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Haciendo camino

Itinerario Básico de Formación de


Grupos Parroquiales de Adultos
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Introducción general al Itinerario Básico de Formación


Cristiana de Adultos

¡Bienvenidos a este itinerario básico de formación!

En vuestras manos tenéis el inicio de un camino a través del cual


iremos acercándonos más y más a Dios. Un camino que nos ayudará
a reconocer y asumir su proyecto sobre cada uno de nosotros,
logrando, de manera continuada y vivencial, responder con
generosidad a su llamada.

Este itinerario es un servicio, que desde Acción Católica General,


ofrecemos a todos aquellos grupos parroquiales de adultos que
quieren iniciar un proceso básico de formación, y que pudiera
conducirles al deseo de seguir profundizando en el conocimiento de la
fe, a través de otros cauces más completos, como es el Itinerario de
Formación Cristiana de Adultos, “Ser cristianos en el corazón del
mundo”, editado por la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar.

Los itinerarios que ofrecemos desde Acción Católica General tienen un


tronco común: la Palabra de Dios, el Catecismo y el propio Magisterio
de la Iglesia. En cada uno de los sectores este tronco es adaptado
metodológicamente con recursos apropiados que nos ayuden a
profundizar nuestra fe. Este itinerario básico comparte el contenido
de nuestro Itinerario de Formación Cristiana de Jóvenes, el cual
completamos con los recursos metodológicos propios para la edad de
la juventud.

Por tanto, este itinerario pretende ayudar a aquellos adultos que lo


deseen a desarrollar en diferentes ámbitos, ese encuentro con Cristo
que cualquier persona ha experimentado o está comenzando a
experimentar.

Con el uso propio de la metodología estos grupos parroquiales podrán


evolucionar para convertirse en un Equipo de Vida, donde no
solamente dedicarnos a aprender o conocer una serie de enseñanzas,
sino aprender a vivir la fe de manera comunitaria, donde la vida del
otro me interpele y donde, poco a poco, pueda descubrir el valor de la
fraternidad y de la comunidad cristiana.

La tarea del acompañante consistirá en guiar este proceso, ayudando


a todos a conseguir que Jesús, realmente, esté presente en sus vidas.
Es una preciosa labor intentar transmitir esa fe que se vive en
primera persona, a aquellos que Dios ha puesto en su camino. Pero,
también es importante, que procure que el mismo equipo pueda
crecer en el arte de acompañar, de tal manera que esta misión no
recaiga sobre alguien ajeno al equipo sino que todos sean
protagonistas en el acompañamiento del mismo.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Un proceso para la continuidad

El principal objetivo de este itinerario básico de formación es ofrecer


un proceso de formación cristiana que ayude a vivir y testimoniar el
Evangelio con la propia vida. Por tanto, este itinerario forma parte de
un proyecto de crecimiento en la fe que acompaña la vida de la
persona desde la infancia hasta la edad adulta.

La fe es un don de Dios, fruto del encuentro con Cristo, que


transforma la vida de la persona. Todo aquel que ha experimentado la
alegría de este encuentro descubre la necesidad de vivir para Él. Este
itinerario se ofrece como un medio para acompañar el inicio en esta
vida de fe adulta, y como fruto de este acompañamiento podrá ser un
buen instrumento para que la persona, si en su momento no lo hizo,
pueda completar su iniciación cristiana, recibiendo los sacramentos
correspondientes. Pero no perdamos de vista, que éste no es un
itinerario catecumenal sino de acompañamiento en la vida cristiana.

Destinatarios

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente planteado, los destinatarios


del itinerario podrían ser:

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

- Un grupo de adultos que ya han iniciado su camino de fe, a


través de distintos cauces diocesanos y parroquiales (Cursillos,
misiones…) y quieren comenzar un itinerario de formación que
les ayude a descubrir la alegría de la fe y la vida compartida en
un Equipo de Vida.

- Un grupo de adultos que tiene al menos un año de recorrido, y


que ha experimentado la etapa “Para empezar a caminar”,
previa a este itinerario, decidiendo al final de la misma
emprender este camino.

En resumen, todos aquellos cristianos adultos que deseen hacer del


propio proceso de fe una experiencia vital, que les permita vivir su fe,
la fe de la Iglesia, en el día a día, arropado por su parroquia, a través
de su propio equipo de vida.

Estructura y contenidos del itinerario

Este material ofrece un recorrido básico por cuarenta temas que


ayudarán a consolidar la experiencia de fe de todas las personas.
Temas que conforman la dimensión del Conocer, y de los cuales es
conveniente tener una visión de conjunto, para así conocer todas las
posibilidades formativas que ofrecen estos contenidos, en función de
la situación vital del grupo.

El itinerario se divide en dos grandes bloques:

- En el corazón del misterio: soy cristiano


- En el corazón del mundo: soy testigo

Cada uno de estos bloques contiene a su vez tres partes, que


contienen los temas para trabajar en el equipo y algunas
celebraciones y retiros que propician momentos de pausa, de
interioridad y de cultivo de una espiritualidad en Cristo que de sentido
a todo lo que estamos viviendo.

Estos temas son:

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Primera parte:
En el corazón del misterio: soy cristiano

1. Una vida de felicidad


2. La respuesta de Dios
3. Dios tiene un mensaje para ti (La Biblia, una carta de Dios)

CELEBRACIÓN: “Escuchamos tu Palabra”

4. Las primeras alianzas (Desde el principio hasta Abraham)


1. Un Dios que 5. Un pueblo que camina (De Moisés a los profetas)
camina 6. Jesús de Nazaret
conmigo 7. Jesús, el Cristo
8. Jesús, nuestro salvador (Muerte y resurrección)

RETIRO: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16, 15)

9. La Iglesia en el plan salvador


10. La Iglesia, misterio de comunión y misión
11. María, Madre de Dios

CELEBRACIÓN: “Con Cristo en la Iglesia”

12. La celebración del misterio en los sacramentos


2. Celebramos 13. Los sacramentos de iniciación cristiana
tu presencia y 14. Sacramentos de curación y servicio
dialogo contigo 15. La oración

RETIRO: “Personas de oración”

16. Creo en Dios Padre


17. Creo en Jesucristo
18. Creo en el Espíritu Santo
3. ¿En quién 19. Creo en la Iglesia
creo? 20. Esperanza y Vida Eterna

CELEBRACIÓN: “Reafirmamos nuestra fe” Renovación de las


promesas bautismales

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Segunda parte:
En el corazón del mundo: soy testigo

21. La vida como vocación

RETIRO: “Señor, ¿qué quieres de mí?” Desde un claro


planteamiento vocacional, profundización en el Proyecto
Personal de Vida Cristiana

22. Las Bienaventuranzas


1. Vivo en
23. La libertad y la verdad
Cristo
24. La moralidad. Actos buenos o malos. La conciencia
25. Las virtudes
26. Los valores evangélicos: pobreza, humildad y sacrificio
27. El pecado
28. “Maestro, ¿Qué he de hacer…?” (Los diez mandamientos)
29. La salvación y la gracia
30. Vivir la fe en comunidad. Mi parroquia y mi grupo

CELEBRACIÓN: “Llamados a la santidad”


31. La dimensión social de la fe

CONVIVENCIA: La doctrina social de la Iglesia

32. La justicia social


33. Los cristianos, la política y la economía
2. Mi
compromiso 34. Los cristianos y el trabajo
social 35. Educación, cultura actual y ocio
36. La paz y el cuidado del medioambiente
37. La familia
38. Los cristianos ante la vida, el dolor, la enfermedad y la
muerte

CELEBRACIÓN: “Comprometidos en la construcción del


Reino”

39. Corresponsables en la Misión Apostólica de la Iglesia


3. Enviados 40. Evangelizadores con Espíritu
para la misión
CELEBRACIÓN: “Id y haced discípulos a todos los pueblos”
(Mt 28, 19)

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¿Cómo trabajar el itinerario?

Todos aquellos que comiencen este itinerario ya habrán descubierto


ciertas cuestiones básicas del ser cristiano, en el grupo, en la
parroquia, en la Iglesia. Han experimentado la presencia de Jesús en
sus vidas, y ahora, pretendemos ayudarles a seguir interiorizando la
fe que profesan y comienzan a hacer vida, orando de manera más
profunda, abriendo el corazón a ese tiempo que necesitan para Dios,
tanto grupal como personalmente, implicándolos poco a poco como
cristianos, celebrando los sacramentos, participando en la vida
parroquial y diocesana, tomando parte en distintos discernimientos, y
dando forma continuamente al proyecto personal de vida cristiana.

Para ayudar a cuidar todas estas dimensiones de la fe de manera


equilibrada, pero sin perder el hilo conductor y la columna vertebral
del itinerario, se propone una secuenciación de reuniones basada en
Conocer (2 sesiones seguidas) - Orar/Celebrar (1 sesión) - Vivir (1
sesión). Este material ofrece los 40 temas que conforman esa primera
dimensión del “Conocer” nuestra fe, así como algunas celebraciones,
convivencias y retiros en clave orante. Será por tanto necesario
complementarlo con sesiones de oración (dimensión del
Orar/Celebrar), y sesiones para tratar temas de la vida o de
actualidad que interesen a todos los miembros del grupo (dimensión
del Vivir).

La propuesta básica es trabajar cada tema de este itinerario en dos


sesiones (un tema por mes si seguimos la secuenciación 2:1:1), pero
conforme vayamos avanzando en el itinerario, podrán trabajar un
tema del Conocer en una sola sesión, dando un mayor peso al trabajo
previo en casa y adquiriendo poco a poco tareas y responsabilidades
que antes desempeñaba el acompañante, de cara a preparar la
sesión. Los miembros del equipo podrán así enfrentarse ellos solos a
un tema, y el acompañante tan sólo velará, grupal y/o
individualmente, para ayudarles a ser lo que Dios quiere que sean.

Por eso es bueno, ya desde un primer momento, ir haciendo


partícipes a todos, empezando por trasladarles esta secuenciación, de
manera que sepan previamente qué dimensión trabajaremos en cada
reunión, e implicándolos poco a poco en la programación que
realicemos al principio de curso, o al trimestre. Ellos pueden ir
decidiendo qué temas de actualidad de la dimensión del vivir pueden
tratar. También podemos ayudarles a detectar necesidades en su vida
espiritual, misionera, en su formación, y en función de esto actuar en
consecuencia. A esto también puede ayudar este itinerario, al servicio
siempre del cultivo integral de la fe de la persona.

Hemos de estar muy atentos sobre todo a aquello que pueda surgir
de sus propios compromisos. La dimensión misionera, individual y
comunitaria debe estar presente también en este itinerario formativo,

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y es bueno educar desde el primer momento en el testimonio y la


coherencia de vida, germen para el anuncio de Cristo y la
evangelización. Es uno de los principales objetivos que queremos
lograr. Por tanto, impulsemos la creatividad de los todos y facilitemos
que la acción esté también presente en este itinerario.
Y por supuesto, ha de incluirse en el mismo otro tipo de actividades
diocesanas y parroquiales, encuentros con otros grupos,
peregrinaciones…Todo aquello que quizás ya vengamos haciendo es
bueno que se integren como parte del itinerario, no sólo como una
actividad “para el que quiera”. Si es necesario deberemos incluso
suprimir la reunión que tengamos para participar de estas
actividades, en comunión con otros. El itinerario debe ser una
herramienta para el día a día, es en sí una experiencia, y debe
combinarse con otro tipo de experiencias que persigan igualmente al
encuentro con Cristo.

Estructura de cada tema

Es recomendable desde el principio ir familiarizándonos con la


estructura que presentará cada tema.

En la primera sección Preparándonos de cada tema, figuran los


objetivos que se pretenden lograr, además de ciertas claves bíblicas y
catequéticas para preparar el material. Esto es lo que se intenta
desarrollar a lo largo del tema. Conviene leer y orar los textos
previamente, pues nos ayudarán durante la sesión a recalcar algunas
ideas según cómo transcurra la misma. Fundamentalmente la Palabra
de Dios, pero también el Catecismo, que deberemos tener, así como
otros materiales y documentos que se indiquen, buscaremos
conseguir que los puedan leer antes de comenzar la reunión.

ESTRUCTURA DE UN TEMA

 Preparándonos
- Objetivos
- Desde la Palabra de Dios
- Desde el Catecismo

 Para leer y profundizar


- Exposición y dinamización de los contenidos

 Vida cristiana
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- Testimonio de vida
- Ver-Juzgar-Actuar
- Oración

 Recursos para hacer algo diferente

Tras el momento de preparación nos encontraremos con los dos


grandes apartados que configuran cada tema, de manera que se
pueda trabajar cada uno de ellos en una sesión: “Para leer y
profundizar”, y “Vida cristiana”.

En la sesión “Para leer y profundizar” tratamos de presentar los


contenidos a través de un texto y numerosas preguntas, que
ayudarán a reflexionar y compartir. Estas preguntas las localizaremos
siempre con este signo: 
En la sesión “Vida cristiana”, tratamos de aterrizar los contenidos
presentados anteriormente en la vida de los miembros del equipo.
Para ello presentamos primero un testimonio de vida, como referente,
y después aparece el cuestionario Ver-Juzgar-Actuar. La sesión finaliza
con una breve oración final.

Como ayuda para algunos de los temas, al final, podremos encontrar


una película, que en alguna ocasión nos puede ayudar a profundizar
en el contenido.

¿Cómo llevar a cabo una sesión?

A continuación se apuntan, paso a paso, las claves metodológicas


necesarias para llevar a cabo un tema de este itinerario. Podemos
tenerlas siempre a mano a la hora de preparar las sesiones, junto al
tema en cuestión que vayamos a trabajar.

El trabajo para cada tema se dividirá en dos sesiones:

1º Sesión: Para leer y profundizar (Presentación de los


contenidos)

i. Oración de entrada: El animador escoge una de las lecturas


bíblicas propuestas en el tema. Se proclama, y, tras un momento de
silencio, se comparte lo que la Palabra nos sugiere. A continuación, se
pueden presentar algunas intenciones por las que los participantes
ofrecen a Dios la reunión del grupo. Se puede apoyar con algún

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símbolo o dinámica que propicie la participación y ayude a entrar en


ambiente de oración.

ii. Presentación de los contenidos de fe: Se “lanzan” las preguntas


del Catecismo que están reseñadas en el material para que, en un
breve diálogo, se compartan las ideas previas que se tienen en
relación a los contenidos. El acompañante concluye este momento
centrando al grupo en las ideas fundamentales que se van a analizar.

iii. Exposición y dinamización de los contenidos: Es el momento de


leer los contenidos que se exponen ordenadamente en el material. No
se trata de hacer una mera lectura de principio a fin. Hay que
intercalar preguntas interpeladoras, para que debatan y den su
opinión sobre los asuntos en cuestión. Hay que dejar espacio para
que se expresen; es bueno escuchar sus ideas y, entre todos, ir dando
pasos en la interiorización de los conceptos. El acompañante tratará
de resolver dudas y dar las precisiones que se requieran; pero hay
que intentar que el grupo vaya adquiriendo poco a poco mayor
autonomía y profundidad.

iv. Vida cristiana (presentación del cuestionario Ver-Juzgar-Actuar):


Entre esta sesión y la siguiente, es importante tratar de mirar a la
realidad desde la fe, para buscar cómo “aterrizar” en su vida los
contenidos presentados. Por tanto, el acompañante, al final de la
primera sesión, presenta el cuestionario a preparar durante la
semana y les ayuda a enfocar las preguntas.

v. Oración final: Se termina la reunión con una breve acción de


gracias espontánea.

En consecuencia, el objetivo de esta sesión es dar a conocer unos


presupuestos básicos de la fe para dar fundamento a la vida cristiana.
Pero esto no implica que las sesiones tengan que ser aburridas o
parecidas a “clases magistrales”. El arte del acompañante está en
propiciar que todos participen activamente en las reuniones,
utilizando distintos recursos. Por ejemplo, se pueden plantear cuatro
dinámicas distintas a partir de los propios materiales:

• Lanzar las preguntas iniciales del tema y contrastar las respuestas


con las del Catecismo.

• Leer el tema entre todos, debatir y comentar a partir de las


cuestiones que se plantean.

• Ver una película… y debatir sobre los contenidos a través de un


disco-forum o cine-forum.

• Invitar a una persona al grupo para que dé su testimonio vital


propiciando la reflexión y el diálogo.

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2º Sesión: Vida cristiana (Compartimos nuestra vida a la luz de los


contenidos)

El objetivo de esta sesión es reflexionar juntos sobre las implicaciones


que se derivan de los contenidos presentados en la reunión anterior.
Para ello, se sigue el método de encuesta, que propicia ejercitarse en
el diálogo-confrontación fe y vida. Busca interrogar la propia
circunstancia desde la fe y actuar en consecuencia. Es un “juego” que
conforme se va interiorizando se convierte en un estilo de vida.

Cada uno debe preparar la encuesta con antelación, para


acostumbrarse a mirar a la realidad desde la fe y no caer en
improvisaciones o generalidades. Todos deben llevar sus respuestas
por escrito. De poco vale hablar sin antes pensar, reflexionar y orar. El
trabajo personal suele costar un poco al principio, pero es una labor
que se justifica en la medida que uno busca llegar a ser un cristiano
consciente y maduro. En las primeras sesiones, con ayuda del
acompañante, se puede preparar el cuestionario en la misma reunión,
para ir adquiriendo el hábito y el sentido de fondo de la metodología.
Pero, poco a poco, deben acostumbrarse a tener presente durante la
semana los contenidos y las lecturas bíblicas del tema; estar atento a
los hechos que le acontecen a diario y plasmar por escrito lo que Dios
le dice en su realidad.

Y todo ello cobra mayor riqueza al compartirlo en grupo. Se amplía la


capacidad de análisis, interpelación y acción transformadora. Entre
otras cosas, abrirse a los demás obliga a tener un discurso y una
actuación coherentes, anima y ayuda a dar cabida a Dios en la vida.
De hecho, el método que ahora se desglosa contribuye a que cada
uno se sienta importante. A menudo, con otro tipo de dinámicas las
personas que más conocimientos tienen o que mejor se expresan
acaban monopolizando la reunión. Aquí, al partir de hechos
personales, todos tienen algo que compartir, algo que aportar. Es una
metodología que ayuda a todos a dar un paso al frente. Es una
escuela de corresponsabilidad; propicia que se repartan
responsabilidades de manera natural. Crea un talante, un estilo
eclesial y misionero que, con el tiempo, se extrapola fácilmente a
otros contextos pastorales.

I. Trabajo personal preparatorio (previo a la sesión).

El cuestionario se divide en tres partes: Ver-Juzgar-Actuar. Hay que


contestar las preguntas teniendo en cuenta las siguientes
orientaciones:

i.VER: Es el momento de acercarse a la realidad desde la fe. Hay que


escoger hechos o ejemplos vitales que conecten con los contenidos
de fe presentados en el tema; analizarlos en profundidad, detectar las

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causas que los provocan y las consecuencias que implican, descubrir


a través de ellos la presencia de Dios que ilumina la vida y los
acontecimientos.

Los hechos que se expongan han de tener las siguientes


características:

• Han de ser hechos particulares y concretos. No valen ideas generales


o indeterminadas. Por ejemplo, si el tema pide un hecho que refleje si
seguimos o no a Cristo en nuestra vida cotidiana, no valdrían
respuestas como “Yo sigo a Cristo cuando soy buena persona”; pues
se establecería para la reflexión un punto de partida excesivamente
subjetivo, opinable, e incluso, cuestionable. Se han de llevar
situaciones reales, objetivas, a las que se le pueda poner una hora y
un lugar.

• Hechos conocidos directamente por la persona que los presenta.


Se pretende que los temas se reflexionen desde la vida y para la vida.
Sólo se llega a una verdadera convicción personal cuando la vida que
se toma como punto de referencia es la propia. No vale limitarse a
hacer alusiones a lo que uno ha oído o leído que pasó. Esto propicia
que todos se sientan protagonistas en la reunión. No hay hechos
mejores ni peores. Todo son vivencias personales, válidas, que a todos
enriquecen. No hablará más el que mejor se expresa o el que más
sabe.

• Hechos en relación con el tema que se reflexiona. Durante los días


previos a la puesta en común, cada uno debe tener presente lo que
se pregunta en el Ver. Lo ideal es llevar a la reunión hechos recientes
que pongan de manifiesto lo trabajado en el tema. Sin embargo,
nunca debe anteponerse la inmediatez al fondo de lo que se quiere
reflexionar. Por esta razón se recomienda que el acompañante
presente el cuestionario en la reunión anterior.

Una vez elegidos los hechos, se debe analizar por qué ocurren y qué
repercusiones provocan. Reflexionar en qué medida percibimos la
presencia o la ausencia de Dios en esas situaciones. Escudriñar qué
está sucediendo en el fondo, qué motivaciones, actitudes o problemas
están detrás y pensar en contextos más amplios donde se den casos
parecidos.

ii. JUZGAR: Es el momento de confrontar la realidad con la Palabra de


Dios, de orar y dejarse interpelar por su mensaje; una llamada a la
conversión, a tratar de poner a Jesucristo como criterio y orientación
fundamental de la vida. Es más una contemplación, un encuentro,
que un juicio ideológico. No es una búsqueda de recetas o de
justificaciones a nuestros presupuestos y convicciones. Es escuchar
sus llamadas, dejarse guiar por su voluntad y ofrecer nuestra
disponibilidad.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

No basta con formular una valoración personal de lo analizado en el


Ver, ni aún comparándola con lo que puedan opinar otros; hay que
discernir y hacer un juicio desde la Palabra de Dios. Para ello, es
preciso rezar con las lecturas bíblicas y responder a la pregunta: ¿Qué
debo pensar de estos hechos a la luz del Evangelio? Es el momento
de replantearse desde Cristo los acontecimientos de la vida. ¿Qué me
está pidiendo Dios? ¿Qué cambios debo acometer? ¿Qué actitudes
tengo que potenciar para seguir su voluntad? En este marco
metodológico, Juzgar es acostumbrarse a leer el Evangelio
activamente; es tratar de dar respuesta desde la Palabra de Dios a lo
que la vida va planteando.

iii. ACTUAR: Si la reflexión se limita a los dos apartados anteriores


quedaría en un plano teórico. El método pretender ayudar a que los
miembros del grupo hagan presente con obras y palabras el
Evangelio en el mundo; por tanto, las llamadas recibidas deben
traducirse en hechos y actitudes transformadoras. Es el momento de
pasar a la acción, de provocar un compromiso, de formalizar un signo
encaminado a lograr el cambio personal, la transformación de la
realidad y el anuncio explícito.

Por tanto, cada tema debe concretarse finalmente en obras. Al final


se pide formular compromisos realizables en relación con lo
trabajado. No es bueno quedarse sólo en las buenas intenciones, es
necesario “hacer algo”. Aunque pueda parecer que son gestos
irrelevantes en el contexto social, los compromisos educan, dan
experiencia, cultivan la responsabilidad, promueven la participación
de todos en la construcción del Reino y ayudan a anunciar el
Evangelio. Son pequeños giros de tuerca que ayudan a todos a unirse
más a Cristo.

Los compromisos han de ser:

• Personales. Su realización debe depender exclusivamente de cada


uno en cuestión. No valen propósitos así: “cuando me llame seré
dialogante y amable con él”. La iniciativa no se puede dejar en manos
de otros. Su cumplimiento no puede supeditarse a unas
circunstancias “especiales”.

• Concretos. Deben tener “un lugar y una hora” para su realización.


No deben confundirse con intenciones: “Trataré de ser más solidario”.
Pues nos moveríamos nuevamente en un plano más subjetivo y,
habitualmente, de menos exigencia personal. Por ejemplo, un
compromiso podría ser: “Tras enterarme de la necesidad que tienen
de colaboradores, todos los viernes por la tarde trabajaré como
voluntario en la lavandería del Hogar de Acogida”.

• Realistas. Es decir, que se prevé que podrán realizarse.


Proporcionados a las fuerzas y posibilidades de cada cual.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

• Próximos. Realizables antes de la siguiente sesión formativa.

• Consecuentes. Que tengan relación con el tema trabajado y en


coherencia con el Proyecto Personal de Vida Cristiana.

En este sentido, conforme se va avanzando en el itinerario, los


compromisos no pueden ir definiéndose de forma deslavazada. El
Proyecto de Vida Cristiana es un “norte”, una orientación. Las
pequeñas acciones que surjan del Actuar servirán, unas veces, para
concretarlo vitalmente, y otras, para incorporarle nuevos elementos.

La invitación a marcarse compromisos se planteará siguiendo dos


directrices: por un lado, se buscará que cada miembro del grupo dé
pasos personales encaminados a vivir su fe con mayor coherencia y
profundidad; y, por otro, se le animará a realizar acciones que ayuden
a comunicar explícitamente a Jesucristo a otras personas.

Por otro lado, también se han de diseñar compromisos a realizar como


grupo. Además de “salir” a evangelizar de forma individual (que cada
uno dé testimonio allá donde vaya), hay que trazar líneas
comunitarias para la misión. Hacer cosas entre todos educa en la
comunión, multiplica las posibilidades, y hace que nos sintamos
reforzados en el empeño por transmitir al mundo lo que están
descubriendo.

II. Trabajo grupal (durante la sesión)

i. Oración de entrada. Se sigue la misma dinámica que en la reunión


anterior.

ii. Revisión de los compromisos que se hayan puesto en sesiones


anteriores.

iii. El acompañante centra la reunión.

• Se recuerdan los aspectos más importantes trabajados en la


anterior reunión.

• Se lee y se comenta el Testimonio de Vida, es decir, la reseña que


aparece en el tema sobre la vida de un Santo reconocido por la
Iglesia.

iv. Puesta en común del Ver-Juzgar-Actuar. Cada uno comunica con


brevedad y sencillez su hecho personal. Una vez completada la ronda
se pasa a analizar el trasfondo de los hechos presentados. Como
antes se especificó, cada participante debe llevar sus reflexiones por
escrito para no caer en improvisaciones. Se puede precisar,
puntualizar y debatir, pero sin entrar en divagaciones que eternicen la
sesión. Durante el Juzgar se proclama la lectura que se cite

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

explícitamente (al inicio de la reunión se ha debido escoger una


lectura distinta para no repetirse). Debe propiciarse un ambiente de
oración durante esta parte. Al final de la misma, se elaborará una
pequeña síntesis a partir de las llamadas recibidas a la luz del
Evangelio. Por último, en el Actuar se anuncian los compromisos y,
cuando sea pertinente, se elige un compromiso de grupo. El
acompañante debe velar por el equilibrio entre el diálogo fluido y el
espacio para la interpelación mutua. Tiene que haber espacio para
“pincharse” y animarse. En definitiva, el grupo, desde la fraternidad y
el cariño, debe ayudar a sus miembros a ganar en profundidad y
coherencia.

v. Oración final. Rezamos juntos la oración propuesta como conclusión


del tema.

Para grupos con mayor recorrido, o grupos que ya van interiorizando


estas claves metodológicas, lo ideal es tender a trabajar ya los temas
en una sola sesión.

Algunas consideraciones prácticas

• Es importante que tengan su cuaderno de vida siempre con ellos,


como instrumento donde anoten sus reflexiones, oraciones y
compromisos.
• Es necesario durante esta etapa, como se fue apuntando, tener a
mano siempre el proyecto personal de vida cristiana. Será necesario
por tanto incluir momentos para revisar el mismo y reelaborarlo,
según las circunstancias de cada uno.

Cuidémonos como acompañantes

Este apartado, que cierra esta introducción, quizás sea el más


importante de todos. Los acompañantes necesitamos sentir a Cristo,
vivirlo en el seno de una comunidad para poder transmitirlo. A
menudo son muchos los que dicen: Y yo, ¿qué tengo para mí? Vamos
a acompañar un grupo de vida cristiana pero…¿y nosotros? ¿Quién
nos acompaña? Quizás ya estemos siendo acompañados, individual y
grupalmente, pero quizás no. Es nuestra obligación como cristianos
seguir cuidando nuestra fe. La Acción Católica General ofrece los
equipos de vida parroquiales como cauce natural, es decir, aquello
que vamos a acompañar nosotros vivámoslo también en nuestro
propio equipo de vida. Sin duda nos enriquecerá como cristianos, y
también nos ayudará en nuestra labor como acompañantes, pues la
experiencia que nosotros proponemos ya la estaremos viviendo.
Seamos acompañantes acompañados, juntémonos con otras personas
para profundizar en comunidad y tratar de llevar la fe a nuestra
propia vida. Hay instrumentos para ello.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Además de cuidar nuestra fe, es conveniente de vez en cuando cuidar


nuestra formación específica de acompañantes. También la ACG
ofrece esta formación, a través de materiales específicos para el
acompañamiento, a los cuales podremos recurrir en cualquier
momento. Además, siempre es muy enriquecedor tener contacto con
otros acompañantes de la parroquia y en la diócesis, para formarnos,
apoyarnos mutuamente, y seguir dando pasos en la creación de una
red de acompañantes diocesana sólida y eficaz.

Acompañemos pues, y dejémonos acompañar, en la fe, en la vida.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Primer bloque
En el corazón del Misterio: soy cristiano

Primera parte: Un Dios que camina conmigo


El título de esta primera parte ya es sugerente acerca de aquello que
queremos transmitir. Comienza con tres temas que ciertamente podrían
situar en contexto todo el itinerario: Dios me regala una vida de felicidad,
sale a mi encuentro y me ofrece su Palabra como guía. Los acompañantes
deberán situar a los miembros del equipo ante esta verdad que a todos nos
une: el deseo de la felicidad, o ¿quién no desea ser feliz en la vida? Les
ayudarán a descubrir que Jesús y su Palabra es el camino para llegar a esa
vida plena, y que Él no cesa de salir a nuestro encuentro invitándonos a
participar de ella.
Tras los contenidos de estos tres primeros temas, haremos un alto para
transformarlos en contenidos de oración. La celebración “Escuchamos tu
Palabra”, nos anima a adquirir el compromiso y el hábito de tener en el
corazón, en el día a día, la Palabra de Dios, como referente para la
conversión. Esta celebración podría perfectamente culminar un primer
trimestre.
Esta promesa de felicidad es la base de la alianza que Dios establece con
todos los hombres. Por ello, avanzamos nuestro recorrido adentrándonos en
el misterio de la Revelación y de la historia de la Salvación, y profundizando
en dos temas que desde el Antiguo Testamento nos ayudarán a mirar cómo
es nuestra relación con Dios: la Alianza de Dios con los hombres, y la figura
de los profetas como hombres e instrumentos de Dios.
Esta Alianza de Dios adquiere un sentido nuevo con Jesús. Con Él se llevará
a cabo la Nueva Alianza. Por ello es importante, como centro de esta
primera parte, que dediquemos una buena atención a la figura de Jesucristo:
su persona, su naturaleza y su misión. La revelación cristiana es ante todo y
sobre todo una persona: Jesús, el Cristo, revelación absoluta de Dios y su
designio, del hombre y su Salvación. Si nos llamamos cristianos es
precisamente porque nuestra fe se basa en esa verdad. Por tanto, estamos
en un momento muy importante de nuestro itinerario. Es imprescindible que
conozcamos a Jesús, lo busquemos y lo sigamos.
Es fundamental que no consideremos estos temas como una mera biografía
histórica sino como una lectura creyente de su figura. Por ello, además de
los temas donde profundizaremos en los contenidos correspondientes,
ofrecemos al final, un retiro espiritual donde cada uno pueda situarse ante

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la mirada de Jesús y lo escuche preguntarle: “Y vosotros, ¿Quién decís que


soy yo?” (Mt 16,15). Por tanto lo que intentaremos suscitar es que, tras este
recorrido que en el grupo vamos a realizar en torno a la figura de Jesús,
cada cual quiera encontrarse de verás con Él, lo reconozca como el Camino,
la Verdad y la Vida, y desee seguirle, anunciarle y amarle.

Tanto para los temas del Antiguo Testamento como para los cristológicos, es
recomendable también que las sesiones mensuales de “Orar y Celebrar” se
centren en lecturas del Evangelio que refuerzan los contenidos que aquí se
presentan. En estos temas se utilizan muchos pasajes evangélicos para
presentar de primera mano a Jesucristo. Sería muy rico profundizar en ellos
a través de estas sesiones de oración. Por tanto, estos temas tienen
material y recursos suficientes como para trabajarse durante dos trimestres.
Pero en esta primera parte de este itinerario no nos detenemos en la figura
de Jesús, sino que continuamos avanzando para acompañar al grupo a que
puedan descubrir a la Iglesia como el lugar pensado por Dios para llevar a
cabo su plan de salvación. Los contenidos de los próximos dos temas nos
ayudarán a presentar a la Iglesia como algo intrínsecamente unido a la
figura de Cristo, inseparable a Él, y nos interpelan a vivir unidos a ella y a su
misión, como cristianos. “La Iglesia es la casa en la que se anuncia la fe
entera, en la que la salvación que Cristo nos trajo se ofrece a todos” (Papa
Francisco, audiencia 09 octubre de 2013)
Casi al final de esta primera parte nos acercaremos a la figura de la Virgen
María, mujer del Sí incondicional a Dios, que nos enseña a ser verdaderos
hijos y verdaderos discípulos de Cristo, su Hijo. Ella, con su ejemplo, nos
ayudará a abrir los oídos del corazón para estar siempre dispuestos a
escuchar la voz de Jesús y a mostrarnos prontos para el seguimiento.
“Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5).
Y cerraremos este primer bloque, con la celebración “Con Cristo en la
Iglesia”, que podría culminar un último trimestre.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 1:
UNA VIDA DE FELICIDAD
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Transmitir la idea de que la búsqueda de la felicidad es universal y trascendental al ser


humano.
 Presentar un camino vital de felicidad que pasa por la confianza y vivencia en Cristo,
que siempre está invitándonos a seguirle.
 Reconocer el amor y la libertad como dos de los valores fundamentales para obtener
una felicidad plena.
 Introducir las bienaventuranzas como estilo de vida al que nos invita Jesús.

Desde la Palabra de Dios:

 Sal 42 (41) 1-3 – Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
 Lc 9, 23-27 – Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi
causa la salvará.
 Jn 8,12 Yo soy la luz del mundo – 8,31 conoceréis la verdad y la verdad os hará libres – 8,51
Quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre.
 Jn 15, 1-17 Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Desde el Catecismo:

 CIC 27-30 - ¿Por qué buscamos a Dios?


 CIC 31-36, 44-47 – ¿Podemos conocer la existencia de Dios mediante la razón?
 CIC 37-38 - ¿Por qué entonces los hombres niegan a Dios si pueden conocerlo mediante la
razón?
 CIC 39-43, 48 - ¿Se puede acaso captar a Dios mediante conceptos? ¿Podemos hablar con
sentido acerca de él?
 CIC 1718-1719, 1725 - ¿Por qué anhelamos la felicidad?
 CIC 1716-1717 - ¿Conoce la Sagrada Escritura un camino para alcanzar la felicidad?
 CIC 1716-1717, 1725-1726 - ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas?
 CIC 1720-1724, 1729 - ¿Qué es la bienaventuranza eterna?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

1. Un camino para la felicidad

¿Qué son esas cosas que nos hacen sentirnos felices?, ¿dónde las encontramos?, ¿qué
motivaciones tenemos? Toda persona, anhela una vida plena y llena de felicidad, pero vamos
creciendo, madurando, y no tenemos claro dónde encontrarla. Si acaso hemos pasado por
momentos pasajeros de “felicidad”, pero buscamos algo más.

Además las cosas que nos importan van cambiando. “Aprovecha ahora, que cuando seas
mayor no podrás”, nos han dicho continuamente, pero a la vez pensamos que hay cosas que
ya no estamos en edad de hacer. ¿Qué ha cambiado?, ¿qué cosas cambian desde los 15 años a
los 20, o de los 20 a los 30 o a la edad que cada uno tenemos en este momento? Según nos
vamos haciendo mayores disfrutamos de otra manera la vida.

Esta es la cuestión, ¿cuáles son nuestras motivaciones, nuestras metas, las cosas que nos
importan y las que nos preocupan? Hemos visto que en cada momento de la vida son
diferentes, por eso..., ¿cuáles son aquellas que nos quedan por descubrir?

Siguiendo el informe de la Fundación Santamaría 2010, podemos descubrir cuáles son los
aspectos más importantes en la vida de los jóvenes, pero que podrían tener mucha
coincidencia con los nuestros:

Familia 71 %
Salud 69 %
Amigos 59 %
Pareja 48 %  ¿Coinciden estos aspectos
importantes para ellos con los tuyos
Ganar Dinero 47 %
Tiempo Libre 47 %  ¿Cuáles son, en orden de prioridad,
Trabajo 47 % los tuyos?

Vida Moral y Digna 43 %


 ¿Por qué crees que la familia y los
Estudios-Formación 37 % amigos son tan importantes para los
jóvenes?
Vida Sexual Satisfactoria 35 %
Política 7 %
Iglesia 6 %

2. Un camino para la confianza

Suele ser un denominador común que las personas más cercanas a nuestra vida son lo más
importante para nosotros. No es la Iglesia, ni son los políticos, ni aquellos que están muy lejos
de nosotros los que nos generan más confianza a la mayoría.

 Según esto, ¿Qué es para ti la confianza? ¿De quién te fías?

Pero, a nuestro alrededor, no solamente encontramos a estos grupos de personas, sino que si
nos fijamos bien podemos descubrir, en la parroquia, a otras personas con las que poder vivir

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

una confianza nueva. Personas que, como todos, buscan ser felices, y que testimonian que
esta verdadera felicidad la han encontrado en Dios, poniendo a Jesús en el centro de sus vidas.
Pero, y ¿para ti?:

 ¿Es Dios parte importante de tu vida? ¿Crees que podría llegar a serlo?

Hoy nos situamos al comienzo de un camino que nos conducirá a crecer en cercanía y
confianza con el Señor. Así que tanto si has respondido sí, como si has respondido no, estate
tranquilo, este camino es largo. Lo positivo de todo es que no lo recorreremos solos, el grupo y
la parroquia serán con quienes aprendamos a descubrirlo en nuestra vida de cada día.

Jn 10, 10

“Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.

3. Un camino para la plenitud

La búsqueda de esta sensación de felicidad es la que a menudo mueve nuestra vida. No sólo
ahora, sino desde hace siglos, las personas vivimos con la esperanza de encontrarnos con
experiencias que nos hagan sentirnos cada vez más felices. Estas experiencias podemos
traducirlas en:

 Experiencias de amor:

 Sentirte querido o valorado por otra persona.


 La amistad. Sentirte comprendido, confiar en la otra persona.
 El amor en tu familia. Los que te protegen, te aconsejan, te cuidan.
 El amor por tu pareja. Quien te comprende, te complementa, te hace sentir especial.
 El amor dado a los demás. Sentir que eres capaz del bien para el otro.

 Experiencias de libertad: No para hacer lo que nos da


la gana, sino para hacer lo que de verdad nos puede hacer
felices, aquello que es justo para los demás y bueno para
nosotros.

 Son muchas las injusticias y desigualdades que vemos en


el mundo y que impiden que las personas seamos
verdaderamente libres.
 Superar las carencias en nuestra vida, que son obstáculo
para seguir avanzando y ser más libres: falta de
formación, intolerancias, prejuicios, egoísmos...

¿Qué sentimos cuando vivimos estas experiencias?

Quizás recordando estas experiencias podamos llegar a comprender el deseo que existe en el
corazón del hombre de ser plenamente feliz, pues todos buscamos cada vez más: amar y
sentirnos amados, y ser infinitamente libres. El hombre tiene sed de amor y de libertad, y en la
medida en que vivimos estas experiencias, nos sentimos más felices. Para el cristiano este
deseo del bien es el deseo de Dios. “Dios es Amor” (Jn 1, 1), y en la medida en que busco el
amor estoy encontrando a Dios en mi vida. No es que seamos felices después de vivir estas
experiencias porque nos sintiéramos antes poca cosa, o porque lo que teníamos hasta ese
momento fuera insuficiente. Lo somos por lo que hemos descubierto, porque sentimos que

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

podemos hacer muchísimas cosas, hasta el infinito. Es más, sentimos que tenemos que
hacerlas. Porque en definitiva tenemos sed de amor y de un mundo más justo.

El ser humano es un buscador insaciable de la paz y de la felicidad. Ninguna adquisición de


bienes materiales, ninguna situación vital, por satisfactoria que parezca, consigue detener
esa búsqueda. Somos peregrinos hacia un destino de plenitud que no encontramos nunca
del todo en el mundo (Benedicto XVI-Dios es Amor. 20)

4. Un camino para la vida

La Iglesia nos presenta una manera muy “nueva” de vivir. Nos presenta a Dios como el garante
de nuestra felicidad y a Jesús como el Camino para conseguirla. “Yo soy el camino y la verdad
y la vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Sí, sí, ya sé, ¿qué persona de hoy en día
elige este camino teniendo tantas y tantas cosas que satisfacen su deseo y por lo tanto
piensan que son felices? Muchos te dirán: “¡anda ya! pero ¿quién cree en esas cosas? Dios no
existe, no hay nada más que lo que puedes ver y tocar, con esas cosas de la religión sólo
tratan de engañarte... usa un poco la cabeza.”

Sin pretender resolver los enigmas de la ciencia o meternos en un debate filosófico, te


invitamos a pensar:

 ¿Por qué este mundo y no otro?


 ¿De dónde hemos salido, por qué hay algo en vez de nada?
 ¿Qué es la vida?
 ¿Por qué existimos los humanos, siendo diferentes de los animales?
 ¿Por qué es mejor el amor que el odio, la verdad que la mentira?
Estas preguntas, que el hombre de todos los tiempos se ha hecho, puede que queden hoy sin
respuesta para nosotros, pero te invitamos a buscarla en la fe que todos los cristianos
intentamos vivir cada día. Una fe que nos ayuda a encontrar a Dios en el amor, en la libertad,
en la verdad, en el perdón, en vivir para los demás sin pensar solamente en el dinero.

Hch 17, 27-29

“...con el fin de que lo buscasen a Él, a ver si, al menos a tientas, lo


encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en Él vivimos,
nos movemos y existimos; así lo han dicho incluso algunos de vuestros poetas:
"Somos estirpe suya". Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar
que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas
por la destreza y la fantasía de un hombre”

Entonces... ¿podemos encontrar a Dios en el mundo para que nos ayude a vivir? Conoceremos
a Dios en la medida que nos vayamos conociendo, en la medida que vayamos descubriendo
nuestra capacidad de entrega, de generosidad y servicio a Dios y, por tanto, a los demás. En la
medida en la que estemos dispuestos a vivir un amor esponsal, esto es ser capaz de entregar
la vida por amor.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Felipe Neri


Felipe tenía claro que el hombre
busca la felicidad, pero nada de
este mundo puede dársela. Por eso
San Felipe Neri ilustra
admirablemente la felicidad de la
santidad. Dispuesto a todo por
Cristo, logró maravillas en su vida y
la gloria del cielo.
Felipe, nacido en Florencia en 1515,
desde pequeño era afable,
obediente y amante de la oración.
En su juventud le gustaba visitar a
los padres dominicos del Monasterio de San Marco; según su propio testimonio estos padres le
inspiraron a la virtud. A los 17 años, lo enviaron a San Germano, como aprendiz de mercante.
Su estancia ahí no fue muy prolongada, ya que al poco tiempo tuvo la experiencia mística que
él llamaría, más tarde, su "conversión", y desde ese momento dejaron de interesarle los
negocios. Partió a Roma, sin dinero y sin ningún proyecto, confiado únicamente en la
Providencia. Allí se hospedó en la casa de un aduanero, quien le cedió una buhardilla y le dio lo
necesario para comer a cambio de que educase a sus hijos, los cuales -según el testimonio de
su propia madre y de una tía -se portaban como ángeles bajo la dirección del santo. Felipe no
necesitaba gran cosa, ya que sólo se alimentaba una vez al día y su dieta se reducía a pan,
aceitunas y agua. En su habitación no había más que la cama, una silla, unos cuantos libros y
una cuerda para colgar la ropa. Fuera del tiempo que consagraba a la enseñanza, Felipe vivió
entregado día y noche a la oración, fortaleciendo su vida espiritual y confirmándose en su
deseo de servir a Dios. Felipe hizo sus estudios de filosofía y teología, era muy devoto al
estudio, sin embargo le costaba concentrarse en ellos porque su mente se absorbía en el amor
de Dios, especialmente al contemplar el crucifijo. A los tres años de estudio, cuando el tesón y
el éxito con que había trabajado abrían ante él una brillante
carrera, Felipe abandonó súbitamente los estudios. Movido
probablemente por una inspiración divina, vendió la mayor parte
de sus libros y se consagró al apostolado.

VER
San Felipe Neri pedía a Dios que le diese un corazón más
grande. Hay circunstancias en la vida que abren de par en par el
corazón. Lo abren en el sentido de que hacen presente su
verdadero horizonte, su “capacidad de lo infinito”. Amar es una
de estas experiencias. También la amistad. ¿No te sientes “muy
bien” cuando estás con un amigo que te comprende y te quiere?
¿No es verdad que te sientes más persona cuando te valoran los
demás? Así es la vida. Un conjunto de experiencias que nos
hace siempre ir más allá, que nos mueven, que nos impulsan a
caminar, que nos abren el corazón.

 Piensa y comparte con el grupo un hecho concreto que


hayas vivido últimamente donde alguna persona te haya transmitido felicidad.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Qué aspectos tienen en común estas sensaciones de felicidad? ¿Qué hay detrás de
estas personas y estas situaciones para que se dé este sentimiento?

 ¿A quiénes afecta, además de a ti, estas sensaciones? ¿Cómo lo hacen?

JUZGAR
¿Las personas desean ser felices, es decir, vivir plenamente, y vivir siempre?

Sin embargo, no todos coincidimos al señalar qué es lo que nos hace felices. Algunas personas
consideran que la felicidad sólo consiste en tener dinero, poder, influencias, en disfrutar el día
a día. Otras ponen sus esfuerzos por construir una sociedad más justa, donde la gente que la
formamos nos respetemos y vivamos en paz. Este esfuerzo y sacrificio que podemos vivir hoy
es la base para la felicidad de mañana.

Dios ha puesto en el corazón de cada persona unos deseos profundos de felicidad, un deseo
profundo de vida, de querer vivir.

¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida
feliz, haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi
alma y mi alma vive de Ti. (San Agustín, conf. 10, 20.29)

La Iglesia católica nos habla en su catecismo de este deseo de felicidad:

CIC 1718. Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de
origen divino: Dios lo ha puesto en el corazón del hombre y de la mujer a fin de atraerlo hacia
Él, el único que lo puede saciar.

CIC 1719. Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de
los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza. Esta vocación se dirige a cada
uno personalmente, pero también al conjunto de la Iglesia, pueblo nuevo de los que han
acogida la promesa y viven de ella en la fe.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Mt 5, 3-12

Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los


cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos
quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos
de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de
ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de
cualquier modo por mi causa.

Vamos a detenernos ahora en el siguiente texto:

Lc 9, 23-25

Entonces decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí
mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la
perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.
Desde el Evangelio:

 ¿Cuáles son los motivos más auténticos, los que te hacen ser persona, los que te
descubren el sentido de la vida?

 “Pues el que quiere salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la
salvará”.

 ¿Qué clase de vida te está llamando Dios a rechazar?


 ¿Por qué Jesús nos da la Vida? ¿cómo nos ayuda a vivir?

ACTUAR
Después de esta reflexión ha llegado el momento para el compromiso. Son muchas las cosas
que han ido saliendo, muchas las preguntas que se han ido contestando, y muchas las
invitaciones a vivir la vida desde Dios, que es quien nos la ha dado y nos la da cada día.

Recuerda que para este momento debes tener tu Proyecto Personal de Vida Cristiana contigo,
repasa los objetivos y medios que te has puesto. Mira cuáles de ellos coinciden con las
llamadas que Dios te ha ido haciendo a lo largo de este tema. Párate a pensar si necesitas
reafirmarte en alguno, modificarlo, o si necesitas agregar otro nuevo.

 ¿Qué añade Dios a tu vida?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Qué compromiso concreto vas a asumir o a retomar para que tu vida adquiera más
sentido?

ORACIÓN
Poniéndonos en presencia de Dios, sacamos el Evangelio para rezar la siguiente oración. En
ella el evangelista S. Juan y S. Agustín nos van a dar la clave de la comunión con Dios. Es la
cumbre de toda la revelación bíblica.

 Lectura de 1 Juan 4, 7-8

 “Ama y haz lo que quieras” ( San Agustín )

Ama y haz lo que quieras.


Si callas, calla por amor;
Si corriges, corrige por amor,
si perdonas, perdona por amor;
ten siempre en el fondo del corazón la raíz del
amor:
de esta raíz no pueden sino surgir cosas buenas.

Ahora párate a pensar:

 ¿Soy de callar o de hablar? ¿lo hago desde el amor?


 ¿Corrijo o no me meto en líos? ¿lo hago desde el amor?
 ¿Perdono con amor o me quedo en el rencor?

