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RX-1005; No. of Pages 14 ARTICLE IN PRESS

Radiología. 2017;xxx(xx):xxx---xxx

www.elsevier.es/rx

ACTUALIZACIÓN

Atrapamientos y choques extraarticulares de la

cadera: revisión de la literatura
N. Arévalo Galeano a,∗ , N. Santamaría Guinea b , J. Gredilla Molinero c y M. Grande Bárez b

a
Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Clínico San Carlos, Madrid, España
b
Unidad Central de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid, España
c
Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid, España

Recibido el 20 de junio de 2017; aceptado el 19 de septiembre de 2017

PALABRAS CLAVE Resumen El dolor inguinal o de cadera es un motivo de consulta muy frecuente. Debido a las
Atrapamiento múltiples causas que pueden generarlo, y a que en muchas ocasiones comparten característi-
extraarticular de cas clínicas y demográficas, las pruebas de imagen desempeñan un papel complementario en
cadera; el diagnóstico etiológico. Se han descrito nuevas formas de atrapamiento extraarticular de la
Atrapamiento cadera como causa de dolor y limitación funcional, en especial en pacientes jóvenes activos.
isquiofemoral; Incluyen el atrapamiento isquiofemoral, el choque subespinoso o de la espina iliaca anteroinfe-
Choque de la espina rior, el atrapamiento del iliopsoas y el choque pélvico-trocantéreo. De forma general, se deben
iliaca anteroinferior; a un problema mecánico que conduce al contacto anormal o excesivo entre el fémur proxi-
Choque subespinoso; mal y la pelvis ósea, o las partes blandas interpuestas. Realizamos una revisión actualizada de
Atrapamiento del estas formas de atrapamiento extraarticular de la cadera, describiendo la fisiopatología, las
iliopsoas; manifestaciones clínicas, los hallazgos radiológicos más comunes y el tratamiento.
Choque © 2017 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
pélvico-trocantéreo

KEYWORDS Extra-articular hip impingement: a review of the literature

Extra-articular hip
impingement; Abstract Hip and groin pain is a common clinical problem. Multiple causes can generate hip
Ischiofemoral or groin pain, often sharing clinical and demographic characteristics. Diagnostic imaging tests
impingement; play an important role in the etiological diagnosis. New forms of extra-articular hip impinge-
Subspine ment have recently been recognized as a cause of hip pain and limited function especially in
impingement; young active patients. These conditions include ischiofemoral impingement, anterior inferior
Psoas impingement; iliac spine and subspine impingement, iliopsoas impingement and greater trochanteric-pelvic
Greater
trochanteric-pelvic
impingement

∗ Autor para correspondencia.

Correo electrónico: noeliaarevalo@hotmail.com (N. Arévalo Galeano).

https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
0033-8338/© 2017 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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2 N. Arévalo Galeano et al.

impingement. In general, they are caused by a mechanical conflict with an abnormal or exces-
sive contact between the proximal femur and pelvis and/or soft tissue between them. In this
manuscript we review the physiopathology, clinical presentation, the most common radiologic
findings and treatment of these forms of extra-articular hip impingement.
© 2017 SERAM. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved.

