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Arquitectura en la Antigua Grecia

El Partenón, obra maestra de la arquitectura de la Antigua Grecia, fue construido a mediados del siglo V a. C. en
la Acrópolis de Atenas.

La Arquitectura de la Antigua Grecia es aquella producida por los pueblos de habla griega (pueblo
helénico) cuya cultura floreció en la península griega y el Peloponeso, las islas del Egeo, y en las
colonias de Asia Menor y en Italia durante el período comprendido desde alrededor del 900 a. C. hasta
el siglo primero d. C., incluyendo unas primeras obras arquitectónicas que datan de alrededor del año
600 a. C.
La arquitectura griega antigua es más conocida por sus templos, muchos de los cuales se encuentran
sobre todo como ruinas, pero otros sustancialmente intactos, en toda la región. El segundo tipo de
construcción que se conserva en todo el mundo helénico es el teatro al aire libre, con la primera data
de construcción del año 350 a. C. Otras formas arquitectónicas que aún se encuentran visibles son la
puerta de entrada procesional (propylon), la plaza pública (ágora), rodeada de paseos con columnatas
(stoa), el edificio del Ayuntamiento (bouleuterion), el monumento público, la tumba monumental
(mausoleum) y el stadium.
La arquitectura griega antigua se distingue por sus características altamente normalizadas, tanto en
estructura como en decoración. Esto es particularmente cierto en el caso de los templos donde cada
edificio parece haber sido concebido como una entidad escultórica dentro del paisaje, con mayor
frecuencia planteado en un terreno elevado para que la elegancia de sus proporciones y los efectos
de la luz sobre sus superficies puedan verse desde todos los ángulos. Nikolaus Pevsner se refiere a
«la forma plástica del templo [griego]... colocado ante nosotros con una presencia física más intensa,
más viva que la de cualquier edificio posterior».
El vocabulario formal de la arquitectura de la antigua Grecia, en particular la división del estilo
arquitectónico se define en tres órdenes bien definidos: el orden dórico, el orden jónico y el orden
corintio, teniendo efecto profundo en la arquitectura occidental de épocas posteriores.
La arquitectura de la Antigua Roma surgió de la de Grecia y mantuvo su influencia en Italia
ininterrumpida hasta nuestros días.
A partir del Renacimiento, avivamientos del clasicismo han mantenido viva no sólo las formas precisas
y ordenó a los detalles de la arquitectura griega, sino también su concepto de la belleza arquitectónica
basada en el equilibrio y la proporción.
Los sucesivos estilos de la arquitectura del renacimiento y de la arquitectura neoclásica siguieron y
adaptaron antiguos estilos griegos de modo más o menos fiel.

Índice
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 1Materiales
 2Historia
o 2.1Período arcaico tardío
o 2.2Período clásico
o 2.3Período helenístico
 3Estructura y estilo de los templos griegos
 4Teatro
 5Arquitectura militar
 6Otros edificios
o 6.1Monumentos funerarios
o 6.2Edificios de utilidad pública y social
 7Casas y planeación urbana
 8Órdenes de la arquitectura griega
o 8.1Orden dórico
o 8.2Orden jónico
o 8.3Orden corintio
 9Véase también
 10Notas
 11Bibliografía

