precario la educación
Escasa
concienciación de
la población en
Elevado precio cuestiones
de materiales higiénico-sanitarias
importados Uso de Techos
materiales precarios
inadecuados
Escaso uso
material local
Suelos insalubles Espacios reducidos
y hacinados
Desconocimiento
técnico
Servicios básicos
en las viviendas Capacidad
14/3/07
Acceso Poco
Conexión eléctrica Deficiente o a créditos para liderazgo
Red eléctrica
deficiente o inexistente Escaso acceso actividades Áreas muy
deficiente o
inexistente funcionamiento a mercados generadoras densificadas
inexistente de mercado de ingresos
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Desconocimiento
de los derechos
Sistemas de Recursos Deficiente humanos Concienciación
económicos por Sistema viario Equipamientos Escaso
créditos mejorado cobertura otros medioambiental
realizar conexiones equipamientos utilizados acceso al
suficientes
mercado
de trabajo Escasa
Sistemas coordinación
constructivos de entre las
mala calidad Sistema de asociaciones
recogida de Escasa
o inadecuados concienciación
basuras eficiente
de la población
sobre la
Cerramiento importancia de
precario la educación
Concienciación de
la población en
Elevado precio cuestiones
de materiales higiénico-sanitarias
importados Uso de Techos
materiales precarios
inadecuados
Escaso uso
material local
Suelos insalubles Espacios reducidos
y hacinados
Desconocimiento
técnico
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
En las páginas anteriores, se muestra el árbol de problemas que resume las cau-
sas asociadas a las deficientes condiciones de habitabilidad: la vivienda inadecuada,
deficientes infraestructuras sociales, equipamientos insuficientes, débil estructura
económica local, falta de tejido social y alta vulnerabilidad frente a los factores
medioambientales. Cada uno de estos problemas es a su vez considerado efecto de
varias causas que se desagregan en el siguiente diagrama.
Una vez establecido el marco general de problemas asociados a la habitabilidad
se analizan y proponen soluciones para los problemas específicos de cada país, en
las que de manera participativa colaboran comunidades, autoridades y otros acto-
res involucrados.
En las páginas anteriores, se presenta el caso del convenio en Senegal, ejecutado
en consorcio con Arquitectos Sin Fronteras, en el que se interviene en un barrio
marginal que, aunque tiene solucionado el problema del techo, el abastecimiento de
agua y electricidad, necesita mejorar el sistema de saneamiento, así como reforzar
sus actividades productivas y la gestión de los residuos sólidos.
Para cada problema identificado en este diagrama de causas y efectos se estable-
ce una serie de indicadores que miden el grado de consecución de cada objetivo
planteado y, por lo tanto, el grado de consecución del objetivo general: mejora de
las condiciones de habitabilidad. Para ello se establecen las medidas de partida,
cuantitativas y cualitativas, y los objetivos a lograr así como las fuentes para medir-
los. Todo esto supone la base de un sistema de información y seguimiento de los
proyectos que sirve para evaluar de manera continuada el grado de alcance de los
objetivos.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
MOZAMBIQUE
Mejora de las condiciones de vida de 206 familias tras las inundaciones
del río Limpopo en Chokwe
Uso de los
pozos de
agua con las
viviendas al
fondo.
Fotos: Javier
Bendezú.
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HABITÁFRICA
MAURITANIA
Mejora de las condiciones de vida de la población en el barrio de Rajaa de Nouakchott,
mediante la construcción de viviendas y letrinas
Viviendas en Mauritania.
Fotos: Pablo Palomino.
Las aportaciones más significativas de este proyecto ha sido el estudio realizado con el
yeso para la construcción de viviendas con material local, y su posterior utilización en
los cerramientos; la utilización de bóvedas de hormigón de bajo espesor como cubierta,
con mejor calidad y capacidad térmica; y el modelo desarrollado de vivienda progresi-
va, en el que se recupera la tipología de casa patio compatible con el uso de jaimas y la
vida al aire libre, acorde con esta forma de vida tradicional.
Todos ello, unido a la organización de los beneficiarios en 18 twizas, o grupos soli-
darios de ahorro, y a su participación en los distintos talleres productivos y formativos
durante el desarrollo del proyecto, han permitido la construcción de 123 viviendas,
constituidas por un cerramiento, una habitación y una letrina-ducha, que cumplen los
requisitos de economía y sencillez. La contribución más importante en este proyecto ha
sido la creación de un embrión de barrio en una zona de muy difícil implementación,
por estar a 13 km de distancia de la capital por unas vías de acceso prácticamente ine-
xistentes.
Por último, la formación adquirida ayuda a la obtención de ingresos.
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HABITÁFRICA
NAMIBIA
Apoyo a la Shack Dwellers Federation of Namibia en la construcción de viviendas
e infraestructuras básicas
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
ANGOLA
Apoyo al retorno de desplazados por la guerra a sus aldeas de origen con la mejora
del sistema educativo en el ámbito rural
Tras treinta años de guerra, la situación en Angola está volviendo a un clima de tran-
quilidad que está facilitando el retorno de los desplazados a sus aldeas de origen.
En la selección del proyecto realizada con los habitantes y autoridades de la
zona, se expresó como una de las necesidades primarias de esta área las escuelas, uno
de los equipamientos sociales que ha sufrido mayor deterioro durante la guerra. Los
habitantes de estos asentamientos saben que la educación constituye uno de los ele-
mentos clave del desarrollo humano, aumentando las posibilidades del individuo en
sociedad.
Tras el compromiso de las autoridades educativas de realizar el pago posterior de
los salarios (que se está cumpliendo), se plantearon construir bajo el amparo de HA-
BITÁFRICA I varias escuelas en estas zonas, que han contado con la supervisión del
Ministerio de Obras Públicas durante su ejecución.
Finalmente, se logró la construcción de 8 escuelas (5 de ellas de nueva construcción,
el resto rehabilitadas) en zonas rurales de difícil acceso para la educación, dando una
esperanza de futuro a 2.400 niños.
Las letrinas públicas, las viviendas de profesores, y lo más importante, la mejora de
las vías de acceso a las mismas, han conseguido un proyecto completo y exitoso que
actualmente está en pleno funcionamiento.
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
HABITÁFRICA II: Propiciar la estabilidad y la seguridad para el desarrollo
social y económico en la población de las zonas seleccionadas, mejorando las condicio-
nes de habitabilidad de sus asentamientos y potenciando los recursos propios
MOZAMBIQUE
Mejora de la calidad de vida del distrito de Guijá mediante la construcción de viviendas,
equipamientos e infraestructuras básicas y actividades productivas generadoras de ingresos
33
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
MAURITANIA
Mejora de las condiciones de vida de la población en el barrio Bagdad de Nouâdhibou
mediante la construcción de viviendas y actividades generadoras de ingresos
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
MARRUECOS
Mejorar las condiciones de vida de las poblaciones desfavorecidas de la región de Ouazzane,
mediante la creación de un sistema de crédito hábitat que les permita conseguir
una vivienda digna
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
MOZAMBIQUE
Mejora de la calidad de vida del distrito de Matutuine mediante el desarrollo de todos
los componentes de una acción de habitabilidad básica integral
Escuela a rehabilitar.
Fotos: Mónika Sojo.
Este proyecto, como todos los ejecutados hasta ahora en Mozambique, se considera una
vez más un proyecto de habitabilidad integral, en el que se promueve el desarrollo
humano y la lucha contra la pobreza de la población de Hindane y Mungazine, a tra-
vés de la mejora de las infraestructuras básicas y equipamientos, así como del fortaleci-
miento de las capacidades locales en torno a la gestión sostenible de los recursos natu-
rales, que permitan la generación de ingresos en el sector agropecuario.
La diferencia con el resto de proyectos ejecutados en este país es que en este caso no
se trata de un asentamiento aislado, sino de toda una región, por lo que la planificación
territorial será fundamental para conseguir un buen proyecto.
Concretamente, se rehabilitan y equipan dos centros de salud y dos escuelas, con las
formaciones específicas para los futuros trabajadores.
Las infraestructuras de abastecimiento de agua y saneamiento se mejoran con la
construcción de 20 fuentes de agua y 50 letrinas mejoradas. Además, se construyen 50
viviendas para las familias más vulnerables.
Se refuerza la seguridad alimentaria con la mejora de los viales de acceso a las
comunidades y con la realización de actividades agropecuarias.
De manera paralela se realizan capacitaciones y formaciones de asociaciones
comunitarias para que aprendan a gestionar sus recursos y las actividades empren-
didas.
36
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
MARRUECOS, MAURITANIA Y MALI
Mejora de las condiciones de habitabilidad básica en tres barrios
de zonas urbanas de Mali, Mauritania y Marruecos
Aunque este proyecto se lleva a cabo en tres países distintos, todos tienen en común la
mejora de la habitabilidad básica, fundamentalmente en la componente de saneamien-
to, de los barrios en los que se va a actuar.
Marruecos
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Mauritania
Se van a mejorar las condiciones de vida de los habitantes del barrio de Ryad en la
capital del país donde previamente se había realizado HABITÁFRICA I. Los
componentes de este proyecto son el refuerzo y mejora de las infraestructuras
sociales del barrio; acceso al agua potable de al menos 200 familias; acceso a un
sistema de saneamiento mejorado (200 letrinas) y reactivación económica y social
del mismo.
Se mejorará el centro de salud con el equipamiento de una sala de partos, se reha-
bilitará la escuela y el centro de jóvenes con espacio deportivo.
Se reforzaran los ingresos del barrio realizando primero un estudio de mercado que
identifique las actividades productivas a llevar a cabo mediante créditos.
Tras el esfuerzo realizado en el primer HABITÁFRICA en el estudio del yeso
para potenciar el uso de material local, se plantea seguir investigando en materiales
locales que faciliten las construcciones sin depender de materiales no existentes en
Mauritania. Y por último se realizará un esfuerzo de incidencia en las políticas
públicas de hábitat social en coordinación con todos los actores locales involucrados
en el tema.
Mali
El proyecto se realiza en el barrio más antiguo del distrito de Bamako, la capital del
país, y en él se va a hacer una mejora de la habitabilidad básica, actuando únicamen-
te en las infraestructuras de saneamiento.
Tendrá dos componentes, la sensibilización del barrio en cuestiones de higiene y
salubridad mediante grupos organizados de jóvenes y estudiantes, y la realización
del proyecto de ejecución del saneamiento público con la ejecución física de letrinas
y de una primera fase de la canalización y saneamiento de la calle principal del
barrio.
38
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
SENEGAL
Mejora de las condiciones de habitabilidad básica en el barrio de Guet N’Dar con la ejecución
del saneamiento básico del barrio, y el apoyo a las actividades generadoras de ingresos
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
NAMIBIA
Desarrollo de cuatro asentamientos rurales de Namibia, con la mejora
de las infraestructuras básicas existentes y el fortalecimiento social
2.3. Conclusiones
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
País Nº de proyectos Presupuesto total Financiado por AECI
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Por otro lado se analiza el impacto que los proyectos HABITÁFRICA han teni-
do en los beneficiarios:
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
Es decir, que al final del periodo 2001-2010 la estrategia HABITÁFRICA habrá
beneficiado directamente a más de 40.000 personas en situación muy vulnerable.
Ahora bien, es cierto que este impacto es casi insignificante frente al objetivo de lle-
gar a cerca de 50 millones de personas en África mejorando su hábitat, pero hay que
tener en cuenta que estos proyectos también contribuyen al logro de los Objetivos
del Milenio de manera indirecta:
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ESTRATEGIA HABITÁFRICA
HABITÁFRICA
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SEGUNDA PARTE
HABIT
La solidaridad española construyendo en África
ÁFRICA
Julián Salas, Director del ICHaB
HABIT
ÁFRICA
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El 20% de la humanidad posee el 80% de la riqueza y el 80% sólo dispone del 20%,
desigualdad que crece cada vez más.
HABITABILIDAD BÁSICA
La que colma las necesidades esenciales de los seres humanos y cubre las urgencias
residenciales propicias para la reproducción vital.
OBJETIVO
Paliar la pobreza de los millones que viven con menos de un dólar por día
y carecen de un hábitat con las condiciones mínimas de habitabilidad básica.
‘‘
Programa HABITÁFRICA
Países de actuación
OBJETIVO
• La mitigación de la pobreza específicamente en el hábitat de los sin techo.
• El fortalecimiento de la sociedad civil potenciando la participación de los beneficiarios y
las organizaciones de base.
• Difundir y transmitir los resultados de productos y procesos del programa HABI-
TÁFRICA a otros barrios, organizaciones o regiones.
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HABIT
ÁFRICA
1. Razón y ser del programa
HABITÁFRICA en el contexto de las
necesidades extremas en África
Mapas político de África y esquemático de la localización de los cuatro países del programa: Angola,
Mauritania, Mozambique y Namibia.
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HABITÁFRICA
1. Reproducción del Apartado 2.5. Habitabilidad básica, tal y como aparece en el texto del Plan Director de la
Cooperación Española 2005-2008.
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ÁFRICA
HABITÁFRICA
que viven en la precariedad residencial accedan, en el medio plazo, a mejores condicio-
nes de vida. Es aquí donde la habitabilidad básica muestra su gran potencial de espe-
ranza y transformación, no sólo de las estructuras materiales precarias, sino también
de la población que en ellos habita, mediante su capacitación laboral en los procesos de
autoproducción y autoconstrucción de los lugares que habitan.
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ÁFRICA
HABITÁFRICA
De las cuatro etapas consecutivas, con autonomía relativa, que presenta el hecho
urbanizador:
2. Banco Mundial, Informe sobre Desarrollo Mundial 2004: Servicios para los pobres,Washington, 2004. Las negritas son
del autor.
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HABITÁFRICA
3) Urbanización.
4) Edificación de equipamientos y viviendas.
Los conceptos que siguen son parte del resultado del encargo formulado al autor por
los responsables de la elaboración del “Plan Director de la Cooperación Española
2005-2008”, para la realización de una propuesta de posibles contenidos sobre habi-
tabilidad básica. Para su redacción se contó con la colaboración de un excelente equi-
po de profesionales3, fruto de la cual, fue el documento de trabajo que cristalizó en la
aparición de la habitabilidad básica como ámbito novedoso de la Cooperación Espa-
ñola para el desarrollo, cuyo texto se ha reproducido en el Apartado 1.2.
3. Se contó con la inestimable colaboración, a título personal, de los siguientes especialistas: Mariano Calle Cebrecos, arqui-
tecto, ONG MPDL; Felipe Colavidas, doctor arquitecto, profesor ETSAM; Aitor Gabilondo, licenciado en Ciencias
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HABITÁFRICA
I. -1El Plan, como no podía ser de otra manera por su carácter multisectorial,
presenta un fuerte componente transversal de actuaciones que recorren las
principales estrategias del “Plan Director de Cooperación Española 2005-
2008”, rebasando el que puede ser su encuadre más tradicional, consistente
en aumentar el capital natural, interactuando en forma coordinada con la
línea que pretende reducir el número de personas sin acceso al agua potable
y al saneamiento básico, dos piezas clave y primigenias de la habitabilidad
básica. El Plan presenta conexiones directas con otras tres Estrategias del
Plan Director: aumentar las capacidades sociales e institucionales; las capa-
cidades humanas y el capital físico.
II. El campo de posibles actuaciones se ha acotado a lo que de manera gene-
ral se conoce como “cooperación para el desarrollo”, dejando fuera del
Plan otras modalidades y/o estrategias importantes, y en muchos casos
concurrentes con actividades del Plan, pero que no cumplen con la condi-
ción de partida.
III. Los objetivos del Plan se orientan, mayoritariamente aunque no en forma
excluyente, a paliar la pobreza de los millones de seres que viven con
menos de un dólar por día y que se manifiestan en el ámbito del hábitat
por carecer de las condiciones mínimas de habitabilidad básica.
IV. El Plan adopta como área temática la habitabilidad básica, que no la vivienda.
El volumen de necesidades de “vivienda digna” es de tal magnitud que hace
impensable poder atender tales demandas a nivel planetario. Es por ello, que
los organismos multilaterales PNUD, Banco Mundial, UN-HABITAT, BID,
CEPAL..., así como las agencias de cooperación y ONG especializadas en
temas de hábitat, han puesto sobre el tapete mundial dos alternativas al ‘dere-
cho a la vivienda digna para todos’: la dotación de habitabilidad básica y el
“mejoramiento de tugurios”.
V.-1El Plan opta por el “desarrollo centrado en la persona”, apostando decidi-
damente por el protagonismo de la ciudadanía como sujeto activo de los “pro-
cesos” de mejora y construcción, condición medular de las llamadas “políticas
no convencionales de hábitat”, políticas ratificadas por su eficacia como herra-
mientas de lucha contra la pobreza están siendo asumidas hoy por las princi-
pales instituciones multilaterales que actúan a favor del desarrollo de los más
desfavorecidos.
De forma muy concisa, pueden apuntarse los siguientes hechos que se asumie-
ron e incorporaron como características esenciales del Plan:
Económicas, Ayuntamiento Vitoria-Gasteiz; Pedro García Dévora y Alfonso Calzadilla, Cruz Roja Española, José
Antonio García Roldán, arquitecto, ONG ASF, y Ramón Muñagorri, licenciado en Derecho, Fundación CEAR.
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HABITÁFRICA
• El reconocimiento del protagonismo de la mujer en los procesos de construc-
ción y mejora del hábitat.
• La muy positiva valoración de resultados intangibles como el “empoderamien-
to” de pobladores y pobladoras, la aparición de nuevos líderes de comunidades
y la consolidación de organizaciones democráticas en los procesos populares.
• La validación de las llamadas “políticas no convencionales de hábitat” como
herramientas de lucha contra la pobreza.
Según Naciones Unidas, África contaba en el año 2000 con 785 millones de habi-
tantes, prácticamente la misma población que Europa. No obstante, desde el punto
de vista de la demografía, unos pocos datos pueden ilustrar sobre las tremendas
diferencias que median entre ambas realidades:
4. Tomado del Capítulo 6 “El dinamismo de las ciudades, motor del crecimiento” del Informe del Banco Mundial
2000: En el umbral del siglo XXI. Informe sobre desarrollo mundial 1999-2000.
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HABITÁFRICA
La urbanización suele estar asociada a un aumento del ingreso per cápita. Así ha
ocurrido en Europa, América Latina y —más recientemente— en gran parte de Asia.
La excepción ha sido África.
Entre 1970 y 1995, la población urbana de un país africano medio aumentó a un
ritmo anual de 4,7%, en tanto que su PIB per cápita disminuía un 0,7% al año. Esta
correlación negativa entre urbanización e ingreso per cápita es única, incluso en países
pobres y en economías con tasas de crecimiento bajas. La industrialización no ha acom-
pañado al auge del crecimiento urbano. Sólo un 9% de la fuerza laboral de África está
empleada en la industria, en comparación con el 18% en Asia, región que ha registra-
do tasas comparables de urbanización. Las ciudades africanas, lejos de convertirse en
motores del crecimiento y de la transformación estructural, son causa parcial y sínto-
ma importante de la crisis económica y social que agobia a este continente.
El modelo africano de “urbanización sin crecimiento” es, en parte, resultado de
incentivos distorsionados que han alentado la emigración a las ciudades para acogerse
a las subvenciones ofrecidas, y no a la búsqueda de oportunidades de empleo más pro-
ductivas. Las ciudades africanas han sido beneficiarias de unas políticas comerciales y
de fijación de precios de los alimentos que favorecían a los consumidores urbanos en
detrimento de los productores rurales. Si bien los programas de ajuste estructural ini-
ciados a mediados de los años ochenta eliminaron muchas de las distorsiones, en los
decenios anteriores ya habían provocado niveles excesivos de emigración del campo a
la ciudad. Es también posible que el deterioro de la seguridad física o económica en las
zonas rurales esté impulsando la emigración en busca de la relativa seguridad de las
ciudades. A lo largo de los años, las guerras y los disturbios civiles han llevado a millo-
nes de habitantes de Angola, Liberia y Mozambique a huir hacia las ciudades; en
Mauritania, la población de Nuackchot se duplicó en un solo año de sequía a media-
dos del decenio de 1980”.
Las Tablas 1.1. y 1.2., según datos de UN-HABITAT (2003), muestran algunas
carencias del continente africano:
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HABITÁFRICA
• El incremento absoluto de población previsto, de 785 millones en el año
2000 a más de 1.400 millones en el año 2030, es más que preocupante por
su crecimiento absoluto, no comparable al resto de las áreas y regiones mos-
tradas en la Tabla 1.1.
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1850 3,0%
1900 15,0%
1950 25,0%
1990 40,0%
2000-2005 Más del 50,0%
2025 Aproximadamente 2/3 del total de la población
No resulta fácil encontrar datos fiables sobre la situación del hábitat en la mayoría
de los países de África, por ello, resaltan los recogidos en la Tabla 1.5., en la que des-
taca el dato de población africana “tugurizada” respecto al total de la urbana, que
llega hasta un 71,9% en los países subsaharianos, con un total de 166 millones de
personas.
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HABITÁFRICA
Tabla 1.5. POBLACIÓN VIVIENDO EN TUGURIOS (ESTIMACIONES DE UN-HABITAT, 2001)
Mundo (total) 5.255 6.134 2.286 2.923 43,5 47,7 36,1 924
Regiones desarrolladas 1.148 1.194 846 902 73,7 75,5 6,0 54
Regiones en desarrollo 4.106 4.940 1.439 2.022 35,0 40,9 43,0 870
Países menos
desarrollados 515 685 107 179 20,8 26,2 78,2 140
Norte de África 76 52,0 28,2 21
Países sub-saharianos 231 34,6 71,9 166
Fuente: Improving the lives of 100 million slum dwellers, Global Observatory, UN-HABITAT, Nairobi, 2003.
Demografía
1. Población total en
millones (año 2005) 11,2 3,1 19,4 2 674,2 42,1
2. % población urbana 35,7 61,7 35,6 32,4 35,6 76,5
/ rural (año 2003) 64,3 38,3 64,4 67,6 64,4 23,5
3. Proyección de
pobl. 2015 (millones) 20,9 4 23,5 2,2 877,4 44,4
4. Superficie (km2) 1.246.700 1.025.520 801.590 824.290 29.848.089 504.782
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Economía
A. PNB per cápita
(US$ 2003) 2.344 1.766 1.117 6.180 1.856 22.391
B. % Población con
ingresos <2 US$ día - 45,2 78,4 55,8 - -
Aspectos sociales
I. Posición en la tabla
de grado de desarrollo
del PNUD (año 2005) 160 152 168 125 - 21
II. % Analfabetos (2003) 33,2 48,8 53,5 15 38,7 2,3
III. Esperanza de vida
(2003) 40,8 52,7 41,9 48,3 46,1 79,5
IV. Incidencia del VIH/
SIDA a 2003
(% 15-49 años) 3,9 0,6 12,2 21,3 7,3 0,7
(mujeres - hombres) (1,6-9,4) (0,3-1,1) (9,4-15,7) (18,2-24,7) (6,8-8,2) (0,3-1,1)
Aspectos administrativos
1. País colonizador Portugal Francia Portugal Sudáfrica - -
2. Año de la
independencia 1975 1960 1975 1990 - -
HÁBITAT (datos del país)
A. % de población
urbana (2003) 35,7 61,7 35,6 32,4 35,6 76,5
B. % de población con
acceso a agua potable
(2002) 50 56 42 80 58 -
C. % de población con
acceso a saneamiento
(2000) 44 33 43 41 - -
5. Fuente: UN-HABITAT (2006), Global Urban Observatory Database; Slum population projection 1990-2020;
www.unhabitat.org
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Madagascar, Malawi, Mauritania, Mozambique, Somalia, Uganda y Tanzania más
del 90% de la población urbana vivía en tugurios a comienzos de esta década lo que
permite afirmar que la ‘informalidad’ es norma y la ‘formalidad’ excepción.
Interesa enfatizar la importancia que han cobrado en África los desplazamientos
forzosos, fenómeno que si bien es cierto prevalece en otros continentes, no alcanza
la importancia relativa del fenómeno en el continente africano, lo cual es franca-
mente preocupante, ya que los tugurios —aunque sea lamentable reconocerlo— son
hoy por hoy una ‘solución realista’ de alojamiento para los más pobres de los pobres.
Entre 1998 y 2000, unas 723.000 familias (4,3 millones de personas) sufrieron
erradicaciones forzadas (según el Centre on Housing Rights and Evictions; 2002)
en Asia, 321.000 en África y 27.000 en América. La respuesta a la informalidad por
parte de algunos gobiernos africanos está siendo la práctica de las erradicaciones
forzadas como ha sido recientemente la Operación Murambatsvina (“Restaurar el
Orden”) aplicada en 2005 por el Gobierno de Zimbabwe (Recuadro 1.3.) que ha
tenido una gran repercusión internacional ocasionando el envío por NN.UU. de
una comisión especial encabezada por la presidenta de UNCHS-HABITAT.
