Los grandes cambios estructurales en el sistema social como económico, que están
intrínsecamente relacionados, se encontraron con el hombre cual cauce de un río se
encuentra con un piedra después de una sequía, con fuerza e incertidumbre de su
porvenir. La interrogante que plantea esta época se puede definir como “qué clase de
contralor social y qué clase de creencia unificadora adoptaremos a fin de vivir con la
técnica moderna y con los pueblos que han aceptado más seriamente sus exigencias”.
Este gran cambio nos permite dividir al mundo en 2 realidades, una en la que el hombre
vivió esencialmente como ser atemporal y otra en la que el tiempo y los procesos
temporales tienen gran importancia debido a que la sociedad comenzó a organizarse de
acuerdo al instrumental técnico.