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Agradecimientos / VII
Presentación / IX
Otras presentaciones / XXI
3UyORJRGHODXWRU(FRQRPtDHQWUHFLHQFLD\³QRFLHQFLD´XXV
Introducción / 1
Primera parte
PARA UNA CRÍTICA DE LOS FUNDAMENTOS
DE LAS CATEGORÍAS ECONÓMICAS /3
Introducción: Para una reconstrucción crítica de la actual fase del capitalismo
que se globaliza / 5
Primer capítulo
Origenes históricos de las categorías económicas / 23
1. La esencia del capitalismo / 23
2. Dimensiones fundamentales del funcionamiento de un sistema
económico capitalista / 25
3. Conceptos para la valoración del funcionamiento del sistema
económico capitalista / 27
4. La vigencia del análisis marxista del sistema capitalista: una discusión
abierta todavía para la Crítica de la Economía Política y Aplicada / 30
Notas / 41
III
Segundo capítulo
La teoría económica del socialismo utópico en Marx / 47
1. Antes de Marx / 47
2. El aporte de la escuela socialista / 49
3. La utilización socialista de David Ricardo / 50
4. Thomas Hodgskin / 52
5. John Gray / 54
6. Robert Owen / 55
7. Claude Henry Saint-Simon / 56
8. Sismonde de Sismondi / 57
9. Pierre-Joseph Proudhon / 58
10. Hacia el Socialismo Científico: Rodbertus Weitling / 62
11. Las manifestaciones de la economía política según Marx / 67
Notas / 70
Tercer capítulo
Categorías fundamentales del análisis marxista
(El corazón del proceso productivo) / 73
1. El modelo de producción capitalista y la teoría marxista del valor / 73
2. Plusvalía-plusvalor / 84
3. Las clases sociales / 94
4. Marx y el valor: a modo de resumen / 95
5. Para el uso del análisis marxista en los desafíos actuales / 99
Notas / 103
Segunda parte
CATEGORÍAS Y DINÁMICAS DEL SISTEMA CAPITALISTA / 1
Primer capítulo
Fundamentos de Contabilidad Nacional / 113
1. Las categorías marxistas y su traducción estadística / 113
2. Límites de los conceptos económicos neoclásicos convencionales / 115
3. La centralidad del debate sobre el trabajo productivo e improductivo / 117
4. La Contabilidad Nacional / 124
5. Los operadores económicos / 125
6. El PNB y el PIB / 130
7. Ingreso, consumos y ahorros / 139
8. La inversión como categoría central del sistema capitalista / 143
IV
9. La inversión productiva e improducctiva / 145
10. La dinámica de las inversiones fijas / 149
11. Distribución y redistribución del ingreso / 152
Notas / 153
Segundo capítulo
Contabilidad Nacional de la economía dominante / 157
1. Algunos problemas de la Contabilidad Nacional / 157
2. Análisis crítico del Sistema de Cuentas Nacionales / 163
Notas / 167
Tercer capítulo
Para una crítica de la Contabilidad Nacional / 171
1. Marxismo y sistema de las cuentas nacionales / 171
2. Hacia una macroeconomía alternativa / 173
Notas / 177
Cuarto capítulo
Los modelos de crecimiento económico cuantitativo / 179
1. Indicadores macroeconómicos para los modelos de crecimiento
cuantitativo / 179
1.1. Generalidad en los modelos del movimiento del capital / 179
1.2. La relación consumo-impuesto / 181
1.3. El multiplicador / 182
1.4. Relación capital-producto / 184
1.5. Relación deuda pública-PIB / 185
1.6. El principio de aceleración / 186
1.7. Indicadores de distribución / 187
2. Modelos económicos / 188
2.1. La implementación de los modelos / 188
2.2. Los modelos Harrod y Domar / 189
2.3. La generalización de la macrodinámica: el modelo de Harrod-Domar / 190
2.4. El modello de Solow / 192
3. Dinámica económica de los modelos: los límites teóricos de la economía
dominante / 195
3.1. /D³UHYROXFLyQ´GH.H\QHV
3.2. Keynes según Harrod / 196
3.3. Marx y Keynes según Domar / 198
V
3.4. La respuesta neoclásica hacia la sínstesis / 200
3.5. Los modelos neoclásicos de crecimiento económico internacional / 203
3.6. Contabilidad del crecimiento económico / 204
3.7. Equilibrio sin tecnología / 207
3.8. /D ³QR LGHQWLGDG´ HQWUH FUHFLPLHQWR HFRQyPLFR FXDQWLWDWLYR \
desarrollo real cualitativo / 210
3.9. Crítica al desarrollo: PIB, desarrollo humano y otros / 213
3.10. Modelos neoliberales, nueva macroeconomía clásica y teoría
keynesiana de última generación: acumulación sin crecimiento / 219
Notas / 224
VI
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido posible gracias a los diversos aportes, como se especifica a
continuación, de muchos colaboradores del Centro de Estudios de
Transformaciones Económico-Sociales, CESTES-PROTEO.
En los diferentes momentos de la elaboración del Tratado colaboraron con el
autor Esteban Morales, de la Universidad de La Habana, Centro de Estudios
sobre Estados Unidos (Cuba); Efraín Echevarría, jefe del Departamento de
Marxismo, de la Universidad de Pinar del Río (Cuba), Hugo Pons, de la
Universidad de La Habana, Centro de Estudios Económicos y Planificación
(Cuba); y en particular en la fase de conciliación tuvimos la ayuda de Joaquín
Arriola, Facultad de Economía de la Universidad de los Países Vascos (España);
sus contribuciones hicieron posible una mejor estructura de la obra completa.
También agradecemos a muchos colegas y amigos, colaboradores internacionales
del CESTES y de las revistas Proteo y Nuestra América (en particular a Ricardo
Antunes, del Instituto de Filosofía y Ciencias Humanísticas de la Universidad
GH &DPSLQDV ± %UDVLO 5HP\ +HUUHUD 8QLYHUVLGDG GH 3DULV 3DQWKHRQ
Sorbonne y CNRS, Andrea Micocci, Universidad de Malta-Link Campus y
segunda Universidad de Nápoles, Alejandro Valle, Universidad de Ciudad México,
ejecutivo SEPLA), que con su disposición en la lectura de los bocetos y el
intercambio de ideas hicieron posible la sistematización del Tratado.
Muchas gracias a Enzo Di Brango y a Grazia Orsati por su óptima traducción,
participando con sus estimulantes críticas.
Un afectuoso agradecimiento al espléndido grupo de jóvenes investigadores del
Centro de Estudios CESTES-PROTEO como Giampaolo Graziano y Biagio
VII
Borretti por sus útiles contribuciones en la etapa de elaboración y revisión del
trabajo, que constituyeron importantes fuentes para lograr un trabajo mucho
más orgánico.
En cada momento del trabajo, fundamentalmente para el autor, estuvieron algunas
referencias político-culturales y humanas. En particular tuvieron gran significación
los planteamientos científicos, las sugerencias críticas y la amistad de Alfredo
González, Director del Análisis Macroeconómico del Ministerio de la Economía
(Cuba), Alejandro Mazzone, Universidad de Siena, Hosea Jaffe, Universidad
de Capetown (Sudáfrica), James Petras, State University, New York y University
Saint Mary de Halifax (Canadá).
Infinitas gracias a Sante Bagnoli y a toda la Casa Editora Jaca Book por la
continua confrontación de ideas en plena libertad y el profundo y sincero aprecio
de mi trabajo.
Sin la ayuda constante, los esfuerzos, los aportes precisos, y el espíritu de
dedicación de Rita Martufi, investigadora socioeconómica, presidenta del Comité
Científico del Centro de Estudios CESTES y de las revistas Proteo y Nuestra
América este trabajo no hubiese podido realizarse.
A todos ustedes le estamos sinceramente agradecidos por el intercambio científico
que hubo en la elaboración de este Tratado, que consolida aún más la espléndida
colaboración en el debate político - cultural que tenemos desde hace años, a
través de las relaciones académicas y más en general con la actividad
investigativa del Centro de Estudios CESTES; y sobre todo, gracias de corazón
por las relaciones de fraternidad y amistad.
LUCIANO VASAPOLLO
La citas del Tratado, con textos en lenguas extranjeras, fueron traducidas siempre al
italiano por Enzo Di Brando con el objetivo de hacerle más fácil la lectura al lector.