Quizás le puedes pedir a Dios que te ayude a encontrar el camino del Amor en estas pequeñas
actitudes, que son las que nos pueden hacer grandes ante Él.

 PADRE NUESTRO… (todos juntos)

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Recursos para hacer algo diferente:

Película – EN BUSCA DE LA FELICIDAD


Título original: The Pursuit of Happyness.
Año: 2006.
Duración:116 min.
País: Estados Unidos.
Director: Gabriele Muccino.

Esta película basada en una historia real, nos


ofrece algunos elementos para presentar la vida
como vocación, como búsqueda. En ella
encontramos algunos elementos vocacionales
que nos van a servir para el debate. Por ejemplo,
¿qué es la felicidad según la película? Desde la
perspectiva norteamericana diríamos que es el
éxito profesional unido a un cierto nivel
económico. Pero desde una antropología
cristiana sabemos que no es así.
Es interesante el hecho de que en la Declaración
de independencia de Estados Unidos, Thomas
Jefferson incluyó como una de sus sentencias más contundentes “el derecho del hombre a la
vida, la libertad y a la búsqueda de la felicidad”. La reflexión que hace Chris en la película es
sobre el hecho de la búsqueda. La felicidad tiene que buscarse, no nos viene dada, pero
¿dónde? ¿No será en la respuesta afirmativa a la invitación de Dios a vivir en plenitud? ¿No
será en el seguimiento de su Hijo Jesús?

Como propuesta para trabajar la película:

Ver y analizar:

 ¿Cuál es la situación de la familia de Chris que se nos presenta en la película?


 ¿Tiene Chris las capacidades necesarias para conseguir el trabajo que busca?
 ¿Cuál es el sueño que busca en su vida?
 Cuando se entera que las prácticas no serán remuneradas a Chris le entran dudas. ¿Qué
argumentos tiene para seguir adelante? ¿Cuáles en contra?
 ¿Qué sacrificios hace Chris para alcanzar lo que busca?
 ¿Por qué consigue hacer realidad su sueño?

Nos interpela:

 ¿Cuáles son los sueños que buscas en la vida?


 ¿Qué dificultades encuentras para alcanzarlos?
 ¿Qué haces para superar las dificultades?
 ¿Qué idea de la felicidad se nos presenta en la película? ¿Estás de acuerdo con ella?
¿Qué es para ti la felicidad?
 Como cristiano, ¿qué experiencia de felicidad profunda has tenido?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 2:
LA RESPUESTA DE DIOS
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Descubrir que debemos estar atentos a nuestro alrededor y desde nuestro corazón para
reconocer a Dios en aquello que nos rodea y vivimos.
 Descubrir que en la búsqueda de Dios la iniciativa no la llevamos nosotros, sino que
siempre es Dios.
 Presentar a Jesús como la gran respuesta que Dios nos da a toda esa búsqueda de la
felicidad inherente al ser humano.
 Sentirnos llamados a continuar el proyecto de Jesús en nuestro propio proyecto de vida
cristiana.

Para preparar el tema:

 Al menos el apartado “VIDA CRISTIANA” podemos trabajarlo en una segunda reunión,


todo el grupo junto o bien traerlo preparado desde casa. De una manera u otra el
acompañante al finalizar la primera reunión del tema “Para leer y profundizar”,
introducirá el cuestionario, para que éste no genere dudas ni dificultades.
 Tener en cuenta que en el “Juzgar” se trabaja sobre un mensaje del Papa Benedicto XVI,
que aunque esté dirigido a los jóvenes es apto para que todos podamos reflexionarlo
independientemente de la edad (anexo 1), por lo que, si el acompañante cree que lo
pueden trabajar en casa, sería ideal entregárselo también en la sesión anterior.

Desde la Sagrada Escritura:

 Rom 1, 19-20 – … son perceptibles para la inteligencia a partir de la creación del mundo
a través de sus obras.
 Heb 1, 1-4 – En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios a los padres por los
profetas. En esta etapa final nos ha hablado por el Hijo.
 Jn 1, 1-18 – A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer.
 Lc 10, 21 – «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido
estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños».
 Hch 17, 26-28 – … aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en el vivimos, nos
movemos y existimos.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Desde el Catecismo:

 CIC 1-3 - ¿Para qué estamos en la tierra? ¿Por qué nos creó Dios?
 CIC 50-53 - ¿Por qué tuvo Dios que mostrarse para que sepamos cómo es?
 CIC 54-64 - ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?
 CIC 65-66 - ¿Qué nos muestra Dios de sí cuando nos envía a su Hijo?
 CIC 66-67 - ¿Está dicho todo con Jesucristo o continúa todavía después de él la
revelación?
 CIC 142-149 - ¿Cómo podemos responder a Dios cuando él se dirige a nosotros?
 CIC 290-292 - ¿Quién ha creado el mundo?
 CIC 355-357 - ¿Qué quiere decir que el hombre ha sido creado «a imagen» de Dios?
 CIC 841-845 - ¿Cómo ve la Iglesia a las demás religiones?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

Nos preguntábamos, en la primera parada de este itinerario, si era posible ser feliz. Parece que,
con Dios cerca, todo es posible. Con Él encontraremos esa vida llena de felicidad, libertad, paz,
amor, que estamos que nunca nos cansamos de buscar. Nunca es tarde para ser más y más
feliz.

Pero… ¿cómo sabemos que estamos cerca de Dios, que no nos


estamos alejando de Él, que estamos haciendo lo que Él nos está
pidiendo en cada momento? Si no somos capaces de dar
respuestas a estas preguntas, la vida feliz que se nos promete se
nos puede escapar de las manos.

Esto no es fácil, aunque Dios se nos está mostrando en cada


momento, en cada situación o lugar. Pero encontrarnos con Él
exige estar atentos y con ganas de recibirle, dispuestos a recibir su
Amor. Hoy en día hay cosas en el mundo que actúan como una venda que no nos permite
encontrarnos con Él.

Hay gente que tiende a semejar a Dios al conjunto de las cosas bellas que hay en el mundo,
como si Dios fuera una especie de universo. Pero Dios supera todo esto. Dios es Amor, es Vida,
es respuesta a nuestras preguntas, es esperanza. Pero: ¿dónde encontrar esta respuesta?
Si miramos la historia de las religiones, veremos que esta búsqueda no es nueva, que está
plagada de hallazgos, encuentros, acercamientos... Para los cristianos todo aquel que busca a
Dios nos resulta cercano. Todos aquellos que no conocen a Cristo ni a su Iglesia, pero buscan
sinceramente a Dios y siguen la voz de su conciencia, pueden alcanzar la salvación con la
ayuda de la gracia.

 ¿Conoces a alguien, algún amigo, familiar… que tenga este tipo de inquietudes?
Esta búsqueda, en el cristianismo no la llevan a cabo las personas, sino que la iniciativa es, en
todo momento, de Dios. Es Él el que nos busca amorosamente para decirnos que nos está
esperando, que nos acerquemos a Él. Él es quien nos busca, y está mostrándonos su respuesta
en muchos de los acontecimientos de la historia y de nuestra vida. Dios quiere que nos
acerquemos a Él. Y lo tenemos delante de nosotros sin darnos muchas veces cuenta.

Veamos estas dos historias:

1) “Hubo una vez un científico que llevaba años trabajando duramente para conseguir
entender el funcionamiento del universo: analizaba otros estudios, consultaba miles de libros,
hacía mediciones en el cielo, observaciones con sus sofisticados telescopios, investigaba en los
laboratorios atómicos más importantes del mundo todas las partículas…

Un día estaba comiendo con sus sobrinas cuando le preguntaron que cuál era su trabajo. Él
hizo un gran esfuerzo por explicarles a las niñas en que consistía, y cuando terminó, le dijo una
de ellas, - pero tío, si es muy fácil, mi profesora de religión dice que el universo es el regalo de
Dios a las personas-.

Él sonrió amorosamente y le dijo - y si es así, ¿qué parte te ha tocado a ti?-.

Ella sonriente respondió - a mí me has tocado tú -.

Él no pudo evitar abrazarla con todo su amor, al tiempo que sentía que todo el universo en ese
momento giraba a su alrededor.”

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

2) “Existía en un pequeño pueblo un zapatero muy humilde y trabajador. Era también un


hombre muy religioso. Antes de acostarse, al finalizar la jornada, hacía sus plegarias. En una de
las noches, mientras oraba, escuchó una voz que le dijo: "Has sido grato a los ojos de Dios. Por
eso, mañana, él mismo vendrá a tu casa a visitarte".

El zapatero no pudo dormir de la emoción. Se levantó temprano, barrió toda la casa. Sabía que
contaba con poco tiempo
para adecentar el lugar. En
eso, pasó por allí un niño con
los zapatos rotos y heridas en
los pies. Le pidió al zapatero
que le arreglara las suelas. A
pesar de contar con tan poco
tiempo para arreglar su casa,
no pudo negarse ante las
lágrimas del niño y le arregló
los zapatos.

Continuó su faena y cuando


tenía casi todo listo llegó una
viuda que había quedado
muy sola y estaba deprimida.
Necesitaba desahogarse y le pidió al zapatero que la escuchara. Pensó para sus adentros:
"Todavía me falta montar la olla para la comida de la visita". Sin embargo, no pudo resistirse a
las lágrimas de la viuda y prefirió escucharla. La señora se fue contenta.

Estaba atardeciendo y el zapatero se puso a cocinar los alimentos. En eso llegó un borracho
con el estómago vacío y ardiente por el alcohol. Pedía un poco de comida. El zapatero pensó:
"Y si viene Dios y me ve con este tipo de gente, ¿qué va a pensar? Además, si le doy comida,
¿alcanzará?". Pero al final pudo más la compasión y el borracho comió y conversó con el
zapatero.

Ya era de noche y el borracho se fue de la casa. Las últimas horas fueron eternas. Esperaba y
esperaba, pero la ansiada visita no llegaba. Ya muy tarde, se puso a rezar y le dijo a Dios:
"Señor, te he esperado durante todo el día. ¿Será que te decepcioné? ¿Por qué no has venido?"
Y en su corazón escuchó una voz que le decía: "Claro que te visité: en el niño con los pies
rotos, en la viuda deprimida, en el borracho con hambre,... Y todo lo que has hecho por ellos, a
mí me lo has hecho. Gracias por recibirme tan bien".

De poco vale estar siempre despierto y alerta para encontrarle, si no estamos abiertos a
recibirle, a recibir su Amor. Dios se da a conocer en cada momento por ese Amor,
incluyéndonos en su familia, como sus propios hijos. Hasta tal punto nos quiere, que se hace
Hombre por nosotros para acogernos y salvarnos.
En nosotros está el abrirnos a esa llamada, el elegir o no este camino, el cual no está fuera de
este mundo, sino que tenemos que andar por él en el día a día, a través de nuestros actos y
elecciones cotidianas.

 ¿Alguna vez te ha pasado que has dado un montón de vueltas para resolver un problema
que al final era bastante sencillo? o ¿has buscado alguna cosa, hasta darla por perdida, y
resulta que estaba delante de tus narices?

Te invitamos ahora a no darle muchas vueltas, a dejarte envolver por el misterio de Dios y a
contestar con sinceridad:
 ¿Qué significa para ti ser cristiano?
 ¿Quién sientes que te ayuda a andar este camino como cristiano? ¿Cómo lo hace?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Cuando pretendemos llegar a Dios sin Dios, es decir, solo por medio de nuestras fuerzas y
capacidades, no conseguimos encontrarle. Tendremos un dios hecho a nuestra medida
“hechura de manos humanas” (Sal 115, 4) por más grande y perfecto que lo hayamos
imaginado.

Si intentamos dominar nuestra búsqueda del conocimiento de Dios, nos acercaremos a Él como
si fuera una cuestión técnica. Es bueno que dejemos que Dios y su misterio escapen de nuestro
dominio, porque entonces es cuando tendrá sentido nuestra esperanza de salvación.

1. Dios nos llama


Si algo distingue a los seres humanos es nuestra capacidad de búsqueda: querer ir siempre
más allá, llegar siempre un poco más lejos, tocar con la punta de los dedos un poco más
arriba... es una tendencia que nos lleva a mirar fuera de nosotros mismos y de nuestro entorno,
hacia horizontes nuevos y desconocidos. Esta capacidad de búsqueda se hace especialmente
fuerte cuando somos niños o jóvenes.

 ¿Te consideras un buscador de nuevas experiencias?


Si pensamos en Jesús, veremos que, con Él, Dios nos ha dado todo lo que podemos desear:
paz, amor, entrega, felicidad, libertad, acogida, fidelidad; nada material, pero todo muy por
encima de las aspiraciones de las personas. Esta es la gran respuesta de Dios.

Así lo recoge el catecismo de la Iglesia católica, cuando nos habla de la revelación gratuita de
Dios a los hombres y cómo esa revelación culminará de manera plena en Jesús.

2. Dios nos habla desde lo que nos rodea


Piensa en una cosa que hayas visto en las últimas semanas y que te haya gustado
especialmente:

 Algunas personas piensan que si sumamos todas las cosas bellas del mundo dan como
resultado a Dios. ¿Tú que piensas? ¿Alguna vez te has dejado sorprender por cómo
“funciona” la naturaleza, por cosas asombrosas de las que somos capaces los seres
humanos…?

Las cosas que nos rodean hablan de Dios, llevan su marca, su huella; Él es su Creador. Pero su
marca no es como un logo empresarial, que nos intenta transmitir una visión comercial. La
marca de Dios nos habla de su origen, de su fin, de su fundamento, de su sentido y sobre todo
de su Amor.

Todas las cosas finitas no son Dios, pero nos hablan de Él, nos transmiten la grandeza de su
Creador, que se ha expresado en su creación.

 ¿Dónde ves tú a Dios? ¿Cómo crees que se hace presente?

3. Dios nos habla desde lo más profundo del corazón


Queremos asemejar las cosas a Dios, queremos emprender grandes aventuras en su búsqueda
y lo que en verdad buscamos es la esperanza, la salvación... esa que se manifiesta en lo
bueno, en lo verdadero, en lo justo, en lo bello, en todo eso que está marcado en nuestro

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

corazón, el cual tampoco es Dios, pero en el que también ha dejado huella, una huella especial,
porque somos sus hijos/as. Esa huella debe ser guía, llamada para escoger el camino que nos
propone Dios.

Este encuentro con Dios, en nuestro corazón, tiene que partir de una lectura sosegada, pero
activa, del mundo. Como cristianos debemos vivir inmersos en la realidad del mundo, desde
donde Dios se nos muestra en nuestro corazón a través de las personas y acciones que
suceden a nuestro alrededor.

 Busca en tu corazón esas veces que te has sentido cercano a Dios, que Dios estaba dando
respuesta a aquello que te estaba pasando.

4. Dios nos habla desde la historia: la Historia de la Salvación


Dios ha estado y está presente en la historia de la humanidad, y hoy se nos sigue
comunicando. Puede ser complicado generalizar esos signos en el presente, pero conocemos
de primera mano a través de la Biblia que Él acompaña y guía al pueblo de Israel, como
podremos descubrir en este Itinerario Cristiano.

Es precisamente el pueblo de Israel quien se va convenciendo poco a poco de quién es Dios,


porque Él mismo toma la iniciativa, con fidelidad, en sucesivas alianzas (con Noé, con
Abraham, con Moisés, con David, con los profetas...), y es su pueblo el que debe ir corrigiendo,
guiado por Dios, las malas interpretaciones que hace de quién es y lo que quiere Dios. Por
tanto, Dios, a través de la historia, va conduciendo al pueblo hacia un centro. ¿Y cuál es el
centro de toda la historia?

5. Jesucristo, centro de la Historia de la Salvación


Pablo escribió a los cristianos de Corinto:

2 Cor 1, 19 – 20

«El Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por
Timoteo, no fue sí y no, sino que en él sólo hubo sí. Pues todas las promesas de Dios han
alcanzado su sí en él».

Si alguno de nosotros nos hubiéramos imaginado cómo es de grande el amor de Dios hacia
nosotros, seguramente nunca hubiéramos podido imaginar algo así. Dios se nos ha dado por
completo en Cristo. Jesús crucificado y resucitado es el gran mensaje de Vida al mundo. Con
Jesús, Dios nos ha dicho todo lo que tenía que decirnos, porque nos lo ha dicho Él mismo.

Resumiendo…

Por tanto, los cristianos tenemos muchas razones para tener una mirada llena de esperanza:
sentimos que Dios está presente en todo, y es el que guía nuestra vida. Todo tiene sentido,
porque Dios nos ha dicho la Verdad sobre Él, sobre nosotros, sobre el mundo y sobre la historia,
y nos lo ha dicho con su presencia misteriosa, con su Amor presente en la realidad, en el fondo
de nuestro corazón, en la historia y en sus etapas, y especialmente en Jesús resucitado.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: Teresa Benedicta de la Cruz– Edith Stein

Esta extraordinaria mujer llevó su búsqueda


de la verdad hasta las últimas
consecuencias, con una firme convicción de
que detrás de ella se hallaba Dios.

Nació en Breslau, Polonia (entonces


Alemania), el 12 de octubre de 1891. Su
madre, de profunda fe judía, acogió gozosa
a la undécima de sus hijos. Su camino
estuvo plagado de renuncias y sufrimientos
de distinta índole, comenzando por la
pérdida de su padre cuando apenas tenía 2
años. Era de temperamento nervioso e
irascible, pero tras él se escondía una
privilegiada inteligencia que le llevaba a
reflexionar con inusual madurez a la edad
de 7 años. Sin embargo, al llegar a la
adolescencia, en una crisis aguda propia de la edad dejó aparcados sus estudios y las prácticas
piadosas que su madre le había inculcado. Edith perdió la fe en Dios. "Con plena conciencia y
por libre elección dejé de rezar". Pasó gran parte de 1906 en Hamburgo y al año siguiente,
reconciliada consigo misma y con la vida en general, retornó a las aulas. Fue una alumna
destacada, y su verdadera pasión era la filosofía.

Edith se hallaría un día frente a la fe y esperanza de una viuda, que acogía confiada el
reencuentro con su esposo en la vida eterna. Quedó desarmada: «Este ha sido mi primer
encuentro con la cruz y con la fuerza divina que transmite a sus portadores... Fue el momento
en que se desmoronó mi irreligiosidad y brilló Cristo». Además, una tarde encontró y leyó la
vida de Santa Teresa de Ávila y le invadió una profunda conmoción: «Cuando cerré el libro, me
dije: esta es la verdad». Se bautizó y recibió la confirmación en 1922, pasando por el duro
trance de ver con cuánto dolor acogía su madre la noticia.

Ya en 1933, cuando el holocausto judío había estallado, le abrieron las puertas del Carmelo de
Colonia. Su admirable vida, fraguada de trabajo, humildad, oración y sacrificios iba
desarrollándose en este convento y en el holandés de Echt, hasta que el 2 de agosto de 1942
llega la Gestapo y, junto con otros muchos judíos convertidos al cristianismo, es llevada al
campo de concentración de Westerbork. El Prof. Jan Nota, cercano a ella, escribirá más tarde:
"para mí, ella es, en un mundo de negación de Dios, una testigo de la presencia de Dios"

“Me propongo una carrera académica y escojo para ello una universidad adecuada que me
da garantías para cursar mis estudios con provecho. Esto está dentro de una coherencia
oportuna, llena de sentido. Que encuentre en aquella ciudad una persona que “por
casualidad” estudia en la misma, y un buen día, “casualmente” hable con ella sobre
problemas de cosmovisión, no tiene, a primera vista una coherencia razonable. Pero si,
después de años, contemplo mi vida transcurrida, descubro que aquella conversación fue de
una influencia capital en mí, tal vez más importante que toda la carrera, y me viene el
pensamiento de que quizá fui a esa ciudad justamente por aquel encuentro, que “tenía que
ir” a esa ciudad. Lo que no estaba en mis planes, estaba en los planes de Dios. Y cuanto
más veces experimento cosas como éstas, más viva se me hace la convicción desde la fe
que para Dios no hay casualidades.” (Edith Stein)

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

VER
“Lo que no estaba en mis planes, estaba en los planes de Dios ”, dice Teresa Benedicta de la
Cruz. Como vemos, Jesús tiene una respuesta, un Proyecto de Vida para cada uno de nosotros.
Quizás nosotros, a lo largo de nuestra vida, ya hemos hecho muchos proyectos personales de
vida cristiana o quizá todavía no; quien más, quien menos, plantea su futuro lo mejor que
puede, con esperanza, y pone los medios a su alcance para conseguirlo. Es la ley de la vida
humana. Esto es algo positivo porque mostramos nuestro interés por vivir. Quien no tiene
proyectos, una meta de futuro, será difícil que alcance una felicidad plena.

A Dios le sucede lo mismo. Tiene un proyecto. Lo sabemos porque Él nos lo ha revelado. El


origen de su plan es Él mismo. Nadie se lo ha sugerido. Sólo su Amor. El amor se hace presente
cuando se lo ofrecemos gratuitamente a los otros. Esos otros, para Dios, somos nosotros, todos
los seres humanos y toda su creación.

 Seguramente que alguna vez has hablado con amigos o familiares de planes de futuro,
comparte con el grupo un hecho en el que se ponga de manifiesto un proyecto que
tienes tú o un amigo, compañero, familiar…
 ¿Qué motivaciones descubres en los proyectos que habéis compartido?
 ¿Está Dios presente en ellos?
 ¿Qué futuro crees que te espera a ti o a la gente que ahora tiene esos proyectos? ¿Qué
cosas crees que serán para ellos más importantes en su vida?

JUZGAR
Vamos a leer, para este “Juzgar”, las palabras del Papa Benedicto XVI (anexo 1) a los jóvenes
con motivo del XXV aniversario de la institución de la Jornada Mundial de la Juventud, que os
habrá entregado vuestro acompañante.

El Papa Benedicto XVI nos dice en su mensaje:

“Cristo, de hecho, interrumpe su camino para responder a la pregunta de su interlocutor,


manifestando plena disponibilidad hacia ese joven, que estaba movido por un ardiente deseo
de hablar con el “Maestro bueno”, para aprender de Él a recorrer el camino de la vida”

 ¿Qué destacarías del mensaje del Papa Benedicto XVI?


 ¿Cuál debe ser la centralidad de vida de todo cristiano?
 ¿Conoces algún texto más, aparte del texto del joven rico, en el que Jesús nos dé alguna
respuesta para nuestra vida cristiana?

Mateo 6, 25–26

«Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni
por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el
alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan,
ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros
más que ellos?”.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ACTUAR
Os animamos en este “actuar”, a revisar vuestro Proyecto Personal de Vida Cristiana, en este
caso con especial atención a descubrir si vuestro Proyecto responde al que Dios tiene para ti.
Decíamos, al finalizar el “Para leer y profundizar”, que “los cristianos tenemos muchas razones
para tener una mirada llena de esperanza”.

 ¿Transmite tu proyecto esperanza? ¿Qué puedo añadir para que sea aún más
esperanzador?
 ¿Cuál debería ser el fundamento de este Proyecto para que responda a lo que Dios quiere
de ti y puedas alcanzar esa felicidad plena que nos ofrece?

ORACIÓN
Cumplir tu voluntad de amor

Señor Jesús,
te he pedido una cosa,
que no dejaré de pedirte nunca,
cumplir tu voluntad de amor,
todos los días de mi humilde y pobre vida.
En tus manos, Dios de bondad, pongo mi espíritu,
mi corazón y mi inteligencia,
Mi razón y mi voluntad.
Y haz que los utilice
para servirte,
amarte, agradarte
y alabarte siempre.

(San Francisco de Sales)

Para rezar durante la semana…

Vamos a buscar un espacio personal en el que procuraremos hacer silencio para orar con el
Padre, desde algo que nos acontezca en la vida durante esta semana. Buscamos a Dios,
compartimos con Él lo que pasó en ese momento, le pedimos que nos ayude, o ayude a las
personas presentes en esa situación, y le damos gracias. Pasos a seguir:

1. Buscamos un lugar tranquilo, y nos sentamos en una postura recogida, que nos ayude a
centrarnos.
2. Tomamos conciencia de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, de la postura en la que
estamos. Siente dónde está tu cabeza, cuello, hombros, brazos, tronco, piernas…y el
contacto con el suelo, silla…
3. Nos olvidamos de todas las ideas que nos vienen a la cabeza, pensamientos,
imaginaciones…
4. Ponte en presencia de Jesús, Él está en este momento contigo. Siéntelo junto a ti,
contemplándolo.
5. Cuéntale ahora cómo te encuentras, tus deseos, tus proyectos…
6. Pensamos ahora en el hecho de vida donde hayamos descubierto la presencia de Dios,
o la necesidad de Dios.
7. Intentamos olfatear algunas de las situaciones, mirar en el corazón de las personas,
encontrar aquellos detalles en los que Dios se manifiesta. Lo importante es descubrir y
experimentar que este "acontecimiento" forma parte de la historia de salvación.
8. Damos a gracias a Dios por poder haberle reconocido en nuestra vida, o le pedimos que
nos ayude a encontrarle más veces.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

9. Escucha ahora a Jesús: «El que tenga sed, que venga a mí y beba el que cree en mí;
como dice la Escritura: "de sus entrañas manarán ríos de agua viva"». (Juan 7, 37-38)
10. Nos abrimos a Dios. Repetimos lentamente con paz, desde el corazón, humildemente:

Señor, tengo sed…

Señor, tengo sed de una vida más profunda,


tengo sed de una vida en armonía,
tengo sed de una vida en plenitud…

Señor, tengo sed de ti,


tengo sed de tu amor,
tengo sed de tu verdad,
tengo ser de tu vida…

Señor, tengo sed de Dios,


tengo sed del Dios vivo y verdadero…

Señor, tengo sed de tu Espíritu,


tengo sed de ti…

Señor, tengo sed de ti.

11. Pensamos y/o escribimos una oración personal, pidiéndole su ayuda o cercanía, o
simplemente contándole qué hemos sentido en este ratito de oración.

Terminamos rezando el Padre Nuestro.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ANEXO 1

Mensaje del Papa Benedicto XVI a los jóvenes con motivo del XXV aniversario de la institución de
la Jornada Mundial de la Juventud.

"Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? " (Mc 10,17)

Queridos amigos,
este año se celebra el vigésimo quinto aniversario de la institución de la Jornada Mundial de la
Juventud, querida por el Venerable Juan Pablo II como cita anual de los jóvenes creyentes del
mundo entero. Fue una iniciativa profética que ha traído frutos abundantes, permitiendo a las
nuevas generaciones cristianas encontrarse, ponerse a la escucha de la Palabra de Dios,
descubrir la belleza de la Iglesia y vivir experiencias fuertes de fe que han llevado a muchos a
la decisión de entregarse totalmente a Cristo.
La presente XXV Jornada representa una etapa hacia el próximo Encuentro Mundial de los
jóvenes, que tendrá lugar en agosto de 2011 en Madrid, donde espero que seréis numerosos
en vivir este acontecimiento de gracia.
Para prepararnos a esta celebración, quisiera proponeros algunas reflexiones sobre el tema de
este año: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? " (Mc 10,17),
tomado del episodio evangélico del encuentro de Jesús con el joven un tema ya afrontado en
1985, por el Papa Juan Pablo II en una bellísima Carta, dirigida por primera vez a los jóvenes.

1. Jesús se encuentra a un joven


Se ponía ya [Jesús] en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le
preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" Jesús le dijo:
"¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No
mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu
padre y a tu madre." El, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi
juventud." Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto
tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme."
Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (Mc
10, 17-22).
Este relato expresa de manera eficaz la gran atención de Jesús hacia los jóvenes, hacia
vosotros, hacia vuestras expectativas, vuestras esperanzas, y muestra qué grande es su deseo
de encontraros personalmente y de abrir un diálogo con cada uno de vosotros. Cristo, de
hecho, interrumpe su camino para responder a la pregunta de su interlocutor, manifestando
plena disponibilidad hacia ese joven, que estaba movido por un ardiente deseo de hablar con el
“Maestro bueno”, para aprender de Él a recorrer el camino de la vida. Con este pasaje
evangélico, mi Predecesor quería exhortar a cada uno de vosotros a “desarrollar su propio
coloquio con Cristo – un coloquio que es de fundamental importancia y esencial para un joven"
(Carta a los jóvenes, n. 2).

2. Jesús le miró y le amó


En el relato evangélico, san Marcos subraya cómo “Jesús, fijando en él su mirada, le amó”
(cfrMc 10,21). En la mirada del Señor está el corazón de este especialísimo encuentro y de
toda la experiencia cristiana. De hecho el cristianismo no es en primer lugar una moral, sino

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

experiencia de Jesucristo, que nos ama personalmente, jóvenes o viejos, pobres o ricos; nos
ama también cuando le damos la espalda.
Comentando la escena, el papa Juan Pablo II añadía, dirigido a vosotros jóvenes: “¡Os auguro
que experimentéis una mirada así! ¡Os auguro que experimentéis la verdad de que él, el Cristo,
os mira con amor!" (Carta a los jóvenes, n. 7). Un amor, manifestado en la Cruz de manera tan
plena y total, que hace escribir a san Pablo con estupor: “me amó y se entregó a sí mismo por
mí” (Gal 2,20). "La conciencia de que el Padre nos ha amado desde siempre en su Hijo, de que
Cristo ama a cada uno y siempre – escribe aún el papa Juan Pablo II – se convierte en un punto
firme de apoyo para toda nuestra existencia humana" (Carta a los jóvenes, n. 7), y nos permite
superar todas las pruebas: el descubrimiento de nuestros pecados, el sufrimiento, el desánimo.
En este amor se encuentra la fuente de toda la vida cristiana y la razón fundamental de la
evangelización: ¡si verdaderamente hemos encontrado a Jesús no podemos menos que dar
testimonio de Él a todos aquellos que aún no han cruzado la mirada con Él!

3. El descubrimiento del proyecto de vida


En el joven del Evangelio podemos ver una condición muy similar a la de cada uno de vosotros.
También vosotros sois ricos en cualidades, en energías, en sueños, en esperanzas: ¡recursos
que poseéis en abundancia! Vuestra propia edad constituye una gran riqueza no solo para
vosotros sino también para los demás, para la Iglesia y para el mundo.
El joven rico pregunta a Jesús: ¿Qué tengo que hacer? La etapa de la vida en la que estáis
inmersos es tiempo de descubrimiento: de los dones que Dios os ha otorgado y de vuestras
responsabilidades. Es, también, tiempo de elecciones fundamentales para construir vuestro
proyecto de vida. Es el momento, por tanto, de interrogaros sobre el sentido auténtico de la
existencia y de preguntaros: “¿Estoy satisfecho con mi vida? ¿Hay algo que me falta?”.
Como el joven del Evangelio, quizás también vosotros vivís situaciones de inestabilidad, de
turbación o de sufrimiento, que os llevan a aspirar a una vida no mediocre y a preguntaros: ¿en
qué consiste una vida lograda? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cuál podría ser mi proyecto de vida?
“¿Qué tengo que hacer, para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?" (Ibid., n. 3).
¡No tengáis miedo de afrontar estas preguntas! Lejos de abrumaros, éstas expresan las
grandes aspiraciones que están presentes en vuestro corazón. Por tanto, deben ser
escuchadas. Éstas esperan respuestas no superficiales, sino capaces de satisfacer vuestras
auténticas esperanzas de vida y de felicidad.
Para descubrir el proyecto de vida que puede haceros plenamente felices, poneos en escucha
de Dios, que tiene su diseño de amor sobre cada uno de vosotros. Con confianza, preguntadle:
“Señor, ¿cuál es tu diseño de Creador y Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo
cumplirla”. Estad seguros de que os responderá. ¡No tengáis miedo a su respuesta! “Dios es
mayor que nuestra conciencia y conoce todo” (1 Jn 3, 20).

4. Ven y sígueme!
Jesús invita al joven rico a ir más allá de la satisfacción de sus aspiraciones y de sus proyectos
personales, le dice: “¡Ven y sígueme!”. La vocación cristiana brota de una propuesta de amor
del Señor y puede realizarse solo gracias a una respuesta de amor: "Jesús invita a sus
discípulos al don total de su vida, sin cálculo ni intereses humanos, con una confianza en Dios
sin reservas. Los santos acogen esta invitación exigente, y se ponen con humilde docilidad tras
las huellas de Cristo crucificado y resucitado. Su perfección, en la lógica de la fe a veces
humanamente incomprensible, consiste en no ser el centro de sí mismos, sino en escoger el ir
contracorriente viviendo según el Evangelio” (Benedicto XVI, Homilía con ocasión de las

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Canonizaciones: L’Osservatore Romano, 12-13 octubre 2009, p. 6).


A ejemplo de tantos discípulos de Cristo, acoged también vosotros, queridos amigos, con gozo
la invitación al seguimiento, para vivir intensamente y con fruto en este mundo. Con el
Bautismo, de hecho, Él llama a cada uno a seguirlo con acciones concretas, a amarlo por
encima de todo y a servirlo en los hermanos. El joven rico, por desgracia, no acogió la
invitación de Jesús y se fue entristecido. No había encontrado el valor de apartarse de los
bienes materiales para encontrar el bien más grande propuesto por Jesús.
La tristeza del joven rico del Evangelio es la que nace del corazón de cada uno cuando no se
tiene el valor de seguir a Cristo, de realizar la elección correcta. ¡Pero nunca es demasiado
tarde para responderle!
Jesús no se cansa nunca de volver su mirada de amor y de llamar a ser sus discípulos, pero Él
propone a algunos una elección más radical. En este Año Sacerdotal, quisiera exhortar a los
jóvenes y a los chicos a estar atentos a si el Señor os invita a un don más grande, en el camino
del Sacerdocio ministerial, y a hacerse disponibles a acoger con generosidad y entusiasmo este
signo de especial predilección, emprendiendo con un sacerdote, con el director espiritual el
necesario camino de discernimiento. ¡No tengáis miedo, vosotros, queridos jóvenes y queridas
jóvenes, si el Señor os llama a la vida religiosa, monástica, misionera o de especial
consagración: Él sabe dar gozo profundo a quien responde con valor!
Invito, además, a cuantos sienten la llamada al matrimonio a acogerla con fe, empeñándose a
poner bases sólidas para vivir un amor grande, fiel y abierto al don de la vida, que es riqueza y
gracia para la sociedad y para la Iglesia.

5. Orientados hacia la vida eterna


"¿Qué debo hacer para tener en herencia la vida eterna?". Esta pregunta del joven del
Evangelio parece alejada de las preocupaciones de muchos jóvenes contemporáneos, ya que,
como observaba mi Predecesor, “¿no somos nosotros la generación a la que el mundo y el
progreso temporal llenan completamente el horizonte de la existencia?" (Carta a los jóvenes, n.
5). Pero la pregunta sobre la “vida eterna” aflora en momentos dolorosos particulares de la
existencia, cuando sufrimos la pérdida de una persona cercana o cuando vivimos la experiencia
del fracaso.
Pero ¿qué es la vida eterna a la que se refiere el joven rico? Nos lo ilustra Jesús cuando,
dirigiéndose a sus discípulos, afirma: “Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra
alegría nadie os la podrá quitar” (Jn 16,22). Son palabras que indican una propuesta exaltadora
de felicidad sin fin, del gozo de ser colmados por el amor divino para siempre.
Preguntarse sobre el futuro definitivo que nos espera a cada uno de nosotros da sentido pleno
a la existencia, ya que orienta el proyecto de vida hacia horizontes no limitados y pasajeros,
sino amplios y profundos, que llevan a amar el mundo, tan amado por el mismo Dios, a
dedicarnos a su desarrollo, pero siempre con la libertad y la alegría que nacen de la fe y de
esperanza. Son horizontes que ayudan a no absolutizar las realidades terrenas, sintiendo que
Dios nos prepara una perspectiva más grande, y a repetir con san Agustín: “Deseemos juntos
la patria celeste, suspiremos hacia la patria celeste, sintámonos peregrinos aquí abajo”
(Comentario al Evangelio de san Juan, Homilía 35, 9). Teniendo fija la mirada en la vida eterna,
el Beato Pier Giorgio Frassati, muerto en 1925 a la edad de 24 años, decía: “¡Quiero vivir y no
vivaquear!”, y en la foto de una escalada, enviada a un amigo, escribía: “Hacia lo alto”,
aludiendo a la perfección cristiana, pero también a la vida eterna.
Queridos jóvenes, os exhorto a no olvidar esta perspectiva en vuestro proyecto de vida:
estamos llamados a la eternidad. Dios nos ha creado para estar con Él, para siempre. Ésta os

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ayudará a dar un sentido pleno a vuestras elecciones y a dar calidad a vuestra existencia.

6. Los mandamientos, camino del amor auténtico


Jesús recuerda al joven rico los diez mandamientos, como condiciones necesarias para “tener
en herencia la vida eterna”. Estos son puntos de referencia esenciales para vivir en el amor,
para distinguir claramente el bien del mal y construir un proyecto de vida sólido y duradero.
También a vosotros, Jesús os pregunta si conocéis los mandamientos, si os preocupáis por
formar vuestra conciencia según la ley divina y si los ponéis en práctica.
Ciertamente, se trata de preguntas contracorriente respecto a la mentalidad actual, que
porpone una libertad desvinculada de valores, de reglas, de normas objetivas e invita a
rechazar todo límite a los deseos del momento. Pero este tipo de propuesta en lugar de
conducir a la verdadera libertad, lleva al hombre a ser esclavo de sí mismo, de sus deseos
inmediatos, de los ídolos como el poder, el dinero, el placer desenfrenado y las seducciones del
mundo, haciéndole incapaz de seguir su natural vocación al amor.
Dios nos da los mandamientos porque nos quiere educar en la verdadera libertad, porque
quiere construir con nosotros un Reino de amor, de justicia y de paz. Escucharlos y ponerlos en
práctica no significa alienarse, sino encontrar el camino de la libertad y del amor auténticos,
porque los mandamientos no limitan la felicidad, sino indican cómo encontrarla. Jesús, al inicio
del diálogo con el joven rico, recuerda que la ley dada por Dios es buena, porque “Dios es
bueno”.

7. Os necesitamos
Quien vive hoy la condición juvenil tiene que afrontar muchos problemas derivados de la
desocupación, de la falta de referencias ideales seguras y de perspectivas concretas para el
futuro. Entonces se puede tener la impresión de ser impotentes ante las crisis y a sus
consecuencias actuales. ¡A pesar de las dificultades, no os dejéis desanimar y no renunciéis a
vuestros sueños! Cultivad en cambio en el corazón deseos grandes de fraternidad, de justicia y
de paz. El futuro está en las manos de quienes saben buscar y encontrar razones fuertes de
vida y de esperanza. ¡Si queréis, el futuro está en vuestras manos, porque los dones y las
riquezas que el Señor ha puesto en el corazón de cada uno de vosotros, plasmados por el
encuentro con Cristo, pueden traer auténtica esperanza al mundo! Es la fe en su amor la que,
haciéndoos fuertes y generosos, os darás el valor de afrontar con serenidad el camino de la
vida y a asumir responsabilidades familiares y profesionales. Empeñaos en construir vuestro
futuro a través de itinerarios serios de formación personal y de estudio, para servir de modo
competente y generoso al bien común.
En mi reciente Carta encíclica sobre el desarrollo humano integral, Caritas in veritate, he
enumerado algunos grandes desafíos actuales, que son urgentes y esenciales para la vida en
este mundo: el uso de los recursos de la tierra y el respeto de la ecología, la justa división de
los bienes y el control de los mecanismos financieros, la solidaridad con los países pobres en el
ámbito de la familia humana, la lucha contra el hambre en el mundo, la promoción de la
dignidad del trabajo humano, el servicio a la cultura de la vida, la construcción de la paz entre
los pueblos, el dialogo interreligioso, el buen uso de los medios de comunicación social.
Son desafíos a los que estáis llamados a responder para construir un mundo más justo y
fraterno. Son desafíos que requieren un proyecto de vida exigente y apasionante, en el que
poner toda vuestra riqueza según el designio que Dios tiene sobre cada uno de vosotros. No se
trata de realizar gestos heroicos ni extraordinarios, sino de actuar haciendo fructificar los
propios talentos y las propias responsabilidades, empeñándose en progresar constantemente

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

en la fe y en el amor.
En este Año Sacerdotal, os invito a conocer la vida de los santos, en particular la de los santos
sacerdotes. Veréis que Dios les guió y que encontraron su camino día a día, precisamente en la
fe, en la esperanza y en el amor. Cristo llama a cada uno de vosotros a comprometeros con Él y
a asumir las propias responsabilidades para construir la civilización del amor. Si seguís su
Palabra, también vuestro camino se iluminará y os conducirá a metas altas, que dan alegría y
sentido pleno a la vida.
Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, os acompañe con su protección. Os aseguro mi
recuerdo en la oración y os bendigo con gran afecto.
En el Vaticano, 22 de febrero de 2010

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Recursos para hacer algo diferente:

Película - LOS MISERABLES


Título original: Les Miserables.
Año:2012.
Duración: 152 min.
País: Reino Unido.
Director: Tom Hooper.

La película, en formato musical, narra la historia de Jean


Valjean y su particular camino de redención, desde sus
días como prisionero en una cárcel hasta convertirse, con
otra identidad, en alcalde de una ciudad francesa. Es
particularmente interesante comprobar cómo este
personaje va descubriendo, también desde la fe, su misión
en la vida, llegando a entregarla por completo a Dios.
También quedan reflejados valores como el perdón y la
misericordia.

Como propuesta para trabajar la película:

 Dialogar sobre cómo Dios se hace presente en la


vida del J. Valjean, cómo se siente interpelado a
partir de su conversión.
 Diferentes concepciones de libertad y justicia que
aparecen reflejadas en la película.
 Diferentes proyectos de vida que tienen los
personajes. ¿Nos parecemos en algo a alguno de ellos?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 3:
DIOS TIENE UN MENSAJE PARA TI.
LA BIBLIA: Una carta de Dios

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:
 Profundizar en lo que es la Biblia, y el sentido del Antiguo y Nuevo Testamento.
 Acercarnos a la Biblia como la Palabra de Dios, como el mensaje que Dios tiene para
nosotros, animándonos a leerla y orar con ella.
 Reconocer los distintos libros de la Biblia, y los distintos lenguajes que en ella aparecen.
 Quitar ciertos miedos y prejuicios que puedan existir respecto a la Biblia, entendiendo
cada cosa en su contexto y dando ciertas pistas para fomentar su lectura.

Para preparar el tema:


 Es necesario que cada miembro del grupo traiga su Biblia para esta sesión, ya que será
más fácil ir localizando sobre ella aquello que vayamos viendo.
 En algunos apartados del “Para leer y profundizar” ofreceremos algunas notas
conceptuales al acompañante por si pueden servirle en el desarrollo de esta sesión.

Desde la Sagrada Escritura:

 Gén 1, 1; 2,3 – Al principio creó Dios el cielo y la tierra.


 Éx 19, 3-9 – “Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las
palabras que has de decir a los hijos de Israel.
 Jn 20, 31 – Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de
Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
 Rom 10, 14-21 – Pero no todos han prestado oídos al Evangelio. Pues Isaías afirma:
Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?
 Heb 11, 8-16 – Está claro que los que así hablan están buscando una patria … Pero ellos
ansiaban una patria mejor, la del cielo.

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Desde el Catecismo:

 CIC 103-170 - ¿Es verdadera la Sagrada Escritura? - ¿Cómo puede ser «verdad» la
Sagrada Escritura si no todo lo que contiene es correcto?
 CIC 109-119 - ¿Cómo se lee correctamente la Biblia?
 CIC 103-104, 131-133 - ¿Qué función tiene la Sagrada Escritura en la Iglesia?
 CIC 1716-1717 - ¿Conoce la Sagrada Escritura un camino para alcanzar la felicidad?
 CIC 2652-2653 - ¿Se puede aprender a orar a través de la Biblia?

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SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

Querido amigo, querida amiga:

Ya casi nadie nos escribe cartas; nuestra comunicación moderna se


basa en correos electrónicos, mensajes de móvil y en la más variada
gama de redes sociales en Internet. Cuando abrimos nuestro buzón es
raro encontrar una carta personal, la mayoría son facturas: el banco,
el teléfono, el gas…

Sí, podríamos decir que nuestras relaciones humanas han ganado en


rapidez y en frecuencia, pero posiblemente no en calidad. Quizás
tantos avances técnicos estén restando profundidad a nuestra
relación con las personas. Sin embargo, con Dios, las cosas no son
así, Dios nos habla o, mejor dicho, te habla al corazón. A cada
persona, en cada circunstancia, sea cual sea tu estado de ánimo, a
tiempo y a destiempo, ayer, hoy y mañana, Dios te está hablando.

Y es que Dios te ha escrito una carta. Esa carta es la Biblia, también llamada Sagrada Escritura.
Es una carta preciosa a través de la cual hoy tiene algo que decirte. Quien haya intentado leer
la Biblia y no haya entendido el mensaje, no debe desanimarse. Tiene una explicación lógica.
La Biblia es una obra escrita hace miles y miles de años y, por tanto, es imprescindible conocer
algunas claves históricas, literarias, y sobre todo teológicas, que nos ayudan a comprender
mejor el mensaje que Dios tiene para nosotros. Esto se entiende bien con un ejemplo: cuando
te compras un nuevo móvil, éste va acompañado con un libro de instrucciones. Puedes pasar
de él y descubrir por intuición cómo funciona tu móvil. Pero te perderás algunas de las
posibilidades de tu flamante y nuevo teléfono. Con la Biblia puede pasar algo parecido, puedes
abrirla y leerla tú sólo. En muchos casos comprenderás muchas cosas pero, si no tienes
algunos conocimientos básicos, puede que te sientas perdido y no captes bien toda la riqueza
del mensaje que Dios te quiere transmitir.

Por eso te invitamos a un viaje. Va a ser un viaje breve, para conocer mejor la Biblia, sin prisas,
y de la manera más clara posible. Lo más importante es lo que Dios te está queriendo decir en
esa larga carta que ha escrito para ti. Aquí solo descubrirás algunas claves para que te animes
a abrir la Biblia y empieces a leer. Lo que pase a partir de ahí, es cosa de Dios y tuya.

Un alto para pensar y escribir…

 Las relaciones con las personas que te rodena (amigos), ¿cómo son? ¿Son relaciones
basadas en los momentos que pasáis juntos?
 ¿Cómo es tu relación con Dios? ¿Qué haces para quedar con Dios? ¿Y qué crees que hace
Él?

1. ¿Qué es y qué no es la Biblia?


Hay que empezar clarificando conceptos. ¿De qué estamos hablando? Esta es la pregunta
fundamental. La contestación equivocada a esta pregunta ha
dado lugar a muchos malentendidos. A continuación, aparecen
varias definiciones y características de la Biblia, que tendréis
que discutir si creéis que son verdaderas o falsas:

1. La Biblia es una novela, una crónica histórica donde


podamos encontrar biografías de personas destacadas
de la Historia (Moisés, Pablo, Jesús…). A ella podemos
acudir para descubrir por ejemplo el año exacto del
nacimiento de Jesús, si tuvo hermanos o no, si san Pablo

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

estuvo casado o no.


2. La Biblia expresa la oferta de Salvación que Dios te brinda. Dios, a través de la Biblia,
te está invitando a que seas feliz.
3. La Biblia es, antes que nada, un libro de fe; la experiencia religiosa de un pueblo que
cree profundamente en Dios y que puso dicha creencia por escrito, para asegurar así
que no se perdiera ese tesoro (Mt 13,44) y las futuras generaciones lo pudieran
conocer.
4. La Biblia es un libro religioso, porque el auténtico protagonista es Dios, Él es quien
habla, con quien se habla y de quien se habla.
5. En la Biblia podemos encontrar información científica muy valiosa sobre el origen de la
vida.
6. Este es el rasgo que la diferencia de todos los otros grandes libros espirituales de la
humanidad: la Revelación (manifestación) divina tiene lugar entre las personas, pues
Dios mismo se ha hecho hombre en la figura de su hijo Jesucristo, como uno de
nosotros.
7. La Biblia fundamentalmente tiene contenido moral. Es un conjunto de leyes y normas.
8. En la Biblia encontramos la visión de fe de los autores bíblicos por la que Dios es el
Creador del mundo y de toda la creación, cuya primera y sublime criatura es el ser
humano.
9. El trasfondo histórico de la Biblia es importantísimo, y conocerlo nos ayudará mucho
para la reconstrucción de la historia de Israel y de la Iglesia.

2. ¿Qué partes componen la Biblia?


La Biblia es una pequeña biblioteca en un solo
volumen. Etimológicamente la palabra “Biblia”
significa libro escrito. Pero la Biblia no está formada
por un solo libro, es un conjunto, una recopilación de
muchos libros. Todos esos libros se dividen en dos
grandes partes: el Antiguo Testamento, que
comprende todos los libros que relatan los orígenes
del mundo y cómo Dios se ha ido revelando a su
pueblo, hasta el acontecimiento de Jesús, y el Nuevo
Testamento, que comprende todos los libros que nos
hablan de la vida y predicación de Jesús de Nazaret y
de la vida de los primeros cristianos. El Antiguo
Testamento está compuesto por 47 libros y el Nuevo
por 27. En total son 74 libros cuyo proceso de
redacción –desde el Génesis hasta el Apocalipsis- duró
varios siglos.

