VIGILIA PASCUAL
PRIMERA PARTE - LUCERNARIO
Antes de empezar la celebración, todos los fieles se congregan en el patio de entrada de la Parroquia,
donde se tiene la animación previa, así como ya se tiene encendido el horno para la posterior bendición
del fuego. El celebrante hará su ingreso al lugar acompañado de sus monaguillos. Antes que el Sacerdote
empiece, se hace una breve monición y saludo.
MONICIÓN: Hermanos, tengan todos ustedes muy buenas noches. Antes de empezar con nuestra
Solemne Vigilia Pascual, apaguemos nuestros celulares. Así mismo, tengamos listas nuestras velas para
que posteriormente recibamos el fuego nuevo. Recordemos que esta Vigilia Pascual comprende 4
Momentos:
Hermanos, sean bienvenidos a la Celebración de la “Madre de todas las vigilias” la Solemne Vigilia
Pascual, en esta noche gloriosa, donde nuestro Señor Jesucristo vuelve victorioso a la vida. Estamos
todos reunidos para participar de la fiesta más solemne de la liturgia cristiana. En la oscuridad de la
noche surge una luz nueva, que es Cristo resucitado. Caminando tras Él, venceremos nuestras propias
tinieblas y seremos iluminados con el Resplandor de su resurrección.
Asistamos a todos los ritos de esta solemne Vigilia, con un corazón sencillo y dispuesto, en vela, para
que, de verdad, podamos vivir intensamente lo que cada uno de estos signos significan.
En estos momentos, nuestro sacerdote, bendice el “Fuego Nuevo”, símbolo de Cristo nuestra energía y
fuerza.
Se ha bendecido el fuego, luego de ese fuego nuevo se ha de encender el Cirio Pascual. En el Cirio se
trazará primero una cruz, para indicar que Cristo Crucificado, es el mismo Cristo Resucitado.
Ahora sobre la cruz, nuestro celebrante grabará las letras griegas Alfa y Omega, para indicar el principio
y fin de todo. Graba también los números de este año, indicando que Cristo es el Señor de la Historia, y
que a Él le pertenece el tiempo y la eternidad.
El Celebrante procederá a grabar con un punzón las letras Alfa y Omega, así como el Año 2018.
Finalmente se incrustará los cinco granos de incienso, que nos recuerda las llagas gloriosas de Cristo.
MONICIÓN: Hermanos, iniciemos la procesión, hacia el Presbiterio, caminando detrás de Cristo, con
quien venceremos nuestras propias tinieblas. Mientras encendemos nuestras velas recordemos que el
bautismo nos hizo “Hijos de la Luz” y “Luz del mundo”.
En tres momentos nuestro Celebrante se detendrá y proclamará “LUZ DE CRISTO”, y todos juntos
respondemos “DEMOS GRACIAS A DIOS”.
El Celebrante, portando el Cirio Pascual, hace su ingreso al Templo. En la Primera puerta de Ingreso al Ex
Salón Parroquial hace la Primera Parada, donde el Entona:
C: Luz de Cristo.
Seguidamente la Segunda Parada es en la Puerta de Ingreso al Templo, donde hace la misma alocución.
La tercera alocución se hará en el presbiterio, donde después de la entonación, se encienden las luces del
templo.
PREGÓN PASCUAL:
MONICIÓN: Iluminados con la luz del nuevo fuego pascual, repasaremos la historia de la salvación. Dios,
en su infinita misericordia, ha querido que todas sus criaturas lleguen a contemplar su rostro. Esta
historia maravillosa comienza con la Creación y alcanza su punto más elevado en la resurrección de
Cristo. Como preparación para la Liturgia de la Palabra, gocémonos con el canto del Pregón Pascual que,
con su fuerza y su belleza llega a estremecernos a todos.
Durante la monición, el turiferario se acerca para que el Celebrante eche incienso y proceda a incensar
el Pregón Pascual, similar al evangelio. Luego el Celebrante canta el Pregón Pascual. Al terminar el
Pregón Pascual, se apagan las Velas y toman asiento.
PRIMERA LECTURA: La primera lectura está tomada del Libro del Génesis, desde el Capítulo 1 versículo
1 hasta el Capítulo 2 versículo 2. Esta primera lectura relata el comienzo de la historia de la salvación.
