CICLO : VII
Tabla (a).
Figura (a): Distribución de los terremotos ocurridos en Perú entre 1513 y 1959, Io ≥ VIII MM (Silgado, 1978).
Estudios recientes realizados por Tavera y Buforn (2001), Bernal et al (2001) y Bernal (2002), utilizando datos
telesismicos para el periodo 1964-1996 con mb≥5.0, han permitido concluir que la distribución espacial de los
sismos en el Perú es por demás compleja; sin embargo, ha sido posible identificar la ubicación de las principales
fuentes sismogénicas. Así, los sismos con foco superficial (h≤60 km) han sido agrupados en dos fuentes. La
primera se ubica entre la fosa y la línea de costa y la segunda, en el interior del continente paralela a la Cordillera
Andina, siendo ambas las causantes de los sismos de mayor magnitud que ocurren en Perú. Los sismos con foco
intermedio (60>h≤300 km) se agrupan en tres fuentes, una ubicada paralela a la línea de costa por debajo de los
9° Sur, otra en la zona Subandina de la región Norte y la tercera sobre toda la región Sur, siendo esta última la
que agrupa a un mayor número de sismos. Los sismos con foco profundo (h>300 km) se agrupan en dos fuentes,
una se ubica en el límite de Perú con Brasil y la segunda entre Perú y Bolivia. Asimismo, la distribución de los
sismos en profundidad sugieren que la placa de Nazca subduce por debajo del borde Oeste de Sudamérica de
dos modos diferentes conocidos como subducción subhorizontal y normal, tal como se muestra en el esquema de
la Figura (b). La subducción “subhorizontal” está presente en las regiones Norte–Centro y se caracteriza por que
se inicia con un ángulo del orden de 25°-30° hasta alcanzar una profundidad de 120 km en promedio a partir de
la cual, la placa se desplazaría de manera horizontal hasta distancias de 750 km en la región Norte y 500 km en
la región Centro, ambas desde la línea de fosa. La subducción “normal” está presente en la región Sur y aquí, la
placa de Nazca subduce con un ángulo de 30° de manera continua hasta una profundidad de 250 km y hasta una
distancia de 450 km desde la línea de fosa. Entre ambos modos de subducción, se produciría la contorsión de la
placa.
Figura (b). Esquema del modelo de subducción de la placa oceánica (Nazca) bajo la continental (Sudamericana).
a) Región Norte y Centro, b) Región Sur. Las flechas grandes indican la dirección de desplazamiento de las
placas.
3. Leyes de Atenuación.
La ecuación o ley de atenuación es una expresión semiempírica que relaciona Magnitud-Distancia-Intensidad Sísmica;
entendiéndose por estas últimas palabras a la aceleración, velocidad, desplazamiento e intensidad propiamente dicha de
eventos sísmicos; estas relaciones se obtienen de los datos que existen sobre los parámetros mencionados.
En general, los procedimientos utilizados para obtener las leyes de atenuación, consiste en ajustar curvas a los datos de
movimientos sísmicos ocurridos en diferentes regiones, por lo que las expresiones así obtenidas reflejan las
características geotectónicas de la región para la cual fueron obtenidas. Mal se haría con importar leyes de atenuación
derivadas de otras regiones para realizar estudios de peligrosidad sísmica.
La filosofía de las leyes de atenuación se puede sintetizar en dos aspectos, que son:
A una misma distancia, R se espera tener la misma intensidad sísmica (aceleración, velocidad, desplazamiento e
intensidad propiamente dicha).
4. Fuentes sismogénicas.
En Perú la ocurrencia de sismos está controlado por el campo de deformación asociado completamente al proceso de
subducción de la placa de Nazca bajo la Sudamericana (Fig. 1). En este contexto, las fuentes sismogénicas presentes en
el Perú permiten definir la existencia de al menos 4 tipos de eventos sísmicos: (a) sismos intraplaca oceánica, (b) sismos
interplaca, (c) sismos corticales y (d) sismos intraplaca de profundidad intermedia y profunda. En la Fig. 1 se muestra la
ubicación de las fuentes sismogénicas que dan origen a estos eventos sísmicos, siendo sus características más
importantes descritas a continuación.
a) Intraplaca Oceánica.