El Antiguo Testamento se suele agrupar en cuatro


grandes bloques:

 El Pentateuco
 Los libros históricos
 Los libros poéticos y sapienciales
 Los libros proféticos (atendiendo a la extensión de
los libros, se distinguen entre profetas mayores o
menores)
En el caso de los 27 libros del Nuevo Testamento, en nuestras Biblias católicas vienen
distribuidos de la siguiente manera:

 Los 4 Evangelios
 Los Hechos de los Apóstoles
 Las cartas (las de san Pablo y de otros autores)
 El Apocalipsis, como libro profético que cierra la Revelación de Dios y por tanto la Biblia.

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3. Tantos libros tiene la Biblia… ¿Quién los ha escrito?


Fueron muchos los autores de los diversos libros de la Biblia; de la mayoría no sabemos nada.
Ni de los propios evangelistas sabemos muchos datos biográficos. Del apóstol san Pablo es de
quien sabemos más cosas, gracias a la información que él mismo nos suministró a través de
sus cartas.

Ahora bien, el verdadero y único autor de la Biblia es Dios: pues la Biblia es su Palabra, que Él
nos ha querido transmitir. Por eso, la Iglesia afirma que todos los libros de la Biblia “tienen a
Dios por autor”, y como a Dios le gusta contar siempre con los seres humanos, se sirvió de
personas que usando todas sus “facultades y talentos” pusieron por escrito la palabra que Dios
quería comunicar a la humanidad.

“La revelación que la Sagrada Escritura contiene y ofrece ha sido puesta por escrito bajo la
inspiración del Espíritu Santo. La santa madre Iglesia, fiel a la fe de los Apóstoles, reconoce
que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados
y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como
autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia. En la composición de los libros sagrados,
Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas las facultades y talentos, de este
modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo
y sólo lo que Dios quería”. (Dei Verbum 11)

Un alto para pensar y escribir…

 ¿Qué te parece que Dios sea autor de la Biblia, cómo lo interpretas: algo “mágico”,
realista, misterioso, algo grande…?

4. ¿Cómo se han conservado hasta hoy textos escritos hace miles de años?
Esta verdadera palabra de Dios nos ha sido transmitida de manera autorizada e interrumpida
por la Iglesia. Pues fue la misma Iglesia, la comunidad de los creyentes en Cristo, la que en los
primeros siglos del cristianismo decidió qué libros sí y qué libros no podían entrar a formar
parte de la Biblia. Estas decisiones no fueron caprichosas, fueron fruto de serias y largas
reflexiones que llevaron a determinar qué libros eran verdaderamente los portadores de la
Revelación divina. Esto es lo que se llama la cuestión del canon. Si un libro era considerado
inspirado por Dios, y su contenido se conformaba con la Revelación, se le consideraba como
canónico, es decir, lo que en él se contenía se proponía como norma de vida para los
cristianos. Algunos libros de temática cristiana que no cumplían los requisitos de canonicidad
fueron excluidos de la Biblia, si bien algunos de ellos se siguieron usando para la catequesis y
la instrucción cristiana.

5. Los textos bíblicos ¿son textos desfasados, incomprensibles para el hombre


moderno?
Estos textos sagrados que forman la Biblia, son textos plenamente actuales. Los textos bíblicos
no son los únicos textos de la antigüedad que han llegado hasta nosotros, pero ninguno de
ellos está tan plenamente vigente como los textos bíblicos. Hoy, los textos de la Biblia se
siguen leyendo, proclamando en la liturgia en las partes más distintas y diversas de la Tierra.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Siguen iluminando la vida y las esperanzas de millones de seres humanos. Por eso podemos
decir, sin miedo a equivocarnos, que estos textos están vivos y que el mensaje divino que
contienen está plenamente vigente.

Alguno de vosotros podría decir que los evangelios se comprenden


perfectamente: allí está expuesta de manera clara y concisa la vida y
la doctrina de Jesús. Jesús nos dice claramente qué espera de
nosotros (Mc 8,34-35) y qué nos promete (Mt 19,28-30). Pero, ¿qué
pasa con otros textos de la Escritura que son más “complicados”?,
especialmente con algunos del Antiguo Testamento que nos narran
guerras y toda suerte de catástrofes. Es cierto, hay textos en la Biblia
que son más difíciles y que en una primera lectura no podemos captar
su mensaje. Para estos casos nos harán falta personas que nos
puedan ayudar y que tengan alguna formación bíblica más específica,
o podemos acudir también a comentarios bíblicos o pedir ayuda a
algún cura. Las ocasiones para formarnos sobre la Biblia, como esta
de hoy, nos ayudarán a comprender mucho mejor esta carta que Dios
nos ha escrito.
Vemos un ejemplo concreto.

6. Lectura de la Biblia: el libro de Josué


El libro de Josué es un libro del Antiguo Testamento que se localiza en el bloque de los libros
históricos. Este libro nos habla de cómo el pueblo de Israel fue penetrando en Canáan, la tierra
prometida, y cómo se fueron asentando en las ciudades de Israel; para ello tuvieron que luchar
con los pueblos nativos que ya habitaban esas tierras de Israel. Este texto en concreto nos
habla de la conquista de la ciudad cananea de Ay por parte del ejército liderado por Josué.
Escucha atentamente:

Jos 8,18. 24-25

“El Señor dijo entonces a Josué: Apunta hacia Ay con la jabalina que llevas en la mano, porque
la voy a poner en tu mano. Josué apuntó hacia la ciudad con la jabalina que llevaba en la
mano. […] Cuando Israel acabó de matar por el campo y el desierto a todos los habitantes de
Ay, que habían salido hasta allí en su persecución, todos los cuales cayeron a filo de espada
hasta no quedar uno, se volvieron los hijos de Israel contra Ay y pasaron a su población a filo
de espada. El total de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fue de doce mil: todos los
habitantes de Ay”.

¿Cómo es posible que en la Biblia se anime a la


violencia? Parece que es Dios mismo el que pide que se
extermine de manera despiadada a cualquier población
que se oponga a la conquista. A Josué, Dios le ordena
que cumpla este mandato del exterminio total. ¿Cómo
hablar entonces del Dios de Justicia y de perdón
anunciado por Jesucristo en el Evangelio?

Los distintos libros que componen la Biblia están


escritos por hombres, que se sirven de numerosos
géneros literarios. En este caso concreto, tendríamos
que explicar que el género literario del libro de Josué
responde al género de la epopeya nacional. Según este,
Josué es el gran “conquistador”, y por lo tanto Israel
podía afirmar que también ellos habían tenido sus
héroes y que éstos habían llevado a cabo proezas

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

inauditas.

Las normas literarias de la epopeya no conocen la vía media: las victorias deben ser totales, lo
que está en juego es la vida o la muerte, manifestando la grandeza del pueblo al que se
refiere. Por eso en la epopeya, los que han perdido, son exterminados por completo. Ningún
superviviente puede quedar entre los adversarios. Sólo el que vence puede sobrevivir. Del
mismo modo actuó, aplicando este género de la epopeya, Homero en su famosa Ilíada. Y a la
pregunta por el hecho histórico en sí mismo, hemos de decir que no, que según la mayoría de
los estudiosos los israelitas no pasaron por el filo de la espada a los habitantes de ciudades
enteras. Ni siquiera es seguro que Israel conquistara el país de Canaán con las armas.

Algunos estudiosos de la Biblia piensan que las tribus que


Algunas curiosidades: capitaneó Josué se fueron infiltrando tranquilamente a lo
 La Biblia contiene los largo de bastantes años, ocupando primero los lugares más
libros sagrados para los despoblados y a veces haciendo pactos con los habitantes
judíos y los cristianos de las aldeas vecinas. Poco a poco se irán haciendo fuertes,
hasta que terminen dominando todo el país en tiempos de
David. La arqueología viene a apoyar esta tesis y afirma
 Es el libro traducido a
claramente que algunas ciudades que el libro de Josué
mayor número de
afirma que fueron conquistadas gloriosamente, en la época
lenguas y que más
de Josué, simplemente no existían.
ediciones ha tenido.
Lo importante es el mensaje teológico que hay de fondo. El
 Es el libro que más ha pueblo de Israel vivía en el exilio por haber perdido la
influido en la cultura confianza de Dios. La lección era clara: ahora sois un pueblo
occidental: en el sometido, en el exilio; si queréis volver a vivir un tiempo
pensamiento, en la semejante de gloria como el de Josué, cuando Dios estaba
historia, en el arte… con su pueblo, entonces tendréis que volver a comportaros
como la generación de esa época y volver a ser fieles a
Yahvé.

Un alto para pensar y escribir…

 Define con palabras sueltas, no con frases, lo que para ti es la Biblia. Ponedlo en común e
intentad consensuar cinco palabras.
 ¿Qué formación bíblica has vivido para poder así entender y profundizar en algunos
pasajes de la Biblia en los que es más complejo descubrir el mensaje que Dios tiene para
ti?
 Aspectos que hayas descubierto que más te hayan llamado la atención.

Resumiendo….

Lo más importante de la Biblia hoy para ti y para mí es que en ella está contenido el mensaje
que Dios te quiere transmitir. Es la carta de Dios para ti. La Biblia, aunque escrita hace miles de
años, no es palabra muerta, anquilosada, sino todo lo contrario, es palabra viva, actual,
cargada de significado. Si la aceptas, te puede transformar la vida.

El Apocalipsis, el último libro de la Biblia así expresa esta verdad de fe: “Mira, estoy de pie a la
puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y
él conmigo” (Ap 3,20).

Algunas ideas a tener claras:

 La Biblia es un libro de fe, la experiencia religiosa de un pueblo. Es la experiencia del


Pueblo de Dios que se puso por escrito para que no se perdiera ese tesoro, y las futuras
generaciones lo pudiésemos conocer. Y es un libro donde el auténtico protagonista es

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Dios.

 La Biblia es un libro vivo, y el mensaje que contiene es plenamente vigente. Estos textos
sagrados que forman la Biblia son textos plenamente actuales. Los textos bíblicos no
son los únicos textos de la antigüedad que han llegado hasta nosotros, pero ninguno de
ellos está tan plenamente vigente como ellos. Hoy los textos de la Biblia se siguen
leyendo, proclamados en la liturgia en las partes más distintas y diversas de la Tierra.
Siguen iluminando la vida y las esperanzas de millones de seres humanos. Sí, es un
mensaje para ti también.

 A través de la Biblia, Dios te hace una propuesta libre de vida cristiana. A lo largo de la
Biblia hay muchos mensajes de Dios para los cristianos, como un post-it que se deja en
la pantalla del ordenador o en la nevera, y tu mirada se lo encuentra cuando más lo
necesitas. Como, por ejemplo, estos versículos del Nuevo Testamento:

Si quieres oír la Palabra de Dios, abre tu puerta y continuemos nuestro camino.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Jerónimo


San Jerónimo, nacido alrededor del 347, puso en el centro de
su vida la Biblia: la tradujo en lengua latina, la comentó en
sus obras y sobre todo se comprometió a vivirla
concretamente en su existencia terrena. Este Padre de la
Iglesia, de familia cristiana, recibió en Roma una esmerada
formación y una vez bautizado se orientó hacia la vida
ascética y partió para Oriente, viviendo como eremita en el
desierto. Perfeccionó el griego, estudió el hebreo y
transcribió códices y obras patrísticas y la meditación, la
soledad y el contacto con la Palabra de Dios hicieron
madurar su sensibilidad cristiana.

De vuelta a Roma, el Papa Dámaso lo tomó como secretario y consejero. Muerto el pontífice,
Jerónimo peregrinó a Tierra Santa y Egipto y se asentó en Belén, donde permaneció hasta su
muerte (419/420) desarrollando siempre una intensa actividad. En Belén, San Jerónimo
comentó la Palabra de Dios, defendió la fe oponiéndose con vigor a diversas herejías; exhortó a
los monjes a la perfección; enseñó la cultura clásica y cristiana a sus jóvenes alumnos y acogió
con solicitud pastoral a los peregrinos que visitaban la Tierra Santa.

Su preparación literaria y su vasta erudición le permitieron la revisión y traducción de muchos


textos bíblicos. Es interesante comprobar los criterios a los que se atuvo el gran biblista en su
obra de traductor. Los revela él mismo cuando afirma que respeta incluso el orden de las
palabras de las sagradas Escrituras, pues en ellas, dice, "incluso el orden de las palabras es un
misterio" (Ep 57, 5), es decir, una revelación.

De Jerónimo debemos aprender a amar la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura porque


“ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo". Por eso, es importante vivir en contacto y en
diálogo vivo con ella (Benedicto XVI)

VER
S. Jerónimo nos muestra ese amor por la Palabra de Dios, porque ha dedicado toda su vida a
ello, para que tengamos hoy en día la oportunidad de dialogar con Dios a través de esta
Palabra. Un diálogo que es personal, porque como hemos visto Dios tiene un mensaje para
cada uno de nosotros. Por eso debemos leer las Escrituras
no como palabras del pasado sino como palabra de Dios que
habla también conmigo, y así tratar de entender qué me
dice el Señor. Pero también la Palabra de Dios debemos
leerla siempre en comunión con la Iglesia viva, desde la
liturgia:

 Haciendo memoria en tu vida, ¿qué experiencia


personal tienes de sentir que Dios se dirige
personalmente a ti a través de la Biblia? ¿Cómo ha
calado en ti la Palabra de Dios?
 Expón un hecho, positivo o negativo, en el que en un
momento de tu vida hayas experimentado que Dios,
a través de un pasaje de la Biblia, te haya enviado un
mensaje para ayudarte o estar contigo en una
situación determinada. Si no te ha sucedido, expón

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

un hecho en el que hayas necesitado la presencia y compañía de Dios en un momento


importante de tu vida.
 ¿Has notado alguna vez que la Palabra tiene un significado especial en la Eucaristía, en
comunidad?

JUZGAR
La Biblia tiene momentos muy intensos en los que Dios se pone en contacto con las personas,
porque tiene un mensaje para ellas y necesita comunicárselo. Leamos detenidamente uno de
ellos:

Éxodo 3, 1-12

“Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián. Llevó el rebaño


trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios. El ángel del Señor se
le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver por qué no se
quema la zarza». Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
«Moisés, Moisés». Respondió él: «Aquí estoy». Dijo Dios: «No te acerques; quítate las
sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado». Y añadió: «Yo soy el Dios
de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob». Moisés se tapó la
cara, porque temía ver a Dios.
El Señor le dijo: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los
opresores; conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta
tierra, para llevarlo a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, la tierra de
los cananeos, hititas, amorreos, perizitas, heveos y jebuseos. El clamor de los hijos de Israel
ha llegado a mí y he visto cómo los tiranizaban los egipcios. Y ahora marcha, te envío al
faraón para que saques a mi pueblo, a los hijos de Israel».
Moisés replicó a Dios: « ¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los hijos de Israel
de Egipto?». Respondió Dios: «Yo estoy contigo; y esta es la señal de que yo te envío:
cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña».”

 ¿Qué cosas son las más importantes de este diálogo entre Dios y Moisés?
 ¿Cuáles son las cosas de las que hablas con tus amigos, con la familia, con la gente que
tienes más cercana?
 Vuelve a leer el texto. ¿Te puede escoger Dios a ti para algo también? ¿Sientes, al igual que
Moisés, que te está pidiendo algo?

ACTUAR

 ¿Qué llamadas sientes para profundizar más en el mensaje que Dios tiene para ti en la
Biblia? Quizás leer más la Biblia…
 Formula un compromiso personal, concreto y realista para llevar a cabo aquello que Dios te
está diciendo a ti, partiendo del Juzgar. Este compromiso debes integrarlo dentro de tu
Proyecto Personal de Vida Cristiana.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ORACIÓN
CANCIÓN: COMO EL PADRE ME AMÓ

Como el Padre me amó yo os he amado


Permaneced en mi amor, permaneced en mi amor.

1.- Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis


compartiréis con alegría el don de la fraternidad.
2.- Si os ponéis en camino sirviendo siempre a la verdad,
fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará.
3.- No veréis amor más grande como aquel que yo os mostré
yo doy la vida por vosotros, amad como yo os amé.
4.- Si hacéis lo que os mando y os queréis de corazón
compartiréis mi pleno gozo de amar como Él me amó.

TEXTOS BÍBLICOS

Levítico 19, 11-18

“No robaréis ni defraudaréis ni os engañaréis unos a otros.


No juraréis en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
No explotarás a tu prójimo ni le robarás. No dormirá contigo hasta la mañana siguiente el
jornal del obrero.
No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezo al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico.
Juzga con justicia a tu prójimo.
No andarás difamando a tu gente, ni declararás en falso contra la vida de su prójimo. Yo soy
el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú
con su pecado.
No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu
prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”

Mateo 22, 34-40

“Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno
de ellos, un doctor de la ley le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el
mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente». Este mandamiento es el principal y primero. El
segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». En estos dos
mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas.”

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SALMO 37, 1-9 (para rezar todos juntos)

Los humildes poseerán la tierra

No te exasperes por los malvados.


no envidies a los que obran el mal:
se secarán pronto, como la hierba,
como el césped verde se agostarán.

Confía en el Señor y haz el bien:


habitarás tu tierra y reposarás en ella
en fidelidad;
sea el Señor tu delicia,
y Él te dará lo que te pide tu corazón.

Encomienda tu camino al Señor,


confía en Él, y Él actuará: hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía.

Descansa en el Señor y espera en Él,


no te exasperes por el hombre que triunfa
empleando la intriga:
cohíbe la ira, reprime el coraje;
no te exasperes, no sea que obres mal;
porque los que obran mal son excluidos,
pero los que esperan en el Señor
poseerán la tierra.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Celebración:
Escuchamos tu Palabra
PARA PREPARAR LA CELEBRACIÓN

Esta celebración es la primera de la tres que durante este primer bloque, “Un Dios que camina
conmigo”, realizaremos. Pretende servir, a los grupos de poco recorrido para iniciarlos en la
oración, y a los grupos de mayor recorrido para profundizar con ellos e introducirlos en la
oración comunitaria, como un aspecto importante en la trayectoria del propio equipo.

La idea central de esta oración es acercarnos a Jesús como Palabra de Dios hecha carne, sobre
cuya palabra debemos construir nuestra vida para ser plenamente feliz.

Es importante que cuidemos todos los detalles previos a la celebración: ambientación, reparto
de tareas, cantos (que podemos sustituir por otros que conozcamos)…

CELEBRACIÓN

Introducción
Todos buscamos a Dios de una u otra forma. ¿Dónde encontrarlo y dónde descubrirlo? Nuestro
Dios no es un Dios mudo, sino que nos habla de diferentes maneras... Desea comunicarse,
darse a conocer, donarse y quedarse con nosotros para acompañarnos en nuestra vida de
todos los días. Y Jesús es el ROSTRO del Padre Dios. Él es la Palabra que se hizo hombre y
habitó entre nosotros. “De muchas maneras habló Dios...pero lo hizo plenamente en su Hijo,
Jesucristo, el Señor”.

En su Palabra nos descubrimos acompañados en nuestras necesidades, encontramos la


fortaleza, el consuelo y el aliento para el camino, en ella somos sostenidos en las situaciones
problemáticas y encontramos luz para poder tomar decisiones... La Palabra nos enseña sobre el
misterio de Dios y también vamos conociéndonos un poco más entre nosotros... nos ayuda a
crecer y nos compromete con los otros...nunca nos deja indiferentes. Encontramos sentido a
nuestra vida, a nuestra historia, al presente y nos despierta la Esperanza.

Canto: Mi Palabra será como la lluvia (Nico Montero)


Mi Palabra será como la lluvia
Que al caer desde el cielo
Empapa la tierra,
La hace fecunda,
La llena de vida

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Lc 6, 47-49

“Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a
decir a quien se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y
puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella
casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha
y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin
cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó desplomándose, y
fue grande la ruina de aquella casa”.

Reflexión

El hombre prudente construye su casa sobre roca. La casa es el edificio de la propia vida, es la
tarea primordial en este mundo. La roca es la realidad única y verdadera: es Dios, origen y fin
del hombre y de todo cuanto existe. Cuando nuestra vida, con todas las esperanzas presentes
y futuras, se fundamenta en Dios, a pesar de todas las pruebas y tentaciones, permanecerá
firme, porque podremos decir, llenos de esperanza: “Sé la roca de mi refugio, un baluarte
donde me salve”. Con esa prudencia que enseña el Maestro hay que mirar los bienes de este
mundo como medios de subsistencia, dones para el camino, que merecen gratitud, pero, sólo
instrumentos de servicio y adoración al Señor que nos da la vida.

Jesucristo dice: si queréis ser mis discípulos haced la voluntad de Vuestro Padre, Dios; realizad
el programa que he predicado en el monte: orar, ser fraternos, dedicar tiempo a los
necesitados, perdonar, amar a los enemigos y confiar siempre en Dios. Es dejar que la Palabra
de Dios modele nuestro pensamiento y comportamiento; significa dejarse convertir, renovar
siempre nuestra vida y afirmarse día a día en la fe. Así, quien construye su vida sobre la
palabra de Jesucristo es un hombre prudente y será llamado sabio, porque construye sobre la
roca del amor de Dios, y vendrán los vientos y la tormenta de la indiferencia, de la
incredulidad, de la tristeza, pero él resistirá, no podrán derribarlo. Nos pide: “Escuchad la
Palabra y hacedla amor y vida”

Canción: Palabras de Vida (Ain Karem)


Cuando se hace oscuro en torno a mí,
cuando me hallo al borde del camino,
cuando nada veo y nada siento,
ayúdame a vivir de fe.

SÓLO TÚ, SEÑOR, TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA,


A DÓNDE IREMOS SIN TI.
QUÉDATE JUNTO A NOSOTROS. QUÉDATE.

Cuando tantos me preguntan: “¿dónde está tu Dios?”,


cuando tantos me aseguran que estás muerto,
que yo te recuerde, oh Dios de mi alegría,
sosténme tú y viviré.

57
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Oración y meditación
Hay quienes construyen su vida sobre las compromisos?
arenas movedizas de la mentira, la
hipocresía, el sueño o la ilusión. Señor, dame paciencia para ahondar
debidamente los cimientos de mi casa, para
Hay quienes la construyen sobre el terreno arraigar mis convicciones en tu Palabra.
pantanoso de pasiones y deseos, sobre las Dame perseverancia para profundizar día a
cenizas de ideologías o de intereses día en las consecuencias de tu Evangelio.
personales.
Señor, Roca de nuestra vida y de la Iglesia,
¿Sobre qué construyo yo mi vida? terreno firme sobre el que no resbalan
nuestros pies. Concédenos la vigilancia del
La fina y penetrante llovizna del paso del Espíritu y la lucidez de la fe, para
tiempo, la lluvia que lava todos los comprobar en qué terreno enraizamos
maquillajes, la tempestad de los reveses de nuestra vida.
la vida, la enfermedad, los sufrimientos, la
muerte… acaban llevándoselo todo. Puesto que nuestros actos, Señor, dan fe de
lo que creemos, concédenos la gracia, no
¿Sobre qué voy construyendo yo mi vida? sólo de oír tus palabras, sino de escucharlas
¿Sobre qué cimientos voy edificando mis con el corazón para ponerlas en práctica y
proyectos, sobre qué roca voy apoyando vivir de ellas.
mis opciones, mis decisiones y mis

Gesto. Entrega del Evangelio de cada día

Peticiones: «Cuenta con nosotros»

 Tú necesitas personas que estén dispuestas a construir sus vidas sobre la roca de tu
Palabra y así transmitir a otros cristianos lo que están viviendo y experimentando. CUENTA
CON NOSOTROS.

 Tú necesitas personas para quienes tu Palabra sea lámpara para sus pasos, luz en su
sendero. Que quieran guardar tus mandamientos y vivir según tu promesa. CUENTA CON
NOSOTROS.

 Tú necesitas personas que aún en el peligro de sus vidas no olviden tu voluntad y estén
dispuestas a testimoniar que Tú eres la alegría de
su corazón. CUENTA CON NOSOTROS.

 Tú necesitas personas que quieran vivir con los


brazos abiertos para acoger, y las manos tendidas
para ayudar. CUENTA CON NOSOTROS.

 Tú necesitas personas que sean conscientes de


que no todo será fácil, que pronto vendrán
dificultades, desánimos, que se necesiten los unos
a los otros, y que juntos como comunidad
aprendan a decirte... CUENTA CON NOSOTROS.

Padre nuestro.

58
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Oración final

Padre bueno, que la Palabra que hambre y la sed de tu Palabra, que nos
escuchamos eche raíces hondas en nuestra muestran el camino de la justicia y la
vida. libertad.

Ayúdanos a construir cimientos fuertes Enséñanos a hacer silencio para escuchar


para nuestra fe. tu voz.
Que edifiquemos toda nuestra vida sobre la
roca firme de tu Palabra. Ayúdanos a ser perseverantes en la lectura
diaria de la Biblia.
En ella encontramos tu mensaje que
Que penetre nuestro corazón y nos empape interpela y que invita a la conversión.
de tus sentimientos y de tus propuestas.
Que ilumine nuestras acciones y oriente las Que nuestros frutos sean generosos
decisiones que tomemos. conforme a los dones que nos has regalado
para el bien de todos.
Enséñanos a rumiar tu Palabra,
guardándola en el corazón, como lo hacía la
Virgen, para llenarnos de vos Padre Bueno, que tu Palabra nos transforme
y vivir conforme a tus enseñanzas. desde el interior y la vivamos con gestos
concretos de amor, de solidaridad y de
Danos la valentía necesaria para llevarla al entrega por tu Reino.
mundo en que vivimos, y allí ser testigos
fieles de tu voluntad de Vida nueva para Que la Palabra que escuchamos y
todos los hombres. compartimos haga crecer nuestro
compromiso y nos anime en el seguimiento
Que tu Palabra se encarne en todas de tu Hijo Jesús hacia el Reino,
nuestras actividades, que impregne construyendo un mundo nuevo, firmes en la
nuestros trabajos y que sea el horizonte esperanza y servidores de la justicia.
de todas nuestras metas.
(Marcelo A. Murúa)
Mantén, en nosotros, siempre viva el

59
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 4:
LAS PRIMERAS ALIANZAS
(Desde el principio hasta Abraham)

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Explicar qué significa una “alianza”: la relación de amor que Dios ha querido establecer
desde siempre con la humanidad.
 Descubrir cómo la categoría teológica “alianza” recorre toda la Escritura, empezando
por el Antiguo Testamento y acabando con la Nueva y definitiva alianza representada
por Jesús.
 Estudiar y trabajar de forma amena textos del Antiguo Testamento que nos hablan de
esta primera Alianza.
 Llegar al final del tema a un compromiso concreto. Cómo y de qué forma se expresa su
Alianza con Dios y su Alianza con los demás (con la familia, con los amigos, el grupo, la
parroquia).

Para preparar el tema:

 Es necesario que lleve cada uno su Biblia para este tema, ya que será más fácil ir
localizando sobre ella aquello que vayamos viendo. El tema desarrolla los textos que
aparecen en la sección “Preparándonos”, por tanto es necesario leerlos previamente o
durante la reunión.

 El tema parte de una encuesta que habremos introducido en la sesión anterior. Los
jóvenes deberán llevar las encuestas que hayan realizado a la sesión, para ponerlas en
común.

Desde la Sagrada Escritura:

 Gén 1, 27-31. Dios los bendijo; y les dijo Dios: “Sed fecundos y multiplicaos..”
 Gén 6,13-22. Pero yo estableceré mi alianza contigo, y entrarás en el arca con tu mujer,
tus hijos y sus mujeres - 9, 13 pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con
la tierra.
 Gén 15,1-21. “Mira al cielo y cuenta las estrellas, si puedes contarlas”. Y añadió: “Así
será tu descendencia” 17. 11 Os circuncidaréis la carne del prepucio y esa será la señal
de mi alianza con vosotros.
 Heb 8,6-7. Una alianza basada en promesas mejores

60
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Desde el Catecismo:

 CIC 54-64, 70-72. – ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?


 CIC 121-123, 128-130. – ¿Qué importancia tiene el Antiguo Testamento para los
cristianos?

Desde el Magisterio de la Iglesia:

 Dei Verbum 15-16. “Los libros del Antiguo Testamento, según la condición de los
hombres antes de la salvación establecida por Cristo, muestran a todos el conocimiento
de Dios y del hombre y el modo como Dios, justo y misericordioso, trata con los
hombres” (nº 15). “Dios es el autor que inspira los libros de ambos Testamentos, de
modo que el Antiguo encubriera el Nuevo y el Nuevo descubriera el Antiguo” (nº 16).

61
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

Vamos a comenzar este tema con una pequeña encuesta, que llevaremos a cabo previamente
a la reunión. Nos transformaremos en “reporteros dicharacheros”, que en este caso quieren
saber qué entendemos por la palabra “alianza”. Primero nos haremos la encuesta a nosotros
mismos, y después a estas personas: nuestros padres, dos o tres amigos, y al menos una
persona desconocida.

Cuestionario inicial: ¿Qué es una alianza?

 ¿Qué es para ti una alianza?


 ¿Qué lleva a dos personas a firmar una alianza?
 ¿Qué alianzas conoces? ¿Se cumplen?
 ¿Conoces alguna alianza que aparezca en la Biblia?

Después de realizar este cuestionario, buscaremos lo que significa “alianza” según la RAE, y
escribiremos la definición para recordarla, y sus diferentes acepciones. Después revisaremos
las preguntas:

 ¿Cuáles fueron las respuestas más comunes sobre lo que es la alianza?


 ¿Qué te llama la atención de las experiencias de alianza que te han contado?

1. La Alianza entre Dios y el hombre


Hemos visto en el tema anterior cómo Dios se nos revela a lo largo de la Historia. Nos
detendremos ahora en una forma concreta de “revelación”: la Alianza. Dios quiere darse a
conocer a la humanidad. Si el hombre ignorara la existencia de Dios quizás buscaría en otros
sitios respuestas a los eternos interrogantes: ¿quiénes somos? ¿quién nos ha hecho? ¿cuál es el
sentido de nuestra vida? Dios, ofreciendo este pacto a los hombres (la Alianza) se da a conocer
y se ofrece como Padre de todo aquél que le quiera acoger. Dios ha querido establecer una
alianza con la humanidad por amor:

“Deseando Dios con su gran amor preparar la salvación de toda la humanidad, escogió a un
pueblo en particular a quien confiar sus promesas” (Dei Verbum,14)

Dios nos ofrece su protección, pero como con nuestros padres,


también tenemos hacia Él algunas obligaciones (respeto, amor,…).
Estas obligaciones serán las cláusulas de la Alianza. Pensad que
cuando se firma una alianza matrimonial también los cónyuges se
obligan a una serie de cosas. Pues en la Alianza divina DIOS se
compromete a ser nuestro Padre, nuestro amigo, nuestro protector y
nosotros, a cambio, solo tenemos que amarle a Él y a nuestro
prójimo (1Jn 4,20).

 ¿Qué obligaciones que se desprenden del respeto, amor…


descubres en tu familia? ¿Qué “cláusulas” de alianza te parecen importantes cuidar?

Ahora bien, la Alianza entre Dios y el hombre no es una alianza simétrica, es decir, no es una
alianza entre iguales, al modo que sí lo son una alianza que yo hago con quien me caso: somos

62
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

los dos iguales en dignidad y derechos. O tampoco es igual que cuando yo firmo un contrato
con un banco. Tenemos ambos funciones distintas en la vida, pero tanto el banquero como yo
somos personas iguales en derechos, obligaciones y dignidad. En el caso de la Alianza divina
no pasa igual. Dios es el Creador y nosotros la criatura. Él es Dios y nosotros solo un hombre.
Ahí radica la grandeza de esta alianza divina. Dios no nos ha querido tratar como inferiores,
sino como hijos suyos, como obra de sus manos. De hecho, con la Alianza en Cristo, el hombre
ha podido mirar a Dios a los ojos, escuchar su voz, sentir sus abrazos.

 ¿Qué concepto tenemos de Dios? ¿Lo minusvaloramos, nos quejamos, pensamos que tiene
errores y dejamos de confiar en Él?

2. La “Alianza cero” (Gn 1, 27-31)


Seguramente hayas escuchado o leído alguna vez el texto de la Creación del primer hombre y
la primera mujer.

 ¿Qué has escuchado o qué opinión te merece este texto?


Aunque en este texto no aparece la palabra técnica que designa la Alianza, sí que aparece el
designio claro y rotundo de Dios de establecer una relación de Amor con su criatura.

Desde el origen, Dios se da a conocer. Desde el minuto cero, desde que el hombre es hombre,
ha querido comunicarse, ha querido hacer partícipe al hombre de su amor. Y para ello, “ ya
desde el principio” ha querido establecer una Alianza. Dicho pacto, dicha Alianza no está
amenazada por la fragilidad y el pecado del hombre, pues Dios, a pesar de que el hombre no
siempre ha cumplido su parte, no ha invalidado su voluntad y ha seguido estableciendo
Alianzas, hasta la definitiva sellada con la sangre de Cristo en la cruz. De hecho, Dios hace a
Adán y Eva soberanos y administradores de la Creación. Adán y Eva reciben el mandato de ser
fecundos y de multiplicarse. Dios le da autoridad sobre la tierra y todo lo que existe sobre ella:
animales, vegetales… El hombre (varón y mujer) es colocado por Dios en la cima de la
Creación. Podríamos llamar a esta Alianza, Alianza cero. Es la primera, la más primigenia. A
cambio el hombre debe respetar la santidad del Creador y no querer ser como Él. Esta Alianza
quedará pronto rota por el pecado de Adán y Eva que no respetan el mandato de Dios (Gen
3,1-24).

 ¿Qué significa que el Hombre es colocado por Dios en la cima de la creación? ¿Nos otorga
poder, mayor responsabilidad, plena confianza de Dios en nosotros?
 ¿Jugamos a ser dioses? Pon un ejemplo de alguna noticia o situación que te venga a la
cabeza en la que nos creemos los “dueños del mundo”.

63
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

3. Alianza con Noé (Gn 6,13-22)


Después de la Alianza con Adán y Eva, en un momento indefinido de la humanidad, cuando
esta ya se había multiplicado, llega el momento en el que Dios quiere formalizar de nuevo la
Alianza. ¿El motivo? La humanidad se había corrompido, se había olvidado de Dios y el vicio
presidía las relaciones humanas. Dios quiere avisar, advertir, corregir a sus hijos y decirles que
ése no es el camino. Por eso Dios va a ordenar el diluvio, no para destruir a la humanidad, sino
para que ésta despierte y ella misma corrija su camino, de lo contrario se autodestruirá. Por
eso Dios elige a un justo, para establecer con él una Alianza que será la base desde la cual
Dios salvará a esa humanidad corrompida y le dará una nueva oportunidad. El hecho de que
Dios pida a Noé que embarque en el Arca él y toda su familia junto con una pareja de todo ser
viviente indica claramente que Dios no quiere la destrucción de la humanidad. Todos los seres
vivos incluidos en esa arca serán el germen de una nueva humanidad tras el diluvio. La señal
de esta primera Alianza con Noé es el arco iris, llamado en el texto “arco en las nubes” (Gn 9,
13).

Esta Alianza con Noé significa la primera Alianza que Dios establece con la humanidad, con las
naciones. Ya no están solo sobre la tierra el primer hombre y la primera mujer. La humanidad
ha crecido y se ha corrompido. Por eso Dios va combatir esos caminos errados con una Alianza
que devuelva a la humanidad a la recta relación con su Creador. La Alianza con Noé se
convierte así en una etapa muy importante que prepara la Alianza definitiva con Cristo, Él será
quien “reúna en uno a todos los hijos de Dios dispersos” (Jn 11,52).

 ¿Sueles relajarte de tus tareas, de tus obligaciones para ir “por otros caminos”? ¿Alguna
vez te han dado un toque de atención en casa para “despertar”?
 ¿Reconoces que te equivocas y te dejas corregir porque sabes que te quieren?

4. Alianza con Abraham (Gn 15,1-21)


Abraham es prototipo del hombre que busca, el hombre que se fía de la voluntad de Dios, el
hombre que no está solo, tiene detrás una familia, un clan y debe velar por ellos. Pero Abraham
no tiene hijos propios, nacidos del seno de su mujer. En una cultura de la vida, como eran las
culturas antiguas, la vida era la mayor de las bendiciones divinas que un matrimonio podía
recibir. Era un hombre errante y Dios sella con él una alianza, responde a esas necesidades, le
promete una descendencia innumerable y una tierra que habitar. Tierra y vida. Familia y hogar,

64
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

sueños de cualquier hombre en cualquier etapa de la historia.

Dios elige a Abraham: Si la Alianza con Noé fue establecida con toda la humanidad la Alianza
sellada con Abraham será la Alianza de la que nacerá el pueblo elegido (Rm 11,28). Dios
compromete su palabra para crearse, en el tiempo y en el espacio, un pueblo y concederle
unos bienes determinados. Es el pueblo de la Alianza que será germen de la futura comunidad
de los creyentes en Cristo, la Iglesia.

 ¿Te has sentido alguna vez, como Abraham, “errante”?


 ¿Has perdido la esperanza en algún propósito en la vida? ¿la has llegado a recuperar?
¿Quién te ha “rescatado”?
 ¿Con qué sueñas: familia, hogar, casa…? ¿Te has sentido “escogido” para llevar a cabo una
tarea alguna vez?

5. La alianza definitiva con Cristo (Heb 8,6-7)


Poco a poco vamos desmenuzando algunos relatos
importantes del Antiguo Testamente, pero no
podemos leer ni trabajar el Antiguo Testamento
olvidando el Nuevo. Siempre el Nuevo Testamento es
la clave definitiva que interpreta toda la Escritura. Por
eso todas las Alianzas contenidas en el Antiguo
Testamento encuentran su sentido definitivo en la
Alianza consumada por Cristo. La carta a los Hebreos
es el escrito del Nuevo Testamento que más
desarrolla esta idea de la Nueva Alianza fundada en
Cristo. En este breve pasaje se afirma que Jesús es el
mediador de una “alianza mejor”, fundada en
“promesas mejores”. Lo cual no quiere decir que las
alianzas anteriores selladas por Dios con Noé y
Abraham no sirvieran. Sí, sirvieron en su momento,
en aquella época. Ahora, en este tiempo, en el que
nosotros vivimos, la única condición para participar de esta Alianza con Dios es la fe en Cristo.
Ya no es necesaria la circuncisión, ni los sacrificios de animales, solo la fe en Cristo.

 ¿Alguna vez “renovaste” alguna promesa con alguien?


 ¿Te sientes más cerca de las personas cuando descubres que tienen la misma fe en Cristo
que tú?

Resumiendo….

Hemos de ir descubriendo como cristianos la importancia que tiene el Antiguo Testamento. ¡No
tengáis miedo a leer el Antiguo Testamento! En él no se nos muestra a un Dios cruel ni distinto
al Dios que nos presentó Jesús de Nazaret. Aquí comienza la gran historia de amor que Dios ha
querido establecer con el hombre. Dios no empezó a amar al hombre cuando envío al mundo a
su único Hijo. No, había empezado mucho antes. Desde el momento cero, desde que creó al
hombre con un poco de barro. Ahí, desde esa Alianza primera Dios ama apasionadamente al
hombre. Y no solamente ahí, muy posiblemente desde toda la eternidad, aún antes de
formarnos Dios nos amaba. Pensad en unos padres que esperan a su primer hijo. No le
empiezan a querer desde el día de su alumbramiento. Lo hacen ya mucho antes, antes de que
salga del vientre de su madre. Por eso tenemos que mirar, y leer con respeto y cariño el
Antiguo Testamento, porque sin él “no se puede comprender a Jesús”.

 ¿Qué has descubierto o qué ideas te han cambiado del Antiguo Testamento?

65
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Ireneo de Lyon

Nació y creció en el siglo II, en la ciudad de Esmirna, en la costa


occidental de la actual Turquía. Allí oyó predicar al viejo obispo
Policarpo, discípulo del apóstol Juan. Ireneo llegará a ser más
tarde el segundo obispo de Lyon.

Ireneo fue uno de los primeros pensadores cristianos que dio una
forma sistemática a sus ideas. En el centro de su fe descansa su
convicción de que el Dios invisible, desconocido, creador de todo,
amó tanto a la humanidad que se volvió un ser humano como
nosotros. Lo que hace particularmente atrayente el pensamiento
de Ireneo es esa noción de «vida». Estamos invitados a entrar en
una vida que es simplemente el amor que Dios desea compartir
con nosotros. El acto de atravesar el inmenso abismo que le
separaba del cosmos físico, invitando al ser humano a una vida
como la suya, Dios no lo pensó más tarde: estuvo desde el origen
en el proyecto del amor divino. Somos amados tal y como somos
y por lo que podemos llegar a ser en la comunión que Dios nos
ofrece.

«La vida en el hombre es la gloria de Dios, la vida del hombre es la visión de Dios.»

“Al principio, y no porque necesitase del hombre, Dios plasmó a Adán, precisamente para tener
en quien depositar sus beneficios. Pues no sólo antes de Adán, sino antes también de cualquier
creación, la Palabra glorificaba ya a su Padre, permaneciendo junto a Él”

“Ni nos mandó que lo siguiésemos porque necesitara de nuestro servicio, sino para salvarnos a
nosotros. Porque seguir al Salvador equivale a participar de la salvación, y seguir a la luz es lo
mismo que quedar iluminado.”

“Él requiere de los hombres que lo sirvan, para beneficiar a los que perseveran en su servicio,
ya que Dios es bueno y misericordioso.”

VER
Hemos visto anteriormente, y nos lo ha recordado S. Ireneo, que Dios estaba ya ahí antes para
amarnos sobre todas las cosas, y que nos necesitamos mutuamente, como lo demuestran las
distintas alianzas que Él ha hecho con nosotros. ¿Qué nos puede enseñar todo esto para
aplicarlo en nuestra vida?

La familia, fruto de una alianza

Quizás una imagen humana que puede “explicar” la alianza divina puede ser la alianza
matrimonial, en la que los cónyuges se obligan a una serie de cosas. Nuestros padres,
posiblemente se amaban ya antes de haber nacido nosotros, ese amor lo hayan firmado a
través de esta alianza, y nosotros seamos fruto de ese amor. Quizá, muchos de nosotros,
también hemos recorrido este camino con la persona amada.

Pero también vemos a menudo cómo esas alianzas no se dan, se rompen y no se respetan.
¿Por qué sucede esto? ¿Somos conscientes de lo que una alianza supone? ¿Dónde está el
secreto del éxito y del fracaso? ¿Conocemos realmente la riqueza y todo lo que aporta el
matrimonio? ¿Qué es lo que nos da garantías de que un matrimonio sea firme? ¿Ser novios

66
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

mucho tiempo, vivir juntos, no casarse…?

 ¿Cómo crees que viven las personas su amor,


antes y después de haber sellado su alianza?
¿Qué significa para ellos la alianza?
 ¿Vives la experiencia del amor en la familia?
Recuerda algún hecho reciente que manifestara
ese amor.
 ¿Podríais expresar aún más en vuestra familia
ese amor del que ha emanado todo?
 Volviendo al cuestionario que abría este tema,
¿es el matrimonio y la familia uno de los temas
que más gente pone como ejemplo de alianza?
¿qué visiones existen de la misma?

JUZGAR
Lee despacio y reza el siguiente texto. Es un texto muy corto que encierra multitud de detalles,
pero que resume todo. A ver si eres capaz de sacar tus propias conclusiones.

1 Jn 4,7-8.20

Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que
ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios
es amor…Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues
quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.

 A nivel personal, ¿es posible que hayas tenido alguna experiencia de Dios sin haber sido
del todo consciente? ¿y a nivel de familia?
 ¿A qué personas te sientes llamado a amar más en este momento concreto?

ACTUAR

 ¿Qué puedo hacer para que en la familia podamos expresar más el amor que tenemos?
¿Podrías sellar una nueva “alianza”, algún pacto o promesa con ellos que ayude en este
propósito? (piensa en todas aquellas cosas en las que “flaqueas” más…)
 ¿Conocemos alguna familia en la que se haya “desestructurado” su alianza? ¿Qué
podemos hacer para apoyarla y ayudarla?

Piensa en algún compromiso concreto a nivel personal y a nivel de familia. A veces ese amor
se manifiesta en pequeños detalles que tenemos unos con otros, en los ratos que pasamos
juntos…

Quizás también puedes contarles o hacerles partícipes de la reflexión que habéis llevado a
cabo sobre las alianzas y su sentido en el matrimonio. Incluso podéis juntaros las distintas
familias del grupo en la parroquia, presentarles y compartir lo que habéis descubierto a través
de las encuestas, de los textos, de los testimonios, a través de una presentación, de una
representación…Seguro que somos capaces entre todos de vencer nuestras “timideces”.

Por último, revisa la dimensión familiar de tu proyecto personal de vida cristiana, e incorpora

67
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

aquello que veas necesario después de esta reflexión.

ORACIÓN
Oración por la familia (Madre Teresa de Calcuta)

Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos,
Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría.

Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría.


Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor.
Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los
momentos de angustia.

Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el
suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una
manera santa. Haz que nos amemos más y más unos a otros
cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a
perdonarnos mutuamente nuestras faltas como tú también
perdonas nuestros pecados.
Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar
todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado
Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Santos ángeles de la Guarda permaneced a nuestro lado,
guiadnos y protegednos.
Amén.

68
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 5:
UN PUEBLO QUE CAMINA.
De Moisés a los profetas

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:
 Proporcionar una información básica del período de la historia del pueblo de Israel en el
que los profetas fueron la voz de Dios.
 Acercarnos a los textos de los profetas del Antiguo Testamento y comprobar cómo su
mensaje es de total actualidad en el mundo de hoy.
 Reconocer en el pueblo judío a nuestros “hermanos mayores en la fe” en la fe, como
señala el Catecismo (n. 62-64)
 Propiciar un compromiso “activo” de todos los miembros del grupo traduciendo su fe en
Jesús en algún gesto concreto de denuncia de la injusticia o anuncio de la esperanza, a
ejemplo de los profetas.

Desde la Sagrada Escritura:


 Éx 3, 1-22. “Moisés, Moisés. Respondió él: Aquí estoy”.
 Dt 34, 1-12. “No surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba
cara a cara…”
 Os 4,1-3. “Escuchad la palabra del Señor, hijos de Israel”.
 Is 41, 8-11. “… no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu
Dios”.
 Jon 3,1-10. “Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el
mensaje que yo te comunicaré”.
 Is 50,4-9. “El Señor me ha dado una lengua de discípulo, para saber decir al abatido una
palabra de aliento”.

Desde el Catecismo:

 CIC 54-64, 70-72 – ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?


 CIC 121-123, 128-130 – ¿Qué importancia tiene el Antiguo Testamento para los
cristianos?
 CIC 839-840 - ¿Qué relación tiene la Iglesia con los judíos?
 CIC 1807-1836 - ¿Cómo se actúa justamente?
 CIC 1928-1933, 1943-1944 - ¿Cómo se construye la justicia social en una sociedad?

69
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

1. Un pueblo que camina


Este tema que comenzamos es clave para entender la presencia de
Dios en nuestra vida. Dios ha establecido con nosotros una alianza,
un “pacto” basado en el amor, y que nunca podrá romper. Él nos ha
hecho participes de esta alianza dándonos la capacidad de
responder a este amor con nuestras obras, desde la libertad y la
responsabilidad. Para guiarnos no ha cesado de hacerse presente en
la historia de su pueblo, a través de hombres, como nosotros, que
han recibido de Él la misión de darnos a conocer su Palabra, hasta el
mismo momento en el que su Palabra se encarna, en Jesucristo,
mostrándonos el camino de la verdadera salvación. Dios, a lo largo
de toda la historia, establece una relación íntima y transformadora
entre sí y la humanidad.

Este tema, “De Moisés a los profetas” abarca una etapa muy
importante en la vida del Pueblo de Israel. Dios se compadece de su
pueblo, con el que había establecido una alianza, y que vivía bajo la
opresión de Egipto. Él escoge a Moisés para liberar al pueblo de
Israel de la esclavitud de Egipto y conducirlo a la tierra prometida
que Dios les anuncia:

Ex 3, 7-8

“He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus
sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta tierra, para llevarlo a una tierra
fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel”

Moisés, enviado por Dios, se enfrentará al faraón y será quien, una vez liberado el pueblo, lo
guíe por el desierto, camino de la tierra
prometida.

Dios no se olvida en ningún momento de su


pueblo, ha establecido con él una alianza que
en ningún momento romperá. Un pacto de
amor que con Moisés sellará en el Sinaí,
haciéndole entrega de las tablas de la Ley, y
que exige también al pueblo una respuesta,
libre, de amor a Dios, manifestado en el
cumplimiento de los preceptos de la Ley. Serán
años de pruebas, dificultades y miedos, pero
donde en ningún momento Dios apartará la mirada sobre su pueblo Israel.

