, una pregunta bastante difícil de contestar y una palabra que cada
vez se hace más confusa por los cambios que ha sufrido desde su origen a través de la historia. Tal vez no hay una respuesta concreta a este cuestionamiento, eso es lo que Carl Dahlhaus trata de explicar en su escrito, no se puede catalogar la “Música” con una sola palabra o un concepto. En primera instancia podemos decir que es un arte-ciencia de apreciación como la pintura o la gastronomía, al igual que estos depende mucho de los elementos que la componen, quien es el autor, hacia quien va dirigida (público), que se quiere expresar con ello, su identidad, si pasar por alto los rasgos técnicos (sonido), étnicos, religiosos (espirituales), culturales, regionales e incluso intelectuales, todo eso unificado; forma el arte-ciencia llamada Música. Si se toma en cuenta el sentido etimológico de la palabra el cual deriva del griego antiguo “mousike” (RAE, 2017) que traducido es “el arte de las musas”, en esa época todas las artes y las ciencias eran “música” y poco a poco solo la poesía cantada fue quedándose con ese concepto, el único objetivo de este arte estético era estimular los sentidos, provocando complejos procesos psico-anímicos o en términos coloquiales alterar (afectar) los sentidos. Si se trata de entender la música con una explicación meramente técnica viéndolo como una ciencia sin más, se podría hablar de las cualidades del sonido, o las leyes de la armonía, melodía y ritmo, aun así esta definición de música quedaría incompleta faltándole la parte anímica, sensorial, intelectual y la espiritual, que hacen que la música sea lo que es. Dahlhaus menciona en su escrito como la palabra música proviene de Europa, todo lo que no proviene de ahí no podría considerarse música, en cierta forma es cierto, la palabra música a estas alturas de la vida y en este mundo tan globalizado ya ha quedado pequeña con tantos compositores que pretenden ser auténticos y tratan de hacer algo “único”, lo que ha dado como resultado diferentes estilos musicales, música atonal, dodecafónica, electrónica (que abarca muchos géneros extraídos), por mencionar algunos, que no cumplen con las normas de lo “clásico” o técnicas, pero cumplen otras más como sensoriales, o viceversa cumplen con las reglas de la armonía, pero son sonidos generados por computadora, ruido blanco e incluso ruidos de máquinas, aun así cumplen la función de conmover al ser, se necesita ampliar el concepto o generar una definición tal que englobe todo, lo cual hasta la actualidad es imposible. Además el concepto como tal no lo define, es solamente una forma de llamarlo, la música ya existía antes de llamarle así, tal vez no era tan sofisticada como una pieza de Bethoven o Wagner, incluso el simple latir del corazón puede considerarse como música en un sentido minimalista. La música existe, no se puede definir, conceptualizarla o nombrar correctamente, pero es algo que se encuentra intrínseco en el ser humano y la naturaleza, algo que fue puesto ahí, al igual que el alma y genera conmociones en los seres vivos, capaz de transformar, movilizar, concientizar y por qué no, hasta mejorar a la humanidad.