En Camerún, millares de personas también sufren la destrucción de sus aloja-
mientos. La autoridad justifica la demolición porque las familias ocupan ilegalmen-
te tierras del Estado, aunque 8 de cada 10 familias habitan o construyen de mane-
ra ilegal. En Angola, entre 2001-2003 se procedió a la erradicación de varios miles
de familias que aún no encuentran vivienda. En Nairobi, Kenya, en el tugurio más
grande de África (Kibera, con más de 750.000 habitantes) se erradicaron en 2004
unas 200.000 personas, como parte de una iniciativa gubernamental de limpieza
urbana. De acuerdo a lo denunciado por la Alianza Internacional de Habitantes, el
Gobierno de Nigeria inició a fines del año 2005 la operación más masiva y violen-
ta de erradicaciones forzosas que se recuerde. Las demoliciones y erradicaciones
afectaron a unos 4 millones de un total de 7 millones de habitantes de la capital
federal Abuja. El propósito era ejecutar el plan maestro diseñado en 1978 cuando
la ciudad fue nominada capital federal de Nigeria6.
6. El plan maestro visualizaba una población de 3 millones de habitantes, por lo que los restantes 4 millones estarían
fuera de los márgenes legales y deberían ser expulsados de sus viviendas y barrios.
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del ambiente urbano y en la salud de la población afectada. La Tabla 1.8. aporta
datos concretos sobre África que muestran la precariedad del continente, también
en este tema. Por otra parte, resulta necesario añadir que menos del 35% de las ciu-
dades de los países en desarrollo tratan sus desechos líquidos, en contraste con el
94% de las del mundo desarrollado y tan sólo el 21,7% de las ciudades africanas. El
reciclado de basuras sólo llega en las ciudades africanas a un escaso 1,5% frente al
18,9% en los países desarrollados.
7. Reproducción del artículo publicado con idéntico título por Julián Salas en el Boletín de Noticias de FCEAR,
Madrid, 2002.
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cooperativas agrícolas; cría de animales de granja; producción de enseres domésti-
cos… Todo ello se puede entender mejor, si se tiene en cuenta que el sueldo men-
sual de los asalariados “no beneficiarios” contratados para realizar el proyecto, es de
unos 35 euros por mes. Sí, 35 euros por veinte jornadas de trabajo, menos de 2 euros
por día trabajado.
La erradicación de la pobreza está surgiendo como objetivo clave de embriona-
rias políticas de vivienda en el Tercer Mundo, un objetivo que legitima la ayuda
internacional y la inversión de recursos públicos para su ejecución, objetivo que no
estuvo ausente en las políticas de vivienda en la segunda mitad del siglo XX en
Latinoamérica. En efecto, puede considerarse que las experiencias de las políticas
latinoamericanas no-convencionales de vivienda, forman parte del movimiento
mundial de ideas que están llevando a una nueva conceptualización de la pobreza
urbana. Sin embargo, tanto las políticas convencionales de vivienda como las no-
convencionales han permanecido incluidas en un marco de referencia que entiende
la pobreza solamente en términos económicos y cuantitativos. En estas condiciones,
la contribución de la vivienda a la disminución de la pobreza se ha definido y eva-
luado —en los mejores casos— contabilizando casi exclusivamente la accesibilidad
de una fracción minoritaria de los sectores pobres a viviendas nuevas “llave en
mano”.
Se requiere, por tanto, no sólo la proclamación de la erradicación de la pobreza
como objetivo, sino la puesta en práctica de un nuevo paradigma que articule las
relaciones entre pobreza y vivienda, la transformación de múltiples atributos cuali-
tativos que definen la condición de pobreza en conceptos y principios de acción,
que al incorporarlos a futuras políticas africanas de vivienda, logren que éstas
actúen decisivamente en la reducción de la pobreza. Estas tareas de difusión y
transferencia práctica de resultados, también forman parte de los objetivos de
HABITÁFRICA. Por todas estas tareas afirmamos que HABITÁFRICA es algo
más que construir “casas”.
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HABITÁFRICA
Ciertamente, la razón crítica vuelve a estar del Es en este conjunto de urgencias materiales —
lado de Ferlosio; teniendo como sólida base la de alimentación, vestido, salud…— donde
satisfacción de las urgencias del vivir, el legíti- destaca la de habitabilidad con luz propia.
mo fin último del trabajo histórico necesario Los asentamientos humanos —y la ciu-
para hacer habitable la Tierra nunca debió ser dad, en cuanto “invento de la convivencia”,
otro que superar el reino de la necesidad y pro- es su más nítido paradigma— desempeñan
piciar la vida, la vida buena, civilizada y solida- ciertamente un papel significativo en la cons-
ría, se entiende. Y sin embargo —“¡ay sin trucción social de la realidad y, en última
embargo!”—..., lograr a estas alturas del parti- instancia, en la formación de la conciencia
do este irreductible final feliz sólo parece via- personal del animal político que somos —de
ble de forma paulatina, extremadamente polis, ciudad—: piénsese en la importancia
remota, y —por difícil que resulte admitirlo— de la calle y la plaza como escenarios prefe-
desde el humilde reconocimiento de que las rentes de relación social espontánea y de
relaciones humanas siguen basándose, desde reconocimiento mutuo de la gente. Sin
luego, en el interés propio de cada cual y, por embargo, los asentamientos ejercen también
tanto, en la necesidad de poder llegar siempre un cometido instrumental, que sí bien no
a materializar de una u otra forma esos deseos determina absolutamente aquel valor tras-
individuales, esos egoísmos; entre los cuales, cendente sí lo condiciona y lo precisa. Nos
destaca, determinante y paradigmática, la referimos a la impronta productiva y a su
misma apropiación del territorio como lu- función como columna vertebral del desarro-
gar de dominación. Ésta es nuestra condición llo económico de las poblaciones. Los núcleos
extemporánea: saber que sabemos querer el de población se han equiparado así a las
cielo-paraíso común a todos y sin exclusión, fábricas, al capital fijo instalado que garantiza
mientras constatamos ser criaturas inexorable- la reproducción eficiente de la fuerza de tra-
mente ancladas a la dura tierra de la realidad y bajo en el ciclo económico general.
el interés propio. El resto sólo es manipulación Por otra parte, los requisitos del habitar
política o, si ustedes prefieren, demagogia. tienen para la humanidad un carácter uni-
La búsqueda de bienestar general y la ficado y global que se extiende a todas sus
lucha contra la pobreza han informado siem- demandas residenciales: no a las meras vi-
pre, con mayor o menor intensidad, la idea viendas, sino también a los equipamientos y
de desarrollo humano. Éste siempre se ha al entorno externo de su red de espacios
definido con relación al logro de esas metas públicos, con los sistemas locales de las distin-
y a la consecución de sus diversos desafíos. tas infraestructuras y servicios que en su con-
De todos ellos, quizá el reto más crucial, el junto, conforman los asentamientos, urbanos
que ha destacado con mayor intensidad y o rurales, propicios para la reproducción vital
vigencia a lo largo del tiempo, sea el de inten- de las personas. Además, cada uno de estos
tar satisfacer en cada momento las necesida- pueblos y ciudades no sólo ha de garantizar
des vitales básicas. Cubrirlas sigue siendo la el desempeño de sus usos y actividades inter-
extrema aspiración común a individuos, nas, sino también su mutua relación coordi-
sociedades e instituciones que afrontan la nada dentro del territorio habitable que ellos
cooperación al desarrollo. Y, dado el especial mismos organizan. Lo que únicamente se
apremio de lo físico, entre todas esas caren- logra a través del conjunto eficiente de siste-
cias sobresale de forma muy particular el mas generales de conexión viaria y del resto
contumaz empeño por cubrir prioritaria- de dotaciones que estructuran entre sí los
mente las necesidades materiales básicas. diferentes núcleos de población.
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Es opinión común que una parte sustan- Hay que contextualizar este gran creci-
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tiva del actual proceso mundial de habitabili- miento de la habitabilidad insatisfecha —tan
dad está fuera de control; lo que, sobre todo, abrumador como desconocido hasta ahora
se deja ver en los asentamientos informales en sus déficit— dentro de la vigente globali-
del mundo subdesarrollado que ocupan sue- zación económica y en relación directa a los
los de propiedad ajena, la mayor parte en dos condicionantes estructurales del actual
lugares urbanísticamente inadecuados y cró- proceso de asentamiento humano: las gigan-
nicamente vulnerados por los desastres na- tescas —aunque ya a la baja— demografías
turales. Toda esta precariedad se construye del presente y el imparable proceso de urba-
espontáneamente, a base de materiales inade- nización mundial.
cuados y de desecho, y carece además de los El logro en sí del crecimiento demográfi-
mencionados equipamientos de salud y escue- co —en menos de cincuenta años se ha pasa-
las así como de los servicios e infraestructuras do de 2.600 a 6.000 millones de personas—
elementales de agua, saneamiento, energía, no hace sino enfrentar a la humanidad con
recogida de basuras y otros. Organismos de problemas de mucha mayor dificultad y cala-
las Naciones Unidas especializados en la do. En cuanto al proceso de urbanización, y
materia estiman que más de un tercio —2.000 sin que haya tampoco un acuerdo general al
millones de personas— de la población mun- respecto, la mayor parte ha terminado por
dial actual no tiene cubiertas sus necesidades aceptarlo como el panorama menos malo
mínimas de cobijo. para los pobres. Las ciudades son el lugar
En lo relativo a las viviendas: 925 millo- donde ellos encuentran mayores posibilida-
nes de personas viven en alojamientos lesivos des, pues por mal que estén los habitantes de
para su salud en poblados urbanos precarios, las megalópolis aún viven en peores condi-
denominados tugurios y una cifra superior sin ciones los rurales, y de ahí los imparables
determinar en núcleos rurales aislados y con movimientos migratorios del campo a la ciu-
aún mayor precariedad; los denominados “sin dad. Si bien es cierto, tampoco hay garantías
techo”, que viven de forma errática en las ciu- de que en el futuro las ciudades vayan a
dades, sin domicilio conocido, ascienden a poder seguir representando un hábitat
más de 100 millones de personas; y los des- menos desfavorable para estas mayorías en
plazados y refugiados, que se alojan provisio- crecimiento.
nalmente en campamentos eventuales del Como alternativa pragmática de residen-
ACNUR son más de 30 millones. cia viable a este déficit hemos definido la
Cuando lo que se evalúa no es única- habitabilidad básica. Por tal entendemos el
mente el estado de las viviendas, sino el de conjunto de estructuras físicas elementales
las infraestructuras y servicios, los déficit se (gérmenes de viviendas y cobijos; espacios
disparan: las personas que carecen de agua públicos; infraestructuras de agua, sanea-
potable a menos de doscientos metros de su miento y energía; servicios de educación,
alojamiento son ya 1.300 millones, y la salud; espacio productivo) que, tanto en su
demanda insatisfecha de saneamiento básico referente social como económico, satisfacen
se sitúa por encima de los 2.500 millones, a esas necesidades esenciales de residencia que
los que les falta incluso la más elemental tenemos las personas. Se trata de un mínimo
letrina seca. admisible que, sobre todo, no hipoteca ni
Respecto al futuro cercano y a las nuevas impide su futuro desarrollo y mejora, sino
demandas son precisamente las más pobres de que, muy por el contrario, lo prevé desde su
los países subdesarrollados quienes aportan origen de una manera progresiva (infraes-
más del 80% de los 90 millones de personas tructura de bajo coste con previsión de redes
con las que se ve incrementada anualmente la mejorables, vivienda semilla de crecimiento
población mundial. Además, el panorama se va paulatino...). Los dos tajos de trabajo priori-
agravando por la paulatina degradación de los tario para intentar consolidar tal habitabili-
asentamientos y viviendas que acaban su ciclo dad son, por un lado, la creación ex novo de
de uso y por la formación de nuevas familias asentamientos de sitio y servicios (oferta de
que demandan alojamiento. Baste como ejem- suelo adecuado en parcelas urbanizadas con
plo apuntar que el 44% de la población africa- construcciones elementales de cabina sani-
na total tiene menos de catorce años, lo que la taria y cocina) y, por otra, el mejoramiento
sitúa ahora en edad de procrear. de barrios marginales que, como ya hemos
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ÁFRICA
dicho, han sido construidos en precario por Además, estas dos etapas, de elección del
HABITÁFRICA
ICHAB
Instituto de
Cooperación en
Habitabilidad Básica
Felipe Colavidas
Julián Salas
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Mozambique
Construcción participativa de un espacio seguro
y habitable para 206 familias en el distrito de Chowke
¨Este país, de norte a sur, tiene diversa experiencias dignas de
tenerse en cuenta para la construcción de viviendas… Puede
decirse que en 30 años de independencia no ha existido una
política coherente dirigida hacia la vivienda.¨
Graça Machel
Presidenta de la Fundación para
el Desarrollo de la Comunidad (FDC)
Situación actual
Características del alojamiento y su repercusión sobre la salud:
• La mayoría de las construcciones son de planta circular, con cubierta cónica
de carrizos y suelo de tierra.
• No cuentan con ninguna infraestructura básica como electricidad o agua, ni
con instalaciones.
• La propiedad del suelo en Mozambique es del Estado, los habitantes dispo-
nen del derecho al uso.
• Las mujeres son quienes tradicionalmente se ocupan de las tareas del campo
y del hogar.
HABITÁFRICA
en I
Beneficiarios y lugar
Mozambique
Objetivo
Proyecto realizado para 206 familias
Proporcionar vivienda y un espacio ha-
de Howke afectadas por las inunda-
bitable a damnificados en condiciones
ciones de 2000, en colaboración con
de gran vulnerabilidad. Al mismo tiempo
la Fundaçao para o Desenvolvimen-
que transferir la metodología a los agentes
to da Comunidade (FCD).
responsables de la habitabilidad y el terri-
torio.
Actores involucrados
• Fundación CEAR.
• Fundación para el Desarrollo de la
Comunidad.
• Oficina Técnica de la Cooperación
Española en Maputo.
Proyecto
Usos del suelo Área cultivable 110 Ha. comunitarias de regadío, 25 Ha.
comunitarias de secano.
Ganado Fondo rotatorio inicial de ganado caprino
de 280 cabezas.
HABIT
ÁFRICA
2. Nacimiento de un germen de aldea en
Mozambique tras la inundación
(La importancia de la elección del suelo después de la catástrofe)
A finales del siglo X la ciudad de Sofala (cerca de la actual Beira) era el punto de
contacto de dos de las más pujantes culturas desarrolladas en África: la comercial y
musulmana de la costa este, y la metalúrgica y animista de Zimbabwe. Pero el pro-
yecto portugués de dominar el tráfico comercial con el Oriente —sustento de las
dos civilizaciones— tuvo como consecuencia la destrucción de sus puertos y puso
fin a la explotación del oro zimbabwense. A pesar de los intentos lusos de unir por
tierra las dos costas, Angola y Mozambique, fracasaron y su control se limitó a las
franjas costeras. Y no fue hasta 1920 cuando el país europeo pudo demostrar que
poseía el control efectivo del territorio, que se convirtió en proveedor de mano de
obra para las minas de oro sudafricanas, a las que emigraba alrededor de un millón
de mozambiqueños cada año.
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HABITÁFRICA
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HABITÁFRICA
entre la población del país. En 2004, científicos y empresas farmacéuticas presenta-
ron una posible vacuna contra la malaria, que podría estar lista para 2010.
Según la Unión Interparlamentaria (UPI) a inicios de 2005, Mozambique ocu-
paba la segunda posición, tras Rwanda, en representación femenina en el parlamen-
to: 35%. Era, también, uno de los pocos países del mundo donde la jefatura de
Estado o de Gobierno era ocupada por una mujer: seis ministras, cuatro vice-minis-
tras y dos gobernadoras.
a. Geografía
b. Demografía
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HABITÁFRICA
Desde que en 1990 sentó las bases de un Estado de Derecho, Mozambique ha vivi-
do una era de paz, estabilidad y crecimiento, y es generalmente señalado como
ejemplo de una satisfactoria gestión en materia de resolución de conflictos y recons-
trucción post-conflicto. Mozambique sigue siendo uno de los países más pobres del
mundo, pero también un ejemplo en cuanto a absorción, coordinación y articula-
ción de la ayuda al desarrollo. Es el país de África Subsahariana en el que más AOD
invierte España, y el sexto receptor de AOD española a nivel mundial.
El desarrollo con plena normalidad de las elecciones presidenciales y legislativas
de diciembre de 2004 ha dotado al país de una necesaria estabilidad para afrontar
los ingentes retos de desarrollo económico y social, de acuerdo con el Documento
Estratégico de Lucha contra la Pobreza Absoluta para el periodo 2006-2009, elabo-
rado por las autoridades de Maputo y que ha recibido el apoyo de la comunidad
internacional.
Desde el punto de vista político, España y Mozambique mantienen una excelen-
te relación desde hace largo tiempo que se manifiesta en un frecuente intercambio
de visitas a diferentes niveles.
Sin duda, el capítulo más sobresaliente de nuestra relación bilateral es el de la
cooperación al desarrollo, con actuaciones emblemáticas como el apoyo al Centro
de Manhiça de Investigación en Salud y para la lucha contra las enfermedades
transmisibles, principalmente la malaria. El objetivo de la ayuda en Mozambique
sigue siendo la reducción de la pobreza absoluta, a través del desarrollo sostenible,
social y económico, para combatir la desigualdad y fomentar la extensión de los ser-
vicios sociales básicos y la consolidación de la estabilidad política.
Existe una cercanía cultural y lingüística que permite prever un gran potencial
en las relaciones entre España y Mozambique. Además, la importancia histórica en
el proceso de creación de nuestro sistema de cooperación al desarrollo hace que la
presencia de nuestra sociedad civil en este país sea especialmente destacable.
2. Texto tomado íntegramente del documento Plan África 2006-2008, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, junio de 2006. Mozambique figura en el grupo de países preferentes para la cooperación española.
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Por todo ello Mozambique se sitúa entre los países a los que el “Plan África” dedi-
ca un interés prioritario, y en él se desarrollan actuaciones en todos los ámbitos:
3. El proyecto adopta la expresión “soluciones habitacionales” en lugar de viviendas, ya que es el término más homologable
con las denominaciones internacionales que pretenden enfatizar el carácter evolutivo de las mismas.También, para evitar
posibles equívocos por comparación con lo que normalmente se entiende por “vivienda” en los países desarrollados.
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alta—. Las instituciones que presentaron el proyecto tenían asumido que si bien es
cierto que la primera condición de una vivienda es que exista, “no hay peor vivien-
da que la que se regala” y que no se justifica la entrega de viviendas “llave en mano”
por no ser una solución viable ni sensata para acometer la magnitud de las necesi-
dades de Mozambique en materia de habitabilidad.
El proyecto no es una acción de emergencia, sino que trata de incidir en la
reducción de la pobreza entre familias que eran pobres antes de las inundaciones y
que, como consecuencia directa de las mismas, perdieron sus cobijos4. El énfasis
y la singularidad del proyecto está en el énfasis que se pondrá en el proceso ya que
aún considerando fundamental el producto —las soluciones habitacionales— se ha
estimado clave priorizar:
Durante nuestra estancia en Mozambique (marzo 2000) enviado por FCEAR para
la redacción del proyecto de HABITÁFRICA, pretendimos de forma sistemática
responder las 14 preguntas que se recogen textualmente del documento aludido.
4. La combinación de las lluvias torrenciales y los ciclones 'Eline' y 'Hudah', que sufrió Mozambique entre febrero y
abril del año 2000, afectaron a más de 4,5 millones de personas (un 27% de la población del país). Más de 2 millo-
nes de ellas afrontaron serias dificultades económicas y unas 750.000, que perdieron su vivienda y medios de sub-
sistencia, se encontraron en una situación de extrema vulnerabilidad. Se estima en 699 el número de muertos y en
99 las personas desaparecidas. Por otra parte, más del 70% de la población de Mozambique se encontraba ya en
situación de pobreza, antes de las inundaciones.
5. Texto redactado en Maputo por el autor en marzo de 2000.
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extrema pobreza y que fueron directamente afectadas por las inundaciones, en las
que perdieron totalmente, o en gran parte, su cobijo y enseres más elementales.
Tendrían prioridad las familias “indigentes” y, muy especialmente, las que se
encuentran bajo la tutela de “jefas de hogar”.
Dos son las razones básicas, de muy diferente naturaleza, por las que se impul-
sa el proyecto. Sin orden de prelación o importancia:
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RESULTADOS INTANGIBLES QUE PRETENDE EL PROYECTO (CONT.)
En la tabla que sigue se plantea una estimación del proceso general que seguirá el
proyecto a lo largo del tiempo.
CRONOGRAMA DE TIEMPOS-OBJETIVOS
Objetivos Nov. Feb. May. Ago. Nov. Feb. May. Ago. Nov.
2000 2001 2001 2001 2001 2002 2002 2002 2002
7. ¿Dónde se hará?
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HABITÁFRICA
9. ¿Cuánto costará?
El costo estimado del proyecto asciende a un total de 1,39 millones de euros, lo que
equivale a 21.000 millones de meticales. El total de recursos económicos, más pro-
piamente mercantiles, para la realización del proyecto, descontando, por tanto, los
aportes locales en mano de obra de autoconstrucción y en terrenos públicos, en cré-
dito recuperable y en honorarios de técnicos asciende a un total estimado de 1,21
millones de euros de financiación externa.
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No se descarta, aunque tampoco está prevista, la participación de otra/s enti-
dad/es, especialmente locales, para llevar a cabo actividades puntuales.
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HABITÁFRICA
• parcelas de carácter “urbano” de 10x20 m (200 m2).
• parcelas de carácter “rural” de 20x50 m (1.000 m2), con la posibilidad de
reparcelación en el supuesto de que la zona se convierta en urbana.
ICHaB
Esquemas teóricos
de parcelas
periurbanas
y rurales.
1. Sitio y emplazamiento.
2. Parcelación.
3. Urbanización.
4. Edificación.
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1. Sitio y emplazamiento
2. Parcelación
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HABITÁFRICA
Plano de situación del
proyecto.Tanto sobre el
terreno como en los trabajos
realizados por el ICHAB
con alumnos de la
ETSAM, se concluyó que
el emplazamiento, no
vulnerable y óptimo, era el
marcado en la parte central
baja del plano. La realidad
ha ratificado ampliamente
la pertinencia de la
propuesta.
Evolución teórica
de las parcelas
rurales hasta
convertirse en
urbanas.
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Parcela de mil
metros cuadrados
delimitada de la
contigua mediante
árboles frutales.
Parcelación
teórica del
asentamiento
para 250
familias con
espacios
públicos.
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HABITÁFRICA
3. Urbanización
La red de espacio publico completa ocupa 11 ha y está constituida por una parrilla
isótropa de vías, que constituye el esquema ordenador del asentamiento: 10 ha de
viales y 1 ha de dos zonas verdes.
Las vías norte / sur de 15 m de ancho tienen una sección teórica correspondien-
te a 3 m para cada una de las aceras, dejando los 9 m restantes para la calzada, divi-
dida en un carril de posible aparcamiento de 3 m y otros dos, también de 3 m, para
cada una de las direcciones de circulación. Las calles este / oeste, de 12 m de ancho,
tienen una sección teórica correspondiente a 2 m para cada una de las aceras y los
8 m restantes para la calzada, dividida en un carril de posible aparcamiento el línea,
de 2 m y otros dos, de 3 m, para cada una de las direcciones.
A los efectos de la mencionada transformación a lo largo del tiempo del asenta-
miento rural hacia otro de características más urbanas, cabe la posibilidad de aper-
tura de otras tres calles longitudinales interiores seccionando por su parte central las
tres filas de manzanas, con lo que cada manzana rural de 1 ha, con 10 parcelas de
1.000 m2 cada una, se desdoblaría en dos manzanas, con un total de 40 parcelas
de 212,5 m2 cada una. Lo cual supone, para todo el asentamiento, un gran poten-
cial de transformación al pasar de 250 parcelas rurales a 1.000 parcelas urbanas.
4. Edificación
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• Dar más importancia a las plantas perennes que a las anuales, especialmen-
te a los árboles, minimizando el esfuerzo de plantar y replantar cada año.
• Combinar actividades diversas en la parcela (huerto, invernadero, aves, árbo-
les y arbustos) de forma que cada elemento cumpla diversas funciones.
• Uso de herramientas manuales.
• Fuerte relación entre uso de la tierra y características climáticas de la zona.
• Destinar una zona para el compostaje.
• Habilitar la laguna cercana para peces.
Nombre del proyecto “Construcción participativa de un espacio seguro y habitable para 200 familias
en el distrito de Chowke”
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HABITÁFRICA
Presupuesto previo estimado
En la Tabla que sigue se desglosa el presupuesto previsto inicialmente, tanto el total
como el porcentual.