Moisés morirá antes de entrar en la tierra prometida, pero Dios seguirá escogiendo y enviando
personas que sepan hacer presente su Palabra en medio de la vida de los hombres.

 ¿Conoces a alguien así? ¿Te has sentido alguna vez llamado o escogido por el Señor?
Con Abrahán y con Moisés Dios abre la lista de numerosos testigos, que recibirán de Él la
misión de hacernos conscientes de su protección y guía.

70
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 Después de Moisés, Dios escoge a Josué con la misión de introducir al pueblo en la tierra
prometida (Jos 1,1).
 A la muerte de Josué siguió un período en el que el pueblo de Israel estuvo gobernado
por la figura de los Jueces. Pero no tenemos que pensar en los jueces que conocemos
nosotros y que salen por la televisión. Estos jueces de Israel no llevaban toga. Eran
líderes carismáticos que guiaban al pueblo.
 Y en esta nueva etapa del pueblo judío asentado ya en Canaán es cuando empezó a
surgir la figura del profeta bíblico, en quienes vamos a fijar nuestra atención.

2. Los profetas y los móviles


Cuando uno de nosotros firmamos un contrato tenemos
unos derechos y unas obligaciones. Y si no pensad qué hará
vuestra compañía de móvil si decidís cambiaros de
operadora antes del tiempo de permanencia que habéis
acordado. Pues os penalizará. Moisés y los profetas se
empeñaron en recordar al pueblo judío que tenían que
cumplir las cláusulas del contrato que habían firmado con
Dios. Ya hemos visto en el tema anterior que este tipo de
“contratos” se llama: “Alianza”. Es la Alianza que Dios selló
con Moisés en la cima del monte Sinaí. Dios se comprometía
a querer y a cuidar a este pueblo como a ningún otro, pero
el pueblo tenía que cumplir su parte establecida en el
decálogo (Ex 20,1-21). Al principio el pueblo se mostró muy
dispuesto a cumplir su parte del pacto: “Haremos todo
cuanto ha dicho el Señor” (Ex 19,8). Pero pronto se cansaron
y se olvidaron, y dieron la espalda a Dios. Sí, ellos también
prefirieron “cambiar de compañía”. Los profetas se
dedicaron a refrescar la memoria del pueblo, para que no
olvidara las obligaciones a las que se había comprometido con Dios.

3. ¿Qué es un profeta?
Hemos nombrado varias veces la palabra “profeta” y lo haremos más veces en lo que sigue.
Por eso, antes de seguir profundizando, es necesario que respondas esta pregunta:

 ¿Sabes exactamente lo que es un profeta, cómo lo definirías?


 Mucha gente confunde al profeta con el adivino, pensando que el profeta podría
averiguar el futuro. ¿Tú estás preocupado por tu futuro, te quita el sueño?
 ¿Qué dicen otros sobre los profetas?

Ahora lee atentamente este texto:

Miqueas 3,5-8

Esto dice el Señor contra los profetas que extravían a mi pueblo:”¿Tienen algo entre los
dientes?, gritan paz; a quien no les pone algo en la boca, le declaran la guerra”.
Por eso, en vez de visión tendrán noche, en vez de presagio, oscuridad; se pondrá el sol
para los profetas, se les oscurecerá el día.
Se avergonzarán los videntes, los adivinos quedarán en ridículo, se taparán la cara todos
ellos, pues Dios no les responde.
No,
Peroconviene
yo estoynolleno
confundir al profeta
de fuerza –por elbíblico
espíritucon
de el advino,
Dios-, el astrólogo,
de derecho el futurólogo
y coraje, o cona el
para anunciar
falso profeta. Diríamos que aquel
Jacob su culpa, a Israel su pecado. y éstos tienen una misión bien distinta.

71
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Hoy en día son muchos los que alzan la voz, en favor de un mundo mejor, ofreciéndose a sí
mismos como los únicos capaces de conducirnos a esa “tierra prometida”. Pero si nos fijamos
en los ejemplos de profetas del Antiguo Testamento, podemos hacernos una buena radiografía,
de cómo deben o no deben ser los verdaderos profetas que necesitamos.

En este texto del profeta Miqueas vemos cómo Dios rechaza a los
falsos profetas, ésos que solo quieren su ganancia, su propio bien
y que para conseguirla solo dicen lo que agrada a los oídos de los
poderosos. Aunque la situación esté llena de corrupción y de
injusticia ellos solo gritan “paz” (3,5). Los videntes y los adivinos
que juegan a adivinar el futuro, quedarán en evidencia delante de
Dios, que es el verdadero señor del tiempo y de la Historia. En
cambio, el verdadero profeta es el que se sabe revestido de la
fuerza de Dios para una misión concreta.

 ¿Conocéis “falsos profetas” hoy en día? ¿Quiénes pueden ser?

Ya en este texto del profeta Miqueas hemos podido ver algún rasgo del profeta bíblico, pero
profundicemos un poco más. ¿Qué rasgos tiene para nosotros un profeta?:

 El profeta es el hombre llamado y enviado por Dios: no se es profeta por propia iniciativa,
ni por un conjunto de cualidades ni por pertenencia a una determinada familia. Se es
profeta por decisión y elección de Dios. Han sido elegidos por Dios y a partir de ese
momento actúan en su nombre (Ez 2,7). Por eso los profetas serán, antes que nada, los
hombres de Dios.

 Es un hombre público: el profeta no se puede esconder porque, precisamente, su misión


lo sitúa ante la gente. Como tiene un mensaje de denuncia será, la mayoría de las
veces, rechazado y perseguido. Para llevar a cabo esta misión pública el profeta tendrá
que superar también sus propios miedos (Jr 1,8.17).

 Es el hombre de la palabra: La palabra es la herramienta más característica de su tarea.


Pero no será la suya propia sino que el profeta transmitirá la palabra divina (Jr 1,9). A
través de los profetas la palabra de Dios interviene en la historia y se encarna en ella
para juzgarla, reconvertirla y sanarla. El profeta es un portavoz, habla en nombre de
Dios.

 Es el hombre de las acciones simbólicas: el profeta es el hombre de la palabra pero


también el hombre de la acción. Su palabra es confirmada por gestos contundentes.
Dibujar una ciudad en un ladrillo (Ez 4,1-3) o disparar flechas por la ventana (1Re 11,29-
31) son gestos cargados de sentido. Su función es provocadora, a la vez que
transmisora del mensaje de Dios.

 Es el hombre de la denuncia y del anuncio: El encargo recibido por Jeremías para


arrancar y destruir…, para edificar y plantar (Jr 1,10) resume admirablemente las dos
vertientes de la palabra profética. El objetivo último del profeta no es la denuncia sino
promover el cambio y la conversión, alimentar la esperanza, anunciar la salvación
prometida, construir el futuro.

4. ¿Y cuál fue su mensaje?


Algo ya hemos ido anticipando, se trata ahora de decirlo más claramente. El profeta no es el
hombre que anuncia calamidades, ni el castigo de parte de Dios.

72
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 El contenido fundamental de la profecía bíblica es la defensa de la fe en un Dios único,


propio y personal.

 Los profetas denunciaron cualquier huella de corrupción, injusticia, mezquindad e


hipocresía. Dedicaron muchas horas de su vida a la
denuncia social. También criticaron con mucha fuerza el
culto vacío, superficial, hipócrita.

 Y por fin anunciaron la venida de un mesías (un hombre


ungido, “tocado” por Dios) que sería el último y definitivo
profeta. Y que nos enseñaría el verdadero camino hasta
Dios: Jesucristo.

5. ¿Qué nos dicen a nosotros?


Hoy en día sigue teniendo mucha actualidad el mensaje de los
profetas. Su palabra sigue siendo vigente, y cuando rezamos con ella vemos como nuestra vida
vuelve a situarse en “clave de Dios”.

Jer 16,10-11.

Después, cuando hayas comunicado a este pueblo todo esto y te pregunten: "¿Por qué
ha pronunciado el Señor contra nosotros esta terrible desgracia?, ¿cuál es nuestra
culpa y qué pecados hemos cometido contra el Señor, nuestro Dios?", le responderás:
"Porque vuestros padres me abandonaron –oráculo del Señor- para irse con dioses
extranjeros, para darles culto adorarlos ; me abandonaron y no cumplieron mi ley

Los profetas denunciaron ante el pueblo el pecado de la idolatría, es decir, el cómo había
abandonado al Dios de la Alianza y se habían ido tras otros dioses, los dioses de los pueblos
vecinos. Hoy, muchos hombres han abandonado a Dios.

 ¿cuál crees tú que hoy son los dioses para el hombre


moderno?
 ¿Tú crees que estos dioses pueden dar la felicidad?

¿Cómo es posible que miles de años después


sigan existiendo las injusticias, la corrupción?

Miq 2,1-2

¡Ay de los que traman el crimen y planean pérfidas acciones en sus camas! En cuanto apunta
el día las ejecutan, porque tienen poder. Desean campos y los roban, casas y se apoderan de
ellas; oprimen al cabeza de familia y a los suyos, explotan al ciudadano y sus bienes.

El profeta denuncia que la sociedad en medio de la que vive está corrupta. La codicia, el robo,
el atropello de los poderosos hacia los más pobres es moneda de cambio. Las clases dirigentes
que tendrían que preocuparse de los más débiles solo se ocupan de su bolsillo. Son lobos con
piel de cordero.

 ¿Te viene a la cabeza alguna noticia o situación actual, a nivel personal y social?

73
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Por qué piensas que después de casi tres mil años hay hombres que se aprovechan de sus
semejantes, que son corruptos?
 ¿Crees que es algo ligado indiscutiblemente a la naturaleza humana? ¿En qué medida
puede tener solución?

Is 53,5-7

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo
saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno
siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado,
voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como
oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.

Jesús en el pretorio, azotado, humillado, cargó con la cruz… Él era inocente. ¿Se parecen
ambas historias, verdad? Jesús, como este misterioso personaje del que habló el profeta Isaías
tampoco contestó a la violencia de la que fue víctima con más violencia. Contestó
perdonando.

 ¿Tú crees que hoy es posible perdonar al que te hace mal? ¿Te cuesta perdonar en tu vida?

Resumiendo….

Hemos dado muchas definiciones del


profeta. Añadamos una más. El profeta
es el “amigo de Dios”, le une un fuerte
cariño y compromiso hacia Dios que le ha
llamado a una misión. El profeta se sabe
pequeño, no el mejor, pero acepta la
llamada de Dios y se fía de Él. Sabe que
por eso, por seguir a Dios, muchos le van
a insultar, a rechazar, incluso su vida
será puesta en peligro. Pero no le
importa. Se fía de Dios y decide seguir
adelante. Aunque el profeta no deja de
ser un hombre y por eso también tiene
momentos de duda y de desánimo, los
ejemplos de Jeremías y de Jonás son aquí muy alentadores.

A los profetas no les gustaba que su pueblo estuviera andando las sendas del mal… ¡qué va!…
Es como un padre o una madre que les duele cuando ven a sus hijos andar caminos
equivocados y los padres hablan y les advierten a sus hijos aunque saben que éstos quizá no
les escuchen. Pero lo tienen que hacer porque les quieren. Lo contario, el callar, sería ser
cómplices con el mal.

A veces se piensa que el Dios que nos presenta en el Antiguo Testamento es un Dios lejano,
cruel, que disfruta con nuestra desdicha…

Oseas 11,1-4.

Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamaba, más se
alejaban de mí. Sacrificaban a los baales, ofrecían incienso a los ídolos. Pero era yo quien
había criado a Efraín, tomándolo en mis brazos; y no reconocieron que yo los cuidaba. Con
lazos humanos los atraje, con vínculos de amor. Fui para ellos como quien alza un niño
 hasta¿Qué te llama Me
sus mejillas. la atención de este
incliné hacia texto?
él para darle de comer.

74
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

El profeta presenta a Dios como un padre o una madre que ama profundamente a su hijo desde
su nacimiento. En este caso el hijo es símbolo del pueblo de Israel. Pueblo que se fue tras
otros dioses y dejó plantado a su Dios. Pero a pesar de eso, Dios, lo perdonó y lo amó como
una madre que alza a su bebé hasta su mejilla. Que se inclina y le da de comer. ¿Hay imagen
más hermosa?

75
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: Beato Monseñor Óscar Romero.

La pregunta que acabamos de hacernos ¿hay hoy profetas? la vamos a responder con el
testimonio de uno de los grandes profetas del siglo XX, el Beato Monseñor Oscar Romero. Nació
en el Salvador, en la ciudad de Barrios, el 15 de agosto de 1917 y fue cruelmente asesinado
mientras celebraba la misa el 24 de marzo de 1980 en la ciudad del Salvador. Murió con 62
años. Era sacerdote católico y más tarde llegó a ser arzobispo de San Salvador, en el año 1977
hasta el año de su muerte en 1980. Se volvió célebre por su predicación en defensa de los
derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral.

Este testimonio lo trabajaremos aproximándonos a sus palabras tomadas de sus homilías


dominicales. Ahí, en el contexto de la liturgia de la eucaristía, monseñor Romero entraba en
contacto con su pueblo y ahí denunciaba sin reparo las numerosas violaciones de los derechos
humanos que se estaban perpetrando en su país. Y también se colocó reiteradamente al lado
de las víctimas de la violencia política de su país. Por eso monseñor Romero empezó a ser
molesto para los poderosos. Su palabra y su testimonio incomodaban a muchas de las clases
dirigentes. Recibió numerosas amenazas de muerte. Intentaron hacerle callar, pero no lo
lograron. Como los profetas de la Biblia, la existencia de monseñor Romero fue una existencia
amenazada. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los
derechos humanos en El Salvador. La coherencia de su vida y de su palabra y su valentía le
merecieron el respeto de muchas personas en el mundo. La propia Iglesia católica le concedió
el título de “Siervo de Dios”, y fue beatificado el 23 de mayo de 2015, en El Salvador. Fuera de
la Iglesia Católica, Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad,
incluyendo a la Comunión Anglicana, la cual lo ha incluido en su santoral. Él es uno de los diez
mártires del siglo XX representados en las estatuas de la Abadía de Westminster, en Londres, y
fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1979.

“Defender la verdad y la justicia le costó la vida”.


Estas desigualdades injustas, estas masas de miseria que claman al cielo, son un antisigno de
nuestro cristianismo. Están diciendo ante Dios que creemos más en las cosas de la tierra que
en la alianza de amor que hemos firmado con Él, y que por alianza con Dios todos los hombres
debemos sentirnos hermanos... El hombre es tanto más hijo de Dios cuanto más hermano se

76
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

hace de los hombres, y es menos hijo de Dios cuanto menos hermano se siente del prójimo
(Homilía 18 de septiembre de 1977, I-II p. 225).

Atención al conformismo
Los hombres no comprenden su dignidad y no se promueven. Y viven un conformismo que
verdaderamente es opio del pueblo. Esto hay mucho, hermanos. Los ricos que no piensen que
ellos sólo son los culpables del pecado social. También los perezosos, también los marginados
que no luchan por conocer su dignidad y trabajar por ser mejor. Todo aquél que se adormece y
está tranquilo, como que otros le realicen su propio destino, está pecando también (Homilía 24
de julio de 1977, I-II p. 141).

No hay derecho para estar tristes


No hay derecho para estar tristes. Un cristiano no puede ser pesimista. Un cristiano siempre
debe alentar en su corazón la plenitud de la alegría. Hagan la experiencia, hermanos, yo he
tratado de hacerla muchas veces y en las horas más amargas de las situaciones, cuando más
arrecia la calumnia y la persecución, unirme íntimamente a Cristo, el amigo, y sentir más
dulzura que no la dan todas las alegrías de la tierra. La alegría de sentirse íntimo de Dios, aun
cuando el hombre no lo comprenda a uno. Es la alegría más profunda que pueda haber en el
corazón (Homilía 20 de mayo de 1979, VII p. 349).

No basta venir a misa.


No basta venir a Misa el domingo, no basta llamarse católico, no basta llevar al niño a
bautizarlo, aunque sea en una gran fiesta de sociedad. No bastan las apariencias. Dios no se
paga de las apariencias. Dios quiere el vestido de la justicia. Dios quiere a sus cristianos
revestidos de amor (Homilía 15 de octubre de 1978, V p. 250).

VER
Monseñor Romero, como le sucedió a Moisés, a Miqueas o a Ezequiel, no podía quedarse
callado viendo las injusticias, la violencia del hombre contra el hombre, la hipocresía de un
culto falso que alaba a Dios pero se aprovecha del hermano… No, no hay tanta diferencia
entre aquellos profetas y Óscar Romero, sin olvidar que los profetas no solo denunciaron sino
que también fueron transmisores de una palabra de esperanza de parte de Dios. Ellos nos
ayudan a centrar nuestra vida en Dios.

 Piensa y comparte con el grupo un hecho concreto que hayas vivido últimamente en el que
se haya cometido alguna injusticia contra alguien.
 ¿Cuáles crees que son hoy las injusticias más comunes? ¿Quiénes son hoy los más
“pisoteados” de la sociedad?
 ¿Qué respuestas está dando la sociedad a las injusticias actuales? ¿Y en la Iglesia, conoces
voces proféticas que hoy estén denunciando esas injusticias y estén trabajando por
remediarlas?

JUZGAR
“Nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que existen hoy en el mundo”.
(Papa Francisco).

Si esto es cierto para cualquier persona de buena voluntad,


¡cuánto más lo ha de ser para un cristiano, para alguien
que cree en Jesús! Es verdad que, como cristianos, no
podremos nosotros solos solucionar y remediar todas las
injusticias que están presentes en la Iglesia y en la
sociedad. Pero tampoco vale ponerse de lado y quedarse
de brazos cruzados. No es de recibo pensar que no
podemos hacer nada. No basta levantar acta de lo que
pasa a nuestro alrededor y ya está. Sí, se puede hacer. Se

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

puede vivir ignorando lo que pasa a nuestro alrededor. Pero aquí nos jugamos la coherencia de
nuestra fe.

¡Ay de los que traman el crimen y planean pérfidas acciones en sus camas! En
cuanto apunta el día las ejecutan, porque tienen poder. (Miqueas 2,1).

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos


quedarán saciados. (Mateo 5,6).

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el


Reino de los Cielos (Mateo 5,10).

Hemos reflexionado en el “ver” sobre las injusticias, hemos escuchado a los profetas y a
monseñor Romero denunciarlas, Jesús lo convierte en positivo y nos invita a ser seguidores y
constructores de la justicia.

Pero hay un elemento que tampoco debemos olvidar y que ofrece el fundamento sobre el que
cobra sentido la justicia: el amor.

1 Juan 3,10

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la
justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

La primera carta de san Juan nos recuerda otro elemento fundamental: para un cristiano no
puede haber justicia sin amor. La justicia es, por tanto, otro fruto del amor. Porque amamos a
nuestro prójimo no podemos ser indiferentes ni tolerar las injusticias.

Ahora ya es momento de reflexionar sobre todo lo que hemos visto en este apartado del
juzgar:

 ¿Tú te sientes llamado a hacer algo para unirte a esta misión profética de la Iglesia o
sientes que esto no va contigo?
 “Ser justo y amar al prójimo”. ¿Piensas que es posible cambiar el odio por amor?
 Los profetas lo predicaron y Jesús nos demostró con su vida que esto es posible. ¿Tú
estás dispuesto a seguir el ejemplo de Jesús o piensas que eso es cosa de otros?
 ¿Te sientes feliz con tu modo actual de vida? ¿Piensas que hay algo que deberías
cambiar?

78
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ACTUAR
Ahora llega el momento del compromiso personal. Ni Moisés, ni los profetas bíblicos, ni
monseñor Romero, viven hoy. Vive Jesús de Nazaret y su mensaje. Vivimos tú y yo. Y hoy se
siguen dando injusticias y sigue habiendo personas que necesitan escuchar una palabra de
esperanza y de aliento de parte de Dios.

Es necesario que ahora concretemos un compromiso personal. Aunque sea pequeño, pero
concreto y preciso, y que se pueda realizar. No resolveremos todos los problemas del mundo,
pero quizás sí hagamos más feliz a alguna persona. A la hora del compromiso personal,
contemplamos las dos facetas de la predicación de los profetas: en contra de la injusticia y a
favor de la esperanza.

 ¿Qué compromiso concreto vas a asumir para poder resolver o aliviar alguna situación de
injusticia?
 ¿Qué acto concreto de servicio o de amor vas a realizar para poder llevar esperanza a
alguien?
 ¿Podemos asumir algún compromiso como grupo?

Revisa la dimensión social de tu proyecto personal de vida cristiana e incluye estos


compromisos, para poder darles continuidad en el tiempo.

ORACIÓN
Ni trabajar a favor de la justicia, ni amar al prójimo lo podremos hacer como los profetas y
Jesús lo hicieron si no tenemos una experiencia personal de Dios. Por eso es tan importante la
oración. Porque es el motor de ser y del hacer cristiano. Nos comprometemos con los demás
porque amamos a Dios. Y cuando uno ama a alguien tiene que estar con él y dedicarle ratos
de su vida.

Escuchamos la Palabra:

Jeremías 1,4-10

El Señor me dirigió la palabra:


-Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del
seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones..
Yo repuse:
-¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que solo soy un
niño."
El Señor me contestó:
-No digas que eres un niño, pues irás adonde yo te envié y dirás lo
que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para
librarte –oráculo del Señor.
El Señor extendió la mano, tocó mi boca y me dijo:
-Voy a poner mis palabras en tu boca. Desde hoy te doy poder
sobre pueblos y reinos para arrancar y arrasar, para destruir y
demoler, para reedificar y plantar.

(Hacemos un momento de silencio después de escuchar la Palabra de Dios)

79
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Reflexión

Todos tenemos en la vida una vocación, hemos sido llamados para algo. En el caso de los
profetas, lo acabas de escuchar, para “extirpar y destruir, arrancar y plantar”

 Y en tu caso… ¿cuál es tu vocación, a qué crees que Dios te llama? ¿cuál es el sentido de
tu vida?
 ¿te gustaría darle gracias a Dios por algo de lo que has aprendido, reflexionado o vivido en
este tema? Díselo…
Si quieres puedes, en este momento de silencio, compartir algo de tu oración con los demás.

Acabamos, dándonos todos las manos, y pidiéndole juntos a Dios que nos dé coraje y valentía
para ser sus profetas hoy: PADRE NUESTRO que estás en el cielo…

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Recursos para hacer algo diferente:

Película – ROMERO 1989.

Director: John Duigan


Actores: Raúl Julia, Richard Jordan, Ana Alicia, Eddie Vélez, Tony Plana, Harold Could
Género: Drama histórico
Duración: 95 minutos.
Nacionalidad: EEUU
Año: 1989.
Temas: Compromiso, denuncia social

Argumento: La película refleja el drama de la vida de monseñor Romero y su valiente defensa


de la justicia y de su pueblo salvadoreño. Sería estupendo el
poder verla con juntos pues está basada en hechos reales. Y es
impresionante.

Para trabajar la película:

 ¿Qué es lo que más te ha impresionado de la película?


 ¿Qué cosas no te han gustado?
 ¿Qué situaciones, parecida a la de El Salvador, conoces en
el mundo de hoy?¿Cuál es tu respuesta frente a ellas?
 Tú eres cristiano, ¿cómo vives tu compromiso a favor de la
justicia y de la paz?
 Después de haber visto esta película, ¿piensas que algo
debería cambiar en tu vida?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 6:
JESÚS DE NAZARET

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Resaltar la importancia de ir siempre al encuentro de Jesucristo, el Emmanuel, “Dios con


nosotros”, para dar consistencia a nuestra fe.
 Conocer elementos clave de la vida de Jesús y de su mensaje evangélico.
 Acoger la Buena Nueva y animarnos a ser constructores del Reino de Dios.
 Reconocer a los pobres como principales destinatarios de nuestra acción misionera.

Para preparar el tema

 En este tema vamos a acercarnos a la vida y misión de Jesús. Al principio, tenemos que
suscitar en nosotros el deseo de conocerlo en profundidad, y para ello, al igual que hizo
con sus discípulos, Jesús nos invita a estar con Él. Pero eso requiere un previo: actitud
de búsqueda. Preguntémonos: ¿Qué nos mueve a estar en un grupo cristiano
recorriendo un itinerario de formación en la fe? Ahora, si es un grupo cristiano es porque
realmente Jesús nos une: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Pero, ¿realmente queremos estar con Él? ¿Lo
conocemos en profundidad?

 A través de los distintos recursos del tema reflexionaremos sobre algunas ideas
fundamentales: hemos de tener claro que los cristianos no buscamos algo, sino que
buscamos a alguien y esto implica querer conocerlo y estar con Él. Para ponernos en
camino, en este tema vamos a tratar de acercarnos a Cristo fundamentalmente a través
de su Palabra. Vamos a recorrer, a través del Evangelio, momentos especiales de su
vida y pasajes donde explicita públicamente su misión y su mensaje. Es muy importante
que no nos acerquemos a esos pasajes de manera meramente historicista; hemos de
hacerlo de manera contemplativa, orante e interpeladora. No pasemos de corrido;
hagamos tiempo de silencio, de meditación; escuchemos la Palabra y dejémonos hacer
por ella; es Jesús quien nos habla.

 La propia esencia del anuncio de Jesucristo llega a las personas y no las deja
indiferentes. Nos cuestionamos de forma natural aspectos de nuestra vida al
contemplar en Jesús la venida del Reino de Dios, al escuchar sus bienaventuranzas, sus
mandamientos, su opción por los pobres… Intentemos en este tema acercarnos a Jesús,
estar con Él para que conocerlo y escucharlo; el Espíritu hace el resto.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Desde la Palabra de Dios:

 Jn 1, 35-39 - ¿Qué buscáis?


 Mt 1, 23 - Le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.
 Lc 4, 16-21 – El anuncio programático
 Mt 5, 3-12 – Las bienaventuranzas
 Lc 10, 25-37 – El buen samaritano
 Mt 16, 21-27 – El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue
con cruz y me siga.
 Mt 14, 24-33 - ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
 Mt 25, 31-46 – El juicio final

Desde el Catecismo:

 CIC 124-127, 128-130 - ¿Qué importancia tiene el Nuevo Testamento para los cristianos?
 CIC 422-429 - ¿Por qué se llaman «evangelios», es decir, «buena nueva» los relatos
sobre Jesús?
 CIC 430-435, 452 - ¿Qué significa el nombre «Jesús»?
 CIC 456-460 - ¿Por qué se hizo Dios hombre en Jesús?
 CIC 464-467, 469 - ¿Qué significa que Jesucristo es a la vez verdadero Dios y verdadero
hombre?
 CIC 531-534, 564 - ¿Por qué Jesús no se manifestó nunca en público a lo largo de treinta
años de su vida?
 CIC 535-537, 656 - ¿Por qué Jesús se dejó bautizar por Juan, aunque no tenía pecado?
 CIC 541-546, 567 - ¿A quién promete Jesús el “reino de Dios”?
 CIC 1716-1717, 1725-1726 - ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas?
 CIC 574-576 - ¿Por qué se condenó a un hombre de paz como Jesús a morir en la cruz?
 CIC 2443-2446 - ¿Qué importancia tienen los pobres para los cristianos?
 CIC 618 - ¿Por qué debemos nosotros también aceptar el sufrimiento en nuestra vida y
así “cargar con la cruz” y con ello seguir a Jesús?

83
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Los cristianos vivimos una fe encarnada. Nuestra religión


no nos saca de este mundo; creer en Dios no nos evade
de nuestra realidad. Es más, como hemos visto en los
temas anteriores, Dios mismo se hace presente en
nuestra historia, se involucra, participa y nos invita a vivir
en alianza con Él. Pero hay un momento en el que Dios
interviene en nuestra historia de manera definitiva: nos
envía a Jesús, su Hijo, Dios hecho hombre, para sellar una
Alianza nueva y eterna basada en su Amor. Nosotros
estamos llamados a encontrarnos con Él. Jesús nos
muestra el camino; nos invita a seguirle, a ser sus
amigos, para vivir nuestra existencia de manera feliz,
plena, en comunión con Dios y con los hermanos.

Un cristiano es el que sigue a Cristo, pues en Él reconoce


a Dios que se encarna plenamente y vive entre nosotros.

 ¿Tú te declaras cristiano? ¿Quién es Cristo realmente


para ti? ¿Qué supone la fe cristiana para tu día a día?

No tenemos que tener miedo a enfrentarnos a estos interrogantes, son cuestiones


fundamentales que todos nos tenemos que hacer. De hecho, Jesús, tras pasar cierto tiempo
enseñando y predicando, un día se paró ante sus discípulos y les preguntó: “Y vosotros, ¿quién
decís que soy yo?” (Mt. 16, 15).

Pero antes de contestar directamente a esta pregunta, os invitamos, a través de estos temas, a
acercaros de una manera especial a Jesús de Nazaret. Queremos dar profundidad a nuestra
relación con Él, conocerlo más, para dar sentido a nuestro caminar como grupo cristiano.

Comencemos…

1. ¿Qué buscáis? (Jn 1, 35-39)

“Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba,
dice:
—Este es el Cordero de Dios.
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo
seguían, les pregunta:
— ¿Qué buscáis?
Ellos le contestaron:
—Rabí (que quiere decir Maestro), ¿dónde vives?
Él les respondió:
—Venid y lo veréis.
Entonces fueron, vieron dónde vivía y pasaron aquel día con él. Eran como las cuatro de la
tarde.”

Juan, el Bautista, ve a Jesús y anuncia “Este es el Cordero de Dios”. Algo se despierta en dos de
sus discípulos que toman la decisión de seguir a Jesús. Previamente habrían escuchado la
predicación de Juan y recibirían su bautismo en las aguas del Jordán. Esperaban la llegada de
alguien especial, la venida del Mesías. Juan les animó a estar atentos y abrir bien los ojos del
corazón.

84
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 Piensa en personas que te han presentado a Jesucristo a lo largo de tu vida. ¿Cómo te han
hablado de Él? ¿Cómo ha sido tu respuesta?
No saben a dónde les puede llevar ese desconocido, pero ya están tras sus pasos. Los
discípulos caminan tras Jesús, pero parece que no se atreven a dirigirse a Él. Es Jesús quien
toma la iniciativa y les pregunta: “¿Qué buscáis? “

 Y nosotros… ¿conocemos realmente a Jesús? ¿Qué buscamos en Él?


Los discípulos le responden con otra pregunta: “¿Dónde vives?”. Le
llaman maestro pero no reclaman lecciones magistrales, simplemente
quieren conocerlo y vivir con Él. A lo que Jesús responde: “Venid y lo
veréis”; invitándoles a tener una experiencia en primera persona. Sólo
estando con Él se aprende quién es, y esa experiencia marca, nos cambia
la vida. Como vemos, el pasaje anterior no relata un momento cualquiera,
el evangelista resalta lo que allí acontece, nos indica hasta la hora exacta:
“Eran las cuatro de la tarde”.

De forma sencilla esta lectura del Evangelio nos describe qué pasos esenciales hemos de dar
para seguir Jesús:

1) Antes que nada, hemos de “estar en búsqueda”. Si somos conformistas, indiferentes,


comodones… no tenemos encendida la llama de la fe.

“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una
tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de
placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los
propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha
la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer
el bien. (…) Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para
nosotros. (…) Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a
renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de
dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien
piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada
por el Señor». Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso
hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos.” (Evangelii
Gaudium, 2)

2) No buscamos algo, “buscamos a Alguien”. Lo importante no es saber mucho sobre Jesús, ni


quedarnos con lo que nos guste de lo que dijo o hizo, sino encontrarnos con Él, presente en
nuestras vidas.

“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro
con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una
orientación decisiva.” (Deus caritas est, 1)

3) Tenemos que aprender a “vivir como Jesús”. Mirar la vida desde el Evangelio, dialogar con
Dios de una manera cercana, amar y ayudar a todas las personas, construir un mundo
nuevo…

“Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino sobre
todo con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios.” (Evangelii gaudium, 259)

Partiendo de estas premisas, estamos en condiciones de adentrarnos en esta parte


apasionante de nuestro itinerario: acerquémonos a Jesús de Nazaret, el Mesías, el Hijo de Dios,
nuestro Señor.

85
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Situémonos…

2. “Dios envía a su Hijo para que el mundo se salve por Él”


La venida de Jesús es un acontecimiento tan relevante
que Dios lo ha ido preparando desde el principio de los
tiempos. Todo lo acontecido y anunciado en el Antiguo
Testamento converge hacia Cristo. La historia se divide en
dos mitades: antes y después de Cristo. En realidad
podemos distinguir tres períodos:

a) El tiempo de la espera.
b) Cristo, plenitud de la historia.
c) El tiempo del Espíritu que acompaña y guía los pasos
de la Iglesia en la Nueva y definitiva Alianza.

¿Pero qué fue lo que pasó hace más de dos mil años en
ese lugar de la tierra? Para adentrarnos en este misterio
tomemos como fuente los Evangelios. En ellos
encontramos datos sobre la vida de Jesús; pero no como
una simple crónica; son una confesión de fe. Evangelio
significa “Buena Nueva”. Los relatos acerca de la vida,
muerte y resurrección de Jesús son la mejor noticia del
mundo. Testimonian que el judío Jesús de Nazaret, nacido
en Belén, es el “Hijo de Dios vivo” (Mt. 16, 16) hecho
hombre. Fue enviado por el Padre para que “todos se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2,
4).

En concreto, Jesús en hebreo significa “Dios salva”. Y en el


Evangelio se nos dice…

Jn 3, 16-17

“Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no
perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo
para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”.

 Pero… ¿de qué nos salva Jesús? ¿Tú necesitas ser salvado? ¿Qué es para ti la “vida
eterna”? ¿Necesitas que Jesús forme parte de tu vida personal?

Lo que está claro es que a un desconocido o a una persona que nos resulte indiferente no le
hacemos un hueco significativo en nuestra vida. En estos temas vamos a tratar de estar con
Jesús, para conocerlo mejor, para escuchar lo que nos propone. Haremos un recorrido por su
vida para acercarnos a su paso por la historia y contemplar cómo ese acontecimiento nos
puede marcar para siempre mostrándonos el camino para alcanzar la felicidad, para estar en
comunión con Dios.

86
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Contemplemos…

3. Dios con nosotros.


Mt 1, 23

“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que
significa: `Dios-con-nosotros´.”

Es común preguntarnos alguna vez si podemos ver a Dios. A veces lo experimentamos


contemplando la naturaleza, a través del testimonio de otras personas… Pero Él nos ha
ofrecido un camino para que podamos encontrarle. En Jesús, Dios viene a nuestro encuentro.
“Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14, 9).

Observemos su nacimiento. Así se nos


muestra el Mesías, quien nos trae la
salvación. No nace en un palacio, no
viene con un ejército al uso. Lo
encontramos en la humildad de un
pesebre “porque no había sitio para ellos
en la posada” (Lc. 2, 7). Un misterio es
una verdad que escapa al alcance de lo
puramente racional. Contemplemos este
misterio: Dios es tan grande que puede
hacerse pequeño y venir a nuestro
encuentro como un niño para que
podamos amarlo. Renuncia a su
esplendor divino y nace en un establo
para que podamos encontrarlo.

 Amor, ternura, humildad, sencillez… ¿qué te suscita en el corazón la contemplación de


este misterio?

Renovemos…

4. Este es mi Hijo amado.


Jesús vivió en Nazaret, como uno más del lugar. Fue educado en las tradiciones religiosas del
pueblo de Israel. Crece en sabiduría y la gracia de Dios está con Él, pero la gente de alrededor
no sabía que era el Hijo de Dios. De esta etapa podemos aprender el valor del silencio, de la
vida familiar y del trabajo. En el episodio de su bautismo, Jesús se manifiesta como el enviado
del Padre y comienza su vida pública. Juan Bautista, el último de los profetas enviados por Dios
para preparar su llegada, será el primero en advertir el cambio que va a acontecer en la
historia:

Mc 1, 9 -11

“Por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
En cuanto salió del agua vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre él como una
paloma. Se oyó entonces una voz desde los cielos: -Tú eres mi Hijo amado, en quien me
complazco.”

87
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Quien se sumergía en las aguas del río reconocía la necesidad de cambiar de vida. “Juan
Bautista se presentó en el desierto bautizando y predicando un bautismo para la conversión y
el perdón de los pecados” (Mc. 1, 4). Pero este gesto expresaba la espera de un bautismo
diferente: “Yo os bautizo con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo ” (Mc, 1, 8). Con su
bautismo Jesús, que carece de pecado, se muestra solidario con los pecadores, expresa su
identidad de hombre y su decisión de cargar con nuestros fallos. Esta decisión libre, de amor
hasta el extremo, le costará la vida entregada en la cruz.

Al salir Jesús de las aguas se manifiesta


abiertamente la Santísima Trinidad: la voz del
Padre, el Hijo amado y el Espíritu en forma de
paloma. Al reflexionar sobre el bautismo de
Jesús, comprendemos mejor que aquel Niño
que contemplábamos en Belén ha de ejercer
una misión en nombre de Dios. Y que sobre
Él reposa toda la confianza del Padre y toda
la fuerza del Espíritu Santo. Será luz de las
naciones, abrirá ojos a los ciegos y dará
libertad a los prisioneros.

 ¿Queremos nosotros comenzar una vida


nueva al lado de Jesús? ¿Qué tengo que
limpiar? ¿De qué me tengo que
desprender?

Escuchemos…

5. El anuncio de su programa
Lc 4, 14-21

Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.
Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los
sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y,
desenrollándolo, encontró el pasaje donde está escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí
porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los
cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar
el año de gracia del Señor”. Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se
sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él, y él comenzó a decirles: Hoy se ha
cumplido esta Escritura que acabáis de oír.

Como sucede en otros órdenes de la vida, el primer discurso de alguien relevante tiene un
valor extraordinario. En él se presentan las líneas fundamentales de lo que va a ser su acción.
Este texto de Lucas se llama el anuncio programático de Jesús. Él es el Cristo, el ungido por el
Espíritu, y viene a transmitirnos un mensaje de liberación. Los pobres y los humildes son
destinatarios privilegiados de su anuncio. Quiere ayudarnos a todos a desatar los nudos que no
nos dejan ser completamente felices.

 ¿Qué claves destacarías del anuncio que nos hace Jesús?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

6. El Reino de Dios
Mc. 1, 15

“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”

El Reino de Dios es el centro del mensaje de Jesús, es el


contenido central de la Buena Noticia que anuncia. Su
significado se ha ido desvelando poco a poco a lo largo de la
historia de la salvación. Para el pueblo de Israel, “Reino de Dios”
era una expresión que contenía un profundo deseo de liberación
y proclamaba un futuro mejor; Dios mismo vendría a reinar.
Sobre ese fondo de esperanza, tras las distintas Alianzas que
Dios hizo con su pueblo, narradas en el Antiguo Testamento,
Jesús anuncia que el Reino ya está aquí: “el Reino de Dios ya
está entre vosotros” (Lc. 17, 21). Él, en tanto que es a la vez
“verdadero Dios y verdadero hombre”, es la Alianza definitiva y
nos hace presente ese Reino anhelado.

Ahora bien, estamos viendo que no es un rey al uso: no nació


entre riquezas, no anuncia un régimen político, su Reino no se
agota en la historia humana, su primera ley es el amor a Dios y a
los hermanos. Jesús hace visible el Reino con sus obras y
palabras; principalmente, con sus milagros y las parábolas. Y nos
invita a ayudarle en su construcción. El Reino está presente,
pero incompleto. Si nos dejamos guiar por Él, como un arquitecto, podemos colaborar en hacer
el Reino más visible aquí y ahora, aunque su plenitud se alcance al final de los tiempos.

Cuando al rezar el Padrenuestro decimos: “Venga a nosotros tu Reino”, le pedimos a Jesús,


Dios mismo, que sea el centro de nuestra vida, y que nos rija tanto en lo personal como en
nuestras relaciones sociales. Con su vida y sus enseñanzas nos muestra una forma de vivir que
nos transforma en personas nuevas y construye una sociedad nueva.

El “Reino de Dios” comienza en las personas que se dejan transformar por el amor de Dios.
Según la experiencia de Jesús son sobre todo los pobres y los pequeños.

 ¿Queremos ser realmente partícipes de la edificación de su Reino?

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7. Las Bienaventuranzas
Quien anhela el reino de Dios tiene en cuenta la lista de prioridades de Jesús: las
bienaventuranzas.

Mt 5,3-12

Al ver a la gente, Jesús subió al monte, se sentó, y se le acercaron sus discípulos. Entonces
comenzó a enseñarles con estas palabras:

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.


Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de
mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.

Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; iluminan las


acciones y las actitudes características de la vida cristiana. Recuerdan que los primeros
destinatarios del anuncio de Jesús son los pobres, los marginados, los que sufren, los
despreciados, los perseguidos… Ellos son los que mejor saben descubrir la acción liberadora de
Dios. Todos los que buscan a Dios con un corazón puro, los que demandan su misericordia, su
justicia y su paz, son los que tienen un acceso preferente al reino de Dios.

 Y nosotros… ¿Dónde buscamos nuestra felicidad? ¿Las bienaventuranzas encajan con los
patrones de felicidad de nuestra sociedad? Todas tocan nuestro corazón, pero… ¿hay
alguna que te llame especialmente la atención?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Amemos…

8. El mandamiento mayor
Lc 10, 25-37

“Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerle a prueba le preguntó:

–Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

Jesús le contestó:

– ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?

El maestro de la ley respondió:

–Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con
toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo.

Jesús le dijo:

–Bien contestado. Haz eso y vivirás.

Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús:

–¿Y quién es mi prójimo?

Jesús le respondió:

–Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos bandidos.
Le quitaron hasta la ropa que llevaba puesta, le golpearon y se fueron dejándolo medio
muerto. Casualmente pasó un sacerdote por aquel mismo camino, pero al ver al herido dio
un rodeo y siguió adelante. Luego pasó por allí un levita, y que al verlo dio también un rodeo
y siguió adelante. Finalmente, un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, le
vio y sintió compasión de él. Se le acercó, le curó las heridas con aceite y vino, y se las
vendó. Luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día
siguiente, el samaritano sacó dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: ‘Cuida a este
hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi regreso.’ Pues bien, ¿cuál de aquellos tres te
parece que fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos?

El maestro de la ley contestó:

–El que tuvo compasión de él.

Jesús le dijo:

–Ve, pues, y haz tú lo mismo.”

Como vemos en esta lectura, en el Reino de Dios la ley principal se basa en el amor. El amor es
el motor de la existencia. La fe nace de la experiencia de sentirse amado por Dios, un hecho
que nos desborda y nos lleva a volcar ese amor en los demás. Este doble juego es el
dinamismo de vida del cristiano, el ciclo mueve nuestros pasos, y, cuando se vive
exclusivamente desde la gratuidad, es lo que nos lleva verdaderamente a ser felices.

Y donde realmente se manifiesta esta “ley” es en Jesucristo. Él llevó a su máxima expresión


esa relación de amor con Dios y con los hermanos. Jesús pone el amor en el centro de la fe,

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

dándole una nueva profundidad y amplitud; en Él se condensan los mandamientos del Antiguo
Testamento en dos: amar a Dios por encima de todas las cosas y al prójimo como a ti mismo,
que, bien entendido, más que un precepto a seguir se convierte en respuesta a un don
recibido. A lo largo de su vida, con obras y palabras, hace realidad esa experiencia de fe con
especial atención a los más pobres; derrama el amor de Dios en los demás y les ayuda a
establecer una relación nueva con el Padre. Los apóstoles le siguen y muchas personas se
sienten llamadas por su mensaje, una oferta de salvación hecha con corazón y dirigida a cada
corazón. Jesús regala amor sin pedir nada a cambio; quiere a la persona, sin prejuicios, le
ofrece ayuda desinteresada y la libera de aquello que la oprima.
Párate y reflexiona:

 ¿Qué es para ti el amor? ¿El amor es más que un sentimiento? ¿Tienes experiencia de
sentirte amado por Dios? ¿Cómo se demuestra el verdadero amor al prójimo? ¿Qué
significa la gratuidad? ¿La “ley del amor” nos ayuda a ser felices?

9. Opción por los pobres


Los destinatarios principales del anuncio del Reino son las personas oprimidas, marginadas,
excluidas, difamadas, de baja reputación, inmorales, pecadoras… La noticia es que Dios está
interesado en ellos, que tienen participación en el Reino, que han sido invitados, sin
merecimiento previo.

Hay pobreza material, intelectual, cultural y espiritual. Los cristianos deben cuidar con
atención, caridad y constancia, de los necesitados de la tierra. Pues en ningún otro aspecto son
tan claramente medidos por Cristo como en la forma en que tratan a los pobres: “Cada vez que
lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 40).

“El amor a los pobres debe ser en todos los tiempos el distintivo de los cristianos. A los pobres
no les corresponde sin más algún tipo de limosnas; tienen derecho a la justicia. Los cristianos
tienen un deber especial de compartir sus bienes. Cristo es un ejemplo de amor a los pobres.”
(Youcat 449, CIC 2443-2449)

 ¿Somos indiferentes a las personas que lo están pasando mal?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Entreguémonos…

10. El anuncio de su Pasión


Su estilo de vida es bueno, ayuda a los demás… ¿Por qué se condenó a un hombre de paz
como Jesús a morir en la Cruz?

“Jesús colocó a su entorno ante una cuestión decisiva: o bien él actuaba con poder divino, o
bien era un impostor, un blasfemo, un infractor de la ley, y debía rendir cuentas por ello según
la ley.

En muchos aspectos Jesús fue una provocación única para el judaísmo tradicional de su
tiempo. Perdonaba los pecados, lo que sólo puede hacer Dios; transgredía leyes, como cuando
relativizaba el mandamiento del sábado; se hacía sospechoso de blasfemia y se le reprochaba
ser un falso profeta. Para todos estos delitos la ley preveía la pena de muerte.”

Jesús sabía que iba a morir. Lo anunció en tres ocasiones. Esta es la primera:

Mt. 16, 21-27

“Desde entonces Jesús comenzó a declarar a sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén, y
padecer mucho de parte de los ancianos, pontífices y escribas, ser matado y resucitar al
tercer día, y Pedro tomándolo aparte se puso a reconvenirle diciendo: “¡Dios te libre, Señor!
¡No te sucederá eso! “. Pero Él le dijo: ¡Lejos de mí, Satanás! Pues eres mi obstáculo, porque
tus sentimientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.

Luego dijo a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz y sígame. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida
por mí, la encontrará. En efecto, ¿qué aprovechará el hombre si pierde su vida?, o ¿qué dará
el hombre a cambio de su vida? Porque ha de venir el Hijo del Hombre en la gloria de su
Padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras.”

Aún sabiendo que lo condenarían, Jesús siguió hasta el final la voluntad de Dios. Tuvo dudas y
miedo, era consciente de lo que iba sufrir y padecer, pero cargó con su cruz y nos llama a
cargar con nuestra cruz.

“Los cristianos tenemos la tarea de mitigar el dolor en el mundo. Sin embargo, siempre habrá
dolor. En la fe podemos aceptar nuestro propio dolor y compartir el ajeno. De este modo el
dolor humano se hace uno con el amor redentor de Cristo y con ello se hace parte de la fuerza
divina que transforma el mundo hacia el bien.”

Y así llegamos al punto culminante de la historia: no todo termina con la muerte; del sacrificio
brota la vida; sabemos que Dios resucitó a su Hijo. La alegría y la esperanza, que brotan de su
presencia, se quedan para siempre con nosotros.

 ¿Estamos dispuestos a…
seguir a Jesús?
construir el Reino de Dios?
entregarnos a los demás por amor a
Dios?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: Santa Teresa de Calcuta

La historia de Madre Teresa es la del amor apasionante que una


persona tuvo por Jesús y por los más pobres. La película muestra
como en todo su proceso vocacional el centro es el Señor. Él
es el que le habla, revelándole lo que espera de ella.

Madre Teresa, antes de fundar las Misioneras de la


Caridad, era una religiosa de la Congregación de las
Hermanas de Loreto y llevaba viviendo veinte años en la
India. Con el testimonio de Madre Teresa aprendemos,
entre otras cosas, que Dios no se cansa de llamarnos. Él
nos muestra en cada momento lo que ha pensado para
nosotros. Ella recibió, en ese momento de su vida, “una
llamada dentro de la llamada”. Era el comienzo de una
vida nueva, llena de dificultades y problemas que va
superando con una fe profunda en la voluntad amorosa de
Dios.

En un primer momento vemos su crisis porque ve que no puede ser


como las demás monjas. El Señor le pide algo más y ella busca su voluntad. Luego será la
fundación de una nueva congregación, y finalmente el experimentar en su vida la noche oscura
por la que otros grandes místicos pasaron, y que la unieron más íntimamente al Señor.

Madre Teresa vive con la certeza de estar llevando a cabo la voluntad de Dios y por ello de
estar acompañada por Él en todos los momentos de su misión. Destacamos cuatro aspectos
claves en su vida y misión:

 La oración, como sustento de su vida y de la obra de caridad que hace.


