Las procariotas son células pequeñas y muy simples, entre las que se encuentran los organismos
unicelulares conocidos como bacterias. Los procariotas fueron los primeros seres vivos sobre
la Tierra en el curso de la evolución: la edad de los hallazgos fósiles de estas células se estima en más
de tres mil millones de años.
Los bacilos, bacterias con forma de bastoncillo. Pueden ser patógenos, como los causantes del
tétanos y la tuberculosis.
Los cocos, bacterias esféricas, pueden asociarse en largas cadenas (estreptococos) o presentarse
en racimos (estafilococos). A esta clase pertenecen, por ejemplo, las bacterias que provocan la
pulmonía y la difteria.
Las espiroquetas, de forma helicoidal, son muy largas (más de 500 micras). Entre ellas se
encuentra la bacteria causante de la sífilis.
Los bacilos, bacterias con una características forma alargada, pueden ser en ocasiones patógenos.
Existen bacterias capaces de degradar las sustancias orgánicas que se encuentran en animales o
plantas muertos, devolviendo al suelo y a la atmósfera importantes elementos primarios, como el
carbono, el nitrógeno y el oxígeno.
No todas las bacterias son perjudiciales, algunas, p. ej., transforman la luz solar en carbohidratos.
Los procariotas poseen un único cromosoma formado por una sola molécula de ADN de doble
hélice. Debido a lo sencillo de sus mecanismos, los procariotas crecen y se reproducen muy
fácilmente, por lo que los biólogos los utilizan como modelos de estudio en sus experimentos
para entender los mecanismos que regulan la vida de las células más complejas, como
las eucariotas. Es el caso de Escherichia coli, una bacteria inocua y muy útil que se encuentra en
el intestino humano y de otros animales.
Las células bacterianas poseen una capa rígida protectora, denominada pared celular, en la parte
externa de su membrana lipídica, mientras que en el interior, en el citoplasma, el material
genético está representado por un único cromosoma formado por una molécula de ADN circular
de doble hélice, organizado en el núcleo. Éste no aparece delimitado por una membrana y está
en contacto directo con el citoplasma. Muchas especies de bacterias poseen en el citoplasma
pequeñas moléculas de ADN circular, denominadas plásmides, que son independientes del
cromosoma principal. Todos estos elementos son objeto de intensos estudios por parte de la
incipiente ingeniería genética.
+ Flagelos: en la superficie de las bacterias
+ Ribosomas
En este caso, existen dos tipos de células: una célula donante, de material hereditario, y una célula
receptora del mismo.
http://www.infobiologia.net/2012/11/celula-procariota.html