Los sismos que se producen en esta fuente son también conocidos como “sismos outer-rise” y son debidos a los procesos
de deformación y fractura de la corteza oceánica en las proximidades de la fosa peruano-chilena (límite de contacto entre
placas) como resultado de la colisión de la placa de Nazca y Sudamericana. Estos sismos son de magnitud moderada
(menores a 5 Mw) con profundidades menores a 40 km y diversidad de mecanismos de ruptura; es decir, pueden
Se debe entender que el proceso de colisión entre las placas de Nazca y Sudamérica se realiza de manera continua sobre
una superficie de contacto inclinada en dirección Este con un ángulo promedio de 28º-30º y niveles de profundidad entre
20 y 60 km. Sobre esta superficie las fuerzas que movilizan a las placas tratan de vencer la resistencia de ambas al
movimiento y de lograrlo, se produciría un sismo. Tectónicamente, este proceso se asemeja a una falla inversa y en este
caso, la placa Sudamericana cabalga sobre la de Nazca, de ahí que estos sismos sean conocidos como “sismos de tipo
thrust”.Cuanto más tiempo transcurre sin la ocurrencia de sismos, se produce mayor acumulación de energía que al
liberase produce un sismo de gran magnitud involucrando áreas grandes sobre las cuales se producen los despla-
zamientos. Estos sismos han llegado a alcanzar magnitudes de hasta 9.0 Mw y la historia sísmica de Perú los describe
como los más destructivos. Por ejemplo, los ocurridos en 1746 (Lima, 9.0 Mw), 1868 (Arequipa, 9.0 Mw), 2001 (Arequipa,
8.0 Mw) y 2007 (Pisco, 8.0 Mw). Estos dos últimos sismos han producido áreas de ruptura/fricción máxima de 370x150
km2 y 170 x100 km2 (Fig. 2).
Dentro del proceso de colisión de placas, la corteza continental ha soportado el encorvamiento continuo de su estructura
hasta formar, en el borde occidental de América del Sur, la Cordillera Andina. Durante este proceso, la corteza ha
desarrollado la formación de importantes fracturas y/o fallas geológicas que muchas veces han alcanzado longitudes de
decenas de kilómetros. Por otro lado, el escudo brasilero al desplazarse en dirección Oeste colisiona con la Cordillera
Andina y de norte a sur, ha formado en la zona subandina plegamientos de diversas longitudes de onda y alturas en cuyas
pendientes existen actualmente importantes fracturas/ fallas. La formación o reactivación de estas fallas han dado lugar a
sismos con magnitudes del orden de 6.5 Mw, que a pesar de ser moderadas, los daños por ellos producidos en las
localidades y/o ciudades cercanas son tan importantes como los correspondientes a sismos de tipo interplaca debido a
que sus hipocentros suelen tener profundidades menores a 15 km. En general, en ambos extremos de la Cordillera
Andina, los sismos son de tipo compresivo (fallas inversas) y en la cresta de la misma de tipo extensional (fallas
normales).
Ejemplos de este tipo de sismos son los ocurridos en la región subandina el 30 de mayo de 1990 y 5 de abril de 1991 (Fig.
3), ambos conocidos como sismos del Alto mayo que afectaron a todas las ciudades del departamento de San Martín.
Estos sismos se produjeron por la reactivación de tramos del sistema de fallas inversas de Moyobamba-Rioja. Otros
sismos importantes son los producidos por la falla de la Cordillera Blanca en el año 1947 (Quiches, 6.5 Mw), falla
Huaytapallana en el año 1969 (Nevado Huaytapallana, 6.0 Mw), falla Chincheros en el año 1986 (Cusco, 5.6 Mw), sistema
de fallas Ayacucho en 1999 (Chuschi, 4.5 Mw), entre otros.
