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Hacia un concepto crítico

de víctima

Sergio De Zubiría Samper


Profesor Asociado
Departamento de Filosofía
Batalla de ideas

Universidad de los Andes

E l inicio del punto 5 del “Acuerdo General para la Termina-


ción del Conflicto” en La Habana y la afirmación expresa que
“resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo Gobierno Nacional
y FARC-EP”, ha empezado a producir alguna atención en los medios de
comunicación e importantes debates en la academia y el movimiento
popular. En el texto del “Acuerdo General” se remite a la necesidad de
reconocer los derechos humanos de las víctimas y se privilegia la verdad
como una exigencia imperativa. Tal vez, la insistencia de los medios de
comunicación y las reiteradas declaraciones del carácter “central” de las
víctimas, han hecho difuso el hecho de que existen distintos enfoques en
la aproximación a la problemática de las víctimas. Parece que al evocar la
noción de “víctimas” estamos siempre hablando de lo mismo y esto no
es posible en ningún ámbito del pensamiento humano, porque es nece-
sario que existan disensos, matices y diferencias. La filosofía occidental
empezó con las importantes divergencias entre Parménides y Heráclito.
Para evitar la instrumentalización de la noción de “víctimas” y recono-
cer su potencia emancipatoria es necesario subrayar las contradicciones,
matices y polémicas que contiene.
En el “Colectivo Comunista Walter Benjamin”, en los últimos me-
ses, hemos dedicado nuestro esfuerzo reflexivo y político a construir
una “noción crítica” de víctima, inspirados en un conjunto de tesis que
deseamos compartir. La primera, la urgencia de retomar las reflexiones
del filósofo Walter Benjamin sobre la dimensión política de la memoria,

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las críticas a las concepciones dominantes de historia
y de progreso, la peculiaridad de la memoria de las
víctimas y los sobrevivientes, el filósofo como cronista
en la orilla de las víctimas y los oprimidos, la conver-
sión de los sentimientos de la víctima en dimensiones
de justicia, el relato de las víctimas como una filosofía
crítica de la historia, entre muchas otras. La segunda,
la necesidad de hacer explícitas las diferencias entre
una “concepción dominante” de víctimas y una
“noción crítica”, a partir de la distinción gramsciana
entre hegemonía y contra-hegemonía. La noción do-
minante de víctimas postula un significado bastante
restrictivo, privilegia el cuerpo sufriente, atada a lo
jurídico-legal, instrumentaliza los derechos humanos
y normaliza ciertas prácticas violentas. La crítica a
esta concepción amplia sus significados, toma dis-
tancia de lo exclusivamente sacrificial, muestra los
límites del juridicismo, transforma los derechos
humanos, reivindica la dimensión de subjetividades
políticas de las víctimas y realiza una crítica radical
a la violencia. La tercera, la relevancia contemporá-
nea y nueva visibilidad de las víctimas puede tener
finalidades plenamente divergentes, lo cual exige una
http://en.wikipedia.org/wiki/Cotton_mill
mayor atención a la reflexividad crítica. No puede
limitarse a una visibilidad sociológica o histórica en
sentido positivista, que se convierta en la simple cons-
tatación estadística de registro, subregistro o tipolo-
gías de víctimización-victimarios, como tampoco
meras acciones asistencialistas de re-victimización. El
asunto de la “centralidad” o “nueva visibilidad” de
las víctimas y su finalidad última es determinante en
una lectura crítica de las víctimas.
La producción bibliográfica e investigativa sobre el
tema se ha incrementado bastante en los últimos años
pero dominada por un sesgo hegemónico juridicista,
sacrificial y liberal, que exige esfuerzos alternativos
para transitar hacia una vía crítica y emancipatoria.
Los trabajos iberoamericanos de Manuel Reyes Mate,
Alán Arias, Danilo Zolo, Carmen González, María
Teresa de la Garza, José Zamora, Alberto Verón, han

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Necesitamos una justicia que no se limite a las normas legales
existentes y que logre independizarse de la venganza y
el castigo y se encamine hacia formas de justicia como
ofrenda, donación, relación con el otro, reconciliación.
Añoramos una justicia para la verdad y no una justicia
para el castigo. Aquella justicia que pueda sustraerse
a la fatalidad de la venganza (Derrida). Un concepto
crítico de víctimas necesariamente modificará los actuales
derechos humanos eurocéntricos; es también ineludible
una modificación de las interrelaciones entre derechos
humanos transformados y una noción crítica de víctimas.