A Ernesto Che Guevara y a todos los revolucionarios
que dieron su contribución político-cultural
desde la lucha de resistencia, de autodeterminación
y de emancipación de los pueblos.
A los estudiosos de Marx que, como Alfredo González que
estando siempre en el juego, coherentemente,
desempeñan un papel importante como intelectuales
en el movimiento internacional de los trabajadores,
al frente de todos los rebeldes antiimperialistas
y anticapitalistas en busca de la libertad.
VIII
PRESENTACIÓN
HOSEA JAFFE
Universidad de Capetown (Sudáfrica)
En este importante trabajo Luciano Vasapollo se enfrenta a las cuestiones más
difíciles de la economía contemporánea, con la ciencia de El capital de Marx
antes que con la política del Manifiesto Comunista. No es que Vasapollo no
sea político; los años que ha dedicado a escribir, hablar y actuar en defensa del
socialismo de Cuba en particular, y contra el imperialismo de los Estados Unidos
y de la Unión Europea son políticamente importantes, pero como científico
marxista le da prioridad a la economía con respecto a la política.
En este período de crisis del jugueteo poskeynesiano con las soluciones
neoliberales impuestas por los Estados Unidos que no pueden funcionar, y el
KHFKR HV TXH IXQFLRQDQ QR HVWiQ HQ OD OLVWD GH ³QXHYDV´ WHRUtDV \ WHRUtDV
marxistas. Vasapollo no se puede encontrar en esta lista. Él se agarra, con la
REVWLQDGDWHQDFLGDGGHXQYHUGDGHURFLHQWtILFRDO³EXHQYLHMR0DU[\DORVWUHV
tomos de su nunca envejecido Capital para demostrar que la economía marxista,
y solo la economía marxista, puede analizar y dar un sentido completo a los
libros de comercio de empresas nacionales e internacionales.
Es quizás, sobre todo, por esta razón que este extenso y excelente libro de
economía aplicada de Luciano Vasapollo debe ser una lectura obligatoria para
todo el que sepa apreciar escritos económicos inteligentes, claros e incluso con
rasgos justificadamente agresivos.
Por todas estas razones es que para mí es un placer hacer esta presentación
para un crítico de la economía política, para un crítico de ciencia que se ha
IX
XII
XIII
XV
XVI
JAMES PETRAS
State University, New York (USA) y Univ. Saint Mary di Halifax (Canadá)
Conozco al profesor Luciano Vasapollo desde el punto de vista científico, además
de personalmente, desde hace más de 10 años. Yo lo he apreciado primero por
sus escritos científicos, después por su participación en conferencias cientificas y
profesionales y más tarde como coautor de una importante publicación académica.
Hacer la presentación de su libro, incluso si estuviera cargado de trabajo, sería
un placer ya que para mi no es un ejercicio de rutina sino una importanate
ocasión para aprender. Desde los primeros capítulos percibí que no me equivoqué
y comencé a tomar notas no solo para el propio prólogo sino también para mis
propios escritos sobre economía política contemporánea. Esto es un óptimo libro
y también un fuerte estímulo para la investigación académica.
El profesor Luciano Vasapollo es uno de los más versátiles e innovadores economistas
políticos aplicativos en el verdadereo sentido de la palabra. En el ámbito de la
economía aplicada él ha dirigido investigaciones avanzadas que analizan variables
sociales, políticas y económicas en un cuadro explicativo histórico, aplicado a la
FRQWHPSRUiQHD ³WHRUtD GH OD FULVLV´ 6XV SXEOLFDFLRQHV VREUH OD WHRUtD
macroeconómica, sobre todo en cuanto a las relaciones entre valor y trabajo, son
XVII
XVIII
XIX
XX
SAMIR AMIN
Presidente del Fórum de Tiers Monde y del Fórum Mundial de la Alternativa (Francia)
El economista desarrolla en la sociedad capitalista contemporánea funciones
analógicas a aquellas del gran curandero que hubo una vez en la sociedad;
presenta la fórmulas mágicas que legitimizan el poder de los dominantes. Su
instrumento es la construcción, y su complejidad investigada es a medida de su
carácter artificial; esta construcción que pone falsas preguntas para evitar las
verdades, lejos de ser científica como pretendería, ni es la negación perfecta.
Vasapollo desmoraliza aquí los mecanismos de esta producción paracientífica y
entretanto contribuye a liberar las clases populares de una alienación que no la
hace crecer, pero es mejor tenerlo bajo control.
RICARDO ANTUNES
Instituto de Filosofía y Ciencias Humanísticas de la Universidad de Campinas (Brasil)
El nuevo libro de Luciano Vasapollo es una relevante contribución académica y
científica a la comprensión del mundo productivo capitalista de hoy. Sostenido
por una sólida formación en la crítica de la economía política, tema en el cual ha
demostrato grandes competencias con la publicación de numerosos libros y
artículos publicados, ya sea en Italia o en el exterior, este nuevo Tratado será
de gran utilidad para que todos aquellos que deseen comprender el mundo del
capital de nuestros días, tanto en la econometría como en la teoría marginalista.
ATILIO BORON
Universidad de Buenos Aires (Argentina), Secretario Ejecutivo del Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales /CLACSO
XXI
XXII
XXIII
XXIV
Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos
errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que
alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el
socialismo. Parecía ciencia sabida, tan sabida como el sistema eléctrico
concebido por algunos que se consideraban expertos en sistemas eléctricos.
&XDQGRGHFtDQ´(VWDHVODIyUPXOD´HVWHHVHOTXHVDEH&RPRVLDOJXLHQ
es médico. Tú no vas a discutir con el médico acerca de anemia, de
problemas intestinales, de cualquier especialidad, al médico nadie le discute.
Puede creer que es bueno o es malo, qué sé yo, puede hacerle caso o no;
pero nadie le discute. ¿Quién de nosotros va a discutir con un médico, o con
un matemático, o con un experto en historia, en literatura o cualquier
materia? Pero somos idiotas si creemos, por ejemplo, que la economía y que
me perdonen las decenas de miles de economistas que hay en el país- es una
ciencia exacta y eterna, y que existió desde la época de Adán y Eva.
XXV
XXVI
XXVII
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XXXV
XXXVI
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
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Luciano Vasapollo*
Es realmente un inmenso placer la publicación de este libro en Cuba, considerando
la larga relación político-cultural mantenida por más de 30 años con este país.
Este libro fue publicado en Italia por Casa Editorial Jaka Book en marzo del
2007 y ahora saldrá en Cuba en tres volúmenes en el 2009. En este libro fue
fundamental la colaboración de los profesores Joaquín Arriola P. (Universidad
del País Vasco, España), Hugo Pons D. (Universidad de La Habana, Cuba),
Efraín Echevarría H. (Universidad de Pinar del Río, Cuba), y en particular,
Esteban Morales D. (Universidad de La Habana, Cuba) quien se encargó, además,
de la revisión y corrección de la traducción.
Este primer volumen está constituido por las dos primeras partes del original,
agradeciendo, además, de manera especial el esfuerzo realizado por Jacqueline
Dopico Gómez, quien emprendió con gran dedicación y entusiasmo la tarea siempre
compleja de la traducción de un libro que aborda un tema altamente especializado.
1
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
SXUD´SXHVWRTXHHOREMHWLYRQRHVDERUGDUODSURGXFFLyQVLQRVHWUDWDGHH[SOLFDU
la relación de los hombres en la producción. Para esto es necesario remitirnos a
los fundamentos de la economía capitalista, pero bajo el enfoque o visión crítica,
utilizando las categorías fundamentales de Carlos Marx contemporaneizadas.
Por todas estas razones deseo expresar mi agradecimiento, por la gran oportunidad
profesional que me han brindado, al Ministerio de Educación Superior de Cuba
y a todas aquellas personas que me han apoyado y alentado para conseguir este
propósito. Deseo mencionar en particular al Viceministro Oberto Santín del
Ministerio de Educación Superior y al Director de Marxismo-Leninismo,
Dr. Ramón Sánchez Noda.
2
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
Primera Parte
5
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
En pocos años, casi todos los sectores de la economía serán dominados por
pocas empresas a escala mundial. Este proceso ha llegado a tal punto que el
comercio internacional está expuesto a los flujos determinados por las grandes
empresas en las estrategias de localización mundial. El comercio de productos
finales, entre países, cede siempre más espacio al comercio de componentes
entre filiales de una misma empresa, ubicadas en diferentes países a través las
deslocalizaciones productivas y el uso imperialista de las inversiones directas
extranjeras y del comercio exterior.
