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Revista Colombiana de Psiquiatría

ISSN: 0034-7450
revista@psiquiatria.org.co
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Colombia

Rojas Fernández, Juan Carlos


La literatura y el psicoanálisis
Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. XXXV, núm. 2, abril-junio, 2006, pp. 225-231
Asociación Colombiana de Psiquiatría
Bogotá, D.C., Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80635207

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Epistemología
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filosofía de la mente y bioética


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La literatura y el psicoanálisis
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La literatura y el psicoanálisis
Juan Carlos Rojas Fernández1

Resumen

En este ensayo se intenta mostrar la relación entre dos saberes: la literatura y el psicoaná-
lisis, como intercambio conceptual y aporte al conocimiento del objeto de estudio que es el
ser humano, con todas sus vicisitudes. El texto pretende incluir la literatura en la semiolo-
gía clínica psicoanalítica, para enriquecerla con su semiótica.

Palabras clave: psicoanálisis, literatura.

Title: The Literature and the Psychoanalysis.

Abstract

In this essay have trough to show the relationship between two knowledge, Literature and
Psychoanalysis, it is how interchange conceptual and contribution to knowledge of the human
subject with all his vicissitudes. It is pretend the inclusion of the literature in the clinical
psychoanalytic semeiology’s with the aim to enrich with her semeiotics.

Key words: Psychoanalysis, literature.

Introducción do interior, del lenguaje inconscien-


te, de las fuentes que construyen el
El objetivo de este artículo es ser, de las pulsiones internas (eros
demostrar que el encuentro concep- y tánatos), de los conflictos psicoló-
tual de dos saberes: la literatura y gicos que se generan en la relación
el psicoanálisis amplía el campo de con el otro, haciéndolo con más li-
la interpretación del ser humano en bertad y sin la intencionalidad de
conjunción con las diferentes co- categorizar al hombre y a la mujer
rrientes literarias, con la percepción en trastornos o desviaciones de una
psicológica de los escritores (nove- normalidad que cada vez se mati-
listas, poetas y cronistas), del mun- zada aún más.

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1
Médico psiquiatra, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Libre de Cali.
Trabajo expuesto en la Universidad del Valle, en la Maestría de Literatura Colombiana y
Latinoamericana, 2005.

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Método la percepción psicológica del escritor


aumenta el conocimiento, da direc-
Esta incursión procede de di- trices, orienta, moviliza sentimientos,
versas fuentes: de los críticos lite- provoca identificaciones y contribu-
rarios, de los escritores de novelas ye en la construcción de lo ético, lo
psicológicas, de los poetas, de los moral y lo religioso; así mismo, con-
psicoanalistas que aplican sus co- fronta lo establecido, porque va a la
nocimientos a la literatura y de los par de la evolución del pensamien-
filósofos escritores de novelas, que to y propone vanguardias, se anti-
a través de sus pensamientos y con- cipa a lo que viene, se responsabiliza
ceptos darán las luces necesarias de su destino, se compromete con
para abordar los diferentes temas su historia y se percata de lo que
y problemas. ayer era ficción y hoy es realidad.
Tanto la literatura como el psi- La literatura influye en la forma-
coanálisis se alimentan de la rique- ción de lo social, modifica la cultura
za de lo subjetivo, de la creación y y se alimenta de la cotidianidad, del
la interpretación de los sueños, de instinto, de lo que no se ve, del cri-
la necesidad de la fantasía, de la men, de las pasiones, del amor y de
imaginación, del delirio mágico, del las otras ciencias. Se cuestiona so-
poder de la palabra que abre puer- bre lo mágico y lo real, de lo que pue-
tas y modifica esquemas, de la me- de ser interpretable, de lo que
táfora que explica el conflicto de otra mantiene una coherencia interna, del
forma y amplifica la posibilidad de sentido y el sinsentido. Plantea la de-
entenderlo, del poder de la catarsis construcción de esquemas estableci-
que libera la compulsión de lo repe- dos, como posibilidad de nuevas
titivo, del poder de la escritura lite- construcciones más libres. Se pregun-
raria que conlleva el esfuerzo de la ta por la diferencia de los discursos
sintaxis, de la comunicación, de la de género; denuncia la cultura pa-
identificación con los personajes que triarcal, que limita la posibilidad de
se exponen a la crítica, al juicio, al expresión de la mujer, y analiza sus
análisis, a la reflexión, que por lo silencios en el tiempo con antologías.
tanto amplía el conocimiento de sí
mismo y moldea las estructuras El objeto de estudio del psicoanálisis
psíquicas, alivia el sufrimiento y
habita la soledad. No hay psicoanálisis aplicable al
arte, sino un arte que proporciona
La literatura claridad sobre lo que funda el psi-
coanálisis. Alrededor de 1925, Freud
La literatura se justifica por ser dice que las neurosis fueron el pri-
expresión del ser humano, porque mer objeto del psicoanálisis y, du-

