ASIGNATURA:
GRADO: 2 GRUPO: K
la forma cómo influyen en la libertad de los individuos, para garantizar una buena
convivencia, a través de actos apropiados. Así, las personas deciden en base a su
conciencia, cuáles son las acciones que pueden ser juzgadas como amorales,
determinando lo que está bien y lo que está mal, juzgando lo bueno y lo malo, lo
que se debe hacer y lo que no, lo permitido y lo prohibido, lo cual, también
depende de los distintos aspectos que identifican la sociedad. Cabe destacar que,
sin duda las actuaciones de las personas afectan al entorno, sin embargo, esto
parece no preocupar a los individuos. Por esa razón, tienen que optar por
defender sus propios derechos, por fomentar la tolerancia y la reconciliación,
tratando de minimizar las diferencias, así como la falta de humanidad. Se puede
entender entonces, que la ética se refiere a una reflexión sobre la moral. Esto a su
vez, comprende los códigos impuestos por la sociedad, para regular el
comportamiento de los individuos, relevantes en tiempos actuales, en los cuales la
carencia de valores destruye la conducta del ser humano, dando pie a la falta de
honradez y a la mediocridad. Se hace necesario, lograr una sociedad donde los
hombres logren consolidar como hábitos, esos principios éticos y morales, de
forma que, se conviertan en parte de su carácter y de su modo de vida, para así,
hacer cumplir su compromiso con la moralidad. (García, 2018)
Por otra parte, las segundas son las “virtudes fundamentales denominadas
dianoéticas”, las cuales fungen como los principios de las éticas y serían las de la
inteligencia o razón, en cuanto a sabiduría y prudencia, con lo cual, lo ético en
todo su posterior desarrollo y evolución, se identifica cada vez más con eso que se
denomina “Moral” y que no es lo mismo que Ética, aunque es estudiada por ésta,
presentándose la ética como la ciencia que estudia lo moral en todas sus
manifestaciones. Ahora, la historia de la ética en estricto rigor, solo se puede
analizar dentro de la historia de la filosofía occidental, ya que contiene el mismo
problema de la filosofía, el cual es, que si se parte desde Occidente en cuanto a
su desarrollo y estudio, dejando de lado a Oriente y a unas riquezas históricas,
filosóficas y éticas muy interesantes, se estaría en deuda con éstas, a pesar de
que se pueden encontrar varias similitudes sumamente enriquecedoras en cuanto
a su análisis, las cuales no se consideran como parte de la ética desde el punto de
vista filosófico.
Sin embargo, ya desde los presocráticos podemos encontrar ideas éticas sobre
por qué un hombre debía de comportarse de una u otra forma, muchísimo antes
que Aristóteles planteara y se cuestionara de un modo más formal, ideas sobre la
ética y las virtudes éticas; con lo cual, como filósofa, no dejo de cuestionarme
entonces la relevancia que tuvieron los 10 mandamientos para Moisés, en su
peregrinaje por el desierto del Sinaí, guiando a todo un pueblo, bajo un decálogo o
código de ética muy anterior, donde no se buscaba el ojo por ojo y diente por
diente de la ley del Talión, según el código de Hammurabi, sino más bien, tratar de
convivir mejor, con tus demás congéneres sin lastimar a nadie. Así la ética como
ciencia que estudia los valores morales, tiene unos inicios muy anteriores a
Aristóteles, y en la actualidad unos valores que para algunos, tal vez han
cambiado, cuando en realidad la base fundamental sigue ahí, respetando algunas
veces las costumbres de muchos pueblos y otras imponiéndose o rompiendo
paradigmas caducos, los cuales van solo en detrimento de la sociedad, o del pleno
desarrollo del mundo en el cual vivimos. (Hidalgo, 2017)
Como ejemplo diremos, que es un hecho que para que un arbolito crezca recto y
no lo tuerza el viento precisa de una guía apropiada, lo que evidencia el hecho de
que así mismo el individuo, hasta que por lo menos llegue a la pubertad, vive en
pleno periodo de la formación de su conciencia si está debidamente guiado y
aconsejado por sus padres junto con sus maestros o enseñantes, pero como
muchas familias desgraciadamente están deshechas o no conversan
suficientemente con sus parientes en sus moradas por permanecer absortos
poruna nociva TV y cada día los maestros están más vejados y carentes del
necesario respeto por una parte creciente de su alumnado, resulta que por unos o
por otros, como decía aquel, la casa se queda sin barrer y la juventud sin
principios. Por lógica democrática, en todos los países más maduros culturalmente
y que disfrutan de tales regímenes de gobierno debidamente elegidos en
referéndum por mayoría de votos, como en el caso español actualmente, país
regido por una Constitución, está en el capítulo II sobre derechos y libertades,
textualmente en su artículo 14 dice: "Los españoles son iguales ante la ley sin que
pueda prevalecer discriminación alguna or razón de nacimiento, raza, sexo,
religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia persona o social",
añadiendo en el artículo 16: "1° Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de
culto de los
ÉTICA Y MORAL
“En un patrón moral básico de carácter universal y generalizable,… dado lo
racional y razonable de sus fines, valores y prescripciones de conducta. Esta ética
afecta a los individuos en tanto en cuanto son miembros de la sociedad” (p.18).