El sistema empresarial, por tanto, debe saber operar una mezcla entre los diversos
tipos de comunicación para obtener por cada tipo de información el resultado
comercial y social impuesto por las exigencias empresariales: su destinatario es
la sociedad entera, concebida como un conjunto de sujetos aislados e incapaces,
por tanto, de organizar la discordia contra el imperio del capital, para el cual el
control de la información es el dominio tecnosocial totalizante.
6
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
cosificación y el tráfico total de los recursos humanos y sociales. El derecho a la
infuncionalidad quedó anulado; derecho, en cambio, que sería ratificado con
fuerza para acabar con uno de los males peores del capitalismo, la anulación del
hombre. Tal derecho es reivindicable a través de las diversas formas de
recuperación del tiempo liberado del trabajo asalariado. En cambio, la
comunicación tergiversadora impone estilos de vida que hacen al tiempo libre
funcional al modo de producción capitalista.
Por otra parte, el período actual del capitalismo se caracteriza también por la
hegemonía del capital financiero. El sistema bancario, que es la parte central del
sistema financiero, es el mecanismo fundamental de la centralización (no de la
concentración, más bien la concentración es el resultado de la acumulación que
realiza cada empresa o capital privado). A través del dinero de sus clientes, el
banco convierte un conjunto de pasivos (depósitos) en activos (créditos). Por
ejemplo los trabajadores de una empresa depositan sus salarios en sus cuentas
corrientes en el banco; esto concede el dinero como crédito a la empresa para
realizar inversiones en nuevas tecnologías que determinan el despido de una
parte de la plantilla.
7
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
3. Hoy la comunicación que sustenta el proyecto de la nueva fase del capitalismo
es una comunicación para la comunicación, que se reproduce por sí misma y no
comunica otra cosa que la cultura de la ganancia, tendiendo a transformarse en
comunicación nómada tergiversadora, total, global. También la mercancía pues,
una mercancía estratégica trasmite la cultura del imperio del capital en un mercado
ya globalizado, en el que la crisis de producción es del todo suplantada y al
mismo tiempo sustituida por la distribución social de bienes, de la renta y de la
riqueza en conjunto y socialmente realizada.
Debemos admitir que cada doctrina económica que no sea un formalismo trivial,
contiene juicios políticos. Pero es ingenuo preferir las doctrinas que queremos
aceptar por su contenido político. Es estúpido rechazar el análisis porque no
estemos de acuerdo con el juicio político del economista que lo sostiene.
/DHFRQRPtDSROtWLFD³HQHOVHQWLGRPiVDPSOLRGHHVWDSDODEUDHVODFLHQFLDGH
las leyes que dirigen la producción y el cambio de los medios materiales de vida
HQODVRFLHGDGKXPDQD´(QJHOV3. Ella estudia el sistema de leyes que dirigen la
producción, la distribución, la transformación y el consumo de los bienes
materiales. La relación económica es una relación práctica, productiva por la
cual las personas o clases sociales se realizan por medio de los productos de su
trabajo y viceversa. En esta relación se define quién dirige el proceso de
producción, qué cosa producir, cómo producirlo, quién y cuántos tendrán acceso
al mercado y en cuáles condiciones. Por este motivo la economía política debe
ser considerada como un conjunto de leyes sociales que reglamentan un sistema
de producción y distribución socialmente determinado.
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4. Es costumbre considerar que la sustitución de la economía política con la
llamada Economics se consuma al final del siglo XIX. La obra de Alfred Marshall
y de su mujer, Economía de la industria, está considerada como el primer tratado
sobre este argumento. En efecto sobre este trabajo nos parece pertinente comentar
brevemente las premisas desde el punto de vista del desarrollo de la ciencia. La
ciencia empírica moderna, que viene a desarrollarse a partir de los siglos XVI y
XVII en Europa del Renacimiento, recurre constantemente a la creación de
representaciones idealizadas de la realidad como base de los experimentos, de
los razonamientos y de las proyecciones sobre la realidad. Trabajar con estas
idealizaciones no solo no es criticable, sino constituye un instrumento esencial
del trabajo científico, tanto para las ciencias naturales y matemáticas como para
las ciencias sociales. El problema surge cuando se pretende convertir tales
idealismos en imaginarios compartidos de sociedades perfectas, a las cuales
tendremos que acercarnos a pasos cuantitativos, calculados y calculables. Este
tipo de utopía ocupa un puesto central en el pensamiento neoclásico, porque
parece ser una característica de la ciencia de la modernidad. La competencia
perfecta, la libertad de mercado, el libre cambio, el equilibrio general, la teoría
de la planificación estratégica de mercado, el funcionalismo con su propuesta de
institucionalización equilibrada y muchas otras, asumen la hipótesis de previsión
perfecta (omnisciencia).
La renuncia por parte del pensamiento neoclásico a la teoría del valor constituye
un importante retroceso. Hasta que la economía fue concebida como ámbito de
la reproducción de la vida humana, la teoría del valor parecía adecuada para
tales análisis, pero cuando la economía como ciencia burguesa llega a ser
administración de la escasez este elemento desaparece. Pone como objeto de la
9
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
propia teoría o análisis la administración de la escasez, lo que significa orientar
la visión económica sobre la base de oferta y demanda. Es por este motivo que
toma posesión la teoría subjetiva del valor, primero el valor de utilidad y después
la sencillez empirista y fetichista de la derivación de los precios desde la oferta y
hasta la demanda y sus conceptos derivados: competencia, escasez, etcétera.4
10
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
Se sustituye así el proceso de producción y reproducción de la vida económica
de la sociedad con procesos de selección y cálculos para determinados fines. El
objeto de la economía para los neoclásicos es la mejor forma de asignación de
los recursos para elevar el rendimiento, por tanto la reproducción y la acumulación
del capital corresponden a la exigencia de esta racionalidad económica.
Estaba claro desde ese entonces el camino erróneo invocado por los economistas,
que había llevado a la ciencia a un callejón sin salida por su total desprecio de
los problemas reales. Se podrían citar todavía un gran número de estudiosos,
entre ellos a Leontief, Robinson, Galbraith (Assmann 1997: 93-193), que
criticaban la persistente indiferencia de la ciencia económica en relación con su
aplicación práctica y la explicación de los hechos reales. Actualmente existen
ramas enteras de la teoría económica que sus presupuestos son una especie de
inmunización, de negación ideológica de las críticas.
6LQHPEDUJRODDFWLWXGGHORVOODPDGRV³HFRQRPLVWDVFOiVLFRV´FRQORVFXDOHV
debuta la historia de esta pseudociencia, fue más que todo lo otro, tecnicístico y,
mucho menos, dogmático: las obras de Marx, Malthus, Ricardo y Smith parecían
verdaderamente poco, ejercicios de abstracción o modelización, privilegiando
sobre todo el enfrentamiento con los fenómenos históricamente determinados
que caracterizaron la época y las naciones en que vivieron, como fue por ejemplo
el largo ciclo del crecimiento registrado en vastas áreas de Europa y América en
la mitad del siglo XIX.
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La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
(VSRUHVWRTXHOD³QRFLHQFLD´HFRQyPLFDKDFHGHOHFRQRPLVWDDTXHOFD]DGRU
TXHYDDDWUDSDUKRUPLJDVFUH\HQGRFD]DUHOHIDQWHV«
12
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produciendo contenidos de crítica real y no anticipada no solo a la economía
burguesa, sino también a la economía política marxista como se ha desarrollado
y ha sido aplicada en muchos casos en los países del socialismo del área soviética.
Por ejemplo, según las ideas del Che este elemento podía poner en peligro la propia
existencia del socialismo, condicionando su reversibilidad; en relación con esto,
refiriéndose a un párrafo del Manual de economía política de la Academia de
Ciencias de la URSS en el que se afirma que no existía una fuerza capaz de
restaurar el capitalismo en aquel país y de minar el campo socialista, escribió:
13
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
después que cotidianamente se reciben estímulos para que las masas homologadas
se unan al imperio del capital.
Y, el hecho es que los espacios y los tiempos son cada día más breves y funcionales
para la difusión de las ideas dominantes del capital y de la comunicación. Los
medios de masas, las computadoras, la telefonía móvil han puesto a todo el
globo como un pequeño país, no solo por motivos informativos y culturales, sino
también para hacerle frente a las exigencias de un mercado cada vez más mundial
y para defender e inculcar en la gente la mentalidad de la mercantilización: hoy
cada cosa tiene un precio, un preciso valor de cambio.
