(Mateo 19:16-20:34; Marcos 10:17-31, 46-52; Lucas 18:18-19:27)
P 1 ¿Cuál es el valor de tener cuatro Evangelios en vez de sólo uno?
El espíritu permitió que cada uno relatara algo según su punto de vista. Por tanto, tenemos cuatro Evangelios en vez de sólo uno. Tenemos un cuadro completo al poner los 4 Evangelios juntos. Mateo, Marcos, y Lucas todos nos dicen que el hombre en esta lección era rico. Pero sólo Mateo nos dice que era joven (Mt.19:20). Sólo Lucas nos dice que era un hombre principal (Lucas 18:18) y sólo Marcos nos dice que él vino corriendo a Jesús y se arrodilló ante Él (Marcos 10:17). Seguramente ocurrieron varios detalles que ninguno de los escritores registro. Pero gracias a Dios por darnos tres escritores para relatar la misma historia. Tenemos una multitud de pequeños detalles valiosos porque tenemos cuatro escritores en vez de solo uno. P 2 ¿Por qué vino este joven rico a Jesús? Porque sentía que algo le faltaba en su vida. Sus dudas y el vacío en su corazón lo trajeron corriendo a Jesús. Él vino a la persona correcta. P 3 ¿Cuándo es el tiempo correcto para venir a Dios? El tiempo correcto para que una persona venga a Jesús es cuando siente el impulso del Espíritu Santo. El joven rico no sabía que venía en el tiempo correcto. Él no sabía que Jesús estaba de viaje rumbo a Jerusalén para morir. El joven rico no tenía idea de que en pocos meses su oportunidad de tener un encuentro con el Señor iba a desaparecer para siempre. Él no sabía que ese día probablemente sería su última oportunidad que iba a tener de poder conversar con Jesús. Él vino en el tiempo correcto. P 4 ¿De qué manera es una pregunta parecida a una ventana mirando al interior de una persona? Porque uno puede discernir mucha información acerca de una persona por las preguntas que esa persona formula. A veces las preguntas son como ventanas que nos permiten ver el interior de la persona. Caín formulo la pregunta, “¿Soy yo acaso guardia de mi hermano?” (Génesis 4:9). Esto nos permite ver que estaba escondiendo malos sentimientos en su corazón contra su hermano Abel. P 5 ¿Cuál fue la respuesta a la pregunta del joven rico? “Ven, Sígueme” (Lucas 18:22). El joven rico no podía heredar la vida eterna solamente al cumplir con los mandamientos. Tampoco podía heredar la vida eterna al regalar sus riquezas a los pobres. Ninguno puede ser salvo por hacer buenas obras. Para heredar la vida eterna, debemos obedecer a Jesús y seguirlo. Lamentablemente el joven rico no quiso cambiar su riqueza para seguir a Jesús. P 6 Dé un motivo por el cual Jesús pide algo distinto de cada discípulo. Jesús demandaba una cosa de cada individuo. Él demanda que esa persona le rinda a Él el primer lugar en su vida. Ninguno puede servir a dos maestros. El joven rico estaba queriendo servir al dinero primero y a Dios segundo. P 7 ¿Son negociables las demandas de Jesús para el discípulo? Explique. Jesús amaba a este hombre y lo invitó a compartir de la vida eterna. Pero nuestro Señor permite que cada persona escoja por sí misma. El joven miró hacia la calle de donde vino, y se fue. Jesús no fue corriendo tras él. Nuestro Señor no negocio con él. Él no cambio la oferta, diciéndole que “se quedara con la mitad de lo que tenía.” Jesús no comparte el primer lugar con ninguno. P 8 ¿Prefiere Dios a los ricos más que a los pobres? Explique. Llegaría a tomar un tiempo para que los discípulos aprendieran la verdad de que Dios no favorece a los ricos. Más bien, Dios favorece a los pobres. Tal como Jesús enseño en esta ocasión, es casi imposible que se salve una persona rica. Por otro lado, miles de pobres vienen a Cristo. (Santiago 2:5). Al hombre rico le es difícil, pero para Dios todo es posible (Lucas 18:27). Las riquezas no son ni una bendición ni una maldición. Y la pobreza no es ni una maldición ni una bendición. Porque “donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21). Las riquezas tiene la tendencia de desviar el corazón de la persona de Dios hacia las cosas del mundo. Y los que aman el mundo son enemigos de Dios. (1ra. Juan 2:15-17). Las riquezas lo animan a uno a amar al mundo y confiar en sí mismo (Apocalipsis 3:17). Estas actitudes alejan a las