Tareas
-Leer los textos del Antiguo Testamento que contienen instrucciones acerca de
la “pascua a Jehová”, la que fue ordenada para el pueblo de Israel.
-Anotar las DIFERENCIAS entre “la cena del Señor” y “la Pascua de Jehová”.
-Izquierda. Después de cuatrocientos treinta años en Egipto, los israelitas salen “de noche” de
aquel país idolátrico. –Derecha. Una vez librados de la esclavitud en aquel país, se enfilaron hacia
la tierra prometida, llegando al monte de Sinaí, donde recibieron los diez mandamientos,
juntamente con las demás leyes que debían guardar “por sus generaciones”. Incluso,
instrucciones
detalladas sobre “la pascua de Jehová”. En esta pintura, algunos se ven frente al tabernáculo, con
la “columna de nube” que los guiaba de día. (Ambas pinturas por Ted Larson. Derechos
reservados. theoson@earthlink.net )
-Números 28:16-25. (16) “Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la
pascua de Jehová. (17) Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días
se comerán panes sin levadura. (18) El primer día será santa convocación; ninguna obra
de siervos haréis. (19) Y ofreceréis como ofrenda encendida en holocausto a Jehová, dos
becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año; serán sin defecto. (20) Y
su ofrenda de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas
con cada carnero; (21) y con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima. (22) Y
un macho cabrío por expiación, para reconciliaros. (23) Esto ofreceréis además del
holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo. (24) Conforme a esto ofreceréis
cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor grato a Jehová; se
ofrecerá además del holocausto continuo, con su libación. (25) Y el séptimo día tendréis
santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.”
-Deuteronomio 16:1-8. (1) “Guardarás el mes de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios;
porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche. (2) Y sacrificarás la
pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escogiere
para que habite allí su nombre. (3) No comerás con ella pan con levadura; siete días
comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de
Egipto; para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de
Egipto. (4) Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne
que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana. (5) No podrás
sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da; (6) sino en el
lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua
por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. (7) Y la asarás y comerás
en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana regresarás y volverás a
tu habitación . (8) Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta
solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él.”
-Clavado aquel “antiguo pacto”, con sus múltiples leyes sobre “la pascua de
Jehová”, en la cruz del Calvario, e iniciándose en Pentecostés del año 33 una
nueva “Época Cristiana” bajo un “nuevo pacto”, con ordenanzas distintas a las
del “primer pacto” (Hebreos 8:8-13), Jehová Dios retiró “su nombre” de Jerusalén.
Ya no se manifestaba su presencia en el imponente templo sagrado en aquella
ciudad. Su nuevo pueblo, la iglesia fundada por su Hijo (Mateo 16:18), lejos de
tener a Jerusalén, o a cualquier otro ciudad terrenal, por ejemplo, Roma,
Antioquía, Éfeso o Bizancio (Constantinopla –Istanbúl), como sede principal,
estableciendo en ella su organización administrativa central, recibió no solo la
encomienda de propagarse “por todo el mundo” sino instrucciones de
constituir “ancianos en cada iglesia” (Hechos 14:23). Y dondequiera que se
estableciera, en la ciudad o campo que fuese, ahí los cristianos debían reunirse “el
primer día de cada semana para partir el pan” (Hechos 20:7), es decir, celebrar “la
cena del Señor”. Además, para estudiar el evangelio de Jesucristo, cantar himnos,
orar y apartar ofrendas voluntarias (1 Corintios 16:1-3; 2 Corintios 8; 9) para el
sostenimiento de obreros dignos (1 Timoteo 5:17-18), como también para la
ejecución de obras benévolas (2 Corintios 8). Su solemne deber era hacerlo
todo “para edificación”,“decentemente y con orden” (1 Corintios 14:26-40). Así que,
descubrimos a la luz otra gran diferencia entre “la pascua de Jehová” y “la cena
del Señor”, a saber: la pascua Israel tenía que celebrarla en una sola ciudad,
pero “la cena del Señor” puede celebrarse en todas las ciudades y demás
lugares del planeta.
3. Las familias de Israel (Éxodo 12:3-5), al celebrar “la pascua de Jehová”, debían
preparar y consumir el menú dictado por Dios, conforme a sus instrucciones muy
detalladas y estrictas.
a) “La cena del Señor” se celebra “el primer día de la semana” (Hechos 20:7). No
de una sola semana en el año, volvemos a enfatizar, sino el primer día de cada
semana, pues “cada primer día de la semana” se reúnen los cristianos (1 Corintios
16:1), y textos o contextos relacionados con las reuniones de las congregaciones
en el tiempo de los apóstoles hacen evidente que se reunían no solo para
ofrendar, cantar himnos y edificarse mutuamente sino también para conmemorar y
anunciar la muerte del Señor. Para el que tiene conocimiento amplio del Nuevo
Testamento, salta a la vista otra diferencia grande entre “la pascua de Jehová” que
celebraba Israel y “la cena del Señor”que la iglesia celebra, a saber, no se pauta
ninguna clase de “fiesta solemne” para los días subsiguientes a la
celebración dominical de la “la cena del Señor”. Los parámetros para la
celebración de “la pascua de Jehová” eran prácticos y tenían sentido para un
evento anual, pero difícilmente tendrían su contraparte para un evento efectuado
semanalmente, como lo es el de “la cena del Señor”, pues el espacio temporal
entre un domingo y el siguiente es relativamente corto y el evento semanal se
ejecuta los cincuenta y dos domingos del año.
b) La “Semana Santa”, tan celebrada por la Iglesia Católica Romana y casi todas
las demás iglesias, corresponde, supuestamente, a “la pascua” de Israel y la
semana de “la fiesta de los panes sin levadura” que los israelitas debían guardar
conforme a la “antigua ley” de Moisés. Sin embargo, ni siquiera es mentada o
intimada tal “Semana Santa” en el Nuevo Testamento de Jesucristo. En adición
a “la fiesta de los panes sin levadura”, otras dos “fiestas solemnes” anuales fueron
legisladas para aquel pueblo de Israel – “la fiesta solemne de las semanas” y “la
fiesta solemne de los tabernáculos” (Deuteronomio 16:1-17). Por el contrario, Dios
no establece ninguna “fiesta solemne” de esta categoría anual para la iglesia de
Jesucristo. Desde luego, en términos de traer “en memoria” un suceso
importantísimo, por ejemplo, la muerte expiatoria de Jesucristo en la cruz, la “fiesta
solemne” semanal es mil veces más efectiva que una “fiesta anual”. Por esta
razón,“la cena del Señor” celebrada semanalmente fortalece muchísimo más al
celebrante digno de comerla, que la “fiesta solemne anual de Semana Santa” a
sus celebrantes, pues estos demuestran una verificada tendencia de intentar ser
“espirituales” durante una sola semana del año.
Notas adicionales
A. Leyes para la celebración de “la fiesta de los panes sin levadura”. En los textos
sobre “la pascua de Jehová” copiados de Éxodo, Números y Deuteronomio, se incluyen
instrucciones no solo sobre “la pascua” sino también para “la fiesta de los panes sin
levadura”. Las apuntamos para el estudioso interesado.