 La convicción de vivir por y para el amor sirviendo a los pobres entre los más pobres.
 La simplicidad de su vida.
 La importancia que da al acompañamiento espiritual como camino de crecimiento.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Veamos quién nos dice que es, para ella, Jesús:

Para mí, Jesús es


El Verbo hecho carne.
El Pan de la vida.
La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados.
El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos propios.
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser dados a otros.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo.

(Santa Teresa de Calcuta)

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Vamos a intentar, como la Madre Teresa, acercarnos más a Jesús, a su vida y a su mensaje. En
este tema vamos a desarrollar el cuestionario atendiendo a tres ámbitos distintos, y en los que
podemos ayudar a manifestar el amor de Dios: el plano personal, nuestro contexto social más
cercano y el nivel estructural, es decir, la sociedad en términos más globales.

I. Plano personal: Queremos conocer más a Jesús

VER
Leamos con atención este pequeño testimonio de una persona que no creía en Dios y que
apenas conocía a Jesucristo. Sin embargo, a raíz de esta experiencia se fue propiciando en él
un cambio, una búsqueda. Esta persona es Guillermo Rovirosa, un hombre de Acción Católica
que se convirtió a la fe, se enamoró de Jesús y dedicó su vida a servir a la Iglesia.
“Un día pasaba por delante de la parroquia de S. José y vi mucha gente agrupada delante de la
iglesia, pregunté qué ocurría y me dijeron que el cardenal Verdier hacía su visita pastoral y
predicaba en el interior. Entonces se hablaba mucho del cardenal en los papeles, a causa de
las nuevas parroquias que hacía edificar por Le Corbusier en las afueras de París. Tuve la
curiosidad pueril de conocer a un hombre tan renombrado y pasé al interior. No le oí gran cosa,
pero fue suficiente. Retuve estas palabras: De la misma forma que el mejor oculista es aquel
que conoce mejor los ojos, así el mejor cristiano es aquel que conoce mejor a Cristo. Entonces
me pregunté si yo conocía a Cristo, e incluso si le conocían aquellos que habían querido
enseñarme la religión en mi juventud. Mi respuesta fue un no categórico. Y en principio por
curiosidad, y sin querer dar una gran importancia al asunto, tomé la decisión de
documentarme sobre el caso.” (Guillermo Rovirosa)

 Piensa y comparte con el grupo un hecho concreto que hayas vivido donde se ponga de
manifiesto tus ganas de conocer más a Jesús, o bien, expón un momento de tu vida donde
sentiste que no conocías a Jesús lo suficientemente bien.
 ¿Crees que los cristianos de hoy conocen bien a Jesús de Nazaret?

JUZGAR
Prestamos atención a la Palabra de Dios:

Mt 8, 23-27

“Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una


tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido.
Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» Les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y
al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es
éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»”

Los discípulos subieron a la barca con Jesús, pero cuando se levanta la tormenta y el mar se
encrespa se asustan.

 ¿Cuál es hoy el mar agitado para nosotros?


Jesús preguntó: “¿Por qué tenéis miedo?” Los discípulos no saben qué responder. Admirados,
se preguntan: “¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?” A pesar de haber
vivido tanto tiempo con Jesús, no saben todavía quién es. ¡Jesús sigue siendo un extraño para

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ellos! ¿Quién es Jesús para nosotros, para mí? Esta debe ser la pregunta que nos lleva a
continuar la lectura del Evangelio, todos los días, con el deseo de conocer más y más el
significado y el alcance de la persona de Jesús para nuestra vida.

 ¿Qué llamadas recibo a la luz de este pasaje del Evangelio?

ACTUAR

 ¿Qué podemos hacer individualmente y en grupo para conocer más a Jesús? Marcamos un
compromiso concreto.

II. Plano social: Nuestra opción por los pobres.

VER
Para un cristiano, conocer superficialmente a Jesús no es suficiente. Tener fe implica
reconocerle como Hijo de Dios y construir nuestra vida desde Él. Esto nos lleva a cuestionarnos
una nueva forma de vivir, en la que, entre otras cosas, las personas que tienen necesidad
pasan a ser nuestro centro de atención.

 Describe una situación en la que ayudaras a alguien. ¿Qué te llevó a hacerlo? ¿Cuál fue la
reacción de la otra persona? ¿Cómo te sentiste después?

JUZGAR
Como Moisés, Jesús promulgó la Ley de Dios. La descripción del nuevo planteamiento dado por
Jesús comienza en las bienaventuranzas. Estas dibujan la puerta de entrada para el Reino de
Dios, enumerando ocho categorías de personas: los pobres de espíritu, los mansos, los
afligidos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los de corazón limpio, los
promotores da paz y los perseguidos por causa de la justicia (Mt 5,3-10). La exposición de la
relectura de la ley acaba con esta parábola del Juicio Final (Mt. 25, 31-46), que cuenta lo que
debemos hacer para poder tomar posesión del Reino: acoger a los hambrientos, a los
sedientos, a los extranjeros, a los desnudos, a los enfermos y presos. Como vemos, tanto en el
comienzo como al final de esta Nueva Ley basada en el amor a Dios y a los hermanos, están
como protagonistas los excluidos y los marginados.

97
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Prestamos atención a la Palabra de Dios:

Mt 25, 31-40

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces
se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha:
'Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la
creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de
beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel, y acudisteis a mí.' Entonces los justos le responderán: 'Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos
enfermo o en la cárcel, y acudimos a ti?' Y el Rey les dirá: 'En verdad os digo que cuanto
hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.'”

 ¿En qué medida tienes presente en tu vida a las personas que pasan necesidad?
¿Reconoces a Dios ellas?

ACTUAR

 ¿Qué podemos hacer individualmente y en grupo para estar más cercanos a las personas
que pasan necesidad? Marcamos un compromiso concreto.

III. Plano estructural: La construcción del Reino de Dios.

VER
Nuestra participación en la construcción del Reino de Dios es mucho más que una suma de
acciones puntuales que realizamos ayudando a personas concretas. Implica transformar las
estructuras sociales para tratar con dignidad a toda persona, desde su concepción hasta su
muerte, buscando la justicia social y el bien común. Los cristianos, individualmente y en grupo,
estamos llamados a anunciar la Buena Noticia del Evangelio para construir, desde dentro, un
mundo nuevo donde reine el Amor.

 ¿Conoces a algún cristiano que esté implicado activamente en alguna plataforma social?
Expón un hecho concreto que visibilice cómo transmite los valores del Evangelio en su
servicio a los demás.

JUZGAR
Prestamos atención a la Palabra de Dios:

Mt. 5, 13-16

“Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada
más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.

Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni
tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que
alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

98
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tras ver las ocho bienaventuranzas y meditar la lectura del Juicio,


recibimos una importante instrucción sobre la misión de la
comunidad. Tenemos que ser sal de la tierra y luz del mundo. La
sal no existe para sí, sino para dar sabor a la comida. La luz
no existe para sí, sino para iluminar el camino. La
comunidad no existe para sí, sino para servir a la sociedad
desde el Evangelio. En la época en que Mateo escribió su
evangelio, esta misión estaba siendo difícil para las
comunidades de los judíos convertidos. A pesar de vivir
en la observancia fiel de la ley de Moisés, estaban siendo
expulsados de las sinagogas. Además, entre los paganos
convertidos algunos decían: “Con la venida de Jesús, la
ley de Moisés está superada”. Todo esto causaba
tensiones e incertezas. Muchos se preguntaban: "Al final,
¿cuál es nuestra misión?"

Usando imágenes de la vida cotidiana, con palabras sencillas y


directas, Jesús hace saber cuál es la misión y la razón de ser de
una comunidad cristiana: ser sal, ser luz.

 ¿Son nuestras comunidades luz para el entorno social donde vivimos?


 ¿Cómo podemos los cristianos, de forma individual y comunitaria, ser sal y ser luz en
nuestra sociedad?

ACTUAR

 ¿Qué podemos hacer individualmente y en grupo para hacer realidad el Reino de Dios en
nuestra sociedad? Marcamos un compromiso concreto.

Recuerda, después de haberte puesto todos estos compromisos, revisar tu proyecto personal
de vida cristiana e incorporar estos nuevos compromisos en el mismo. Especialmente revisa la
dimensión personal y la dimensión social, de acuerdo a estos tres niveles que se te han
propuesto en este cuestionario, aunque sin olvidarte por supuesto el resto de dimensiones.

Como hemos visto, en este tema, el cuestionario lo hemos desglosado en tres planos.
Proponemos algunas canciones que podéis utilizar para ambientar cada uno de ellos.

ORAR
Vamos a pedirle a Jesús en oración que nos ayude a irradiarle. El beato cardenal John Henry
Newman nos refleja la centralidad de Cristo en la vida de una persona. Incluso la Beata Madre
Teresa de Calcuta hizo suya esta oración y aconsejaba a sus religiosas, las Misioneras de la
Caridad, que la rezasen todos los días tras la celebración de la Eucaristía.

Jesús mío,
ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que yo vaya,
inunda mi alma con tu Espíritu y tu Vida;
penetra en todo mi ser y toma posesión de tal manera,
que mi vida no sea en adelante sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón con una unión tan íntima,


que las almas que tengan contacto con la mía,
puedan sentir en mí tu presencia
y que, al mirarme, olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.

99
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Quédate conmigo. Así podré convertirme en luz para los otros.


Esa luz, oh Jesús, vendrá de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío:
yo te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.

Déjame alabarte en la forma que es más agradable,


llevando mi lámpara encendida
para disipar las sombras en el camino de otras almas.

Déjame predicar tu Nombre con palabras o sin ellas...


con mi ejemplo, con la fuerza de tu atracción,
con la sobrenatural influencia evidentemente
del amor que mi corazón siente por Ti.

(Beato Cardenal John Henry Newman)

100
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Recursos para hacer algo diferente:

1. Película: Madre Teresa.

Dirección: Fabrizio Costa.


País: Italia.
Año: 2003.
Duración: 168 min.
Género: Drama biográfico

Para trabajar la película:

 ¿Qué escena de la vida de Madre Teresa te ha


llamado más la atención? ¿Por qué?
 ¿En qué momento siente ella con claridad la
“llamada dentro de la llamada”? ¿Qué significa
ese momento?
 ¿En qué te interpela la vida de Madre Teresa?
 Tras conocer su testimonio ¿a qué crees que te
llama a ti el Señor?

“Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y
su compasión por los pobres”

(Santa Teresa de Calcuta)

101
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 7:

JESÚS, EL CRISTO
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Reconocer a Jesús como Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios


 Presentar la relación íntima y confiada de Jesús con Dios Padre
 Recalcar la fidelidad absoluta de Jesús a seguir la voluntad de Dios.
 Contemplar las parábolas y milagros de Jesús como signos de la presencia del Reino de
Dios.

Para preparar el tema:

 En este tema vamos seguir profundizando sobre la figura de Jesús como Hijo de Dios, y las
actitudes a través de las cuales nos manifiesta esta naturaleza divina. En el Credo
profesamos que Jesús es Dios hecho hombre. Desde esta verdad podremos comprender
sus palabras y enseñanzas, y desde ella también comprenderemos sus parábolas y
milagros, como reveladoras de su principal misión: el anuncio del Reino de Dios. Todo
cuanto hace, a lo largo de su vida, tiene como objetivo mostrar que el Reino ya está aquí, y
al cual todos estamos invitados. Esta invitación conlleva el seguimiento y la imitación de
su vida, tanto en su relación con los hermanos, como en su relación con el Padre,
mostrando a todos los hombres una nueva manera de relacionarse con Dios, basada
principalmente en la toma de conciencia de nuestra condición de Hijos de Dios: “¡Abba!,
Padre” (Mc 14, 36), y una nueva manera de relacionarse con el hermano: “Os doy un
mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros” (Jn 13, 34).

 Jesús es la presencia real del amor de Dios. Él nos muestra a un Dios que nos quiere por
encima de todo. Un Padre que nos acompaña y nos acoge siempre. Únicamente tenemos
que abrirnos a su presencia, dialogar con Él y vivir su voluntad. La relación filial de Jesús
con Dios, su oración y su entrega de vida a la misión que el Padre le encomienda, será lo
que nos mueva para aprender a vivir como cristianos. Este testimonio del Amor de Dios,
manifestado en Jesús, es lo que vamos a trabajar durante este tema, lo que nos llevará a
contemplarle como Camino, Verdad y Vida.

 Este tema lo dividiremos en ocho apartados. En Jesús se cumplen todas las promesas
hechas a través de los profetas en el Antiguo Testamento. Él vive ante el rostro de Dios no
sólo como amigo, sino como Hijo; vive en la más íntima unidad con el Padre, que en el
primer apartado de este tema nos lo presentará como su Hijo y nos invitará a escucharlo
atentamente. Sólo partiendo de esta certeza de esta unidad entre Jesús y el Padre
podremos llegar a comprender las actitudes que emanan de su propia vida y que se
convierten para nosotros en camino para el seguimiento: la confianza, la fidelidad, la
oración y la firmeza. Ante la tentación estas actitudes nos situarán en disposición de
entender el mensaje y el significado, “velado para algunos” de sus palabras y obras,

102
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

mediante las parábolas y milagros, el anuncio de Reino de Dios para todos aquellos que se
dejan hacer por la acción del Espíritu Santo. Y por último, el mismo Jesús nos situará ante
el camino que nos conduce directamente al Padre: Él mismo, “Yo soy el Camino y la Verdad
y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6).

Desde la Palabra de Dios:

 Mt 17,1-8 - “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, escuchadle.”


 Jn 4, 34 - “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado.”
 Mt 6, 5-9 – “Vosotros, pues, orad así.”
 Lc 4, 1-13 – Las tentaciones.
 Mc 10, 46-52 – La curación del ciego Bartimeo.
 Jn 14, 6-14 – “Yo soy el camino, la verdad y la vida.”
 Mt 14, 24-33 – “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”

Desde el Catecismo:

 Y.9 - ¿Qué nos muestra Dios de sí cuando nos envía a su Hijo?


 Y.60 - ¿Por qué es Jesucristo el modelo mayor para el mundo?
 Y.73 - ¿Por qué se le da a Jesús el título de “Cristo”?
 Y.74 - ¿Qué quiere decir “Jesús es el Hijo único de Dios”?
 Y.75 - ¿Por qué los cristianos llaman “Señor” a Jesús?
 Y.76 - ¿Por qué se hizo Dios hombre en Jesús?
 Y.88 - ¿Por qué fue tentado Jesús? ¿Acaso podía ser tentado realmente?
 Y.90 - ¿Hizo Jesús milagros o son sólo cuentos piadosos?
 Y.91 - ¿Por qué hizo Jesús milagros?

103
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

“En la fórmula ´Jesús es el Cristo´ se expresa el núcleo de la fe cristiana: Jesús, el sencillo hijo
del carpintero de Nazaret, es el Mesías esperado y el Salvador.

Tanto la palabra griega ´Christos´ como la hebrea ´Messias´ significan ´ungido´. En Israel eran
ungidos reyes, sacerdotes y profetas. Los apóstoles experimentaron que Jesús está ungido
´con la fuerza del Espíritu Santo´ (Hch. 10, 38).”

Para los primeros cristianos, Jesús era más que un hombre, era el Hijo único de Dios:

Mt. 11,27

“Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”

Por eso lo llamaban “Señor”, sabiendo que en el Antiguo Testamento está denominación estaba
reservada para dirigirse a Dios.

Ya los primeros cristianos utilizaban símbolos


que les sugerían o que contenían esta
profesión de fe en Jesús como el Hijo de Dios.
Los seguidores de Jesús se jugaban la vida en
algunas provincias del Imperio Romano por
ser cristianos. Al igual que ocurre hoy en
muchos sitios, fueron perseguidos y
ejecutados por su fe. Por eso, para
identificarse de manera secreta, y marcar los
lugares en los que se encontraban, usaron el
pez. El símbolo como tal pudo haber sido
sugerido por la milagrosa multiplicación de
los panes y peces o por la comida de los
discípulos a orillas del Mar de Galilea (Jn
21,9), tras la resurrección. Pero lo
verdaderamente importante de este signo
para los cristianos se debió al aparecer el famoso acróstico compuesto por las letras iniciales
de cinco palabras griegas que forman la palabra pez (Ichthys), y que describen breve pero
claramente el carácter de Jesucristo: Jesús (Iesus), Cristo (CHristos), Hijo de Dios (THeou hYios),
Salvador (Soter). Así pues la palabra Ichthys como la representación de un pez, tenía para los
cristianos un significado muy importante. Era una breve profesión de fe en la divinidad de
Cristo, el Redentor de la humanidad.

104
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Resultado: Jesús el Cristo, el Hijo de Dios y el Salvador

 ¿Cómo sería tu acróstico hoy en día usando su nombre? Hoy nadie nos persigue, pero
quizás a veces nos da un poco de miedo o de vergüenza hablar de Jesús. Imagina que
tienes que explicar en cinco letras, como lo hicieron hace siglos, quién es para ti Jesús
usando su nombre. Explicando las cualidades que conoces de Jesús y que a ti te encantan
y que hacen que tú seas su amigo:

J…
E…
S…
U…
S…

Durante su vida Jesús demostró mediante numerosos signos que tiene poder divino sobre la
naturaleza, los demonios, el pecado y la muerte. Y en la Resurrección es donde se manifiesta
completamente su divinidad. En este tema vamos a profundizar en la divinidad de Jesús y en
su especial vinculación con Dios. Desde ahí le daremos sentido a su vida y a su anuncio. El lado
visible de Jesús nos remite al invisible. En la vida de Jesús vemos numerosas realidades que
sólo podemos comprender como misterio. Recordemos que un misterio es una realidad que
escapa, por principio, al conocimiento racional. Él fue a la vez “verdadero Dios y verdadero
hombre”; en Jesús, Dios se ha hecho realmente uno de nosotros y con ello nuestro hermano,
pero no por ello dejó de ser a la vez Dios y, por tanto, nuestro Señor.

1. “Este es mi hijo amado, en quien me complazco, escuchadle”


Mateo 17,1-8

“Seis días después tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó
a un monte alto a solas. Y se transfiguró ante ellos. Su rostro brillaba como el sol y sus
vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto vieron a Moisés y a Elías que
conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:

—Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres hago tres tiendas: una para ti, otra para Moisés
y otra para Elías.

Aún estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió y una voz desde la nube decía:

—Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, escuchadlo.

Al oír esto, los discípulos cayeron de bruces, aterrados de miedo. Jesús se acercó, los tocó y
les dijo:

—Levantaos, no tengáis miedo.

Al levantar la vista no vieron a nadie más que a Jesús.”

Este pasaje de la Transfiguración, es el primero en el que queremos detenernos a la hora de


profundizar en la figura de Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios. En este pasaje es el mismo
Dios el que así lo manifiesta. La intención que podemos descubrir en él es la de manifestar la
identidad de Jesús. La gloria de Dios, que está oculta en Jesús de Nazaret, en el maestro que
enseña a las multitudes, se manifiesta en el monte Tabor, revelando que Jesús es el Hijo único
de Dios, el Hijo predilecto, aquel al que debemos escuchar.

En este pasaje, como en otros de la Biblia, la nube es signo de la presencia de Dios. A través de
esta imagen se repite la escena del bautismo de Jesús, cuando el Padre mismo proclama desde
la nube a Jesús como Hijo: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco” (Mc 1, 11). Pero a esta

105
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

proclamación solemne de la dignidad filial se añade ahora el imperativo: “Escuchadle”. Jesús se


convierte en la Palabra divina de la revelación. Él es la Palabra de Dios.

Los discípulos en el monte, se convierten en testigos predilectos del poder del reino que llega
en Cristo. Pero no basta con ser testigos contemplativos de esta escena. Ellos han recibido el
mandato de escuchar al Cristo y llevar su palabra a todos los hombres. Por este motivo no
tiene sentido quedarse en lo alto del monte sino hay que bajar, llegar a los cruces de los
caminos donde poder anunciar a todos lo que ellos han visto y oído.

No basta con quedarnos con sus palabras y obras si no lo


reconocemos como “El Cristo”. Tampoco vale quedarse contemplando
su divinidad y decir como Pedro: “Señor, ¡qué bien estamos aquí!”
Hay que bajar del monte para anunciar la Buena Nueva a los demás
con un testimonio coherente de vida.

 ¿Reconozco yo en mi vida a Jesús como el Cristo, el Hijo de


Dios? ¿Cómo vivo esta confesión de fe, desde la
contemplación o desde la acción? ¿Vivo con equilibrio esa
doble dimensión de la fe? ¿Tiene sentido desligar una cosa de
la otra?

2. La confianza y la relación con el Padre.


Son varios los textos que en los evangelios muestran esta relación de confianza de Jesús con
su Padre:

Lc 2, 41-49

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y cuando tuvo doce
años, subieron a la fiesta, como era costumbre. Pasados aquellos días, al regresar, el niño
Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo advirtiesen sus padres. Suponiendo que iba en la
caravana, hicieron un día de camino buscándolo entre los parientes y conocidos, y al no
encontrarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. Y al cabo de tres días lo encontraron en el
Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y preguntándoles. Cuantos le
oían quedaban admirados de su sabiduría y de sus respuestas. Al verlo se quedaron
perplejos, y le dijo su madre:
—Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo, angustiados, te buscábamos.
Y él les dijo:
—¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es necesario que yo esté en las cosas de mi
Padre?”

Lc 10, 21

“Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los
sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños”

Si queremos vivir la fe con equilibrio tenemos que conocer a fondo a Jesús. Un aspecto que le
marca de manera definitiva es su relación única con Dios, a quien llama Padre. Jesús se sabe
en la intimidad de Dios y su vida carece de sentido si no es vista desde ahí. En su oración
personal Jesús emplea habitualmente el término “Abba” (que significa padre en un sentido
cercano y cariñoso, equivalente a “papá”).

Para la sensibilidad religiosa judía, tan cuidadosa siempre para evitar lo que pudiese sonar a

106
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

sacrilegio, tan respetuosa con la majestad de Dios, este modo de dirigirse a Dios resultaba
novedoso. El que Jesús lo haga indica no solo una forma peculiar de hablar y de rezar, sino
cómo se percibe a sí mismo y todo el sentido que tiene para Él su relación con Dios.

La confianza y el diálogo con Dios son el verdadero corazón del Evangelio. Jesús enseña a sus
discípulos a dirigirse al Padre con la confianza de un niño: “Si no os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos” (Mt 18,3). Es el Dios que nos sale al encuentro en todo lo
que sea amor verdadero. Es el Dios que genera fraternidad. El Dios que busca al pecador hasta
dar con él. El Dios que prefiere estar entre los marginados de este mundo y rechaza a los que
ocupan los primeros puestos en esta vida, que hace distinción entre buenos y malos: es el Dios
siempre bueno que sabe amar y perdonar, que corre detrás de la oveja descarriada, que
espera ansioso la venida del hijo difícil y lo acoge en el calor del hogar familiar. El Dios que se
alegra más con la conversión de un pecador que con noventa y nueve justos que no tienen
necesidad de convertirse.

Toda la vida de Jesús se apoya en esta experiencia de Dios. Él se siente tan amado de Dios,
que ama como Dios ama, hasta dar la vida. Él se siente de tal manera aceptado por Dios, que
acepta y perdona a todos. Jesús encarna el amor y el perdón del Padre, siendo Él mismo bueno
y misericordioso con todos, particularmente con los desechados religiosamente y
desacreditados socialmente.

 ¿Cómo percibes tú a Dios? ¿En qué medida te ayuda Jesús para acercarte a Dios?

3. Fidelidad absoluta al Proyecto de Dios.


Jn 4, 34

“Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra”.

Jesús se entrega de forma total y sin reservas a la voluntad del Padre; su vida y su misión
consiste en vivir esa voluntad, para eso ha sido enviado, para anunciar la llegada del Reino de
Dios para todos los hombres. “Que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (cf.
Tim 2, 4).
El encuentro con el Padre es para Jesús la
ocasión para profundizar en el
descubrimiento y aceptación de su voluntad,
la cual no siempre resulta fácil. A través de
sus acciones y explicaciones trata de
mostrarnos el corazón del Padre, “Quien me
ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn 14, 9). Su
amor es expresión del amor del Padre: “Igual
que mi Padre me amó os he amado yo” (Jn.
15, 9). Gran parte de sus parábolas tienen
por finalidad expresar de manera clara y
palpable cómo es su Padre: los aspectos de
bondad, misericordia, perdón, interés por los
más pequeños y por los que están perdidos,
el deseo de reunir a todos los hijos en torno a
una mesa… Y Jesús se vuelca totalmente en ello, sin reservarse absolutamente nada, asume la
voluntad de Dios hasta la muerte. Su vida es su misión. La oración será la manera de llevar a
cabo su misión. Desde el diálogo íntimo con el Padre y desde el deseo de vivir en todo
momento su voluntad será desde donde nos dé a conocer el camino del Reino de Dios:

107
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Mc 14, 36

“¡Abba!, Padre. Tú los puedes todo, aparta de mí este cáliz. Pero que no sea como yo
quiero, sino como tú quieres.”

Todas estas expresiones de fidelidad muestran, no solamente, la confianza de Jesús con el


Padre, sino también la fidelidad de Dios con toda la humanidad. Confianza que tiene como
objeto la llegada del Reino de Dios. La Pascua de Jesús será la expresión máxima de esta
fidelidad de Dios y de la respuesta fiel de la humanidad hacia Dios, que pasa porque Jesús
asuma la infidelidad humana y sus consecuencias.

 ¿Ante las decisiones importantes de mi vida trato de escuchar a Dios? ¿Soy capaz de
ponerme en sus manos?

4. La oración de Jesús.
A Jesús solamente lo podremos comprender en relación con Dios. En la profundización de esta
unidad podremos entender sus palabras y sus obras, y, a través de ellas, podemos llegar a
comprender los pensamientos y la voluntad de Dios. Por tanto, para Jesús, Dios no es alguien
desconocido y lejano, sino todo lo contrario: un Padre al que es necesario escuchar y hablar.
Este es el fundamento de la oración de Jesús, y este debe ser el fundamento de nuestra propia
oración como cristianos.

Dice Benedicto XVI en su libro sobre Jesús de Nazaret: “La oración no ha de ser una exhibición
ante los hombres; requiere esa discreción que es esencial en una relación de amor. Nos dice la
Escritura que Dios se dirige a cada uno llamándolo por su nombre, que ningún otro conoce (cf.
Ap 2, 17). El amor de Dios por cada uno de nosotros es totalmente personal y lleva en sí ese
misterio de lo que es único y no se puede divulgar ante los hombres”. Es precisamente la
necesidad de gustar este Amor, lo que nos debe llevar a buscarlo en la oración.

Toda la obra de Jesús brota de su oración. Así, acontecimientos esenciales de su vida, en los
que se va desvelando poco a poco su misterio, aparecen, precedidos o acompañados, por
acontecimientos de oración. La confesión en la que Pedro reconoce a Jesús como el Mesías de
Dios está relacionada con el encuentro de Jesús en oración (cf. Lc 9,19ss); la transfiguración de
Jesús es un acontecimiento de oración (cf. Lc 9, 28s). Jesús nos hace participes de su oración a
través de los acontecimientos de su propia vida, nos introduce en el diálogo de Amor con el
Padre, y nos enseña a elevar nuestra necesidades humanas al corazón de Dios. La oración del
Padrenuestro se convierte para nosotros en la vía hacia la oración interior. En ella nos unimos a
la oración de Jesús y nos vamos configurando a imagen del Hijo. El significado de esta va más
allá de la comunicación de palabras para rezar. Quiere formar nuestro ser, quiere ejercitarnos
en los mismos sentimientos que Jesús.

Por tanto, Jesús es nuestro mejor maestro de oración.


Contemplando a Él en relación con el Padre entendemos
el significado profundo de la oración para la vida del
cristiano. Él nos invita a orar “siempre sin desfallecer”
(Lc. 18, 1). Él no es precisamente un activista; sino que
vive con equilibrio la actividad intensa que desarrolla
hacia los demás, que a veces no parece querer dejarle
descanso, y la necesidad del encuentro orante con Dios,
sin prisas y sin interferencias. Todo en su vida es oración,
en cuanto que vive permanentemente en referencia al
Padre. Jesús es una persona eminentemente
contemplativa, en cuanto que está constantemente
leyendo la realidad con los ojos del Padre, para desde

108
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ahí, actuar siguiendo su voluntad. La oración, la relación confiada con el Padre, la experiencia
gozosa de su acción en nuestras vidas y en el mundo, son elementos ya fundamentales e
inseparables de la vida del que escucha y acepta la Buena Nueva. No es una oración rutinaria.
No se hace por cumplir o figurar. Es aquello que nos hará tomar conciencia de que Dios es
nuestro Padre y nosotros sus hijos.

Lc 11, 1-4

“Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos
le dijo: Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos. Él les dijo: Cuando
oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan
cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el
que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”

 ¿Sientes la necesidad de hacer oración? ¿Cómo haces tú oración? ¿En qué medida te
ayuda el ejemplo de Jesús para profundizar en tu vida de oración?

5. Las tentaciones.
Este episodio de las tentaciones es muy importante en la vida de Jesús, y así queda recogido
en los tres evangelios sinópticos. Jesús, tras ser ungido por el Espíritu Santo en el Bautismo, en
el Jordán, se dirige al desierto, guiado por el mismo Espíritu para ser tentado. Este momento
representa la lucha interior por la misión, una lucha contra sus desviaciones, que se presentan
con la apariencia de su verdadero cumplimiento a través de las promesas del tentador.

A través de este hecho Jesús muestra el alcance de su misión. Él ha venido a rescatar a todos
los hombres y para ellos debe descender a los peligros que amenazan al propio hombre,
porque sólo así podrá levantar a aquel que ha caído. Jesús tiene que entrar en el drama de la
existencia humana, recorrerla hasta el fondo, y así llegar a encontrar a la oveja descarriada,
cargarla sobre sus hombros y devolverla al redil. Jesús no nos salva desde una posición lejana
al hombre sino que se expone a los peligros y amenazas que comporta el ser hombre.

109
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Lc 4, 1-13

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto. Allí
estuvo cuarenta días, y el diablo le puso a prueba. No comió nada durante aquellos días, y
después sintió hambre. El diablo le dijo:
–Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
–La Escritura dice: 'No solo de pan vivirá el hombre.
Luego el diablo lo llevó a un lugar alto, y mostrándole en un momento todos los países del
mundo le dijo:
–Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países, porque yo lo he recibido y se lo
daré a quien quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
–La Escritura dice: 'Adora al Señor tu Dios y sírvele solo a él.
Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió al alero del templo y le dijo:
–Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque la Escritura dice:
'Dios mandará a sus ángeles para que cuiden de ti y te protejan. Te levantarán con sus
manos para que no tropieces con piedra alguna.
Jesús le contestó:
–También dice la Escritura: 'No pongas a prueba al Señor tu Dios´.
Cuando ya el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de él por
algún tiempo.”

Reflexionar sobre las tentaciones a las que es sometido Jesús en el desierto es una invitación a
cada uno de nosotros para responder a una pregunta fundamental: ¿qué cuenta de verdad en
mi vida? Las tentaciones no nos invitan a hacer el mal, eso sería muy burdo. Se presentan ante
nuestra vida fingiendo presentarnos lo mejor: abandonar lo ilusorio y poner todas nuestras
fuerzas en mejorar el mundo. Además se presentan ante nosotros con la fuerza del verdadero
realismo, de lo realmente coherente. Pero ¿qué es realmente lo verdadero en nuestra vida? ¿el
poder? ¿el pan? ¿Dios?

En la primera tentación, sin una respuesta al hambre de verdad, al hambre de Dios, el hombre
no se puede salvar. En la segunda tentación, Jesús tiene bien claro que no es el poder
mundano lo que salva al mundo, sino el poder de la cruz, de la humildad, y del amor. En la
tercera tentación, la respuesta es que Dios no es un objeto al que imponer nuestras
condiciones: es el Señor de todo. ¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufre Jesús? Es
la propuesta de instrumentalizar a Dios, de utilizarle para los propios intereses, para la propia
gloria y el propio éxito. Y por lo tanto, en definitiva, de ponerse uno mismo en el lugar de Dios,
suprimiéndole de la propia existencia y haciéndole parecer superfluo. Cada uno debería
preguntarse:

 ¿Qué puesto tiene Dios en mi vida? ¿Es Él el Señor o lo soy yo?


Superar la tentación de someter a Dios, a uno mismo y a los propios intereses, o de ponerle en
un rincón, y convertirse al orden justo de prioridades, dar a Dios el primer lugar, es un camino
1
que cada cristiano debe recorrer siempre de nuevo.

 Después de esta reflexión, piensa en qué tentaciones has tenido últimamente que te
alejan de Dios, y si has conseguido vencerlas o cómo puedes hacerlo.

1
Benedicto XVI, Audiencia General 13/02/2013.

110
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

6. Las parábolas.
Jesús transmite su especial relación con el
Padre y lleva a cabo su misión con un
lenguaje sencillo. Para enseñar emplea
parábolas en las que toma ejemplos de la
vida cotidiana. Éstas no representan tan
sólo un esfuerzo pedagógico de Jesús para
hacerse entender, sino que representan
ya en sí la novedad de su anuncio, el
anuncio del Reino de Dios.

El contenido de las parábolas versa sobre


Dios y el Reino que quiere instaurar.
Hablan, por tanto, de una Buena Noticia
respecto a Dios, al hombre y a la
sociedad. Una novedad ya presente entre
sus oyentes, una acción de Dios que se
abre paso con fuerza y al mismo tiempo
de manera sencilla.

Mc 4, 30-32

“Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos?
Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero
después sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan
grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra.”

Por tanto, las parábolas son narraciones utilizadas por Jesús para ilustrar su enseñanza. En
ellas nos presenta a Dios como alguien cercano y en contacto con nuestra vida. Poder
conocerle no es algo reservado para expertos o eruditos, sino para los sencillos y los que
tienen el corazón abierto para dejarse encontrar por Él. Ahora bien, es un lenguaje que exige
una toma de postura y que interpela el corazón de quien quiere escuchar, invitándole a llevar a
la vida la Buena Noticia que transmiten.

Mt 11, 25-27

“En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y
de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado
a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi
Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar.”

 ¿Cuál es mi disposición a la hora de escuchar la Palabra de Dios? ¿La escucho con


humildad? ¿Estoy receptivo a ella? ¿Quiero aprender de su enseñanza?

7. Los milagros.
Jesús acompaña sus palabras con numerosos “milagros, prodigios y signos” (Hch 2, 22). Estas
acciones extraordinarias son de diversas clases: expulsión de demonios, curación de enfermos
(leprosos, ciegos, paralíticos, mudos, sordos…), acciones sobre la naturaleza (tempestad, agua

111
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

convertida en vino, multiplicación de panes…), previsiones de futuro, resurrecciones de


muertos, etc.

Para Jesús, los milagros son los signos que anuncian que el Reino de Dios llega:

Mt 11, 4-5

“Jesús les respondió: Id y contad a Juan lo que oís y veis. Los ciegos ven y los cojos andan,
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los
pobres la Buena Nueva.”

Los milagros no podemos aceptarlos bien si sólo les buscamos explicaciones racionales. Sin fe
no se comprende nada; sin situar la fe en el centro del mensaje cristiano los milagros se
pueden malinterpretar. Todos ellos manifiestan la misericordia y el amor de Dios,
especialmente con los que se encuentran desasistidos. En concreto, tienen siempre carácter:

1. Religioso: están conectados a la presencia del Reino.


2. Salvífico: manifiestan que Dios salva en el tiempo.
3. Cristológico: los milagros surgen de la divinidad de Jesús.
4. Trinitario: su origen es la unión de Cristo con el Padre en el Espíritu Santo.
5. Escatológico (definitivo): hacen presente el triunfo definitivo de Dios.

Mc 10, 46-52

“Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el


hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse
de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de
mí!» Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de
David, ten compasión de mí!» Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle.» Llaman al ciego,
diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama.» Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino
ante Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo:
«Rabbuní, ¡que vea!» Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante recobró la
vista y le seguía por el camino.”

En este pasaje, después de un largo viaje, Jesús y los discípulos llegan a Jericó, última parada
antes de la subida a Jerusalén. El ciego Bartimeo está sentado junto al camino. No puede
participar en la procesión que acompaña a Jesús. Pero grita, invocando su ayuda . El grito del
pobre incomoda, tratan de acallarlo, pero “¡él gritaba mucho más!” y Jesús escucha el grito del
pobre, se para y manda llamarle. Bartimeo deja todo y va hacia Jesús. No tiene mucho. Apenas
un manto. Jesús pregunta: “¿Qué quieres que te haga?” No basta gritar. Hay que saber por qué
uno grita. “¡Rabbuni” Maestro! ¡Que vea!” Bartimeo
había invocado a Jesús con ideas no del todo correctas,
pues el título “Hijo de David” Jesús mismo lo había
criticado (Mc 12,35-37). Pero Bartimeo tenía más fe en
Jesús que en sus propias ideas, supo entregar su vida,
aceptando a Jesús, sin imponer condiciones y el milagro
aconteció. Bartimeo empezó a ver de nuevo y seguía a
Jesús por el camino.

La fe es una fuerza que transforma a las personas. Fe y


seguimiento, aceptar a Jesús como Hijo de Dios, como
maestro para seguirle por el camino del servicio y de la
gratuidad.

112
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 A pesar de mis incoherencias, ¿Soy capaz de llamar con fuerza a Jesús? ¿Tengo fe en Él?
¿Quiero seguir su camino?

8. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.


Jn 14,6-14

“Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis
visto.» Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Le dice Jesús: «¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre
y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que
permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está
en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí,
hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y
todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si
me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.”

Para concluir nuestra reflexión en este tema nos acercamos a este pasaje del evangelio de
Juan, donde Jesús mismo se presenta como el “camino de Dios”, que nosotros estamos
llamados a recorrer. San Agustín, en uno de sus comentarios dice: “era necesario que Jesús
dijera: Yo soy el camino, la verdad y la vida, porque, una vez conocido el camino, faltaba
conocer la meta. El camino conducía a la verdad, conducía a la vida… y nosotros ¿a dónde
vamos sino a él? y ¿Por qué camino vamos sino por él?” (In Ioh 69, 2).

Para reconocer al Padre hay que reconocer a Jesús como su Hijo. Dice Benedicto XVI
(Documento de Aparecida nº22): “La importancia única de Cristo para nosotros y toda la
humanidad consiste en que Cristo es el Camino que nos conduce a la Verdad y a la Vida. Si no
conocemos a Dios en Cristo y con Cristo, no hay camino y, al no haber camino, tampoco
verdad y vida por lo que toda la realidad se convierte en un enigma indescifrable”. Jesús es la
Verdad, Palabra encarnada de Dios, que sale a nuestro encuentro para ofrecernos la vida del
Padre. Y, por último, Jesús es la Vida plena de Dios, ofrecida a todos y para todos. El discípulo
puede gozar ya, aquí, de los bienes que espera alcanzar en su plenitud. Jesús es la vida que
diviniza y humaniza.

No debemos pensar que Dios está lejos de nosotros, como alguien distante y desconocido.
Aquel que quiere saber cómo y quién es Dios, basta que mire a Jesús. Él lo ha revelado en las
palabras y en los gestos de su vida. "¡El Padre está en mí, y yo estoy en el Padre!" A través de
su obediencia, Jesús está totalmente identificado con el Padre. En cada momento hacía lo que
el Padre le mostraba para que lo hiciera. Por esto, en Jesús ¡todo es revelación del Padre! ¡Y los
signos o las obras de Jesús son obras del Padre! En Jesús y por Jesús, Dios está en medio de
nosotros.

El que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy
al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Nosotros también, a través de Jesús, podemos
llegar a hacer cosas para los demás como las hacía Jesús para la gente de su tiempo. El
intercederá por nosotros. Todo lo que la gente le pide, él lo va a pedir al Padre, y lo conseguirá,
2
siempre que sea para servir.

 ¿Pides algo a Dios? ¿El qué? ¿Tenemos verdadera fe en que lo que pedimos se cumplirá, o
nos entran dudas?

2
http://www.ocarm.org/es/content/lectio/lectio-divina-juan-147-14 (Carmelitas)

113
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SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Ignacio de Loyola

Jesús, sé mi guía, condúceme

¿Qué queréis, Señor, de mí?

¡Señor, soy un niño! ¿A dónde me lleváis?

¡Siguiéndoos, Jesús, no me puedo perder!

Ignacio nació en Loyola en 1491 y murió en


Roma en 1556. Es el fundador de la
Compañía de Jesús. Su primera dedicación
fueron las armas, siguiendo la tradición
familiar. Pero, tras resultar gravemente
herido en la defensa de Pamplona contra los
franceses (1521), cambió por completo de
orientación.

Él mismo cuenta en su autobiografía su conversión. La herida que le ocasionó una bomba en la


pierna hizo que quedara convaleciente en Loyola en la casa de su cuñada. Allí Ignacio pidió
libros de caballería para leer y entretenerse, pero al no tener en la casa, le dieron otra opción,
leer otros dos libros mientras se recuperaba: La vida de Cristo (Vita Christi) y una recopilación
de la vida de los santos (Flos Sanctorum).

Nuestro caballero estaba en un momento de crisis, tenía 26 años y una pierna destrozada, por
tanto su carrera militar parecía frustrada y con ella todos sus sueños: servir a un gran rey,
conquistar a una dama, la búsqueda de éxito y fama…Todo lo que había leído en aquellos
libros de caballería que tanto le gustaban. En este momento Ignacio se debate entre dos
pensamientos: por un lado todo su mundo de caballerías que le hacían soñar pero que le
dejaban un tanto vacío, descontento; y por otro lado mientras leía los libros de la Vida de Cristo
y de los santos que en un principio no le apetecía demasiado leer, pero que al tiempo le
dejaban muy contento y alegre y con grandes deseos de imitarlos. Lo cuenta él mismo en su
autobiografía: "cuando pensaba en aquello del mundo, se deleitaba mucho; mas cuando
después de cansado lo dejaba, hallábase seco y descontento; y cuando en ir a Jerusalén
descalzo, y en no comer sino yerbas, y en hacer todos los demás rigores que veía haber hecho
los santos, no solamente se consolaba cuando estaba en los tales pensamientos, mas aún
después de dejado, quedaba contento y alegre". (Autobiografía, 8)

Esta experiencia es lo que le llevó a su conversión, se dio cuenta de que toda su vida había
estado dominada por deseos mundanos dice él, deseos que en el fondo no le hacían feliz,
deseos que él va a interpretar venidos de un mal espíritu; sin embargo solamente cuando él
está solo y se para a escuchar su corazón, se da cuenta de que lo que realmente le hace feliz y
le llena es vivir como vivió Jesús y los santos, una vida entregada, una vida de servicio y de
amor hacia los demás.

Esta certeza es lo que va a movilizar a Ignacio y por su medio a muchos otros. Más adelante
escribirá un libro para ayudar a otros a esa misma conversión: “Ejercicios Espirituales”, donde
plasmará desde su propia experiencia espiritual lo que en la persona ocurre en el camino hacia
el Señor, un camino dividido en cuatro semanas para transformar el corazón para “en todo
amar y servir” al Señor y que aún hoy sigue ayudando a miles de personas.

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VER
Muchas veces, en nuestro camino de fe, entre todas las consolaciones, alegrías y esperanzas
que encontramos, también surge la duda o lo momentos de sequedad, en los que parece que
nos sumimos en una oscuridad, más o menos densa. Esta experiencia, que sin duda puede
convertirse en un crecimiento para aquellos que permanecen fieles, nos la testimonian la vida
de los santos. Ellos nos ofrecen experiencias de una profunda fe, en medio de estas tormentas
en las que en muchas ocasiones se encontraban sus propias vidas de fe. Pero también,
fijándonos en ellos, los cristianos, encontramos el camino para perseverar en esos momentos
de aridez: siendo fieles a Aquel que encendió un día en nosotros la llama de nuestra fe, y que
sigue siendo la luz capaz de brillar en medio de la oscuridad de nuestra vida: Jesús. Él nos
guiará al encuentro con el Padre en todas las circunstancias de nuestra vida: en la calma como
en la tempestad, en la luz o en la oscuridad.

Escuchemos su Palabra, hablemos con Él, celebremos su presencia, hagamos realidad su


anuncio. Él nos ha presentado a un Dios cercano, accesible, y nos ha propuesto un estilo de
vida transformador. Pero para captar la profundidad de su mensaje tenemos que tener certeza
de quien es Él en nuestra vida, “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mt 16,15), para así
poder exclamar: “Verdaderamente es el Hijo de Dios” (cf. Mt 27,54)

En general, nuestra sociedad navega en la increencia, sobre la barca de la indiferencia y el


relativismo. No es que no crea, es que “pasa” de creer, que es más grave. Pero en este mar
también encontramos el testimonio de muchas personas de buena voluntad, grandes personas
de fe y numerosas personas en búsqueda. A todos hemos de querer y juntos debemos
construir. Pero para construir sobre roca debemos cimentar nuestra vida en Cristo y esto a
veces no lo conseguimos.

 Expón un hecho concreto de tu vida donde percibieras que tu fe en Cristo se tambaleaba.


¿Cómo te sentiste? ¿Hiciste algo para dar sentido a tus creencias? ¿Alguien te ayudó?

 Cuando hablas con personas de tu alrededor ¿qué imagen de Dios percibes que tienen?
¿Se parece al Dios que nos presenta Jesús?

115
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JUZGAR
Hacemos oración a través de la siguiente lectura del Evangelio:

Mt 14, 24-33

“La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento
era contrario. Al final ya de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los
discípulos, al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían:
—Es un fantasma.
Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida:
—¡Ánimo! Soy yo, no temáis.
Pedro le respondió:
—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre las aguas.
Jesús le dijo:
—Ven.
Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero, al ver la
violencia del viento, se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó:
—¡Señor, sálvame!
Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo:
—¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?
Subieron a la barca, y el viento se calmó. Y los que estaban en ella se postraron ante
Jesús, diciendo:
—Verdaderamente eres Hijo de Dios.”

Esta vez Jesús no aparece en la barca con los discípulos. Se encuentran solos en medio de las
inclemencias, lejos de la seguridad de la orilla. Las olas golpean la barca, tienen viento en
contra, es de noche. Jesús se acerca entre las aguas turbulentas pero no le reconocen. Parece
un fantasma, una ilusión, algo no real…
En nuestra sociedad, en nuestro día a día concreto, a los cristianos nos da a menudo la
sensación de caminar contracorriente, de perder el rumbo, de dejarnos golpear por las olas... y
eso nos puede hacer dudar:

 ¿Nuestra fe se tambalea en esos momentos? ¿Cómo percibimos a Jesús cuando todo nos
viene en contra? En ese momento de crisis Jesús nos dice: «Ánimo. Soy yo. No tengáis
miedo». Jesús infunde siempre esperanza; sale a nuestro encuentro, no es un espectro, es
Él, es alguien vivo; quiere que lo reconozcamos en medio de las dudas y dificultades.

Pedro no sabe con certeza si Jesús es una ilusión o alguien real. Aún así quiere ir hacia Él
aunque no camine por tierra firme, a pesar de sus inseguridades, de sus dudas de fe. Esto es
esencialmente la fe cristiana: «Caminar hacia Jesús», dar pasos día a día orientando nuestra
vida hacia él.

Pero esto no es sencillo. Pedro «sintió la fuerza del viento, le entró miedo y empezó a
hundirse». Es lo que nos puede pasar en estos momentos: nos fijamos solo en las dificultades,
nos consumen las dudas y podemos hundirnos en la desesperanza, la indiferencia o la
increencia. ¿Qué podemos hacer?

Pedro llama, grita, a Jesús: «Señor, sálvame». Reconoce su divinidad y simplemente le pide
que lo agarre. Jesús le tiende la mano, lo saca a superficie y caminan juntos en medio de la
tormenta. Cuando suben a la barca las inclemencias se calman. Tras contemplar lo sucedido,
los discípulos han pasado de verlo como un fantasma a reconocerlo como el Hijo de Dios.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Quiero caminar hacia Jesús a pesar de mis dudas? ¿Siento que Él me tiende la mano? ¿A
qué me llama la lectura de este pasaje del Evangelio?

ACTUAR
Tras todo lo que hemos reflexionado en este tema llega la hora de marcarnos compromisos
concretos. En primer lugar, tratemos de dar pasos en estrechar nuestra relación con Dios:

 Márcate un compromiso concreto enfocado a buscar momentos de oración, para poder


dialogar de manera más estrecha con Dios, en relación de confianza y amistad.

Queremos seguir a Jesús, aferrarnos a Él, dejarnos rescatar por Él, darle la mano para seguirlo
por el itinerario vital que nos ha enseñado.

 ¿Qué puedo hacer para sentir de cerca a Jesús como una mano tendida que me agarra, me
quita los miedos y no deja que me hunda? ¿En qué me puede ayudar el grupo?

Es un itinerario que no queremos recorrer solos, no queremos que nadie se quede al margen.