Donación nacional o local de los terrenos y mano de obra aportada por los beneficiarios 123.000 11,26
Aportación directa de FCEAR e ICHaB 31.200 2,84
Financiación de los talleres de producción y del crédito de puesta en funcionamiento
(Aportación de empresas españolas) 216.000 19,68
Solicitud de financiación externa 727.200 66,26
TOTAL 1.097.400 100
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Una vez que el Puesto Administrativo de Xilembene confirmó la lista definitiva
de los beneficiarios, se procedió a adjudicar las diferentes parcelas a las familias.
Éstas limpiaron el terreno y, en algunos casos, se construyeron pequeñas cabañas
para vivir durante las semanas que les correspondiese trabajar en el proyecto.
En general, los beneficiarios no participaron en los talleres de obra (únicamente lo
hicieron en el de construcción de las paredes de las letrinas con el apoyo de un carpin-
tero y su ayudante), ya que había que poner al frente de los talleres personal cualifica-
do y los beneficiarios sólo podían ser ayudantes de este personal, ya que comprome-
terse con el puesto de trabajo implicaba tener horarios y responsabilidades excesivas.
Al finalizar el proyecto se habían construido las 206 casas con sus respectivas
letrinas, las cuales se fueron ocupando progresivamente desde finales de 2003 hasta
2004, alcanzando el 100% de ocupación.
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HABITÁFRICA
Fotos: A. Domingo.
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MOZAMBIQUE
HABITÁFRICA
La construcción de las
viviendas fue la
principal actividad del
proyecto en la primera
fase, a pesar de que en
un principio, una vez
construidas las casas,
hubo determinada
resistencia de una parte
de la población para
desplazarse al
asentamiento, debido a
que aún no se habían
iniciado las actividades
productivas, base
fundamental para sus
recursos. Pero el inicio
de éstas, junto con la
puesta en
funcionamiento de
la escuela y la
organización de la
propia comunidad, ha
logrado que la población
beneficiaria esté al fin
completamente
establecida en las 206
viviendas.
Fotos: P. Palomino
y J. Salas.
6. Bloques
7. Varios 1% Materiales por vivienda Valores en
hormigón 15,6% 1. Cemento 18,5% mt (meticais)
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Las familias participantes serán formadas en el terreno, por los trabajadores espe-
cializados contratados al efecto sobre las formas más eficientes de llevar a cabo la
construcción, los métodos de edificación con bloque, el uso del hormigón y la mane-
ra de hacer las dosificaciones, como una base sólida mediante la que lograr una vivien-
da segura y viable a largo plazo.
• Selección de beneficiarios.
• Formación elemental agrícola.
• Plantado de árboles.
• Aplicación de conocimientos y creación del huerto.
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HABITÁFRICA
Propuesta con las labores de
urbanización básicas en las 37 ha
de las que se compondrá al final el
área de construcción del proyecto.
Para ello se prevé en el proyecto la
urbanización de 10 ha de viales de
manera que queden comunicadas y
perfectamente distribuidas las 250
parcelas donde se realizará la
ejecución de la construcción.
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HABITÁFRICA
Fotos: A. Domingo.
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HABITÁFRICA
Se consiguió una mejora en la
dieta alimenticia de los
beneficiarios puesto que estas
especies permiten la
producción de carne, leche
y sus derivados.
En un primer momento
se barajó como opción la
distribución de ganado bovino,
ya que puede usarse para
labores agrícolas, pero
finalmente se eligieron cabras
por su alta adaptabilidad al
medio.
Fotos: A. Domingo.
Indicadores:
Centro de salud
para la atención
diaria y cuatro
camas para
maternidad y
enfermos internados.
Fotos: P. Palomino y
J. Salas.
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HABITÁFRICA
Fuentes de verificación:
Indicadores:
• Construidas 6 aulas.
• 600 menores escolarizados.
• La escuela se integrará y será mantenida por la red educativa del distrito.
Fuentes de verificación:
Los 7 pozos de agua se han perforado hasta 4 metros de profundidad, donde el agua
dulce tiene buena calidad y buen nivel de potabilidad, que ha sido confirmado por
el laboratorio provincial de agua del Ministerio de Salud.
Indicadores:
Fuentes de verificación:
• Las 200 familias del asentamiento se abastecen del agua potable de los pozos.
• Los pozos son gestionados y mantenidos por el comité del agua de la comu-
nidad.
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HABITÁFRICA
La escuela construida está
compuesta por seis aulas, un
bloque de administración,
un bloque de letrinas y un
campo de deportes con una
capacidad para 600 alumnos.
El distrito de Chowke ha
asumido su dotación,
formando así parte de la red
de escuelas de la Dirección del
Distrito de Chowke, lo cual
garantiza su viabilidad: el
Departamento de Educación
del Distrito ha contratado a
5 profesores y una directora,
para los que se han construido
6 viviendas. Las clases
comenzaron con el inicio del
año escolar, en enero de 2004.
A la escuela también acuden
niños/as de las aldeas más
cercanas.
Fotos: J. Salas
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Planos de la panadería
y foto del edificio
terminado.
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beneficiarios y de actividades comunitarias que les hagan partícipes del nuevo asenta-
miento.
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HABITÁFRICA
El resultado, pasado el tiempo desde que FCEAR terminó el proyecto, se estima que
globalmente tendría una clasificación de bueno, aunque mejorable. Se trata de una
de esas realizaciones de cooperación para el desarrollo de las que uno puede sentir-
se francamente satisfecho por el buen trabajo realizado por las instituciones involu-
cradas más directamente:
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HABITÁFRICA
• La hojalatería cesó su actividad: quienes tenían que comprar ya lo hicieron.
• Dos de los 7 pozos, pese a la creación de los comités de agua, no funcionan.
• Las mujeres continúan cocinando en el suelo sin hacer caso, en general, al
poyete de hormigón destinado a tal efecto en la vivienda.
• Algunas viviendas han comenzado su crecimiento (un poco caótico y utili-
zando materiales “tradicionales”).
• 2 profesores se han marchado, y como consecuencia la escuela ha tenido que
cerrar 2 aulas.
• El centro de salud está sobredimensionado para la zona y su accesibilidad.
Del médico y de las dos enfermeras que había en un principio, sólo quedan
estas últimas.
• La compañía eléctrica ha tenido que cortar el suministro a varias viviendas,
por impago. Los habitantes no pueden hacer frente al importe mensual de
2 a 4 euros.
• La población participó de la construcción, pero no puede decirse que asimi-
laran el proceso constructivo, ya que únicamente acarreaban material.
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HABITÁFRICA
Dos momentos
de la entrevista
con Graça
Machel de
Julián Salas,
Monika Sojo y
Pablo Palomino.
Fotos:
P. Palomino.
Graça Machel, viuda del líder de la lucha durante los últimos años entre guerras,
por la independencia y primer presidente de sequías, inundaciones, etc., de forma tal que
Mozambique Samora Machel, fue ministra de el gobierno ha estado luchando para conse-
Educación de Mozambique a los 29 años guir, en primer lugar, que las personas ten-
de edad. Nació en la provincia de Gaza, en la gan algo para comer, lo que no puede retra-
que se ha realizado el proyecto HABITÁ- sarse, y ha estado haciendo un esfuerzo en el
FRICA, es presidenta de la Fundación para el área de la educación, la construcción de cen-
Desarrollo de la Comunidad (FDC), contra- tros de salud y, finalmente, una concentra-
parte de FCEAR en Mozambique. Es desde ción de esfuerzos para mejorar la vivienda, la
1998 esposa del presidente de la República habitabilidad básica.
Sudafricana Nelson Mandela. De forma general, se ha estado haciendo
Julián Salas. Muchas gracias por conce- muy poco. ¿Y por qué? Porque se parte del
dernos esta entrevista. principio de que la población consigue, pese a
Si le parece, Sra. Machel, yo le planteo hacerlo con materiales y tecnologías muy pre-
algunos temas y usted le da la prioridad que carios y hasta cuestionables desde el punto de
juzgue pertinente. Uno de ellos sería conocer vista de la calidad, pero la población consigue
la prioridad y el tratamiento que se da a la un cobijo mínimo. Por eso, si ellos pueden
habitabilidad básica, entendida como techos, apañárselas, nosotros vamos a concentrarnos
viviendas, agua, salud, escuelas, caminos... en los centros de salud, que ellos no pueden
dentro del Plan de Desarrollo de Mozam- construir por sí mismos, en las escuelas, que
bique, el PARPA II, y en las políticas y pro- ellos no pueden construir por sí mismos, en
gramas de Mozambique en general. los pozos de agua, que ellos no pueden cons-
También, y no porque hoy sea el Día truir por sí mismos… y se acaba por dejar el
Universal de la Mujer Trabajadora, le rogaría asunto de la vivienda un poco para más tarde,
que abordara el problema de género en los sabemos que es importante pero...
procesos de consecución de soluciones habi- Creo, que por primera vez este gobier-
tacionales. no, que empezó su mandato en el 2005, ya
Quería plantearle finalmente, que valora- tiene líneas concretas en el área de vivienda.
se lo realizado por proyecto de HABI- Todavía no conseguimos ver el impacto que
TÁFRICA en Hokwe: las 206 viviendas rea- va a tener ya que sólo hace un año que están
lizadas, la escuela, la clínica, las bombas de ahí, pero me parece que han aportado una
agua, los pequeños talleres… preocupación por la vivienda básica y por un
Graça Machel. Bueno, en el caso con- conjunto de actividades que se complemen-
creto de Mozambique, infelizmente la tan, como la comida, la escuela, el agua, el
vivienda, una vivienda digna, no ha tenido la centro de salud… El problema ya se ha tra-
prioridad que sería deseable. tado a nivel político, pero en términos de
Tal vez porque éste es un país con nece- implementación, todavía falta mucho por
sidades muy extremas. Estamos viviendo hacer.
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MOZAMBIQUE
HABITÁFRICA
Tengo que decir también, que este país, G. M. Eso es exactamente lo que ocurre.
de norte a sur o de sur a norte, tiene diversas Mirando la ciudad de Maputo, puede decir-
experiencias dignas de tenerse en cuenta se que en 30 años de independencia no exis-
para la construcción de viviendas. Aquí en el ten barrios nuevos construidos por los dife-
sur, las condiciones varían mucho. Si con- rentes gobiernos, barrios de bajo coste... no
templamos las zonas del interior, las zonas de existen. Por lo tanto, ni en el campo ni en la
regadío y las zonas secas, aunque en ambas ciudad ha existido una política específica por
se utilizan materiales locales, son muy dife- parte del Gobierno, ha dejado hacer a la
rentes. En el “sequeiro” la construcción es población... Ahora, hay otra cuestión que Vd.
mucho más espaciosa y tiene ventanas, por planteó sobre la mujer y la autoconstrucción.
lo que, por lo menos desde el punto de vista En las zonas rurales, sí, todavía hoy son las
de la ventilación, tienen circulación de aire, y mujeres las que construyen. El techo, la
espacialmente, a veces no se hacen compar- cubierta, lo hacen los hombres... el resto las
timentaciones. En fin, en la zona seca, las mujeres.
zonas altas, la construcción es siempre un J. S. ¿Ah, si?
poco mejor que en la zona de regadío. En las G. M. Sí, porque la cubierta exige una
zonas bajas, junto a los regadíos, la vivienda estructura, unos clavos que hay que colocar.
generalmente es mala, realmente mala. No Por lo general, las mujeres se encargan del
estoy hablando de Hokwe, donde fueron volumen de la casa y después, si no hay un
ustedes, porque allí se ve también que los hombre en la familia para construir la
que trabajan en el sur —muchos en Sudá- cubierta, organizan a los varones vecinos de
frica— tienen casas mejores construidas con la comunidad para que realicen ese gesto
bloques de hormigón, pero las construccio- de solidaridad, o a veces se les paga para que
nes tradicionales son bastantes malas. Hay la hagan. Pero la verdad es que, aquí en
que decir que la realidad varía mucho. Mozambique, también hay una gran tradi-
Si vamos por ejemplo al norte, y visita- ción de que sean las mujeres las que constru-
mos las zonas de Napula, Pimba…, sobre yan, mediante formas propias de una auto-
todo en la zona de la costa, a pesar de ser construcción precaria de la que estoy
materiales locales, existe una vivienda mucho hablando.
mejor. Son casas más grandes, comparti- En las zonas del norte, en las que la cons-
mentadas y ventiladas, construidas con trucción es mejor, los hombres tienen otro
materiales locales, con bambú que después papel porque realizan el entrelazado de la
rellenan con adobe o barro para los cerra- estructura de bambú. Ellos utilizan más
mientos. Hay que ver el país en su diversi- bambú que cañas, el “carrizo” se usa más en
dad, y saber que tenemos zonas con resulta- esta zona del sur. Lo que quiero decir, por lo
dos muy malos y zonas con situaciones más tanto, es que tenemos experiencias de parti-
razonables, pese a utilizar en ellas materiales cipación de la mujer, no en la construcción
locales. de la vivienda convencional, sino en las
Pero su pregunta se interesaba por la viviendas tradicionales. Las mujeres tienen
prioridad que el gobierno da a la habitabili- un papel muy importante en eso.
dad básica. La otra pregunta que me ha formulado
El gobierno ha dejado a criterio de la pretendía que valorase la experiencia de las
población ir sobreviviendo. No ha existido viviendas en Hokwe. Quiere saber si la esti-
una política coherente dirigida hacia la mamos como buena o mala... Fue buena en
vivienda. Con el proyecto de la Fundación algunos aspectos.
CEAR somos una de las pocas organizacio- Pienso que la fase de construcción de las
nes que hace este tipo de proyectos y ahí viviendas exigía un nivel de implicación de
están esas 206 viviendas realizadas con las familias que iban a vivir en ellas y de las
materiales mejorados, etc. Pero el grueso del asociaciones locales, los carpinteros, los alba-
problema se aborda con casitas pequeñas, ñiles, es decir, una participación de la comu-
muy precarias... nidad. Aunque en realidad había un técnico
J. S. En resumen, el Gobierno está más desplazado que se encargaba de la gestión
preocupado por lo público, las escuelas, del proyecto, que dirigía el proyecto, en la
agua… y el hábitat, la vivienda, lo deja en ejecución hubo participación de las propias
manos de las propias familias. familias y de las personas que técnicamente
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Namibia
Apoyo a Shack Dwellers Federation of Namibia para establecer
condiciones de habitabilidad dignas en poblaciones desfavorecidas
Antecedentes y contexto
Partición territorial Repercusiones:
de Namibia:
PROYECTO
Construcción de 166 viviendas y 303 infraestructuras básicas en 5 asentamientos
HABITÁFRICA
en I
Namibia
HABIT
ÁFRICA
3. Un proceso innovador para financiar
la habitalibidad básica en Namibia
(La importancia de los procesos en la cooperación para el desarrollo)
Mapas político y de las regiones de Namibia, así como la bandera del país.
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
La gran guerra de resistencia que condujeron los herero entre 1904 y 1907 casi
expulsó a los alemanes, quienes reaccionaron brutalmente con ahorcamientos masi-
vos y detenciones forzosas en campos de concentración, lo que provocó una masa-
cre y la reducción del 90% de los pobladores hereros en 1910. Sólo un tercio de la
población nama sobrevivió, confinada en campos de concentración. La rigidez con
que los alemanes ejercieron su control no se extendió significativamente hacia el
norte y no llegó a amenazar a los ovambo.
Durante la Primera Guerra Mundial, los británicos invadieron la colonia alema-
na en Sudáfrica. Al finalizar la guerra la región quedó bajo el mandato de la
Sociedad de Naciones, que encomendó la administración de este territorio —cono-
cido como África Sudoccidental— a la Unión Sudafricana como “un encargo
sagrado de civilización” para “promover al máximo el bienestar material y moral de
sus habitantes”.
Superando sus conflictos iniciales, los boers sudafricanos y los colonos alemanes
de Namibia —entre quienes se encontraba el padre del dirigente nazi Göring—
pronto encontraron un interés común: la explotación descarnada de la población
negra, de cuyo “bienestar” debían supuestamente ocuparse. Pasada la Segunda
Guerra Mundial, en 1974 Sudáfrica manifestó formalmente a las Naciones Unidas
su intención de anexarse el territorio. La ONU —que heredó de la Sociedad de
Naciones la responsabilidad sobre las colonias en fideicomiso— se negó.
Entre 1961 y 1968 la organización mundial intentó anular el mandato fiduciario
y establecer la independencia del país. Las presiones jurídicas fueron infructuosas y
el pueblo namibio, organizado en la Organización Popular del África Sudoccidental
(SWAPO), decidió iniciar la lucha de liberación en 1966.
En 1968 la ONU proclamó la ilegalidad de la ocupación sudafricana del país
que pasó a llamarse Namibia para la comunidad internacional. Se estableció un
Consejero de Naciones Unidas para Namibia, como representante legal del territo-
rio hasta que la soberanía pudiera ser ejercida libremente por su pueblo. Las con-
denas económicas hacia Sudáfrica fueron vetadas sistemáticamente por las poten-
cia occidentales.
La independencia de Angola (1975) dotó a la SWAPO de una retaguardia soli-
daria. La guerra de guerrillas se intensificó pese a las presiones sudafricanas contra
Angola. Las potencias occidentales comenzaron a presionar a Pretoria para que
buscara una solución “moderada” antes de que se instaurara en el país un régimen
revolucionario.
En diciembre de 1978 Sudáfrica realizó elecciones en Namibia con miras a
constituir un gobierno autónomo, anunciado como paso previo a la independencia.
Tales comicios carecieron totalmente de credibilidad (realizados sin observadores
de la ONU, con el territorio ocupado por las tropas racistas y sin que la SWAPO
pudiera participar). El peso de las empresas trasnacionales y de los medios econó-
micos sudafricanos es muy grande. Los intereses extranjeros son hegemónicos en
los tres sectores principales de la economía: la agricultura, la pesca y la minería,
siendo este último el más desarrollado.
La economía había crecido de manera sostenida desde la Segunda Guerra
Mundial (20 veces más para los europeos que para los africanos). El salario de los
trabajadores negros era apenas suficiente para alcanzar el nivel de subsistencia
mínimo por persona. Hasta mediados de la década de los setenta los trabajadores
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no pudieron capacitarse para ocupar cargos de importancia y desempeñar tareas
calificadas.
La administración colonial de Windhoek seguía las orientaciones clásicas de la
dependencia. El país producía para exportar e importaba todo lo que necesitaba,
especialmente alimentos. No contaba con industrias y el 90% de los bienes prove-
nían de Sudáfrica.
Hasta 1990, año de la independencia, la desigualdad era brutal: el 90% de la
población consumía el 20% del PNB y la minoría europea el resto. La independen-
cia de Namibia representó para Sudáfrica la pérdida de 240 millones de dólares en
exportaciones y costos adicionales de 14 millones de dólares de importación de pro-
ductos extranjeros. Por esta razón, además de boicotear los esfuerzos para una solu-
ción negociada de la independencia de Namibia, los sudafricanos reforzaron en un
30% el presupuesto militar para la campaña contra el Ejército de Liberación
Popular de Namibia, brazo armado de la SWAPO. En los últimos meses de 1982 y
comienzos de 1983, la guerra se intensificó a lo largo de la frontera de Namibia con
Angola. Los combates se extendieron también hacia el sur.
La independencia fue proclamada el 21 de marzo de 1990. El primer problema
que debió acometer el gobierno de Namibia se situaba en el terreno social: las injus-
tas desigualdades inherentes al sistema del apartheid impuesto por Sudáfrica, sobre
todo en los campos de la salud y la educación. En los territorios antiguamente reser-
vados para los europeos existía una infraestructura aceptable para la enseñanza y
los servicios sanitarios, sin embargo, las zonas de residencia de la población nativa,
fundamentalmente en el norte del país, carecían de locales escolares y de dispensa-
rios de salud.
Con la independencia, Namibia incorporó el inglés como idioma oficial, sustitu-
yendo el afrikaaner. El gobierno organizó un Departamento de Educación Informal
para alfabetizar a las mujeres. El trabajo inicial del organismo, en colaboración con
UNICEF, arrojó como resultado que la población femenina de Namibia debía ser
alfabetizada primero en su lengua materna para luego aprender el inglés. En cuan-
to a la salud, el gobierno ha destinado recursos para la elaboración de un plan
de rehabilitación para unos 40.000 discapacitados, la mayoría víctima de 23 años
de lucha guerrillera por la independencia. La reforma agraria es una de las cuestio-
nes críticas a abordar en corto plazo: el 65% de las propiedades son europeas, la
mayoría hacendados ausentistas. En 1994 el gobierno aprobó una ley de tierras que
limitaba la concentración de la propiedad (el 1% de la población poseía 75% de las
tierras). Pero la política gubernamental de comprar la tierra a los blancos para tras-
pasarla a los negros fracasó por la negativa blanca a venderla. Sólo unos 35.000
namibios han sido reubicados en tierras cultivables desde 1990.
La democratización de Sudáfrica y la paz definitiva en Angola permitieron un
desarrollo económico importante para el país. La industria pesquera dio muestras
de recuperación y tuvo un fuerte crecimiento para 1998. En busca de recursos
financieros, el gobierno comenzó ese año a promocionar Namibia como destino
turístico, industria nunca desarrollada en el país.
El número de seropositivos y de enfermos de sida aumentó en forma alarmante
hasta alcanzar a más del 20% de la población.
En 2004, Alemania realizó una histórica disculpa por el “genocidio de 1904” en
Okakarara (región ubicada al este de Namibia). La ministra alemana de Desarrollo,
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a. Geografía
b. Demografía
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• Tasa de fertilidad. 4,00 hijos / mujer.
• Lengua. Inglés (idioma oficial. 7%); la población nativa —y el 60% de los
blancos-habla el khoisan, el bantú y afrikaaner; también se habla alemán
(32%).
• Alfabetismo (hombre / mujer) (2003). 85,0% (85,0% / 83,7%)
• Grupos étnicos. El 87,5% del pueblo namibio está compuesto por 11 etnias;
los más numerosos son los ovambo (47,4%), los kavango (8,8%), los dama-
ra (7,1 %), los herero (7,1%) y otros. Existe una minoría de origen europeo
que representa 6,0% de la población y un 6,5% de mestizos.
• Religiones. No existe una religión oficial. La mayoría practica cultos tradi-
cionales africanos, aunque son muchos los fieles luteranos (51,2%) y de otras
denominaciones cristianas. Los católicos constituyen el 19,8%, y los anglica-
nos el 5%.
• Pobreza (% población < 2 US$ / día). 55,8%
2. Texto tomado íntegramente del documento Plan África 2006-2008, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, junio 2006. Namibia figura en el grupo de países preferentes para la cooperación española.
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Dos son las razones básicas, de muy diferente naturaleza, por las que se impulsa el
proyecto:
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2. Probar de forma práctica —transfiriendo la metodología a los agentes res-
ponsables de las políticas del hábitat y el territorio namibio y, si procede, hacerla
práctica en otros lugares del país— mediante la puesta en marcha de un proceso
de construcción del territorio, capacitando a los beneficiarios a través de la auto-
construcción de su propio entorno y la implantación de gérmenes productivos
para la elaboración de componentes capaces de rebajar el coste de la edificación.
Se espera obtener:
Durante el proceso de ejecución del proyecto las decisiones serán adoptadas por un
consenso entre los responsables de FCEAR y de NHAG y en la medida de lo posi-
ble con los beneficiarios.
Finalizado el Proyecto se propone que un equipo externo al proyecto realice un
trabajo de auditoría y evaluación de resultados.
* El resto de infraestructuras para las viviendas se han construido y se han financiado con un proyecto
de Intermón.
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7. ¿Dónde se hará el proyecto?
9. ¿Cuánto costará?
El precio final por vivienda dependerá del poder adquisitivo de los beneficiarios. Se
barajan presupuestos entre 12.000 N$ y 21.500 N$ (1.600 € / 2.866 €) según dife-
rentes variables, como son el tipo de material o la forma de la construcción.
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Una de las singularidades del proyecto que se describe está en apoyar y reforzar un
proceso novedoso de financiación de soluciones habitacionales para los más pobres.
No suele ser frecuente este tipo de objetivos entre organizaciones de cooperación,
aunque no dudemos personalmente en calificarla de fundamental y necesaria, ello
nos parece el núcleo clave de este proyecto de FCEAR.
Siguiendo la experiencia chilena en este campo, personalizada en la de Joan Mac
Donald3: “Las experiencias de los países de América Latina durante las últimas déca-
das en materia de financiamiento habitacional señalan aciertos y limitaciones. Para
alcanzar a los sectores más postergados, hasta los años de 1980, en muchos países, se
subsidió la oferta de viviendas reduciendo los precios de venta a menos de sus costos
de producción, y otorgando subsidios crediticios ‘ocultos’ por medio de tasas nomi-
nales de interés que no consideraban la inflación en curso. Si bien estas políticas cum-
plieron un importante papel en la producción de viviendas económicas, no lograron
resolver el considerable déficit acumulado y las nuevas necesidades que generaban los
elevados ritmos de urbanización y el rápido aumento de la población. Surgieron
3. Joan Mac Donald, Pobres en la ciudades pobres, ponencia presentada en el I Congreso Internacional sobre Desarrollo
Humano, Madrid 2006.