Por tanto, la ética pública tiene como finalidad contribuir con el desarrollo de la
sociedad en términos de mejorar la calidad de vida de todos sus miembros. De allí
que se pretenda en este artículo destacar la relación indisoluble existente entre la
naturaleza humana y la gerencia de la organizaciones públicas, en el
sostenimiento de los principios justos de convivencia.
“Contextualización Inicial “
Los tiempos contemporáneos dan cuenta de una realidad económica, social y
política cambiante que influye de manera significativa en el devenir de la sociedad
y las organizaciones. Estos cambios conducen a la necesidad de comprender
cada vez con mayor
Urgencia los males que afectan la gerencia pública y cuáles son sus posibles
antídotos. En el entendido de que, su propagación tiene incidencia directa en el
bienestar de la sociedad. Desde esta perspectiva conviene caracterizar el mal
como la presencia de antivalores o prácticas indebidas que tienen lugar en la
cotidianidad gerencial y que se divulgan permanentemente en los diferentes
medios de comunicación social, lo cual infunde desconfianza en la sociedad.
(vilchez, 2012)
Por otra parte, la conciencia es esa voz interna que nos dice “esto te corresponde
a ti y aquello no te es propio, aléjate de aquello y quédate con esto”. Por eso
podríamos decir que la conciencia sería un sistema inmunológico personal o
espiritual, que busca reconocernos en lo que nos representa como persona y
diferenciarnos de lo que nos resulta ajeno o impropio. Sería el representante del
yo a nivel personal/espiritual. Es lo que me dice en mí lo que es correcto hacer,
porque corresponde a mi persona. Es el sentimiento intuitivo que jerarquiza los
valores en cada situación de la vida y que lleva a la persona a decidir lo que es
bueno hacer en esa situación. En tanto el superyó viene a ser el yo público, que
corresponde a pautas y representaciones valóricas internalizadas desde el
exterior, que tienen la función de regular la convivencia del individuo con la
sociedad controlando su comportamiento. Este superyó es cognitivo; manda
desde el ámbito de las ideas. Por lo mismo suele ser comandado desde las
ideologías. Además es generalista (siempre o nunca) y no situacional, como la
conciencia. Por ejemplo, los diez mandamientos bíblicos son superyoicos. Ellos
demarcan una ética para los que siguen las religiones inspiradas en la biblia.
Podríamos decir que la ética, en general, se constituye por pautas superyoicas
que buscan ser internalizadas para que los individuos y organizaciones sociales
puedan funcionar adecuadamente en la sociedad según sus roles. Así, por
ejemplo, los códigos éticos de las diversas profesiones pretenden que los
respectivos profesionales se comporten del modo adecuado para que el objetivo
de la profesión se cumpla sin generar daños evitables a quienes sirve.
La conducta moral, por su parte, es la que sigue la voz de la conciencia. Esa voz
que en cada situación nos dice “eso es bueno para tu persona y para lo que es
valioso para ti, incluido tu entorno, tu mundo”. Y lo que nos dice puede coincidir o
no con algún mandato superyoico. No siempre lo moral va de la mano de lo ético.