Materiales[editar]
Los materiales frecuentemente empleados en la arquitectura griega fueron la madera, para soportes
y techos; ladrillo sin cocer para las paredes, especialmente de casas; la piedra caliza y el mármol, para
columnas, muros y porciones elevadas de los templos y edificios públicos; la terracota, para
ornamentos; y metales, especialmente el bronce, para detalles decorativos. Los arquitectos de la
época arcaica y clásica usaron estos materiales constructivos para edificios: religiosos, cívicos,
domésticos, funerarios y recreativos. El adobe se reservaba para las construcciones más pobres y sin
importancia.
En cuanto a las tejas, ha de recordarse que los restos más antiguos de la Grecia arcaica están
documentadas en un área muy limitada en torno a Corinto (Grecia), donde las tejas fueron
sustituyendo a los techos de paja en los dos templos, de Apolo y de Poseidón entre los años 700 y
650 a. C.1 Se expandió rápidamente, durante los cincuenta años siguientes, usándose en un elevado
número de lugares alrededor del Mediterráneo oriental, incluyendo la Grecia continental, el oeste
de Asia Menor, y el sur y el centro de Italia.2 Las primeras tejas tuvieron forma de S, y eran bastante
abultadas, con un peso de unos 30 kilos cada una.3 Resultaban más caras y costosas de producir que
un tejado de paja, por lo que su introducción se explica por la resistencia al fuego, que daba la
necesaria protección a los costosos templos.4
La expansión de la cubierta de teja debe verse en relación con el simultáneo auge de la arquitectura
monumental en la Grecia Arcaica. Sólo los muros de piedra que estaban apareciendo por entonces,
reemplazando a las precedentes paredes de barro y madera, eran suficientemente fuertes para
soportar el peso de una techumbre de tejas.5
Finalmente, no puede olvidarse que el aspecto general de los edificios era distinto al que se ve
actualmente, ya que se pintaban con colores brillantes, de rojo, de azul, de tal manera que llamaban
la atención no sólo por su estructura, sino también por su policromía.

Historia[editar]
La mayor parte del conocimiento actual de la arquitectura griega proviene del período arcaico tardío
(550-500 a. C.), la época de Pericles (450-430 a. C.), y el periodo puramente clásico (430-400 a. C.).
Los ejemplos griegos se estudian junto a los períodos helenístico y romano (puesto que la arquitectura
romana es una interpretación de la griega), y de fuentes escritas tardías tales como Vitruvio (siglo I).
Como resultado, queda una fuerte tendencia hacia los templos, los únicos edificios que sobreviven en
un número significativo.
Período arcaico tardío[editar]
Fachada oriental del Templo de Hera (Templo E) de Selinunte (Sicilia), levantado originalmente en el
siglo VI a. C. y reconstruido a mediados del siglo XX.
Es la primera etapa. Tiene varias fases. Comienza a principios del primer milenio antes de Cristo y se
cierra en el primer tercio del siglo V a. C.
La arquitectura, definida como edificaciones ejecutadas según un diseño estético consciente,
desapareció de Grecia desde finales del periodo micénico(alrededor de 1200 a. C.) hasta el siglo
VII a. C., cuando la vida urbana y la prosperidad se recobraron hasta el punto de poder emprenderse
la edificación pública. Pero a partir de entonces muchos edificios griegos durante el periodo de las
colonizaciones (siglos VIII-VI a. C.), se hacían de madera o adobe o arcilla, nada queda de ellos
excepto unos pocos planos sobre el terreno, y casi ninguna fuente escrita sobre esta arquitectura
temprana o descripciones de estos primeros edificios.
Alrededor del año 600 a. C., las columnas de madera del antiguo Hereo de Olimpia fueron
reemplazadas por columnas de piedra, un cambio de material, conocido como «petrificación». Poco a
poco, otras partes del templo fueron petrificadas hasta que todo él estuvo hecho de piedra. Con la
extensión de este proceso a otros santuarios, los templos griegos y edificios significativos desde
el siglo VI a. C. en adelante, se construyeron en gran parte con piedra, y unos pocos ejemplos
afortunados han sobrevivido a lo largo de los siglos. La introducción de muros de piedra también
permitió que los tejados con techo de paja fueran reemplazados por tejas que actuaron como medio
para mejorar la resistencia ante el fuego.
En esta época florecía el orden dórico, y empieza el jónico.
Ejemplo de la etapa de transición entre el período arcaico y el clásico es el templo de Poseidón,
en Paestum, de planta rectangular, períptero y hexástilo.
Período clásico[editar]
El Erecteón de la Acrópolis de Atenas, levantado a finales del siglo V a. C., durante el período clásico.
Es la segunda etapa, que se corresponde con los siglos V y IV a. C.
Como la pintura y la escultura de la época, la arquitectura griega de la primera mitad de la Antigüedad
clásica no era «arte por el arte» en el sentido moderno. El arquitecto era un artesano empleado por el
estado o por un rico cliente privado. No se distinguía entre el arquitecto y el constructor. El arquitecto
diseñaba el edificio, contrataba a los obreros y artesanos que lo construían, y era responsable tanto
de su presupuesto, como de su acabado a tiempo. No disfrutaba del estatus noble que tienen los
modernos arquitectos de edificios públicos. Incluso los nombres de los arquitectos son desconocidos
antes del siglo V a. C. Un arquitecto como Ictino, que diseñó el Partenón, que hoy en día sería
considerado un genio, era tratado en vida tan sólo como un comerciante experto y muy valioso.
Supone el apogeo de los órdenes dórico y jónico.
Período helenístico[editar]