personas del reino de Dios. Es posible que una persona pobre sea esclava de sus deseos. Pero por lo general, los pobres confían menos en ellos mismos que los ricos. Y ellos anhelan las riquezas del cielo. Es difícil que una persona rica sea salva. (Lucas 18:25). P 9 Explique la promesa de las “100 veces” en Marcos 10:30. Jesús prometió que los que lo sigan ganaran más de lo que pierdan. Algunos falsos maestros han confundido estos versículos. Estas escrituras no nos enseñan que si dejamos una casa para seguir a Cristo, Dios nos regalara cien casas nuevas. Jesús no le prometió a Pedro cien esposas nuevas. Tampoco le prometió a Pedro cien veces más hijos los apóstoles no fueron famosos por sus riquezas. Más bien fueron famosos por su pobreza. (Lucas 18:29). Pero estos versículos sí nos enseñan que Pedro sería bienvenido en cien nuevos hogares. Él comería el grano de cien nuevos campos. ¡Él se encontraría con cien nuevos ancianos que lo amarían como a un hijo! Él encontraría centenares de creyentes nuevos que él llegaría a amar como si fueran sus hermanos y hermanas. Los que siguen a Jesucristo llegan a ser parte de una nueva familia muy grande. El joven rico perdió la oportunidad más grande de su vida. P 10 ¿Cuál es la pregunta que contesta la parábola de la viña? Es la segunda parte de la respuesta del Señor a la pregunta que hizo Pedro, “¿Qué tendremos?” La parábola de la viña está entre Mateo 19:30 y Mateo 20:16. Mire estos 2 versículos: “Muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros”. P 11 ¿A cuales 4 grupos sirve de advertencia la parábola de la Viña? Primero, la advertencia aplicada a los apóstoles. Segundo, la advertencia de la parábola aplicada a los judíos. Tercero, la advertencia de la parábola se aplica a las iglesias nacionales. Cuarto, la advertencia de la parábola es para todos los cristianos. P 12 ¿Sobre qué se basaran las recompensas que Dios dará? Esta parábola nos enseña que las recompensas se basarán sobre la fidelidad. No importa cuán grande o cuán difícil es la obra en el Reino. Lo que sí importa es si un creyente fue fiel o no a la obra. Dios nos da una obra distinta a realizar a cada creyente, pero Él demanda una cosa de cada uno: fidelidad plena. P 13 ¿Cuál de los arreglos de la parábola es el mejor que uno puede hacer con Dios? La parábola nos enseña a no hacer demandas del sueldo que queremos recibir de Dios. Había dos grupos de obreros en la parábola. El primer grupo sabía exactamente cuántas horas se podría trabajar, y cuanto seria el sueldo. Este primer grupo se quejó cuando el dueño les pago el sueldo, y ellos recibieron el sueldo que se había negociado. Sin embargo los del segundo grupo permitieron al dueño decidir el sueldo que recibirían. No hicieron la pregunta de Pedro, “¿Qué pues, recibiremos?” Más bien ellos dejaron que el amo les pagara lo que él quisiera. Este es un buen arreglo que podríamos hacer con Dios. No le servimos para recibir cierto sueldo. Le servimos porque lo amamos. Nuestro servicio debe ser incondicional, de corazón. P 14 Los que trabajaron las 12 horas completas, ¿desarrollaron una raíz de amargura en su vida? La parábola nos enseña que debemos ajustar nuestras actitudes a las sorpresas que nos trae la vida. Mucho de la vida depende de la manera en que reaccionamos a las sorpresas. Caín no esperaba que Dios rechazara su ofrenda. Su reacción fue lo que decidió su futuro. Mateo no planeó que Jesús lo invitara a seguirle, pero la respuesta del publicano a esta invitación sorpresa le cambio la vida. Pedro nunca esperaba negar al Señor tres veces, pero se ajustó después de su pecado. Se arrepintió y siguió en pos de Jesús. Los obreros de la viña no esperaban que los que trabajaron sólo una hora recibieran el sueldo de un día entero. Ellos se airaron. Pero lo aún es más importante es imaginar lo que hicieron después. O se arrepintieron por su ira, o permitieron que una raíz de amargura se desarrollara en sus corazones. Una cosa si sabemos: mucho de lo que nos sucede en la vida depende de cómo reaccionamos a las sorpresas que esta nos trae. Que Dios nos ayude a cada uno a ser flexibles es decir, a ajustar nuestras actitudes a las nuevas sorpresas de