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rante mucho tiempo, el único. De ra, con la filosofía, unas veces como
cualquier manera, sea la neurosis, un discurso no propiamente filosó-
el inconsciente o el sujeto del incons- fico y otras ubicándose como un
ciente, el objeto del psicoanálisis es saber cercano a esta disciplina, en
una cuestión de carácter clínico. En innegable contacto con la vida, con
una perspectiva claramente lacania- el sujeto humano que se vale de ella
na, “el Psicoanálisis, en sentido pro- como una de las formas para poner
pio, sólo se aplica como tratamiento, en práctica la imaginación, atribu-
y por lo tanto a un sujeto que habla to único que nos diferencia de los
y escucha; cualquier otra forma de animales.
aplicación sólo podía serlo en senti-
do figurado, es decir, imaginario, Resultados
sobre la base de analogías, y como
tal sin eficacia” (1). Para sustentar esta idea me apo-
A Freud se le acusa de haber yo en las citas de varios autores res-
reducido la literatura a la expresión pecto al tema. A lo largo de la historia
de la neurosis, pues creía que el ar- de la literatura, la poesía es consi-
tista era esencialmente un neuróti- derada como el más filosófico de to-
co y que el escritor encontraba en dos los géneros literarios. Poesía
su obra una gratificación de sus de- viene del griego poiesis, que signifi-
seos insatisfechos. En palabras de ca creación, producción, fabricación.
Freud, “el artista es, originalmente, La apreciación de lo poético ha
un hombre que se aparta de la reali- cambiado a través del tiempo. Para
dad porque no se resigna a aceptar Platón suscitó la necesidad de expul-
la renuncia a la satisfacción de los sar a los poetas, “seres mentirosos”,
instintos por ella exigida en primer de la República, aun cuando reco-
termino, y deja libres en su fantasía nocía que en la poesía había una “lo-
sus deseos eróticos y ambiciosos” (2). cura divina” y que el poeta era un
Es decir, el artista en su obra puede ser inspirado por la divinidad. Así,
ser el héroe que desea, el amante y la poesía también era sabiduría. El
el creador que ha soñado ser, sin filósofo griego diferenciaba entre bue-
tener que dar rodeos para modificar nos y malos poetas, según supieran
el mundo real. elegir “el objeto propio para la imita-
ción”. Si el objeto cumplía una fun-
La literatura como expresión ción adecuada en el Estado-ciudad,
del pensamiento podían quedarse.
Aristóteles caracterizaba la poe-
Desde siempre, la literatura sía como una actividad que tiene un
—sobre todo la poesía— ha mante- fin distinto de ella misma. En Arte
nido vínculos, de una u otra mane- poética-arte retórica, una de sus obras