Altar de Pérgamo, construido en la primera mitad del siglo II a. C. en la Acrópolis


de Pérgamo (actual Turquía) y en la actualidad reconstruido en el Museo de Pérgamo de Berlín.
Es la tercera y última etapa del arte griego. Se extiende desde el siglo III a. C. hasta mediados del siglo
II a. C., tomándose como fecha simbólica de cierre el año 146 a. C., cuando los romanos conquistaron
la ciudad de Corinto.
El peso del desarrollo artístico se trasladó hacia Oriente. En esta época se desarrollaron grandes
construcciones en Pérgamo (Altar de Zeus), Rodas y Alejandría. De entonces es el Mausoleo de
Halicarnaso.
Lo más destacado son los proyectos urbanísticos como los de Hipodamo de Mileto, con organización
en cuadrícula, ejemplo que fue seguido en siglos posteriores.
Se abandonó el severo estilo dórico.

Estructura y estilo de los templos griegos[editar]


Artículo principal: Templo griego
La arquitectura griega clásica está representada, fundamentalmente, por templos, pues se desarrolló
en torno a los santuarios, siendo los principales los
de Olimpia, Delfos, Atenas, Eleusis, Delos, Epidauro, Mileto, Éfeso y Selinonte. El formato estándar
de los edificios públicos griegos se conoce a través de los ejemplos supervivientes tales como
el Partenón y el Hefestión de Atenas, el grupo de Paestum, el complejo de templos de
Selinunte (Selinus) y los santuarios de Agrigento.
El templo era la forma más conocida y frecuente de arquitectura pública griega, pero no cumplía las
mismas funciones que una Iglesia moderna. El altar estaba al aire libre en el témenos, a menudo
directamente delante del templo. Los templos servían como depósitos de tesoros asociados al culto
del dios al que se dedicaban, como lugar donde permanecía una imagen de culto a veces de gran
antigüedad, pero a menudo desde los tiempos de Fidias era asimismo una gran obra de arte. El templo
era un sitio para que los devotos depositaran sus ofrendas votivas, tales como estatuas, yelmos y
armas. La habitación interior del templo, la cella, servía así principalmente como una cámara
acorazada y una despensa. Puesto que no estaba pensado para alojar a los fieles, no precisaba que
fueran de grandes dimensiones, ni tampoco elevarlos. Se concebían para ser vistos desde fuera.