Dios crea todas las cosas, incluyendo al hombre y a la mujer, y queda complacido al mirar que todo
cuanto ha creado es bueno. Toda la creación le ha sido confiada a la criatura por excelencia, el ser
humano, para que se sirva de ella. Es el plan de Dios que el hombre y la mujer, creados a su imagen y
semejanza, tengan vida abundante y le sirvan y honren en todo momento. Escuchemos con atención.
Asiento, hermanos.
SEGUNDA LECTURA: La Segunda Lectura está tomada del Libro del Génesis, Capítulo 22, versículos del
1 al 18. A lo largo de la historia de la salvación, han sobresalido las figuras de los hombres y mujeres que
por la grandeza de su fe han sido capaces de obedecer incluso a los mandatos más difíciles del Señor.
Por su confianza absoluta en el Señor, Abraham es el modelo de aquellos que continuaron creyendo en
la fidelidad del señor, a pesar de la dureza de las pruebas que tuvieron que afrontar. Escuchemos con
atención.
De pie, hermanos.
Asiento, hermanos.
TERCERA LECTURA: La Tercera Lectura está tomada del libro del Éxodo desde el capítulo 14 versículo 15
al capítulo 15 versículo 1. Los israelitas salen de Egipto y cruzan el Mar Rojo: este es el nacimiento del
pueblo de Israel y un símbolo del pueblo cristiano. El agua del Mar Rojo prefigura el agua del Bautismo.
Los bautizados quedan libres del pecado y de la muerte, gracias a la victoria de Cristo y pasan a formar
"su pueblo santo". Escuchemos con atención tanto la lectura como el Salmo correspondiente.
De pie, hermanos.
Asiento, hermanos.
CUARTA LECTURA: La Cuarta Lectura está tomada del Libro de Isaías, capítulo 54, versículos del 5 al 14.
El mensaje de los profetas es fundamental para comprender la historia de la salvación. En la siguiente
lectura, además de hacerse evidente la fidelidad de Dios, se expresan sus profundos sentimientos de
amor hacia el pueblo escogido, el cual, muchas veces no ha sabido corresponder a su Señor. Esuchemos
con atención.
De pie, hermanos.
QUINTA LECTURA: La Quinta Lectura está tomada del Libro de Isaías, Capítulo 55, versículos del 1 al 11.
Las promesas de Dios son eternas. Después del castigo merecido a causa de la infidelidad, promete a su
SALMO RESPONSORIAL N° 05: Respondemos al Interleccional del Capítulo 12 del Profeta Isaías, con la
antífona cantada:
De pie, hermanos.
Asiento, hermanos.
SEXTA LECTURA: La Sexta Lectura está tomada del Libro de Baruc, desde el capítulo 3 versículos del 09
al 15 y 32, al capítulo 4 versículo 4. El siguiente relato plasma el sentimiento del pueblo judío en el
destierro y el desempeño de la misión del profeta, que llama al pueblo a la conversión y hace una
invitación constante a buscar en la sabiduría la respuesta al sufrimiento y a la desesperanza. Escuchemos
con atención.
De pie, hermanos.
Asiento, hermanos.
SEPTIMA LECTURA: La séptima lectura está tomada de la Profecía de Ezequiel, capítulo 36, versículos
del 16 al 28. l Señor es justo, pero su misericordia es infinita; por eso después del castigo del exilio,
ofrece a su pueblo el retorno a la tierra prometida. y no lo hace por mérito de los israelitas, sino por
pura gracia, demostrando la abundancia de su amor y comprensión. Escuchemos con atención.
“Como busca la cierva, corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío”.
De pie, hermanos.
MONICIÓN: Antes de escuchar el anuncio de la Resurrección de Cristo, con la que se cumplen las
promesas del Antiguo Testamento, entonamos con mucha alegría el Himno del Gloria, alabando a Dios
Padre, Hijo y Espíritu Santo por esta obra de la redención de la humanidad.
A continuación, se procede a entonar el himno del Gloria, mientras se muestran los manteles del altar y
se encienden los cirios de la misma, así como se hace el repique de campanas. Terminando el himno del
Gloria, el Celebrante rezará la Oración Colecta. El monitor invita a sentarse a la asamblea, una vez
terminada la Oración Colecta.
Asiento Hermanos.