En la Figura (a), se observa que las mayores concentraciones de las curvas de isoenergía se encuentran a lo largo del
borde Oeste de Perú, sugiriendo que en esta zona se ha liberado la mayor cantidad de energía sísmica. Además, en la
figura se observa que las curvas de iso-energía, al Norte de los 7° y al Sur de 15° de latitud Sur, tienden a distribuirse
hacia el interior del continente alejándose cada vez más de la línea de costa. Estas características sugieren que la
superficie de fricción de placas, principal fuente sismogenica, es muy heterogénea. En el interior del continente, las curvas
de iso-energía se distribuyen principalmente en la zona Subandina de la región Norte y Centro, mostrando una mayor
concentración en esta última. Estos resultados son coherentes con lo observado en la distribución de la sismicidad con
foco superficial. Desde el punto de vista cuantitativo, la mayor cantidad de energía fue
liberada en el extremo Norte del departamento de Arequipa (575090ue) y gran parte
de la misma, fue liberada por el sismo ocurrido en junio de 2001 (6.9mb). La energía liberada entre el departamento de
Ancash y Lima (111180 y 196900ue respectivamente), corresponden a los sismos ocurridos en octubre y mayo de 1966 y
1970 respectivamente, ambos con magnitud mb de 6.4. Asimismo, en el extremo Sur de los departamentos de Tumbes y
centro de Lima, se ha liberado 12000 y 13000ue respectivamente y gran parte se debe a los sismos ocurridos en
diciembre y octubre de 1970 (6.3mb) y 1974 (6.2mb). Como se ha observado, en las zonas donde se ha liberado gran
cantidad de energía han ocurrido sismos de magnitud elevada, lo que indicaría que el potencial sísmico de una zona no
depende del número de sismos que en ella ocurren sino de la cantidad de energía que ellos liberan. Por otro lado,
conforme tienden las líneas de iso-energía hacia la fosa ó hacia la costa, la cantidad de energía liberada tiende a
disminuir. En el interior del continente, la mayor cantidad de energía ha sido liberada en la zona de Subandina de la región
Norte (51100ue) y específicamente, en el extremo Norte del departamento de San Martín. Esta energía fue liberada por el
sismo ocurrido en noviembre de 1982 (6.3mb). Menor cantidad de energía se ha liberado en la región Central de Perú, con
un máximo de 22260ue.
Figura (a): Mapa de energía sísmica liberada en Perú por sismos con foco superficial ocurridos entre 1960 y 2002.
Los valores de energía están expresados en unidades de energía (ue).
El factor “R” es un factor de reducción de la amplificación sísmica a la que se va a ver sometido el diseño del edificio de tal
forma que regule la intensidad de la fuerza sísmica sobre la edificación.
Para comprobar que en tu análisis realizaste una buena elección del factor de modificación de respuesta, primero que
nada debes conocer de dónde sale este factor.
El factor de modificación de la respuesta depende fundamentalmente de la ductilidad global de diseño.
Por otra parte la ductilidad global de diseño depende de las características sísmicas de la región, del material empleado,
del tipo de estructura (isostática o hiperestática).
La estructura debe tener la habilidad de absorber la energía proveniente del sismo, es decir, debe tener una ductilidad
admisible que debe ser siempre superior a la demanda de ductilidad ocasionada por el registro sísmico empleado.
En caso contrario como es lógico la estructura colapsa. Para elegir un valor de R adecuado debemos tener en cuenta las
siguientes consideraciones.
1) Elegir un registro sísmico que cumpla con una característica fundamental. Que su periodo de retorno sea igual a la vida
útil de la estructura.
2) Determinar las curvas de comportamiento inelástico de los elementos que conforman la estructura, considerando la
relación fuerza deformación propuesta por Hognestad y para el acero una curva simétrica del tipo elastoplastica.
3) Definir rotulas plásticas tanto en vigas como el columnas y en el caso de columnas debemos tener presente que son
elementos que trabajan a flexocompresion por lo que se debe asignar aparte de la curva de comportamiento inelástico, el
diagrama de interacción P-M.
4) Si se tiene problemas en determinar las curvas a mano, se debe utilizar la opción Section Designer del Sap 2000., una
vez que se tenga armado el modelo se debe realizar una integración directa y para esto se recomienda utilizar el método
de iteración de Hilber-Hughes and Taylor con parámetro alfa igual a -1/3.