Introducción imagen de estas formas de atrapamiento extraarticular de

El dolor de cadera y el dolor inguinal son un motivo de con-
sulta muy frecuente y pueden deberse a una gran variedad
de causas de diferente fisiopatología, pero que comparten
características clínicas y demográficas, por lo que el diag-
nóstico etiológico final constituye un reto.
Los atrapamientos en la cadera, ya sean intraarticulares
(choque femoroacetabular) o extraarticulares, han adqui-
rido una especial relevancia en los últimos años como causa
de dolor y limitación funcional, en especial en pacientes
jóvenes activos
En 2003, Ganz et al.1 describieron el choque femo-
roacetabular (CFA) como «un contacto anormal entre el
fémur y la cavidad acetabular secundario a alteraciones
morfológicas o a un movimiento articular en un rango exce-
sivo o suprafisiológico». Recientemente se ha redefinido al
síndrome de CFA como una patología clínica asociada al
movimiento de la cadera que representa un contacto sin-
tomático prematuro entre el fémur y el acetábulo, para
cuyo diagnóstico deben existir síntomas y hallazgos en la
exploración física y en las pruebas de imagen que sean
compatibles2 .
En los últimos años se han descrito nuevas formas de
atrapamiento extraarticular de la cadera, que incluyen el
atrapamiento isquiofemoral, el choque subespinoso o de la
espina iliaca anteroinferior (EIAI), el atrapamiento del iliop-
soas y el choque pélvico-trocantéreo.
De forma general, están causadas por un problema mecá-
nico que conduce a un contacto anormal o excesivo entre
el fémur proximal y la pelvis ósea, o de las partes blandas
interpuestas3 .
En el diagnóstico de estas formas de atrapamiento
extraarticular de cadera, la clínica y la exploración física
dinámica son fundamentales. El papel de las pruebas de
imagen será apoyar la sospecha clínica y, en ocasiones,
participar en el tratamiento, ya sea como guía para la
administración percutánea de medicación o como ayuda al
traumatólogo en la planificación quirúrgica.
No es infrecuente encontrar signos radiológicos compati-
bles en pacientes asintomáticos, y por otro lado, los límites
entre los cambios morfológicos que pueden constituir un sus-
trato patológico o una variante de la normalidad son todavía
muy confusos. Por ello, debemos señalar la necesidad de
ser especialmente cautos en el diagnóstico exclusivamente
radiológico de estos síndromes, para evitar intervenciones
innecesarias.
Existe un creciente interés por definir los factores predis-
ponentes, los mecanismos fisiopatológicos y los hallazgos de
la cadera, si bien a día de hoy todavía persisten numerosas
incógnitas, por lo que son necesarios nuevos estudios para
mejorar la comprensión y la precisión diagnóstica mediante
la validación de criterios clínico-radiológicos3---7 .
A continuación realizaremos una revisión actualizada de
estas formas de atrapamiento extraarticular de la cadera,
describiendo su fisiopatología, las manifestaciones clínicas
y los hallazgos radiológicos más comunes; finalmente, hare-
mos una breve referencia a su tratamiento (tabla 1).
Atrapamiento isquiofemoral
El atrapamiento isquiofemoral, descrito por primera vez en
pacientes sin antecedentes de artroplastia en 20088,9 , se
refiere al dolor de cadera atribuible a un estrechamiento
del espacio entre la tuberosidad isquiática o la inserción de
los isquiotibiales y el trocánter menor, con compresión inter-
mitente y repetitiva del músculo cuadrado femoral3,6,10 .
El espacio isquiofemoral puede ser evaluado, a su vez,
mediante la valoración de dos espacios (medidos en un plano
axial a la altura del trocánter menor):
- El espacio isquiofemoral propiamente dicho (EIF), definido
como la distancia menor entre la tuberosidad isquiática y
el trocánter menor.
- El espacio del cuadrado femoral (ECF), que constituye el
espacio más estrecho por donde tiene que pasar el mús-
culo cuadrado femoral, delimitado medialmente por el
margen lateral de los tendones isquiotibiales (en concreto
por el tendón del semimembranoso) y lateralmente por el
trocánter menor o el margen medial del tendón del psoas,
o por ambos11 (fig. 1).
Si bien no se han estandarizado los límites de la nor-
malidad para estos espacios, en varios estudios de casos y
controles publicados en los últimos años se constata que, en
los pacientes sintomáticos, el EIF y el ECF son significativa-
mente menores que en los pacientes asintomáticos11---13 .
En un metaanálisis, Singer et al.14 concluyen que existe
una fuerte correlación entre el estrechamiento del EIF y del
ECF y la presencia de edema o atrofia en el vientre mus-
cular del cuadrado femoral en el contexto de una cadera
dolorosa, pero que la presencia aislada de un estrecha-
miento de estos espacios es insuficiente para el diagnóstico.
Además, proponen como medidas umbral de la normalidad
15 mm para el EIF y 10 mm para el ECF14 . Previamente,
en otras publicaciones11,12 se han propuesto como medidas

Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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Atrapamientos y choques extraarticulares de la cadera: revisión de la literatura 3

Tabla 1 Resumen de las diferentes formas de atrapamiento extraarticular de la cadera

Características clínicas
Atrapamiento ♀, 50-55 años (rango 11-77
isquiofemoral años)
Dolor región glútea
profunda, ↑ RE-EX-AD
Test del atrapamiento
isquiofemoral, test de la
deambulación con pasos
largos positivo
Choque subespinoso ♂, 15-30 años activos ≈ CFA
o de la EIAI Dolor inguinal/anterior, ↑
FL forzada
Test de atrapamiento
positivo
Atrapamiento del ♀, 25-35 años
iliopsoas Dolor inguinal/anterior, ↑
FL y sedestación prolongada
Test de atrapamiento
positivo
Choque pélvico ♀ ≈ ♂, 15-40 años
-trocantéreo Dolor lateral o
posterolateral, ↑ EX y ABD
Signo de la «palanca de
cambios» y marcha en
Trendelemburg positivos
ABD: abducción; AD: aducción; AP: anteroposterior; CFA: choque femoroacetabular; EIAI: espina iliaca anteroinferior; EX: extensión; FL:
flexión; RE: rotación externa; RM: resonancia magnética; TC: tomografía computarizada.
Fisiopatología
Reducción del espacio
isquiofemoral o del espacio
cuadrado femoral con
atrapamiento del músculo
cuadrado femoral, que resulta
dañado con una gravedad
variable
Etiología multifactorial
Daño agudo o crónico por
microtraumatismos repetidos
de la inserción del tendón del
recto femoral en la EIAI →
apofisitis, avulsión ósea o
tendinosa.
Anomalía del desarrollo con
una EIAI anormalmente baja,
retroversión acetabular
Hipertrofia y remodelación del
espacio óseo subespinoso
Presión excesiva del tendón del
iliopsoas sobre el labrum
anterior, especialmente con
movimientos de EX
Sin signos de CFA
Alteración morfológica de la
epífisis proximal del fémur de
etiología multifactorial →
posición anormalmente alta del
macizo trocantéreo respecto a
la cabeza femoral, coxa vara
Hipermovilidad o hiperlaxitud
(sin alteraciones morfológicas)
Hallazgos radiológicos
RM de pelvis o cadera unilateral
Reducción del espacio
isquiofemoral o del cuadrado
femoral + alteraciones
estructurales del músculo
cuadrado femoral (edema, rotura
fibrilar o atrofia)
Radiografía simple (AP de pelvis y
falso perfil de cadera) y TC con
reconstrucciones en 3D
Hipertrofia ósea de la EIAI o
calcificación heterotópica del
tendón del recto femoral con
extensión anteroinferior
Fractura del reborde acetabular,
daño condrolabral focal, signos de
CFA coexistentes
RM/artro-RM
Lesión del labrum anterior
(posición horaria a las 3 para
cadera derecha y a las 9 para la
cadera izquierda)
Radiografía simple (proyección AP
de pelvis o cadera)
Alteraciones morfológicas típicas
(coxa vara, magna, breva o plana,
posición alta del trocánter
mayor ± displasia acetabular)