Como la conciencia es personal, lo que nos señale para una determinada
situación puede diferir de lo que le señale a otro en una situación similar. A modo
de ejemplo, supongamos que dos mujeres católicas –por lo tanto bajo el mismo
mandato superyoico de que el aborto es un asesinato y por lo tanto algo
terminantemente prohibido– quedan embarazadas por situaciones de violación.
Ambas sienten en un inicio un gran rechazo a esta situación de embarazo no
deseado y, menos aún, planificado, no sólo por el origen violento del mismo, sino
porque por su situación de vida (laboral, familiar y social) tener ese hijo les resulta
muy amenazante. A pesar de ello, una de ellas comienza a sentir, debido a la vida
que se está engendrando en ella, un fuerte impulso maternal a tener ese hijo a
pesar de todos los costos que tendrá que asumir. Sin embargo, la segunda
mantiene su rechazo y a pesar de que para ella tiene un fuerte costo ético, decide
abortar, en concordancia con lo que le dice la conciencia. Ambas actúan en
conciencia. Y actuar en conciencia es un requisito para hacerlo con aprobación y
consentimiento personal. No es difícil distinguir entre el relator superyoico interno y
la voz de la conciencia. El primero tiene un tono paternal, de autoridad, de
maestro, de juez, de predicador y a veces nos puede sonar incluso amenazante
(hasta con las penas del infierno), si no obedecemos, si no nos sometemos al
mandato. No nos da razones; el mandato es la razón, es la ley, que siempre debe
ser cumplida, a como dé lugar. La responsabilidad de la consecuencia de la acción
es, en última instancia, del mandato, del mandante. Nosotros somos meros
ejecutores.
Iniciaremos este acto con las palabras de quien dirige el Centro de Estudios de
Ética Aplicada, la profesora Ana Escribar. Profesor Camilo Quezada, Vicerrector
de Investigación de la Universidad de Chile, profesor Bernardo Subercaseaux,
Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, profesor Juan Ruz,
Director Técnico de la Oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura en Chile, académicos, alumnos, señoras
y señores.
A la salida del CEN de ayer, Abdala fue consultado en rueda de prensa sobre la
"sanción" que podría tener en el futuro "la gauchada política" del ex presidente del
Banco Hipotecario (BHU), Ariel Lausarot, y los casos del ex ministro de Turismo,
Benito Stern, y del ex titular del BHU, Salomón Noachas. Abdala respondió que el
Partido Colorado debe "proyectarse hacia adelante". En ese sentido, manifestó
que la idea es que para casos que puedan darse en el futuro, con la Carta
Orgánica reformada "puede haber expulsión, sanción, apercibimiento" y
declaración de "persona no grata". "La idea que tenemos es muy severa, que sea
un partido muy transparente y muy cristalino", añadió.
"No pienso para atrás, porque eso fue juzgado, en términos judiciales y
electorales", respondió el legislador. "Hay que pensar en el futuro. Implica abordar
un escenario ético y de probidad moral, que tal vez no fue señalado antes",
agregó. Manifestó que "en el pasado la gente juzgó con gran severidad al Partido
Colorado" y que es necesario tener "humildad" para reconocerlo. "Me obliga a
tratar de rediseñar una estrategia para recuperar credibilidad y confianza", agregó.
A su juicio, hay una "recuperación" del Partido Colorado, que está dando "señales
distintas", con "una generación de relevo que ocupa un espacio importante".
Ética es todo aquello que afecta a las personas en cuanto son individualizables
(no aisladas), en cuanto a sujetos distributivos dentro de un grupo. Ética es toda
praxis humana que contribuya a mantener la fortaleza del sujeto humano y, por
tanto, todo comportamiento que suponga el respeto por la integridad del ser
humano corpóreo. La fortaleza se entenderá como firmeza, cuando vaya referida a
uno mismo, y como generosidad, cuando vaya dirigida a los demás. Conductas
antiéticas son las que socavan la fortaleza de los otros produciendo daños a su
imagen pública, a su hacienda o, directamente, a su integridad corporal (malos
tratos, lesiones, homicidios, etc.) (Alvargonzález, 2009: 21).