A partir de los gráficos de tiempo historia de las rotulas se podrá determinar las demandas de ductilidad y si llegase a
resultar que la demanda calculada con software no es similar a la determinada a partir de la relación R(u) entonces se
debe escoger otro R en caso contrario está bien elegido.
5) Según la clasificación que se haga de una edificación se usará un coeficiente de reducción de fuerza sísmica (R). Para
el diseño por resistencia última las fuerzas sísmicas internas deben combinarse con factores de carga unitarios. En caso
contrario podrá usarse como (R) los valores establecidos en Tabla N°6 previa multiplicación por el factor de carga de
sismo correspondiente.
Cuando en la dirección de análisis, la edificación presente más de un sistema estructural, se tomará el menor coeficiente
R0 que corresponda.
El diseño por desempeño es una forma de plantear los criterios de aceptación, para el análisis y diseño de estructuras,
haciendo énfasis en el comportamiento esperado, el control de daños estructurales y no estructurales y los niveles de
seguridad establecidos. A continuación se presentan los objetivos Básicos del Diseño por Desempeño.
Sismo a nivel de servicio: Se analiza y diseña la estructura para un sismo de servicio con 50% de probabilidad de
ocurrencia en los próximos 50 años. El resultado de este análisis no permite que se tenga daño alguno estructural y que la
estructura permanezca de pie.
Sismo a nivel de diseño: Se analiza y diseña la estructura para un sismo con 67% de probabilidad del sismo máximo
esperado (2% de probabilidad de ocurrencia en 50 años). El resultado de este análisis permite la deformación estructural
dentro de los límites aceptables, que no cause riesgos indebidos y la vida de los habitantes está protegida. Los elementos
no estructurales importantes permanecen anclados a la estructura que se mantiene de pie; sin embargo, algunos pueden
sufrir daños tales como fisuras o grietas.
Sismo a nivel del máximo esperado: Análisis con el Sismo Máximo Esperado (2% de probabilidad en 50 años) La
estructura va a responder con alto grado de confianza ante el sismo máximo esperado, mientras mantiene su estabilidad.
Diseño más económico con el que se reducen los costos de construcción (minimiza los costos a la larga durante el ciclo
de vida).
Permite que las características de diseño arquitectónico sean factibles, porque se presentan más opciones de diseño
lineal y no lineal.
Los modelos histeréticos pretenden representar matemáticamente la relación entre la fuerza y el desplazamiento en una
secuencia (aleatoria en eventos sísmicos) de cargar y descarga, es así que por curva de histéresis se entiende como el
comportamiento de una sección hecha de un material X al ser sometido a una carga del tipo cíclica. Este comportamiento
puede ser elástico o inelástico. Por ejemplo, el sismo (carga cíclica) produce en un material estados de carga, descarga y
recarga.
La carga sísmica es un concepto utilizado en ingeniería sísmica que define las acciones que un sismo provoca sobre la
estructura de un edificio y que deben ser soportadas por esta. Se trasmiten a través del suelo, las estructuras adyacentes
o el impacto de las olas de los maremotos.
La licuefacción de suelos es un fenómeno en el cual los terrenos, a causa de saturación de agua y particularmente en
sedimentos recientes como arena o grava, pierden su firmeza y fluyen como resultado de los esfuerzos provocados en
ellos por temblores. La licuefacción es una causa mayor de destrucción relacionada con terremotos (más aún que por la
acción directa de las ondas sobre los edificios). Esto es, la licuefacción es capaz de desplazar, hundir o bien volcar
infraestructura, sean casas, edificios u otros. Como es de esperarse, la infraestructura de regiones costeras es la que más
peligro corre y por tanto, toda obra construida en estas zonas debe contar con estudios previos y detallados que
caractericen el tipo de suelo que presenta el sitio. Una buena parte de los daños observados en Japón después del gran
terremoto del 2011 fueron causados por licuefacción de suelos. Entre las causas que originan el fenómeno de licuación
se encuentran:
La magnitud del movimiento está relacionada con la magnitud de los esfuerzos y deformaciones inducidos en el terreno
por este movimiento. Dependiendo de la distancia hipocentral, la magnitud del movimiento producirá cierto valor de
aceleración máxima en la roca basal, la cual sufrirá amplificación, dependiendo de las condiciones locales del suelo, hasta
llegar a la superficie, de esta manera la propagación de las ondas de corte durante un terremoto a través del esqueleto del
suelo, producirá una complicada distribución de esfuerzos de corte en función del tiempo, causando así deformaciones en
la masa de suelo cuya magnitud dependerá de la magnitud del terremoto.