Figura 1 Imágenes de RM en el plano axial potenciadas en T1. Relaciones anatómicas del espacio isquiofemoral (a) y diferenciación
entre el espacio isquiofemoral y el espacio del cuadrado femoral (b). Músculo cuadrado femoral (delimitado por la línea continua)
en el espacio isquiofemoral, situado entre el trocánter menor (TM) y el isquion (ISQ). Inserción tendinosa de los isquiotibiales (flecha
blanca). Nervio ciático (círculo). Obturador externo (estrella). Espacio isquiofemoral (línea continua). Espacio del cuadrado femoral
(línea discontinua).

Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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4 N. Arévalo Galeano et al.

Tabla 2 Factores etiológicos y predisponentes del atrapamiento isquiofemoral

Factores posicionales:
− Extensión, aducción y rotación externa
Factores congénitos:
− Coxa valga
− Coxa breva
− Displasia de cadera del adulto (incluyendo las formas más leves que pueden producir inestabilidad de la cadera)
− Incremento del ángulo de antetorsión femoral
− Posición posteromedial del fémur proximal
− Trocánter menor excesivamente prominente
− Configuración anatómica de la pelvis ósea femenina (con un diámetro transverso mayor que el anteroposterior, aumento
del ángulo isquiático y aumento de la distancia intertuberosa)
Factores adquiridos:
− Inclinación anormal de la pelvis (con tendencia a la retroversión)
− Desequilibrio entre la musculatura aductora y abductora de la cadera
− Fracturas con consolidación anormal del trocánter menor
− Osteotomías intertrocantéricas en valgo
− Tumoraciones óseas expansivas (p. ej., osteocondromas)
− Entesopatía en la inserción proximal de los isquiotibiales
− Actividades deportivas que requieran movimientos forzados o extremos de la cadera (p. ej., fútbol, ballet, artes
marciales...)
− Coxa profunda/protrusión acetabular

normales en torno a los 20 mm y los 10 mm, respecti-
vamente. No obstante, hay que tener en cuenta que la
valoración exclusivamente cuantitativa de estos espacios
como medidas estáticas no permite establecer el diagnóstico
de atrapamiento isquiofemoral, puesto que pueden variar
significativamente en un mismo paciente según el grado
de rotación, aducción y extensión de la cadera en que se
adquieran las imágenes15---17 .
Se han descrito numerosas causas y factores predispo-
nentes que podrían conducir al estrechamiento del EIF.
Pueden clasificarse en factores posicionales, congénitos o
adquiridos10---12,17---20 (tabla 2).
El atrapamiento isquiofemoral es más prevalente en
mujeres de mediana edad (50-55 años). Los pacientes aque-
jan dolor inguinal o en la región glútea profunda, que se
incrementa con los movimientos de rotación externa con
extensión y aducción de la cadera21 . Cuando el atrapa-
miento es secundario a movimientos extremos de la cadera
(p. ej., en algunas actividades, como danza, artes marcia-
les..), la sintomatología puede tener un inicio más agudo.
No es infrecuente que exista irradiación del dolor a la
región posterior del muslo, hasta la rodilla, por irrita-
ción del nervio ciático. En ocasiones, los pacientes refieren
sensación de chasquido o bloqueo, y pueden presentar
limitación a la sedestación prolongada y a las actividades
físicas de la vida diaria, típicamente a caminar con pasos
largos7,16,18,22 .
Se han descrito test clínicos para esta afección, que inclu-
yen la prueba del atrapamiento isquiofemoral (considerada
positiva cuando, con el paciente en decúbito lateral sobre
la cadera no dolorosa, el dolor se reproduce con la exten-
sión y aducción pasiva de la cadera afecta) y la prueba de la
deambulación con pasos largos (considerada positiva cuando
el dolor se reproduce con la extensión de la cadera al cami-
nar con pasos largos y se alivia con la deambulación con
pasos cortos o con la cadera en abducción)16,18 .
En cuanto a los hallazgos radiológicos del atrapamiento
isquiofemoral, la radiografía simple de la pelvis o de la
cadera suele ser normal, aunque en ocasiones pueden
apreciarse alteraciones estructurales que condicionan el
estrechamiento del EIF (p. ej., coxa valga, coxa profunda,
exóstosis...), o bien cambios óseos crónicos en pacientes
con clínica de larga evolución (p. ej., esclerosis o quistes
subcorticales en el isquion o en el trocánter menor)4,10,18 .
La resonancia magnética (RM) de pelvis o de cadera unila-
teral es la técnica de imagen de elección para el diagnóstico
del atrapamiento isquiofemoral. Los hallazgos que sugieren
el diagnóstico son la reducción del EIF o del ECF junto con
alteraciones de señal del músculo cuadrado femoral. Estas
alteraciones en el músculo cuadrado femoral comprenden
desde el edema (en grado variable, en general de leve a
moderado) hasta la rotura fibrilar, que característicamente
se produce en la zona de máximo estrechamiento del EIF.
En los pacientes con clínica de larga evolución puede iden-
tificarse una importante atrofia con infiltración grasa del
músculo cuadrado femoral. Los hallazgos pueden ser bila-
terales hasta en el 30% de los casos3 (figs. 2 y 3).
Otros signos que podemos encontrar son edema en torno
al tendón del iliopsoas, edema o tendinopatía de los isquio-
tibiales, edema óseo o cambios crónicos (esclerosis, quistes
subcorticales...) en el isquion o en el trocánter menor, y
formación de neobursas4,6,10---12,16 (fig. 4).
Es esencial correlacionar los datos radiológicos con la
clínica del paciente, puesto que el estrechamiento del
EIF, ya sea asociado o no a alteraciones en el mús-
culo cuadrado femoral, puede encontrarse en pacientes
asintomáticos14,23---25 .
Por otro lado, los pacientes muy sintomáticos no siempre
tienen el EIF más estrecho; de hecho, no es infrecuente que
pacientes con estrechamiento del EIF y edema en el músculo
cuadrado femoral en ambas caderas solo refieran dolor en
una de ellas6,7,11 .

Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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Atrapamientos y choques extraarticulares de la cadera: revisión de la literatura 5

Figura 2 Atrapamiento isquiofemoral. Mujer de 42 años con coxalgia mecánica izquierda de larga evolución que irradia a la rodilla.
En la TC (a) se objetiva una reducción asimétrica del espacio isquiofemoral en la cadera izquierda (líneas discontinuas). Imágenes
de RM con secuencias STIR (b), DP con supresión de la grasa (c) y T1 (d), en las que se aprecia atrofia en el vientre muscular del
cuadrado femoral izquierdo con edema fibrilar en la zona de mayor estrechamiento del espacio (flechas en b y c) y efecto masa
sobre el nervio ciático izquierdo (flecha en d).

Figura 3 Atrapamiento isquiofemoral. Mujer de 62 años con dolor en la región glútea derecha de larga evolución que irradia al
muslo, empeora con la sedestación y se ha reagudizado en las últimas semanas. Imágenes de RM con secuencias en T1 (a), T2 con
supresión de la grasa (b) y STIR (c), en las que se aprecia una reducción del espacio del cuadrado femoral con atrofia y rotura del
vientre muscular del cuadrado femoral en el lado derecho (flechas en b y c).

Por ello, para realizar un diagnóstico de confianza del
atrapamiento isquiofemoral debe existir estrechamiento de
uno o de ambos espacios (EIF/ECF), alteraciones estructu-
rales (edema o atrofia) en el músculo cuadrado femoral y
clínica dolorosa en la cadera homolateral14 .
El diagnóstico diferencial principal debe realizarse con
una distensión o rotura traumática del músculo cua-
drado femoral. En estos casos suele haber un antecedente
traumático claro, no hay estrechamiento del EIF y la
rotura muscular típicamente se produce en la unión
miotendinosa6,8,26 .
En cuanto al tratamiento, al inicio suele optarse por
una actitud conservadora con restricción de la activi-
dad física, rehabilitación y tratamiento farmacológico con
antiinflamatorios. El siguiente escalón terapéutico con-
siste en la administración local, en el EIF, de corticoides,

Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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6 N. Arévalo Galeano et al.

Figura 4 Atrapamiento isquiofemoral. Varón de 45 años con dolor inguinal derecho. a) Radiografía simple de cadera que muestra
irregularidad y esclerosis en el trocánter menor y en el isquion. b) Imagen de RM con secuencia STIR en la que se aprecia una
reducción del espacio isquiofemoral, edema en el vientre muscular del cuadrado femoral y edema óseo en el isquion.

anestésicos locales o sustancias irritantes (proloterapia),
guiada por ecografía o por tomografía computarizada
(TC)7,13,16,27,28 . Esta medida puede emplearse también con
fines diagnósticos en casos dudosos o con una clínica atípica,
al demostrarse el alivio sintomático10,13,16,18 .
En aquellos casos con clínica refractaria al trata-
miento conservador se considerará la cirugía, realizando
la descompresión del EIF mediante resección del trocánter
menor y liberación o desbridamiento del músculo cuadrado
femoral5,7,18,22,29 .
Choque subespinoso y de la espina iliaca
anteroinferior
caudalmente respecto al reborde acetabular (fig. 5). Según
esta clasificación, la morfología tipo I sería considerada nor-
mal, mientras que las de los tipos II y III se asociarían a una
limitación del movimiento y estarían relacionadas con la
generación de síntomas, la tipo II en el choque subespinoso
y la tipo III en el choque de la EIAI21,32---35 .
En su estudio, Balazs et al.36 concluyen que hay un alto
porcentaje de individuos con EIAI de morfología tipo II y
tipo III asintomáticos, y que la clasificación de Hetsroni tiene
una alta sensibilidad en pacientes con síntomas de choque,
pero una baja especificidad, por lo que otros factores deben
contribuir en la generación de los síntomas.
El choque de la EIAI se produce por una EIAI hipertrófica
o elongada, que puede ser secundaria a:

El choque de la EIAI es un diagnóstico clínico-radiológico - Un antecedente traumático, que se considera la causa

relativamente reciente30 . Está causado por un problema
mecánico debido a una EIAI con una posición o una mor-
fología alterada que impacta con el cuello femoral distal,
especialmente con los movimientos en flexión de la cadera,
produciendo un atrapamiento óseo o de las partes blandas
interpuestas, o de ambos4---6,31,32 .
Carton y Filan32 proponen diferenciar el choque de la
EIAI, que tiene una situación exclusivamente extraarticular,
del choque subespinoso, que se produciría por una alteración
estructural del espacio subespinoso, situado entre el borde
inferior de la EIAI y el reborde acetabular, y que es esen-
cialmente intraarticular. Ambas formas de choque pueden
coexistir y comparten características clínico-demográficas,
pero las manifestaciones radiológicas y el tratamiento son
diferentes7,21,32,33 .
La EIAI se sitúa craneal al reborde acetabular anterosupe-
rior, en ella se originan el tendón directo del músculo recto
femoral y el tendón del músculo iliocapsular, y tiene una
morfología variable. Hetsroni et al.34 proponen un método
de clasificación morfológica de la EIAI en tres tipos, basán-
dose en las relaciones entre la EIAI y el reborde acetabular
anterosuperior: tipo I, en la que la cortical del hueso iliaco
entre el nivel inferior de la EIAI y el reborde acetabular
anterosuperior es lisa, sin prominencia ósea; tipo II, en la
que una EIAI prominente alcanza el nivel del reborde aceta-
bular; y tipo III, en la que una EIAI prominente se extiende
más frecuente. Puede producirse una apofisitis de la EIAI
por microtraumatismos repetitivos de tracción, o bien una
avulsión ya sea de la propia apófisis ósea o de la inserción
del tendón directo del músculo recto femoral. Aunque la
mayoría de los pacientes que sufren una avulsión traumá-
tica de la EIAI tienen una buena respuesta al tratamiento
conservador, en algunos casos el desplazamiento inferior
de la apófisis conducirá a una mala unión, con una EIAI
anormalmente elongada o hipertrófica. En caso de produ-
cirse daño en el tendón del músculo recto femoral, puede
desarrollarse una calcificación heterotópica como parte
del proceso reparativo.
- Una anomalía del desarrollo, con una EIAI anormalmente
baja, generalmente en asociación con retroversión del
acetábulo.
- Un exceso de corrección en una osteotomía periacetabular
en pacientes con displasia de cadera6,31,32 .
El choque subespinoso se produce por una alteración
morfológica en el espacio subespinoso. El hueso entre la
EIAI (que en este caso puede tener una morfología y posi-
ción normales) y el reborde acetabular suele ser cóncavo,
insertándose en él la cápsula articular y el ligamento ilio-
femoral medialmente, y el tendón reflejo o indirecto del
recto femoral lateralmente. Por exceso de tracción de estas
estructuras con determinados movimientos de la cadera

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Atrapamientos y choques extraarticulares de la cadera: revisión de la literatura 7

Figura 5 Estudios de TC con reconstrucciones en 3 D. Tipos de espina iliaca anteroinferior (EIAI) según la clasificación de Hetsroni.
Tipo I: la EIAI es de tamaño normal y la cortical del hueso iliaco entre el nivel inferior de la EIAI y el reborde acetabular anterosuperior
es lisa, sin prominencia ósea (flecha). Tipo II: la EIAI es prominente y alcanza el nivel del reborde acetabular anterosuperior (flecha).
Tipo III: la EIAI elongada se extiende caudalmente respecto al reborde acetabular anterosuperior (flecha).

(especialmente en hiperextensión y rotación forzada) puede
producirse una hipertrofia del hueso subespinoso (que pasará
a ser recto o convexo), con reducción efectiva de este espa-
cio y atrapamiento secundario de las partes blandas con los
movimientos de flexión, aducción y rotación interna de la
cadera32 .
El choque subespinoso y de la EIAI comparten carac-
terísticas clínicas y demográficas7,32 . Tienen una mayor
incidencia en pacientes jóvenes deportistas, típicamente
entre los 15 y los 30 años de edad, y predominan en el
sexo masculino. Se manifiesta con dolor inguinal o en la
región anterior de la cadera cuando el paciente realiza
movimientos de flexión forzada o flexión mantenida, y se
agrava en determinadas actividades deportivas, especial-
mente en aquellas que requieren chutar o dar patadas,
y realizar carreras de velocidad, como por ejemplo en el
fútbol3 , siendo en ocasiones la afectación unilateral en la
pierna dominante7,35 .
En la exploración física, el test de atrapamiento es posi-
tivo, con limitación a la aducción y a la rotación interna con
la cadera en flexión de 90◦ , e hipersensibilidad a la palpación
sobre la EIAI4---7,31,32 .
En el diagnóstico radiológico desempeñan un papel
fundamental la radiografía simple (en las proyecciones ante-
roposterior de la pelvis y de falso perfil de la cadera o
de Lequesne) y la TC, en especial las reconstrucciones

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8 N. Arévalo Galeano et al.