El templo griego.
El templo primitivo de los siglos VII y VI a. C. es de ladrillo y madera. Un ejemplo es el templo de Apolo
en Corinto, que a pesar de estar construido ya en piedra, desprende una impresión de arcaísmo las
robustas columnas, muy próximas entre sí. La mayor parte de los edificios estaban hechos
con caliza o toba calcárea, que Grecia tiene en abundancia, que se cortaba en grandes bloques y se
preparaba. El mármol era un material de construcción caro en Grecia: el mármol de alta calidad sólo
provenía del monte Pentélico en Ática y de algunas islas como Paros, y su transporte en bloques
grandes era difícil. Se usaba principalmente para la decoración escultórica, no para la estructura,
excepto en edificios muy grandes del período clásico como el Partenón.
El templo pudiera haber tenido origen en el megaron, sala rectangular precedida por
un pórtico de columnas (stylos), existente en la casa micénica y que era la habitación más importante
de la casa griega y santuario de los dioses familiares, tal como lo describe Vitrubio. En las invasiones
y guerras, los ganadores derruían el palacio del rey vencido, pero respetaban el megaron puesto que
era la casa del dios de la región. Así, el templo más antiguo era el in antis, que tiene todo el aspecto
de ser una habitación que ha perdido la casa que tenía alrededor.
Son construcciones arquitrabadas que se alzan sobre una plataforma con gradas (krepis o krepidoma),
llamándose estilóbato al último escalón. La planta definitiva del templo griego constaba de un local
llamado cella,6 un espacio interior, de forma rectangular, que constituye el núcleo de la construcción.
Tiene una sola abertura, la puerta, sin ventanas. A veces el templo tiene dos cellas, con las puertas
en las fachadas principales, las más cortas, y en este caso cada cella suele estar dedicada a una
divinidad distinta.
Delante de la cella estaba la pronaos o pórtico de columnas.
Al templo así configurado se le fueron añadiendo columnas delante, detrás o incluso rodeándolo por
todos lados. Según cómo se coloquen las columnas, el templo se llama de distinto modo: in antis, el
que prolonga los muros laterales de la cella hacia la fachada, cerrando el vestíbulo por los lados.
Templo próstilo es el que tenía, además de las dos columnas conjuntas, otras dos enfrente de las
pilastras angulares con lo que, en definitiva, presentaba cuatro columnas en la fachada principal; se
le considera el de segunda especie entre los antiguos. Anfipróstilo es el edificio con pórtico y columnas
en dos de sus fachadas, es decir, en la de delante y la de detrás; un ejemplo es el pequeño templo de
Atenea Niké. Se dice períptero del templo clásico rodeado por columnas que deja paso entre estas y
el muro, es decir, aquel con columnas en todo el perímetro; un ejemplo de templo períptero es
el Partenón. Por último, díptero se llama al templo al que rodea una doble fila de columnas.

Tholos de Delfos.
Tenían casi siempre en las fachadas principales (las más cortas) un número de columnas par, y
dependiendo del número de columnas se llaman de distinta manera: cuando tiene cuatro, tetrástilo; si
son seis, hexástilo; si son ocho, octóstilo; si fueran diez, decástilo y con doce, dodecástilo. De este
modo, se marca el eje con un hueco. Las columnas de los lados, sin embargo, eran impares,
habitualmente el doble que en las principales más una.
Se pueden encontrar, además, otras denominaciones en referencia a los templos
griegos: hipetro quería decir sin techo; pseudoperíptero se llamaba al que tenía columnas adosadas
en los lados; y áptero, al templo sin columnas.
En general, los edificios tenían planta rectangular, pero hay algunos casos de templos circulares
(tholos). Monóptero era la denominación que recibía el templo circular. El ejemplo más conocido es el
de Teodoro, en Delfos, dedicado a Atenea Pronaia.
Las columnas sostenían el entablamento sobre el que se alzaba la techumbre a dos vertientes. Este
tejado dejaba a los lados dos triángulos (frontones) cuyo interior (tímpano) se decoraba. Los griegos
techaron sus edificios con vigas de madera cubiertos con tejas de terracota y, ocasionalmente, de
mármol. Comprendían los principios del arco de mampostería, pero hicieron poco uso de él, y no
pusieron bóvedas ni cúpulas en sus edificios.
Con el tiempo, los arquitectos griegos fueron afinando las proporciones y los detalles de sus templos.
Muchos consideran que el Partenón de Atenas, de los arquitectos Ictino y Calícrates, es el templo que
mejor expresa el deseo de Belleza de los griegos.
En los templos griegos los ornamentos se circunscribían a unos espacios prestablecidos, de
conformidad con el orden arquitectónico del edificio. Se decoraba en los capiteles, el friso y la cubierta.
Quedaban lisos la basa, el arquitrabe y las paredes.