Podría decirse que la ética comienza por los grupos familiares, pero que sólo llega
a ser transcendental a todos los hombres en la medida en que los individuos de
los grupos originarios puedan comenzar a ser tratados (a consecuencia de
experiencias sociales e individuales muy precisas) como individuos universales. El
mal ético por excelencia es el asesinato (aunque, a veces, la muerte provocada o
no impedida de otro pueda considerarse como una virtud ética, en ciertos casos
de eutanasia). Pero también son males éticos de primer orden la tortura, la
traición, la doblez o simplemente la falta de amistad (o de generosidad). La
mentira puede tener un significado ético cuando mediante ella logramos salvar una
vida o aliviar una enfermedad. La desatención hacia el propio cuerpo, el descuido
relativo a nuestra salud, es también un delito ético, por lo que tiene de falta de
firmeza. La medicina es una actividad que marcha paralelamente al curso de las
virtudes éticas. Podría decirse que la ética es a la medicina lo que la moral es a la
política (Bueno, en García Sierra, 2000: 473-474). Moral es todo lo que afecta a
los individuos o grupos sociales en cuanto los consideramos atributivamente como
partes de la sociedad sin posibilidad de operar en términos simétricos unos con
otros. El principio fundamental de la moralidad es la justicia, entendida como la
aplicación escrupulosa de las normas que regulan las relaciones de los individuos
o grupos de individuos en cuanto partes del todo social:
Política es algo en principio próximo a la moral, por cuanto considera también a los
individuos o grupos sociales atributivamente, pero esta vez no en torno a la idea
de justicia sino en torno al simple "buen orden social":
Ética y moral
Es asunto es tan sencillo, que a casi nadie le cuesta comprenderlo: los que
pagamos los impuestos que forman el erario somos grandes, chicos, ricos, no
ricos, jóvenes, viejos, ateos, agnósticos, musulmanes, budistas, judíos,
protestantes de mil marcas, católicos, místicos, o indiferentes a la religión y la
política.
Por este motivo, el erario no puede usarse en beneficio de los intereses
particulares de una religión u otra. La Constitución lo prohíbe. El sentido común lo
avala. Es una de las áreas del quehacer gubernamental que queda bien clara: los
gobiernos no pueden gastar el erario para favorecer una religión, como sería el
caso de un "donativo" para la construcción de un templo, una pagoda budista, etc.
Que efectivamente haya acciones que sean buenas o malas absolutamente sin
referencia a personas o momentos no es el problema aquí, lo que interesa es
poner en evidencia que así usamos y entendemos los juicios morales. Cuando
decimos "robar es malo" y lo decimos con pretensión absoluta, estamos emitiendo
un juicio moral, así usamos y entendemos lo moral. Utilizando la terminología
kantiana, "robar es malo" es una ley moral, por el contrario, "robar es malo porque
atenta contra la estabilidad civil" es una regla ética práctica. También cuando
expresamos un deber absoluto le otorgamos carácter moral a la realización de
éste: "respetarás la mujer del prójimo" es un deber de connotaciones morales
pues con ello se está queriendo decir que siempre que este deber sea violentado
la acción será moralmente mala.
"Decimos a alguien que humilla a otro: "no puedes hacer eso", no en referencia a
algo sino pura y simplemente; o: "tienes que mantener tu promesa", no cuando
quieres alcanzar esto o lo otro, sino "simplemente tienes que hacerlo", y este es el
empleo moral del término." (Tugendhat 1997, p. 37).