Figura 6 Choque de la espina iliaca anteroinferior (EIAI). Varón de 32 años que practica fútbol, con dolor inguinal y limitación
a la flexión de la cadera. En la radiografía simple de pelvis (a), la RM potenciada en T1 (b) y la TC con reconstrucción en 3 D
(c) se observa una importante hipertrofia de la EIAI con morfología tipo III (flecha continua). El paciente fue intervenido con
descompresión endoscópica de la EIAI (asterisco en d), con significativa mejoría clínica. Nótese que la EIAI izquierda también es
prominente, alcanzando el nivel del techo acetabular con morfología tipo II (flecha discontinua).

volumétricas 3 D, que serán de gran valor para el cirujano
ortopédico en la evaluación preoperatoria.
Los hallazgos radiológicos más importantes, apreciables
tanto en la radiografía simple como en la TC, son:
- Hipertrofia ósea con deformidad o excesiva elongación de
la EIAI, con extensión caudal a nivel del reborde acetabu-
lar o por debajo del mismo (figs. 6 y 7).
- Calcificación heterotópica en el trayecto de los tendones
del músculo recto femoral.
- Ocasionalmente pueden verse pequeños quistes en el cue-
llo femoral en una situación más distal que los descritos
en el pinzamiento femoroacetabular4,6,32,33 .
- Hipertrofia ósea en el espacio subespinoso21,32 (fig. 8).
Por todo lo anterior, para un manejo terapéutico óptimo
será imprescindible una adecuada correlación entre los
hallazgos radiológicos y la valoración clínica de cada
paciente21 . El tratamiento es quirúrgico y el abordaje
dependerá del tipo de choque y de la presencia de patolo-
gía intraarticular acompañante. En caso de que la clínica se
atribuya exclusivamente a un choque distal por una EIAI muy
elongada, el tratamiento de elección será la descompresión
artroscópica de la EIAI con un abordaje extraarticular. En el
choque subespinoso, y siempre que haya datos de patología
intraarticular (generalmente en relación con un síndrome
de CFA), será de elección la descompresión artroscópica con
abordaje intraarticular del espacio subespinoso, que además
permitirá en el mismo tiempo quirúrgico la reparación de la
unión condrolabral y de las anomalías óseas femoroacetabu-
lares asociadas5,7,21,30---32,35,37 .

Dado que con frecuencia ambas afecciones coexisten con

signos de CFA31,32,35 , el papel de la RM y de la artro-RM radica
en la detección de patología intraarticular asociada, que
será especialmente relevante en el choque subespinoso, en
el que se han descrito fracturas del reborde acetabular y
lesiones condrolabrales focales similares a las visibles en la
CFA tipo pincer, que algunos autores atribuyen a un compo-
nente de sobrecobertura acetabular como resultado de las
alteraciones morfológicas en el espacio subespinoso21,32 .
No es infrecuente el hallazgo incidental de una EIAI
anormalmente elongada, o de calcificaciones heterotópicas
siguiendo el trayecto de los tendones del recto femoral en
pacientes asintomáticos5,36 .
Atrapamiento del iliopsoas
El pinzamiento del iliopsoas es una afección infrecuente,
descrita en 200738 basándose en hallazgos artroscópicos, que
consiste en la presencia de lesiones en el labrum anterior
(posición horaria 3 para la cadera derecha y 9 para la cadera
izquierda) atribuibles a un exceso de presión ejercida por el
tendón del psoas.
Tanto en el CFA como en el resto de las afecciones que se
asocian a un daño labral (traumatismo, displasia del desarro-
llo de la cadera, hiperlaxitud de la cápsula articular...), la
mayoría de las roturas labrales se producen típicamente en

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de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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Atrapamientos y choques extraarticulares de la cadera: revisión de la literatura 9

Figura 7 Choque de la espina iliaca anteroinferior (EIAI). Mujer de 16 años que practica fútbol, con dolor inguinal derecho,
limitación funcional y test de atrapamiento positivo. Imágenes del topograma (a), de TC en plano sagital (b) y reconstrucción 3 D (c)
en las que se identifica una hipertrofia de la EIAI tipo III en la cadera derecha que sobrepasa el techo del acetábulo. En la radiografía
simple posquirúrgica (d) se aprecia la resección parcial de la EIAI elongada. En una radiografía simple realizada 5 años antes (e), la
EIAI en desarrollo era normal.

