mismo menú: los jueves, paella. Indefectible. Cuatro besos, cuatro toques de teta,
dos lengüetazos clitoridianos y meterla. Pim, pam, pum, fuego. ¿Dónde quedaba la
imaginación? ¿En qué oscura reserva podía residir el juego erótico, la fantasía? Era
como si la monotonía política y la carencia de espíritu crítico hubieran contagiado la
intimidad. ¿Existían otros ecosistemas que pudieran regirse por otro tipo de reglas
o, mejor aun, donde estas se redujeron al mínimo? ¿Existía algún espacio donde
pudiera ser yo misma?
Armarios de cuero: relatos de vida BDSM
Todos somos actores, todos llevamos un papel y cierto rol a realizar dependiendo
de nuestro contexto y de quien nos acompañe, de la misma forma podemos
encontrar una dualidad de rasgos preponderantes en el BDSM, la dominación y la
sumisión, siendo asi que el dominante como sujeto activo induce, sugiere, convence
o impone sus deseos al sujeto pasivo o sumiso quien consiente el ánimo y actuar
del dominante, lo que nos lleva a un papel que va más allá del umbral del dolor y el
placer, hablamos de un profundo sentido de empatía, confianza, entrega, aceptación
y poder.
Bibliografía recomendada:
-“The Loving Dominant” (1994) de John Warren
-“La venus de las pieles”. (1870) de Sacher-Masoch
-“Armarios de cuero: relatos de vida BDSM (2007) de Fernando Sáez Jiménez y
Olga Viñuales
-Historia de O. (1954) de Pauline Réage