Teatro[editar]

Teatro de Epidauro.
El segundo tipo de edificio griego en orden de importancia, después de los templos, son los teatros,
siendo los primeros edificios en Occidente destinados a espectáculos. Cada ciudad griega contaba
con uno.
Los teatros se usaban tanto para reuniones públicas como para interpretaciones dramáticas. Estas
actuaciones se originaron como ceremonias religiosas vinculadas con el culto a Dionisos;
evolucionaron hasta asumir su estatus clásico como la más alta forma de cultura griega en el siglo
VI a. C.(véase Teatro griego).
Se construían al aire libre, sobre una colina en las afueras de la ciudad. Las gradas tenían forma
semicircular y se asentaban en la ladera de un cerro. De esta forma aprovechaban la inclinación
natural del terreno, para permitir que todos los espectadores vieran el escenario sin obstáculos y sin
necesidad de alzar grandes y costosas estructuras arquitectónicas. Conseguían teatros que podían
acomodar hasta 15 000 espectadores, cifra que aún hoy parece muy grande (los teatros actuales más
grandes tienen menos, y ni siquiera los teatros romanos llegaron a ese tamaño). A este graderío
semicircular se le llama Koilan, Cávea o theatron. A partir del siglo IV a. C. se realiza en piedra.
Las gradas estaban en torno a un círculo central, llamado orquesta (orchestra). Tenía el suelo de tierra.
Allí se colocaban los músicos, se bailaba y se situaba el coro que relataba la acción de la obra y
actuaban mientras los actores se cambiaban e incluso junto a estos. A veces en la orquesta se
colocaba la thyméle, el altar del dios Dioniso.

El Odeón de Herodes Ático, Atenas.


El escenario quedaba detrás de la orquesta, y estaba cerrado por un sencillo muro. No obstante, con
el tiempo se diferenció el proscenio (proskenion) y la escena (skené), actuando los actores en el
primero y dejándose la segunda para almacén, vestuario y telón de fondo. En principio estaba al mismo
nivel que la orquesta y luego se elevó. En los laterales estaban los parodos o parodoi, pasillos que
separaban el auditorio de la escena.
Es en la época clásica cuando los edificios de los teatros se fueron haciendo más importantes. Se
considera que el más antiguo es el de Dioniso en la falda de la Acrópolis de Atenas, pues su
construcción se inició en el siglo VI a. C. No obstante, su aspecto actual se corresponde con la
transformación sufrida en el siglo IV a. C., cuando la anterior construcción rudimentaria se sustituyó
por otra de piedra equiparable a los de Delfos o Epidauro.
De los teatros que sobreviven prácticamente intactos, el más conocido es el de Epidauro, erigido
por Policleto el Joven alrededor del 350 a. C. Es el mejor conservado, y en él se puede apreciar un
espacio circular para el coro y el graderío sin divisiones. Ya en la Antigüedad fue considerado el más
bello «por su armonía y belleza» (Pausanias). Cuenta con una acústica excepcional; tiene una
capacidad para 14 000 personas.
Distintos de los teatros son los odeones (odeion), de menor tamaño, y destinados a
recitales musicales. Tenían planta cuadrangular, con varias hileras de columnas soportando la
cubierta, y varios pórticos. Entre los que quedan está el odeón construido cerca del teatro de Dioniso
en la Acrópolis.