la región anterosuperior (posición horaria 1-2 en la cadera
derecha y 10-11 en la cadera izquierda)4---7,39,40 .
En dos estudios de series de pacientes publicados por
Domb et al.39 y por Cascio et al.41 se describen lesiones
labrales localizadas exclusivamente y de forma atípica en
el labrum anterior, asociadas a una presión anormal del ten-
dón del psoas reproducible mediante movimientos pasivos
durante el procedimiento artroscópico, y con mejoría clí-
nica en la mayoría de los pacientes tras la reparación del
labrum y la tenotomía del psoas.
Se han propuesto varias teorías etiopatogénicas que tra-
tarían de explicar el mecanismo lesional:
- Un tendón del iliopsoas inflamado o tenso que produciría
un atrapamiento del labrum anterior durante los movi-
mientos de extensión de la cadera.
- Un tendón del iliopsoas adherido al complejo capsu-
lolabral que produciría daño del labrum por tracción
repetitiva con el movimiento6,39,42 .
Clínicamente esta afección es poco frecuente y la mayo-
ría de los casos se producen en mujeres jóvenes, con una
media de edad de 25-35 años. Acuden por dolor inguinal
o en la región anterior de la cadera que empeora con los
movimientos de flexión o con la sedestación prolongada, y
el test de atrapamiento a la exploración física es positivo. En
ocasiones, los pacientes presentan hiperalgesia a la palpa-
ción sobre el tendón del psoas.
El atrapamiento del iliopsoas no debe confundirse con
la cadera en resorte extraarticular interna (coxa saltans
interna) ni con el atrapamiento del iliopsoas tras una artro-
plastia total de cadera. La cadera en resorte extraarticular
interna se produce durante el desplazamiento del tendón
del músculo iliopsoas sobre la eminencia pectínea o sobre
el complejo capsulolabral anterior y la cabeza femoral, con
un chasquido doloroso, y en ocasiones audible, reproducible
en la exploración física. El atrapamiento del iliopsoas tras
una artroplastia total de cadera es secundario a la tendino-
patía del iliopsoas por fricción entre el tendón y la prótesis
(por sobredimensión o mal alineamiento de alguno de los
componentes)43---45 .
Si bien todavía no existen criterios de imagen validados
que permitan realizar un diagnóstico preoperatorio de cer-
teza, el hallazgo en un estudio de RM o de artro-RM de una
lesión aislada en el labrum anterior (posición horaria 3 en
la cadera derecha o 9 en la izquierda), sin extensión hacia
el labrum anterosuperior, en ausencia de signos radiológicos
sugestivos de CFA o de displasia acetabular, debe sugerirnos
el diagnóstico de atrapamiento del iliopsoas39,40,45 (fig. 9).
El diagnóstico definitivo de atrapamiento del iliopsoas se
realiza durante el procedimiento artroscópico, cuando se
observa un daño del labrum de gravedad variable (desde

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de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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10 N. Arévalo Galeano et al.

Figura 8 Choque subespinoso. Varón de 32 años con dolor inguinal y limitación funcional en la cadera derecha. En las radiografías
(a y b) y en las imágenes de TC (c) y artro-RM (d y f) se aprecia la prominencia de la espina iliaca anteroinferior y del espacio
subespinoso, que alcanzan el reborde acetabular, y signos asociados de choque femoroacetabular con deformidad tipo cam y rotura
del labrum (flecha en e).

Figura 9 Atrapamiento del iliopsoas. Mujer de 24 años con dolor en la cadera y la ingle derechas. Test de atrapamiento positivo
y dolor a la palpación en la región inguinal. En las imágenes de artro-RM con secuencias T1 con supresión de la grasa en planos
sagital (a) y axial oblicuo (b) se identifica una rotura del labrum anterior, profundo al tendón del iliopsoas, sin extensión al labrum
anterosuperior (flecha). En la radiografía simple (no mostrada) no había signos de choque femoroacetabular.

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de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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Atrapamientos y choques extraarticulares de la cadera: revisión de la literatura 11

Figura 10 Choque pélvico-trocantéreo. Diferentes pacientes que presentan las alteraciones típicas en la epífisis proximal del
fémur (a y b), con la cabeza femoral aumentada de tamaño y morfología aplanada (coxa magna y plana), acortamiento del cuello
femoral (coxa breva) y disminución del ángulo cervicodiafisario (coxa vara), que conducen a una elevación del macizo trocantéreo
respecto a la cabeza femoral, con el consecuente acortamiento del espacio entre el trocánter mayor y la pelvis ósea (líneas
discontinuas en c y d). Compárese con la cadera izquierda normal.

degeneración mucoide hasta rotura) localizado bajo el tra-
yecto del tendón del iliopsoas, sin evidencia de otras
alteraciones que lo justifiquen. En ocasiones se observan
cambios inflamatorios locales con desflecamiento capsular
y sinovitis focal en el receso articular anterior, a la altura
del tendón del iliopsoas4,39---41,46 . Es importante señalar
la posibilidad de este diagnóstico preoperatoriamente, ya
que puede pasar desapercibido durante el procedimiento
artroscópico41 .
El tratamiento del atrapamiento del iliopsoas es
quirúrgico, con desbridamiento y reparación del daño
labral, y tenotomía del tendón del iliopsoas a nivel del
acetábulo4,7,39,41,42,46 . Es importante descartar la presencia
de displasia de cadera previamente a la cirugía, ya que en
estos pacientes la tenotomía del iliopsoas produciría una
mayor inestabilidad anterior de la cadera20,46 .
Choque pélvico-trocantéreo
El choque pélvico-trocantéreo es una afección infrecuente
que se define como un contacto anormal y doloroso entre
el trocánter mayor y la pelvis ósea (reborde acetabular,
iliaco...) con los movimientos de abducción y extensión3,21 .
El mecanismo fisiopatogénico consiste en una altera-
ción morfológica compleja de la epífisis proximal del fémur
debido a una lesión isquémica precoz durante el desarro-
llo de la cabeza y del cuello femorales (vascularización
intracapsular), con respeto del macizo trocantéreo (vascu-
larización extracapsular)7 .
Típicamente se describe en relación con la enfermedad
de Legg-Calvé-Perthes, si bien son factores predisponen-
tes todos aquellos que ocasionen deformidades similares
en la epífisis proximal del fémur, como por ejemplo
infecciones, epifisiólisis femoral proximal, osteonecrosis
femoral asociada a traumatismos, displasias esqueléticas,
tratamiento quirúrgico corrector de la displasia con-
génita de cadera u osteotomías intertrocantéricas en
varo3,5,21 .
Con independencia del factor etiológico, la alteración
morfológica de la epífisis proximal del fémur consiste en un
grado variable de coxa breva, coxa magna, coxa plana (con o
sin displasia secundaria del acetábulo) y coxa vara, con cre-
cimiento relativo del macizo trocantéreo, que tendrá una
situación anormalmente alta respecto a la cabeza femoral.