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entonces, y el caso chileno fue pionero, nuevos esquemas de financiamiento que
consideran tres componentes:
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Esta ONG se estableció en julio de 1999 como una ONG independiente para apo-
yar las acciones de la Shack Dwellers Federation of Namibia (SDFN), siendo sus
funciones:
Es una red de grupos de ahorro para viviendas, cuyo objetivo es mejorar las con-
diciones de vida de la gente de bajos ingresos que vive en chabolas, en habitacio-
nes alquiladas o que no tiene cobijo, a la vez que promueve la participación de las
mujeres.
La SDFN cuenta con unos 17.000 miembros estructurados en grupos de aho-
rro repartidos por gran parte del país. Es una organización descentralizada en la que
cada grupo tiene plena autonomía, aunque cuentan con representantes “sectoriales”
sobre formación, salud, suelo, construcción, ahorro, préstamos, actividades producti-
vas…, etc. que se reúnen periódicamente para intercambiar experiencias, tejiendo una
red social con una importante capacidad de movilización a nivel nacional. Esta des-
centralización permite a la SDFN gestionar estos 17.000 créditos sin un solo ordena-
dor, ya que cada grupo cuenta con su propio contable, encargado de ingresar perió-
dicamente los reembolsos en una determinada cuenta bancaria.
La Federación comenzó su andadura en octubre de 1988 con 30 grupos, que
eran miembros de la asociación Namibia Housing Action Group (NHAG) y esta-
ban implicados en proyectos de viviendas. En junio de 2001 contaba con 187 gru-
pos de ahorro, en 43 áreas urbanas, localizados en todas las regiones del país.
Sus principales financiadores en el año 2001 fueron Misereor (Alemania),
Homeless International (Reino Unido) y IBIS (Dinamarca), así como Bristol Meyers
Foundation, el Programa “Build Together” gestionado por autoridades locales y el
Ministry of Regional Local Government and Housing.
La SDFN se organiza a través de grupos de ahorro y trabaja con gente de muy
escasos recursos en todo el país. Sus pricipales actividades son:
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• Recogida de información para mejorar su capacidad de negociación:
durante 2004 llevaron a cabo un estudio en 15 localidades (más de 6.000
entrevistas), del que se extraían los siguientes datos:
- La media de personas por alojamiento es de 4,5.
- Casi el 45% de los hogares tienen como cabezas de familia a mujeres.
- Casi el 49% de los habitantes de asentamientos informales tiene menos de
20 años.
- Los ingresos medios mensuales eran de 310 N$ (31,67 €).
- Las estructuras donde viven, construidas en general por ellos mismos, tie-
nen en su mayoría 2 habitaciones y la valoración económica media que
hacen de estas viviendas es de unos 1.400 N$ (143 €).
- Las familias en las áreas urbanas pagan en concepto de agua mensualmen-
te alrededor de 25 N$ (2,55 €), y 100 N$ (10,22 €) en las zonas costeras.
- Casi el 63% de las personas utilizan leña para cocinar, y gastan alrededor
de 70 N$ (7,15 €) en combustible al mes.
- Las familias llevan viviendo como media 14,8 años en la localidad.
- La mayoría de las personas se mudó a su chabola actual debido a la falta
de vivienda (47,5%) y en busca de mejores condiciones de vida (23,5%).
- Algo más del 26% de la gente ha tenido alguna experiencia de desahucio.
• Intercambios, para sensibilizar y compartir conocimientos y experien-
cias: forman parte de la Shack / Slum Dwellers International (SDI). Durante
el año 2005 viajaron a India, Zimbabwe y Sudáfrica para conocer diferentes
proyectos, y también recibieron a grupos de estos países.
• Gestión del “Twahangana” Fund (fondo de ahorro), como mecanismo
de crédito para casas y pequeños negocios: el proceso para solicitar prés-
tamos del Fondo es gestionado por el grupo de ahorro y la Federación.
Primero los miembros deben tener sus solicitudes aprobadas dentro de su
propio grupo de ahorro, al tiempo que equipos de la Federación a nivel
regional o local visitan al grupo para confirmar los procedimientos, como
que la cantidad ahorrada sea al menos el 5% del préstamo solicitado, y que
haya una implicación en las actividades del grupo al que pertenece. El grupo
debe participar asociado a otro grupo con experiencia, para familiarizarse
con los procedimientos de préstamo y su administración. El préstamo máxi-
mo es de 15.000 N$ (1.532,6 €), por un plazo de 9 años, a un 1% de interés
mensual.
• Construcción de casas: incluye los planos y modelos de casas (cuentan con
6 modelos diferentes), los costes y la preparación del trazado del solar y los
planos para la aprobación municipal (el coste de una casa de 32 m2 es del
orden 14.000 N$, aproximadamente 1.430 €); trabajo con técnicas de cons-
trucción apropiada; formación; seguimiento de la autoconstrucción; o apoyo
técnico.
• Programa de salud medioambiental: han comenzado a trabajar en
temas de salud, principalmente debido al grave problema del VIH/SIDA,
colaborando con otras organizaciones; apoyan también un proyecto de
producción de cocinas para el ahorro de leña, trabajan en el acceso al agua,
etc.
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Para poder ser beneficiario del proyecto previamente hay que formar parte de un
grupo de ahorro de la Shack Dwellers Federation (SDFN) y cumplir con los requi-
sitos que conlleva formar parte del mismo.
Como grupo, los requisitos consisten en:
Los grupos de ahorro de SDFN están en todo el país, aprenden unos de otros y
se coordinan con equipos regionales que supervisan la actuación de cada grupo. Por
encima de éstos, hay dos coordinadoras nacionales que apoyan a los equipos regio-
nales.
Organización de los beneficiarios. El grupo, con la ayuda de los técnicos de
NHAG y de los coordinadores de SDFN regionales, consiguen un terreno que
pagan al ayuntamiento en su totalidad mediante un préstamo.
Los miembros del grupo siguen ahorrando, y cuando han alcanzado el 5%
del total del coste de la vivienda, entonces pueden pedir el préstamo a devolver
en 11 a 15 años con un interés del 0,5% al mes. La recomendación es que para
alcanzar el 5% no se debe tardar más de 8 meses de ahorro, en caso contrario,
habría que replantearse la cantidad solicitada. Previamente, el grupo tiene que
aceptar que cada participante cumple con sus funciones como miembro del
grupo, y una vez comprobado que así es, el comité de la federación encargado
de aprobar los préstamos de esa región aprueba definitivamente la concesión
del préstamo de la vivienda y, por lo tanto, lo convierte en beneficiario del pro-
yecto.
Resumiendo, primero se concede el crédito al grupo para la compra del terre-
no y, después, se van concediendo créditos personales a aquellos miembros del
grupo que tienen la capacidad de ahorro que determina la ONG local. Este hecho
explica que dentro de un mismo asentamiento existan viviendas de ladrillo junto
con chabolas, aunque todos sean miembros del mismo grupo. En definitiva, la cons-
trucción de las viviendas depende del poder adquisitivo de cada miembro del
grupo.
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3.4. El proyecto ejecutado
b. Actividades e indicadores
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SDFN, el personal de FCEAR logró trabajar con los 8 grupos repartidos en las tres
áreas; sin embargo, por razones enteramente exógenas al proyecto y expuestas ante-
riormente, se optó por dejar el asentamiento de Walvis Bay. El proyecto quedó con-
formado por 14 grupos organizados entorno a planes de ahorro: 1 en Henties Bay
y 13 en Windhoek (4 en Otjomuise, 1 en Betesda, 4 en Okahandja y 4 en Park
Green Well).
Objetivo general
Descripción final - Apoyo a la SDFN para la construcción de 166 nuevas viviendas e infraestructura básica
en 5 asentamientos con 14 grupos de ahorro consolidados.
Descripción original - Apoyo a la SDFN para la construcción de 180 nuevas viviendas e infraestructura básica
en 9 asentamientos.
Indicadores - Todas las familias que van a participar en el Proyecto pertenecen a 14 grupos organiza
dos entorno a planes de ahorro.
- Para poder acceder a un préstamo para vivienda las familias deben haber ahorrado al
menos un 5% de la cantidad prestada. Este hecho demuestra el interés por conseguir
unas condiciones dignas de hábitat, ya que supone un gran esfuerzo económico.
- Nº de familias con acceso a vivienda estable, agua potable, saneamiento, electricidad,
transporte y servicios de salud.
Verificación - Informe de SDFN-NHAG.
- Informe de FCEAR.
- Actas de las reuniones de los grupos de ahorro constituidos.
- Lista de miembros de los grupos de ahorro.
- Cotejo de la lista de beneficiarios con las listas de participantes del grupo
- Material fotográfico.
Hipótesis Se mantiene la organización, los beneficiarios mantienen el interes, participando
activamente y devolviendo los créditos.
Se mantienen las condiciones sociopolíticas en la región y en el país.
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c. Resultados esperados y actividades previstas
Todos los grupos que van a participar en el programa ya han mantenido reuniones
con las municipalidades donde residen para la adquisición de terrenos donde cons-
truir sus viviendas.
Para conseguir unas condiciones de habitabilidad básica es imprescindible con-
tar con unos servicios mínimos de infraestructura, que consistirán al menos en el
acceso a agua, saneamiento y carreteras. En Windhoek estas infraestructuras bási-
cas serán cubiertas por el propio programa. El hecho de descartar Walvis Bay de
esta acción de desarrollo permitiría al proyecto entregar a junio de 2006 un total de
303 infraestructuras urbanas básicas en 2 asentamientos (61% de lo formulado ini-
cialmente): 16 en Betesda y 287 en Green Well C, ambos en Windhoek.
Asimismo, tareas de educación y sensibilización sobre salud y medio ambiente
tendrán lugar a lo largo de la duración del programa.
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Las 166 familias que participan en el proyecto se construirán sus propias viviendas
con el apoyo de personal técnico, las cuales tendrán una superficie mínima de 30 m2,
tras superar el principal problema del proyecto, relacionado con la poca eficiencia
de los ayuntamientos (lentitud a la hora de conceder terrenos, aprobar planos y par-
celaciones, fijar el precio del suelo edificable, etc.). Las nuevas viviendas se han dis-
tribuido como se indica en la Tabla que sigue:
Walvis Bay - 90 -
Henties Bay 1 30 8
Windhoek Otjomuise 4 60 98
Betesda 1 16
Okahandja Park 4 44
Green Well 4 0
Total 14 180 166*
* 92% respecto a lo formulado inicialmente.
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HABITÁFRICA
3.5. Solución habitacional adoptada
Los terrenos fueron aportados por las autoridades municipales: los 4 asentamientos
de Windhoek son urbanos y estaban previamente ocupados, el de Henties Bay no
estaba ni urbanizado ni habitado, aunque se encontraba en el entorno urbano
(excepto en la franja costera, que tiene un clima desértico, no existen fuertes con-
dicionantes físicos o climatológicos para la construcción).
Los suelos los adquieren a posteriori los grupos de beneficiarios al precio fijado
por la municipalidad, según precios estandarizados en función de su ubicación y la
disponibilidad de infraestructuras viarias, de abastecimiento de agua o de electrici-
dad.
Ordenación y parcelación
Una vez adquiridos los terrenos y aprobada la ordenación por parte de las autori-
dades municipales, los beneficiarios comienzan la gestión y parcelación, cuyos gas-
tos corren a su cuenta. Para estas labores los beneficiarios han contado con el ase-
soramiento de la arquitecta expatriada de FCEAR.
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HABITÁFRICA
Obras de urbanización
Ubicación de las
44 viviendas en el
asentamiento de
Okahandja
(Windhoek).
Diseño arquitectónico
Mano de obra
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
NHAG
Plantas y sección tipo de tres
de las seis viviendas.
Los equipos profesionales muchas veces contaban con varios encargos simultá-
neos dentro del mismo asentamiento. Se utilizaron contratos tipo propuestos por el
proyecto por un monto global de 2.500 N$ (del orden de 320 €) por la ejecución
de la vivienda sin materiales (albañilería 600, cubierta 800 y acabados 1.100 N$
equivalentes a 77, 102 y 141 €, respectivamente).
En Walvis Bay
Terreno cedido
por la
Municipalidad
de Walvis Bay
a las afueras.
Fotos: P.
Palomino.
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
En Henties Bay
Viviendas extremadamente
precarias.
Explicación de las
características del proyecto.
Aspectos de la
producción manual
de bloques de tierra
cruda y de la
excavación de la
cimentación por los
beneficiarios.
En Windhoek
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
Preparación de fosas sépticas mediante el
recubrimiento de bidones metálicos de
segunda mano.
Viviendas en
construcción
en Otjomuise,
Windhoek.
Viviendas
Otjomuise,
Windhoek.
Fotos: Idoia
Oneca.
Otjomuise
Comprende cuatro grupos de ahorro distintos que trabajaron con grandes retrasos
consecuencia fundamentalmente de la poca capacidad de los proveedores (funda-
mentalmente cemento y otros materiales) para poder cumplir con la demanda. Las
inspecciones técnicas por parte de la municipalidad se sucedieron con normalidad.
La totalidad de las viviendas de estos grupos (98) se terminaron en octubre de
2005, todo está en manos de NHAG/SDFN y no queda ningún trámite dependien-
te de la municipalidad. El trabajo que resta por hacer es administrativo.
Betesda
La ejecución de las 16 viviendas programadas siguió un proceso con idénticas difi-
cultades a las ya mencionadas en el caso de Otjomuise. Seguidamente se muestran
seis aspectos de la realización del proyecto en Betesda:
Delimitación de
parcelas.
Inicio de la
ejecución de las
cimentaciones.
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
Bloques de hormigón
apilados junto a las futuras
viviendas.
Okahandja Park
Ésta fue la realización más problemática y con mayores retrasos acumulados, ya que
los planos de parcelación y los de las viviendas tardaron mucho en recibir la apro-
bación definitiva. NHAG, en un intento de que las viviendas fuesen lo más baratas
posibles, hizo que los beneficiarios produjesen sus propios bloques. Este proceso
resultó largo y costoso (no en términos monetarios, sino en trabajo y esfuerzo de
movilización y motivación). Además, hubo que mover a un número importante
de personas de las parcelas adyacentes a las que ocupan los beneficiarios para poder
edificar. Muchas de estas tareas se llevaron a cabo simultáneamente, pero fue difí-
cil su coordinación, por lo que fueron las últimas viviendas que se ejecutaron en el
proyecto HABITÁFRICA en Namibia.
Se muestran a continuación algunos aspectos de la producción manual por parte
de los beneficiarios de bloques de hormigón de 40x20x20 cm y de su empleo en el
arranque de las cimentaciones:
Fabricación de hormigón
para elaborar los bloques.
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HABITÁFRICA
Primera etapa de
realización de letrinas
provisionales.
Ejecución de letrinas
definitivas en el exterior
de las viviendas.
Foto: A. Moya.
Al coste desglosado de la tabla que sigue hay que añadir la mano de obra del alba-
ñil-constructor, cuyo total asciende a 2.900,00 N$ (362,5 € aprox.), por lo que el
coste final de la vivienda fue de 21.090,17 N$ (2.323,7 €).
133
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HABITÁFRICA
A.0. 2,3%
A.I. 5,3% A. COSTES DIRECTOS (€)
B.I. 7,1%
A.IX. 0,5% A.0. Identificación / eval. externa 26.639,55
A.VI. 1,3% A.I. Terrenos / Inmuebles 61.924,47
A.V. 15,1%
A.II. Infraestructura, construcción 546.049,65
A.III. Equipos y suministros 30.088,51
A.IV. Personal local 227.859,61
A.V. Personal expatriado 176.526,92
A.VI. Funcionamiento 15.023,80
A.IX. Auditoría externa 5.308,00
A.IV. 19,4% A.X. Sensibilización 0,00
A.II. 46,6%
TOTAL COSTES DIRECTOS 1.089.420,51
A.III. 2,6% B. COSTES INDIRECTOS
B.I. Gastos administra. ONG espa. 83.420,00
B.II. G.A. ONG local 0,00
TOTAL COSTES INDIRECTOS 83.420,00
TOTAL GENERADO 1.172.840,51
Porcentajes totales de las partidas de proyecto.
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3.7. Fortalezas y debilidades del proyecto
Contrapartes
Beneficiarios
Fundación FCEAR
Beneficiarios / Contraparte
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HABITÁFRICA
estructura de trabajo de esta ONG y la filosofía que la sustenta son las adecuadas,
pero tienen que reforzar aún los grupos de ahorro, ya que en muchos casos, una vez
que los grupos consiguen el terreno para construir sus viviendas su participación
no es tan activa.
El proceso también ha contado con otros factores exógenos al proyecto que lo
han retrasado: alta tasa de paro, VIH / SIDA, enormes desigualdades sociales…
Cabe destacar que el ritmo y la adaptación al sistema de trabajo de la contraparte
no han sido los previstos.
Desde el punto de vista de NHAG-SDFN, el proyecto les fue ofrecido a ellos y
lo adoptaron como una oportunidad para trabajar con otro donante, diversificar sus
fuentes de financiación y apostar por una nueva iniciativa: ser ellos los generadores
de suelo urbano mediante la provisión de infraestructuras sin viviendas como vía de
facilitar el acceso a suelo más barato para la población con menos recursos. Esto ha
generado una falta de comunión en la filosofía de trabajo y en las prioridades, lo que
implica una relación que no es de igual a igual entre las dos partes ejecutoras del
proyecto (FCEAR y NHAG) y que el enfoque de inicio del proyecto no haya fun-
cionado, ya que las dos partes tenían prioridades distintas para el mismo. Para
FCEAR la prioridad era, y es, una ejecución sin problemas y el cumplimiento de
sus compromisos con AECI como donante. Para NHAG la prioridad era, y es, una
ejecución sin límite de tiempo y el cumplimiento de su compromiso para con su
filosofía de trabajo y con sus beneficiarios, ya que están habituados a trabajar con
donantes más flexibles sin utilizar herramientas elementales de gestión de proyec-
tos, como un cronograma con hitos y puntos de control sobre el desarrollo de acti-
vidades.
Los programas de salud y medio ambiente han tenido poco peso relativo en el pro-
yecto; la población beneficiaria está muy desmotivada y es poco participativa.
Durante el primer año y medio de ejecución del proyecto se contó con dos consulto-
ras (Enviro Dynamics para el programa de medio ambiente, y Cactus para el progra-
ma de salud). La misión de las actividades implementadas por Enviro Dynamics era
enseñar a los beneficiarios a plantar alimentos y cuidar el medio ambiente. Cactus
coordinaba los grupos con otras organizaciones. Luego se cambió la forma de llevar-
los a cabo para tratar de implicar más a los beneficiarios: para el programa de medio
ambiente se contrató a una consultora que formó a 50 miembros de grupos de aho-
rro de todo el país, que luego se encargaron de transmitir sus conocimientos.
En el asentamiento de Henties Bay el grupo de ahorro era muy débil, sus aho-
rros no llegaban al mínimo exigido por la Federation para poder acceder al présta-
mo, a pesar de que se rebajaron los costes al hacer las casas con adobes fabricados
por los propios beneficiarios. Para agilizar el proyecto (los plazos de la AECI son
muy estrictos) se modificó la metodología de la SDFN y NHAG y se concedieron
créditos personales y se empezaron las casas sin saber quiénes iban a ser los benefi-
ciarios finales, rompiendo así con el esquema de trabajo de la contraparte y una vez
que los beneficiarios alcanzaran el mínimo exigido (o una destacada implicación) dar-
les las viviendas. Pero el no saber quién iba a ser el dueño definitivo de la vivienda pro-
vocó muchos problemas de participación. Éstos son los motivos fundamentales por
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NAMIBIA
HABITÁFRICA
los que en Henties Bay se pasó de una idea inicial de 30 viviendas a sólo 8 (1 vivien-
da piloto con mucha participación, ya que al inicio se pensaba hacer casas para
todos los beneficiarios y 7 viviendas con créditos “personales”). El grupo necesitó
mucho más refuerzo social antes de empezar a construir.
Evaluación externa
Debilidades Fortalezas
• Falta de capacidad humana para afrontar la carga • Filosofía de trabajo enfocada a la participación y la
de trabajo existente. generación de capacidades locales.
• Falta de visión y misión claras. Falta de planes • Vocación de trabajo con las poblaciones más
estratégicos y operativos a largo, medio y corto plazo. desfavorecidas y con menores recursos.
• Incierta reglamentación interna de los mecanismos • Capacidad de acceso a una amplia población, tanto en
de control y gestión de los procesos. número como en distribución geográfica.
• Dependencia excesiva de personas individuales. • Experiencia de muchos años en toda una serie
• Incierto control financiero interno. de procesos.
• Permisividad y falta de consecuencias para los • Separación de organizaciones con distintos ámbitos de
beneficiarios en caso de incumplir sus compromisos. actuación.
• Forma parte de una red internacional de ONGD
en el sector habitat.
Amenazas Oportunidades
• Dependencia de la eficacia de las municipalidades • Necesidad imperiosa de vivienda por parte de las
para la propia eficiencia. poblaciones más desfavorecidas.
• Dependencia de financiación externa y casi nula • Prestigio ante las autoridades nacionales, regionales
capacidad de generación de fondos propios. y locales como facilitador de procesos de acceso a la
• Descrédito ante los donantes por falta de claridad vivienda de grandes masas de gente.
en sus cuentas y en sus resultados. • Una de las ONGD namibias con mayor fortaleza
• Población beneficiaria muy desmotivada y poco y experiencia en la promoción de tejido asociativo.
participativa • Poblaciones cada vez más conscientes de sus propias
• Situación económica del país ralentizada, alta tasa capacidades y necesidades.
de paro, VIH/SIDA y enormes desigualdades sociales.
• Carencia de suelo urbanizable en gran parte
de municipios del país.
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HABITÁFRICA
A. COSTES DIRECTOS
A.0. Identificación / eval. externa 26.639,55 0 26.639,55
A.I. Terrenos / inmuebles 16.924,47 45.000,00 61.924,47
A.II.Infraestructura, construcción 492.049,65 54.000,00 546.049,65
A.III. Equipos y suministros 30.088,51 0 30.088,51
A.IV. Personal local 81.859,61 146.000,00 227.859,61
A.V. Personal expatriado 176.526,92 - 176.526,92
A.VI. Funcionamiento - 15.023,80 15.023,80
A.VII. Fondo rotatorio - - -
A.VIII. Auditoría externa 5.308,00 - 5.308,00
A.IX. Sensibilización 0 0 0
TOTAL COSTES DIRECTOS 829.396,71 260.023,80 1.089.420,51
B. COSTES INDIRECTOS
B.I. Gastos adm. ONG española 83.420,00 83.420,00
B.II. Gastos adm. ONG local 0 0
TOTAL COSTES INDIRECTOS 83.420,00 83.420,00
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Angola
Mejora de los servicios educativos en la Comuna
de Assango, municipio de Amboim
• INTERMON / OXFAM •
• Programa ECHO de la Unión
Europea •
• FAO - Unidad de emergencia •
• ACNUR * OCHA * PNUD •
• Programa de Apoyo Rural •
(Comisión Europea)
HABITÁFRICA
en I
Angola
Objetivos de Educación
en Angola
• Alcanzar la educación básica
universal.
• Erradicación del analfabetismo.
Proyecto
• Rehabilitación de caminos y de puentes de la
zona, para facilitar las comunicaciones.
• Construcción y equipamiento de 5 escuelas
nuevas (27 aulas).
• Rehabilitación y equipamiento de 3 escuelas
y 2 residencias de profesores construidas en
la época colonial.
• Seminarios de formación para los 90 profe-
sores en la Comuna de Assango.
Objetivo
HABIT
ÁFRICA
4. Escuelas para la paz en comunidades
recónditas de Angola
(La importancia de la participación de los beneficiarios)
Mapas político y de las regiones de Angola, así como la bandera del país.
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ANGOLA
HABITÁFRICA
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4.1.2. Algunos datos cuantitativos
a. Geografía
b. Demografía
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ANGOLA
HABITÁFRICA
Angola se enfrenta al siglo XXI con una perspectiva muy diferente al escenario que
dejó el final de la Guerra Fría. La definitiva derrota militar de UNITA puso fin a
casi tres décadas de guerra civil y dio paso a un proceso de paz y reconciliación que
viene marcando la agenda política en el país desde 2002.
A pesar del afianzamiento de la paz, existen aún numerosos desafíos pendientes
para la reconciliación nacional y para el Gobierno de Angola, como el desminado,
la definitiva pacificación de Cabinda, la reconstrucción de un país devastado por
una guerra que provocó una desastrosa situación humanitaria y la reinserción de los
antiguos combatientes. La plena normalización de la vida política exigirá también la
próxima celebración de elecciones presidenciales y legislativas libres y transparen-
tes que doten a las instituciones angoleñas de la necesaria legitimidad democrática
con la que hacer frente a tan importantes retos.