contribuido de manera decisiva en esta bús- aquellos términos cuya marca etimológica
queda crítica de la noción de víctimas. El está presente de manera profunda en su evo-
“Colectivo Comunista Walter Benjamin” lución filológica. Proviene del vocablo latino
ha elaborado un Documento de Discusión1 victima, que posiblemente tiene relación con
del cual somos completamente herederos en el indoeuropeo wik-tima, el consagrado o
estas reflexiones. Para tomar distancia de la escogido, en donde wik proviene del prefijo
noción dominante de víctimas es necesario weik que significa poner aparte, separar,
discutir la sacrificialidad contenida en su escoger. El significado general es ser vivo
origen etimológico, su exarcebado juridicis- sacrificado o que se destina al sacrificio de
mo y sus definiciones en las declaraciones los dioses2. Algunas acepciones que lo rela-
universales institucionales en el derecho cionan a victus o el vencido son actualmente
internacional de los Derechos Humanos. cuestionadas. El Diccionario de la Real Aca-
demia Española3 le adjudica los siguientes
Excurso etimológico significados: 1. Persona o animal sacrificado
Las reflexiones actuales sobre la noción o destinado al sacrificio; 2. Persona que se
de víctima aluden, de forma obligatoria, a expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio
sus raíces etimológicas y filológicas para po-
der comprender el sentido contemporáneo
2 Consultar Rodríguez Moreno, A. “Hermenéuti-
del concepto. La palabra víctima es uno de ca del concepto actual de víctima”, en Revista
Derechos Humanos, México, No. 13, año 5,
2010, p. 39.
1 De la Hoz, N., Arias, J., Báez, E. y Botero, A.
“Apuntes para la construcción de un concepto 3 Real Academia Española Diccionario de la
crítico de víctima (Cuarteto a ocho manos)”. Co- Lengua Española. Volumen 10, Madrid, 2001.
lectivo Walter Benjamin (Mimeo). p. 1560.

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John Leech, Cheap Clothing, Punch Magazine (1845). Tomado de: http://spartacus-educational.com/Jpunch.htm

http://en.wikipedia.org/wiki/Industrial_Revolution

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de otra; 3. Persona que padece daño por culpa ajena
Una noción crítica o por causa fortuita; 4. Persona que muere por culpa
de víctimas tiene ajena o por accidente fortuito. Todas las acepciones
que romper sus señaladas ligan su significante a la idea de sacrificio y
cadenas con la lo sacrificial conforma uno de los rasgos definitorios
unilateralidad del de la “noción dominante” de víctima; aluden a la vez a
ciertas reminiscencias teológicas.
juridicismo legalista
El proceso de “secularización” en la modernidad
moderno. El acento produce algunas modificaciones en la concepción de
contemporáneo víctima, pero su vínculo con lo sacrificial y lo religioso
tiene que ser en la no desaparece. Una de esas modificaciones, según
dimensión colectiva algunas investigaciones4, es la pérdida de la condición
y comunitaria de de “inocencia” de la víctima que caracteriza el mundo
los procesos de clásico y cristiano, hacia el surgimiento de la “culpabi-
lidad” de algunas de ellas. Por ejemplo, las producidas
victimización frente
por desastres naturales no portan la culpa, pero las que
al “individualismo son fruto de relaciones humanas pueden ser culpables;
a-social absoluto” se invierte la carga de la prueba, porque ahora a las
(Hobsbawm), víctimas les compete demostrar su inocencia.
que domina en el La persistencia de los sentidos religiosos en el de-
mundo occidental recho penal moderno es evidente para Foucault5, has-
actual. Es necesario ta tal punto que la confesión y la prisión persiguen el
sentido de castigo derivado del penar de los pecados
desatar la noción
y la penitencia de raíz judeo-cristiana. El dominio de
de víctima de la lo sacrificial en la experiencia dominante de víctima
figura del delito se manifiesta en características como el predominio
tipificado hacia exclusivo en el cuerpo sufriente y el daño, la mera
situaciones de postración sufriente que no puede enfrentar el tra-
victimización más bajo del duelo, la postración y queja que sólo clama
allá del derecho. por un reconocimiento victimario menospreciado, y,
la permanencia obsesiva en la re-victimización. Un
concepto crítico de víctimas tiene que construirse
superando dialécticamente aquellos contenidos limi-
tados al castigo, la venganza, el daño, el delito o el
cuerpo sufriente.

4 Consultar Reyes Mate, M. Justicia de las víctimas. Terroris-


mo, memoria, reconciliación; Cepeda, I. y Girón, C. La segre-
gación de las víctimas de la violencia política.
5 Foucault, M. Vigilar y Castigar; Foucault, M. Defender la so-
ciedad.