Caracterizado lo que entendemos por moral y cuál es el uso que le damos a este
concepto, la pregunta relevante es si esto que se entiende por moral es
exactamente lo mismo que se entiende por ética. ¿Es la ética únicamente un
sistema de juicios valorativos con pretensiones de validez absoluta? Por supuesto
que no. Incluso el mismo Kant a quien podríamos calificar como el pensador más
influyente de la tradición moral moderna tenía claro que la ética no se agotaba en
lo moral y, al igual que la física, cuenta con una parte empírica y otra racional:
"La física, así pues, tendrá su parte empírica, pero también una parte racional. La
ética está en el mismo caso, si bien aquí la parte empírica podría llamarse
especialmente antropología práctica, y la racional, propiamente moral." (Kant,
1996, p. 107)
Es claro que el pensamiento de Kant tuvo un sesgo tan marcado hacia la segunda
característica de la ética que la primera quedó prácticamente olvidada y la
modernidad terminó identificando lo ético con lo moral. Para Kant la posibilidad de
la filosofía moral pura se derivaba del hecho evidente de la existencia del deber y
de las leyes morales, existencia que hoy en día parece difícil de sustentar. (2)
Pensadores contemporáneos como los ya mencionados, Anscombe y Williams,
entre otros, han venido insistiendo en que la ética no se agota en nuestra
concepción común de la moralidad. Para Williams "La moral es un sistema
especial, una variedad particular del pensamiento ético" y sin el que además
"estaríamos mejor". (Williams, 1997, p. 45) Williams asegura que la ética es una
noción más amplia que la moral en cuanto la primera considera acciones como
buenas o valiosas y que no necesariamente son requeridas por la ley moral, como
es el caso, por ejemplo, del comportamiento heroico o de todas aquellas acciones
que van más allá de lo que se está obligado a hacer. Anscombe por su parte
considera igualmente que lo más razonable sería dejar de lado nuestra
concepción de deber moral, no sólo porque carece de sentido en las actuales
condiciones, argumento sobre el que profundizaré más adelante, sino, además,
porque "se puede hacer ética sin ella, como lo demuestra el ejemplo de
Aristóteles." (Anscombe, 1997, p. 34)
3. LA IMPOSIBILIDAD DE LA MORAL
La pregunta que nos interesa ahora es por qué esta concepción de la moral que
hemos expuesto, y de la cual señalamos que no se identifica en su totalidad con lo
que se entiende por ética, no es viable en las actuales condiciones del desarrollo
filosófico del hombre. La primera línea de argumentación que expondremos para
sustentar la tesis de la imposibilidad de la moral se centra básicamente en la
crítica al concepto de obligación, el cual recorre la totalidad del pensamiento moral
moderno. Esta crítica es desarrollada por Anscombe en su artículo Modern Moral
Philosophy, originalmente publicado en 1958 y se centra en la idea de que la
concepción moral moderna se caracteriza por seguir un modelo legislativo de la
moralidad en el cual la pretensión de
Para Anscombe, términos como "deberías", "tienes que" o "se necesita que"
cuando se relacionan con bondad o maldad tienen ahora ese especial "uso moral"
que ya hemos descrito en la sección anterior y que se refiere a la idea de veredicto
absoluto y que los convierte en "es obligatorio que" en el sentido de que el hombre
está atado por una ley absoluta a actuar de tal o cual forma. Anscombe insiste en
el hecho de que esta manera de entender el deber moral no es tal en Aristóteles,
donde "deberías" o "tienes que" se entienden en un sentido moral sólo cuando se
refieren a las pasiones humanas, y no a acciones puramente técnicas como
"deberías regar la planta", pero que en ningún momento refieren al concepto de
obligación.
Bibliografía
Batres, K. (2008). Etica y moral. Mexico D.F: COPYRIGHT 2008 Agencia Reforma .
castillo, G. p. (2010). Los conflictos entre etica, moral y politica en la comunicacion institucional y
periodistica de las series de television si, ministro y si, primer ministro . madrid: COPYRIGHT
2010 Universidad Complutense de Madrid .
cortina, A. (2003). Conferencia: "pluralismo moral, etica de minimos y etica de maximos":
conferencia 2. chile: COPYRIGHT 2003 Universidad de Chile, Facultad de Filosofia y
Humanidades .
GALE. (2006). Etica y moral en reforma colorada. URUGUAY: COPYRIGHT 2006 United Press
International .
Hidalgo, M. C. (05 de abril de 2017). Etica y moral en el mundo moderno. diariojudio.com, págs. 1-
20.
PLAE., E. R. (17 de mayo de 2004). religión, moral y ética. Mediterraneo, págs. 1-35.