(O³WLHPSROLEUHGHSRFRV´GHORVTXHFRPRFODVHGRPLQDQWHGHWLHQHQHOFRQWURO
de la comunicación, es visto con la misma exigencia de evitar la pérdida de
tiempo que trasmite la velocidad de la comunicación y la eliminación de los
intervalos y de las mediaciones entre propósito y realización que caracteriza
³HOWLHPSROLEUHGHPXFKRV´FRQODHYLGHQWHGLIHUHQFLDTXHORVSULPHURVSXHGHQ
mayormente, y por ciertos aspectos exclusivamente, disponen de los medios para
realizar tal exigencia (Ponzio 1997a: 56).
14
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capitalista. Marx pensaba que el sistema de las fábricas resolverían los problemas
de la producción, vale decir la escasez del producto y de sus frutos. Pero el prevé
un nuevo problema, el de la distribución. La crisis en la distribución habría a su
vez elevado a la revolución, con lo que los victoriosos trabajadores cambiarían
radicalmente las trampas de la distribución burguesa. Esta especulación continuó
tomando forma incluso mucho más tarde, en las visiones utópicas bien
ejemplificadas por René Clair en el filme A nous la liberté. La película describe
una época después de la gloriosa revolución, en la que los obreros gozan los
frutos del trabajo y viven solo para festejar, beber y cantar, mientras las máquinas
trabajan para producir los bienes necesarios para el futuro de esta utopía. Cada
una de las corrientes principales del arte moderno (Futurismo, Constructivismo
y Bauhaus) ilustró esta inminente utopía secular.
Sería injusto culpar a Marx del frecuentemente y violento optimismo del 900.
Habiendo demostrado que la economía capitalista racionalizada habría puesto
fin al problema de la producción, Marx comprende también que las mercancías
no bastan para satisfacer a las personas. El prevé que , en la era del capitalismo,
al aumento de la producción le hubiera correspondido el aumento de la alienación
de nuestra humanidad, de los procesos económicos, de los productos de la
economía y de los otros seres humanos. En términos de condiciones psíquicas
individuales, las cosas no serían mejoradas, sino que empeoran. Según Marx,
una vez examinadas otras variables además de las de la producción, no existía
QLQJ~QDYDQFHVRFLDO³XQLOLQHDO´Critical Art Ensemble 1998: 63-64).
$FWXDOPHQWH HQ SOHQD pSRFD GH ³VXFHVR´ GHFOLQDQWH LGHROyJLFR GHO
neoliberalismo, existen varias fuerzas, partidos, instituciones y estudiosos,
muchos de los cuales tuvieron relación con el marxismo, que discuten el
beneficio real de haber implementado la política económica del capital para
algunos sectores sociales de masa, en particular para los más necesitados. Se
si tiene en cuenta que el proyecto social (capitalismo moderado con carácter
social) de reestructuración capitalista se explica esencialmente en procesos
regresivos de distribución de la riqueza que permite incrementar la acumulación,
mientras se reducen los consumos de la población, no hay dudas que también
este modelo tiene sus efectos negativos solo para algunos sectores de la sociedad,
es decir, los privilegiados. La profunda transformación que ha sufrido el mundo,
con la globalización de los procesos económicos y sociales que figura la actual
fase imperialista de la competencia global, ha permitido exponer con claridad
los límites de muchos paradigmas teóricos, cuyos núcleos duros se ven débiles
R VXSHUDGRV 3DUD *XDGDUUDPD ³QLQJXQD FRQFHSFLyQ VREUH HO
desarrollo de la sociedad ha podido transitar sin obstáculos por el complicado
VHQGHURGHODKLVWRULD´
15
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Cada teoría económica es la señal del período en que fue escrita y las que tiene
la fortuna de predominar están en constante lucha con otras concepciones. La
desaparición del campo socialista y el paso del campo de la Europa del Este
hacia la economía de mercado ha obligado a una profunda transformación en el
sistema de referencia internacional para los marxistas, y sobre todo para los
países socialistas como Cuba, incluso con forma de enfoque económico interno
que incide sobre aspectos importantes del modelo económico aplicado. Pero es
en los países capitalistas, y en particular en los desarrollados, que se cierra con
mayor violencia el debate con el pensamiento marxista, proponiendo al capitalismo
y a la economía burguesa como única verdad para la humanidad. Esto se verifica
VREUH WRGR HQ OD DFDGHPLD HQ OD GRFHQFLD \ ±SRU HMHPSOR± HQ ORV SODQHV GH
estudio de economía. Hasta la década del 70 era tangible la presencia de materias
de crítica al pensamiento dominante: una diversidad de textos de autores marxistas,
en los que predominaba un enfoque global de la economía como ciencia social.
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utilizando todos los medios de propaganda omnipervasiva que hace del estudiante
un cliente, de la universidad una empresa, de la cultura una mercancía.
17
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desde ese momento el hombre asumirá su historia con plena consciencia de lo
que hace. Y solo desde entonces, las causas sociales comenzarán a producir
preponderantemente y cada vez en mayor medida los efectos agradables; será
como el salto de la humanidad del reino de la necesidad al reino de la libertad.
Fueron difundidas muchas cosas que no eran así, como el mito de la crisis general
del capitalismo, olvidando el principio marxista de la unidad entre lo absoluto y
lo relativo, como la vía para comprender la práctica en general. La interpretación
del sistema de contradicciones del capitalismo, como un proceso lineal que marcha
hacia el socialismo a través de etapas sucesivas de agudización de la crisis general
no solo es inconsistente, sino que no concuerda con la práctica.
18
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del modelo de producción capitalista. Esto ha creado confusión al concebir esta
crisis como la posibilidad real de una caída de los pilares fundamentales del
sistema en un tiempo no muy lejano; el mundo subdesarrollado, donde las
contradicciones del capitalismo son siempre más agudas, era presentado como
el lugar de la expansión de los ideales socialistas y revolucionarios. Esto provocó
un gran conflicto con la práctica; una situación prerrevolucionaria tiene diversos
niveles de maduración, por lo que puede llegar o no a niveles de ruptura;
contemporáneamente la maduración de una situación pre revolucionaria y su
conversión en revolucionaria directa no es de por sí garantía del triunfo de una
revolución, que a su vez puede no ser necesariamente socialista. Estas condiciones
requieren de un conjunto de factores adicionales, como el rol de la subjetividad
comunista y de las vanguardias, la forma en que se articulan los diferentes
movimientos políticos y la importancia de la correlación de fuerzas
internacionales.
Lenin descubrió que el paso del capitalismo a un régimen superior podía realizarse
en un solo país e inclusive en determinadas circunstancias aparentemente
desfavorables, tal vez en los eslabones más débiles del sistema y no donde el
capitalismo hubiese agotado sus posibilidades de desarrollo, como previeron
Marx y Engels. Esto hace cualquier tránsito más traumático, tratando de
representar hasta la causa de la derrota de algunos movimientos revolucionarios
y no solo en los países donde el capitalismo no había terminado aún con el
nacimiento de los Estados nacionales.
No hemos perdido de vista la tesis de Che Guevara, según la cual muchos países
subdesarrollados, a pesar de haber sido objeto de la más brutal explotación,
tuvieron gobiernos también democráticos y progresistas aliados del capital financiero
internacional: ellos son, en una prospectiva más realista, polos semiperiféricos de
expansión del capital.
19
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y equipos al servicio del capital; contra esta utilización impropia y mística además
políticamente, por la que Marx se interesaba, hoy los militantes, los intelectuales
PDU[LVWDVSDUWLHQGRGHODOHFFLyQGHO³PDHVWURGHODFríWLFDGHOODHFRQRPtDSROtWLFD´
deben estar en condiciones de desarrollar una cerrada e implacable crítica contra las
nuevas formas del capital. Al tratar un esbozo de este recorrido nos disponemos a
abordar algunos temas que están en el centro de la actual dinámica del modo de
producción capitalista.