la vida. P 15 ¿A dónde iba Jesús cuando se encontró con Bartimeo? Este suceso tiene lugar en el camino de Jericó a Jerusalén. Jesús viajaba a Jerusalén. Contexto histórico: Jericó es una ciudad muy antigua. Se ubicaba a 8 Kilómetros (5 millas) al oeste del rio Jordán, y a 24 kilómetros (15 millas) al noreste de Jerusalén. Anteriormente hemos estudiado la parábola del buen samaritano. En ella, el viajero viajaba en la dirección opuesta. Al viajar de Jerusalén a Jericó, él casi fue asesinado por ladrones. En contraste, Jesús está viajando de Jericó a Jerusalén. Al llegar allí, Él moriría junto a unos ladrones. P 16 Dé 3 ejemplos de personajes que supieron aprovechar una oportunidad. Marcos nos dice que uno de los ciegos se llamaba Bartimeo (Marcos 10:46). Ellos aprovecharon una oportunidad, sin duda habían oído de los milagros de Jesús. Ellos sabían que sí Él podía ayudar a otros, también podía ayudarles a ellos. Por tanto ellos esperaban su oportunidad. Cuando la oportunidad vino, ¡ellos se aprovecharon de ella con ambas manos! Cuando escucharon que Jesús estaba pasando por allí, ellos clamaron, “¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!” (Mateo 20:30). Lucas describe. El Espíritu hablo a Felipe: le dijo que se acercase a un carro que venía por el camino, un etíope, eunuco que era funcionario de Candace reina de los etíopes. Veremos como el eunuco aprovechó la gran oportunidad para ser bautizado. “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea”. (Hechos 8:36-40) Jacob tuvo una sola oportunidad para comprar la bendición de Esaú. Él se aprovechó de la oportunidad. Las bendiciones de mañana pertenecen a los que las aprovechan hoy. ¡Escuche! Cuando la oportunidad toca a la puerta, ¡responda inmediatamente! P 17 ¿Qué clases de personas pueden formar parte del gentío? Puede incluir a creyentes, hipócritas o incrédulos. Cada uno debe decidir entre prestar atención a la gente, o recibir una bendición de Dios. El gentío se habría quedado satisfecho si Bartimeo hubiera permanecido ciego ¡la muchedumbre exigió que Bartimeo y su amigo se callaran! Pero a los ciegos no les importo lo que quería la gente. ¡Ellos desafiaron a la multitud! Hicieron lo opuesto a lo que les pedían. ¡Gritaron aún más fuertes! Sin embargo, es mejor guiar a una multitud en la dirección correcta, que seguirla en una dirección incorrecta. Al final de esta sección veremos que Bartimeo guio al gentío en una alabanza (Lucas 18:42). Los que al principio estaban airados con él, al final estaban alabando a Dios por su valentía. P 18 ¿Por qué les pregunto Jesús a los ciegos qué era lo que querían? Porque el Maestro quería escuchar específicamente de sus propios labios con todo fe y convicción. Jesús sabia los deseos de estos dos hombres no era nada oculto. Hasta el más necio sabía exactamente lo que querían estos dos hombres ciegos. ¡Hasta un ciego podría haber visto lo que quería Bartimeo! ¿Por qué, entonces, habrá hecho esta pregunta Jesús, sabiendo muy bien lo que querían? Estos hombres judíos demostraron fe en Jesús cuando le llamaron Señor e Hijo de David. Ellos creían que Él era el Mesías. Pero demostraron aún más fe cuando declararon exactamente lo que querían “Señor que sean abiertos vuestros ojos” (Mateo 20:33). Si un ciego quiere ver, tiene que hacer su petición a Jesús. Si un pecador quiere perdón de sus pecados, tiene que orar a Dios y pedirle que lo perdone. Uno de los motivos por el que no recibimos de Dios es porque no se lo pedimos. (Santiago 4:2). P 19 ¿En qué manera son Jesús y el Padre iguales? Son iguales porque ambos se compadecen por los necesitados. Jesús se interesa cuando ningún otro se interesa. El gentío les dijo a los ciegos que se callaran. Pero Jesús estaba dispuesto a ayudarles. “Entonces Jesús, compadecido, les toco los ojos, y enseguida recibieron la vista; y le siguieron” (Mateo 20:34). Nosotros somos un poco parecidos como Jesús cuando sentimos compasión por los necesitados. Él sintió compasión por las multitudes que le acompañaban cuando estaban débiles y con hambre (Mateo 14:14-16). Jesús es la persona a la cual podemos venir para recibir compasión. Él es exactamente como su Padre (2 Corintios 