 ¿Qué estamos aportando a la sociedad y a la Iglesia los que seguimos a Jesús? ¿Esperanza
o pesimismo? ¿Palabras o compromiso? ¿Qué podemos hacer para invitar a otras personas
a caminar junto a nosotros y junto a Cristo?

Revisa la dimensión espiritual de tu proyecto personal de vida cristiana, y añade todo aquello
que hayas descubierto y a lo que te sientas llamado a partir de este tema, para tratar de estar,
en el día a día, más unido a Jesucristo.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ORACIÓN
Para acabar el tema, te proponemos pasar un rato con Jesús, en oración personal, o grupal.
Nos dice una santa de la que seguro que has oído hablar, Santa Teresa de Jesús, que estar un
rato con Jesús es “…tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien
sabemos nos ama.” (Vida 8,5).

 “Tratar de amistad” significa tener una conversación como quien habla con un amigo a
quien con sinceridad le cuentas todo porque sabes que no se va a alejar de ti le digas lo
que le digas.
 “Estar” significa ponerte a su lado, dedicando un rato sólo para Él.
 “Muchas veces” significa sin cortar la relación, constancia, todo momento que sea
posible. No vale unos días sí y, otros, no.
 “A solas” significa sin nada ni nadie que te distraiga.
 “Con quien sabemos nos ama” significa que experimentas el cariño que Jesús tiene por
ti.

Dedica un rato de silencio. En grupo puede resultarte más fácil. O a solas en casa. No tengas
miedo al aburrimiento. Escucha las palabras de Teresa hechas canción:

Nada te turbe,
nada te espante
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta,
sólo Dios basta.

 Cuéntale lo que has vivido. Dile a Jesús quién es


para ti. Lo que para ti significa llevar su nombre.
Cuéntale por qué le consideras un amigo.

 Reza como Jesús. Jesús nos enseñó a rezar a Dios


hablando como un hijo habla con un padre. Por
eso, puedes terminar rezando con esas mismas
palabras que Jesús nos enseñó: Padre nuestro, que
estás en el cielo…

118
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 8:
JESÚS, NUESTRO SALVADOR
“PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE
CRISTO”
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Conocer el Misterio Pascual como el acontecimiento fundamental de la fe cristiana.


 Identificar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús como la mayor muestra de amor de
Dios hacia nosotros.
 Reconocer el Misterio pascual como un acontecimiento presente y actual.
 Comprender que en toda celebración litúrgica (especialmente en la Eucaristía) Jesús
celebra con nosotros el paso de la muerte a la vida.
 Reconocer a Jesús, muerto y resucitado, como el Señor de todo lo creado.

Para preparar el tema:

 En este tema vamos a acompañar a Cristo en su Pasión, Muerte y Resurrección. Vamos


a situarnos ante el elemento central de nuestra fe. La celebración de la Pascua significa
celebrar el paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad. La muerte ha sido
vencida, Jesús ha resucitado, Él es el Señor. “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra
predicación y vana es nuestra fe” (1 Cor. 15, 14).

 En un primer momento centraremos nuestra atención en “los anuncios de la Pasión”,


momentos en los que Jesús anuncia a sus discípulos lo que sucedería al llegar a
Jerusalén, haciéndoles notar en todo momento que lo verdaderamente importante es
cumplir la voluntad de Dios. Tras esto, nos vamos a detener en la contemplación del
Triduo Pascual, los días más importantes de nuestra fe cristiana. Por lo cual, este tema
puede resultar muy útil trabajarlo en Semana Santa.

 Al observar la Última Cena veremos cómo Jesús instituye la Eucaristía, el sacerdocio y


nos recuerda que vivamos plenamente la caridad, que nos amemos unos a otros como
Él nos amó. Después nos detendremos ante la Cruz, para reconocer su entrega por
nuestra salvación. En la Cruz quedan clavados nuestros pecados y podemos ver el
mayor sacrificio por amor, capaz de convertir la fe del centurión romano que lo
contempla. Pero Dios no queda en silencio ante la muerte de su Hijo; lo resucita al
tercer día y nos enseña que la Vida siempre vence a la muerte. Esto es lo que tenemos
que transmitir, Cristo nos ha enseñado el camino de la vida y nos envía a anunciar su
Evangelio a todos los pueblos.

119
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 De nuevo, como en los otros temas cristológicos, el material que se ofrece es muy
extenso, por lo que no se puede abarcar en una sesión de una hora; dada la importancia
del tema, sería bueno desarrollarlo en una sesión más amplia o en una convivencia.

Desde la Palabra de Dios:

 1 Cor. 5, 3-4 - “Cristo murió por nuestros pecados según las escrituras; fue sepultado y
resucitó al tercer día.”
 Mc. 10, 45 - “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en
rescate por muchos.”
 Jn. 13, 34 - “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he
amado, amaos también unos a otros.”
 1 Pe. 2, 24 - “El llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de
que, muertos al pecado, vivamos para la justicia.”
 1 Cor. 15, 14 - “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana es
nuestra fe.”
 Lc. 24, 13-35 – El camino de Emaús
 Mt. 28, 18-20 - “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos.”

Desde el Catecismo:

 CIC 557-560, 569-570 - ¿Sabía Jesús que iba a morir cuando entró en Jerusalén?
 CIC 446-451, 455 - ¿Por qué los cristianos llaman “Señor” a Jesús?
 571-573 - ¿Por qué eligió Jesús la fecha de la fiesta judía de la Pascua para su Muerte y
Resurrección?
 CIC 574-576 - ¿Por qué se condenó a un hombre de paz como Jesús a morir en la cruz?
 CIC 597-598 – ¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?
 CIC 599-609, 620 - ¿Quería Dios la muerte de su propio Hijo?
 CIC 610-611 - ¿Qué sucedió en la Última Cena?
 CIC 612 - ¿Tuvo Jesús miedo ante la muerte en el Huerto de los Olivos, la noche antes de
morir?
 CIC 613-617, 622-623 - ¿Por qué tuvo Jesús que redimirnos precisamente en la Cruz?
 CIC 627 - ¿Murió Jesús realmente o quizás pudo resucitar precisamente porque sólo
había sufrido la muerte en apariencia?
 CIC 640-644, 656 - ¿Cómo llegaron a creer los discípulos que Jesús había resucitado?
 CIC 639-644, 647, 656-657 - ¿Hay pruebas de la Resurrección de Jesús?
 CIC 645-646 - ¿Volvió Jesús por la Resurrección al estado corporal que tenía durante su
vida terrena?
 CIC 659-667 - ¿Qué quiere decir que Jesús ha ascendido a los cielos?

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SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

“Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de
Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad
a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención” (S.Juan Pablo II,
Roma, 22 de abril de 1984).

Estas palabras que el Papa San Juan Pablo II dirigió a los jóvenes del mundo entero, cuando
aquel año les hizo entrega de la Cruz de los jóvenes, signo de ese Año Jubilar y a partir de
aquel momento, signo de todas las Jornadas Mundiales de la Juventud, nos muestran el centro
del anuncio de evangelio y, por lo tanto, de nuestra propia fe: “en Cristo muerto y resucitado
hay salvación y redención”. Años después, el Papa Francisco nos sigue invitando a
contemplarla: ¡Cuántos cambios, cuántas verdaderas y auténticas conversiones surgieron en la
vida de tantos jóvenes al encontrarse con esta cruz desnuda! Quizás se hicieron la pregunta:
¿De dónde viene esta fuerza extraordinaria de la cruz? He aquí la respuesta: ¡La cruz es el
signo más elocuente de la misericordia de Dios! Ésta nos da testimonio de que la medida del
amor de Dios para con la humanidad es amar sin medida! (…) En el Señor, que ha dado su vida
por nosotros en la cruz, encontraremos siempre el amor incondicional que reconoce nuestra
vida como un bien y nos da siempre la posibilidad de volver a comenzar. (Francisco, Mensaje
para la JMJ 2016)

1 Cor 5, 3-4

“Cristo murió por nuestros pecados según las escrituras; fue sepultado y resucitó al tercer día”

En los temas anteriores nos hemos acercado a la vida de


Jesús de Nazaret, el Cristo, el Hijo de Dios; hemos visto
aspectos claves de su enseñanza y actividad, así como la
profunda confianza en su Padre Dios. Si nos acercamos a
su vida desde una posición despojada de la fe
comprobamos que ésta tuvo un desenlace trágico y
violento; pero si la contemplamos desde la fe, vemos el
gran amor de Dios por todos los hombres: “Tanto amó
Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo
el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”
(Jn 3,16). Dios resucitó a Jesús, adquiriendo de esta
manera su vida y su persona un significado totalmente
nuevo y definitivo. En este tema vamos a ver lo relativo a
su muerte y resurrección; es aquí donde se cimientan los
elementos centrales de nuestra fe.
Comenzamos…

1. Jesús anuncia su pasión y muerte.


Dos mil años después nos sigue sorprendiendo cómo Jesús
fue condenado, por los poderosos de aquella época, a
causa del rechazo mesiánico que provocaba, y por su confesión de que era el Hijo de Dios.
Jesús tomó su cruz y quiso asumir la condición de cada hombre, a fin de liberarlo del poder de
la muerte debido al pecado. Cargó con todos los pecados y culpas con un gesto de amor
infinito. Su muerte no fue casual. Ya veíamos en el tema 6 cómo Él mismo la había anunciado a
sus discípulos para prevenirlos de lo que pudiese originar un suplicio para ellos y su fe. Anunció

121
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

una muerte de burlas, azotes, escupitajos, bofetadas, degradaciones… Pero lo que nadie podía
imaginar, entonces, es que con su muerte sellaba una vida de amor.

Mc 10, 32-34

“Estaban subiendo por el camino hacia Jerusalén y Jesús iba delante de ellos; ellos estaban
sorprendidos y los que seguían tenían miedo. Él tomó aparte otra vez a los Doce y empezó a
decirles lo que le iba a suceder: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a
ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a
los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días
resucitará”

 Párate a pensar un poco, ¿cómo te sentirías si supieras que te vas a morir en unos días?
¿Qué harías? ¿Alguna vez seguiste a Jesús con miedo?

Jesús acepta la Cruz con infinita confianza en la voluntad del Padre, y así lo transmite a sus
discípulos para, de alguna manera, poder fortalecer su débil fe.
Según se iban desarrollando las predicaciones y acciones evangelizadoras de Jesús, se fueron
acrecentando sus diferencias con los escribas, fariseos y saduceos. Jesús no era ajeno a ellas:
“Entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo
estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo” (Mc 3, 1ss)
Tanto la predicación como los distintos signos y milagros de Jesús provocaban una gran
animadversión por parte de estos círculos de poder. Y buscaban cualquier ocasión para
condenarlo. Pero aunque la muerte es promovida por personas de su tiempo, también hemos
de comprenderla como entrega de Jesús, en obediencia al Padre, “Nadie tiene poder para
quitármela (la vida); soy yo quien la doy por mi propia voluntad” (Jn 10,18). Como veremos en
este tema, la muerte de Cristo es voluntad de Dios, pero no es su última palabra.

Reflexionemos: Una enseñanza importante que Jesús nos ofrece en estos relatos de los
anuncios de su pasión, es la gran coherencia a la hora de vivir la voluntad del Padre. A nosotros
no nos es fácil ser coherentes con el Evangelio. En unas ocasiones muchos condicionantes
sociales no nos ayudan a escuchar y a seguir la voluntad de Dios. Y en otras, nuestras propias
comodidades, miedos, dudas o inseguridades,
nos impiden ser coherentes con lo que Dios
quiere de cada uno de nosotros. Por tanto,
tendríamos que preguntarnos: ¿Soy firme en
mi deseo de seguir a Jesús? ¿Vivo con
fidelidad y coherencia la vida que, como
cristiano, estoy llamada a vivir?

2. La última cena.
La noche que lo iban a entregar, Jesús,
siguiendo las tradiciones de los judíos, celebró
la cena de Pascua con los Doce.
La celebración de la Pascua era uno de los
momentos centrales de la vida de todo judío.
Se trataba de rememorar y actualizar la
liberación ejercida por Dios al sacar a su
pueblo de la esclavitud de Egipto. El sacrificio
de un cordero rememora las alianzas de Dios
con su pueblo.
Lee atentamente los siguientes textos,
recordando el tema 4 sobre las alianzas y
cómo Cristo nos trae la alianza definitiva:

122
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Is 22, 1-18

Dios puso a prueba a Abrahán. Le dijo: ¡Abrahán! Él respondió: Aquí estoy. Dios dijo: toma a
tu hijo único, al que amas, a Isaac, y vete a la tierra de Moria y ofrécemelo allí en holocausto en
uno de los montes que yo te indicaré.
Abrahán madrugó, aparejó el asno y se llevó consigo a dos criados y a su hijo Isaac; cortó leña
para el holocausto y se encaminó al lugar que le había indicado Dios. Al tercer día levantó
Abrahán los ojos y divisó el sitio desde lejos. Abrahán dijo a sus criados: “Quedaos aquí con el
asno; yo con el muchacho iré hasta allá para adorar, y después volveremos con vosotros”.
Abrahán tomó la leña para el holocausto, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el
cuchillo. Los dos caminaban juntos.
Isaac dijo a Abrahán, su padre: “Padre”. Él respondió: “Aquí estoy, hijo mío”. El muchacho
dijo: “Tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?”. Abrahán
contestó: “Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío”. Y siguieron caminando
juntos.
Cuando llegaron al sitio que le había indicado Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la
leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán
alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: “¡Abrahán, Abrahán!”. Él contestó: “Aquí
estoy”. El ángel le ordenó: “No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora
he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo”.
Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó,
tomó al carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abrahán llamó aquel sitio “El
Señor ve”, por lo que se dice aún hoy “En el monte el Señor es visto”.
El ángel del Señor llamó a Abrahán por segunda vez desde el cielo y le dijo: “Juro por mí
mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado a tu hijo, tu hijo
único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y
como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas
las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz”.

Ex 12, 1-11

Dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: “Este mes será para vosotros el principal
de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de los hijos de
Israel: El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la
familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino más próximo a su
casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo.
Será un animal sin defecto, macho, de un año; lo escogeréis entre los corderos o los cabritos. Lo
guardaréis hasta el día catorce del mes y toda la asamblea de los hijos de Israel lo matará al
atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo comáis.
Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, y comeréis panes sin fermentar y hierbas amargas.
No comeréis de ella nada crudo, ni cocido en agua, sino asado a fuego: con cabeza, patas y
vísceras. No dejaréis restos para la mañana siguiente; y si sobra algo, lo quemaréis. Y lo
comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis
a toda prisa, porque es la Pascua, el Paso del Señor.

La Pascua es el paso del Señor para conducirnos de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la


vida. Jesús aquella noche celebra la Pascua con sus discípulos, pero otorgándole un significado
nuevo. Él sella una Nueva Alianza pero no con la sangre de un cordero sino con su cuerpo

123
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

entregado y su sangre derramada, presente en el pan y el vino de la Eucaristía.

Lc 22, 19-20

Y tomando pan, después de pronunciar la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo:


“Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía”. Después de
cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, que es
derramada por vosotros”.

Jesús es, por tanto, el Cordero Pascual, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, cuya
muerte sella entre Dios y los hombres la Nueva Alianza anunciada por los profetas. Él con su
vida y su mensaje nos enseña el camino para estar con Dios y alejarnos de nuestro egoísmo.
Dios sella con este sacrificio el gran pacto de amor con los hombres para la eternidad.

Cada vez que celebramos la Eucaristía estamos


conmemorando este sacrificio de amor de Jesús por toda la
humanidad. Él se hace presente en el pan y el vino
consagrados, se ofrece en sacrificio, se parte y se reparte
por nosotros para cargar con nuestros pecados, y manda a
sus discípulos a realizar la actualización de la Eucaristía,
como memorial de su muerte y resurrección. Al mandar a
sus apóstoles “Haced esto en memoria mía” instauró el
sacerdocio, con el propósito, entre otros, de hacerlo a Él
siempre presente en el pan y el vino eucarístico. Por lo tanto,
cada vez que celebramos la Eucaristía crece en nosotros la
certeza de su promesa: “Y sabed que yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 18, 21).

Pero la Eucaristía, además, cobra sentido pleno para


nosotros si se reviste de una profunda vivencia de la Caridad,
del Amor de Cristo. Un amor que favorece la unidad entre
todos, fraternidad, y la comunión hecha servicio.

Jn 13, 3-15
… Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios
volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa
agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que
se había ceñido (…) “Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y decís bien, porque lo soy.
Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies
unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también los
hagáis”.

Jn 13, 34
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos
también unos a otros.”

Reflexionemos: Jesús, antes de tomar entre sus manos el pan, acoge con amor a todos los que
están sentados en su mesa. Sin excluir a ninguno: ni al traidor, ni al que lo va a negar, ni a los
que huirán. Los ha elegido como nuevo pueblo de Dios. La Iglesia, llamada a ser una. Jesús
muere para reunir a los hijos de Dios dispersos (Jn 11, 52). “No solo por ellos ruego, sino
también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno” (Jn 17, 20-

124
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

3
21). Como hemos visto, pese a las incoherencias de sus discípulos, Jesús los reúne en torno a
su mesa. ¿Tú te sientes también llamado a participar de dicho banquete? ¿Qué sentido le das a
tu participación en la Eucaristía dominical?

3. La muerte de Jesús
Jesús es consciente de que su muerte es voluntad del Padre. Esto hace que se dirija a ella no
sólo como algo inevitable, sino como un acontecimiento que tiene un sentido profundo: una
muerte con sentido expiatorio, con el valor de contrarrestar ante Dios las consecuencias del
mal y de los pecados. En aquella época, el arrepentimiento, los sacrificios, el sufrimiento,
incluso la muerte (sobre todo la muerte de un justo), tenían el significado de expiar. La fe de la
Iglesia siempre entendió, desde el principio, que este es el sentido que dio Jesús a su muerte,
como podemos ver en una de nuestras fórmulas de fe más antiguas: “ Cristo murió por nuestros
pecados según las Escrituras” (1 Cor. 15, 3). Jesús es el Cordero elegido por Dios mismo. En la
cruz, él carga con el pecado del mundo y nos libera de él.

Pero a diferencia de los actos expiatorios que los judíos conocían, la muerte de Jesús no tiene el
sentido de contrarrestar los propios pecados, sino los de todos nosotros. Existía la costumbre
de que el condenado, antes de morir, ofreciera a Dios la vida para conseguir el perdón divino.
Sin embargo, Jesús hasta en la hora de su muerte se sabe en la presencia de su Padre y pide el
perdón de los otros:

Lc 23, 34

“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”

Jesús entrega su vida para la reconciliación definitiva que Dios quiere sellar con los hombres.
Es el sacrificio para sellar la Nueva Alianza. En la muerte de Jesús se está manifestando el
amor y la voluntad del Padre de salvar y de dar auténtica vida al que sinceramente acoge la
Buena Noticia que se nos ha anunciado.

Antes de recorrer los momentos centrales de su Pasión reflexionemos…

3
Benedicto XVI, 1º estación del Via Crucis de la JMJ Madrid 2011.

125
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Qué quiero clavar en la cruz de Cristo? ¿Qué faltas, debilidades, incoherencias quiero
entregarle para que Él cargue con ellas y me salve?

A continuación, vamos a acompañar a Jesús en su camino hasta la Cruz…

 La Oración en el Huerto y el Prendimiento

Jesús se encuentra solo ante la voluntad del Padre. Sus discípulos no terminan de entender, se
alejan, se duermen. Tiene miedo. Dice Benedicto XVI que en Getsemaní descubrimos un
“dramático punto culminante del misterio de nuestro Redentor: Jesús ha experimentado aquí la
última soledad, toda la tribulación del ser hombre. Aquí, el abismo del pecado y del mal le ha
llegado hasta el fondo del alma. Aquí se estremeció ante la muerte inminente. Aquí le besó el
traidor. Aquí todos los discípulos lo abandonaron. Aquí Él ha luchado también por mí”.

Jesús ora, sumido en la tristeza y la soledad. En este trágico momento Él ve con extrema
claridad toda la marea sucia del mal, todo el poder de la mentira y la soberbia, toda la astucia
y la atrocidad del mal, que se enmascara de vida pero que está continuamente al servicio de la
destrucción del ser, de la desfiguración y la aniquilación de la vida. Precisamente porque es el
Hijo, siente el horror, toda la suciedad y la perfidia que debe beber en aquel cáliz destinado a
Él: todo el poder del pecado y de la muerte. Todo esto lo debe acoger dentro de sí, para que en
Él quede superado y privado de poder (cf. Benedicto XVI).

Reflexión: Jesús vive unos duros momentos de oscuridad, pero en su debilidad supo encontrar
su fortaleza y a pesar del sufrimiento supo abandonarse a la voluntad de su Padre. Lo triste de
esto es que los discípulos que lo acompañaban no se imaginaban su sufrimiento, se quedaron
dormidos y no pudieron acompañarlo en su soledad. Pero:

 ¿Y nosotros? ¿Negamos también a Jesús? ¿Lo abandonamos? ¿En qué momentos?


¿Con qué gestos o actuaciones?

126
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 Proceso, condena y castigos.

Jesús es juzgado y condenado en el Sanedrín por blasfemo (Mc. 14, 64), para después ser
juzgado y condenado en el tribunal romano por un motivo “religioso y político” (Jn. 19, 12). Las
acusaciones fueron inconsistentes y pasado el proceso nadie quiere hacerse responsable de su
muerte: Judas devuelve el dinero recibido, los judíos inducen a Pilato a condenarlo y este se
lava las manos.

Jesús atado, torturado, amoratado, con la marca de latigazos, con una corona de espinas es la
mejor imagen del hombre que carga con nuestros pecados y aparece esclavizado por los
poderes del mundo. En Él se manifiesta la miseria de todos los golpeados y abatidos. En Él se
refleja lo que llamamos “pecado”: en lo que se convierte el hombre cuando da la espalda a
Dios y toma en sus manos por cuenta propia el gobierno del mundo. Pero ni en este momento,
a Jesús se le puede despojar de su íntima dignidad. En Él sigue presente el Dios oculto. Con ello
nos dice, una y otra vez, que el hombre maltratado y humillado continúa siendo imagen de
Dios. Desde que Jesús se ha dejado azotar, los golpeados y heridos son precisamente imagen
del Dios que ha querido sufrir por nosotros. Por tanto, en medio de su pasión, Jesús es imagen
de esperanza: Dios está del lado de los que sufren.

 ¿Cómo es tu relación con este Cristo sufriente? ¿Realmente descubres a Jesús en el


sufrimiento de los demás?

 El árbol de la Cruz

Fíjate, cuando vayas al Oficio de la Pasión el


Viernes Santo, en el momento en que el sacerdote
repite una hermosa antífona: “Mirad el árbol de la
Cruz, donde estuvo clavada la salvación del
mundo. ¡Venid a adorarlo!”. En esas palabras
somos invitados a mirar fijamente la Cruz del
Señor, y a adorarlo no como signo de tortura o
derrota, sino como el camino de reconciliación con
Dios, de manifestación del amor hasta el extremo.
La Cruz no es un palo clavado únicamente, más
bien, es el árbol que da fruto, verdadero fruto de
santidad para toda la humanidad, para los
creyentes y los que aún no lo son. Y por eso en el
dolor y en el sufrimiento estamos llamados a dar
fruto, y son motivo de esperanza.

 ¿Cómo vives los momentos de sufrimiento?


¿Le pides a Dios que te dé fuerzas o te olvidas de
Él?

1 Pe 2, 21
“Cristo padeció por vosotros dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.”

Mc 8, 34
“El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.”

127
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Seguramente alguna vez habrás escuchado aquello de que “Si Dios existiera, no permitiría
tanto sufrimiento en el mundo”. Pues bien, está claro que Dios no elimina el sufrimiento, más
bien da sentido al mismo si miramos a Cristo en la cruz en todo su trasfondo:

La fe nos hace aceptar el dolor y compartir el de los demás. Unirnos con Cristo,
sacrificándonos por amor a Dios y al prójimo, nos ayuda a darle sentido al sufrimiento y nos
orienta hacia el bien. Esto no significa buscar el dolor, sino aceptar la vida tal cual es y buscar
el amor de Dios como motor de nuestra vida, como camino de plenitud tanto para cada uno de
nosotros como para la sociedad en general.

«El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará» (Lc 17, 33),
dice Jesús en una sentencia suya que, con algunas variantes, se repite en los Evangelios
(cf. Mt 10, 39; 16, 25; Mc 8, 35; Lc 9, 24; Jn 12, 25). Con estas palabras, Jesús describe su
propio itinerario, que a través de la cruz lo lleva a la resurrección: el camino del grano de trigo
que cae en tierra y muere, dando así fruto abundante. Describe también, partiendo de su
sacrificio personal y del amor que en éste llega a su plenitud, la esencia del amor y de la
existencia humana en general.”4

Este sacrificio personal y entrega desde el amor, también lo han recorrido muchos beatos,
santos y santas de Dios. Desde personas que han muerto por reconocerse cristianos, hasta
otras que deciden entregar su vida para salvar otra. Es el caso, por ejemplo, de San
Maximiliano Kolbe, quien se ofreció a ocupar el puesto de un padre de familia elegido para ser
ajusticiado en Auschwitz. Son testimonios que evidencian ese amor extremo, y que nos invitan
a seguir a Cristo también en el Calvario.

 A menor escala, ¿conoces algún testimonio de alguna persona cuyo sacrificio por alguien o
por alguna causa dio fruto, aun a costa suya?

“En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar
nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. Poner la mirada en el
costado traspasado de Cristo, del que habla Juan (cf. 19, 37), ayuda a comprender lo que ha
sido el punto de partida de esta Carta encíclica: «Dios es amor» (1 Jn 4, 8). Es allí, en la cruz,
donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y,
desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar.” (Benedicto
XVI, Deus caritas est, n. 12)

En la cruz, Jesús entrega lo máximo, su vida, por amor, de manera que hasta el centurión
romano, seguramente un hombre que como muchas personas de hoy vivía en el paganismo o
en la indiferencia, al ver a Jesús morir en la cruz, lo reconoce: “Verdaderamente este hombre
era Hijo de Dios.” (Mc 15, 39).
Contemplemos el gran acto de entrega de Cristo, su sacrificio por amor a Dios y a los
hermanos. Dejémonos envolver por su mirada de amor y aprendamos a descubrirlo en las
cruces de muchas personas que sufren en nuestro mundo, y de cuyo dolor y muerte Él se hace
solidario con su propia muerte en la cruz.

 ¿Percibimos el amor de Dios en la entrega que Jesucristo hace por nosotros? ¿En qué
situaciones concretas descubro que Jesús sigue muriendo hoy?

4
Ibíd. n. 6.

128
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 El silencio del Sepulcro

Los soldados comprobaron que Jesús estaba muerto. Ante la mirada sufriente de María, el
cuerpo de Jesús fue bajado de la cruz por José de Arimatea. “Lo envolvió en la sábana y lo puso
en un sepulcro, excavado en roca” (Mc. 15, 46). María Magdalena y algunas mujeres
observaban dónde lo ponían.

Jesús estuvo muerto hasta el día de la Resurrección. Desde ahí venció a la muerte abriendo la
entrada en la vida eterna a todos los hombres de todos los tiempos que mueren en amistad
con Dios. Fueron horas de espera, de silencio… pero también desde el silencio se nos
manifiesta Dios.

“El Dios de la revelación bíblica habla también sin palabras:


Como pone de manifiesto la cruz de Cristo, Dios habla por medio de su silencio. El silencio de
Dios, la experiencia de la lejanía del Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el camino
terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada… El silencio de Dios prolonga sus palabras
precedentes. En esos momentos de oscuridad habla en el misterio de su silencio.” (Benedicto
XVI, Verbum Domini, n. 21)

Reflexionemos…Tras la muerte de Jesús todo se hace silencio, vacío, impotencia. Muchas veces
las personas, en un momento de gran sufrimiento, también experimentamos este silencio de
Dios. Pero al mirarlo a Él descubrimos en lo más profundo del corazón la calma que nos da su
promesa, que nos invita a esperar y a confiar en que todo lo prometido se cumplirá: ¿En qué
momentos de tu vida te has sentido en oscuridad, alejado de Dios? ¿Qué has hecho?

4. ¡Cristo ha resucitado!

1 Cor 15, 14-15a

“Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe; más
todavía: resultamos unos falsos testigos de Dios.”

129
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Con estas palabras tajantes San Pablo manifiesta la importancia que tiene la fe en la
resurrección de Jesucristo para el mensaje cristiano en su conjunto: es su fundamento. La fe
cristiana se mantiene o cae con la verdad del testimonio de que Cristo ha resucitado de entre
los muertos. Si se prescinde del hecho de la resurrección la fe cristiana queda muerta. A Jesús
lo trataríamos desde un aspecto meramente humano. Pero sólo si Jesús ha resucitado ha
sucedido algo verdaderamente nuevo que cambia el mundo y la situación del hombre. Jesús se
convierte en el criterio del que podemos fiarnos. Una vida y una promesa que se cumple para
todos. Ahora Dios se ha manifestado verdaderamente. La fe en la resurrección nos lleva a una
afirmación contundente: Jesús sigue viviendo hoy.

Pero ¿qué ocurre en la resurrección de Jesús? Los testimonios del Nuevo Testamento nos hacen
comprender que la resurrección de Jesús ha consistido en un romper las cadenas para ir hacia
un tipo de vida totalmente nueva, una vida ya no sujeta al poder de la muerte, sino que la ha
vencido. Una vida que ha inaugurado una nueva vida para todos los hombres. En la
resurrección de Jesús se ha alcanzado una nueva posibilidad de ser hombre, una posibilidad
5
que interesa a todos y que abre un futuro, un tipo nuevo de humanidad .

La resurrección dio lugar a testimonios individuales y colectivos por parte de un gran número
de testigos. Los discípulos, después del asombro y el miedo, ya no podía oponerse a la
realidad: es realmente Él; vive, nos ha hablado y ha permitido que le toquemos. En ningún
momento se describe cómo fue la resurrección; sólo se nos narran encuentros de Jesús
Resucitado con los discípulos. Desde ahí, ese testimonio se convierte en el centro de su
predicación.

Lo que podemos extraer de los relatos es que se trató de auténticos encuentros personales,
con alguien real, no con un fantasma ni un fenómeno producido por la imaginación. No eran
alucinaciones ni fenómenos de histeria. Tampoco responden a una creación intelectualizada o
con finalidad de dar a la Iglesia un origen mitológico; seguramente, si hubiera sido así los
relatos hubieran sido más elaborados y habrían buscado descripciones o pruebas más
“contundentes”. Nada de eso se corresponde con los sencillos testimonios que encontramos en
el Nuevo Testamento.

Pronto el grupo de acobardados seguidores de alguien que había sido ejecutado bruscamente
se lanzan a proclamar su resurrección. Interpretan de manera nueva y entienden todo lo que
Jesús les ha enseñado. Proclaman su anuncio no solo entre su pueblo sino a toda persona y
cultura. Podemos decir que los discípulos después de los encuentros con Jesús Resucitado son
conscientes de que ya ha comenzado el tiempo de la salvación.

Jn 20, 19-29

“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos,
las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y
les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se
alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me
envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros
discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la
señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su
costado, no creeré.» Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con
ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con
vosotros.» Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela
en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
Jesús le dice: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»
5
Jesús de Nazaret II, Benedicto XVI.

130
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Reflexionemos… ¿Es posible que haya algunos que se profesen cristianos, pero que no crean en
la Resurrección de Jesús? ¿Tan importante es creer? ¿Qué cambia si sólo nos quedásemos con
su enseñanza y su testimonio de vida?

La Resurrección significa un cambio radical en la dinámica de los acontecimientos narrados en


la Pasión. El que murió humillado ha triunfado. Dios actúa diciendo la última palabra; no estaba
ajeno a lo que ocurría; todo lo contrario; lo que Jesús era, comunicaba y significaba queda al
descubierto: Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre, Jesús es el Señor.

En Jesús Resucitado se pone de manifiesto


que la cercanía de Dios a su Pueblo y su
fidelidad a sus promesas no tiene límites. Él
representa la plenitud a la que todos
estamos destinados. Ahora queda de
manifiesto todo el significado y la
profundidad del anuncio de Jesús: la
plenitud de Vida y de Salvación que
significa el Reino de Dios.

 ¿Eres portador de esperanza en el


mundo, o te quedas más bien con las cosas
negativas que pasan? ¿Eres de lamentarte o
muestras alegría a los demás? ¿Te quedas
en el Viernes Santo o vives el Domingo de
Resurrección?

5. El envío misionero

Mt 28, 18-20

“Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los
pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a
guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
final de los tiempos.”

Con estas palabras Jesús resucitado confía a los discípulos y a todos los cristianos una misma
misión. Cada uno de nosotros está llamado a continuar la obra de Jesús. Juntos, como Iglesia,
acogemos su mandato y vivimos anunciando su Palabra para que la semilla por Él sembrada
siga dando fruto de generación en generación, en corazones generosos dispuestos a trabajar
por el Reino de Dios.

“Sabed que yo estoy con vosotros”. Comienza el tiempo de una nueva presencia, que nos
capacite y nos conceda el poder reconocerlo a Él en los Sacramentos, en la Palabra y en la
Caridad. Por eso Jesús prometió a los discípulos que recibirían, desde el Padre, el don del
Espíritu Santo:

131
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Jn 14, 25-26

“Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que
enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os
he dicho.”

En estas palabras descubrimos una promesa y una llamada: El Espíritu Santo viene para
ayudarnos a comprender, para darnos fuerzas para seguirle y para hacernos a vivir unidos en
el amor de Dios; ahora nos corresponde a nosotros, sostenidos por el Espíritu, anunciar a todos
los hombres la grandeza y la belleza que supone seguir el camino del Evangelio.
Esta esperanza nos conduce a participar en todo aquello que pueda mejorar nuestro mundo,
avivando el amor, defendiendo la justicia y construyendo la fraternidad como testigos del
Señor.

Jn 14, 12-17

“El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al
Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si
me pedís algo en mi nombre yo lo haré. Si me amáis guardaréis mis mandamientos. Y yo le
pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la
verdad.”

Reflexionemos… ¿Estamos dispuestos a ser sus testigos?

132
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Francisco de Asís

“Toda la oscuridad en el mundo no puede apagar la luz de una sola vela.”


“Es en el dar que recibimos.”
“Recuerda que cuando dejes este mundo, no puedes llevarte nada que hayas recibido; solo lo que has
dado.”
“Tenemos que amar mucho el amor del que nos ha amado mucho.”
“Amad a vuestros enemigos y haced el bien a los que os odian, pues nuestro Señor Jesucristo (cuyas
huellas debemos seguir) llamó amigo al que lo entregaba y se ofreció espontáneamente a los que lo
crucificaron.”
“Dios creó a todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma humana o animal,
todos son hijos del Padre y fue tan perfecto en su creación que dio a cada uno su propio entorno y a
sus animales un hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos como el propio paraíso. Aquellos
hombres capaces de irrumpir con la voluntad de Dios y arrebatar de la madre tierra a sus animales
estarán cometiendo un gran error y siempre serán juzgados por aquellos que sí respetan la creación
divina de Dios tal y como él la creo.”

San Francisco nació en Asís hacia el fin del año


1181 o comienzo del 1182. Su padre
Bernardone, era un acaudalado comerciante en
paños. Hacia los quince años, se vio Francisco
asociado al negocio de su padre. El joven
comerciante se manifiesta hábil y afortunado,
pero al mismo tiempo sigue los impulsos de su
temperamento ávido de gloria y de placer. No
había cumplido aún los veinte años, cuando
estalló la guerra entre Perusa y Asís, lucha en
que al punto se alistó, siendo hecho prisionero
(1202). Recobrada la libertad a fines de 1203,
volvió a su vida habitual. Pero su ardor belicoso
vuelve de nuevo a despertar al anuncio de una
expedición militar a Apulia.

En la soledad del cautiverio y luego durante la convalecencia de la enfermedad que sufrió una
vez vuelto a su tierra, sintió hondamente la insatisfacción respecto al tipo de vida que llevaba y
se inició su maduración espiritual. En la primavera de 1205, tuvo San Francisco su primera
visión. En el pequeño templo de San Damián, medio abandonado y destruido, oyó ante una
imagen románica de Cristo una voz que le hablaba en el
silencio de su muda y amorosa contemplación: "Ve,
Francisco, repara mi iglesia. Ya lo ves: está hecha una
ruina". El joven Francisco no vaciló: corrió a su casa
paterna, tomó unos cuantos rollos de paño del almacén y
fue a venderlos a Feligno; luego entregó el dinero así
obtenido al sacerdote de San Damián para la restauración
del templo.

Esta acción desató la ira de su padre; si antes había


censurado en su hijo cierta tendencia al lujo y a la pompa,
Pietro di Bernardone vio ahora en aquel donativo una
ciega prodigalidad en perjuicio del patrimonio que tantos
sudores le costaba. Por ello llevó a su hijo ante el obispo
de Asís a fin de que renunciara formalmente a cualquier

133
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

herencia. La respuesta de Francisco fue despojarse de sus propias vestiduras y restituirlas a su


progenitor, renunciando con ello, por amor a Dios, a cualquier bien terrenal.

A los veinticinco años, sin más bienes que su pobreza, abandonó su ciudad natal y se dirigió a
Gubbio, donde trabajó abnegadamente en un hospital de leprosos; luego regresó a Asís y se
dedicó a restaurar con sus propios brazos, pidiendo materiales y ayuda a los transeúntes, las
iglesias de San Damián, San Pietro In Merullo y Santa María de los Ángeles en la Porciúncula.
Pese a esta actividad, aquellos años fueron de soledad y oración; sólo aparecía ante el mundo
para mendigar con los pobres y compartir su mesa.

En 1209, en la pequeña iglesia de la Porciúncula y mientras escuchaba la lectura del Evangelio,


Francisco escuchó una llamada que le indicaba que saliera al mundo a hacer el bien: el eremita
se convirtió en apóstol y, descalzo y sin más atavío que una túnica ceñida con una cuerda,
pronto atrajo a su alrededor a toda una corona de almas activas y devotas.

San Francisco de Asís predicaba la


pobreza como un valor y proponía un
modo de vida sencillo basado en los
ideales de los Evangelios. Hay que
recordar que, en aquella época, otros
grupos que propugnaban una vuelta al
cristianismo primitivo habían sido
declarados heréticos, razón por la que
Francisco quiso contar con la
autorización pontificia. Hacia 1210, tras
recibir a Francisco y a un grupo de once
compañeros suyos, el papa Inocencio
III aprobó oralmente su modelo de vida
religiosa, le concedió permiso para
predicar y lo ordenó diácono.

Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una
orden religiosa, llamada actualmente franciscana o de los franciscanos. Además, con la
colaboración de Santa Clara, fundó la rama femenina de la orden, las Damas Pobres, más
conocidas como las clarisas.

San Francisco de Asís recibió los estigmas (las heridas de Cristo en su propio cuerpo); según
testimonio del mismo santo, ello ocurrió en septiembre de 1224, tras un largo periodo de
ayuno y oración, en un peñasco junto a los ríos Tíber y Arno. Aquejado de ceguera y fuertes
padecimientos, pasó sus dos últimos años en Asís, rodeado del fervor de sus seguidores.

Sus sufrimientos no afectaron su profundo amor a Dios y a la Creación: precisamente entonces,


hacia 1225, compuso el maravilloso poema Cántico de las criaturas o Cántico del hermano sol,
que influyó en buena parte de la poesía mística española posterior. San Francisco de Asís
falleció el 3 de octubre de 1226. En 1228, apenas dos años después, fue canonizado por el
papa Gregorio IX, que colocó la primera piedra de la iglesia de Asís dedicada al santo. La
6
festividad de San Francisco de Asís se celebra el 4 de octubre.

«Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el


hombre que ama y custodia la creación.» (Papa Francisco explicando el porqué
de la elección de su nombre.)

6
Fuentes: http://www.franciscanos.org y http://www.biografiasyvidas.com/

134
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

San Francisco de Asís nos invita a cambiar y a convertirnos, como él hizo durante su vida. Nos
invita a vivir en la pobreza, amando y custodiando todo lo creado, y nos invita a vivir la Pasión,
Muerte y Resurrección de Cristo unidos a Él, anteponiendo el amor y el servicio al sufrimiento.
Como en los temas anteriores, ahora vamos a tratar de llevar a nuestra vida lo que hemos
visto. Lo vamos a hacer contemplando un triduo, con tres imágenes que nos acercan a
momentos centrales de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

1. “El lavatorio de pies” (Jueves Santo)

Jn 13, 1-15

“La víspera de la fiesta de Pascua, como Jesús sabía que había llegado su hora de pasar de
este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta
el fin. Y mientras celebraban la cena, cuando el diablo ya había sugerido en el corazón de
Judas, hijo de Simón Iscariote, que lo entregara, como Jesús sabía que todo lo había puesto
el Padre en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la cena, se
quitó la túnica, tomó una toalla y se la puso a la cintura. Después echó agua en una jofaina,
y empezó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había puesto
a la cintura.
Llegó a Simón Pedro y éste le dijo:
—Señor, ¿tú me vas a lavar a mí los pies?
—Lo que yo hago no lo entiendes ahora —respondió Jesús—. Lo comprenderás después.
Le dijo Pedro:
—No me lavarás los pies jamás.
—Si no te lavo, no tendrás parte conmigo —le respondió Jesús.
Simón Pedro le replicó:
—Entonces, Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo:
—El que se ha bañado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, porque todo él está
limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos —como sabía quién le iba a entregar, por
eso dijo: «No todos estáis limpios».
Después de lavarles los pies se puso la túnica, se recostó a la mesa de nuevo y les dijo:
— ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y
tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies,
vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que, como
yo he hecho con vosotros, también lo hagáis vosotros.”

135
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

VER
Cada uno de nosotros va a pensar en una persona
que viva cotidianamente el servicio a los demás.

 ¿Qué destacarías de ella? ¿Cuál son sus


motivaciones, o el motor de su vida? ¿Qué
piensan otras personas de su modo de actuar?
¿Socialmente se suele vivir el trabajo, la
política, las relaciones humanas desde la clave
del servicio?

Y tú…

 Expón un hecho concreto donde hayas actuado


tratando de servir gratuitamente a otra
persona. ¿Qué te motivó a hacerlo? ¿Cómo se
sintió dicha persona? ¿Cómo te sentiste tú? ¿Son habituales este tipo de acciones en tu
vida diaria?

JUZGAR
A la luz del texto del Evangelio que hemos contemplado…

 ¿Cuál es la enseñanza que nos transmite Jesús? ¿Qué supone su mensaje para nosotros?
¿Qué llamadas recibimos?

ACTUAR

 ¿Qué puedes hacer para vivir diariamente el servicio a los demás? ¿Cómo puedes
transmitir la experiencia del servicio a otras personas?

Ponte compromisos concretos.

 ¿Qué podemos hacer como grupo a nivel social para transmitir esta gran enseñanza de
Jesús?

2. “Pasión y muerte” (Viernes Santo)


1 Pedro 2, 21-25

“Habéis sido llamados a comportaros así, pues también Cristo sufrió por vosotros,
dejándonos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

Él no cometió pecado, ni se halló engaño en su boca; injuriado, no devolvía las injurias;


sufría sin amenazar, confiando en Dios, que juzga con justicia.

Él cargó con nuestros pecados, llevándolos en su cuerpo hasta el madero, para que,
muertos al pecado, vivamos la salvación.

Habéis sanado a costa de sus heridas, pues erais como ovejas descarriadas, pero ahora
habéis vuelto al que es vuestro pastor y guardián.”

136
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

VER
“Jesús sigue muriendo hoy”

Contemplando a Cristo muerto en la cruz, pensemos en tantas injusticias y sufrimientos que


prolongan su pasión en todos los rincones de la Tierra. Pensemos en los lugares donde el
hombre es ofendido y humillado, maltratado y explotado. En cada persona herida por el odio y
la violencia, o marginada por el egoísmo y la indiferencia, Cristo sigue sufriendo y muriendo. En
los rostros de los «derrotados en la vida» se dibujan las facciones del rostro de Cristo que
muere en la cruz.

 Expón alguna situación donde veas que Jesús sigue muriendo hoy.

JUZGAR
Pero de la cruz brota también hoy la esperanza para todos. Por amor Él dio su vida por
nosotros. Fiel y dócil a la voluntad del Padre, es ejemplo y aliento para nosotros. Precisamente
por esta obediencia filial, el Padre «lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo
nombre» (Flp 2, 9).

A la luz del fragmento de la carta de Pedro que hemos leído…

 ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante las injusticias, las vejaciones, etc. que vemos hoy en
nuestro mundo? ¿Qué supone su ejemplo (la entrega de Cristo en la Cruz) para nosotros?

ACTUAR
Del sacrificio de Cristo brota la vida:

 ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por los demás?


 Ponte un compromiso concreto.

137
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

3. “El camino de Emaús” (Resurrección)


Lc 24, 13-35

“Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que dista sesenta estadios
de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Mientras conversaban
y discutían, el mismo Jesús se acercó a ellos y caminó a su lado; pero sus ojos estaban como
incapacitados para reconocerle. Él les dijo: «¿De qué discutís por el camino?» Ellos se
pararon con aire entristecido. Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único
residente en Jerusalén que no sabe las cosas que han pasado allí éstos días?» Él les dijo:
«¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en
obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y
magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que sería él el
que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto
pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron
de madrugada al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían
visto una aparición de ángeles que decían que él vivía. Fueron también algunos de los
nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.»

Él les dijo: “¡Qué poco entendéis y cuánto os cuesta creer todo lo que anunciaron los
profetas! ¿No tenía que ser así y que el Cristo padeciera para entrar en su gloria?” Y
comenzando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre
él en todas las Escrituras. Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir
adelante. Pero ellos le rogaron insistentemente: «Quédate con nosotros, porque atardece y
el día ya ha declinado.» Entró, pues, y se quedó con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó
el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y
le reconocieron, pero él desapareció de su vista. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo
nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las
Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a
los Once y a los que estaban con ellos, que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se
ha aparecido a Simón!» Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y
cómo le habían conocido al partir el pan.”

VER
Partimos de la realidad. Jesús encuentra a dos amigos en una situación de miedo y de falta de
fe. Las fuerzas de la muerte, la cruz, habían matado en ellos la esperanza. Jesús se acerca y
camina con ellos, escucha, habla y pregunta: "¿De qué estáis hablando?" Las circunstancias
adversas, el miedo, los prejuicios… les impedían ver. "Nosotros esperábamos que sería él el
que iba a liberar…, pero...".

¿Cuál es hoy la conversación del pueblo que sufre? El primer paso es éste: aproximarse a las
personas, escuchar su realidad, sentir sus problemas; ser capaz de plantear preguntas que
ayuden a las personas a mirar la realidad con una mirada más crítica.

Algo similar ocurre también en nuestro día a día, nos quedamos muchas veces con una versión
de los hechos muy distinta a la real. Lee y compara las historias de estos dos jóvenes:

Historia 1:

“Ya empiezo mal el día, se me olvidó poner ayer el despertador y me he levantado más tarde.
Por si fuera poco mi madre ha abierto el grifo del agua caliente y me he duchado con el agua
helada, seguro que me constipo y ya estoy con la bronquitis de siempre, bueno y espérate que
no coja una neumonía y me tengan que ingresar. Como me he levantado más tarde, todo el día
ha ido mal. Soy un desastre y a estas alturas no voy a cambiar. Me he organizado fatal, he ido

138
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

sin desayunar al instituto y me he dejado la libreta encima de la mesa, otro punto negativo. No,
si al final suspenderé y tendré que estar el verano estudiando. Ya en la calle casi me atropella
un coche. Si tengo un accidente, ya nada puede ir peor.

Cuando por fin llego al instituto cinco minutos tarde, el profe me dice que ayer hice un buen
trabajo. Como si no le conociera bien, lo ha dicho con la boca pequeña. Para más inri mi
compañera que es una cotilla ha estado toda la mañana hablándome de sus problemas, como
si no tuviera yo bastantes ya. No tengo otra cosa que pensar, el sábado tengo la comunión de
mi prima y aún no me he comprado el vestido ni los zapatos. ¡¡Qué pereza!!. Encima veré a mi
tía que no soporto.

En la reunión por grupos me he puesto histérica, mi corazón iba a mil, he hablado gangosa y
con las ideas descolocadas, y por eso he dejado que los demás hablaran todo el tiempo, por si
yo me ponía más nerviosa.

La comida estaba malísima pero es que, saliendo a las tres no me da tiempo para comer bien.
Ningún vestido me viene bien, porque ya no tengo el cuerpo igual, estoy como mal hecha, se
me ha quedado la tripa como un globo. Al final me pondré un saco para la comunión. Tengo
que sacar la compra de las bolsas, hay congelados y se me estropearán. Hoy para cenar
tortilla, aunque me sale bastante mal. Como dice mi madre soy muy mala cocinera.
Llega mi padre y me cuenta los marrones enormes de su trabajo. Ya le he dicho que no se
preocupe, que con tantas responsabilidades es normal que esté cansado. Le doy un beso y me
voy a dormir. A ver si mañana tengo mejor día, aunque han dicho que va a llover y verás cómo
está la calle.”