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capitales, refería que la vida contem- ramos con las musas o con el Espí-
plativa y teorética estaba regida por ritu Santo. (5)
la poiesis (3). En cambio, para Juan La literatura es un alimento es-
Manuel Cuartas, la poesía: piritual que ayuda a crecer y a mo-
En principio […] pone en metáfora vilizar emociones e ideas, a construir
un decir, que acaece y que se reco- pensamientos y defensas de un yo
noce estrechamente relacionado con más fortalecido y menos vulnerable,
el Ser. La pregunta incesante por el y permite afrontar las vicisitudes de
Ser, no la objetivación del Ser, re- la cotidianidad con más alternati-
conozcámoslo, es difícil recogerla en vas de solución y resiliencia.
la palabra si no se acude a la poe- En la conferencia titulada “La
sía y se capta la antipresencia que metáfora”, Borges es claro en reafir-
ella acusa. Poetizar el Ser (en el len- mar lo que el psicoanálisis conside-
guaje) es plantear un compromiso ra primordial en el origen de las
entre el devenir y su realización en enfermedades mentales, lo que se
la palabra […] la poesía es indaga- oculta, los secretos acordados, lo
ción […] una forma superior de tras- sutil y lo obvio negado, los dobles
cender […] es des-ocultamiento del mensajes y la función de la metáfo-
Ser […] en palabras de Heidegger, ra en la psicoterapia. Dice que “si el
la poesía representa la incitación al poeta hubiera dicho lo mismo con
combate de la verdad. (4) más palabras, habría sido mucho
En Arte poética, Borges refiere menos efectivo. Porque a mi enten-
que cuando buscamos la poesía, der, lo sugerido es mucho más efec-
buscamos la vida. Y la vida está he- tivo que lo explícito. Quizá la mente
cha de poesía. En la conferencia ti- humana tenga tendencia a negar las
tulada “El enigma de la poesía” dice: afirmaciones” (5). Lo directo genera
Y cuando la poesía, el lenguaje, no resistencia, así sea verdad, la con-
era sólo un medio para la comuni- frontación requiere un tiempo para
cación sino que también podía ser que sea efectiva, es el tiempo del
una pasión y un placer: cuando tuve otro; una adecuada metáfora vence
esa revelación, no creo que com- las resistencias y permite la reflexión
prendiera las palabras, pero sentí necesaria de la literatura para la
que algo me sucedía. Y no sólo afec- psicoterapia, herramienta esencial
taba a mi inteligencia sino a todo del psicoanálisis. Umberto Eco lo
mi ser, a mi carne y a mi sangre […] refiere así:
Y en nuestra mitología, menos her- Si nuestro tiempo descubre, pues,
mosa, nosotros hablamos del yo que también todos los discursos fi-
subliminal, del subconsciente. Es- losóficos o científicos pueden leerse
tas palabras, evidentemente, son un como narración, quizá se deba a
tanto groseras cuando las compa- que, más que en otras épocas, la

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ciencia y la filosofía se quieren pre- el neurótico es aquel que parece


sentar como grandes novelas. Lo copiar la fábula, para decir que el
cual implica que por el hecho de ser fantasma está estructurado como
relatos no deben ser juzgados ya en una novela.
términos de verdad. Pretenden de- Soler reconoce que la creación,
cir simplemente una cierta verdad a menudo, es considerada la cúspi-
también a través de una estructura de de las producciones de la civiliza-
narrativamente apasionante. Y si ción, que la creación literaria puede
luego los grandes relatos filosóficos ser signo del síntoma en sí mismo,
no parecen suficientes, hemos vis- porque éste, a pesar de ser a veces
to que mucha filosofía contemporá- molesto, siempre es una creación. En
nea, en lugar de ir a buscar la efecto, “¿qué es una creación sino el
verdad en los filósofos del pasado, hecho de producir algo ahí donde no
ha ido a buscarla en Proust o Kafka, había nada?” (7). El acto creativo
Joyce o Mann. Por lo cual no es que organiza el pensamiento, coloca lí-
los filósofos hayan renunciado a mites, permite liberar fantasmas
decir la verdad, sino más bien que desconocidos, abre compuertas del
el arte y la literatura han asumido inconsciente y libera el lenguaje
esa tarea. (6) instintual. Surge entonces esta otra
En el pasado, el poeta integra- pregunta: ¿qué sería del ser si no
ba el conocimiento científico de la tuviera la opción de escribir?
época con los de la filosofía, la lite- Maurice Merleau-Ponty dice,
ratura y las ciencias políticas. Des- por su parte, que la obra de un gran
de el último siglo para acá se ha novelista está siempre sostenida por
pretendido delimitar el lugar de don- dos o tres ideas filosóficas, y trae
de se habla, es lo que Eco nos hace como ejemplo la obra Notre Jeunes-
ver, los filósofos, los médicos o los se, de Charles Péguy, a partir de la
abogados están escribiendo novelas. cual se formula la pregunta: “¿por
Colette Soler señala que Freud qué, a partir de ahora, un escritor
reconoció en los artistas a los pre- necesita para expresarse referencias
cursores del psicoanálisis, y en los filosóficas, políticas y literarias a la
textos literarios, una oportunidad de vez? Porque ha sido abierta una
poner a prueba el método analítico. nueva dimensión de búsqueda” (8).
Propuso que de Sófocles a Goethe, El escritor, como el psicoanalista,
pasando por Jansen y Dostoievski, también se nutre del arte y de las
la ficción literaria surgía como una otras ciencias para poder acercarse
anticipación al descubrimiento del a la esencia psíquica del ser; por lo
inconsciente. Por eso cuando cuen- tanto, es preciso conocer su senti-
ta su historia familiar, a la que ti- do filosófico y su proyección políti-
tula precisamente “novela familiar”, ca. Para Péguy “toda persona tiene