1:3; Hebreos 4:16). P 20 ¿Qué nos enseña acerca del servicio la sanidad de Bartimeo? Ellos demostraron agradecimiento. Los ciegos nos sirven de buen ejemplo. Lucas enfoca solamente en Bartimeo. Él dice, “Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios” (Lucas 18:43). Bartimeo alabo a Dios y dirigió a todo el gentío en la alabanza. Él dirigió a la misma multitud que había intentado callarlo. P 21 ¿Qué tiene de extraño el nombre de Zaqueo? Zaqueo era líder recaudador de impuestos cuyo nombre significa “puro y justo”. Esto significaba que también era ladrón. Él engañaba a muchas personas. Los publicanos eran hombres crueles y duros. Si una viuda no podía pagar sus impuestos, el publicano le quitaba la casa. Un publicano llamado “puro” seria como ladrón llamado “honrado.” Imagínense cómo se habrá reído la gente de Jericó cada vez que oían nombrar su nombre. Tal vez algunos pasaban por la calle riendo, diciéndole, “¡Hola, Puro!”. ¡Qué nombre para un publicano! verdad. Lo extraño es cuando sus padres lo tomaron en sus brazos cuando era bebé, lo llamaron Zaqueo. Ellos querían que su hijo llegara a ser “puro y justo.” Y esto también era lo que quería Dios que fuera este bebé. Pero él pecó, y no era ni puro ni justo. Sin embargo, se precisa más que un buen nombre para que una persona sea pura y justa. P 22 ¿Nombre 4 cosas que Zaqueo no podía comprar? Respeto, paz, pureza o justicia. ¡Otra cosa que Zaqueo no podía comprar era estatura! Tal vez fue su estatura lo que le impulso a ser publicano. Tal vez cuando era niño él creía que el dinero lo haría un hombre más grande. P 23 ¿Cuáles son algunas cosas importantes que uno tiene que cambiar? Nuestra mayor necesidad no es cambiar lo externo, sino lo interno. Necesitamos que Dios nos ayude a cambiar actitudes como la codicia, la lujuria, la ira y la amargura. La mayor parte de la gente desearía poder cambiar alguna característica personal. Algunos desearían ser más altos. ¡Otros desearían ser más pequeños! ¡Algunos desearían tener una raíz más corta! Algunos desearían ser más macizos. ¡otros quisieran ser más delgados! Los pobres desearían tener tanto dinero como los ricos. Los ricos desearían ser tan felices como los pobres. Pero la mayoría de las cosas que deseamos cambiar no tiene mucha importancia. Zaqueo hubiera sido el mismo si hubiera sido tan alto como era el Rey Saúl (1 Samuel 9:2). P 24 ¿Cuáles 2 pasos dio Zaqueo para acercarse hacia Jesús? 1er. Paso: Zaqueo fue con un gentío para ver a Jesús. Este era un paso muy grande para él. Era peligroso para un publicano unirse a un gentío de personas que lo odiaban. Era aún más peligroso para un hombre de corta estatura como Zaqueo. Los judíos lo odiaban más a él que a cualquier otro hombre en ese lugar. Y su corta estatura hacia que la gente se fijara en él. En medio de una multitud muchos podían golpearlo o patearlo. Él podría terminar el día lleno de moretones. 2do. Paso: Zaqueo se subió a un árbol para ver a Jesús. Porque era demasiado pequeño para poder ver sobre la multitud. Cuando un hombre orgulloso y rico se sube a un árbol, es porque está desesperado. Este hombre rico no era feliz. Él quería lo que habían hallado otros publicanos. Quería ver a Jesús. Puede ser que Zaqueo era el publicano que oraba para que Dios tuviera misericordia de él (Lucas 18:9-14). P 25 ¿En qué dirección le gusta a Dios moverse? En dirección de un pecador que deseaba cambiar su vida y arrepentirse. Cuando una persona da un paso hacia Jesús, Jesús da dos pasos hacia esa persona. Jesús camino directamente hacia el árbol donde estaba Zaqueo y miro hacia arriba. Él sabía que Zaqueo estaba allí, también sabía su nombre. Él sabe los pensamientos de la persona antes de que la persona hable. Nuestro Señor sabía que el jefe de los publicanos estaba buscando un cambio para su vida. Por tanto, el Señor lo llamó por su nombre y le dio su primer mandamiento para obedecer. “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” (Lucas 19:5). El Salvador siempre está buscando ovejas extraviadas. Esta es la actitud de Dios hacia los que dan un paso hacia Él. Dios no quiere apartarse de los pecadores. Le gusta acercarse a ellos y perdonarlos. Jesús