13. Una de las características esenciales del modo de producción capitalista es que los
HPSUHVDULRV³FRPSUDQ´DORVWUDEDMDGRUHVRPHMRUVXIXHU]DGHWUDEDMRSDUDSURGXFLU
bienes y servicios con el objetivo de obtener una ganancia.6
±¢&yPRVHRUJDQL]DHOWUDEDMR"
±¢&yPRIXQFLRQDQORVPHUFDGRV"
±¢4XLpQGHWHUPLQDHOPRQWRGHODVJDQDQFLDV\GHORVVDODULRV"
±¢4XLpQGHWHUPLQDODVWHFQRORJtDV"
20
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casi siempre independiente de la voluntad de los hombres individualmente; hechos
estrechamente unidos a las relaciones, a las relaciones de fuerzas entre las clases
y a las modalidades del conflicto capital-trabajo en un determinado período
histórico.
Para alcanzar tal resultado se han necesitado otros 40 años de estudio que le
permitieron a Marx antes apropiarse de los instrumentos de la economía política
para después someterla a una crítica cerrada, realizando por tanto, siempre en
clave científica, una teoría compleja para ser superada y con esto, para superar
el modo de producción capitalista.
14. En las diferentes partes del Tratado se pondrá siempre en el centro del análisis
la esfera productiva (proceso productivo, como unión de proceso de trabajo,
proceso de valorización y proceso de circulación) individualizando en las
relaciones capital-trabajo, aquella dialéctica que funda el modo7 de producción
capitalista, que es también la contradicción inminente y fundamental del modo-
movimiento propio y del cual proceden, o desde el cual son influenciadas, las
otras contradicciones internas a la sociedad capitalista. Si la contradicción capital-
trabajo es la fundamental, es fuerte del dinamismo, pero también el de la
contradicción del modo-movimiento de producción capitalista.
Notas
1
Sobre este argumento entre los otros cfr. Pala (1981), están sujetos a dura
FUtWLFDWRGDVODVGLYHUVDVWHRUtDV³GHEDMRFRQVXPR´GHODVFULVLVHFRQyPLFDV
(desde Luxemburgo hasta Keynes y Sweezy).
2
El proceso, que no es de décadas sino de siglos, observado fácilmente en cuanto
a lo relacionado con la formación de monopolios sobre las materias primas,
hoy es espantosamente creciente incluso en ámbitos casi vírgenes hasta algunos
años atrás; se piensa en el agua, en la biodiversidad, etc. (pero ya hemos llegado
a la gestión monopolista del proceso de mapeo del DNA de la población: vean
el caso de Irlanda). Sobre la unión de las características directas e indirectas
en términos económico-productivos y sociopolíticos de la actual fase de la
globalización capitalista relacionadas en el Tratado, frecuentes serán las
protestas, incluso no siendo explícitas a precedentes trabajos del autor y en
particular: Martufi, Vasapollo (1999; 2000a; 2000b; 2000c; 2003); Cararo,
Casadio, Martufi, Vasapollo, Viola (2001).
21
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3
Citado en Muñoz (2004: 55-63).
4
Para una reconstrucción crítica de los orígenes de la escuela marginalista y en
su confrontación directa con la crítica de la economía política marxista cfr.
Bukharin (1970).
5
A esta visión, en el XX aniversario de la caída en combate del Che, Fidel
VHxDODED³KD\PXFKDVLGHDVGHO&KHTXHVRQDEVROXWDPHQWHYLJHQWHV\VLQODV
cuales estamos convencidos que no se podría construir el comunismo, como la
idea de que el hombre no debe ser corrupto, que su honor no debe ser manchado,
la idea que sin la conciencia, y produciendo solo riquezas, no se podrá construir
HOVRFLDOLVPRFRPRVRFLHGDGVXSHULRU\QXQFDVHSRGUiFRQVWUXLUHOFRPXQLVPR´
(Castro 1987, 93-117).
6
La relación de trabajo asalariado va unida a la forma jurídica más o menos
YiOLGD³HQFDUQiQGRVH´HQHOVRVWpQGHODVUHODFLRQHVVRFLDOes instaurado
HQWUH³SDWURQHVGHWUDEDMR´\WUDEDMDGRUHV
7
³0DU[VLHPSUHXVyODORFXFLyQµPRGRGHSURGXFFLyQFDSLWDOLVWD¶1RWLHQHVHQWLGR
SRUTXHµVLVWHPD¶ HVFRQFHSWRµDEVROXWR¶LQGHWHUPLQDGR LQFRKHUHQWHVLHPSUH
LGpQWLFRDVtPLVPR\FRPRWDOHVXQDDEVWUDFFLyQµPHQWDO¶FRQWUDULDDOPpWRGR
GH0DU[IXQGDGRVREUHODEDVHGHODµDEVWUDFFLyQUHDO´(Ciufo 2001: 195).
22
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Primer capítulo
M = Mercancía
D = Dinero
2. No era capitalista la economía china del siglo VII, o aquella de los romanos en
el Mediterráneo, porque correspondían a la primera fórmula del párrafo anterior.
En todas estas economías, incluida la economía de los viejos países socialistas
de la Europa del Este, la actividad económica consistía en un cambio de
mercancías con otras mercancías, por medio del dinero. En estos cambios, las
mercancías tienen el mismo valor: M = M*. Un zapatero vende sus zapatos y el
dinero que obtiene lo utiliza para comprar dos camisas. Por tanto, las dos camisas
tienen el mismo valor de los zapatos. Es un cambio equitativo: el que da recibe el
23
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mismo equivalente de lo que da. Es el principio básico de igualdad, el principio
del cambio es un principio igualitario, así funcionan todas las economías definidas
³FRQPHUFDGR´
Para que este sistema funcione, es suficiente que las personas se especialicen en
producir cualquier cosa que necesiten otras personas, vendan el producto en el
mercado y reciban dinero. La división social del trabajo es un presupuesto. En
HVWDVHFRQRPtDV³GLQHUR´QRHVHTXLYDOHQWHD³SRGHU´(OGLQHURHVXQPHGLRGH
cambio y un equivalente universal de los valores. La gente puede tener dinero,
sin embargo esto no les confiriere poder de decisión en la dinámica de la sociedad;
en las sociedades arcaicas construidas sobre este modelo, el poder político estaba
en las manos de los aristócratas, de los senadores, de los políticos o de los reyes,
que no necesariamente eran los que controlaban la actividad económica.
24
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actividad económica, porque tiene una cierta autonomía productiva, el trabajador
en una fábrica textil es objeto de un proceso económico que no controla.
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La remuneración dada a los trabajadores a cambio de su trabajo es el salario
global (de clase): salario en forma directa e indirecta y diferida; la entidad de la
FXDOHVHOIUXWRGHODOODPDGD³UHGLVWULEXFLyQ´GHODVUHQWDV&XDQGRVHKDEODGH
redistribución es necesario distinguir entre un nivel primario y uno secundario.
Mientras, en general, la retribución primaria es la base de las relaciones sociales
de producción, la redistribución secundaria es la recaudación de las rentas a
través de los impuestos y su sucesiva repartición bajo forma de gasto social.
Esta redistribución secundaria no podrá sustituir jamás la redistribución primaria
que se realiza en el sistema capitalista. Por este motivo, el hecho de que sean
países con un alto nivel de protección social, de gasto social, de Estado social, se
explica con la acción histórica de trabajadores organizados, que gracias a las
luchas, han podido apropiarse de una parte sustancial de la riqueza generada en
el proceso productivo.
³'LPHFXDQWRGLQHURWLHQHV\WHGLUpFXDQWRSXHGHV´
Es pura verdad que, en los mapas y enlaces de poder, se deberán tener presente
múltiples factores que se muestran a nivel social, y que complican enormemente
el análisis de dichas relaciones.
26
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Abandonada la dicotomía de quien está arriba: dinero-poder/ falta de control
sobre el dinero-falta de poder (dicotomía útil a niveles de abstracción muy
elevados), descendiendo a un grado de análisis menos abstracto, las relaciones
GHEHQ VHU ³LQFDUGLQDGDV´ HQ HVWUXFWXUDV DQDOtWLFDV PXFKR PiV FRPSOHMDV \
³GHVYDQHFLGDV´(VHOGHEHUH[SHULPHQWDUHVWRVVXFHVRVTXHQHFHVLWDQGH³WHRUtDV
GHFROFKyQ´TXHSHUPLWHQSDVDUGHQLYHOHVHOHYDGtVLPRVGHDEVWUDFFLyQWtSLFRV
del análisis marxista del MPC, a niveles intermedios útiles al análisis económico,
sociológico y político de las relaciones de poder (en general de todas las relaciones
sociales factiblemente operantes en el género humano)9.