Arquitectura militar[editar]
Artículo principal: Arquitectura militar en la Antigua Grecia
Los griegos defendieron desde antiguo sus ciudades con murallas, que dieron lugar a los recintos
fortificados que llamamos acrópolis. Sin embargo, situándonos ya en el período helénico, las murallas
aparecen en el siglo VI a. C., un hecho tardío, pues la población se refugiaba en las acrópolis o en
una fortaleza en caso de peligro. Hay que tener en cuenta, además, que las fortificaciones eran tan
caras en Grecia que superaban los recursos de las ciudades-estado.
Para evitar el gasto en murallas aparecieron otros elementos militares, tales como las torres
defensivas.

Otros edificios[editar]
Monumentos funerarios[editar]
Los monumentos funerarios griegos, bastante sencillos en general ofrecían por lo común las siguientes
formas:

 en Atenas, la de una simple estela con relieves de figuras


 en el Peloponeso, la de pequeño templete
 en Macedonia, se servían de grutas excavadas en la roca o en el suelo con bóvedas y pinturas
 en Asia Menor, templetes como en el Peloponeso o hipogeos como en Macedonia
Entre todos, fue notable por lo suntuoso el mausoleo de orden jónico adornado con relieves y estatuas
que se elevó en Halicarnaso (Asia Menor) a la memoria de Mausolo, rey de Caria por su mujer
Artemisa (siglo IV a. C.) de donde toman nombre los mausoleos. Otras veces quemaban a los
cadáveres guardándose las cenizas en urnas o vasijas.
Edificios de utilidad pública y social[editar]

Fachada de la Biblioteca de Celso, Éfeso, Turquía.


Entre los edificios de utilidad pública figuraban como principales después de los templos y los
mencionados teatros:

 Las ágoras o plazas públicas rodeadas de pórticos y obras artísticas para reuniones civiles,
mercados y asambleas.
 La Estoa/Στωα, o pórtico amplio con una columnata abierta hacia el espacio que se usaba para
el ágora (centro comercial y cívico) en las ciudades griegas. Una estoa completamente
restaurada, la Stoa de Átalo, puede verse en Atenas.
 Los gimnasios y palestras o edificios para escuelas, también con patios y pórticos, donde se
practicaban los ejercicios físicos y concursos atléticos. Las ciudades griegas de cierto tamaño
tenían al menos una palestra o un gimnasio como centro social para los ciudadanos varones. Son
espacios cerrados perípteramente, pero a cielo abierto.
 Los estadios, con gradería recta a lo largo y semicircular en un extremo para carreras a pie
y pugilatos. Estaba destinado a espectáculos de carácter deportivo. El estadio griego más antiguo
es el que se encuentra en Olimpia. Medía 600 pies griegos, esto es, un estadio, pues la unidad
de medida nació precisamente aquí. El de Atenas fue reconstruido en 1896 para la celebración
de los primeros juegos olímpicos de la Edad Moderna. Quedan asimismo los de Delfos (sede
desde 582 a. C. de los Juegos Píticos), Epidauro, Mileto y Priene.
 Los hipódromos, semejantes a los estadios pero con cerramiento arqueado en ambos extremos
y que se destinaban a carreras de caballos y carros. Quedan pocos restos de ellos.
 Las fuentes en las que las mujeres recogían agua.

Casas y planeación urbana[editar]