Historia 2:

“Hoy ha sido un día muy movido. Casi no me levanto porque no puse el despertador y hemos
ido todos un poco atropellados. A mi madre le he vuelto a decir que abra el grifo de agua fría
para que salga en la ducha caliente. Me he dejado la libreta, así que mañana me pondré un
aviso en el móvil para que no me pase más. Gracias a mis buenos reflejos me he librado de un
accidente con un coche.

Al final solo he llegado tarde cinco minutos, y encima, nada más llegar, mi profe me ha dicho
que ayer hice un buen trabajo. Mi compañera cada vez confía más en mí y al empezar a hablar,
le he comentado que tengo el sábado una comunión y como tenemos la misma talla, me va a
dejar un vestido precioso.

En la reunión por grupos, al principio me he puesto un poco nerviosa, pero he desarrollado mi


parte del trabajo bastante bien con la ayuda de mis compañeros.

Ya he hecho la compra para varios días y la tortilla para cenar cada día me sale mejor.

Llega mi padre y nos contamos el día. Ya cansados nos damos un beso y a dormir. Mañana
dicen que va a llover, así que he preparado el paraguas para que no se me olvide.”

 ¿Qué versión piensas que es más real? ¿Tratas de ver lo positivo en los demás?
 Expón un hecho concreto donde se manifieste cómo ayudar a una persona a ver “de una
forma nueva” algún aspecto de la realidad.

JUZGAR
“La Biblia para iluminar la vida”. Jesús usa la historia del pueblo de Dios para iluminar el
problema que hacía sufrir a los dos discípulos, y para aclarar la situación que ellos estaban
viviendo. La utiliza, asimismo, para situarlos dentro del proyecto de Dios que venía de Moisés y
de los profetas, y así les muestra que la historia no se había escapado de la mano de Dios.

139
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Jesús no habla como alguien que ya lo sabe todo, sino como un compañero que va a ayudar a
los amigos para que recuerden lo que habían olvidado. Jesús no provoca un complejo de
ignorancia en los discípulos, pero procura despertar en ellos la memoria: “Cuanto os cuesta
creer todo lo que anuncian los profetas.”

Con la ayuda de la Biblia, tratemos de descubrir la sabiduría que ya existe dentro de nosotros
para transformar la cruz, señal de la muerte, en señal vida y de esperanza. Aquello que les
impedía a los discípulos caminar, se vuelve ahora fuerza y luz. ¿Cómo hacer esto hoy? Vamos a
inspirarnos en el texto de los discípulos de Emaús para sacar pistas.

 ¿Qué actitudes debemos tener para reconocer a Cristo presente en nuestra vida? ¿Dónde
lo podemos encontrar, según nos dice el relato? ¿Qué me ayuda a favorecer esta
experiencia de encuentro con Él, con el resucitado?

ACTUAR
Lo que abre definitivamente los ojos a los discípulos es la fracción del pan, el gesto comunitario
del compartir, rezar juntos, la celebración de la Cena. En el momento en que los dos reconocen
a Jesús, ellos renacen y Jesús desaparece. Tenemos que saber crear un ambiente de fe y de
fraternidad, de celebración y de compartir, donde pueda actuar el Espíritu Santo. Es él quien
nos hace descubrir y experimentar la Palabra de Dios en la vida y nos lleva a entender el
sentido de las palabras de Jesús.

 ¿Qué podemos hacer comunitariamente para que Cristo se haga presente entre nosotros?
Tras reconocerle, los discípulos recobran valor y vuelven a Jerusalén, donde los demás seguían
pensando que Cristo seguía muerto. Pero para ellos dos ahora ha cambiado todo.

 ¿Qué podemos hacer para transmitir a los demás que Cristo vive?
No olvides incorporar tus compromisos a tu
proyecto personal de vida cristiana. Cristo
resucitado vive en ti y eso debes percibirlo
tú y cuantos te rodean.

ORACIÓN
Frente a un Cristo crucificado, rezamos la
siguiente oración, y en silencio nos paramos
a pensar lo que nos está diciendo Jesús a
cada uno de nosotros a través de su
crucifixión:

¿Qué te dice el crucifijo


cuando de frente le miras?
¿Qué te dicen esos clavos
y esa corona de espinas?,
¿qué ese costado abierto
que sangra y agua destila?
Te dicen: para el amor
no debe existir medida".

(M. Amalia. Cofundadora de las Hermanas


Apostólicas de Cristo Crucificado)

140
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Alto y glorioso Dios,


ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sensatez y conocimiento,
Señor, para hacer tu santo y veraz
mandamiento.

(San Francisco de Asís ante el crucifijo)

141
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Retiro Espiritual
Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo? (Mt 16,15)
PARA PREPARA LA REUNIÓN

 Es muy importante que este retiro esté dirigido por el sacerdote de la parroquia, pues
además de la oración personal que cada uno pueda mantener, este puede animarle a
acercarse al Señor a través la confesión.
 Es probable que algunos miembros del equipo no hayan realizado nunca un retiro, por lo
que intentaremos, incluso en la reunión anterior, explicar en qué va a consistir,
poniendo énfasis en los momentos de silencio y oración personal.
 En la medida de lo posible procuraremos que el retiro sea un momento que salga de lo
cotidiano, por lo que procuraremos salir fuera de la parroquia para realizarlo.
 Lo que aquí ofrecemos son unas pistas para que el sacerdote que dirija este retiro
pueda desarrollarlo a su criterio.

Estructura:

 Oración inicial que podemos hacer todo el grupo juntos.


 Reflexión en torno al tema del retiro. La hará el sacerdote con todo el grupo reunido.
 Momento de desierto (buscar un lugar donde estar “a solas con Dios” y donde
reflexionar en torno al cuestionario propuesto: Ver-Juzgar-Actuar)
 Conclusión: podríamos acabar con un compartir de lo que ha supuesto este retiro para
cada uno.
 Oración final.

Celebración del retiro

Introducción
Hoy nos reunimos para tener una actividad especial. No se trata de una celebración sin más,
sino de un Retiro Espiritual. Un “kit-kat”, un momento donde parar con lo cotidiano, serenarnos
y ponernos, con tiempo suficiente, en la presencia del Señor, dejándonos interpelar por su
Palabra.

Este será un momento comunitario, vivido con nuestro propio equipo de vida, pero ante todo
será un encuentro personal con Cristo. Lo fundamental no es lo que el compañero me pueda

142
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

aportar o la reflexión que me pueda ofrecer, sino lo que el Señor quiera decirme desde el
encuentro con mi corazón. Es un “cara a cara” con Jesús, donde hemos de pedirle en todo
momento que nos ayude a descubrir lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Comencemos
con esta breve oración.

Oración de inicio

Canto: “Vengo aquí, mi Señor”


Vengo aquí, mi Señor, a olvidar las prisas de mi vida.
Ahora sólo importas tú. Dale la paz a mi alma.

Vengo aquí, mi Señor, a encontrarme


con tu paz que me serena.

Vengo aquí, mi Señor,


a que tú lo transformes todo en nuevo.

Vengo aquí, mi Señor,


a vivir tu presencia que me envuelve.

Vengo aquí, mi Señor,


A decirte que creo en ti y quiero seguirte.

Salmo 89 (lo rezamos a dos coros)


Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.

Tú reduces el hombre a polvo,


diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Cuatro mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vela nocturna.

Los siembras año por año,


como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.

¡Cómo nos ha consumido tu cólera


y nos ha trastornado tu indignación!
Pusiste nuestras culpas ante ti,
nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron como un suspiro.

Aunque uno viva setenta años,


y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil,
porque pasan aprisa y vuelan.

¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,


quién ha sentido el peso de tu cólera?

143
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Enséñanos a calcular nuestros años,


para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?


Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Danos alegría, por los días en que nos afligiste,


por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor


y haga prósperas las obras de nuestras manos.

(Dejamos unos minutos para hacer algún eco del salmo)

Canto: “Quien eres Tú”. (Hna. Glenda. Disco: Consolad a mi pueblo, vol. 2)
QUIÉN ERES TU, QUIEN HAY EN MI
QUIÉN DESDE LO PROFUNDO ME VIVE
QUIÉN ERES TU, QUE TIENE TAL PODER
QUE HACE QUE LE AME MAS QUE A NADIE
MAS QUE A NADA, QUIEN ERES TU SEÑOR

Quién se viste de mi pobreza.


Quién se apodera de mi rostro.
Quién canta con mi voz.
Quién consuela en mi sonrisa.

Quién ama con mis ojos.


Quién se anonada tanto.
Que solo puedo verte desde mi pobreza.
Y tú el más desconcertante.

Tú el que parece ausente.


Tú el silencio amante.
Que tiene gran poder
Que hace que le ame más que a nadie.

Más que a nada.


Quién eres Tú, Señor

Padre nuestro

Reflexión y tiempo de desierto

Mt 16, 13-16

“Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente
que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros
que Jeremías o uno de los profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón
Pedro tomó la Palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo”.

144
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Después de haber profundizado en estos temas que giraban en torno a la figura de Jesús, Él
nos lanza esta pregunta, como se la lanzó en aquel momento a sus discípulos, a sus amigos: “Y
vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. ¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué importancia tiene en mi
vida? No basta con saber lo que los demás afirman sobre Jesús de Nazaret, es necesario saber
lo que tú experimentas y sientes hacia Él. Jesús no lanza esta pregunta a extraños, sino a sus
íntimos amigos. Es una pregunta que frente a Él “nos desnuda” y requiere de nosotros una
reflexión profunda y una contestación valiente. Jesús no quiere que nos atrincheremos con las
opiniones de otros. Hoy busca nuestra respuesta, nuestra propia opinión.

“¿Quién soy yo para ti?”, nos dice Jesús

VER
No se trata de “tirar balones fuera” buscando una respuesta más o menos correcta, ni de
perdernos en las opiniones de los demás, ni refugiarnos en ellas, pero sÍ es cierto que las
opiniones de los demás nos pueden ayudar a entender todavía más quién es Jesús para
nosotros. Nos afianzamos en nuestra respuesta, fruto de nuestra propia experiencia de fe, pero
también nos acercamos a la experiencia de nuestros hermanos, con el fin de entenderlas y así
poder testimoniar más fielmente quién es Jesús para mí. Porque, realmente, es lo que busca
esta pregunta: saber quién es Jesús para mí, para saber compartirlo con mis hermanos.

El siguiente artículo nos puede ayudar en nuestra reflexión:

¿Qué dice hoy la gente…?

La cuestión de Dios sigue despertando polémicas, preguntas y enfrentamientos. Hoy hay


creyentes y no creyentes, personas que dudan, buscadores de Dios, gente que está de vuelta,
algunos sin haberse hecho ni una sola pregunta, y otros sin haber encontrado ninguna
respuesta... Hay debates. Un nuevo ateísmo tan militante como el viejo cristianismo. Y, en todo
caso, gente que sigue hablando, y sigue peleando por encontrar una verdad. Ahí sigue la
eterna pregunta, que de vez en cuando cada quién tenemos que intentar responder. ¿Quién
dice la gente –y uno mismo– que eres Tú, Jesús?

Verás. Hoy en día hay de todo. Hay quien dice que, todo lo más, eres un hombre que vivió hace
bastante y dejó una huella honda, porque debías ser carismático, sorprendente o provocador.
Pero que luego tus discípulos se inventaron toda una mística de victoria, de resurrección, de
eternidad y así convirtieron un fracaso en la victoria más sorprendente de la historia. Pero
vamos, todo un cuento, o una evasión, o un autoengaño, según se quiera ver.

Otros dicen que la historia está marcada por grandes figuras. Hombres o mujeres que tienen en
sí la semilla de la humanidad más profunda, más auténtica y más noble, en todas sus
posibilidades. Y eso emerge, algunas veces, de manera sorprendente, en gente como tú. Gente
que deja una huella indeleble. Entonces te llaman profeta, sabio, maestro, líder, mesías. Un
hombre especial, al fin y al cabo.

Hay quienes seguimos creyendo que tú eres Dios. Hoy mucha gente mirará con sorna a quien
diga esto. Porque lo de “Dios” como que se escapa. Para muchos, Dios no existe y punto. Para
otros, de existir, es algo indefinible, algo así como un principio, una fuerza, una energía, un
algo que no se sabe muy bien dónde o cómo se relaciona con la propia vida. Pero, claro
¿pensar en un Dios hecho persona? ¿Un Dios que caminó por nuestros caminos, bebió la misma
agua, que tuvo agujetas, y heridas, se rió a carcajadas o lloró con desgarro? Parece otra eterna
versión de las mitologías de todas las culturas. Como los griegos hablando de sus dioses en un
Olimpo que es como una convención de superhéroes de la Marvel, los aztecas sacrificando
enemigos para contento de sus dioses guerreros, o Anubis mandando una barca para recoger a

145
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

los difuntos y llevarlos al otro lado del Nilo. Superstición, pensamiento primitivo, restos de otras
épocas, dicen… Algo incompatible con nuestra mentalidad racional, pragmática, científica,
dicen también.

Pero yo sigo creyendo que, de existir Dios, y si nuestro universo tiene un origen y un destino, y
si hay un sentido en lo que hacemos, que pasa por el amor y una sed de plenitud… ¿por qué no
va a poder reflejarse en el misterio más profundo de un ser humano? ¿Por qué no va a poder
vaciarse en su creación? ¿Por qué no va a poder expresarse en el lenguaje que nos es más
comprensible? El lenguaje de lo humano, hecho ternura y amor, hecho dolor y compromiso,
hecho justicia y estremecimiento. El lenguaje que pasa por la vida y la muerte (que no tiene la
última palabra). Eres la única palabra que Dios podría decir sin encadenarnos, pues de otra
manera nos habría convertido en esclavos, y nos habría obligado a creer y a adorar. Pero no.
No eres la Palabra impuesta de Dios, sino su propuesta para las vidas. Una ventana que nos
permite asomarnos a Dios. Un espejo que nos permite ver las posibilidades enormes escritas
en nuestra entraña. Pues eso.

José Mª Rodríguez Olaizola sj


www.pastoralsj.org

 Piensa, ahora, en la opiniones que la gente de tu entorno (amigos, familiares,


compañeros…) tienen sobre Jesús. ¿Es, realmente, alguien importante en sus vidas?
 Y para ti, ¿Quién era Jesús hace unos años? Ha cambiado en algo tu pensamiento hacia
Él?

JUZGAR
Sin duda, la mejor forma que tenemos para tener una visión acertada de alguien es conocerlo.
Acercarnos a su vida y descubrir cómo es desde nuestra propia experiencia. Quizá hay un
momento en el que es fundamental el testimonio de los demás, pero llega un momento en el
que el conocimiento de esta persona debe generar en nosotros una opinión personal,
independiente de lo que los demás puedan pensar.

Así ocurre también con Jesús. En un momento inicial nos acercamos a Él por el testimonio de
nuestros padres, familiares o amigos, o por otras variadas motivaciones, pero llega un
momento en el que esta aproximación a Él demanda una respuesta, que sólo será personal si
aprendemos a conocerlo. Si aprendemos a escucharlo, si lo acompañamos, si con Él
dialogamos.

En la Sagrada Escritura encontramos algunos rasgos de Jesús que nos enseñan a descubrirlo y
que generan en nosotros la respuesta a “quién es Jesús en mi vida”.

Jn 14, 1-7
No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay
muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya
y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también
vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino. Tomás le dice: Señor, no sabemos adónde vas,
¿cómo podemos saber el camino? Jesús le responde: yo soy el camino y la verdad y la vida.
Nadie va al Padre sino por mí.

 Hoy en día, en mi vida ¿cómo se traduce que Jesús es el camino y la verdad y la vida?
 Piensa en algo en concreto de tu vida y díselo a Jesús en la Oración.

146
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Jn 11, 25-26
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y
el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?

 Piensa en un hecho concreto en tu vida en el que para ti han cobrado fuerza estas
palabras de Jesús.
 ¿Cómo testimonias ante los demás que, para ti, Jesús es la Resurrección y la Vida?

Jn 8, 12
Jesús les habló de nuevo diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

 ¿Es Jesús la Luz de tu vida? ¿Qué significa para ti? ¿A qué te compromete?

Jn 10, 11
Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas… Yo soy el Buen Pastor, que
conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; yo doy mi vida por las ovejas.

 ¿Qué significa que Jesús es el Pastor de tu vida? ¿en qué momentos te dejas guiar por
Él?

Jn 6, 35
Jesús les contestó: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en
mí no tendrá sed jamás.

 ¿Realmente vives tu vida sabiendo que Jesús es el verdadero alimento, el Pan de la


vida? ¿Cómo vivo mi participación en la Eucaristía? ¿Siento la presencia de Jesús en
ella?

ACTUAR
Nos dice Santiago en una de sus cartas: “... muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis
obras te mostraré la fe” (Sant 2, 18). En el camino del seguimiento de Cristo no basta conocer
a Jesús, sino que hay que vivirlo y testimoniarlo con nuestra propia vida de fe. Y de esta vida
los principales beneficiarios son los hermanos, y de manera especial, los pobres. Por ello, en
este momento hemos de pensar en cómo nuestro conocimiento y nuestra vida de Jesús nos
debe llevar a comprometernos con los demás. Pensemos en aquellas obras que nos puedan
llevar a mostrar nuestra fe.

 Jesús es mi Camino y mi Verdad y mi Vida. Pienso en un compromiso concreto que me


pueda llevar a vivir esto mejor en mi vida.

 Jesús es la resurrección y la vida. Esto suscita en la manera de vivir nuestra propia vida

147
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

una esperanza nueva. Pienso en un compromiso que me ayude a testimoniar esto.

 Jesús es la Luz del mundo. A nuestro alrededor hay muchos ambientes de tiniebla,
personas que viven como a oscuras. Pienso en un compromiso que me ayude a ser
portador de la luz de Cristo en medio de estos ambientes, o con estas personas.

 Jesús es nuestro Buen Pastor. Pienso en un compromiso que me ayude a acercarme, un


poco más, a la figura del pastor, encarnada en los sacerdotes.

 Jesús es el pan de vida. Pienso en un compromiso que me ayude a vivir de manera más
plena la Eucaristía, donde Jesús se me ofrece como el Pan de la Vida.

Momento para compartir


Este último momento puede ayudar al grupo para valorar esta experiencia que acaban de vivir.
Aunque hemos realizado este día de encuentro con el Señor en clave personal, es bueno
suscitar un momento donde el que quiera pueda compartir lo que le ha parecido. Para ello,
ofrecemos algunas preguntas, pero el acompañante deberá valorar como realizar este
compartir.

 En general ¿Qué te ha parecido esta experiencia? ¿cómo te has sentido?


 Señala el aspecto que más te ha aportado en positivo y aquello que más te ha costado
vivir.
 ¿Hay alguna experiencia que el Señor te haya regalado que te gustaría compartir?
Bien, después de este día, acabemos dando gracias al Señor porque se sigue haciendo
presente en nuestra vida.

Oración final
Padre, al terminar este retiro
queremos darte gracias, por todos los dones
con que hoy nos has enriquecido.

Gracias, por tu misericordia,


por los momentos en que sentimos la alegría de tu presencia.
Por todo lo bueno, noble y verdadero que pones en nosotros.
Por la amistad, la oración, el esfuerzo compartido,
la esperanza… Gracias Padre.

Danos, Padre, un corazón agradecido,


Que aprendamos a valorar todos los momentos vividos y compartidos,
Como una nueva oportunidad de acercarnos más a ti.
Y haz que no perdamos nunca la ilusión
de seguir tus pasos por el camino de nuestra propia vida.

Ahora y siempre, Gracias Padre Dios.

148
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 9:

LA IGLESIA EN EL PLAN SALVADOR


PARA PREPARA LA REUNIÓN

Objetivos:
 Descubrir que la fe es un don de Dios que hemos de aceptar y cuidar en todo momento.
 Descubrir que la Iglesia es instrumento de Cristo para nuestra salvación.
 Clarificar e identificar qué es la Iglesia católica.
 Ayudar a descubrir que los bautizados somos la Iglesia.
 Descubrir nuestra pertenencia gozosa a la Iglesia católica que sirve y anuncia hoy el
Evangelio.
 Presentar que no se puede ser cristiano por libre y sin estar unido a la comunidad
eclesial y a los medios de salvación que esta ha recibido de Jesucristo.

Desde la Sagrada Escritura:


 Gn 12, 1-9: “El Señor dijo a Abrahám: Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu
padre, hacia la tierra que te mostraré”.
 Mt 28, 19: “Id, pues, y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
 Mt 9, 1-8.18-31: “Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: ¡Ánimo, hijo!, tus pecados te
son perdonados” // “Ánimo hija, tu fe te ha salvado”.
 Mt 17, 20: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza”.
 Jn 10, 1-15: “Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas…”
 Jn 17, 11-19: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo.”
 1 Cor 12, 12-31. “Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un
miembro”

Desde el Catecismo:
 CIC 91 - ¿Por qué transmitimos la fe?
 CIC 76, 80-82, 85-87, 97, 100 - ¿Cómo sabemos qué es lo que pertenece a la verdadera
fe?
 CIC 80-82, 85-87, 92, 100 - ¿Se puede equivocar la Iglesia en cuestiones de fe?
 CIC 142-149 - ¿Cómo podemos responder a Dios cuando se dirige a nosotros?
 CIC 153-165, 179-180, 183-184 - ¿Qué es la fe?
 CIC 150-152 ¿Cómo funciona la fe?
 CIC 159 ¿Hay contradicción entre la fe y la ciencia?
 CIC 166-169, 181 - ¿Qué tiene que ver mi fe con la Iglesia?
 CIC 748-757 - ¿Qué significa “Iglesia”?
 CIC 758-781, 802-804 - ¿Para qué quiere Dios la Iglesia?

149
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

1. La fe, un camino de felicidad


Hemos visto a través de estos primeros temas que la fe no es algo secundario en la vida del
hombre, ni solamente un regalo o una suerte para el que la tiene, ni algo de lo que se puede
prescindir sin que afecte a la hora de poder vivir una vida plena. La relación del hombre con
Dios es esencial para que cada persona sea bienaventurada. ¿Por qué? Los seres humanos
hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y con la capacidad de relacionarnos con
cada una de las Personas Divinas (como criaturas de Dios Padre, como seguidores de Dios Hijo,
y como habitados y santificados por Dios Espíritu Santo). Los seres humanos estamos llenos de
sueños y deseos que superan nuestra capacidad (ser plenamente felices, amar y ser amados
verdaderamente…) y en el fondo todos estos deseos, son deseos de Dios y revelan que
estamos hechos para Él que es el único que hace que tengamos paz y gozo plenos. Esa sed de
infinito que tenemos nos impulsa a buscar la felicidad por múltiples y distintos caminos, e
incluso muchas veces, nos conformamos con aquella vaga felicidad que nos llega recorriendo
“el camino fácil” que se nos muestra como horizonte posible: el dinero, la fama, el poder, la
comodidad, un dispositivo electrónico o usar tal marca… Pero, no nos engañemos, sólo Dios
puede regalarnos en plenitud la felicidad. Dios ha hecho un mundo lleno de belleza y riqueza
para que lo disfrutemos, pero no para que demos a cosas de este mundo el lugar que Dios
debe ocupar en nuestra vida.

Dios está ahí primero y me ama. Ésta es la razón segura sobre la que se asienta mi vida, y a
partir de la cual yo mismo puedo proyectarla). La fe es un don que brota de un encuentro que
nos sorprende y maravilla, de la experiencia de sentirse amado y elegido. Nos damos cuenta
de que es Dios quien está detrás de esa experiencia que nos desborda y confiamos en Él y en
las verdades que nos enseña para nuestra salvación. El testimonio de las maravillas que Dios
obra en otros es clave para descubrirlo presente en mi vida y es necesario llevarlo a todos los
rincones del mundo para que todos tengan la oportunidad de conocer al Dios de Jesucristo y
vivir una vida plena.

2. La Iglesia, “casa en la que se anuncia la fe entera”


También hemos visto cómo a lo largo de toda la historia de la salvación, Dios ha salido al
encuentro del hombre, de muchos modos y maneras, pero ha sido en Jesucristo como Él nos ha
hablado con toda claridad. Por ello, para conocer en plenitud cómo es Dios y a qué felicidad
estamos llamados, hemos de volver nuestra mirada a Cristo, Dios y hombre verdadero (cf. Hb
1,1).

El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (GS 22).

La fe es un acto personal, una respuesta libre del hombre a Dios que se revela, pero no es un
acto aislado. Nadie puede creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí
mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro y debe
transmitirla a otro. Creemos con toda la Iglesia y la fe está pensada para vivirla en comunidad.
Para poder vivir la fe adecuadamente debemos vencer el individualismo, que es un mal que
afecta tanto al mundo como a los creyentes. Desde pequeños nos entrenamos para ser los
mejores en algo y poder competir, y con facilidad llegamos a pensar que cada uno por nuestra
cuenta encontraremos más fácilmente la solución a los problemas, nuestra felicidad y la meta
de nuestra vida. Pero Dios no ha pensado una humanidad, ni mucho menos la Iglesia, como la
suma de individualidades. Dios nos sueña como:

150
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 Una familia, un cuerpo (1Cor 12, 12-30).


 Una edificación hecha de piedras vivas unidas por el Santo Espíritu (Ef 2, 20-22; 2 Cor 6,
16)
 Un pueblo que camina siguiendo al Señor (Ef 1, 22; Col 1, 18)
 Una comunidad de hermanos que comparten la alegría de la fe y que son reconocidos
por el amor que se tienen (Hch 2, 42-47; Jn 15, 17; 17, 20-21)
 Un conjunto de sarmientos que reciben de Cristo (vid) la vida y la fecundidad (Jn 15, 1-
5)
 Un rebaño cuidado por Cristo su Pastor (Jn 10, 11; 1P 5,4).

Dios nos quiso salvar y santificar no de manera individual y aislada, sino en conexión con otros,
constituyéndonos un pueblo, que le buscáramos en la verdad y le sirviéramos con una vida
santa. En grupo, en comunidad, en Iglesia podremos vivir la plenitud de la fe, crecer y madurar,
encontrar nuestra vocación y la misión que el Señor nos encomienda para que su Reino llegue
a todos los hombres.

 ¿Has tenido alguna vez la tentación de hacer, dentro de la Iglesia y fuera de ella, las cosas
por tu cuenta?
 ¿Recuerdas alguna experiencia en la que el grupo, la parroquia, la diócesis, te haya
ayudado a crecer, madurar y discernir lo que puedes hacer, tu vocación?
 ¿Y alguna experiencia en la que, gracias a la Iglesia, te hayas animado a anunciar a otros
tu fe?

3. ¿Qué nos dice el Papa Francisco?


Para profundizar un poco más en esta reflexión sobre la Iglesia atendemos a tres puntos que
nos ofrece el Papa Francisco, en una de sus catequesis, hablando sobre la catolicidad de la
Iglesia (Audiencia del 9 de octubre de 2013).

Primero: La Iglesia es católica


porque es el espacio, la casa en la
que se anuncia la fe entera, en la que
la salvación que Cristo nos trajo se
ofrece a todos. La Iglesia nos hace
encontrarnos con la misericordia de
Dios que nos transforma, porque en
ella está presente Jesucristo, que le
da la verdadera confesión de fe, la
plenitud de la vida sacramental, la
autenticidad del ministerio ordenado.
En la Iglesia cada uno de nosotros
encuentra lo que es necesario para
creer, para vivir como cristianos,
para ser santos, para caminar en todo lugar y en cada época.

Por poner un ejemplo, podemos decir que es como en la vida familiar; en familia a cada uno de
nosotros se nos fue dado todo lo que nos permite crecer, madurar, vivir. No se puede hacer
crecer solo, no se puede caminar solo, aislándose, sino que se camina y se crece en una
comunidad, en una familia. ¡Y lo mismo ocurre en la Iglesia! En la Iglesia podemos escuchar la
Palabra de Dios, con la seguridad de que es el mensaje que el Señor nos ha dado; en la Iglesia
podemos encontrar al Señor en los sacramentos que son las ventanas abiertas por donde se
nos da la luz de Dios, los arroyos de los cuales recogemos la vida misma de Dios; en la Iglesia
aprendemos a vivir la comunión, el amor que viene de Dios. Cada uno de nosotros puede
preguntarse hoy:

 ¿Cómo vivo en la Iglesia? Cuando voy a la iglesia, ¿es como si fuera al estadio, a un partido
151
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

de fútbol? ¿Es como si estuviera en el cine?


 ¿Cómo voy a la Iglesia? ¿Cómo acojo los dones que la Iglesia me da, para crecer, para
madurar como cristiano? ¿Participo en la vida de comunidad o voy a la iglesia y me
encierro en mis problemas aislándome del otro?

La Iglesia es católica porque es la casa de todos. Todos son hijos de la Iglesia y todos están en
esta casa.

Segundo: la Iglesia es católica porque es universal, se extiende por todo el mundo y proclama
el Evangelio a todos los hombres y mujeres. La Iglesia no es un grupo de élite, no es solo para
unos pocos. La Iglesia no tiene límites, es enviada a todas las personas, a toda la humanidad. Y
la única Iglesia está presente incluso en las partes más pequeñas de la misma. Todo el mundo
puede decir: en mi parroquia está presente la Iglesia Católica, es parte de la Iglesia universal, y
también esta tiene la plenitud de los dones de Cristo, la fe, los sacramentos, el ministerio; está
en comunión con el obispo, con el papa y está abierta a todos, sin distinción. La Iglesia no está
solo a la sombra de nuestro campanario, sino que abarca una gran variedad de gente, de
pueblos que profesan la misma fe, se nutren de la misma Eucaristía, son atendidos por los
mismos pastores. ¡Sentirse en comunión con toda la Iglesia, con toda la comunidad católica
grande y pequeña de todo el mundo! ¡Esto es hermoso! Y luego sentir que todos estamos en
misión, pequeñas o grandes comunidades, todos tenemos que abrir nuestras puertas y salir
por el evangelio. Preguntémonos entonces:

 ¿Qué estoy haciendo para comunicar a los demás la alegría del encuentro con el Señor, la
alegría de pertenecer a la Iglesia?

Proclamar y dar testimonio de la fe no es una cuestión de unos pocos, tiene que ver también
conmigo, contigo, ¡con cada uno de nosotros!

Tercero: la Iglesia es católica, porque es la "casa de la armonía", donde la unidad y la diversidad


hábilmente combinan entre sí para ser riqueza. Pensemos en la imagen de la sinfonía, que
significa acuerdo, armonía, diferentes instrumentos que tocan juntos; cada uno conserva su
timbre inconfundible y sus características de sonido se unen por algo en común. Luego está el
que guía, el director, y en la sinfonía que se ejecuta todos suenan juntos en "armonía", pero no
se borra el timbre de cada instrumento; ¡la peculiaridad de cada uno, de hecho, es
aprovechada al máximo!

Es una bella imagen que nos dice que la Iglesia es como una gran orquesta en la que hay
variedad. No todos somos iguales y no debemos ser todos iguales. Todos somos diversos,
diferentes, cada uno con sus propias cualidades. Y esa es la belleza de la Iglesia: cada uno trae
lo propio, lo que Dios le dio, para enriquecer a los demás. Y entre los que la componen hay esta
diversidad, pero es una diversidad que no entra en conflicto, no se opone; es una variedad que
se deja fundir en armonía por el Espíritu Santo; Él es el verdadero "Maestro", él mismo es
armonía. Y aquí nos preguntamos:

 ¿En nuestras comunidades vivimos en armonía o peleamos entre nosotros? En mi


parroquia, donde soy parte de la Iglesia, ¿hay chismes?

Si hay chismes no hay armonía, sino una lucha. Y esta no es la Iglesia. La Iglesia es la armonía
de todos: ¡nunca hablar mal entre sí, nunca pelear!

En la Iglesia aceptamos al uno y al otro, se acepta que exista una justa variedad, que esto sea
diferente, que aquello se piense de una forma u otra –incluso en la misma fe se puede pensar
de otra manera-- ¿o tendemos a estandarizar todo? Porque la uniformidad mata la vida. La vida
de la Iglesia es variedad, y cuando queremos imponer esta uniformidad sobre todos matamos
los dones del Espíritu Santo. Oremos al Espíritu Santo, que es el autor de esta unidad en la
variedad, de esta armonía, para que nos haga cada vez más "católicos", es decir, ¡en esta
Iglesia que es católica y universal!

152
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Pablo

El testimonio de San Pablo es uno de los


ejemplos más evidentes de la identificación
de Cristo con la Iglesia. No existe ninguna
separación, ni distinción, aunque muchos se
empeñen en buscar puntos de distancia.
Jesús resucitado se identifica plenamente
con la Iglesia que Él ha fundado, y que está
siendo perseguida y martirizada por
aquellos que, como Saulo, buscan aniquilar
una falsa doctrina.

Hch 9, 1-19

Saulo, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se
presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco,
autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que pertenecían
al Camino, hombres y mujeres. Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de
Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó
una voz que le decía: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Dijo él: ¿Quién eres, Señor?
Respondió: Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y allí se te
dirá lo que tienes que hacer. Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor,
porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los
ojos abiertos, no veía nada. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días
ciego, sin comer ni beber.

Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una


visión: Ananias. Respondió él: Aquí estoy, Señor. El Señor le dijo: Levántate y ve a la
calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por un tal Saulo de Tarso. Mira, está
orando, y ha visto en visión a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para
que recobre la vista. Ananías contestó: Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo
y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que aquí tiene autorización de los
sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre. El Señor le
dijo: Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre
a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi
nombre.

Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: Hermano Saulo, el
Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que
recobres la vista y seas lleno de Espíritu Santo. Inmediatamente se le cayeron de los ojos
una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y fue bautizado. Comió, y
recobró las fuerzas

153
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

VER
Intentar separar a Cristo de la Iglesia es no haber entendido el mensaje del Evangelio. Sin
duda, debemos trabajar cada día por purificar la Iglesia de los errores pasados y presentes, que
como realidad constituida por hombres, muchas veces la pueden ensombrecer. Pero la Iglesia,
con Cristo a la cabeza, no dejará de caminar nunca hacia la santidad vivida y testimoniada en
el hoy que nos ha tocado vivir, trabajando todos unidos por la construcción del Reino de Dios.

Cuando Jesús preguntó a Saulo ¿Por qué me persigues? descubrimos esta plena identificación
de Jesús con la Iglesia, pues la intención de Saulo no era perseguir a Dios, sino a aquellos que
propagaban aquella naciente y falsa doctrina.

Por tanto, ¿Cómo se puede explicar cuando alguien afirma: Creo en Jesús pero no creo en la
Iglesia?

Este divorcio, tan frecuente cuando hablamos de la Iglesia, manifiesta el intento de separar la
fe de la vida, como si una no influyera en la otra. Esta revisión de vida nos tiene que ayudar a
descubrir que nosotros somos parte activa de la Iglesia, que debemos aprender a amarla como
una madre que nos ayuda, que podemos aprovecharnos de la riqueza que Cristo ha puesto en
ella y que estamos llamados a mejorarla.

JUZGAR
Iluminados por estas citas de la palabra de Dios, y continuando en los grupos pequeños de
trabajo, cada grupo realizará un decálogo donde recoger las 10 características más
importantes sobre la Iglesia, y que penséis que os pueden ayudar a profundizar en vuestra
propia pertenencia alegre a la Iglesia, buscando, como decíamos antes, unificar la fe y la vida.

- Jesús fundó una sociedad con los doce apóstoles (Mt 10, 1-4)
- El que os recibe a vosotros, me recibe a mí (Mt 10, 40)
- El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza (Mt 13, 31-32)
- El reino de los cielos se parece e a la levadura (Mt 13, 33)
- Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (…) Te daré las llaves del reino de
los cielos (Mt 16, 1-19)
- Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo (Mt 18, 18)
- Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 18-20)
- Sabed que estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos (Mt 28, 21)
- Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación (Mc 16, 15-20)
- Un solo rebaño y un solo pastor (Jn 10, 16)
- No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos (Jn
17, 20-21)
- A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados (Jn 20, 21-23)
- Apacienta mis ovejas (Jn 21, 15-17)
- Primer Concilio de la Iglesia en Jerusalén (Hch 15, 1-30)
- A toda la tierra alcanza su pregón (Rom 10, 18)
- Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas (Ef 2, 20)
- Cristo amó a la Iglesia para santificarla y hacerla sin mancha ni arruga (Ef 5, 25-27)
- Este [el Evangelio] sigue dando fruto y propagándose por todo el mundo (Col 1, 6)
- Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros; así completo en mi carne lo que falta
a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia (Col 1, 24)
- Cristo se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un
pueblo de su propiedad, dedicado enteramente a las buenas obras (Tit 2, 14)

154
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ACTUAR

 ¿Qué llamadas sientes para profundizar más en la unidad Cristo-Iglesia en tu vida?


 Formula un compromiso personal, concreto y realista para llevar a cabo aquello que Dios te
está diciendo a ti, partiendo del Juzgar. Este compromiso debes integrarlo dentro de tu
Proyecto Personal de Vida Cristiana, atendiendo especialmente a la dimensión eclesial.
 ¿Qué podemos hacer como grupo, a la luz del ver y juzgar, para sentirnos aún más Iglesia
y llevar esta idea a los demás?

Revisa la dimensión eclesial de tu proyecto de vida cristiana y modifica lo que veas necesario a
partir de lo que hayas sentido durante este tema.

ORACIÓN

ORACIÓN PIDIENDO LA FE DEL PAPA PABLO VI

Yo creo, Señor; yo quiero creer en ti.

Señor, haz que mi fe sea plena,


sin reservas,
y que penetre mi pensamiento
y mi manera de juzgar las cosas divinas y las cosas
humanas.

Señor, haz que mi fe sea libre,


que tenga el concurso personal de mi adhesión,
que acepte las renuncias y los deberes que comporta
y que sea fina expresión del estilo de mi personalidad;
yo creo en ti, Señor.

Señor, haz que mi fe sea cierta,


cierta por una coherencia entre las pruebas exteriores
y los testimonios interiores del Espíritu Santo.
Cierta por su luz que asegure,
por sus conclusiones que tranquilicen,
por su asimilación que descanse.

Señor, haz que mi fe sea fuerte,


que no se asuste ante la contradicción de los problemas
que llenan la experiencia de nuestra vida, ávida de luz;
que no tema la oposición de quienes la discuten,
la impugnan, la rechazan, la niegan,
sino que se robustezca en la prueba íntima de tu Verdad,
se entrene en el roce de la crítica,
se corrobore en la afirmación continua
y remonte las dificultades dialécticas y espirituales,
en medio de las cuales discurre nuestra existencia temporal.

Señor, haz que mi fe sea alegre,


que dé paz y sosiego a mi espíritu
y que lo disponga a la oración con Dios
y a la conversación con los hombres,
para que irradie en estas relaciones sagrada y profana
la felicidad interior de tu presencia.

155
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Señor, haz que mi fe sea activa


y que ella dé a la caridad un motivo de su expansión moral
de modo que ella constituya una verdadera amistad
contigo,
y que en las obras, en el sufrimiento,
en la espera de la revelación final,
suponga una continua búsqueda de ti,
un testimonio continuado,
un alimento ininterrumpido de la esperanza.

Señor, haz que mi fe sea humilde


y que no tenga la presunción de fundarse sobre la
experiencia
de mi pensamiento y de mi sentimiento,
sino que más bien se rinda al testimonio del Espíritu Santo
y que no tenga otra ni mejor garantía
que la docilidad de la tradición
y a la autoridad del magisterio de la Santa Iglesia. Amén

156
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 10:
LA IGLESIA, MISTERIO DE
COMUNIÓN Y MISIÓN
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:
 Clarificar cómo surge la Iglesia Católica.
 Hacer un pequeño diagnóstico de cómo vivimos nuestra eclesialidad en la sociedad.
 Descubrir las principales características de la Iglesia Católica.
 Ayudar a que cada uno nos impliquemos en la Iglesia como miembro del Pueblo de Dios,
como parte del Cuerpo de Cristo y como piedra viva del Templo del Espíritu Santo.
 Relacionar la misión que tenemos como Iglesia con la evangelización, la acogida y la
misericordia.
 Profundizar en el sentido de la comunión en la Iglesia.

Desde la Sagrada Escritura

 Jn 10, 1-15. Iglesia como puerta, como redil y como rebaño por el que el Buen Pastor ha
dado su vida.
 Ef 1, 22; Col 1, 18; 1 P 2, 9. Pueblo de Dios
 1Cor 3, 9; Mt 21, 33-43; Rm 11, 13-26. Iglesia como campo que Dios cuida, como viña
cuyo labrador es el Hijo de Dios.
 Jn 15, 1-5. Iglesia como los sarmientos que están unidos a Cristo, Vid verdadera.
 1 Cor 3, 9-11; Mt 21, 42. Iglesia como construcción o templo de Dios compuesta por
piedras vivas y que tiene en Cristo su piedra angular.
 1 Cor 12, 12-31. La Iglesia como cuerpo cuya cabeza es Jesucristo y cuya alma vital es el
Espíritu Santo.
 Hch 2, 42-47; 4, 32-37; Jn 13, 34-35. ¿Cómo vivían los primeros cristianos?
 Jn 21, 15-24; Hch 6, 1-7, Ef 5, 21-33 ¿Cuáles son las vocaciones y servicios que
encontramos en la Iglesia?

Desde el Catecismo:
 CIC 731-741, 747 ¿Qué sucedió en Pentecostés? ¿Qué hace el Espíritu Santo en la
Iglesia?
 CIC 748-781, 802-804 – ¿Qué significa Iglesia? ¿Para qué quiere Dios la Iglesia?¿Cuál es
la misión de la Iglesia?
 CIC 770-773, 779 – ¿Por qué la Iglesia es más que una institución?
 CIC 781-786 – ¿Qué es lo que hace único al Pueblo de Dios?

157
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 CIC 787-795 – ¿Qué quiere decir que la Iglesia es Cuerpo de Cristo? ¿Qué quiere decir
que la Iglesia es la esposa de Cristo?
 CIC 797-801, 809 - ¿Qué quiere decir que la Iglesia es Templo del Espíritu Santo?
 CIC 874-882, 936-937 - ¿Por qué la Iglesia no es una organización democrática? ¿Cuál es
la misión del Papa? ¿Pueden los obispos actuar y enseñar en contradicción con el Papa?
¿O el Papa contra los obispos? ¿Es realmente infalible el Papa?¿Cuál es la misión de los
obispos?

Desde el Magisterio de la Iglesia


 Lumen Gentium, nº5 “El misterio de la santa Iglesia se manifiesta en su fundación. Pues
nuestro Señor Jesús dio comienzo a la Iglesia predicando la buena nueva, es decir, la
llegada del reino de Dios prometido desde siglos en la Escritura: «Porque el tiempo está
cumplido, y se acercó el reino de Dios» (Mc 1,15; cf. Mt 4,17)”.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

1. La Iglesia en la sociedad.
A los cristianos a veces nos cuesta hablar de lo que
es la Iglesia Católica y presentar su belleza a los
demás. Muchos cristianos viven desvinculados de la
comunidad eclesial; a bastantes de los que
participan de la vida de la Iglesia les cuesta hablar
de ella, y también “defenderla” cuando se la ataca;
pero son más raros aún los que se sienten
afectivamente identificados con ella, la aman y
agradecen su servicio maternal. Cuando alguien nos
cuestiona o interroga sobre un tema eclesial,
rápidamente nos centramos en relatar la gran labor
social, educativa, de ayuda a los pobres o el
inmenso servicio de los misioneros en los países del
tercer mundo… pero no hablamos de lo que es la
Iglesia en sí misma y, por ello, muchas veces no
queda suficientemente claro que su labor es la
continuación del trabajo de Jesucristo, una
prolongación del Reinado de Dios que Él puso en
marcha y un anuncio de la Buena Noticia del amor
de Dios manifestado en Cristo Jesús.

Pero, sin embargo, cuando experimentamos


situaciones de estas, en realidad tenemos una
oportunidad de manifestar aquello en lo que
creemos, y muchas veces suscitamos no pocos
interrogantes a otros. Algunos se preguntan: ¿cómo
éste puede creer en la Iglesia con lo anticuada que está? Entonces, ven algo distinto en
nosotros. Y eso es que vamos por el buen camino, pero debemos rematarlo, aún podemos ser
mucho más claros, aún podemos entrar más adentro en el corazón del prójimo.

"¡Cuánto consuelo suscita en nuestro corazón esta certeza! La Iglesia es verdaderamente


una madre y, como una mamá, busca el bien de sus hijos, sobre todo de los más alejados y
afligidos, hasta que no encuentre su plenitud en el cuerpo glorioso de Cristo con todos sus
miembros." Papa Francisco

Hoy en día, además, nos enfrentamos al reto de encontrarnos ante un gran pluralismo
religioso, lo que exige un cambio en el modo de vivir la fe y nuestra pertenencia a la Iglesia
Católica. A veces en la sociedad se tiende a meter todo lo religioso en el mismo saco, y
abundan los tópicos sobre la religión, identificándola con determinadas palabras o temas:
sexualidad, moral, poder…

Por eso en estos momentos es más necesario que nunca que los católicos cuidemos nuestro
conocimiento del Evangelio y de lo que es la Iglesia Católica para poder dar razón de nuestra
esperanza a quien nos la pida. Hemos de aprender a vivir de una manera única, diferente a los
demás, un modo de vida coherente y fiel al Evangelio para poder ser luz en el mundo. Hoy es
muy necesario que el ambiente que vivamos en las pequeñas comunidades y grupos cristianos
se parezca al de los cristianos de los primeros tiempos para que por nuestro amor mutuo se
conozca que somos discípulos del Señor:

159
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 Echa un vistazo a los siguientes textos: Hch 2, 42-47; 4, 32-37. Señala los rasgos que
caracterizan a estas primeras comunidades.

Después piensa:

 ¿Qué vinculación tenemos con la comunidad eclesial? ¿Por qué crees que hay cristianos
desvinculados de la misma?
 ¿Has tenido alguna experiencia en la que hayas tenido que “defender” a la Iglesia? ¿Se
identifica con determinados tópicos? ¿Cómo te sientes cuando cuestionan a la Iglesia?
 ¿Cómo reaccionas en estas situaciones, te identificas con ella o tratas de separar la
"jerarquía" del resto?
 ¿Hemos sido luz alguna vez para alguien que no se siente Iglesia?
 ¿Conoces a alguien que "ama" a la Iglesia?
 Haz una búsqueda en google de "Iglesia Católica", y observa qué noticias aparecen. ¿Qué
os llama la atención?

2. Pero... ¿qué es la Iglesia Católica y cómo surge?

Para penetrar en el Misterio de la Iglesia, conviene primeramente contemplar su origen


dentro del designio de la Santísima Trinidad y su realización progresiva en la historia. CEC
758

En los anteriores temas hemos visto cómo Dios Padre decidió libremente y por su bondad crear
a los hombres y hacerlos partícipes de su vida divina a la cual llama a todos en su Hijo. La
Iglesia es un instrumento que Dios Padre constituye para la salvación de los hombres. La
Iglesia es como la luna que no tiene luz propia, sino que refleja la luz de Jesucristo, Sol de
justicia, que la instituye en el tiempo y le da la misión de extender su Reino. Por tanto, somos
como una prolongación en el tiempo del mensaje de Salvación de Jesucristo. Nosotros, los
cristianos, también estamos encargados de llevar este mensaje al mundo, igual que han hecho
muchos antes que nosotros. De hecho, ya desde Pentecostés el Espíritu Santo construye la
Iglesia y la dirige comunicándole sus dones jerárquicos y carismáticos. El mismo Espíritu que
puede darnos la fuerza necesaria para testimoniar que somos cristianos y que formamos parte
de la Iglesia.

 ¿Has tenido alguno miedo por manifestar tu fe?


 ¿Has estado alguna vez en la misa de Pentecostés? ¿Qué recuerdas del Evangelio de ese
día?
 ¿Qué importancia le damos al Espíritu Santo en nuestra vida, oraciones…? ¿Sabemos lo
que significa?
 ¿Alguna vez has puesto tus dones, cualidades…al servicio de la Iglesia?
La Iglesia no surge de la nada, no es ninguna invención humana, sino que forma parte del Plan
que Dios Amor tiene para salvar a los hombres y ofrecerles su amistad. Hagamos un repaso a
toda la historia de salvación que hemos visto en los anteriores temas. Se trata de una historia
de salvación que comenzó cuando Dios Trino creó un mundo lleno de vida y belleza, y en medio
del cosmos creó por puro amor una criatura a su imagen y semejanza, el hombre y la mujer,
capaz de comunicarse con Dios y recibir sus dones, que necesita vivir en familia y en
comunidad. El hombre, abusando de su libertad ha dado la espalda Dios, y con ello, el mal
comenzó a enturbiarlo todo, hasta el punto de que Dios se planteó comenzar de nuevo, para lo
que escogió a Noé y a su familia que debían construir una alianza y meter en ella a parejas de

160
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

todos seres vivientes para que se salvaran del diluvio. Pero Dios no se cansa de buscar al
hombre y elige a Abraham y al Pueblo de Israel como instrumento para que su salvación llegue
a todas las naciones. Esta historia de salvación va desarrollándose y el Santo Espíritu lo
impulsa todo para que en Jesucristo alcance su plenitud. Jesucristo comienza su ministerio
llamando a la conversión porque el Reino de Dios está cerca, pues, la Iglesia no es un fin en sí
misma, sino un instrumento fundado por Jesucristo e impulsado por el Santo Espíritu, para
continuar la obra comenzada por Cristo, y debe actuar como lo haría Jesús.