Por tanto, estar al tanto de los cambios que se producen a nivel de la economía
que queremos analizar, es indispensable para garantizar la factibilidad de las
propuestas que puedan elaborarse.
Una empresa pública, una ONG o cualquier otra institución que no estime su
eficiencia y no desarrolle instrumentos adecuados de eficiencia irá a la quiebra.
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tiene un precio, que cuesta dinero. Así, por ejemplo, el empresario mide el grado
de eficiencia de sus trabajadores en función de cuánto le paga.
Sobre este tema se determinan cosas curiosas. Shaikh y Tonak (1994) realizaron
una investigación sobre el sistema de protección social en cinco países
desarrollados, durante 20 años.11 Estudiando el gasto público y el sistema de
determinación de las entradas de los países, concluyendo que todo el gasto social
se derivaba de los impuestos que pagaban los trabajadores, salvo en el período
de la mitad de la década del 60, cuando hubo una verdadera redistribución social.
(QODSUiFWLFDHOOODPDGR³(VWDGRGHOELHQHVWDU´KDEtDVLGRUHDOL]DGRJUDFLDVD
una actividad de solidaridad entre los trabajadores (Diego Guerrero, de la
Universidad Complutense de Madrid, realizó una investigación similar para el
caso español, llegando a los mismos resultados).12
28
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Desde los inicios de la década del 70, este criterio es fuertemente discutido por
sectores que están en contra del principio de igualdad y por tanto quieren evitar
que esta igualdad se practique en el ejercicio del poder.
Uno de los problemas que registró la economía mundial en la década del 70 fue
el agotamiento de los espacios de acumulación del capital, por la falta de productos
o actividades nuevas que pudieran ser objetos de compra y venta en el mercado,
es decir de convertirse en mercancías. También las industrias culturales
comenzaron a formar parte del mercado, con una amplia perspectiva de desarrollo
futuro. Los productos intelectuales (música, discos, pinturas, etc.), también
aquellos que de por sí no eran directamente económicos, se van transformando
en mercancías. Y por otra parte desde la dimensión económico-productiva se
van generando reglamentaciones que no pasan por la mediación política
institucional tradicional y que tienen mucha influencia sobre la reproducción del
cuerpo social y sobre la vida de las personas.
$VtFRPRVHSXHGHGHFLU³GLPHFXiQWRGLQHURWLHQHV\WHGLUpFXiQWRSXHGHV´
6HSXHGHGHFLUWDPELpQ³GLPHFyPRWUDEDMDV\WHGLUpFyPRYLYHV´(VGHFLU
existe una evidente determinación del proceso económico y del proceso de trabajo
en las formas de la vida y del pensamiento de la gente.
29
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actuales nos hace perder de vista muchos fenómenos de interpretación, como los
que hemos mencionado.
6HJ~Q(QJHOV³0DU[HUDXQKRPEUHGHFLHQFLD>«@SDUD0DU[ODFLHQFLDHUD
XQDIXHU]DPRWUL]KLVWyULFDXQDIXHU]DUHYROXFLRQDULD>«@SRUTXH0DU[HUDXQ
UHYROXFLRQDULR´ (O SURSyVLWR GH LQYHVWLJDU OD OH\ HFRQyPLFD TXH SUHVLGH HO
movimiento de la sociedad moderna fue cumplido a partir de la aparición de El
capital. Con esta obra de Marx, la concepción materialista de la historia no es
ya una hipótesis, sino una tesis científica demostrada.
Marx fue incluso acusado; pues en esta época se utilizaba el método de Hegel,
pero en sentido negativo, es decir idealista. Después de 1894, fecha en la que se
publica el tercer tomo de El capital, nace la famosa polémica acerca de la
contradicción entre el primer y el tercer tomo, tanto por la derecha con Eugen
Bohm-Bawerk, como por la izquierda con Eduard Bersteins, Werner Sombart en
Alemania y Tugan-Baranovsky en Rusia, que sometían entonces a una fuerte
crítica del método y las conclusiones de Marx.
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Lenin observaba, cómo los cambios que se producían en el desarrollo capitalista
y la imposibilidad de interpretarlos teóricamente, desde el punto de vista marxista,
producirían divergencias entre los estudiosos que podían desembocar en una
FULVLV LQWHUQD H[WUHPDGDPHQWH JUDYH \ XWLOL]DED \D OD H[SUHVLyQ ³FULVLV´ GHO
marxismo, muy en boga hoy.
2. Como queda claro por Lenin, el contenido del marxismo, como el de otras
doctrinas sociales, puede ser denegado por una práctica que apunte fuertemente
al politicismo y al economicismo. En el caso específico del marxismo se trata de
comprender en cada momento que no es un dogma, ni una doctrina acabada,
sino una guía para la acción que tiene capacidad para asumir de vez en vez los
cambios en la vida social e interpretarlos.
Todos estos anuncios no son más que una manera de construir principios
abstractos en nombre de los que se atribuyen la legitimidad de continuar
destruyendo las condiciones de la posibilidad de vida de los seres humanos18.
Sería necesario retomar el imperativo categórico de Marx en la Crítica de la
Filosofía del Derecho de Hegel ³HO LPSHUDWLYR FDWHJyULFR HV KDFHU IUDFDVDU
todo, las relaciones en las que el hombre sea un ser maltratado, avasallado,
DEDQGRQDGR\PHQRVSUHFLDGR´
31
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hábito dogmático y doctrinario para afrontar libremente la crítica de economía
política y el análisis del pensamiento filosófico que lo había precedido.
5. Existen varias interpretaciones de las causas de esta crisis y aunque diversas, con
aspectos consecuentes. La primera ve en la crisis del socialismo real la señal de la
derrota de la concepción marxista, se ignora asi que en los escritos clásicos del
marxismo no estaban, ni podían estar todos los elementos que componían el modelo
socialista y que estos fueron ignorados en la práctica; los referentes al socialismo
eran solo una serie de principios fundamentales, no siempre tenidos en cuenta.
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Consideramos que tales posiciones no favorecen hoy, ni al marxismo, ni al
socialismo: es más importante eliminar de la teoría revolucionaria la incapacidad
de comprender los cambios, sin revisionismos, ni dogmatismos. La crítica
marxista de la economía política debe abarcar también la economía política
marxista, la estudiada y aplicada hasta ahora por los marxistas.
La teoría de Marx actualizada no produce solo una nueva filosofía y una nueva
economía política basada en la posición de clase del proletariado, sino su crítica
y su constante purificación; las contradicciones son el motor impulsor de cada
progreso, incluido el progreso de la inteligencia. Para Lukács el dejarse instruir
constantemente de la realidad, asimilar lo nuevo, es un trato esencial de absoluta
prioridad para la praxis de la teoría marxista, que mantiene, como dice Bukharin,
HOVLJXLHQWHREMHWLYRHVWUDWpJLFR³HQODVRFLHGDGVRFLDOLVWDODHFRQRPtDSROtWLFD
perderá cada razón de ser: quedará solo una geografía económica ciencia de
FDUiFWHUPRQRJUiILFR\XQDSROtWLFDHFRQyPLFDFLHQFLDQRUPDWLYD´19
Las ciencias en los últimos años han desarrollado un amplio y complejo sistema
categorial, muy esnobístico, que frecuentemente es impuesto por los grandes
centros de poder intelectual de la burguesía y un asunto muy criticado, incluso
por la izquierda, así llamada alternativa y radical. Los nuevos hechos deben ser
explicados con nuevos modelos de análisis. Sin embargo los viejos conceptos
son defendibles hasta que resultan válidos para interpretar la realidad.
33
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configuraciones del modo de producción). Es necesario introducir teorías y
modelos de menor nivel de abstracción para tener en cuenta los datos de partida,
las tradiciones y condiciones de la capacidad productiva, las habilidades y
competencias técnicas, las instituciones y la cultura general. Es dentro de este
medio que vienen actualizándose y modificándose las leyes generales del MPC
(cfr. Marx, El capital, Tomo I,cap. XIII). Es a través de este proceso cognoscitivo
que se desarrolla y eventualmente se modifica también la teoría más general
(como en cada ciencia). Esta última es la única posición correcta, porque queda
claro en qué dirección se pretende renovar y no se tiende a fundir el marxismo
con supuestas corrientes actuales.20
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de la manifestación de la demanda de los bienes y servicios producidos. En los
países que hasta no hace poco tiempo eran industrializados, y que hoy se definen
del área del capitalismo avanzado, el consumidor es un sujeto mucho más complejo
respecto al pasado, desde el momento en que la gran cantidad de redes de
información de que disponen, lo llevan a asumir posiciones siempre más flexibles
y multidimensionales.22 Esto se deriva de un contexto general en el que una
información electrónica nómada y la pertinente comunicación tergiversada y
tergiversadora tiene un rol estratégico y dominante, ya sea en el terreno de la
producción y de la acumulación, como en el consumo, ya sea, en el plano social,
como hipótesis de totalitarismo cultural orientado a acabar con la democracia y
a destruir el papel de la política.