Fuera de los edificios singulares, lo cierto es que las aglomeraciones urbanas en las ciudades-estado
griega no debieron seguir ningún plan predeterminado. Las calles serían estrechas y tortuosas, con
edificios apretujándose unos contra otros.
Se atribuye a Hipodamo de Mileto, que vivió a mediados del siglo V a. C., la idea de un plano
urbanístico regulador, basándose en la forma de cuadrícula o de rejilla, con las calles cortándose
regularmente en ángulos rectos. No obstante, la aplicación práctica de este planeamiento sólo era
posible en ciudades de nueva planta, como las que planeó para el Pireo y la colonia ateniense de
Thuril.
Olinto, ciudad de fundación tardía, es un caso raro de ciudad clásica con trazado regular, presentando
la influencia de Hipodamo en la uniformidad de las calles y los bloques. Fue en la época helenística
cuando se cambió la orientación y se decidió seguir la regularidad del plano. Símbolo de este nuevo
planeamiento es la reconstrucción de Priene, en Asia Menor.
Se reducía la importancia del Ágora, que quedaba encerrada por los cuatro lados. Y se desarrollaban
otros edificios, siendo ejemplo de construcción pública de esta época la stoa de Átalo, donación
de Átalo II, rey de Pérgamo, un pórtico gigantesco que dominaba todo el Ágora y que tenía el fondo
lleno de tiendas.
En cuanto a la tipología de las casas, aunque los había muy variados, entre los siglos V y IV a. C. se
popularizaron dos clases. Las casas típicas en Olinto durante este periodo y las del siglo II
en Delos tenían habitaciones pequeñas distribuidas en un rectángulo alrededor de un patio interior
con columnas. Un segundo tipo de casa se encuentra en Priene que también se centraba en un patio
interior pero tenía una planta muy diferente. En lugar de una serie de pequeñas habitaciones, la
principal zona de habitación era una gran sala rectangular que lleva a un porche con columnas.
Abriéndose a los lados del patio había pequeñas habitaciones para la servidumbre, almacenes, y
cocinas. Las casas del período helenístico tuvieron más diversidad. Por ejemplo, los ricos presentaban
umbrales, columnas y entradas de mármol; los suelos con mosaicos representando escenas humanas
o de animales; y paredes enyesadas modeladas para parecer piedra.

Órdenes de la arquitectura griega[editar]