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de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
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12
De forma secundaria, la distancia entre el trocánter mayor y
la pelvis disminuye, lo que ocasionará una menor eficiencia
de la musculatura abductora y un problema de espacio con
determinados movimientos de la cadera3,7 .
No obstante, el choque pélvico-trocantéreo también se
ha descrito en pacientes con una morfología normal del
fémur, pero con hipermovilidad o hiperlaxitud de la cadera
(p. ej. bailarinas, pacientes con enfermedades del tejido
conectivo...)47 .
Clínicamente es más prevalente en pacientes jóvenes,
sin un claro predominio de sexo, y con frecuencia coe-
xiste con patología intraarticular5,21 . Los pacientes refieren
dolor en la región lateral o posterolateral de la cadera,
en especial con los movimientos de extensión y abducción,
con fatiga precoz al deambular o incluso en bipedesta-
ción. En la exploración física se observa dolor y limitación
a los movimientos de abducción y extensión de la cadera,
y el signo de la «palanca de cambios» puede ser posi-
tivo (limitación a la abducción pasiva de la cadera cuando
se encuentra en extensión, pero no en flexión). A veces
existe un acortamiento del miembro afecto y se observa
marcha en Trendelemburg (por debilidad de la musculatura
abductora)3,7,21 .
El diagnóstico del choque pélvico-trocantéreo se basa
en la correlación de la clínica y los hallazgos de la radio-
grafía simple (proyección anteroposterior de pelvis o de
cadera) con las alteraciones morfológicas descritas en la
epífisis proximal del fémur, en especial la disminución del
ángulo cervicodiafisario femoral (coxa vara) y la situación
anormalmente alta del macizo trocantéreo sobrepasando el
nivel del cuello o la cabeza femoral. Cuanto más craneal se
encuentre la punta del trocánter mayor respecto al centro
de la cabeza femoral, mayor será la sospecha radiológica de
choque pélvico-trocantéreo3,5,7,21,48 (fig. 10).
El tratamiento del choque pélvico-trocantéreo se basa
inicialmente en medidas conservadoras, con restricción de
la actividad física, rehabilitación e infiltraciones locales. Si
las medidas conservadoras fallan, estaría indicado el trata-
miento quirúrgico, que en general consiste en realizar una
transferencia distal del trocánter mayor asociada o no a
osteotomías correctoras. Los estudios evidencian una mejo-
ría tanto de la clínica como de la limitación funcional tras
la cirugía5,7 .
Conclusiones
El dolor de cadera o el dolor inguinal son un motivo de con-
sulta muy frecuente, y las pruebas de imagen desempeñan
un papel complementario en el diagnóstico etiológico.
Aunque menos frecuentes que el síndrome de CFA, se han
descrito otras formas de atrapamiento extraarticular de la
cadera (incluyendo el atrapamiento isquiofemoral, el cho-
que subespinoso y de la EIAI, el atrapamiento del iliopsoas
y el choque pélvico-trocantéreo) como causa de dolor en la
cadera, especialmente en pacientes jóvenes activos.
El conocimiento de las manifestaciones clínicas y de los
hallazgos en las pruebas de imagen de estas formas de
atrapamiento extraarticular en la cadera permitirá a los
radiólogos sugerir diagnósticos cada vez más específicos que
ayuden al traumatólogo en la elección del tratamiento ade-
cuado.
Cómo citar este artículo: Arévalo Galeano N, et al. Atrapamientos y choques extraarticulares
de la cadera: revisión de la literatura. Radiología. 2017. https://doi.org/10.1016/j.rx.2017.09.005
N. Arévalo Galeano et al.
Autoría
1. Responsable de la integridad del estudio: NAG.
2. Concepción del estudio: NAG y NSG.
3. Diseño del estudio: NAG y NSG.
4. Obtención de los datos: NAG, NSG, JGM y MGB.
5. Análisis e interpretación de los datos: NAG y NSG.
6. Tratamiento estadístico: no procede.
7. Búsqueda bibliográfica: NAG, NSG y JGM.
8. Redacción del trabajo: NAG, NSG y MGB.
9. Revisión crítica del manuscrito con aportaciones inte-
lectualmente relevantes: NAG, NSG, JGM y MGB.
10. Aprobación de la versión final: NAG, NSG, JGM y MGB.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimen-
tos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en
este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
Financiación
Los autores declaran no tener ninguna fuente de financia-
ción.
Conflictos de intereses
Los autores declaran no tener conflicto ningún conflicto de
intereses.
Agradecimientos
Al Dr. Óliver Marín-Peña, del Servicio de Traumatología
del Hospital Universitario Infanta Leonor, por sus opiniones
durante la planificación del artículo y su dedicación pionera
a estas patologías.
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