Los cambios de los cuales se ha escrito han incitado e incitan a los centros
responsables de las empresas a elaborar y adoptar apropiados modelos decisivos
para mantener y mejorar la propia posición del mercado, tratando de replantear
y reinventar la empresa no solo en su estructura sino también en sus mecanismos
de funcionamiento y de acondicionamiento de cada estructura social. De tal
manera, ya sean las elecciones de tipo microeconómica, como las
macroeconómicas imponen la cultura y los parámetros competitivos, de eficiencia
administrativa como valor social, como nuevos paradigmas del devenir social.
Este reciente totalitarismo inducido por la sociedad del capital-información es
inicialmente con carácter administrativo, pero en la realidad es cultura de empresa
que se impone en el territorio como idea competitiva general, como ideal de la
³HVFDODGDVRFLDO´FRPRGHVWUXFFLyQGHODIRUPDSROtWLFDGHODYLGDVRFLDO23
35
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están en condiciones de adecuarse con rapidez a los cambios, haciéndose vehículos
de la representación del poder en una fase en la que el capitalismo escoge siempre
los más connotados salvajismos del darwinismo socioeconómico.24
Cuando se habla de sociedad de mercado está implícito que esta esté siempre
más basada en la flexibilidad administrativa como capacidad del empresario,
del top managament, de los centros decisivos de la empresa de actuar, optimizando
el uso de los recursos, incluyendo los informativos y comunicativos, para la
realización de trayectorias administrativas adaptativas que permiten no solo
producir bienes y servicios diversos, dirigidos a mercados diferentes, sino trata,
al mismo tiempo, de accionar el delicado diseño estratégico empresarial de
acondicionamiento social como suma a la cultura de empresa.
En cada caso el principio de la flexibilidad se interesa, por otra parte, por las
relaciones con la fuerza de trabajo, también los aspectos internos y típicamente
direccionales de empresa, habiendo importantes recaídas estructurales,
comunicacionales y decisivas en el modo de organizar la planificación, el control
y poniendo el recurso comunicativo como centro, incluso por parte del externo
de las empresas, por parte de todo lo social, en las nuevas dinámicas de los
flujos electrónicos de una información capital nómada.
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total de los mecanismos sociales económicos y culturales; por esto la definimos
comunicación tergiversada y tergiversadora al mismo tiempo.
10. La verdadera renovación del marxismo parte del mismo análisis de las
transformaciones en el acto y puede ser ciencia del cambio radical solo con la
conservación del dinamismo intelectual de su núcleo duro. La continua evolución
de la crítica de la economía debe basarse, obviamente, en la asimilación crítica
de cuanto de positivo haya sido elaborado durante la historia del marxismo. Es
necesario saber con claridad que ninguna teoría puede explicar cada aspecto de
una realidad que cambia velozmente y aceptar con honestidad un cierto retardo
gnoseológico del marxismo que ha pretendido colocar cada nuevo advenimiento
en ámbitos teóricos establecidos.
En el análisis marxista las clases, la propia clase obrera, son un proceso real y
relacional, constituyendo una relación social histórica construida; por tanto
ninguno de los condicionamientos objetivos o subjetivos viene dado de un golpe
y para siempre. Con la intención política de mantener el impulso de las masas se
GLIXQGHXQJUXSRGH³YHUGDGHV´TXHQRHUDQWDOHVUHDOPHQWHFRPRODDEVROXWD
armonía entre ideología individual e ideología oficial, la supuesta solución del
problema de las nacionalidades, la juventud anagráfica como garantía del cambio
político generacional.
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Todas estas interpretaciones negaban en la realidad que la ideología se forma en
un proceso muy heterogéneo de realización social e influencia y que es necesario
distinguir entre países sociales y países políticos. Se ignoró, por ejemplo, que los
diversos sectores de un país pueden ser atraídos y en una cierta medida pueden
ser organizados en formas y motivaciones políticas que no reflejen sus intereses.
Ya Lukács subrayaba la inconsistencia metodológica de considerar como
definitivos y determinantes hechos que representaban solo momentos aislados e
inmóviles de determinados procesos.
En efecto, todas las teorías nacen y mueren refutadas, tanto por las ciencias
naturales como por las ciencias sociales: el marxismo no constituye una excepción.
No obstante, no se trata de una crisis no gnoseológica porque el marxismo tiene
los instrumentos fundamentales para analizar el capitalismo y la realidad que él
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funda. 26 La interpretación científica de la historia a través de diferentes
formaciones socioeconómicas en conflictos, es aquella que está bajo el nombre
de materialismo histórico, que permitió y permite a los hombres comprender y
conocer las leyes reales que dominan la sociedad.
12. Por otra parte, la teoría del modo de producción capitalista, la teoría de las
formas del valor, la ley de la plusvalía y la ley general de la acumulación
capitalista, permiten un análisis con profundidad de las relaciones de producción
de este sistema en su interrelación con las fuerzas productivas.
39
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no se ocupó de este problema. Por eso la correspondencia entre factores de
producción e ingresos tenía carácter natural y necesario; ella no incluye las
características propias del capitalismo, en el cual el proceso de producción guiado
por los hombres domina sobre los hombres como automovimiento del capital.
En esta unión a la repulsión (la competencia) de los capitales, se desarrolla la
atracción de los unos por los otros, que determina la acumulación de los medios
de producción bajo un solo capital, existiendo una estrecha relación entre
competencia y centralización.
Es precisamente sobre la base de este punto de vista que los clásicos primero, y
Marx más directamente después, analizan el desarrollo de las fuerzas productivas
y las relaciones de producción en el capitalismo, cuyas contradicciones indican
el límite histórico y la posibilidad de la transición a una nueva forma de asociación
y reproducción de los hombres en la naturaleza. He aquí el carácter históricamente
transitorio del capitalismo, recabado sobre la base de sus leyes internas. Una
renovación del marxismo hoy, debe seguir ante todo estos principios:
40
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c) Adecuada unidad entre lo empírico y lo teórico.
(VGHHVWHPRGRTXHVHGHEHHQWHQGHUHOSUREOHPDGH0DU[\(QJHOV³HOFRPXQLVPR
para nosotros no es un estado de cosas que deba ser instaurado, ni un ideal con
el que la realidad deberá conformarse. Llamamos comunismo al movimiento
UHDOTXHUHYRFDHOHVWDGRDFWXDOGHODVFRVDV´28
Notas
1
En un análisis más profundo pretendemos sostener que el proceso M-D-M* es
típico, incluso del modo de producción capitalista (MPC), en la medida en que
el proceso productivo se termina con la realización de un output (valores de
uso) y de mercancías. La particularidad del MPC es que el proceso productivo
HV³SURWHJLGR\GRPLQDGR´SRURWURSURFHVRTXHFDUDFWHUL]DHO03&HQFXDQWR
a esto): la valorización. La distinción neta entre proceso productivo y proceso
de valorización corresponde a la producción capitalista, en la cual se generaliza
la forma de mercancía y se convierte en mercancía la fuerza de trabajo misma:
³HOSURFHVRGHSURGXFFLyQHQFXDQWRDXQLGDGGHSURFHVRSURGXFWLYRHVXQLGDG
de proceso de creación de valor, es proceso de producción de mercancías, en
cuanto a unidad de proceso productivo y de proceso de valorización, es proceso
GHSURGXFFLyQFDSLWDOLVWDIRUPDFDSLWDOLVWDGHODSURGXFFLyQGHPHUFDQFtDV´
(K. Marx , El capital, Tomo I, p. 231, Ed. Riuniti, Roma 1989, rist. 1964. Si
se cree cfr. también K. Marx, El capital, Tomo I, cap. I, nota 32). El proceso
de valorización opera solamente a nivel mental, conceptual, porque es inexistente
en el nivel práctico, material. Para un profundo análisis de estos temas veremos
otros escritos, también de Vercelli (1973).