Artículo principal: Órdenes clásicos

 Los tres órdenes clásicos


Orden dórico

Orden jónico

Orden corintio
Los griegos fueron quienes desarrollaron en mayor medida la función ornamental de la columna,
elemento arquitectónico ya existente con anterioridad. Fueron ellos quienes fijaron unas normas o
cánones de composición arquitectónica en tres estilos (u órdenes clásicos): dórico, jónico y corintio,
aunque los dos primeros son los principales. Durante el período helenísticoapareció el capitel
compuesto. Posteriormente, los romanos asumieron esta tipología, aunque introdujeron algunas
variantes.
La columna consta de basa, fuste y capitel. Sobre las columnas se asienta el entablamento, que consta
de arquitrabe, friso y cornisa. Sobre las fachadas principales, formados por el tejado a dos aguas,
están los frontones. Estos estilos se conocen sobre todo por los diferentes capiteles de las columnas,
pero hay diferencias en la mayor parte de los elementos de diseño y decoración entre los órdenes,
como la proporción alto/diámetro de la columna y las formas del entablamento.
Los propios griegos usaron los nombres de dórico y jónico, lo que reflejaba su creencia de que los
estilos descendían de los griegos dorios y jónicos de la Edad Oscura, pero es improbable que esto
sea cierto.
Orden dórico[editar]
Templo de Hefestos, en Atenas, de orden dórico.
El estilo dórico es el más antiguo y sencillo.
Este estilo clásico responde a una de las dos raíces del arte griego, la doria, que está en relación con
las culturas de los metales europeas. Su decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad
posible. La columna no tiene basa7. Tiene de 16 a 20 estrías longitudinales con aristas vivas. Desde
el suelo la columna va reduciendo su diámetro hasta el capitel, formando un perfil conocido como
éntasis. El pedestal está formado por una grada de tres escalones, los dos inferiores se denominan
estereóbatos y el superior estilóbato.
Entre otros rasgos estilísticos, se caracteriza por un capitel de gran sencillez; el collarino es una
hendidura en el fuste y después tiene el equino y un ábaco cuadrado. Sobre las columnas se apoya
el entablamento formado por el arquitrabe, el friso y la cornisa. El arquitrabe dórico es como una gran
viga apoyada sobre las columnas, carece de decoración. En el friso se alternan los triglifos y
las metopas. La cornisa sobresale del friso y está decorado con mútulas.
Se cree que tuvo su origen en las construcciones en madera, cuyas formas pasan a la piedra. Así, los
triglifos responderían a las cabezas de las vigas transversales en las construcciones de madera.
El estilo dórico era formal y austero, se usaba normalmente en los templos de deidades masculinas.
Apareció en la Grecia continental y de allí se difundió por las colonias griegas en Italia. La mayor parte
de los templos que se conservan de época griega pertenecen a este estilo: el de Hera en
Olimpia (600 a. C.), el de Apolo en Corinto (540 a. C.), los de Paestum (siglo VI a. C.), el de Apolo en
Delfos (520-500 a. C.) y el Hefestión y los Propileos (437-432 a. C.) en Atenas. Se considera que el
estilo culmina con el Partenón de Atenas (447-438 a. C.), templo octóstilo y períptero. En su
construcción participaron el arquitecto Ictino y su ayudante Calícrates. Destaca la decoración de
sus frontones y del friso, obra de Fidias. Una explosión del año 1687 destruyó en parte este templo.
Orden jónico[editar]
Erecteión, en la Acrópolis de Atenas, de orden jónico.
Este segundo estilo clásico se relaciona con la otra raíz del arte griego, la jonia, en relación con Asia
Menor. Se usó en las ciudades de Jonia (hoy costa occidental de Turquía) y algunas islas del Egeo.
El orden jónico se hizo preponderante durante el período helenístico, pues es más decorativo y
apropiado a la estética de este período que el más severo dórico. La documentación demuestra que
la evolución del orden jónico se encontró con resistencias en muchos estados griegos, pues entendían
que representaba el dominio de Atenas.
El rasgo más representativo de este estilo es el capitel con dos volutas o espirales encuadrando el
equino. Del entablamento destaca el hecho de que el arquitrabe, que se muestra usualmente
descompuesto en tres fajas horizontales, llamadas platabandas y que el friso sea una banda continua,
sin metopas ni triglifos. Las columnas son más esbeltas y ocasionalmente son sustituidas por estatuas
de muchachas llamadas cariátides, como ocurre en el Erecteión.
Al orden jónico pertenecen dos templos construidos en la Acrópolis de Atenas: el de Atenea Niké (427-
424 a. C.) y el Erecteión. El Erecteión es un triple templo, con las cariátides jónicas. Algunos de los
edificios helenísticos mejor conservados, como la Biblioteca de Celso, pueden verse en Turquía, en
ciudades como Éfeso (templo de Artemisa) y Pérgamo. Pueden citarse los templos de Atenea
Polias en Priene y el de Apolo en Dídima.
Pero en las grandes ciudades helenísticas como Alejandría en Egipto, no queda prácticamente rastro.
Orden corintio[editar]
Templo de Zeus Olímpico (Atenas), de orden corintio.
Al igual que el estilo jónico, el corintio se empleaba en interiores o en exteriores de templos dedicados
a divinidades femeninas; el capitel está decorado con hojas de acanto, y el friso puede estar decorado
o no. El estilo corintio, más ornamentado, fue un desarrollo tardío del jónico en el siglo V a. C.
Es el más ornamentado o recargado. Destaca como rasgo estilístico el capitel en forma
de campana invertida o cesta, en cuya parte inferior hay una doble fila de hojas de acanto, de las
cuales surgen unos calículos o tallitos que se enroscan en las cuatro esquinas, tal como las volutas
del orden dórico, y en los centros.
Entre los templos de este orden, destaca el de Zeus Olímpico en Atenas (174 a. C.). También cabe
mencionar la Linterna de Lisícrates en Atenas, monumento conmemorativo que fue encargado por
el poeta Lisícrates para exponer el trofeo obtenido en un certamen de teatro.

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