Aunque sigue ocupando uno de los últimos lugares en el Índice de Desarrollo
Humano elaborado por el PNUD (puesto 165), Angola tiene un potencial econó-
mico excepcional, con abundante dotación de recursos naturales entre los que des-
taca el petróleo (segundo productor de África Subsahariana) y los diamantes (cuar-
to productor mundial).
Las relaciones políticas entre España y Angola son estrechas y fluidas, y el inter-
cambio de visitas en ambos sentidos es frecuente. Del mismo modo, los intercam-
bios económicos y comerciales son abundantes, tanto en sectores tradicionales
como la pesca como en nuevas áreas de desarrollo económico para el país. El vigen-
te Plan Director de la Cooperación Española considera a Angola como país priori-
tario, el tercero de la región subsahariana que recibe más recursos no reembolsa-
bles. La mayor parte de esta ayuda se destina a sectores sociales básicos, reconstruc-
ción post-conflicto y fortalecimiento institucional.
Todo ello justifica que Angola sea considerado como país de interés prioritario
para la acción exterior de España, y que en este sentido se lleven a cabo una serie
de medidas que incluyen:
2. Texto tomado íntegramente del documento Plan África 2006-2008 del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, junio 2006. Angola figura en el grupo de países preferentes para la Cooperación Española.
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• La potenciación de los contactos a nivel político y el apoyo prestado a las
autoridades angoleñas para avanzar en el proceso de reconciliación nacional
y fortalecimiento de las instituciones democráticas y participativas.
• Intensificación de los viajes y visitas a todos los niveles, así como de carácter
sectorial que permitan afianzar la colaboración en áreas de interés mutuo.
• España mantendrá el importante esfuerzo desplegado en materia de coope-
ración al desarrollo con Angola, al objeto de contribuir a la reconstrucción y
la superación de las secuelas de la guerra, con apoyo a la educación, salud,
ayuda alimentaria y agua, y al desarrollo de sectores productivos como la
pesca y la agricultura, además de fortalecimiento institucional.
• Además de mantener el apoyo a las actividades de las empresas pesqueras
españolas en Angola, se fomentará la participación de empresas e inversores
españoles en diferentes sectores de interés, incluido el sector de hidrocarbu-
ros, en aras de garantizar la seguridad energética nacional.
• La afinidad cultural y cercanía lingüística hacen de Angola un escenario ade-
cuado para desarrollar actividades de cooperación cultural, al mismo tiempo
que convierten al país en un socio fundamental para desplegar una estrate-
gia de conocimiento y aprecio mutuo entre España y África, objetivo priori-
tario de la Casa África.
Durante 2003, ante la nueva situación de Angola tras el inicio del proceso de paz, y
teniendo en cuenta que todavía se estaban definiendo las estrategias y políticas a seguir,
FCEAR optó por no precipitarse en la formulación del proyecto. Se planteó la posibi-
lidad de comenzar la ejecución del programa HABITÁFRICA en Angola más tarde,
lo que daría un mayor tiempo para identificar y preparar el proyecto.
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Las limitaciones para la actuación de las ONGs por parte de la OTC fueron que
el trabajo se desarrollara con las debidas condiciones de seguridad y que contara
con la suficiente capacidad logística para hacerse cargo del seguimiento de las acti-
vidades. OCHA estaba terminado los planes provinciales de reasentamiento, elabo-
rados junto con las autoridades provinciales, en los que se indicaba el diagnóstico y
la estrategia en cada provincia de cara al reasentamiento y retorno de los desplaza-
dos. Este hecho convertía a OCHA en la organización mejor informada sobre los
movimientos de los desplazados internos.
La cooperación externa se centraba en la asistencia y ayuda al reasentamiento de
la población en sus lugares de origen y en promover el regreso de la población rural
de las capitales al campo, pues las ciudades, y especialmente Luanda, se encontra-
ban muy congestionadas. En este sentido, se está potenciando el “cinturón verde”
de Luanda, zona agrícola cercana a la capital.
b. Intermón / Oxfam
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• Oxfam / Intermón intentó que la asistencia no recayera exclusivamente en
los desplazados, sino también en la población residente, para evitar futuros con-
flictos entre ellos. El apoyo a unos y otros tiene que hacerse de manera cuida-
dosa, porque los residentes, aunque también se encuentran en una situación
muy precaria, suelen contar con recursos, que los desplazados carecen. Con los
residentes es preferible implementar, por ejemplo, proyectos de microcrédito
antes que de asistencia humanitaria o de distribución de insumos.
En opinión de Intermón / Oxfam otro de los objetivos que se busca en este pro-
ceso de reasentamiento es descongestionar las ciudades promoviendo el retorno de
sus habitantes al área rural. En Kwanza Sul trabajan en reasentamiento de despla-
zados, y en Malanje en programas de seguridad alimentaria con residentes y pobla-
ción retornada,
Kwanza Sul, y en concreto el área rural de Gabela, fue una zona muy afectada
por la guerra, en la que se produjo un gran número de desplazamientos. Como tiene
un importante potencial agrícola, hay mucha gente viviendo en campos de despla-
zados o en la ciudad de Gabela, que quiere regresar a sus aldeas de orígen.
• Desminado.
• Garantizar la seguridad de la tierra, con posibilidad de asignación de tierras
comunitarias a los nuevos asentamientos, bajo responsabilidad de las autori-
dades tradicionales (“sobas”), o de redistribución de latifundios.
• Acompañar los procesos de conciliación interna.
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e. ACNUR
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f. OCHA
Angola puede que sea el único país del mundo que cuenta con una ley para regu-
lar el reasentamiento de las poblaciones desplazadas y desmovilizadas, ley aproba-
da el 5 de enero de 2001. Durante 2002 se elaboró un reglamento de aplicación de
dicha ley que establece dos ámbitos diferentes de acción:
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programas de hábitat en Angola. En 1999 recibió el premio HABITAT de Naciones
Unidas. Ha llevado a cabo proyectos en Luanda y de agua y saneamiento en Huambo,
además de proyectos piloto utilizando madera y nuevas tecnologías. También presta
asistencia técnica a otras instituciones.
“La educación constituye uno de los elementos clave del desarrollo humano, aumen-
tando las oportunidades del individuo en sociedad. La educación es también esencial
para el crecimiento económico, porque aumenta la cantidad y calidad del capital huma-
no disponible en el proceso de producción. Los principales objetivos en el área de la edu-
cación incluyen el alcance de la educación básica universal y la erradicación del anal-
fabetismo, de forma que se garantice que toda la población tenga la oportunidad de
desarrollar las capacidades mínimas para combatir la pobreza.
…
Cerca del 34% de los niños/as con edad inferior a los 11 años nunca ha ido a la
escuela. La proporción de individuos que nunca ha ido a la escuela es más elevada en
el medio rural (42%) que en el urbano (24%) y asciende al 50% para los niños/as de
los quintiles socio-económicos más pobres.
…
Se estima que más del 30% de la población con más de 15 años es analfabeta (exis-
tiendo estimaciones que aproximan la tasa de analfabetismo al 50%). El nivel de anal-
fabetismo es mayor en las mujeres. Cerca del 50% de las mujeres angoleñas son anal-
fabetas. Por tanto, la tasa neta de escolarización primaria femenina no se distancia
mucho de la masculina.
…
El Gobierno de Angola define las siguientes metas para garantizar el alcance de la
educación universal hasta el 2015:
(i) Asegurar el encuadre y la atención educativa en el 100% a escala nacional, de
los niños cuya edad comprende la primera infancia.
(ii) Reducir la tasa de analfabetísmo de los adultos.
(iii) Reducir la tasa de analfabetismo de las mujeres”
Luanda, 11 de septiembre de 2003
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5. ¿Qué es lo que se realizará?
Un total de 3.100 familias serán las beneficiadas de este proyecto que pretende:
7. ¿Dónde se hará?
La comuna de Assango está formada por 50 aldeas, en las que viven cerca de
50.000 habitantes. Pertenece al municipio de Amboim, cuya capital es Gabela. La
sede de la comuna, Assango, funciona como centro administrativo y centraliza los
servicios de educación y salud para todas las aldeas. Existen varias pistas (caminos
de tierra) que comunican la comuna con Gabela. Se trata de una zona de muy difí-
cil acceso, especialmente durante la época de lluvias (noviembre-abril).
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El municipio tiene una altitud media de 1.100 metros sobre el nivel del mar y el
clima es tropical húmedo, con precipitaciones anuales que oscilan entre los 800 y
los 1.500 mm/m2. En el pasado existía un sistema de canalización que llevaba el
agua de los manantiales situados en las montañas hasta las diferentes localidades de
la comuna. Actualmente ese sistema está destruido y el suministro de agua es inter-
mitente en algunas aldeas e inexistente en otras. Ninguna de las aldeas de la comu-
na tiene energía eléctrica. Tan sólo en la sede de la comuna, Assango, hay electrici-
dad algunas noches.
9. ¿Cuánto costará?
El costo por metro cuadrado construido se estima en 125 €.
La cuantificación económica del proyecto destinada a urbanización y construccio-
nes para beneficio de la colectividad se estima en un 80% del total del presupuesto.
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HABITÁFRICA
estima que en pocos años las escuelas proyectadas resultarán insuficientes ante el
aumento de niños y niñas en edad escolar.
b. Objetivos
• Objetivo general:
Apoyo al retorno de los desplazados a sus aldeas de origen tras el conflicto
mediante la mejora de los servicios sociales básicos en el ámbito rural.
• Objetivo específico:
Mejora de los servicios educativos y aumento del índice de escolarización en la
comuna de Asssango.
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Existen varias pistas de tipo elemental que comunican a la Sede de la Comuna con
Gabela. Se trata de una zona de muy difícil acceso, especialmente durante la época
de lluvias (noviembre-abril). No existe transporte público en la zona de ningún
tipo; tan sólo vehículos privados que realizan el transporte de personas y mercancías,
principalmente camiones y tractores con remolque.
e. Censo
La comuna de Assango está formada por 50 aldeas, en las que viven cerca de
50.000 habitantes. Pertenece al municipio de Amboim, cuya capital es Gabela. La
sede de la comuna, Assango, funciona como centro administrativo de la Comuna y
centraliza los servicios de educación y salud para todas las aldeas. Las aldeas en las
que se ha ejecutado el proyecto tienen una población estimada de 10.000 familias:
Gia, 4.000 hab.; Calonga, 6.000 hab.; Caxeco, 3.000 hab.; Catuta, 1.500 hab. y
Assango, sede de la Comuna.
g. Ingresos medios
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ANGOLA
HABITÁFRICA
h. Actitud ante la autoconstrucción y propiedad de la tierra
i. Liderazgos reconocidos
En las aldeas las autoridades tradicionales, conocidas como “sobas”, son líderes
aceptados por la comunidad en su conjunto. Resuelven litigios y pueden convocar
a la comunidad para debatir cuestiones que afecten al colectivo. Aunque son cargos
hereditarios, su prestigio se basa en el ejercicio del poder desde un consenso con las
sensibilidades de los habitantes de la aldea.
El partido en el gobierno, MPLA, tiene algunas estructuras en el seno de las
comunidades: representantes del partido y de la Organización de la Mujer Angolana
(OMA). En algunos casos estos representantes tienen cierto peso en la comunidad.
Otros líderes en las comunidades son los profesores y el director de la escuela, que
pueden convocar a los “encargados de educación” o tutores de los alumnos.
También las iglesias juegan un papel importante y los religiosos, en algunos casos,
son considerados líderes en el seno de las comunidades.
En los entornos rurales las mujeres se encargan de los trabajos más duros como
cargar el agua, la leña o de ciertas faenas agrícolas. Los hijos son también respon-
sabilidad casi exclusiva de la mujer. En las escuelas, no obstante, la presencia feme-
nina es alta y en algunos casos supera el 40% del total de alumnos.
Gabela, la sede del municipio de Amboim, está situada a 400 kilómetros de la capi-
tal de Angola, Luanda. El trayecto se hace en unas 6 horas y media (en vehículo 4x4),
aunque en épocas de lluvias las dificultades aumentan. La Comuna de Assango está
situada a 24 kilómetros de Gabela, que se cubren en una hora y quince minutos (ver
plano anterior). Las aldeas más alejadas de Gabela en las que el proyecto ha interve-
nido (Calonga y Caxeco) están a unas dos horas de Gabela en vehículo 4x4, pero un
camión cargado puede tardar de tres a cuatro horas. En la época de lluvias (unos
8 meses al año) ningún camión sin tracción se aventura en estas pistas, por lo que las
dificultades para transportar la madera para las cerchas de las cubiertas de las escue-
las fueron más que notables. Si a esto se añade el constante deterioro de las carreteras
principales (vías de acceso a Luanda y a Lobito) a los principales centros del país de
venta de materiales de construcción, puede concluirse que las dificultades logísticas
han sido notables, motivando retrasos a lo largo de todo el proyecto.
Otro aspecto a tener en cuenta es la vertiente de desarrollo comunitario. La par-
ticipación de las comunidades obedece a sus propias dinámicas y está sometida a
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ANGOLA
HABITÁFRICA
Gia Nueva 4 Sí
Rehabilitación 1 No
Calonga Nueva 6 Sí
Catuta Nueva 3 No
Rehabilitación 1 Sí
Caxeco Nueva 3 Sí
Assango Nueva 11 Sí
Rehabilitación 1 Sí (2)
TOTAL Nuevas 27 Total 7
3 Rehabilitadas 3
k. Presupuesto
En la Tabla 4.3. se recogen los costes totales directos finales del proyecto divididos
en nueve capítulos de gasto.
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HABITÁFRICA
Tabla 4.3. PRESUPUESTO DEL PROYECTO EJECUTADO (VALORES EN EUROS)
A. COSTES DIRECTOS
A.I. Identificación/evaluación externa 16.302,49
A.I. Terrenos / Inmuebles 10.500
A.II. Infraestructura y construcción 206.152,80
A.III. Equipos y suministros 188.750
A.IV. Personal local 126.068,20
A.V. Personal expatriado 82.568
A.VI. Funcionamiento 15.043,63
A.VII. Fondo rotatorio -
A.VIII. Auditoría externa 0
A.IX. Sensibilización -
TOTAL COSTES DIRECTOS 645.385,12
Producción de bloques
Para la construcción de las escuelas se ha utilizado una técnica que reúne muchas
ventajas en el contexto del proyecto. Se trata de la elaboración y utilización de un
componente de construcción cuya técnica se conoce como BTC (Bloques de Tierra
Comprimida), compuesto mayoritariamente de tierra del lugar y una pequeña pro-
porción de cemento.
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HABITÁFRICA
Producción de tejas
Fotos: R. Montero
y J. Salas.
El proceso de curado (bloques y tejas) dura unos quince días y es una parte
esencial para alcanzar la resistencia óptima del material. Consiste, en el caso de las
tejas, en un curado por inmersión parcial en agua y posterior secado. Las construc-
ciones realizadas con B.T.C. reúnen propiedades muy importantes: gran aislamien-
to térmico y acústico, y durabilidad.
El color rojizo de los bloques (realizados con tierra local en un 90-95% en peso)
guarda armonía con el resto de construcciones de las aldeas, construidas con adobes
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HABITÁFRICA
tradicionales. No se violenta, pues, la estética local y se consigue una construcción
de calidad. Se pretende que poco a poco, y en vista de los buenos resultados y bajo
coste, esta técnica y algunos de sus principios constructivos (por ejemplo, la mejo-
ra del bloque tradicional) pueda extenderse a otros tipos de construcciones, e inclu-
so en el futuro a las viviendas de la zona.
La utilización de esta técnica en las escuelas y en construcciones de uso colecti-
vo, que son los edificios más emblemáticos de las aldeas, es el mejor medio para
valorar sus ventajas. Algunos aspectos del proceso de producción y puesta en obra
de los bloques de tierra comprimida, producidos en el taller permiten que los bene-
ficiarios participen en todo el proceso.
Fotos: R. Montero.
Modalidad de ejecución
Para poder desarrollar el proyecto, primero se establecieron las bases que permitie-
ron su funcionamiento: selección del personal local; firma de los acuerdos de cola-
boración con las instituciones que participan en el proyecto; configuración de una
mínima infraestructura en Gabela y adquisición de equipos de producción y cons-
trucción y medios de transporte. La Fundación CEAR dispuso de un equipo per-
manente en la zona de ejecución del proyecto.
Rehabilitaciones
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Infraestructuras
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HABITÁFRICA
excedentes agrícolas de la zona. Además, constituye un obstáculo para el transpor-
te de los materiales necesarios para la realización del proyecto.
En abril de 2004, terminada la época de lluvias, FCEAR comenzó los trabajos
de rehabilitación de caminos rurales en la comuna. El trabajo se prolongó cuatro
meses, contando con el apoyo de 21 comunidades pertenecientes a la comuna. Se
trabajó con el objetivo de mejorar 35 km de pistas de firme de tierra, asegurando el
acceso durante el tiempo de funcionamiento del proyecto. El objetivo se cumplió, y
la mejora de estos caminos y la rehabilitación de algunos puentes (también en el
ámbito de este proyecto) han asegurado la accesibilidad de la comuna y la realiza-
ción del proyecto. No obstante, la ausencia de políticas públicas en este sentido, las
fuertes lluvias que caen sobre la zona, y la propia naturaleza del terreno, hacen que
estas mejoras necesiten de acciones posteriores por parte de otras instituciones, de
manera que la situación de marginalidad en la que se encuentra la comuna pueda
superarse definitivamente.
Apertura a bases de
machete y esfuerzo
manual de nuevos
caminos y vista del
trayecto hacia Calonga
después de las lluvias, así
como, dos aspectos de los
trabajos comunitarios
para mejorar las
condiciones de los caminos
y construcción de
pequeños puentes
realizados por los
pobladores y FCEAR en
el trayecto a Calonga.
Fotos: R. Montero.
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HABITÁFRICA
Participación institucional
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HABITÁFRICA
• La técnica de construcción empleada en las escuelas y las casas para profesores
ha utilizado un gran porcentaje de materiales locales y aplica una serie de prin-
cipios que pueden ayudar a los habitantes de la zona a mejorar sus viviendas. En
este sentido las construcciones pueden servir de modelos a seguir.
• El proyecto se ha ejecutado en una área fuertemente afectada en la última fase
de la guerra civil angoleña. El trabajo desarrollado por FCEAR, poco después
de terminar el conflicto, evidencia el cambio que se está produciendo en el país
y está en sintonía con los objetivos marcados para Angola por el gobierno del
país y las instituciones internacionales.
• El balance de la relación calidad/coste de las construcciones, una vez finalizado
el proyecto, ha resultado muy positivo si se compara con el trabajo de otras ins-
tituciones. Por ello, las escuelas construidas podrán servir como modelo a otros
organismos que ya se han interesado por el proyecto, como es el caso de la
Dirección Provincial de Obras Públicas, y el Fondo de Apoyo Social, este último
programa del Gobierno financiado por el Banco Mundial dedicado a la cons-
trucción de infraestructuras.
Escuelas en Assango
Situada a 20 km desde Gabela, pero a una hora y media de viaje por un camino difí-
cil, prácticamente se trata de una huella que se abre camino en una vegetación muy
cerrada. Durante el trayecto se pueden apreciar algunas mejoras introducidas por el
proyecto mediante la realización de trabajos de mejora de la población de la zona
en base al programa de Trabajo por Alimentos. De esta manera, el proyecto de
FCEAR ha hecho posible el transporte de materiales mediante camiones de peque-
ño tamaño. Especialmente notable nos parece el trabajo de refuerzo de pequeños
puentes a lo largo del camino.
El proyecto en Assango, el de mayor superficie construida, se compone de una
escuela con once aulas, la práctica reconstrucción de una escuela de un aula de la
época colonial —de excelente factura— y una vivienda para el alojamiento de pro-
fesores. El trabajo realizado ofrece una buena calidad constructiva.
La ejecución de la nueva escuela se ha realizado con BTC, cubiertas a dos aguas
conformadas por estructura portante con cerchas de madera sobre las que apoyan
una retícula de pequeñas correas de madera de sección rectangular sobre la que se
colocan las tejas de microhormigón atadas con alambrón negro. Los tres edificios,
que conforman un rectángulo, se abren al espacio público mediante corredores
cubiertos que aportan a la escuela un espacio simbólico, útil y necesario desde el
punto de vista constructivo ya que la zona es extremadamente lluviosa y de esta
manera se protegen los muros de BTC y se facilita la evacuación rápida del agua de
las cubiertas.
3. Apuntes tomados por el autor durante la estancia de valoración del proyecto HABITÁFRICA en Angola en abril
de 2006.
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HABITÁFRICA
La escuela
rehabilitada en
Assango se
complementa con la
de nueva construcción
de adobe.
Escuela en Caxeco
A unos 20 minutos de Assango por un camino malo, únicamente apto para vehícu-
los de doble tracción, pero escasamente peligroso.
El “soba” de la zona, Sr. José Sapalo, resaltó la importancia que tenía el contar con
esta escuela en una población de la que salió mucha gente debido a la guerra, pero que
están retornando. Lo primero que hacen estas familias, que encuentran los techos de sus
antiguas viviendas destruidos por incendios intencionados, es la reposición del techo con
palma y en este momento consideran la escuela como una dotación prioritaria.
Durante una etapa de la construcción, la aportación de trabajo voluntario de las
mujeres declinó más que significativamente. En ese instante, el “soba” de Caxeco,
Sr. Sapalo, pese a su vejez, inició en solitario el trabajo correspondiente a ese día, lo
que fue asumido por sus conciudadanos como reprimenda pública, lo que fue sufi-
ciente para solucionar para siempre la falta de participación. Este hecho hay que
ponerlo en su contexto para valorar su importancia.
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HABITÁFRICA
Las ubicaciones de la escuela y de la casa de profesores están situadas en un
emplazamiento óptimo y con excelentes vistas.
Vista exterior e
interior de la escuela
construida en Caxeco.
Fotos: J. Salas.
Escuela en Calonga
El poblado se encuentra a unos 45 minutos de Caxeco por camino más que difícil.
A 500 m del pueblo se encuentra uno de los pequeños puentes del proyecto (7 m
de vano) que ha permitido el acceso a Calonga de pequeñas camionetas.
La escuela cuenta con cuatro aulas y una vivienda de profesores. Las aulas se
agrupan en dos bloques, formando una “L”. El terreno tiene una importante pen-
diente, a la que el edificio se adapta escalonándose. En el espacio de encuentro de
los dos edificios, vértice de la “L” se detectaron algunos charcos de agua bajo los
soportales por lo que se procedió a reforzar el encauzamiento del agua de lluvia en
el vértice, aumentando la profundidad y sección de las canalizaciones existentes y
construyendo algunos poyetes de freno del fluir natural de las aguas de escorrentía
y así facilitar la salida libre de las mismas en este punto conflictivo.
Imágenes de la escuela
realizada en Calonga.
Fotos: J. Salas.
Escuelas en Catuta
A 20 km de Assango, distancia que supone más de una hora de conducción por un cami-
no difícil, aunque sin peligro. En el proyecto ha predominado la rehabilitación de una
escuela muy deteriorada de la época colonial así como una nueva ejecución de dos aulas.
Se han construido por el procedimiento que en la zona se denomina “tradicional”: blo-
ques de hormigón, dinteles de hormigón armado y cubierta con placas onduladas de zinc,
a diferencia de las demás, que se han realizado con BTC y tejas de microhormigón.
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HABITÁFRICA
Escuelas en Gia
A 20 km de Gabela, se accede por una carretera de buen trazado pero que por falta
de mantenimiento se encuentra en pésimo estado, para el trayecto se necesita algo
más de una hora de viaje.
Las dos escuelas posibilitan que los niños en edad escolar puedan acceder a la
educación primaria, una situación sin precedentes en la historia de esta comunidad.
Las escuelas entraron en funcionamiento en el curso 2005/2006. La nueva escuela
cuenta con cuatro aulas y una vivienda de profesores, mientras que la escuela reha-
bilitada de la época colonial consta de un aula y de dos pequeñas edificaciones con
los servicios higiénicos para los niños.
La escuela de Gia se encuentra en un emplazamiento muy seguro y de gran visi-
bilidad, ocupando una margen de la carretera, no asfaltada, que es una vía de comu-
nicación importante de vehículos que atraviesa prácticamente en forma central el
poblado de Gia.
Cartel de obra,
profesores frente
a la escuela en Gia
y alumnos en su
primer día de
clase.
Fotos: R. Montero.
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HABITÁFRICA
4.6.2. Algunas reflexiones desde el terreno sobre lo realizado
La última visita a las realizaciones en abril de 2006, nos llevaron a recomendar que,
dada la gran dificultad de las comunicaciones ya comentada, se hace previsible pen-
sar que estos edificios —los cinco proyectos ejecutados— se quedarán prácticamen-
te “aislados”, por lo que se estima que habría que extremar el control final de los
acabados, en la práctica seguridad de que lo que no se haga en este momento, difí-
cil será que se haga más adelante.