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http://en.wikipedia.org/wiki/Child_labour

Límites del juridicismo o comunitaria de la victimización. La se-


La perspectiva jurídica y los estudios de gunda es su restricción a la figura del delito
victimología remiten la definición de vícti- legalmente tipificado y la imposibilidad
ma a la experiencia necesaria de un crimen de existencia de victimización sin delito.
y un delito legalmente tipificado. Existen Si el delito o crimen no hace parte de los
víctimas al existir individuos que sufren la códigos jurídicos existentes no podemos
acción criminal de una conducta típica, an- hablar de víctimas. Por eso esta mirada
tijurídica y culpable. Esta definición jurídica jurídica tiende a relevar exclusivamente
dominante de víctima refuerza el contenido los hechos criminales, las violaciones a la
sacrificial al acentuar el sufrimiento y la in- legalidad, las tipologías de victimización
justicia legal. La víctima es aquella persona y sus agentes. Tercera, tiende a identificar
que sufre una acción criminal claramente “justicia” solamente con legalidad domi-
tipificada en los códigos y cuyos derechos nante y “justicia legal” con sanción, castigo
han sido cercenados por unos actos delibe- o cárcel. Suprime las dimensiones redistri-
rados de otras personas. butivas, restaurativas o del reconocimiento
Las limitaciones de la noción juridicista de la justicia no jurídica. Cuarta, promueve
dominante de víctima son las siguientes, exclusivamente una concepción dominante
que por momentos, son poco visibles o de los “derechos humanos” e invisibiliza
expresamente ocultadas. La primera es formas alternativas y emancipatorias de los
su acento “individualista” al centrarse en derechos del hombre y la naturaleza. Las
las personas o individuos que sufren una víctimas son sólo las que están definidas ní-
acción criminal o delito, intentado ideoló- tidamente y delimitadas a las Declaraciones
gicamente suprimir la dimensión colectiva eurocéntricas de los derechos humanos.

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Una noción crítica de víctimas tiene que romper sus cadenas con
la unilateralidad del juridicismo legalista moderno. El acento contem-
poráneo tiene que ser en la dimensión colectiva y comunitaria de los
procesos de victimización frente al “individualismo a-social absoluto”
(Hobsbawm), que domina en el mundo occidental actual. Es necesario
desatar la noción de víctima de la figura del delito tipificado hacia situa-
ciones de victimización más allá del derecho, por ejemplo, víctimas sin
intervención humana, víctimas por conducta propia o autovictimiza-
ción, víctimas sin delito, sin ninguna ley penal, víctimas sin conciencia
de su condición victimizante, entre otras posibilidades más allá del
estrecho juridicismo contemporáneo. Necesitamos una justicia que no
se limite a las normas legales existentes y que logre independizarse de
la venganza y el castigo y se encamine hacia formas de justicia como
ofrenda, donación, relación con el otro, reconciliación. Añoramos una
justicia para la verdad y no una justicia para el castigo. Aquella justicia
que pueda sustraerse a la fatalidad de la venganza (Derrida). Un concep-
to crítico de víctimas necesariamente modificará los actuales derechos
humanos eurocéntricos; es también ineludible una modificación de las
interrelaciones entre derechos humanos transformados y una noción
crítica de víctimas.

La víctima en el derecho internacional


La Resolución 60/147 de las Naciones Unidas, aprobada en diciembre
de 2005, se ha convertido en la definición de víctima dominante en el de-
recho internacional de los derechos humanos. Es aceptada por la mayoría
de Estados y divulgada acríticamente por los Códigos penales de casi todos
los países. En su Artículo 8 promulga: “se entenderá por víctima a toda
persona que haya sufrido daños individual o colectivamente, incluidas
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o
menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia
de acciones u omisiones que constituyan una violación manifiesta de las
normas internacionales de los derechos humanos o una violación grave del
derecho internacional humanitario”. Reconociendo que actualmente es el
instrumento legal más “avanzado” en la defensa de los “derechos” de las
víctimas, es necesario hacer una lectura crítica que muestre sus insuficien-
cias y su carácter unidimensional.
La definición de víctima de la Resolución 60/147 adolece de las limi-
taciones señaladas de lo sacrificial y el juridicismo. En ella se plasma de
forma directa la noción dominante y restrictiva de víctima. Primero, se
enmarca en el individualismo del derecho burgués moderno al centrar

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la condición de víctima en “toda persona” individual que haya sufrido algún tipo de daño.
Segundo, predomina la noción del cuerpo y mente sufriente como condición de la victi-
mización en la sacrificialidad. Tercero, termina sometida a una perspectiva legal unilateral,
para la cual se es víctima sólo cuando hay una violación manifiesta de normas internacio-
nales de derechos humanos o una violación del derecho internacional humanitario. Cuarto,
se presenta una justicia reducida a violación de normas, reglas o representaciones jurídicas.
Quinto, se limita el fenómeno de la victimización a ser sujeto pasivo de un delito tipificado.
En conclusión, debemos transitar hacia una noción crítica de víctima, siempre en cons-
trucción, lejana de la sacrificialidad y el juridicismo, con distancia de las “declaraciones
universales”, transformadora de los derechos humanos y abierta a la experiencia de las
víctimas como sujetos políticos emancipatorios.

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