insistió en ir a la casa de Zaqueo. (Santiago 4:8). P 26 ¿Cuál es la clave de cómo cambiar y ser más como Cristo? El secreto para cambiar es estar en la presencia de Jesús. Las cadenas que son imposibles de romper para una persona simplemente caen en pedazos en la presencia de Jesús. Su Espíritu Santo nos da el poder para cambiar. Esto es lo que sucedió a Zaqueo. En la presencia de Jesucristo él estaba listo a convertirse en lo que significa su nombre. Jesús le dio el deseo y el poder de llegar a ser puro y justo. Zaqueo se convirtió en un hombre libre después de pasar unos minutos con Jesús. P 27 ¿Qué clase de fe está buscando el mundo? Una fe pura como la de Zaqueo. Un predicador relato una historia terrible. En un culto de una Iglesia, varias personas testificaron cuanto amaban a Jesús. Una persona se quedó sentada y se veía muy triste. El pastor le pregunto a esta persona triste si quería testificar, pero él dijo, “¡No!” “¿Por qué?” le pregunto el Pastor. “Porque cuatro de las personas que acaban de testificar me deben dinero. ¡Y yo no tengo dinero para comprar comida para mi pobre familia que tiene hambre!” Un testimonio para Cristo no significa nada sin las obras para comprobar que lo amamos. La fe sin obras es muerta. Zaqueo tenía el tipo de fe que el mundo está buscando. ¿Y usted? P 28 ¿Cambian todos los pecadores sus profesiones cuando reciben a Cristo como su Salvador? No siempre, Jesús no le indico a Zaqueo que debería vender todo lo que tenía, como en el caso del joven rico. ¿Por qué? Porque el Señor pone distintos requisitos para los que lo siguen. Los cambios que hizo Zaqueo eran mayormente cambios internos. Probablemente se quedó con la misma casa y el mismo empleo. Pero después de almorzar con Jesús, Zaqueo se convirtió en un recaudador de impuestos honrado. Sólo Dios sabe cuántos otros publicanos y judíos pudo influenciar Zaqueo para Jesús. P 29 ¿Por qué relato Jesús la parábola de las diez minas? En Lucas 19:11 nos dice que la gente creía que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Jesús relato la parábola de las diez minas para corregir estas ideas erróneas. Aún los apóstoles no comprendían la escala de tiempo del reino de Dios. Ellos esperaban que Jesús libertara a Israel y conquistara a los romanos. Aún después de su resurrección, los apóstoles esperaban que Jesús estableciera su reino terrenal. (Hechos 1:6). Él enfatizo claramente que el motivo principal por el que vino era para buscar y salvar lo que se había perdido. P 33¿Cuáles 2 verdades relacionadas con el siervo infiel le gustan más? ¿Por qué? El primero, porque no deberíamos tener miedo de dar el primer paso de fe. El siervo infiel tuvo miedo. El no hizo nada porque tenía miedo de fallar. El temor no nos permite tener éxito, Algunos no diezman porque tienen miedo. Por tanto, desobedecen a Dios. Además, no reciben las bendiciones que Dios tiene para ellos. Dios nos invita a probar su fidelidad cuando diezmamos (Malaquías 3:10-12). Pero los que tienen miedo no le prueban. Los que tienen miedo de sembrar, nunca segarán. El temor no nos permite tener éxito. El cuarto, porque es peligroso no usar lo que Dios nos da. Si no lo usamos, lo vamos a perder. Los que menosprecian las oportunidades para trabajar por Jesucristo están cometiendo suicidio espiritual. El maestro llamo al siervo infiel “malo.” Él le quito todo lo que le había dado y se lo dio al siervo fiel. Los evangelios nos relatan en cinco ocasiones que Dios añade al fiel pero quita al infiel. Dios quiere que usemos lo que nos ha dado. (Lucas 19:25). P 34 ¿Cómo puede una persona hacer planes para lo que sucederá dentro de 30 años? Solo sirviendo al Señor Jesús veremos los frutos de aquí a 30 años, comprometiéndonos desde ahora en adelante a trabajar en un ministerio, ya sea con niños o con jóvenes. Diga sí a servir a Dios de la manera que Él ponga en su corazón. De aquí a 30 años usted estará contento con las decisiones que ha tomado hoy. En 30 años podrá testificar de la manera en que Él lo ha recompensado. De esa manera usted podrá decirle, “Señor, la mina que me diste, la he invertido y ha ganado esta cantidad. “Y Él le responderá, “Está bien, buen siervo.”