Parece necesario aconsejar: extremar la limpieza de suelos, carpintería de hue-
cos y paramentos verticales, antes de proceder a la entrega final de las obras; corre-
gir mediante canalones metálicos la caída de aguas de lluvia de las cubierta, espe-
cialmente en las zonas de “casi encuentro” de los edificios, en los que puede verse
ya un exceso de agua evacuada mediante deslizamiento por las caras de los pilares
de BTC y por los paramentos verticales; la caída libre de agua desde las cubiertas
salpica las basas de los pilares y de alguna manera apunta un cierto daño en la parte
inferior de la cimentación corrida, lo que aconseja una reparación preventiva rodean-
do los edificios de pasillos perimetrales de unos 90 cm de ancho a base de hormi-
gón de unos 10 cm de espesor en el que se clavasen en su parte superior piedras
seleccionadas —preferentemente cantos rodados—, este tipo de solución podría
configurar algunos pasillos supletorios que hiciesen de sendas preferentes hasta las
puertas de entrada a las aulas; se aconseja igualmente pintar algunas maderas vistas
con un barniz protector frente a la lluvia.
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ANGOLA
HABITÁFRICA
• Una pintura mural sobre el paño ciego de un pequeño edifico existente fren-
te a la escuela remozada.
• Una construcción circular —conocida en el área como “jango”— en el centro
del solar a base de madera y cubierta de paja que fuese una reproducción de las
construcciones propias de la zona, y que facilitase el encuentro con los “sobas”
de la zona.
• La realización de caminos en forma de pasillos “duros” como los ya mencionados.
Puede que los puntos débiles de las realizaciones evaluadas estén por aparecer cuando
las escuelas lleven un cierto tiempo de uso. Como adelanto, sirva la experiencia cons-
tatada en la escuela de Gia, con poco más de un año de funcionamiento, al objeto de
que en la medida de lo posible, aprender y evitar posibles faltas cometidas. Pese a no
ser ajenos a las tremendas dificultades de todo tipo que el expatriado de FCEAR, en
forma más que encomiable, ha tenido que vencer durante la construcción y lo difícil
que resulta el cada día en un contexto de extrema necesidad, con cierto rubor, nos per-
mitimos las siguientes recomendaciones severas y precisas:
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Mauritania
Proyecto Twiza Rajaa: Mejora de las condiciones de vida
de la población en los barrios precarios de Nouakchott
Contexto
Proyecto
El proyecto ha realizado acciones para mejorar las condiciones del hábitat, forma-
ción en la gestión de materiales de construcción, creación de grupos solidarios de
ayuda del agua e implantación de un sistema de microcréditos.
Objetivo general
HABITÁFRICA
en I
Mauritania
La ordenación urbana
El modelo arquitectónico
proyectado
Innovación tecnológica
HABIT
ÁFRICA
5. Viviendas en los arenales de
Mauritania
(La importancia de la trasferencia de conocimientos
apropiados y apropiables)
Mapas político y de las regiones de Mauritania, así como la bandera del país.
En el siglo XIV las tribus ‘beni hilal’, que habían invadido África del Norte tres
siglos antes, llegaron a Mauritania y durante más de doscientos años se dedicaron
al saqueo y a guerras episódicas con los bereberes, mientras la región sur formaba
parte del Imperio de Malí. En 1644, todas las tribus bereberes de la región se unie-
ron para enfrentarse a los árabes, pero después de 30 años de guerra acabaron
derrotadas. Los árabes se impusieron como aristocracia militar y dejaron el comer-
cio, la enseñanza y otras actividades pacíficas a los pobladores locales. Debajo de
estos dos grupos estaban los haratan, pastores del sur, en condición semi-servil. La
rígida estratificación social fue diluyéndose, pero continuaron los árabes-bereberes
por un lado, y los fulanis y soninkés del sur, por otro. A finales del siglo XVII, coin-
cidiendo con el renacimiento del comercio caravanero, se creó la escritura simplifi-
cada del árabe, que fue difundida junto con la enseñanza religiosa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Mauritania se convirtió en provincia france-
sa de ultramar. En 1960 se independizó, pero sin infraestructuras ni capacidad
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
a. Geografía
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
• Superficie (tierra / agua). 1.030.700 km2 (1.030.400 / 300).
• Clima. El desierto del Sáhara ocupa dos terceras partes del país al norte. Se
trata de un clima extremadamente seco y cálido. Hacia el sur, el desierto da
paso a la sabana del Sahel, con alguna lluvia y vegetación.
• Ríos. Senegal.
• Tierra irrigada (estimación 1998). 490 km2.
• Uso de la tierra (2001).Tierra cultivable: 0,48%; cultivos permanentes: 0,01%;
otros usos: 99,51%. La porción sudoccidental, que riega el río Senegal, recibe
algo más de lluvia. Allí se concentran la población y las actividades productivas,
salvo los pastores nómadas, dispersos en todo el territorio.
• Recursos naturales. Los recursos minerales destacados son hierro, cobre,
fosfato, yeso, diamantes y oro. Mauritania posee los mayores caladeros del
mundo y recientemente se han descubierto grandes yacimientos petrolíferos.
• Riesgos medioambientales. Los vientos del siroco soplan secos, calientes y
llevando polvo y arena desde marzo hasta abril.
Existen también grandes periodos de sequía.
b. Demografía
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HABITÁFRICA
2. Texto tomado íntegramente del documento Plan África 2006-2008, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, junio 2006. Mauritania figura en el grupo de países preferentes para la Cooperación Española.
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
(5 millones de euros de media anual) y mejorar su eficiencia a partir de la
experiencia acumulada desde la apertura de la Oficina Técnica de
Cooperación (OTC) en 2000. En el plano bilateral España está haciendo
valer su conocimiento del país para conseguir la calificación de Mauritania
para la “Iniciativa de Alivio de la Deuda Multilateral” en el seno del
Directorio Ejecutivo del FMI, que supondría la condonación de 70 millones
de dólares que podrían dedicarse a la lucha contra la pobreza.
• En el plano de la cooperación migratoria se fomentará la reactivación del
Acuerdo de Inmigración de 2003 con la realización de patrullas marítimas
conjuntas en aguas territoriales mauritanas para el control de la inmigración
ilegal y la puesta en funcionamiento del Comité Mixto de Flujos Migratorios
creado en marzo de 2006.
• En el plano comercial y económico el objetivo principal es conseguir la firma
de un nuevo Acuerdo de Pesca entre la UE y Mauritania antes de la termi-
nación del actual el 31 de julio de 2006. Otros objetivos pasan por la nego-
ciación y firma de un nuevo programa financiero que sustituya al actual de
52 millones de euros (50 FAD y 2 FEV), y por el apoyo al comercio bilate-
ral y a la inversión española en Mauritania de las grandes empresas en sec-
tores estratégicos como el energético.
• El aumento en la dotación del presupuesto anual para la acción cultural se
quiere completar con la apertura de un Aula virtual Cervantes y un centro
de español en la Escuela Nacional de Administración (ENA).
• En el plano político e institucional, el nivel de contactos recíprocos, muy alto de
por sí, se aumentará muy previsiblemente en el caso de que la transición política
mauritana concluya con éxito, habida cuenta de la intensidad de nuestros intere-
ses en el país. Se reforzará progresivamente nuestra Embajada en Nouakchott
con un consejero de pesca residente y un experto en acción cultural, así como el
Consulado en Nouadhibou y la Oficina Técnica de Cooperación.
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HABITÁFRICA
Dibujos de González
Lobo y Hurtado.
Mediante la
repetición de una
unidad urbana se
podría generar un
“germen de ciudad”.
Plantas de
distribución en la
etapa inicial y su
posible crecimiento
(hasta 76,32 m2).
El director general de la ADU, nombrado en el cargo, pero sin haber iniciado aún
(septiembre 2001) su presentación pública, tiene en sus manos la responsabilidad
política y plenos poderes para el futuro desarrollo de todas las ciudades del país y
dispone de un presupuesto de 42 M US$, crédito concedido y operando por el
Banco Mundial para este objetivo.
El director general, Coronel El Kory, condensó la filosofía y líneas de actuación
de la futura ADU en los siguientes principios:
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
• Cumplimiento de las directrices contenidas en el documento Programme de
Developpement Urbain (PDU) realizado por la Misión de Evaluación en
marzo de 2001. Documento clave hasta que la ADU elabore su programa y
directrices concretas.
Pertenece dicha empresa al importante Grupo Empresarial SNIM que explota los
grandes yacimientos de hierro del norte del país. Sin duda, el grupo económico-
industrial mayor de Mauritania. SAMIA, Sociedad Árabe de Industrias Metalúrgicas,
es una empresa mixta de capital del Estado de Mauritania y de los Emiratos Árabes
(50% / 50%) para la explotación de los inmensos yacimientos de yeso existentes y
la producción de elementos de construcción.
Pese a considerar a priori el yeso como la opción más apropiada para el proyec-
to, hemos de aclarar que la situación de partida para trabajar con este material en
Mauritania no podía ser peor:
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HABITÁFRICA
a. Antecedentes y contexto
Cartel de obra
del proyecto.
Localización del
barrio de Rajaa
al sur de la
ciudad de
Noukchott.
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
El barrio de Rajaa en la Moughataa (Commune) de Riyad se encuentra al sur
de Nouakchott, en el lado este de la carretera que se dirige a Rosso, a la altura del
kilómetro 12-13. Se fundó en el año 99, si bien la lotificación del mismo se hizo
hacia 1990.
Las familias son propietarias de las parcelas que ocupan, aunque no todas están
legalizadas. La situación de la propiedad es un problema previo para cuya solu-
ción las autoridades mauritanas han mostrado buena disposición. La necesi-
dad principal sigue siendo una vivienda digna en condiciones saludables en un
barrio equipado en el que establecer raíces sólidas para el desarrollo futuro de
sus vidas.
Los habitantes del barrio provienen en su mayor parte del sur (tribus
Benouk y Zenbatti) o de las zonas del interior (tribus Kounta e Idaraly). La mayo-
ría de cabezas de familia (de promedio 7 personas) son pequeños comerciantes,
chóferes, obreros de la construcción, estibadores y mano de obra no calificada. Hay
un alto porcentaje de paro y de familias con ingresos irregulares. Se puede conside-
rar que los ingresos medios por familia están en torno a las 25.000 UM3 (menos de
100 €). Existe un gran número de familias monoparentales conducidas por muje-
res divorciadas o cuyos maridos están en la emigración, y existen cooperativas
femeninas dedicadas a la tintura de telas.
Intervención
Se pretende mejorar las condiciones de habitabilidad del barrio de Rajaa, en la
“Commune de Riyad”, Nouakchott (R.I.M.), mediante la construcción de vivien-
das sociales e infraestructuras de servicios, potenciando las estructuras participati-
vas de organización social del barrio y apoyando la implementación de las políticas
municipales y gubernamentales en materia de hábitat.
El proyecto prevé acciones en distintos campos para llegar a mejorar las
condiciones del hábitat, tales como la formación en oficios de la construcción,
creación de talleres de producción de materiales de construcción, creación de
grupos solidarios de ayuda (‘twiza’), formación en la gestión (distribución,
almacenaje y tratamiento) del agua, e implantación de un sistema de microcré-
ditos.
Objetivo general
Contribuir a la mejora de las condiciones de vida de la población en el barrio de
Rajaa de Nouakchott, Mauritania, realizando una transferencia de metodología
de actuación apropiable y repetible.
Objetivos específicos
3. Uguillas mauritanas (UM) con un cambio del orden de 1€=250 UM (año 2002).
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HABITÁFRICA
d. Calendario de ejecución
e. Seguimiento y evaluación
f. Viabilidad
g. Desglose presupuestario
A. GASTOS DIRECTOS
A.I. Identificación y evaluación 21.035,42 - - 21.035,42
A.II. Adquisición/arrendamiento de terrenos
y/o inmuebles 27.245,88 - 126.910,88 154.156,76
A.III. Construcción 414.197,06 - - 414.197,06
A.IV. Equipos, material y suministros 139.676,42 - - 139.676,42
A.V. Personal local 95.761,26 - 99.166,70 194.927,96
A.VI. Personal expatriado 143.802,16 - - 143.802,16
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
Tabla 5.1. DESGLOSE PRESUPUESTARIO DEL PROYECTO HABITÁFRICA I EN MAURITANIA (CONT.)
B. GASTOS INDIRECTOS
B.I. Gastos administrativos ONGD Española 86.545,74 - - 86.545,74
B.II. Gastos administrativos socio/s local/es - - -
TOTAL GASTOS INDIRECTOS < 8% - - - 86.545,74
Este punto es esencial ya que del mismo depende el destino de los residentes en el
barrio o zonas limítrofes, de cara a la participación en la estrategia HABITÁFRICA
en esta primera intervención. Una vez se hayan obtenido del CDHLPI, Hakem y
Ayuntamiento todos aquellos datos que puedan definir un perfil de beneficiario-tipo,
la Fundación CEAR elaborará encuestas, en las que se demandarán los datos que no
constan en los listados oficiales del CDHLPI, que sean de interés para obtener una
radiografía precisa del tipo de personas que habitan la zona (voluntad de participar en
el programa, demandas concretas, previsiones de futuro, etc.).
En el momento de la obtención de un listado de familias con necesidad comproba-
da de vivienda (y revisados los requisitos para participar en el proyecto) se ha de tener
en cuenta la voluntad de los beneficiarios de participar en el programa HABI-
TÁFRICA. La disponibilidad se reflejará en las encuestas que, como parte de la infor-
mación de los animadores de barrio, se han de recoger por la Fundación CEAR.
Como criterios de selección, la Fundación CEAR estableció los siguientes:
• Ser residente del barrio con una antigüedad de al menos un año en el título
de atribución.
• Ser residente en un barrio periférico, con orden de desalojo actual (éste sería
un grupo diferente a los propios residentes del barrio, pero también en situa-
ción de extrema pobreza).
• Pertenecer a un sector de ingresos modestos (como mínimo 20.000 UM/
mes, del orden de 80 € / mes). Esta información se obtendrá de las encues-
tas socioeconómicas que se realicen en el barrio.
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
Con las listas provisionales del CDHLPI y las encuestas de la Fundación CEAR,
se podrá definir de manera más precisa la ubicación de la zona de intervención del
proyecto. Con la utilización de la cartografía que aporte el CDHLPI, esta zona
podrá estudiarse en profundidad para la preparación de los terrenos para las infra-
estructuras y ubicación de las dotaciones.
Participación
Condicionantes físicos
• Los talleres se ubicaron en los lotes sin atribuir cedidos por el Comisariado.
Esta ubicación impide un estudio de posibilidades urbanísticas, ya que los
terrenos se encuentran parcelados y trazar una nueva trama urbana no resul-
tó aconsejable por los retrasos que podría generar. En todo caso, si se estima-
se oportuno, podrían realizarse las permutas convenientes.
• Los talleres de producción-formación podrían (tras el correspondiente estu-
dio de viabilidad económica, estudio de comercialización, etc.) seguir en el
futuro funcionando como tales. Sería la fuente de ingresos del barrio, para lo
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
cual será necesario crear las condiciones administrativas y legales de partici-
pación de todos los beneficiarios. Si se considera la inviabilidad de esta solu-
ción, el destino final de los talleres será de equipamientos colectivos (jardín
de infancia, mezquita, mercado, puesto de salud, etc.) que se ubicarán en los
lotes sin atribuir que se presenten.
Antecedentes y organización
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HABITÁFRICA
4. Este Apartado 5.4. reproduce fielmentes la práctica totalidad del Capítulo 4 “El proyecto arquitectónico y su eje-
cución” del Informe elaborado por la arquitecta María Martínez del Cerro.
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HABITÁFRICA
5.4.2. El modelo arquitectónico proyectado
Adaptación del módulo a los distintos tamaños de parcela: 12x15, 12x12, 10x15 y 10x12 metros
(en gris los módulos básicos y en verde oscuro las posibles ampliaciones).
Autor de la maqueta:
J. J. Legarra.
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HABITÁFRICA
la distancia entre los pilares del cerramiento, que soportan las vigas transversales
sobre las que apoyan las bóvedas de futuras habitaciones.
Planta constructiva
de un modelo
completo de 12x12
metros cuadrados
(vivienda piloto).
Innovación tecnológica
El proyecto presenta —puede que sea una de sus principales características no tan-
gibles— un fuerte componente de innovación tecnológica y de puesta en valor de
materiales locales, que se ha materializado básicamente en el empleo de bóvedas
de hormigón y de bloques de yeso.
Aunque ya existían algunos precedentes de construcciones realizadas con bóve-
das en Mauritania, su aplicación en una construcción de cierta envergadura era bas-
tante novedosa e implicaba cierto riesgo porque en este caso la puesta en obra y el
control de los trabajos son siempre menos rigurosos que en la ejecución de los pro-
totipos.
Los encofrados metálicos de cada bóveda, diseñados y preparados al efecto se
descomponen en piezas simétricas que permiten el desencofrado quitando los pasa-
dores que los unen por la clave. Las piezas han ido evolucionando a medida que se
iban probando en obra, disminuyendo paulatinamente el número de piezas, juntas
y pasadores hasta llegar a formar cada bóveda con 6 segmentos de 1,20 metros de
anchura que cubren el largo total de 3,60 metros. Las piezas de los extremos longitu-
dinales se rematan con una pletina de 4 cm que facilita el hormigonado impidiendo
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HABITÁFRICA
que se derrame la mezcla. Los apoyos extremos de las bóvedas se resuelven con pie-
zas especiales de 30 cm que forman un pequeño voladizo sobre los laterales de la
habitación. El conjunto de los encofrados se realizó en su totalidd en un modestísi-
mo taller de reparación de carrocerías de automóviles al que se le han encomenda-
do los diferentes encargos para distintas realizaciones que se comentarán más ade-
lante.
La armadura de las bóvedas consiste en una malla trenzada realizada con alam-
bre galvanizado, que aunque tiene el inconveniente de su menor adherencia con el
hormigón, ofrece más garantías frente a la corrosión en caso de que, por una defec-
tuosa ejecución, no se respeten los recubrimientos mínimos.
Fotos: J. Legarra.
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
para permitir la división del bloque sin tener que desechar una parte del mismo.
Además, cortándoles la parte ciega y dividiéndolos longitudinalmente también ser-
vían para formar las celosías de las ventanas.
Equipo de producción de
bloques con prensa manual.
Fotos: J. Legarra.
Momento de
introducir la
armadura del pilar.
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HABITÁFRICA
elevados y comprometían durante tanto tiempo a los beneficiarios, que pensar en
ampliar la vivienda resultaba lejano, y no porque la construcción fuera cara en rela-
ción a los precios locales, sino porque se atendía a un sector de población muy des-
favorecido y cuya capacidad de ahorro en la mayoría de los casos era nula.
En segundo lugar, se vio que la ampliación del modelo original propuesto, repli-
cando el sistema de bóvedas para hacer más habitaciones era poco viable una vez
que la Fundación CEAR dejara de estar presente en el terreno, y no tanto por la
complejidad constructiva del prototipo como por la disponibilidad de los medios
técnicos para hacerlo (encofrados metálicos, puntales, mallazo galvanizado, etc.).
La utilización del bloque de yeso fue perdiendo fuerza en el transcurso de las obras,
debido en parte a dificultades técnicas y a la disconformidad de muchos beneficia-
rios, por razones económicas. No es que el proyecto no pudiera asumir un peque-
ño encarecimiento de los costes de construcción, sino que los talleres de producción
de materiales difícilmente habrían tenido alguna posibilidad de continuar con su
actividad tras el final del proyecto, al ser el bloque de yeso, aparentemente, menos
competitivo que el de hormigón.
Este encarecimiento del precio del bloque se debe a que el rendimiento del mortero
de yeso es menor que el de hormigón, porque para hacer un bloque de yeso se necesi-
tan algo más de 6 kg de yeso, mientras que con 1,5 kg de cemento se puede hacer un
bloque de hormigón de calidad suficiente. Consecuentemente, aunque la tonelada de yeso
era aproximadamente un 30% más barata que la de cemento, el bloque de yeso resultaba
un 50% más caro, lo que en una economía de subsistencia es motivo más que suficiente
para desechar su utilización, independientemente de las mejoras que pueda aportar.
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MAURITANIA
HABITÁFRICA
Algunos de los
cambios del
proyecto
realizados por
los beneficiarios.
Parcela cerrada
con gran puerta
al exterior.
Tres posibiliddes
de organización
en planta de las
letrinas-ducha.
Otros de los cambios más usuales, que los beneficiarios negociaban directamente
con los obreros, fueron la eliminación de muros de cerramiento entre parcelas conti-
guas de miembros de una misma familia, la sustitución de la puerta de acceso a la par-
cela por una puerta de doble hoja, para permitir la entrada de un vehículo o de una
carreta, la sorprendente ocultación o eliminación de los vasos de té que hacen de lucer-
narios para evitar la más mínima entrada de luz en la habitación, y como anécdota, un
beneficiario optimista que incluso realizó la preinstalación eléctrica en su vivienda…
Mediciones y costes
Las mediciones y costes originales tuvieron que ser revisados y modificados varias
veces a lo largo de los 3 años de duración del proyecto, durante los cuales los pre-
cios de los materiales subieron más de 30% debido a la devaluación de la moneda
local (UM), ya que aunque se tratara de materiales locales, como el yeso o el hierro,
al estar la producción dirigida a la exportación sus precios vienen dados por el valor
de mercado en el exterior.
Hay que aclarar que también las diferencias de coste debidas a los diferentes
tamaños y metros lineales de cerramiento de las parcela eran absorbidas por el pro-
yecto, ya que todos los beneficiarios pagan una cuota fija de 2.800 UM al mes en
caso de haber construido únicamente la habitación y 6.620 UM por la habitación +
(letrina-ducha) + cerramiento. Estas mensualidades se calcularon más en función
de la capacidad de ahorro de los beneficiarios que del coste real de la construcción.
Como es lógico, los gastos en instalaciones y acabados son comparativamente
muy bajos en relación a los de una construcción de mayor nivel, pero llama la aten-
ción la enorme repercusión de la cimentación y en general de la estructura, que se
explica por los precios del hormigón armado, comparables a los españoles, siendo
la mano de obra infinitamente más barata. Otro tanto ocurre con las carpinterías,
donde se paga casi exclusivamente el valor de la materia prima.
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HABITÁFRICA
Acabados 7% Cimentación 21%
1.800.000
Instalaciones 3% 1.600.000
1.400.000
Carpintería 13%
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
Estructura 22%
0
Albañilería 29% lot 15x12 lot 15x10 lot 12x12 lot12x10
Reparto porcentual del presupuesto por capítulos de obra y valores relativos de los tres componentes de la
vivienda inicial: cerramiento, letrina-ducha y habitación.
Si los criterios se analizan para un proyecto, lo cierto es que la mayor parte de los
resultados se ha conseguido cumplir. Pero si se toma la perspectiva de que este pro-
yecto es una parte de un programa y nos centramos en el alcance que la interven-
ción ha de tener en los receptores, es difícil hacer valoración del impacto por la
imprecisión y la falta de datos y seguimiento individualizado de los beneficiarios. La
respuesta a muchas preguntas clave que se refieren al impacto no es tan satisfacto-
ria: ¿cuántas personas se han formado en los talleres?, ¿cuántas personas están apli-
cando sus conocimientos?, ¿cuántas personas han conseguido puestos de trabajo a
5. Reproduce este Apartado, en forma textual, una parte de la evaluación del proyecto realizada por la empresa
DARA, sin entrar por nuestra parte en comentario alguno y como muestra práctica de la importancia que asigna-
mos a la etapa de evaluación de los proyectos de programas de cooperación.
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Pertinencia = +
Eficacia = – / +
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HABITÁFRICA
Eficiencia = –
Impacto = +
Con las variables descritas resulta prácticamente inverosímil que los resultados y el
impacto puedan ser considerados positivos y, sin embargo, lo son. Es un hecho insó-
lito y aislado y no ha de servir como ejemplo.Todos los agentes perciben que el pro-
ceso de ejecución podía haberse gestionado mucho mejor pero también que el
resultado es positivo.
A fecha de hoy, la radiografía es, sin duda, más positiva, después que antes de
la intervención. Numerosos beneficiarios han conseguido sus permisos de ocupa-
ción; han dignificado su vida y tienen un bien en propiedad que transmitir a sus
hijos; todos están al día en la devolución del crédito porque el sistema de ‘twizas’ ha
funcionado; los niños van más a la escuela y ésta tiene una participación más alta
en la comunidad; las madres reclaman más profesoras; las ‘twizas’, muchas de ellas
gestionadas por mujeres están participando en la vida de la comuna de Riad.
Viabilidad = –
Éste ha sido uno de los puntos más débiles del programa ya que no hubo previsión
para transmitir el proyecto a una organización local del país.
No obstante, la opción elegida, transmitir la gestión del fondo a GRET, pare-
ce correcta puesto que esta organización goza de credibilidad, recursos, medios y
conocimiento, a pesar de que el enfoque de trabajo de las dos organizaciones no
siempre coincida. Y sobre todo, porque la idea es que el dinero vuelva a los bene-
ficiarios, aunque haya que descontar los costes administrativos de la gestión.