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una metafísica, patente o latente, y los personajes; de la verosimilitud y


si no, no existe” (8). la coherencia interna de lo que su-
Si el hombre no tiene concien- ponemos teóricamente.
cia de su interioridad subjetiva, del Al ser posible tomar como objeto
espíritu que lo habita, entonces no de análisis la personalidad del au-
tendrá sentido su existencia. Más tor, o la obra en su conjunto o explo-
adelante refiere Merleau-Ponty que rar los campos de la mitología o el
todo cambia cuando una filosofía folclor, tomamos lo que nos identifi-
fenomenológica o existencial se pro- ca, y todo esto nos revelará en un
pone no explicar el mundo o descu- momento dado una parte de sí mis-
brir sus condiciones de posibilidad,
mo. La literatura es la frontera entre
sino formular una experiencia del
la verdad del inconsciente y el saber
mundo, un contacto con el mundo
literario. Estas dos características
que precede todo razonamiento so-
manejan el lenguaje: el psicoanálisis
bre el mundo; entonces, desde este
en las asociaciones del analizando y
momento, la tarea de la literatura y
las puntuaciones del analista y la li-
la filosofía ya no pueden andar se-
paradas. teratura en la enunciación escrita.
La expresión filosófica asume
las mismas ambigüedades que la Referencias
expresión literaria, puesto que el
mundo está hecho de tal modo que 1. Roudinesco E, Plon M. Diccionario de
psicoanálisis [en línea]. Psiquiatría [fe-
puede ser expresado sólo a través cha de acceso 11 de enero de 2004].
de historias. URL disponible en: http://www.
psiquiatria.com.
Conclusiones 2. Freud S. El poeta y los sueños diurnos.
En: Obras completas. Madrid: Bibliote-
ca Nueva; 1981.
Finalmente, el sentido de este
3. Aristóteles. Arte poética-arte retórica.
ensayo sobre literatura y psicoaná- México: Porrúa; 1999. p. 19-21.
lisis, el encuentro de dos saberes, 4. Cuartas Restrepo JM. Poetizar y pen-
dos ciencias que se respetan y se sar, reflexiones a partir de Martin
nutren mutuamente, dos miradas Heidegger. Praxis Filosófica. 1997;
de ver y expresar el hombre y la (7):127-38.
5. Borges JL. Arte poética. Barcelona: Crí-
mujer en su entorno externo e in-
tica; 2001. p. 37-59.
terno, es la posibilidad de ver las 6. Eco U. Sobre literatura. Milano: Océa-
raíces de la creatividad, de los de- no; 2002. p. 247-65.
seos, de los sueños y de las fanta- 7. Soler C. La aventura literaria o la psico-
sías; la creencia de la existencia de sis inspirada. Medellin: No Todo; 2003.
mundos paralelos y del mundo del p. 9-16.
8. Merleau-Ponty M. La novela y la metafí-
inconsciente; de cómo estamos sica. En: Sentido y sinsentido. 2nd ed.
construidos y de cómo construimos Barcelona: Península; 2000. p. 57-77.

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Recibido para evaluación: 27 de octubre de 2005


Aceptado para publicación: 28 de marzo de 2006

Correspondencia

Juan Carlos Rojas F.


Facultad de Medicina, Universidad Libre
Diagonal 37A # 3-29
Cali, Colombia
Correo electrónico: jrojas_fernandez@hotmail.com

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