Normalmente la duración de un movimiento sísmico es corto (entre 5 a 40 segundos), pero si este es intenso, predominará
la condición no drenada, es decir la disipación de la presión de poros se verá restringida, y por el contrario se evidenciará
el aumento de la misma, produciendo en algún momento condiciones de esfuerzo efectivo nulo, y por lo tanto, licuación.
Los suelos más susceptibles a sufrir licuación son aquellos que poseen una granulometría uniforme, siendo las arenas
finas uniformes las que son más propensas a licuar que las arenas gruesas uniformes. Además, según algunos autores
las arenas limosas poseen mayor resistencia a sufrir licuación con respecto a las arenas limpias o con escaso contenido
de finos. El problema de licuación será más serio si el suelo tiene un coeficiente de uniformidad mayor o igual a 2.
Densidad Relativa.
Durante la ocurrencia de un terremoto, una arena suelta puede sufrir licuación mientras que este mismo suelo en un
estado más compacto puede no evidenciar el fenómeno. Una arena con un valor de resistencia a la penetración estándar
de 40 golpes/30cm (densidad relativa de 70 a 80%) puede mostrar evidencias de licuación en la forma de volcanes de
arena, pero no es probable que experimente más del 10% de deformación por corte bajo la influencia de la vibración
sísmica, aún después de que se hayan desarrollado altas presiones de poros.
Es una condición necesaria para que ocurra licuación. La presión de poros, producida por el agua que ocupa los vacíos
existentes entre las partículas del material debido a la posición del nivel freático, se incrementa por efecto de la vibración
Desplazamiento Lateral.
Es el tipo más común de falla del terreno por licuación de suelos. Este tipo de falla involucra el movimiento lateral de las
capas superficiales como resultado de la licuación y la pérdida transitoria de la resistencia de las capas inferiores.
Falla de Flujo.
Son las fallas del terreno más catastróficas causadas por el fenómeno de licuación. Los flujos pueden movilizarse a
grandes distancias (decenas de metros) a altas velocidades (decenas de Km/h). Los flujos pueden involucrar suelo
completamente licuado o bloques de suelo firme viajando sobre una capa de suelo licuado. Este tipo de falla se desarrolla
generalmente enarenas saturadas, sueltas, con pendiente del terreno mayor que 5%.
Cuando el suelo que soporta una edificación licua y pierde su resistencia, pueden ocurrir grandes deformaciones en el
suelo, que ocasionan que la edificación se asiente, se incline o sumerja. Aunque esta es una falla espectacular, es la
menos común producida por licuación.
https://www.eeri.org/site/images/projects/oralhistory/bertero.pdf
http://www.igp.gob.pe/portal/images/documents/64/publicaciones/otras_publicaciones/monografias/sismicidad_tectonic
a_peru_Bernal_Tavera.pdf
https://revistas.ucm.es/index.php/FITE/article/viewFile/FITE9898110187A/12151
http://www.ai.org.mx/ai/images/sitio/201310/ingresos/gbe/dise_o_por_desempe_o_presentacion.pdf
http://www.ai.org.mx/ai/images/sitio/201310/ingresos/gbe/dise_o_por_desempe_o_trabajo_final.pdf
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/6148/10Cap6.pdf;jsessionid=89AA438C5424678B8411D498A6833D0D.tdx
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http://www.scribd.com/doc/2567670/licuacion-de-suelos-y-resistencia-ciclica-ing#scribd