Lo primero que hay que tener en cuenta es que independientemente de que el empuje sea
sísmico o en situación persistente o transitoria, los terrenos cohesivos, presentan una zona de
retracción superficial, que produce un agrietamiento.
Esta zona de retracción superficial, alcanza una profundidad H r, que puede cuantificarse como:
Siendo:
A partir del esquema de la figura superior, el empuje activo dinámico EAD puede oobenerse
como: