Sin ComentariosAkrostudio, Anatomía - Biomecánica, Articulos Pilates, Pilates Poblaciones Especiales, Sin categoría,STOTT
PILATES
La propiocepción es uno de los términos más utilizados por profesionales dedicados a la
actividad física y la salud. Sin embargo, en numerosas ocasiones, ha sido empleado para describir procesos más complejos que ocurren en nuestro cuerpo, dando lugar a una definición no del todo correcta. Entonces, ¿qué es realmente la propiocepción? Seguro que muchos de nosotros hemos escuchado que el término propiocepción hace referencia a “la imagen que tenemos de nuestro cuerpo en el espacio”. Aunque realmente es así, creemos necesario poder explicar cómo la propiocepción forma parte de un sistema corporal encargado de evaluar, integrar / procesar y regular las respuestas sensoriomotoras en nuestro cuerpo: sistema sensoriomotor. Los 3 principales componentes de este sistema corporal son: 1. Propiocepción 2. Integración / Interpretación niveles superiores sistema nervioso 3. Control Motor La propiocepción podríamos definirla como la información que obtenemos en nuestro cuerpo aportada por los “radares” de nuestro cuerpo. Y..- ¿dónde se sitúan estos radares?: Visión.- Encargados de proporcionarnos información visual de todo lo que nos rodea. Ej: Si veo una agujero cuando camino, cambiaré mi dirección para evitarlo. Sistema Vestibular.- Encargado de proporcionar la posición espacial. Si estoy tumbado, de lado, recto, agachado, etc. A nivel muscular (husos musculares).- Encargados de indicar la posición, tensión y elongación de este tejido. A nivel tendinoso (órganos tendinosos de Golgi).- Encargados de indicar posición, tensión y elongación de estos tejidos. Otros: A nivel cápsula articular, óseo, fascial, piel.- Nos indican la posición articular, el sentido del movimiento, factores externos como el aire, fuerzas a las que estamos sometidos…
Es decir, nuestro cuerpo va captando información constantemente gracias a estos receptores.
Esta información se envía a través del sistema nervioso a las vías superiores: tronco encefálico (equilibrio); corteza motora, cerebelo, ganglios basales (programas cognitivos) para procesar e integrar esta información. Una vez revisada la información se genera una respuesta que tiene como objetivo responder a la información aportada. Ejemplo: Si me quemo al tocar un objeto caliente, mi cuerpo entiende que se trata de un estímulo dañino y generará un movimiento de apartar mi mano de ese objeto. Pero.. ¿qué ocurre si la información que enviamos no es del todo correcta?. ¿Qué ocurre si mi sistema nervioso no es capaz de integrar la información aportada?. Pongamos otros ejemplos: Una persona con un patrón de cabeza adelantada cuando le corregimos a la posición neutral percibirá que su cabeza se encuentra “en exceso” atrasada. La información normal que tenía de su cuerpo había generado una alteración propioceptiva en cuanto a su adaptación postural, generando respuestas musculares alteradas. Una persona con una rectificación lumbar, al solicitarle una ligera lordosis lumbar percibirá que ha generado una hiperlordosis lumbar.