 ¿Te sientes partícipe de estar continuando la obra comenzada por Cristo? Explica en qué
momento has tenido esta experiencia.

“El misterio de la santa Iglesia se manifiesta en su fundación. Pues nuestro Señor Jesús dio
comienzo a la Iglesia predicando la buena nueva, es decir, la llegada del reino de Dios
prometido desde siglos en la Escritura: «Porque el tiempo está cumplido, y se acercó el reino
de Dios» (Mc 1,15; cf. Mt 4,17)”. Lumen Gentium, nº5

3. Un autorretrato de la Iglesia
¿Alguna vez has reflexionado sobre tí mismo, sobre quién
eres y por qué eres así? Pues la Iglesia también reflexiona
sobre sí misma: se pregunta quién es, cómo ha nacido y a
dónde la conduce su esperanza. Estas son algunas
características que la Iglesia ha reconocido de sí misma:

 La Iglesia es en Cristo como un sacramento. Cristo es


la luz de los pueblos y esa luz resplandece sobre la faz
de la Iglesia.
 La Iglesia fundada por Cristo es un signo y un
instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad
de todo el género humano. La Iglesia es sacramento
universal de salvación.
 Es el redil que tiene a Cristo como puerta y el rebaño que lo reconoce como pastor.
 La Iglesia es la labranza o campo de Dios, destinada a dar frutos de vida.
 Es la edificación que tiene a Cristo como piedra angular, la nueva Jerusalén y la esposa del
Cordero sin mancha.
 La Iglesia es el Pueblo de Dios. Entre los miembros de la Iglesia, el Espíritu ha derramado
sus dones y carismas.
 Mientras que Cristo no conoció el pecado, la Iglesia abraza en su seno a los pecadores. «Es
a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la
renovación»

Nosotros, como bautizados, también somos Iglesia, y somos constructores de la misma. Te


proponemos ahora jugar a ser pequeños artistas. Haremos un mural en el que trataremos de
representar algunas de estas siete características, a través de dibujos, fotos, noticias… Podéis
contar con la ayuda de vuestro párroco y acompañante para que os explique los conceptos que
no entendáis bien, e incluso podéis dibujaros a vosotros, vuestra parroquia, diócesis… en el
mismo.

 Piensa en algún hecho concreto en el que hayas visto cómo la Iglesia puede contribuir a la
"unidad de todo el género humano".
 Piensa en algún hecho en el que veas la necesidad de conversión y renovación en el seno
de la Iglesia. ¿Cómo podemos contribuir a esto?

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

4. ¿Qué misión tenemos como Iglesia?


El Papa Francisco nos enseña en el nº 12 de la Bula de
convocación del Jubileo extraordinario de la Misericordia
(año 2015) cuál es hoy la misión de la Iglesia:

 ¿Percibes la misericordia que Dios tiene contigo?


¿La transmites a los demás?
 ¿Tratas de acercar a otras personas a la Iglesia y
de transmitirles que Dios les está esperando? ¿De qué
manera?

La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del


Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La
Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos,
sin excluir ninguno. En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva
evangelización, el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo
entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la Iglesia y para la
credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su
lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las
personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre.
La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón
y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la
Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras
parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que
haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia.

Resumiendo...

La pertenencia a la Iglesia Católica no es una teoría o algo abstracto. La Iglesia se hace carne
en cada lugar. Preguntémosle a personas concretas de nuestra comunidad parroquial que
puedan contarnos lo que la Iglesia es para ellos y lo que supone en su vida saberse cuidados
por su maternal atención. ¡No os perdáis esta oportunidad!

162
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

Testimonio de vida: San Juan Pablo II


Seguro que has escuchado hablar de él. Esta vez lo conoceremos a través de un pequeño y
divertido resumen de su vida. Aunque también le podéis preguntar a vuestro acompañante que
os hable de él. Seguro que os puede contar algunos recuerdos que tiene de San Juan Pablo II,
en su etapa como Sumo Pontífice:

"¡La Iglesia os mira con confianza, y espera que seáis el pueblo de las bienaventuranzas!".

"Queridos jóvenes, ya lo sabéis: el cristianismo no es una opinión y no consiste en palabras


vanas. ¡El cristianismo es Cristo! ¡Es una Persona, es el Viviente! Encontrar a Jesús, amarlo y
hacerlo amar: he aquí la vocación cristiana".

"Ahora más que nunca es urgente que seáis los "centinelas de la mañana", los vigías que
anuncian la luz del alba y la nueva primavera del Evangelio, de la que ya se ven los brotes.
La humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se
atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en
Dios, Señor y Salvador."

Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II para la XVIII Jornada Mundial de la Juventud. 25 de
julio 2002.

Ver
S. Juan Pablo II amó a la Iglesia hasta el final; 27 años duró su pontificado. En todo ese tiempo
conoció muy bien la Iglesia. Nosotros vamos a intentar conocerla un poco mejor.

 ¿Qué aspectos conoces de la labor que realiza la Iglesia Católica? ¿Qué es para ti la Iglesia
Católica?

También podríamos compartir cuál ha sido nuestra experiencia de la Iglesia Católica. Para
ayudar al diálogo, podemos completar personalmente las siguientes frases:

- Para mí la Iglesia es…. Porque…


- Mi mejor experiencia con la Iglesia ha sido…
- Mi peor experiencia con la Iglesia ha sido…
- La crítica a la Iglesia con la que estoy más de acuerdo es…
- La crítica a la Iglesia con la que estoy menos de acuerdo es…
- El cambio que más necesita la Iglesia es…
- En la actualidad la Iglesia para mi vida…

Juzgar
Es el momento de analizar los hechos de la realidad a la luz de la fe y de la vida, del mensaje
de Jesús y de su Iglesia, para descubrir lo que está ayudando o impidiendo a las personas
alcanzar ser fieles al proyecto de Dios y alcanzar su plenitud. Es el momento de preguntarse

163
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

qué dicen la Palabra de Dios y los documentos de la Iglesia y dejar que iluminen el ser y el
obrar de la Iglesia, y nos ayuden a encontrar nuestro lugar en ella.

 En un primer momento podríamos releer los números indicados (CIC 748-781, 802-804), al
principio, del Catecismo, para saber lo qué es la Iglesia y analizar si los hechos que hemos
contemplado en el ver se ajustan a lo que verdaderamente es la Iglesia.

 No se ama lo que no se conoce, por ello, en un segundo momento, deberíamos juzgar con
conocimiento. Para saber lo que la Iglesia Católica hace en España nos puede ayudar la
página web “Por tantos”. Si tenemos oportunidad, informémonos visitando esta web.

Actuar
Es el momento de concretar en una acción transformadora. Una vez que hemos visto y juzgado
a la luz del plan de Dios ahora debemos concretar nuestra reflexión en un compromiso para
que la Iglesia mejore con nuestra ayuda.

 ¿A qué nos llama Dios a actuar para que la Luz de Jesucristo se refleje hoy mejor en la
Iglesia?
 ¿Qué vamos a hacer para “tomar parte en las duras tareas del Evangelio” (2 Tim 1,8b)?
 ¿Qué vamos a hacer para transformar la realidad eclesial según el Plan de Dios?
 ¿Qué puedo hacer yo para que mi amor a la Iglesia crezca? ¿Qué puedo aportar para que
este Pueblo de Dios funcione mejor?

Quizás hayamos descubierto también que no conocemos lo suficientemente bien la Iglesia a la


que pertenecemos. Te animamos a que te encuentres con ella, en la parroquia, en la diócesis,
e incluso en el mundo.

No te olvides de anotar tus compromisos en tu proyecto personal de vida cristiana, en la


dimensión eclesial, que puedes aprovechar para revisar previamente.

164
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ORACIÓN
Nos ponemos en presencia de Dios:

1 Pedro 2, 1-10:

Apartaos de toda maldad, de toda falsedad, hipocresía y envidia, y de toda maledicencia.


Como niños recién nacidos, ansiad la leche espiritual, no adulterada, para que con ella vayáis
progresando en la salvación, ya que habéis gustado qué bueno es el Señor. Acercándoos a él,
piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros
como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo,
a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por eso se
dice en la Escritura: Mira, pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa. Quien cree en
ella no queda defraudado. Para vosotros, pues, los creyentes, ella es honor, pero para los
incrédulos la piedra que rechazaron los constructores es la que se ha convertido en piedra
angular, y también en piedra de choque y roca de estrellarse; y ellos chocan al despreciar la
palabra. A eso precisamente estaban expuestos.
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo
adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz
maravillosa.
Los que antes erais no–pueblo, ahora sois pueblo de Dios, los que antes erais no
compadecidos, ahora sois objeto de compasión.

Oración por mi parroquia


María, Madre de la Iglesia, ésta es hoy mi oración:
Gracias por mi parroquia.
¡Estoy recibiendo tanto de ella!
¡Tengo tanto que agradecerle!
En ella Te estoy descubriendo,
en ella estoy aprendiendo a amar a Jesús y a seguirte.
Desde ella escucho su Buena Noticia,
desde ella recibo el Pan necesario para el camino.

Cuando me canso, me deja su palabra de ánimo,


cuando me caigo, me entrega tu perdón.
Cuando me siento débil, ella me fortalece,
cuando me duermo, ella me despierta.

Gracias, María, por mi parroquia,


Gracias por los niños y los jóvenes,
por los mayores y los ancianos.
Todos, formamos tu Comunidad, tu Iglesia.

También hoy quiero pedirte


por ella, Virgen María,
por sus grupos y actividades,
por su gente.
¡Cuánto me ayudan!

Que seamos un rincón cálido,


un lugar donde nos queramos y respetemos,
un espacio donde vivamos como hermanos,
donde, unidos, trabajemos por el Reino.

Y te ruego algo más,


con la fuerza de que soy capaz.
Que mi parroquia no luche por sí y por su causa.
Se empeñe, más bien, en la causa de llevar el Evangelio,

165
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

especialmente a los vecinos más alejados de la fe.

Que no destaquemos por hacer muchas cosas,


por ser muchos e importantes.
Que nos conozcan, Madre del Cielo, por vivir y construir
el Mandamiento del amor fraterno, como tú lo viviste.

María, te doy gracias por mi Parroquia.


María Madre, te pido por mi Comunidad.
Guárdanos siempre en tu regazo de Madre junto a Jesús.

Amén.

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Recursos para hacer algo diferente:

Películas: KAROL, EL HOMBRE QUE SE CONVIRTIÓ EN PAPA

Título original: Karol, un uomo diventato Papa (TV).


Año: 2005. Duración: 185 min. País: Italia. Director:
Giacomo Battiato

Esta película, más que verla en la sesión, por su


duración la podríamos recomendar para ver por
capítulos en casa, si lo vemos oportuno, o bien
durante una convivencia.

Como propuesta para trabajar la película:

Ver y analizar

- ¿Cómo aparece la Iglesia en esta película?


- ¿Quién forma la Iglesia?
- ¿Cuál es el sueño que busca en su vida el
personaje central?
- ¿Qué problemas tiene la Iglesia? ¿Cómo los
afronta?
- ¿Qué cosas hace la Iglesia?

Nos interpela

- ¿Qué es lo que más te gusta de lo que aparece


sobre la Iglesia en esta película?
- ¿Qué es lo que menos te gusta de lo que aparece sobre la Iglesia en esta película?
- ¿Se puede ser cristiano viviendo aisladamente?
- ¿Te ha interpelado alguna escena?
- ¿Has sacado alguna enseñanza?

167
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Tema 11:

MARÍA, MADRE NUESTRA


PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Objetivos:

 Transmitir la idea de que María es verdaderamente Madre de Dios.


 Presentar a María como madre de la Iglesia y de cada uno de sus miembros por designio
divino.
 Reconocer en María su poder de intercesión.
 Introducir el Rosario como medio por el cual nos acercamos al Misterio de Dios.

Desde la Sagrada Escritura:

 Is 7, 14 – He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo.


 Lc 1, 26-38 – concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre
Jesús.Mt 1,18-25 – no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella
viene del Espíritu Santo.
 Jn 19, 25-27 – Ahí tienes a tu madre

Desde el Catecismo:

 CIC 484-504, 508-510 - ¿Por qué es virgen María?


 CIC 500-510 - ¿Tuvo María otros hijos además de Jesús?
 CIC 495-509 - ¿No es escandaloso llamar a María “Madre” de
Dios?
 CIC 487-495, 508 - ¿Qué significa la “Inmaculada Concepción
de María”?
 CIC 493-494, 508-511 - ¿Fue María únicamente un instrumento
de Dios?
 CIC 963-966, 973 - ¿Por qué María es también nuestra madre?
 CIC 967-970 - ¿Puede María ayudarnos realmente?
 CIC 971 - ¿Se puede adorar a María?

168
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 1: PARA LEER Y PROFUNDIZAR

En esta primera parte del tema vamos a intentar reflexionar sobre las distintas cualidades que,
en el Evangelio, podemos encontrar sobre la Virgen María. Para ello podemos comenzar
preguntándonos sobre las cualidades y virtudes de nuestras propias madres.

Cuando pensamos en una madre aparecen muchas cosas en nuestra cabeza, pero la primera
de ellas es la ternura; el cariño de una madre es inigualable al de otra persona, ella nos ha
llevado en su seno, nos ha sentido y somos parte de su ser. Nadie como ella reconoce en
nosotros la alegría o tristeza, la preocupación, los deseos…

Hoy te invitamos a que pienses en esas cosas que valoras en una madre, te damos algunas
pistas:

Protección, confianza, entrega, alegría, seguridad, cariño…

 Piensa en cuáles de estas virtudes u otras valoras más en tu madre y por qué. Y, tras
pensar en tu propia madre, ¿cuáles de estas cosas reconoces en María, la Madre de Jesús?

Cualquier hijo quiere conocer cosas de su madre: cómo es, qué le gusta, cómo vive, cuánto me
quiere. No se puede concebir un cristiano que no desee saber quién es María su madre. Por eso
en este rato vamos a profundizar y a adentrarnos en su Corazón de Madre, conocer sus
sentimientos y acercarnos a ella.

María dice pocas palabras en el evangelio, pero nos revela cómo es su corazón de madre.

1. Madre del sí: “Aquí está la esclava del Señor” (Lc 1, 38)
María es llamada a una misión: ser la Madre de Jesús. María es la mujer siempre atenta a la
voz de Dios, a sus llamadas, y no sólo eso sino que su alegría está en responder con
generosidad, sin poner impedimentos, sin miedo.

María es la madre de Jesús, de Dios, y está llamada a cuidarle, a enseñarle a amar, a animarle
en sus dificultades, a buscar siempre la Voluntad de su Padre.

Ella también nos ayuda a nosotros que somos sus hijos a escuchar a Dios, a responder con
alegría a lo que nos vaya pidiendo en cada momento y lo más importante: es la encargada de
llevarnos a su Hijo, el único que puede salvarnos y darnos la felicidad plena.

María nos ayuda a no caer en la tentación de la pereza, de la tibieza, del abandono de Dios,
sino que nos invita con su vida a confiar como ella hizo; nos ayuda a ser fuertes ante las
dificultades porque Dios nunca nos abandona; a decir “sí” a la voluntad de Dios siempre y así
ser capaces de asumir compromisos y vivir con responsabilidad; a entregarnos de manera
desinteresada por los demás, sin esperar nada a cambio; a tener paciencia, constancia y
alegría porque Dios está con nosotros.

“María como buena madre nos educa a ser, como Ella, capaces de tomar decisiones definitivas,
con aquella libertad plena con la que respondió “sí” al plan de Dios para su vida (cfr. Lc 1, 38).

Queridos hermanos y hermanas, ¡qué difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas!
Nos seduce lo provisorio. Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero… ¡como
si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los
compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta
manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con
grandeza”. (Papa Francisco)
169
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Experimento en mi vida esta cercanía con María? ¿Acudo a ella para acercarme a Dios?

2. Madre de la alabanza: “Engrandece mi alma en Dios mi Salvador” (Lc 1,


47)
María es la mujer de la alabanza, ella dice pocas cosas,
pero las que dice siempre están en referencia a Dios, a
las maravillas que Él hace, y es que la boca habla de lo
que hay en el corazón, y María lleva en el corazón,
tatuado, el Amor de Dios.

Ella se sabe pequeña, débil, pero no se encierra en su


pequeñez, sino que se abre a que Dios por su gran
bondad haga en ella cosas grandes: “Hágase”. Sabe que
ella no puede pero se deja hacer, y dejándose hacer se
convierte en profeta que anuncia la salvación, que
denuncia la injusticia y que anima a buscar siempre al
Señor: el Camino, la Verdad y la Vida.

María, con estas palabras nos muestra el rostro de Dios,


Él no sólo es el Poderoso, para el que nada es imposible,
como había declarado el ángel Gabriel, sino también el
Misericordioso, capaz de ternura y fidelidad para con todo
ser humano. El Señor, trastocando los juicios del mundo,
viene en auxilio de los pobres y los pequeños, en
perjuicio de los ricos y los poderosos, y, de modo
sorprendente, colma de bienes a los humildes, que le
encomiendan su existencia.

“Volvamos a casa con el Magníficat en el corazón. Llevemos con nosotros los mismos
sentimientos de alabanza y de acción de gracias de María hacia el Señor, su fe y su esperanza.
Su dócil abandono en las manos de la Providencia. En efecto, solamente acogiendo el amor de
Dios y haciendo de nuestra existencia un servicio desinteresado y generoso al prójimo,
podremos elevar con alegría un canto de alabanza al Señor”. (Papa Benedicto XVI)

 ¿Vivo mi vida como una alabanza a Dios o por el contrario vivo en una queja constante?
¿Soy capaz de reconocer lo que Dios hace en mi vida?

3. Madre de la espera: “María guardaba todo en el corazón” (Lc 2, 19)


¿Tenía miedo María de preguntar? ¿Era una mujer cobarde? Guardar en el corazón no es signo
de cobardía, sino de prudencia. María no entiende pero no se precipita a hacer juicios, ella se
siente hija y como tal se fía de su Padre, por eso sabe esperar para comprender, ama, espera y
cree.

Es la Madre de la espera, ella nos enseña que para llegar a Dios, hace falta la oración, guardar
en el corazón y meditar los acontecimientos de la vida que nos van sucediendo para
interpretarlos, escuchar la Palabra que nos interpela y esperar el momento en el que se nos
revela lo que Dios quiere regalarnos.

También María es la mujer que se deja sorprender por Dios. Se sorprende ante sus hechos y
palabras. Esto demuestra su fina sensibilidad. María invita a recuperar esa capacidad de

170
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

sorpresa y de admiración. El Dios de María es un Dios sorprendente, admirable,


desconcertante. Esa espera está llena del deseo de vivir en sus manos, sin seguridades, sólo su
seguridad puesta en Él.

“La maternidad es también memoria. María hacía "memoria" de todas esas cosas en
su corazón. Memoria no tanto de sí misma, cuanto del hijo, sobre todo de los
primeros años de su vida en que dependía totalmente de ella. Memoria que
agradece a Dios el don inapreciable del hijo”. (Papa Francisco)

 ¿Te cuesta esperar que Dios obre? ¿Haces juicios antes de tiempo o vives con la
tranquilidad de estar en manos de Dios?

4. Madre de la confianza: “A ti una espada te traspasará el alma” (Lc 2, 35)


Ante palabras tan duras como las que Simeón le dice a María, ella no se tambalea, sabe que el
camino no es fácil, pero ella es la Madre de la confianza. Si algo tiene que sufrir también sabe
que Dios estará a su lado para darle fuerzas y consuelo.

Ella es la discípula perfecta, la que sabe negarse a sí misma, coger la cruz y seguir a su Hijo
hasta el final, y no tiene miedo, ella es la Madre que sufre por amor. Aquel en quien se cumple
la promesa de la salvación es también "signo de contradicción", objeto de acogida y de rechazo
por parte de Israel. Y esto repercutirá en María: "A ti misma una espada te atravesará el
corazón".

María nos enseña que no debemos tener miedo a dejarnos traspasar por el Amor, que debemos
arriesgarnos a ser heridos, porque solo de ese modo podemos llevar también ese Amor a todos
los que nos rodean.

“La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en
ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio
que una madre “siente” entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre
sabe hacerlo.

Es una madre que lleva al hijo no siempre sobre el camino “seguro”, porque de esta manera no
puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe
equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa
afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral!”. (Papa Francisco)

 ¿Tengo miedo de seguir a Cristo? ¿Me arriesgo en la vida para llevar el amor de Dios?

5. Madre que corrige: “Tu padre y yo te andábamos buscando desconsolados”


(Lc 2, 48)
María también es Madre porque corrige a su Hijo, una madre que quiere a su hijo le corrige
para que sea mejor, para que haga las cosas bien. Para María perder a Jesús es perder el don
más preciado que le ha puesto Dios en sus manos, corregirle es signo de preocupación y de
deseo de no separarse nunca de Él. María y José se angustian por no haber estado atentos al
Niño, por poder fallarle a Dios.

Cuando el Niño explica sus motivos María, aunque no entiende, acoge y comprende. María es
la Madre del diálogo y de la comprensión para todos sus hijos.

171
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Encontrándolo a Él, junto con Él, podemos sentir que está con
nosotros “en las cosas del Padre”, buscando a los que se
pierden, sanando a los enfermos, perdonando a los pecadores,
evangelizando a los pobres…

Con María y José encontramos a Jesús y con Jesús “sujeto a


nosotros” nos metemos a buscar a los demás. En la vocación de
Jesús todos podemos encontrar nuestra propia vocación.

María nos enseña la importancia de vivir siempre junto a Jesús, a


no desfallecer ante la búsqueda de Dios y preguntarle lo que no
entendemos con confianza.

“El buen pastor, el buen cristiano sale, está siempre en salida: está en salida de sí mismo, está
en salida hacia Dios, en la oración, en la adoración; está en salida hacia los otros para llevar el
mensaje de salvación”. (Papa Francisco)

 ¿Estoy dispuesto a salir en busca de Jesús como hace María? ¿Deseo ayudar a otros a
encontrarlo? ¿Cómo reacciono cuando me corrigen?

6. Madre intercesora: “No tienen vino” (Jn 2, 3)


María tiene una misión muy importante, y es la de interceder por sus hijos. Ella lo primero que
hace es observar las necesidades y después se la presenta a su Hijo. Ella no pide nada,
simplemente le dice “No tienen vino”. ¿Puede un hijo negar algo a su madre? ¿Puede Jesús
desentenderse de lo que María su Madre ve como una necesidad?

María nunca deja de escuchar las súplicas de sus hijos, y ella siempre presenta los sufrimientos
y peticiones que le llegan. María nuestra Madre nunca niega nada a aquel que con fe pide
hacer la Voluntad de Dios. María sabe por experiencia que para Dios nada hay imposible, por
eso, sin temor, pide.

María es la prueba del infinito amor de Dios por nosotros: Dios la coloca a Ella para
defendernos, sabiendo que de este modo tendremos muchas más oportunidades de salvarnos,
contando con la Abogada más amorosa y misericordiosa que pueda jamás haber existido.
¿Somos realmente conscientes del regalo que nos hace Dios al darnos una Madre como Ella?

“Un cristiano, sin la Virgen, está huérfano. También un cristiano sin Iglesia es un huérfano. Un
cristiano necesita de estas dos mujeres, dos mujeres madres, dos mujeres vírgenes: La Iglesia
y la Madre de Dios” (Papa Francisco)

 ¿Me acerco a María y le confío mis preocupaciones y necesidades? ¿Siento que María
puede interceder ante Dios por mí?

7. Madre obediente: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5)


Madre obediente siempre, ella sabe que debe hacer solo lo que Dios quiera, su Voluntad. Esta
obediencia siempre le ha llevado a cambiar los planes, a salir de sus seguridades, a dejarse
hacer; pero nunca la oímos quejarse ni ponerse nerviosa; todo lo contrario, ese “sí” que dio al
principio, es un “sí” en movimiento, un fiarse siempre del cuidado de Dios.

172
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Y esa obediencia es la que nos enseña como Madre: “Haced lo que Él os diga”, María siempre
nos invita a la escucha de la Palabra de Dios y a poner por obra lo que oímos con diligencia, es
decir, a ser verdaderos discípulos de su Hijo. Y nos invita a la obediencia porque sabe por su
propia experiencia que obedeciendo no nos equivocamos, que haciendo lo que nos diga somos
felices, vivimos en paz y con alegría.

“Hoy, con esta obediencia, con este abajarse a sí mismo, humillarse, de Jesús, esa promesa
se convierte en esperanza. Y el Pueblo de Dios camina con esperanza cierta. También la
Madre, ‘la nueva Eva’, como el mismo Pablo la llama, participa de este camino del Hijo:
aprendió, sufrió y obedeció. Y se convierte en Madre”. (Papa Francisco)

 ¿Buscas obedecer o más bien buscas hacer lo que te apetece? ¿Deseas ser como María y
estar siempre disponible para lo que Dios quiera de ti? ¿Aunque suponga salir de tus
seguridades?

8. Madre de la entrega: “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 27)


Ya ha llegado la hora de Jesús en la que va a ser glorificado, y es el momento en el que Jesús
nos regala una madre: La Madre. Ella, a partir de ese momento, se la llama a una misión
nueva: se convierte en Madre de toda la humanidad, Madre de la Iglesia.

María ha vivido muchos momentos no fáciles en su vida, desde el nacimiento de Jesús, cuando
“no había lugar para ellos en el albergue”, hasta el Calvario. Y como una buena madre está
cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante
nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo.

“Jesús, en la cruz, le dice a María, indicando a Juan: “¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!” y a Juan:
“Aquí tienes a tu madre”(cfr. Jn 19, 26-27). En este discípulo todos estamos representados: el
Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que
nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. A no
tener miedo de las dificultades. A afrontarlas con la ayuda de la madre”. (Papa Francisco)

173
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

SESIÓN 2. VIDA CRISTIANA

SAN RAFAEL ARNAIZ

“¡Qué bueno es Dios que nos ofrece el Corazón de María como si fuese el suyo!”.
“Es tan hermoso y consolador el cariño a la Virgen, que dan pena los que no la conocen, los que no la
quieren, aunque no sea más que un poco. ¿Dónde se halla el cristiano, por tibio que sea, que no se
acuerde en algún momento de su vida de la Virgen María? Todos…todos llevamos dentro algo que
después de Dios sólo María puede comprender y puede consolar…; ese algo es necesidad humana, es
cariño, es a veces dolor…, ese algo que Dios busca en nuestras almas, y que las criaturas no pueden
llenar para que así busquemos a María… María que fue Esposa, que fue Madre, que fue Mujer…Creo
que todo lo que en la Señora pongamos lo recibe Jesús ampliado… Yo creo que al amar a María
amamos a Dios, y que a Él no se le quita nada, sino todo lo contrario.

Rafael fue un joven que entregó su vida al Señor en la Trapa y un amante de la Virgen María.
Sintió por ella una devoción especial desde el día que fue ofrecido por sus padres a la Patrona
de la Hispanidad. Todos los escritos de San Rafael están salpicados con chispitas de amor
ardiente, intenso, tiernísimo, a la Virgen María.

Rafael Arnaiz Barón nació el 9 de Abril de 1911 en Burgos (España), donde también fue
bautizado y recibió la confirmación. Allí mismo inició los estudios en el colegio de los PP.
Jesuitas, recibiendo por primera vez la Eucaristía en 1919.

Dotado de una precoz inteligencia, ya desde su primera infancia


daba señales claras de su inclinación a las cosas de Dios. En estos
años recibió la primera visita de la que había de ser su sino y
compañera: la enfermedad que le obligó a interrumpir sus
estudios. Recuperado de ella, su padre, en agradecimiento a lo que
consideró una intervención especial de la Stma. Virgen, a finales
de verano de 1922 lo llevó a Zaragoza, donde lo consagró a la
Virgen del Pilar, hecho que no dejó de marcar el ánimo de Rafael.
En su corazón bien dispuesto, Dios quiso suscitar la invitación a
una consagración especial en la vida monástica.

Habiendo tomado contacto con el monasterio cisterciense de San


Isidro de Dueñas –su Trapa- se sintió fuertemente atraído por lo
que vio en el lugar que correspondía con sus deseos íntimos.

Allí ingresó el 16 de Enero de 1934.

Dios quiso probarle misteriosamente con una penosa


enfermedad –la diabetes sacarina- que le obligó a abandonar tres
veces el monasterio, adonde otras tantas volvió en aras de una
respuesta generosa y fiel, realmente heroica, a la que sentía ser la
llamada de Dios.

Santificado en la gozosa fidelidad a la vida monástica y en la aceptación amorosa de los planes


de Dios, consumó su vida en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién estrenados los 27
años, siendo sepultado en el cementerio del monasterio.

174
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

VER
San Rafael Arnaiz vivió siempre de la mano de María y a pesar de las dificultades de salud y las
salidas del Monasterio, nunca dudó del amor de Dios. Él aprendió de María a fiarse de Dios en
los momentos de dificultad, en los momentos en los que no se entiende nada de lo que sucede
alrededor, hasta quedarse con una única seguridad: “Sólo Dios”.

 Piensa y comparte con el grupo un hecho concreto que hayas vivido donde tú u otra
persona haya sentido la presencia de María en sus vidas. Un hecho de vida puede ser
alguno de los momentos en los que haya sentido miedo, inseguridad, debilidad, y cómo el
apoyo y el ejemplo de nuestra madre la Virgen María me han dado esperanza.
 ¿Qué crees que viven las personas que tienen una especial devoción a la virgen María?
 ¿Crees que es posible vivir una vida de sencillez y de santidad como la de María?
Te proponemos ahora escuchar las palabras del Papa Francisco. Él nos presenta en el siguiente
vídeo algunos personajes del evangelio; el último al que se refiere es María, la mujer que da
vida y ternura.

JUZGAR
Desde el Evangelio:

Lee los textos que os proponemos al principio del tema y reflexiona en grupo:

 María es la Madre que confía siempre y a pesar de las dificultades que encuentra en su
vida, ¿qué crees que le hace a María confiar en Dios?
 María es la mujer obediente, ¿a quién obedece María? ¿En qué pasaje del evangelio ves
que María es obediente y por qué?
 María es una mujer disponible en todo momento, no le importa que Dios le cambie sus
planes y siempre está a su disposición, responde con generosidad y rápidamente. ¿Puedes
señalar en qué momentos de su vida ves que practica la caridad y disponibilidad con Dios
y con los demás?

ACTUAR
Después de esta profunda reflexión ha llegado el momento para el compromiso. Son muchas
las cosas que han ido saliendo, muchas las preguntas que se han ido contestando, y muchas
las invitaciones a vivir la vida de la mano de María, que es quien nos la ha dado y nos la da
cada día.

Es importante que revisemos cómo es nuestra relación con la Madre de Dios y Madre nuestra,
si la trato con cercanía y afecto, cómo es mi devoción, en qué medida es para mí modelo de
vida cristiana. Puedes comprometerte a rezar el Rosario para conocer más a María, para poder
contemplar como ella los Misterios de Jesús.

Como grupo podemos preparar o colaborar en algún acto mariano en nuestra parroquia o
diócesis, con el objetivo de profundizar en nuestra relación con la Virgen. Igualmente es bueno
ofrecerse para revitalizar actos marianos que ya existen, como romerías o el rezo del rosario,
desde la parroquia.

Ahora es el momento de pensar en hacer ese proyecto de vida incluyendo a María en él. Mira
que llamadas te ha ido haciendo Dios a lo largo de este tema. Párate a pensar si necesitas
reafirmarte en alguno, modificarlo, o si necesitas agregar otro nuevo.

175
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

 ¿Qué significa María en tu vida?


 ¿Qué compromiso concreto vas a asumir o a retomar para tener más presente a María
como Madre?
 ¿Qué virtudes de María te está llamando el Señor a asumir?
 ¿Qué vas sintiendo que le agrada a Dios? ¿Cómo sabes que escuchas y pones en práctica
lo que Él quiere?

ORACIÓN
Durante todo este tema hemos profundizado sobre las
características y virtudes de María. Algo fundamental para todo
cristiano es acercarnos a ella como intercesora nuestra ante
Dios. Por ello es bueno que también vayamos incorporando a la
Virgen María en nuestras oraciones. Ella, modelo de mujer
creyente y fiel, es la que también nos ayuda a vivir todos esos
valores necesarios para seguir a Jesús. Pero también es nuestra
madre, intercesora nuestra ante el Padre, y quien, con cariño de
Madre, nos orienta en cada momentos a “hacer lo que Él nos
diga” (Jn 2, 5). Para acercarnos de esta manera a María
proponemos que esta sesión del Orar y Celebrar, la hagamos en
torno a la oración mariana que más significado tiene para los
cristianos, el Santo Rosario. Son muchas las personas, jóvenes y
mayores, que diariamente rezan el rosario, gustemos nosotros
también de esta oración e integrémosla en nuestro proceso de fe.

SANTO ROSARIO
Puede ser que alguno de nosotros no estemos muy habituados a rezar el Rosario, hoy vamos a
hacerlo de forma más dinámica y con algún gesto que nos ayude a comprender el significado
de cada misterio.

Os invitamos a orar a María como lo ha hecho la Iglesia durante siglos, y es con el rezo del
Rosario. A veces podemos considerarla una oración repetitiva y rutinaria que no nos aporta
nada, pero la clave está en disponernos para meternos en el corazón de María y sentir lo que
ella sentiría contemplando los Misterios de su Hijo, y mediante la repetición del Ave María, la
oración de nuestros labios pase a nuestro corazón. Os aseguramos que os dará paz y alegría.

"El Rosario es mi oración preferida. Oración maravillosa en su sencillez y en su profundidad.


En esta oración repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María escuchó de boca
del ángel y de su prima Isabel. A estas palabras se asocia toda la Iglesia”. (San Juan Pablo II)

Canto: Ven con nosotros a caminar, Santa María ven

Mientras recorres la vida tú nunca solo estás,


contigo por el camino, Santa María va.

/ VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR,


SANTA MARÍA, VEN. / (2)

176
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,


lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

Si por el mundo los hombres sin conocerse van,


no niegues nunca tu mano al que contigo está.

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,


tú vas haciendo caminos, otros los seguirán.

I. PRIMER MISTERIO: La anunciación del Ángel Gabriel a María.

Lector: “Envió Dios el Ángel Gabriel a una muchacha que se


llamaba María (...) y le dijo “Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo: has encontrado gracia ante Dios (...) El Espíritu Santo
vendrá sobre Ti” Entonces María dijo: “Aquí está la sierva del Señor:
hágase en mi según tu palabra”. (Lc. 1,26-38)

Hay momentos en que Dios nos pide a cada uno algo especial.
Espera un “Sí”, de nosotros, como lo hizo la Virgen María. A ella le
pide que sea la Madre de Jesús ¿Qué nos está pidiendo hoy a cada
uno de nosotros?

Signo o gesto: vamos a rezar las primeras tres aves Marías con una postura inclinada hasta el
suelo o con la cabeza inclinada, en señal de disponibilidad a lo que Dios quiere de cada uno de
nosotros.

(Rezamos el primer misterio)

II. SEGUNDO MISTERIO: El Magníficat de María

Lector: Y dijo María: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se


alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha mirado la
humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
El hace proezas con su brazo: dispersa al los soberbios de corazón
y enaltece a los humildes (...)” (Lc. 1,46-52)

María ve la grandeza que hace Dios en su vida. Todas las mujeres


de Israel esperaban ser la madre del Mesías, y Dios la ha elegido a
ella entre todas las mujeres y por eso no puede hacer otra cosa
que alabar. Dios también hace maravillas en cada uno de nosotros. Descubramos algunas de
esas maravillas.

(Se puede dejar un momento para que en grupos compartamos aquellas cosas buenas que ha
hecho Dios en la vida de cada uno).

Signo o gesto: Vamos a rezar la primera avemaría contemplando un lugar determinado (cielo,
montaña, puesta del sol...) y con las manos en posición de alabanza.

(Rezamos el segundo misterio)

177
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

III. TERCER MISTERIO: María en el Templo

Lector: Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto
para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de
contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de
que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»

En la vida de María como Madre, también hay momentos de dificultad y


de sufrimiento, pero María se fía y acoge lo que le toca en cada
momento. Ahora piensa en los momentos en los que tú has sufrido y has
visto cómo Dios ha entrado en tu vida dándote la alegría y la paz.

Signo o gesto: rezamos este misterio pidiendo por los cristianos que son perseguidos en todo el
mundo con la mano en el corazón.

(Rezamos el tercer misterio)

IV. CUARTO MISTERIO: La venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles.

Lector: “Después de las Ascensión de Jesús, los apóstoles y los discípulos


estaban todos ellos unidos en un mismo espíritu y se reunían
regularmente para la oración con María, la Madre de Jesús (...) Llegado el
día de Pentecostés, de repente vino del cielo un ruido como el de una
ráfaga de viento impetuoso. Se les aparecieron unas lenguas de fuego.
Quedaron así todos llenos del Espíritu Santo” (Hech. 1, 14; 2, 1-4)

El Espíritu Santo llega con todo su poder y entra en los corazones abiertos
a su gracia. En este día, mientras rezamos este misterio, digámosle a
Dios Espíritu Santo que entre a lo más profundo de nuestro corazón y lo
transforme en un corazón semejante al de Cristo Jesús.

Signo o gesto: vamos a rezar este misterio por grupos de seis personas en
círculo en señal de unidad.

(Rezamos el cuarto misterio)

V. QUINTO MISTERIO: María es coronada como Madre de la Humanidad.

Lector: “Una gran señal apareció en el cielo, una mujer, vestida de sol,
con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Estaba encinta. Y apareció otra señal en el cielo: un gran dragón rojo,
con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas, siete diademas
(...) El Dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar luz, para
devorar a su Hijo en cuanto diera a luz. La mujer dio a luz un Hijo varón,
el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su Hijo fue
arrebatado hasta Dios, hasta su Trono” (Ap. 12, 1-5)

Signo o gesto: Caminando con el mismo grupo en señal de


acompañamiento.

(Rezamos el quinto misterio)

Para terminar el Rosario nos reunimos como Asamblea para concluir con las oraciones finales
marianas y con el canto final a María.

178
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

LETANÍAS

Señor, ten piedad Torre de David,


Cristo, ten piedad Torre de marfil,
Señor, ten piedad. Casa de oro,
Cristo, óyenos. Arca de la Alianza,
Cristo, escúchanos. Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Dios, Padre celestial, Salud de los enfermos,
ten piedad de nosotros. Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Auxilio de los cristianos,
Dios, Espíritu Santo, Reina de los Ángeles,
Santísima Trinidad, un solo Reina de los Patriarcas,
Dios, Reina de los Profetas,
Santa María, Reina de los Apóstoles,
ruega por nosotros. Reina de los Mártires,
Santa Madre de Dios, Reina de los Confesores,
Santa Virgen de las Vírgenes, Reina de las Vírgenes,
Madre de Cristo, Reina de todos los Santos,
Madre de la Iglesia, Reina concebida sin pecado original,
Madre de la divina gracia, Reina asunta a los Cielos,
Madre purísima, Reina del Santísimo Rosario,
Madre castísima, Reina de la familia,
Madre siempre virgen, Reina de la paz.
Madre inmaculada,
Madre amable, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Madre admirable, perdónanos, Señor.
Madre del buen consejo,
Madre del Creador, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Madre del Salvador, escúchanos, Señor.
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Virgen digna de veneración, ten misericordia de nosotros.
Virgen digna de alabanza,
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Virgen poderosa,
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría, ORACIÓN.
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual, Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro,
Vaso digno de honor, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la
Vaso de insigne devoción, gloriosa intercesión
Rosa mística, de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

179
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

¡Madre, ayuda nuestra fe! Abre nuestro oído a la Palabra, para que
reconozcamos la voz de Dios y su llamada.
Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y
confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que
podamos tocarlo en la fe.
Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los
momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y
a madurar. Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.
Recuérdanos que quien cree no está nunca solo. Enséñanos a mirar con los
ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino.
Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue
el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor».

180
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Celebración
CON CRISTO EN LA IGLESIA
PARA PREPARAR LA REUNIÓN

Para preparar el tema:

 Con esta celebración llegamos al final del primer bloque de este itinerario de fe. Es un
buen momento para, por un lado, entonar nuestra acción de gracias por lo vivido juntos
y, por otro, renovar nuestra ilusión y ánimo de cara a seguir profundizando juntos los
siguientes bloques del proceso.

 De cara al desarrollo de la reunión, intentemos cuidad todos los momentos, prepararlos


con detalle. Los cantos son una sugerencia que podremos sustituir por otros que
consideremos más adecuados.

CELEBRACIÓN

Introducción:

A lo largo de este curso hemos comenzado, como grupo de parroquial, como equipo de vida, la
aventura apasionante de seguir a Jesús. Son muchos los momentos que hemos compartido y
en los que hemos sentido cercana la presencia del Señor, pero también la de los hermanos, la
de cada uno de nosotros que nos hemos escuchado, alentado y animado en cada situación
concreta.

Hoy nos ponemos en presencia de Dios y damos gracias por todos estos pasos que nos ha
permitido dar para ser testigos suyo en medio del mundo. Descubrimos a Dios en nuestra vida.
Pensamos y miramos nuestro pasado, nuestro presente, miramos al futuro, y en todo momento
queremos caminar junto a Él.

Canto: “El tiempo es de Dios”


(Nico Montero. Disco: Mi Dios y mi Todo. https://youtu.be/PX7DJAfWYSU)

Mirando el pasado descubro a Dios,


mirando el pasado descubro a Dios,
Mirando el pasado encuentro a Dios

181
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

en mis huellas, en mi ser.

Mirando el presente descubro a Dios


Mirando el presente descubro a Dios
Mirando el presente encuentro a Dios
en mis pasos, en mi amen.

Mirando el futuro descubro Dios,


mirando el futuro descubro a Dios
mirando el futuro encuentro a Dios
en mis retos, en mis fe.

Mirando la vida descubro a Dios


mirando la vida descubro a Dios
mirando la vida encuentro a Dios
en mis logros y fracasos.

Mirando la muerte descubro a Dios


mirando la muerte descubro a Dios
mirando la muerte encuentro a Dios
en mi nada, en mi vacío.

MIRANDO EL PASADO, MIRANDO EL


PRESENTE
MIRANDO EL FUTURO MIRANDO LA MUERTE
MIRANDO LA VIDA TE ENCUENTRO SEÑOR…
TE DESCUBRO EN TODO ELLO, MI SEÑOR.

MIRANDO EL PASADO Y MIRANDO EL PRESENTE,


MIRANDO EL FUTURO MIRANDO HASTA LA MUERTE,
MIRANDO LA VIDA YO TE ENCUENTRO MI SEÑOR,
EN CADA HUELLA DE MIS PASOS TE DESCUBRO SEÑOR MIO,
TU ME LLEVAS EN LA PALMA DE TU MANO…,
EL TIEMPO ES DE DIOS.

Reflexión:

Dios quiere nuestra felicidad y nos muestra el camino para encontrarla. El deseo de felicidad
que todos llevamos dentro es la huella de Dios en nuestra alma, que genera en nosotros el
deseo de buscarlo. Por eso necesitamos de Dios, necesitamos de su presencia en nuestra vida
para ser felices. Desde la creación hasta la venida de Jesucristo, Dios nos ha querido mostrar el
camino que conduce a la felicidad y a la vida; hemos de escucharle, fiarnos de lo que nos dice
y ponerlo por obra. El resultado es la felicidad junto a Dios.

¡Señor quiero ser feliz!


¡Enséñame el camino de la vida!

Salmo 16: (lo rezamos a dos coros)

Protégeme, oh Dios, que me refugio en Ti.


Yo digo al Señor: “Tú eres mi dueño,
mi único bien; nada hay comparable a Ti.

Bendeciré al Señor que me aconseja,


¡hasta de noche instruye mi conciencia!
Tengo siempre presente al Señor:

182
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

con Él a mi derecha jamás sucumbiré.

Por eso se me alegra el corazón,


exultan mis entrañas,
y todo mi ser descansa tranquilo;
porque no me abandonarás en el abismo,
ni dejarás a tu fiel sufrir la corrupción.

Me enseñarás el camino de la vida,


me llenarás de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.

Para nuestra reflexión: Pensamos, meditamos y compartimos:

 ¿Dónde veo a Dios en la Iglesia?


 ¿Dónde lo veo en mí? Y ¿dónde no lo veo?

(Entre las intervenciones de cada uno cantamos o escuchamos):

Señor, tu eres mi lámpara


(Hna. Glenda. Disco: El Señor es mi pastor. https://www.youtube.com/watch?v=6e7LgIahx2g)

Señor, Tú eres mi lámpara,


Tú alumbras mis tinieblas. (4)
Fiado en mi Dios, asalto la muralla. (bis)

Señor, Tú eres mi lámpara,


Tú alumbras mis tinieblas. (4)
Fiado en tu amor,
me meto en la batalla.

«El cristiano de la Iglesia recibe la Palabra de Dios, que contiene las enseñanzas de la ley de
Cristo (cf. Gál 6,2). De la Iglesia recibe la gracia de los sacramentos que le sostienen en el
camino. De la Iglesia aprende el camino de la santidad... (CCE 2030)

Palabra de Dios

Jesús nos enseñó muchas cosas sobre cómo debíamos comportarnos con respecto a Dios y al
prójimo, y las resumió de este modo:

«El mandamiento más importante es este: Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios es el
único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento más importante.» (Mc 12,30-31)

Y antes de morir dejó a sus discípulos este otro mandamiento: el mandato nuevo del amor:

«Os doy un mandamiento nuevo: Amaos los unos a los otros. Como yo os he amado, así
también amaos los unos a los otros.» (Jn 13,34)

Nos dice el Señor que “donde dos o tres está reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de

183
Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

ellos” (Mt 18, 20), así que este momento de oración demos gracias a Dios por su presencia en
nuestra vida.

 Te damos gracias, Padre, porque infundes en nosotros el deseo de felicidad y nos


muestras el camino para conseguirlo.

 Te damos gracias, Señor Jesús, porque cada día nos enseñas que nuestra felicidad pasa
por responder al amor tan grande que nos tienes, amándote a ti en nuestros hermanos.
Gracias porque has dado tu vida para que tengamos un corazón nuevo.

 Te damos gracias, Espíritu Santo, pues derramas tus dones sobre todos nosotros y nos
llenas con tu fuerza para poder hacer el bien y rechazar el mal cada día.

 Te damos gracias, Dios, Padre bueno, por la Iglesia, que en ella nos alimentas con tu
Palabra y nos haces participe de tu presencia, mediante los sacramentos,
comunicándonos la gracia divina, que nos permite obrar según lo que tu esperas de
nosotros.

 Te damos gracias… (dejamos un momento por si alguno de nosotros quiere dar gracias
a Dios por algo en concreto)

Durante todo este bloque del itinerario hemos ido descubriendo que profundizar y vivir nuestra
fe no es algo pasivo, algo que podemos hacer sin poner toda nuestra vida en movimiento.
Jesús nos impulsa cada día a comprometernos con Él, con el mundo y con nosotros mismos.

Señor quiero imitarte, quiero compartir mi vida contigo en la Iglesia.


Quiero estar presente contigo en la Iglesia.
Por ello me comprometo a…

En este momento podemos escribir nuestros compromisos en un papel y lo depositamos en


una caja que cerraremos y colocaremos junto al SAGRARIO como símbolo de que nuestro
compromiso es permanecer en Cristo, es estar en la Iglesia con Cristo. La caja puede
permanecer durante el tiempo que se estime, para ser revisable pasado un tiempo. Mientras
hacemos el gesto escuchamos la canción de Ixcis.

Canto: “Como sal y luz” (Grupo Ixcis. Disco: En espíritu y en verdad.


http://ixcis.org/index.php/component/k2/item/71-en-espiritu-y-en-verdad-2004)

Como sal, como luz os envío por el mundo


Como sal, como luz os envío por el mundo
Como sal, como luz, como sal, como luz,
Como sal y luz, como sal y luz os envío

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Itinerario Básico de Formación Cristiana de Adultos

Oración final

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida,


cuando tenga sed, dame alguien que precise agua,
cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
cuando sufra, dame alguien que necesite consuelo.

Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro,


cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos,
cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien.

Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.


cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión,
cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender,
cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos,


dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día,
también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

(Santa Teresa de Calcuta)

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