Si la cuantificación de una obra tiene 10% de error, el presupuesto tendrá cuando menos 10%
de error. Entonces, si se sobre-estiman los costos en un presupuesto, se perderá muy
probablemente el concurso; si por el contrario se subestiman, se perderá dinero.
Es por eso que muchos autores consideran al departamento de presupuestos de obra
como el corazón de una constructora, ya que es el órgano que bombea la sangre al
resto del organismo.
Es por ello que debemos tener presente que en la medida que el trabajo de cuantificación
se estandarice, los errores disminuirán.
El candidato ideal para la cuantificación de una obra es aquella persona que ha acumulado
suficiente experiencia tanto en obra como en gabinete y posee un “instinto” particular para
hacer cuantificaciones correctas.
Para tener una visión clara del proceso de construcción del proyecto es indispensable el
estudio de toda la documentación disponible del proyecto.
Por ejemplo:
Dentro de los límites razonables de tolerancia se debe de lograr un alto grado de exactitud,
especialmente cuando el material que se está cuantificando es muy costoso.
La aritmética de las hojas de cálculo las debe hacer una sola persona ya que se ha
comprobado que, cuando se trabaja en pareja, por ejemplo uno dictando y otro haciendo
operaciones, se incrementa la cantidad de errores.
Los generadores son parte esencial del contrato de obra y por lo tanto deben de ser bien
detallados, con constancia de todas la operaciones para facilitar su posterior revisión,
corrección y/o modificación.
El plano de referencia
La ubicación del elemento (Ejes)
El nombre del cuantificador y del supervisor
La fecha de cálculo
El número de páginaEn las cuentas, los términos aditivos y deductivos
El proceso de medición siempre se debe adaptar a ciertas normas que deben de ser pre
definidas antes de iniciar el trabajo. Pueden variar según su procedencia, pueden ser:
Normas de organismos públicos, normas de cámaras de construcción o alguna institución
privada.
Por ejemplo: la norma 10.04.11 del libro de las NICC, referente al concreto en trabes,
señala que el concepto se medirá en m3 del volumen de todas las secciones resultantes
de la altura de cada una de ellas, menos el grosor de las losas por sus secciones
respectivas; y la norma 10.06.1, relativa a los firmes de concreto, tendrá una unidad de
medida de m2, señalando el grosor del firme y la calidad del concreto.
La superficie será medida entre muros. La norma 10.08.4 establece que los cerramientos
de concreto tendrán como unidad de medida el metro. Habrá que indicar las dimensiones
del cerramiento y su acero de refuerzo. Este concepto se mide sin descontar traslapes de
castillos.
Al trasladar este principio a la cuantificación de obra se puede decir que todos los
conceptos o tareas a cuantificar no son iguales en importancia y que se debería tener más
atención en el 20% de las mediciones que más pueden afectar el presupuesto final.
10. No usar programas para facilitar el trabajo
Pero si se quiere ahorrar más tiempo y evitar errores de captura entre varias aplicaciones,
es conveniente investigar si el programa que se usa para la realización de los
presupuestos tiene alguna herramienta complementaria para la cuantificación.
Por ejemplo Opus Planet cuenta con un cuantificador manual que funciona capturando
largo, ancho, alto, cantidad. También tienen una aplicación para cuantificar
desde AutoCAD.