EPÍSTOLA: La Epístola está tomada de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos capítulo 06 versículos
del 03 al 11. En el Nuevo Testamento encontramos el cumplimiento de las promesas de la Antigua
Alianza. San Pablo nos presenta en la siguiente lectura lo novedoso y peculiar del cristianismo: la firme
convicción en la resurrección de Jesucristo, de la cual somos partícipes. Esuchemos con atención.
SALMO: Hermanos, después del silencio vigilante de las semanas de Cuaresma, de nuevo la Iglesia se
conmueve de gozo en esta noche con el canto típico de Pascua, que es el Aleluya. Nos unimos al mismo
aclamando la alegría de Cristo ya Resucitado.
En la última estrofa del Salmo se acercan al Celebrante, el turiferario con su naveta, para presentar el
incienso que se usará para la proclamación del Evangelio.
EVANGELIO: El Santo Evangelio está tomado según San Marcos, Capítulo 16, versículos del 01 al 07. El
acontecimiento más grande está a punto de proclamarse: la resurrección de Jesucristo de entre los
muertos. El núcleo de la fe cristiana se encuentra en la manifestación del Dios hombre que vence la
muerte. Abramos nuestro corazón al sorprendente anuncio de la Resurrección de Jesús.
HOMILIA: Celebrante.
MONICIÓN: Comenzamos la tercera parte de nuestra liturgia, donde nuestro Celebrante, bendecirá el
agua como un signo del amor y misericordia de Dios con nosotros, así como la renovación como hijos de
Dios, de nuestras promesas bautismales y así, comprometernos una vez más a asumir nuestro
compromiso de fe y esperanza.
MONICIÓN: Lo mismo que fue bendecido el fuego, para que fuera luz nueva, que nos iluminara en esta
noche santa de la Pascua, ahora se bendice el agua, que será luego derramada sobre nosotros, en
recuerdo de nuestro bautismo.
El Celebrante hace la oración de bendición del agua bautismal, manteniendo el cirio dentro del agua, en
el momento posterior a la frase mencionada a continuación, se dice la aclamación:
C/: “Cristo en su muerte por el bautismo, resuciten con ÉL a la vida nueva, Él, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los Siglos.
R/. Amén.
R/: Manantiales, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos.
Terminada la ceremonia de la bendición del agua, todos se ponen de pie y teniendo en sus manos las
velas encendidas hacen la renovación de las promesas del bautismo. El Celebrante se dirige a la
comunidad para invitarlos a renunciar a satanás y profesar nuestra fe.
Los hermanos de Liturgia se acercarán y encenderán, del Cirio Pascual, las velas para que, la asamblea
con sus velas encendidas pueda renovar sus promesas bautismales.
MONICIÓN: Ahora nuestro celebrante pasará por sus lugares rociando el agua bendita, recibámoslo con
fe, recordando nuestro bautismo y comprometiéndonos a vivir más cristianamente. Entonamos el
Canto: “Bautízame Señor con tu espíritu”.
PLEGARIA UNIVERSAL: Hermanos, con la alegría mostrada por Cristo Resucitado, presentemos al Dios
de la Vida nuestras Intenciones. A cada petición respondemos: Jesús Resucitado, escúchanos.
COMUNIÓN: Con Cristo hemos muerto y hemos resucitado, comiendo su cuerpo y su sangre tenemos
vida en El, acerquémonos a recibir a aquel que en la pobreza del pan y del vino late y vive con toda su
divinidad. Aquellos que se encuentran debidamente confesados pueden acercarse. Entonamos el Canto
de Comunión.
ACCIÓN DE GRACIAS: En silencio, demos gracias a Dios por el Inmenso regalo de su resurrección, el cual
nos presenta como pan de Vida.
DESPEDIDA: Llenos de gozo de la Resurrección, vayamos a contar las maravillas que Dios ha hecho en
nosotros. Volvamos a nuestra casa anunciando que Cristo ha Resucitado. Nuestra Comunidad Parroquial
les desea a todos unas ¡Felices Pascuas de Resurrección! ¡Cristo es nuestra alegría! Aquellos hermanos
que deseen llevar el agua, pueden acercarse en orden hacia las fuentes, donde los Hermanos de Liturgia
les hará entrega de dicha agua. Entonamos el Canto de Salida.