Visibilidad = +
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5.6.1. Lo realizado
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Resultado 2. Mejora de los servicios básicos de saneamiento, agua potable
y equipamientos para el barrio
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HABITÁFRICA
Foto: J. Legarra.
En una segunda fase una empresa constructora local gestionó la compra y sumi-
nistro de materiales, y en ella trabajaron los participantes en el proyecto junto a
otros albañiles de origen senegalés.
Por último, el tercer paso consistió en ‘liberalizar’ a estos grupos de obreros. La
Fundación CEAR fue progresivamente dando pequeños encargos de reforma o
ampliación a estos obreros, que organizados en dos grupos de 8 y 11 personas, res-
pectivamente, realizaban estos trabajos en complemento a sus actividades dentro de
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HABITÁFRICA
la empresa constructora, para finalmente trabajar de manera independiente y en
cooperativas desde abril de 2005.
Algunas imágenes del terreno elegido para la construcción del “germen de aldea”
y de las beneficiarias del proyecto.
Fotos: gentileza de
Isadora Hastings.
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HABITÁFRICA
El proyecto ‘Twinza Rajaa’ cuenta en su haber con una serie de actividades no pro-
gramadas pero sí ejecutadas, algunas de las cuales no dudamos en calificar de éxi-
tos de transferencia tecnológica. El que Mauritania cuente con inmensos yacimien-
tos de yeso no explotados, implusó a la FCEAR y al ICHaB al estudio de las posi-
bilidades del yeso mauritano como material de construcción autóctono, comple-
mentario del hormigón.
Entre otras aportaciones directamente imputables al proyecto, pueden mencio-
narse:
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HABITÁFRICA
6 de febrero de 2003: jornada de sensibilización y limpieza con la Alcaldía, la
escuela El Islah y la CUN.
8 de mayo de 2003: concurso de dibujo para los alumnos de la escuela El Islah
con la higiene del hogar como temática.
4 de diciembre de 2003: jornada de sensibilización y limpieza en colaboración
con el PNUD en el día del voluntariado de las Naciones Unidas.
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HABITÁFRICA
Transferencia “libre” de la
solución de cubiertas de hormigón
a una realización de viviendas de
muy bajo coste realizadas por una
ONG francesa después de las
inundaciones de 2004 en
Seilibaby al sur de Mauritania.
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HABITÁFRICA
5.8. Memoria gráfica
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HABITÁFRICA
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30 millones de km2
900 millones de habitantes en 54 países
Programa HABITÁFRICA
Extensión cubierta por los 4 países del programa:
10% del continente y 3,9% del total de habitantes.
Angola
Mauritania
Dotaciones escolares Construcción de vivivendas
periurbanas
EXTREMA POBREZA
Mozambique
Namibia
Habitabilidad básica
Producto final del sector constructivo que conlleva la satisfacción
de necesidades básicas de asentamiento
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Programa HABITÁFRICA
PROYECTOS
Plantear múltiples instrumentos de intervención acordes a la diversidad social
de la pobreza, nivel de institucionalización del sector público y el desarrollo.
Habitabilidad básica
Herramienta de lucha contra la pobreza
HABITÁFRICA I en Mozambique
• Desarrollo e inversión rural que permita evitar problemáticas posteriores, ligadas a las
emigraciones.
• Valorar la buena y crucial elección del suelo adecuado.
• Un lugar invulnerable a las inundaciones.
• Demandas gubernamentales consecuentes de conectividad, caminos y transporte.
HABITÁFRICA I en Namibia
• Orden de prioridades para reforzar la necesidad de intervenir en habitabilidad básica
y garantizar: la seguridad alimentaria, la salud, la propiedad previa del terreno, la edu-
cación y la vivienda semilla.
* La necesidad de institucionalizar el plan de las cuatro etapas normativas de la habitabili-
dad básica: 1. Elección del sitio, 2. Parcelación, 3. Urbanización y 4. Edificación.
HABITÁFRICA I en Angola
• De los sectores preferentes de la habitabilidad básica: el servicio público de docencia
y de construcción de escuelas primarias.
• Las tipologías arquitectónicas construidas, los materiales autóctonos mejorados y las
técnicas adecuadas seleccionadas.
HABITÁFRICA I en Mauritania
HABIT
ÁFRICA
6. Comentarios, conclusiones
y reivindicaciones
Sin el menor género de dudas, estimamos que la habitabilidad básica está llamada a
desempeñar un papel clave como herramienta de lucha contra la pobreza. Por tanto,
la vislumbramos como instrumento crucial para conseguir un nivel de vida de los
pueblos en desarrollo.
De ahí que este papel central, que en cuanto instrumento de lucha contra la
pobreza está llamado a desempeñar la habitabilidad básica, deba asimismo consti-
tuirse en el hilo conductor lógico y más concluyente mediante el que llevar adelan-
te la búsqueda de las conclusiones categóricas más eficientes que al efecto aporta
la precedente presentación del conjunto de proyectos que integran el Programa
HABITÁFRICA. Sólo así, y bajo tal perspectiva, dichas conclusiones han de resul-
tar operativas para permitir posteriormente su empleo generalizado en otros pro-
yectos y programas, similares a los descritos, que se vayan poniendo en marcha en
diferentes ámbitos territoriales de actuación.
Ciertamente, la satisfacción material de las llamadas necesidades vitales básicas
de las poblaciones desfavorecidas representa, de hecho, la superación de la parte
más tangible de la pobreza que ellas mismas están históricamente destinadas a
soportar en su vida cotidiana. Nos referimos a la palpable miseria, pues el otro com-
ponente de la pobreza se concreta en la ignorancia que, por lo común, están hechas a
padecer también al unísono esas mismas poblaciones. Resulta ciertamente coherente
contemplar tales condiciones elementales de habitabilidad como el instrumento cru-
cial al efecto de esa lucha dado que, entre esas mismas necesidades las de asentamien-
to y cobijo básico destacan, sólo a la zaga de las de alimentación, como las más deter-
minantes, ya que sin su satisfacción no podrá hablarse de superación de dicha mise-
ria material. Cualquier intervención que busque una incidencia significativa en la
1. En la ebaboración de este capítulo se ha contado con la inestimable colaboración del profesor Felipe Colavidas.
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a. HABITÁFRICA en Mozambique
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HABITÁFRICA
obligados posteriormente a asumir, enfrentándonos con mucho más esfuerzo y
derroche de capital del necesario para hacerlo en su estado rural.
Es igualmente de valorar la buena y crucial elección del suelo adecuado que llevó
a plantear mediante el seguimiento del proceso disciplinar sistemático un lugar
invulnerable a las inundaciones, bien distinto del que las autoridades del país habían
propuesto en su proceder espontáneo. Y tal fue así que a la postre el lugar elegido
ha acabado por constituirse actualmente como el área de urbanización preferente
elegida institucionalmente para actuar como polo local de desarrollo.
Hay que destacar también la revalorización de la lectura territorial hecha del
lugar por las autoridades, así como las demandas gubernamentales consecuentes de
conectividad, caminos y transporte que surgen del propio asentamiento y figuran ya
como demandas legítimas en la cartera pública de inversiones. En todo ello se debe
reconocer a su vez que jugó un papel determinante el que la habitabilidad básica
figurase ya como un sector gubernamental preferente.
Como aspectos negativos se deben reseñar tanto la escasa voluntad de ordena-
ción estructural del asentamiento en su conjunto, así como la de que llegase a cons-
truir propiamente un tejido ordenado con características morfológicas bien defini-
das de su núcleo de población. Por el contrario, se puede destacar la previsión hecha
en proyecto de que el actual tejido rural y de grandes parcelas pueda, a lo largo del
tiempo, llegar a materializarse como un tejido de densidad creciente mediante la
división de cada parcela de 1.000 m2 en otras cuatro parcelas menores, de unos 200
m2, con la red de caminos y servicios pertinentes.
Pero quizá el aspecto más negativo del proyecto se deba a que, en puridad, bajo
el rótulo de autoconstrucción se haya escondido sustantivamente una donación casi
total en la que el esfuerzo propio y la capacitación de los pobladores —preferente-
mente constituidos por familias encabezadas por mujeres jefas de hogar— se ha
quedado por debajo de las posibilidades reales que bajo otras premisas hubiesen
sido capaces de desarrollar dichas jefas de hogar.
b. HABITÁFRICA en Namibia
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c. HABITÁFRICA en Angola
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HABITÁFRICA
autóctonos mejorados y las técnicas adecuadas seleccionadas. Solamente, en algún caso
singular, se apunta como negativa la elección del suelo escogido y el emplazamiento con-
creto de la construcción escolar, donde hemos podido comprobar que no se garantiza ple-
namente la invulnerabilidad de la edificación frente a las inundaciones que cabe esperar
de las tan normales como posibles precipitaciones pluviométricas futuras. Si bien es ver-
dad, que tampoco parece difícil salvar a la postre tal vulnerabilidad a base de algunas obras
mínimas de urbanización que puedan llegar a canalizar adecuadamente, a través de super-
ficies pavimentadas y de los cauces y rigolas adecuados, dichas precipitaciones futuras.
d. HABITÁFRICA en Mauritania
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Población total en millones de habitantes (año 2005) 11,2 3,1 19,4 2,0
Superficie (km2) 1.246.700 1.025.520 801.590 824.290
% de población menor de 15 años 43,4 45,8 43,1 38,7
PNB per capita (en US$ 2003) 2.344 1.766 1.117 6.180
% población con ingresos <2 US$/día Sin datos 45,2 78,4 55,8
% población urbana (en 2003) 35,7 61,7 35,6 32,4
212
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HABITÁFRICA
Tabla 6.2. POSICIONES EN LA TABLA DE ÍNDICE DE DESARROLLO
HUMANO (PNUD 2005)
III. La temática del Programa. Valoramos como loable el hecho de que los
cuatro proyectos (entendiendo como tales las realizaciones en los cuatro países)
sean claramente clasificables en el ámbito de la habitabilidad básica, denomina-
ción novedosa en la AECI y en las instituciones de cooperación internacional en
el 2001, año en el que se aprobó HABITÁFRICA. No obstante, las diferencias
en los “productos” aportados por los cuatro proyectos, son más que notables:
dotaciones escolares (Angola); construcción de viviendas periurbanas
(Mauritania); creación de un “germen de aldea rural” (Mozambique) y mejora-
miento y viviendas de nueva construcción en el marco de un programa nacional
(Namibia). Cuatro formas distintas de actuación que tampoco han facilitado la
ejecución como Programa de Cooperación en un ámbito de especialización de
la amplitud de lo abarcado bajo el título de la habitabilidad básica. Ello puede
deducirse de la simple lectura de los títulos de los proyectos, de sus productos e
incluso de los títulos que hemos adoptado para los capítulos de este libro, reco-
gidos en la tabla que sigue.
213
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Tabla 6.4. TÍTULOS DE LOS CUATRO PROYECTOS NACIONALES DEL PROGRAMA HABITÁFRICA
País Títulos iniciales de las formulaciones Resultado en forma de Títulos de los capítulos
de los proyectos “productos tangibles”
214
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HABITÁFRICA
Del análisis de los proyectos desde el punto de vista del grado de cumplimiento de
las seis ideas-fuerza sobre los que la Fundación CEAR cimenta el Programa HA-
BITÁFRICA, la Tabla 6.5. recoge nuestras estimaciones en forma esquemática.
Tabla 6.5. ESTIMACIONES ESQUEMÁTICAS DEL GRADO DE CUMPLIMIENTO DE LAS SEIS IDEAS-FUERZA DEL
PROGRAMA HABITÁFRICA EN LOS CUATRO PROYECTOS NACIONALES
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País Resultado
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HABITÁFRICA
Tabla 6.7. TIPOS DE FINANCIACIÓN PRÁCTICA EN CADA UNO DE LOS PROYECTOS
Gastos directos € € € €
Proyecto Mozambique 739.966,10 21.050,45 761.016,55
Mauritania 1.093.842,03 21.035,42 1.114.877,45
Namibia 829.396,70 15.023,80 844.420,50
Angola 630.341,50 15.043,63 645.385,13
Educación para el desarrollo 24.040,48 153.369,00 177.409,49
Total gastos directos 3.317.586,82 225.522,31 678.851,20 4.221.960,32
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del programa.
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HABITÁFRICA
El continente africano, con sus ochocientos millones de habitantes, presenta la
tasa de urbanización mundial más baja, algo menos del 50%, pero detenta el índice
de crecimiento mayor: un 2,5% anual. Este dato en sí alarmante; más si se tiene en
cuenta que el crecimiento previsto para el periodo comprendido entre 2015 y 2030
es del 2,1%, mientras que en Europa se alcanzarán valores en el entrono del 0,2%.
En parte, las raíces del problema están en el modelo africano de ‘urbanización sin
crecimiento’, que arrastra al continente a su ‘tugurización’ galopante y que afecta ya
a más de ciento ochenta millones de africanos urbanos. El Banco Mundial (Informe
del 2003) matizaba: “Entre 1990 y 1995, la población urbana de un país africano
medio aumentó a un ritmo anual de 4,7% en tanto que su PIB per cápita disminuía
un 0,7% al año. Esta correlación negativa entre urbanización e ingreso per cápita es
única, incluso en países pobres y en economías con tasas de crecimiento bajas”.
Por si fuese poco, en África, del orden de 200.000 familias asentadas en tugu-
rios se están viendo sometidas anualmente a erradicaciones violentas. Una de las
más lesivas fue ejecutada en mayo de 2005 por el presidente Mugabe de Zimbabwe
con su Operación Murambatswin —“restaurar el orden”—, aduciendo la necesidad
de limpieza y eliminación de la ilegalidad, tanto habitacional como del sector infor-
mal de la economía. Unas 700.000 personas en diferentes ciudades perdieron sus
hogares y/o fuentes de subsistencia. La gran mayoría eran pobres, y hoy lo son aún
más, pese a que el 75% de los países tienen constituciones y leyes que promueven
alcanzar progresiva y plenamente el derecho a una “vivienda digna” y a que el 61%
dispone de legislaciones para proteger a su población de erradicaciones forzadas.
Al elaborar los Objetivos del Milenio, un dato contrastado sorprendió a técnicos
y políticos especialistas en asentamientos humanos: mil millones de ciudadanos
urbanos, 924 millones, según precisiones de Naciones Unidas, habitan en “tugu-
rios”, expresión nada etérea pese a que su significado cosmopolita no tiene correla-
to con el de “habitación, vivienda o establecimiento pequeño y mezquino” que le
asigna el diccionario de la Academia. Internacionalmente se acotan como “tugurios”
los asentamientos humanos en los que la mayoría de sus moradores carecen de más
de dos de las siguientes dotaciones básicas: agua potable a menos de 500 metros;
propiedad del terreno que ocupan; estructura resistente fiable de los construido; alo-
jamiento de no más de tres personas por cubículo; conexión a las redes de sanea-
miento y eliminación de basuras… La gravedad de la situación llevó a que la prácti-
ca totalidad de los mandatarios del mundo, incluyeran entre los Objetivos del Milenio
la Meta 11, con la que se comprometían para el año 2020 a “haber mejorado consi-
derablemente la vida de por los menos 100 millones de habitantes de tugurios, como
se propone en la iniciativa ciudades sin barrios de tugurios”.
Hoy, aunque nos pese, los tugurios constituyen más que un problema una solu-
ción para alojar a los pobres urbanos, dadas las graves restricciones a las que ellos
se enfrentan para acceder a soluciones convencionales, ya que la tierra es un bien
de mercado que los pobres no pueden alcanzar. La mejora integral de tugurios se
ha convertido en una praxis plausible, ya que los recursos disponibles para su con-
solidación son sólo una escasa fracción de lo mucho que se requeriría para hacer
realidad “la vivienda digna para todos”.
Los posibles resultados de los programas de mejora no son tema baladí. De algún
modo, propician para sus moradores el tránsito de sobrevivientes a ciudadanos;
resultan eficaces frente a muchas de las enfermedades de la pobreza, aumentando en
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TERCERA PARTE
HABIT
Algunas consideraciones prácticas en la ejecución
ÁFRICA
de proyectos de habitabilidad
HABIT
ÁFRICA
Pablo Palomino, arquitecto
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HABIT
ÁFRICA
1. Algunas consideraciones prácticas en la ejecución
de proyectos de habitabilidad
Viviendas construidas
en HABITÁFRICA
Namibia.
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• En primer lugar está el factor tiempo, que suele ser más dilatado que en otro
tipo de proyectos. Se puede hacer una programación más o menos exacta
cuando se trabaja unilateralmente en infraestructuras o edificación, pero
cuando el objeto de intervención es la ciudad o la vivienda —y en general
siempre que la intervención comporte cambios sociales— los plazos en los
que nos movemos resultan muy difíciles de controlar.
• Tres o cuatro años son apenas un instante en la vida de un barrio, donde
incluso las operaciones más rápidas y traumáticas (realojos, expropiaciones
forzadas, migraciones masivas, etc.) tardan años en percibirse y tomar forma.
• En segundo lugar está la “multidimensionalidad” del sector hábitat, que llega
a poner en crisis la idea del proyecto entendido como una planificación
exhaustiva de objetivos e hipótesis. Tratar de establecer relaciones de causa-
efecto y proponer una secuencia lógica de resultados cuando como en estos
casos, existen tal cantidad de actores y factores externos de enorme influen-
cia durante todo el proceso, no es demasiado realista, como demuestran el
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número de reformulaciones que han sido necesarias durante el programa
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• Por último está la especificidad y tecnicidad del tema en cuestión. Aunque no
siempre ha sido así, hoy en día la arquitectura y el urbanismo exigen cada vez
más el empleo de herramientas específicas, lo promueve la constitución de
una cierta tecnocracia y aleja estas disciplinas de la ciudadanía, más aún en
sociedades poco alfabetizadas y nada familiarizadas con el uso de planos
callejeros, mapas de carreteras, etc.
1. A veces se abusa retóricamente de términos como desarrollo participativo o democratización, pero casi siempre,
en ese ansiado “consenso” los argumentos y estrategias del donante acaban prevaleciendo sobre los del receptor.
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De modo que para cumplirse los objetivos propuestos no hay que perder en
ningún momento el centro de gravedad que permite el equilibrio entre ambas
posturas.
¿Pero en qué consiste la transferencia de recursos y capacidades en un proyec-
to de hábitat? Sin caer nunca en el paternalismo —el aprendizaje y la comunicación
siempre debe ser bidireccional— ni olvidar que las cuestiones arraigadas en temas
culturales no se resuelven por simple “decreto” de una ONGD del Norte, las opcio-
nes son diversas en función de quien sea objeto de esta transferencia:
• Desde el punto de vista del capital físico una vivienda es un bien no fungi-
ble, es un bien de consumo pero que también constituye una inversión, favo-
rece el ahorro doméstico, permite capitalizar otros bienes y dedicar más tiem-
po y recursos a actividades productivas o de formación2.
• Y desde el punto de vista del capital humano y social, además de repercutir
en la mortalidad infantil, la esperanza de vida o la alfabetización, el acceso a
2. Uno de los debates en boga es si debe permitirse que las viviendas realizadas en el marco de un proyecto de coo-
peración puedan incorporarse o no al cabo de cierto tiempo al mercado inmobiliario. Ambas posturas cuentan con
partidarios y detractores entre expertos y ONGD (una vez más la cooperación desde el sistema versus la coopera-
ción contra el sistema).
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la vivienda renueva las relaciones sociales y de poder dentro de una comuni-
dad con la ascensión a rango de ciudadano del nuevo propietario (o propie-
taria), con derechos —y deberes— equiparables a partir de ese momento al
resto de la población. La vivienda convierte a sus moradores en parte de algo
más grande, origina un grupo estratégico con afinidades e intereses comunes
y refuerza los vínculos sociales entre el vecindario.
Por tanto, pensamos que el propio hecho de disponer de una vivienda aumenta
de por sí las capacidades individuales y familiares, y las opciones de acceder a nue-
vos recursos.
La elección del suelo tiene una enorme importancia en tanto que además es un
factor que muchas veces escapa de nuestro control. El suelo no es sólo un soporte
físico, es sobre todo instrumento y reflejo de unas estructuras sociales, económicas
y legales preexistentes. Tiene por tanto un valor intrínseco3, que puede ser mercan-
til, productivo o simplemente simbólico, que hace que un proyecto que incide en un
recurso tan tangible como son 10 o 20 hectáreas de terreno ponga en juego multi-
tud de actores heterogéneos, con intereses a veces contrapuestos y difíciles de cono-
cer a priori.
3. Incluso en los países en los que el suelo es de propiedad estatal, éste tampoco está libre de presiones, existiendo
hoy en día mecanismos tales como las concesiones “atemporales” que en la práctica le confieren un valor de com-
pra-venta.
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Pistas de acceso
al proyecto de
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Mozambique.
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En esta fase son muy útiles y clarificadores los análisis tipo DAFO (Debilidades,
Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) que, por cierto, se emplean tanto en el
mundo de la cooperación en informes y evaluaciones, como en el mundo del urba-
nismo en diagnósticos y propuestas de planeamiento.
Al tener que adoptar un plan existente o tener que sentar las bases estratégicas del
proyecto en relación al territorio, hay una serie de cuestiones que deberían tenerse en
cuenta, más aún asumiendo que el marco temporal en el que nos movemos es bastan-
te amplio, y que pueden producirse efectos inesperados a medio o largo plazo:
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Este último sería por ejemplo el caso hipotético de las familias que, incapa-
ces de pagar las tasas municipales por los servicios urbanos creados en el
marco del proyecto, se vieran obligadas a trasladarse a otros asentamientos
más “humildes”; o de aquellas que ante una revalorización gratuita y sin
control de su propiedad la pusieran a la venta para poder hacer frente a algún
gasto imprevisto4.
• Su incidencia también en el patrimonio local, entendido no como algo pura-
mente arquitectónico o monumental sino en su sentido más amplio (cultural,
paisajístico, etc.) y, por tanto, como fuente de desarrollo humano. La interre-
lación entre hábitat y patrimonio se hace por ejemplo muy evidente al traba-
jar en núcleos históricos, donde una estrategia equivocada podría llegar a ser
contraproducente.
Imaginemos el caso de una mejora de los servicios públicos en una zona
concreta, de forma que se atrajera a la población de otras zonas próximas
contribuyendo indirectamente al abandono de su hábitat tradicional.
• El impacto ambiental de la construcción —y del proyecto en general— en la
zona propuesta. En términos globales el proyecto incidirá en el consumo de
recursos (agua, energía, alimentos…) y en la producción de residuos, por lo
que, a falta de un estudio de impacto ambiental, que suele estar fuera de los
plazos y medios de un proyecto de pequeñas dimensiones, deben al menos
preverse cuando sean pertinentes, medidas para la protección de los recur-
sos hidrológicos, la vegetación, la fauna, el suelo o el paisaje.
Junto con la adopción de un marco estratégico que guíe la intervención, otra cues-
tión importante en la ejecución de un proyecto de hábitat es la creación de un órga-
no autónomo que asuma la responsabilidad sobre la gestión del suelo, en el que ade-
más de la Administración Pública estén representadas la población, asociaciones
locales, etc. La creación de este órgano de gestión no se justifica únicamente por
cuestiones de fortalecimiento de las capacidades de las instituciones o comunidades
locales; se hace casi indispensable en el caso de proyectos en suelo urbano, donde
los problemas administrativos, legales y de propiedad son muy frecuentes, pudien-
do llegar a paralizar el proyecto.
4. En cierto modo, la revalorización inmobiliaria está indisolublemente ligada a los proyectos de hábitat; de los meca-
nismos de control existentes o puestos en marcha depende que esta revalorización no degenere en especulación
inmobiliaria.
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En la medida en que se consiga que este órgano funcione de manera eficaz y sea
representativo de todos los actores con intereses comunes en el proyecto (autorida-
des, beneficiarios, trabajadores, comerciantes, etc.), sus competencias y capacidad
de decisión deberían ir en aumento. En él las mujeres, en tanto que cabezas de hogar
y en muchas ocasiones principal fuerza de trabajo y fuente de ingresos familiares,
deberían poder asumir roles acordes a su protagonismo en el proyecto.
En este sentido hay un aspecto que desde nuestro punto de vista debe respetar
la ordenación de la propuesta, y es su integración. Por integración no se entiende
algo exclusivamente urbanístico o arquitectónico sino también social, es decir, que
el proyecto no cree un mundo particular y excluyente cualitativamente diferencia-
do de su entorno, y en la medida de lo posible, tampoco debe favorecer las diferen-
cias socioeconómicas entre la propia población beneficiaria.
Son muchos los casos en que de forma involuntaria pueden crearse agravios
comparativos: suelos en los que existen parcelas más fértiles que otras, o con zonas
de gran potencial por su ubicación estratégica en un cruce de caminos, junto a un
pozo de agua, etc. Esta heterogeneidad dentro de la ordenación puede a la larga ser
fuente de conflictos.
Otros aspectos a los que la ordenación deberían prestar atención son los pa-
rámetros urbanísticos, como la densidad de vivienda y longitud de fachada, que
repercuten directamente en el coste y mantenimiento de las infraestructuras urba-
nas, en la dependencia hacia el transporte rodado, e indirectamente, afecta tam-
bién al conjunto de las relaciones humanas y la capacidad de movilización social
de la población.
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En relación con la parcelación, ésta puede estar definida de antemano pero es bas-
tante inusual que todas las parcelas estén replanteadas antes de comenzar el proyec-
to. Asumir ese trabajo puede ocasionar muchos problemas si en la zona existen ya
edificaciones anteriores de otros propietarios (y que obviamente se han replantea-
do de manera aproximada, a cinta corrida en el mejor de los casos), porque es muy
posible que al realizar un nuevo replanteo con instrumentos técnicos de precisión,
se pongan en evidencia invasiones de la vía pública o de propiedades colindantes
por parte de la edificación existente.
Parcelario de
HABITÁFRICA
Mauritania,
superpuesto a una
vista aérea de la zona
donde se aprecian los
importantes
descuadres e
invasiones de la vía
pública.
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En el caso del barrio de Rajaa, en Nouakchott
(Mauritania), la propiedad privada es una cues-
tión que queda en manos de las autoridades
gubernamentales. Nadie dispone del terreno en el
que habita hasta que no se “pone en valor” (por
ejemplo, con la construcción de un cierre), al tra-
tarse de unas parcelas donadas para desplazar
familias de una zona de crecimiento descontro-
lado. Además, el título de propiedad no se entre-
ga sin previa inspección y validación de esa
plusvalía.
El proyecto asumió un riesgo que fue el de
construir en terrenos sin dueño legal reconocido.
Pese a todo, tras muchas horas de negociación
con el prefecto del barrio (y sobre todo, gracias a
su predisposición) finalmente fue posible que se aceptara un trozo de papel garabatea-
do en árabe como título de propiedad provisional durante las obras.
Esto no evitó otros problemas posteriores; pero afortunadamente el gremio de nota-
rios de Mauritania no estaba constituido como para reivindicar sus derechos. Pese a
sonar a broma, la anécdota es tan verídica como poco deseable. Dada la situación de
“contrarreloj” a la que un proyecto subvencionado está sometido, un procedimiento
reglado hubiera supuesto un retraso imposible de encajar. Puesto que los plazos de eje-
cución son difícilmente variables, este tipo de acuerdo puede ser una manera de gestio-
nar el problema de la propiedad (y otros) de la mano de las autoridades.
José Javier Legarra Sábada
Coordinador de HABITÁFRICA en Mauritania
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5. De hecho en algunas localidades esa plusvalía es la principal fuente de ingresos en las arcas municipales, lo que
convierte a la Administración pública en el principal “agente urbanizador” —rol a veces poco compatible con el
de “organizador del territorio”—.
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HABITÁFRICA
[…] El deterioro de los caminos es un freno al
desarrollo de la comuna, ya que dificulta el despla-
zamiento de personas y de mercancías y limita
la comercialización de los excedentes agrícolas
de la zona.Además, constituye un obstáculo para
el transporte de los materiales necesarios para la
realización del proyecto.
[…] Se trabajó con el objetivo de mejorar 35
kilómetros de pistas, con la intención de asegurar
el acceso durante el tiempo de funcionamiento del
proyecto. El objetivo fue cumplido, y la mejora de
estos caminos y la rehabilitación de algunos
puentes (también en el ámbito de este proyecto)
han asegurado la accesibilidad de la comuna y la
realización del proyecto. No obstante, la ausencia
de políticas públicas en este sentido, las fuertes lluvias que caen sobre la zona y la pro-
pia naturaleza del terreno hacen que estas mejoras necesiten de acciones posteriores por
parte de otras instituciones, de manera que la situación de marginalidad en la que se
encuentra la comuna en este sentido sea definitivamente superada.
Rafael Montero
Coordinador de HABITÁFRICA Angola
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Con este apartado comienzan varios capítulos relativos a la edificación, que puede
ser de viviendas, servicios o equipamientos públicos, aunque inevitablemente nos
referiremos sobre todo a la vivienda, sin duda, el elemento estrella del programa
HABITÁFRICA de la Fundación CEAR.
1.5.1. El proyectista
Entrando en el tema del diseño, parece que éste debería ser una cuestión local. La
solución constructiva empleada en un lugar puede no ser válida a tan solo 100 km
de distancia. A pesar de que hoy en día se está acentuando el proceso de “homoge-
neización formal” por la propagación de nuevos materiales y técnicas constructivas
(la vivienda de bloques de hormigón con cubierta de chapa de zinc se ha converti-
do en el arquetipo de la casa suburbana en gran parte del mundo), la arquitectura
sigue teniendo afortunadamente una importante componente local por su arraigo a
una cultura y a un contexto físico concreto.
6. Llevan tiempo sin embargo desarrollándose interesantes alternativas con materiales económicos o reciclados para
obras de urbanización, como muros de contención de tierras a partir de neumáticos usados o elementos prefabri-
cados de producción casi artesanal para conducciones y canalizaciones.
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Éste es el principal motivo por el que el diseño también debe ser local, lo que no
significa necesariamente que deba ser realizado por personal local —aunque esto
siempre facilitará los trámites administrativos que conlleva el proyecto arquitectóni-
co, si es que existen—, pero en cualquier caso deben ser técnicos en contacto direc-
to con la población y cultura local, con el clima y el terreno, con las empresas y pro-
fesionales del sector, con los materiales, los precios, etcétera.
Los aspectos culturales serán siempre los más difíciles de captar para un consultor
o un técnico expatriado. Desde nuestro punto de vista, por ejemplo, la vivienda tiene
que resolver prioritariamente la cuestión del acondicionamiento térmico, pero en otros
países en los que prácticamente se vive al aire libre, se le da más importancia a su con-
dición de depósito, de “seguro de vida” y enclave de referencia en el que resguardar ense-
res e hijos, lo que hace que en muchas ocasiones lo primero que la población construye
alrededor de una chabola es un sólido —y costoso— cerramiento de parcela, antes que
una habitación mejor acondicionada.
De todas formas siempre es positivo el nuevo punto de vista y las soluciones que
pueden aportar en esta fase técnicos, empresas o instituciones del país donante
(universidades, institutos especializados, etc.), sin olvidar la difusión y sensibiliza-
ción que llevan aparejadas este tipo de colaboraciones; pero el proyecto arquitectó-
nico no puede personalizarse excesivamente ni pretender convertirse en una obra
de autor; el técnico —sea local o expatriado— debe siempre saber supeditarse a los
objetivos definidos en el proyecto de cooperación.
Sin entrar en los detalles del proyecto arquitectónico, hay cuestiones que parecen
fundamentales en el marco de un proyecto de cooperación y a las que la solución
arquitectónica debe tratar de dar respuesta:
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hacerse “lujosas” viviendas de 60 m2. De igual forma hay que tener cuidado de no
entrar en “competencia” con otros proyectos de cooperación que existan en las
inmediaciones y tratar de adoptar unos parámetros de habitabilidad comunes.
• El éxito del proyecto pasa en buena medida por la implicación de los benefi-
ciarios en el proceso, factor determinante para que se produzca una apropia-
ción real de lo construido por parte de los beneficiarios. Hasta ahora las formas
de participación local que se están barajando en los proyectos de habitabilidad
son tres: mediante aportación económica, mediante fuerza de trabajo o median-
te la implicación en la gestión del proyecto. La elección de una u otra, o de varias
de estas opciones combinadas depende en gran medida del contexto local, el
tipo de proyecto y el perfil de los beneficiarios, aunque la aportación econó-
mica es casi siempre recomendable7.
Una vivienda gratuita pasa a ser considerada como una inversión transferi-
ble ante cualquier oferta. El beneficiario se convierte en un mero propietario
y pierde gran parte de sus vínculos con el proyecto, cosa que no ocurre cuan-
do ha dedicado tiempo y esfuerzo al sueño de tener una casa propia.
En conclusión, en el caso de viviendas, el diseño juega un papel muy impor-
tante en la minimización del presupuesto y la simplicidad constructiva, porque
permitirá una mayor contribución del beneficiario y reforzará su vinculación
con el proyecto.
• Por último, el proyecto arquitectónico no debe entenderse como un proceso
personal, cerrado y acotado en el tiempo. En la medida de lo posible debe ser
flexible, recoger las aportaciones que vayan surgiendo y evolucionar con el
proyecto. Del mismo modo debe renunciarse a la idea de la vivienda-produc-
to, que constituye la práctica totalidad de la producción de los proyectistas
en los países desarrollados, e ir a un concepto más dinámico e informal de
vivienda-proceso, en el que a veces simplemente nos limitamos a sentar las
bases de lo que llegará a ser una vivienda familiar.
Permitir por ejemplo a los beneficiarios elegir la distribución interior, orien-
tación, la disposición de ventanas o el color de sus viviendas contribuye enor-
memente a generar esa apropiación de la que hablábamos. Igualmente es
importante que estén previstas posibles ampliaciones, y que los métodos
constructivos y los sistemas empleados sean replicables en el futuro sin nece-
sidad de intervención exterior.
7. La contribución financiera de los beneficiarios es un buen indicador de su interés real en la propuesta, haciendo
descolgarse las demandas oportunistas ligadas a la “superoferta” a la que lamentablemente se asocia un proyecto
de cooperación al desarrollo.
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La arquitectura vernácula es la punta del iceberg de toda una pequeña industria
artesanal y de unos conocimientos transmitidos a través de los gremios y oficios, que
pueden perderse en apenas una generación con la irrupción de nuevas formas de vida,
la migración de los jóvenes, etc. El aspecto material de la arquitectura es casi siempre
en estos casos más fácilmente recuperable que el aspecto cultural, que evoluciona a veces
de manera irreversible.
Vivienda construida
en HABITÁFRICA
Mozambique.
8. Hay que decir que estos planes de rehabilitación llevan muchas veces aparejados importantes cambios sociales, con
una paulatina sustitución de la población originaria por otra de mayor poder adquisitivo.
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1.6. Almacenaje / Suministro
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o cuando por el desarrollo del proyecto, los periodos de ejecución se alternan con
periodos de inactividad.
Pero a las complicaciones logísticas propias de la construcción, hay que añadir otras
dificultades provocadas por el enorme contraste entre el nivel socioeconómico de la
población y el valor de muchos de los materiales que se emplean en la construcción.
Puede darse el caso de que con el precio de reventa de un simple saco de cemen-
to, se alimente una familia entera durante una semana, lo que da una idea de la “pre-
sión” diaria a la que se ven sometidos los trabajadores del proyecto.
9. Los recursos pueden ser de muchos tipos (materiales, gasoil, créditos, derechos de utilización de los vehículos,
poder de decisión sobre la selección de beneficiarios, sobre el reparto de parcelas, etc.), aunque en un proyecto de
hábitat, más del 60% del gasto total se destina a la compra de materiales y equipos de construcción, lo que con-
vierte el control del suministro en el “recurso estrella”.
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Ante esta tesitura, las opciones que se plantean a la hora de organizar el suminis-
tro y acopio de materiales son las siguientes, cada una con sus ventajas e incon-
venientes:
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HABITÁFRICA
común. Desde el punto de vista operativo también resulta positivo porque, al
ser los beneficiarios los más celosos guardianes posibles, evita las pérdidas de
material y simplifica la labor a los obreros, que pueden dedicarse exclusiva-
mente a construir. Las gestiones de los beneficiarios constituyen por tanto un
aporte importante al proceso constructivo que debería verse reflejado en la
reducción de los costes finales.
Como contrapartida este método dificulta el seguimiento contable (las
facturas pueden perderse) y el proceso está totalmente en manos de los
beneficiarios, es decir, que ante cualquier problema de organización o de
logística, los trabajos se verán interrumpidos por falta de material, o inclu-
so pueden quedar inacabados si, por circunstancias imprevistas, los bene-
ficiarios utilizan el dinero destinado a materiales de construcción para
otros fines (obviamente los créditos deben concederse en unas condicio-
nes muy estrictas).
Una variante intermedia, menos “impactante” socialmente pero también
menos arriesgada desde el punto de vista de la construcción, consiste en dele-
gar en los beneficiarios para el almacenamiento de los materiales, pero no
para la compra.
at
seri
ealM
1.7. Materiales
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Por supuesto esta crisis de lo local en el sentido tradicional del término también
afecta al coste, ya que la disponibilidad o el precio de los productos muchas veces
tienen poco que ver con su procedencia geográfica.
Los grados de absorción y emisión son los parámetros que definen el comporta-
miento de cada material frente a la radiación solar y térmica —que no es igual por-
que ambas tienen longitudes de onda distintas—. Las superficies blancas de cal o
yeso constituyen ejemplos paradigmáticos de materiales selectivos fríos porque refle-
jan gran parte de la radiación solar al tiempo que, en sentido inverso, son capaces
de liberar el calor acumulado en el interior. El vidrio se comporta exactamente al
revés, provocando lo que llamamos “efecto invernadero”.
Una vez más, la observación de las prácticas locales puede dar muchas pis-
tas acerca de qué materiales emplear, tanto las tradicionales, que generalmen-
te resuelven el tema del acondicionamiento recurriendo a los grandes espeso-
res de los muros y la apertura de huecos en puntos estratégicos —puede decir-
se que toda arquitectura vernácula es bioclimática por necesidad—, como las
contemporáneas, más marcadas por la economía de recursos y la facilidad de
ejecución.
En cuanto al aislamiento acústico, no suele ser un condicionante importante
en el contexto rural o periférico en que se realizan los proyectos de hábitat, pero
no hay que olvidar que pueden existir otras fuentes de ruido aparte de las pro-
vocadas por el tráfico rodado. El provocado por la lluvia sobre las cubiertas de
chapa es un ejemplo típico.
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HABITÁFRICA
Existen muchos materiales actuales que por su forma, relieve o elasticidad ayudan
a disipar las ondas sonoras, pero en general se cumple la máxima de que a mayor masa
del elemento constructivo, mejor es su aislamiento acústico.
Taller de producción
de bloques de
HABITÁFRICA
Mauritania.
El sistema sin embargo tiene sus inconvenientes. El primero de ellos es que la pro-
ducción de estos materiales puede no llegar a ser eficiente, ya sea porque requiera una
formación o una especialización demasiado exigente para obtener un producto de
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10. Se entiende que la formación puede ser demasiado exigente sólo en relación al tiempo disponible para realizarla.
Si los alumnos tienen familiares a su cargo, ésta tendrá que reducirse a unas pocas horas semanales durante los pri-
meros meses de proyecto (a menos que sea una formación renumerada, pero eso puede dar malos resultados…).
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HABITÁFRICA
Construcción de escuelas en
HABITÁFRICA Angola.
• Que no haya una adaptación a los nuevos sistemas de trabajo que tratamos
de establecer, ya sea porque los nuevos equipos y herramientas resulten difí-
ciles de emplear o mantener por parte de los trabajadores, o simplemente
porque se adapten mal al contexto físico o la idiosincrasia local.
Hay que extremar las precauciones con cualquier equipo de importación
porque ante cualquier incidencia podemos encontrarnos con que no existen
accesorios, recambios de piezas o técnicos para realizar el mantenimiento.
También hay que tener en cuenta que nuevos equipos imponen nuevas for-
mas de trabajar, y que no se pueden cambiar determinados hábitos de la
noche a la mañana.
• Que el precio de venta de esos equipos sea, a los ojos de los trabajadores o
empresas locales, mucho más relevante que su utilidad práctica, lo podría lle-
var a pérdidas continuas de equipos, sobre todo de las herramientas perso-
nales (niveles, escuadras, cascos de seguridad, etc.), más difíciles de contro-
lar por parte del proyecto.
• Por último, puede plantearse otro problema a la hora del cierre del proyecto y
de transferir esos equipos usados durante la construcción porque por restriccio-
nes administrativas u otras circunstancias, el receptor podría no ser la misma
persona o entidad que ha aprendido a usar, mantener y sacar rendimiento de
esos equipos, con lo que la importante inversión realizada quedaría en el aire.
Un vehículo 4x4 siempre es una pieza codiciada al cierre del proyecto por su
versatilidad, pero ¿a quién se transfiere una hormigonera, un compresor de
aire o un equipo de soldadura una vez terminada la fase de construcción?
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el de ejecutar los trabajos con mayor calidad, rapidez y eficiencia, y mejores condi-
ciones de seguridad y salubridad para los trabajadores. Pero la implementación de
nuevas técnicas en los proyectos de cooperación al desarrollo debe hacerse siempre
con cautela porque tan importante o más que el resultado final de la construcción
es posibilitar la continuidad de los sistemas empleados, lo que no ocurrirá si éstos
son inviables sin la cobertura económica y logística que proporciona el proyecto, o
si requieren de un volumen mínimo de trabajo, de una especialización excesiva, o si
en definitiva se adaptan mal a los procesos de autoconstrucción.
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HABITÁFRICA
infructuosa contra los nuevos tiempos y contra las nuevas formas de vida porque
esa colaboración se hace más compleja y el “saber-hacer” que requieren las técni-
cas vernáculas suele perderse con rapidez.
A pesar de esto siempre cabe la posibilidad de organizar sistemas mixtos de pro-
ducción (algo que para entendernos podríamos denominar como sistemas de auto-
promoción o de autogestión), en los que los beneficiarios controlan el proceso
constructivo contratando la mano de obra, e incluso asumen tareas auxiliares de
la construcción —como por ejemplo el transporte de materiales—, aunque quienes
llevan el peso de la ejecución sean profesionales del sector.
Este sistema sigue teniendo a su favor el hecho de que también implica a los
beneficiarios en el proyecto, al tiempo que permite un mejor control de la calidad y
de los plazos de los trabajos. En cuanto a los costes, previsiblemente subirá el pre-
cio unitario de la mano de obra, aunque este aumento suele compensarse con la
mayor rapidez en la ejecución e incluso puede llevar a una reducción del coste glo-
bal de las obras.
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11. Las encuestas no son siempre un indicador fiable para determinar el grado de compromiso de la población en
determinadas actividades, ya que las expectativas que provoca un Proyecto de Cooperación al Desarrollo suelen
alterar bastante sus resultados…
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HABITÁFRICA
Un sistema empleado con éxito en la segunda fase del
proyecto de HABITÁFRICA Mauritania consistió en
contratar a una empresa local de construcción en unas
condiciones muy interesantes para el proyecto, ya que el
acuerdo contemplaba la contratación por parte de la
empresa del personal local formado durante la primera
fase en la escuela-taller del proyecto, así como la compra
de materiales en los talleres del proyecto. Posteriormente
con las cuadrillas ya consolidadas tras su rodaje en el
“sector privado”, éstas fueron recibiendo en tanto que
microempresas o cooperativas autónomas encargos de
construcción cada vez más importantes, a la medida de su
capacidad logística y de gestión.
Aunque inicialmente muchos de los integrantes de estas cuadrillas no tenían nin-
guna formación —pocos sabían leer y escribir—, al final de este proceso la mayoría
eran capaces de hacer una estimación y preparar un presupuesto para la construcción
de cualquier tipo de vivienda.Varias de estas cuadrillas siguen trabajando a día de hoy
por cuenta propia.
Pablo Palomino
Coordinador de HABITÁFRICA Mauritania
La puesta en obra es uno de los factores en que más se hace hincapié cuando se habla
de tecnologías apropiadas en los proyectos de hábitat, y en ocasiones la facilidad de la
puesta en obra constituye el criterio más determinante del proyecto arquitectónico, que
se concibe de tal manera que no haya piezas pesadas y difíciles de manipular, que no
se requieran apenas herramientas o inversiones importantes y que no existan procesos
demasiado complejos que requieran mano de obra especializada.
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beneficiarios están ocupando previamente las parcelas sobre las que se van a cons-
truir, o las viviendas que van a rehabilitarse, y por tanto van a estar presentes duran-
te todo el proceso.
Obviamente no pueden suplantar al técnico ni asumir responsabilidades que no
le corresponden, pero con una adecuada y sencilla información —por otro lado muy
útil para ellos— acerca de qué se va a construir y con qué materiales, concretando
tanto aspectos cualitativos (dosificaciones de las mezclas, profundidad de la cimen-
tación…) como cuantitativos (número de bloques empleados, sacos de cemento, cal
o yeso necesarios...), se puede mejorar mucho la puesta en obra, al tiempo que en
cierto modo los beneficiarios ven reforzadas sus capacidades y su autoconfianza.
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Otros puntos a tener en cuenta son las condiciones de entrega de las viviendas, ser-
vicios o infraestructuras realizadas. Si los beneficiarios son instituciones públicas
o grupos sociales, posiblemente las condiciones del traspaso, uso, mantenimiento,
seguimiento y apoyo a esos equipamientos ya se hayan establecido en el acuerdo ini-
cial de colaboración (entre otras cosas conforme a las exigencias de los organismos
financiadores). Pero las circunstancias son distintas si por ejemplo lo que se ha eje-
cutado son viviendas y los beneficiarios son particulares, porque en este caso el pro-
yecto actúa como un “Ministerio de la Vivienda” construyendo viviendas protegi-
das, pero sin el respaldo legal ni la capacidad ejecutiva de éste. ¿Con qué autoridad
se puede exigir al recién estrenado propietario que utilice su vivienda de un modo
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determinado, o incluso que no la revenda si ya ha saldado sus compromisos con el
proyecto? Posiblemente poca, y menos aún si al cierre del proyecto deja de haber
una presencia física de la ONG o de la contraparte en el terreno. Cualquier inten-
to de controlar las derivaciones del proyecto para evitar efectos perjudiciales a
medio plazo debe hacerse desde la identificación, comenzando por la propia
selección de beneficiarios, ya que es probable que tratar de atar los cabos sueltos
al cierre del proyecto mediante complejos procedimientos administrativos o coer-
citivos dé poco resultado.
Saber identificar inicialmente al sector de población más implicado en el pro-
yecto —y no sólo en las ventajas materiales que proporciona— es muy importante
para evitar efectos contraproducentes a medio plazo.
Una vez más el rol de las mujeres aquí es fundamental, y en tanto que garantes
de las estructuras familiares deberían ser ellas las receptoras de los recursos genera-
dos, empezando por los títulos de propiedad y continuando con las responsabilida-
des sociales que se derivan de éstos.
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1.14. Conclusiones
• Debe existir una manifiesta voluntad política de intervenir en una zona concreta,
y si es posible que esa voluntad política esté formalizada en un plan o programa ope-
rativo, es decir acorde a las competencias y capacidades de los actores involucrados.
• Es recomendable crear en el ámbito del proyecto un órgano específico para la
gestión, propiedad y posterior ordenación del suelo, en el que las autoridades y
comunidades locales se impliquen activamente y asuman la coordinación de los
trabajos, limitándose el proyecto a brindar o contratar el apoyo técnico necesario.
12. O no tan intangibles, ya que a los sistemas de ayuda mutua tradicionales se suman hoy en día las divisas procedentes
de la emigración al “Norte”, que en muchos países ya es muy superior al conjunto de la ayuda oficial al desarrollo.
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• Valorar previamente cuáles son los intereses y capacidades reales de los actores
intervinientes en el proceso de urbanización (administraciones y/o compañías
suministradoras) antes de planificar la intervención.
• Plantear una actuación progresiva a la medida de la capacidad económica y
del grado de implicación de la población beneficiaria, que garantice su soste-
nibilidad.
• Establecer claramente cuáles son y qué prioridad deben tener los distintos con-
dicionantes del proyecto arquitectónico para servir a los fines de la intervención
(coste, simplicidad constructiva, urgencia, acondicionamiento térmico y acústi-
co, seguridad, salubridad, impacto ambiental, etc.), teniendo en cuenta que el
desarrollo de unos podrá ir en detrimento de otros.
• Incorporar mecanismos de participación al proceso de diseño arquitectónico
mediante consultas a los distintos actores intervinientes en el proyecto y a los
profesionales locales del sector de la arquitectura y la construcción.
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HABITÁFRICA
• Ante la imposibilidad de satisfacer las demandas particulares de todos es reco-
mendable tratar de establecer una serie de opciones o módulos edificables entre
los que los beneficiarios puedan escoger los que mejor se adaptan a sus necesi-
dades concretas.
• Montar —o contratar— los servicios de una oficina técnica en la zona de inter-
vención para la elaboración del proyecto de ejecución y la organización de los
trabajos y su seguimiento.
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• En relación a esto desde el diseño hay que tratar de facilitar al máximo la ejecu-
ción simplificando la puesta en obra, pero sin olvidar otras actividades igualmen-
te importantes como la fabricación de componentes, de herramientas, su trans-
porte, etcétera.
• Favorecer especialmente aquellos sistemas de puesta en obra que no exijan una
especialización excesiva, fuertes inversiones iniciales o un volumen mínimo de
construcción, de forma que sigan siendo aplicables para la construcción de una
única vivienda, o en intervenciones puntuales y dispersas.
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1.14.11. Seguimiento de obra
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