2
Marx utiliza este esquema interpretativo para explicar la metamorfosis de la
mercancía en el capítulo III del primer tomo de El capital, y como esquema de
interpretación del proceso de circulación del capital, en el segundo tomo. Keynes
leyó poco y mal a Marx. Cuando presenta su teoría sobre las inversiones, él
reproduce implícitamente el esquema de acumulación de Marx (ver por ejemplo
la definición de inversión en la teoría general de Keynes).
41
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3
También se puede variar de intensidad, estar dislocado espacial o
geográficamente. Es inconcebible el ascenso total de la competencia y la
consecuente formación de un único capital mundial (tesis sostenidas en el
pasado).
4
Por otro lado, hoy cuando se habla de mercado (de cualquier factor o mercancía)
debemos necesariamente referirnos al mercado mundial.
5
Queda agregar que a mayor razón, razonando a nivel global, difícilmente nos
encontramos frente a los verdaderos monopolios en sentido teórico; es más
correcto hablar de oligopolios.
6
La competencia es fundamental en el modo de producción capitalista, por lo
que veremos algunos cimientos del propio funcionamiento de su mecanismo.
Es demostrable a nivel lógico antes que a nivel empírico.
7
Marx utiliza las tres formas de la competencia para desarrollar las leyes
fundamentales del capitalismo: la ley de la sobrepoblación relativa, la ley de la
concentración y centralización del capital y la ley de la caída tendencial de la
tasa de ganancia (cfr. capítulo XXIII, Tomo I, de El capital y capítulo XII-XV
del Tomo III).
8
6REUHODQHFHVLGDGGHWDOHV³WHRUtDVGHDFRPRGDPLHQWR´FIU0D]]RQH
y Fineschi, 2001).
9
La exterioridad es la exterioridad ambiental, la crítica a la ineficiencia ambiental
del mercado como mecanismo de asignación de los recursos, son la base de los
asuntos de la economía ecológica. Para estudiar los fundamentos teóricos se
consultó a Georgescu- Roegen (1973). Para una visión crítica del pensamiento
económico, a partir de los postulados de la economía ecológica cfr. Nardo
(1987). La revista Capitalismo, naturaleza y socialismo, promueve un análisis
marxista de la ecología y de los problemas ambientales. Sobre este argumento
ha escrito el director de la revista 2µFRQQRU (1997). Sobre el tema intervino
Bellamy Foster (2000; 2002).
10
Por último cfr. también Shaikh (2003).
11
Guerrero (1992)
12
Crozier, Huntington, Watanuki (1975).
13
Así lo definen el propio Marx y Engels en el prólogo del Manifiesto del Partido
Comunista.
42
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14
Las hipótesis de superación del MPC con un MP más progresista e igualitario
se funda en la historicidad del propio MPC. Haciendo una formación
económico-social históricamente determinada, sería inconcebible e ilógico y
antihistórico, hipotizar la eternidad. Es contra el avance ahistórico de las clases,
TXHGDEDQSRUGHVFRQWDGDODLQVXSHUDELOLGDGGHOFDSLWDOLVPR\GHVXV³VXHUWHV
PDJQtILFDV\SURJUHVLYDV´TXHJROSHDQHQHOSODQRWHyULFRFLHQWtILFR\SROtWLFR
a Marx y Engels. Y es la misma historia (Althusser dijo que Marx abrió a los
KRPEUHVHO³FRQWLQHQWHKLVWRULD´FRQVXLQFHVDQWHPRYLPLHQWRDRFXSDUHO
corazón del método por excelencia de la teoría y la práctica marxista: el
materialismo histórico).
17
En la crisis del marxismo se ven dos problemáticas diferentes: La grassa,
Soldani,Turchetto (1979) y Mazzone (2003).
18
Solo después de ver la propia tesis, algunos años después en uno de sus últimos
trabajos.
19
Alejandro Mazone, en muchos de sus trabajos, afirma, hace varios años, que
el problema del hombre en el mundo es en realidad un exterminio, es refutar
que se destine a la seguridad alimentaria de centenares de millones de seres
humanos nuestros recursos destinados en cambio a armamentos, a políticas de
sustento de intereses estrictamente privados, etcétera.
20
Y en verdad quizás más que en la sociedad socialista podrá ser posible solamente
en el comunismo, siendo en cambio necesaria una economía política marxista
en la fase de transición.
21
Este tipo de análisis no es absolutamente nuevo, pero necesita ser muy diligente
en evitar los extremos y la mecanización (no se debe olvidar, por ejemplo, que
la teoría keynesiana perdió su vigencia cuando fue adaptada al modelo ISLM).
22
Sobre estos temas cfr. Martufi, Vasapollo (2000a); Vasapollo, Petras, Casadio
(2004); Vasapollo (2003).
23
Sobre estos conceptos, seguidamente de este texto, se hará referencia a
precedentes investigaciones del autor, en particular Martufi, Vasapollo (1979;
2000c, 2003).
24
³En el interior del proceso de elaboración tecnosocial, del proceso de
programación se delinean las alternativas que en cambio están completamente
desaparecidas de la escena de la representación política y de la ideología. Según
la interfase de uso que el programador realiza, la tecnología puede funcionar
como elemento de control o como elemento de liberación del trabajo. El
43
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problema político viene enteramente absorbido dentro de la propia actividad
del trabajador mental, y en particular del programador. El problema de la
alternativa, del uso social alternativo no puede ser destacado, separado de la
IRUPDGHODSURSLDDFWLYLGDG´%HUDUGL
25
³/D VRFLHGDG FDSLWDOLVWD SDUD SRGHU IXQFLRQDU FRPR VRFLHGDG IXHUWHPHQWH
democrática, debe prescindir de la concreta existencia de los seres humanos,
no debe tener en cuenta cómo viven realmente los hombres y las mujeres.
Sobre la base de esta consideración definimos sociedad abstracta como la
organización capitalista de la sociedad, regulada por las instituciones de la
democracia formal. Abstracta, no en el sentido de que es una sociedad irreal,
sino en el sentido de que hace abstracción de la realidad social. Sociedad
abstracta, en el sentido de que es un sistema de indiferencia a la condición
existencial de los hombres y de las mujeres en carne y hueso. El sistema de
indiferencia social es el éxito de la combinación de la realidad del capitalismo
como la forma de la democracia. Tal éxito se debe no a la forma democrática,
sino a la realidad capitalista.Una connotación fundamental de la sociedad
sometida al capital en forma de democracia es la separación de hecho de la
esfera política de la social. En la esfera política se afirman principios de
participación, libertad, igualdad, fraternidad, injusticia. La sociedad capitalista
formalmente democrática es una sociedad ambigua. Por una parte proclama
principios y por otra crea presupuestos estructurales que no se realizan. Es
XQDVRFLHGDGGLVIUD]DGD´9LROD
26
La jerarquía no desaparece, sino desde su interior viene externalizada y
³SHJDGD´HQXQDUHGLQWHUQDGHHPSUHVDV6REUH HVWHWHPDWDPELpQVH KDUi
referencia a Martufi, Vasapollo (2000c; 2003).
27
Dos buenos ejemplos de lectura de la realidad económico-social contemporánea
con instrumentos marxistas, una referida al capitalismo en general y la otra
más específicamente a su forma particular (el liberalismo), son Sad-Filho
(2002), Saad Filho, Johnston (2005).
28
Vercelli (1973:74 ss.) Cataloga cuatro formas fundamentales del fetichismo:1)
una relación social se manifiesta como una relación entre dos cosas; 2) las
leyes sociales se presentan como leyes naturales; 3) una relación social se
presenta como una relación entre una cosa y ella misma; 4) las fuerzas
productivas sociales del trabajo se presentan como fuerzas productivas del
capital. Mientras las formas 1, 2, 3 se fundamentan en la esfera de la circulación
y derivan del cambio de los productos de varios procesos productivos privados
que producen mercancías diferentes (división social del trabajo), la 4 se funda
HQ ODHVIHUD SURGXFWLYD\ VXUJHGH ODGLYLVLyQ WpFQLFD³PDQXIDFWXUDV´ GHO
trabajo, que se origina de un preciso plano del capital (voluntad ajena a los
44
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trabajadores y en ella contrapuesta). Sobre este argumento cfr. todo el cap. III
de Vercelli (1973).
29
Marx, Engels (1974: Tomo III:510); Marx, Engels (1972: v,34)
Leyenda
Se relacionan a continuación los símbolos y las abreviaturas mayormente
utilizadas en las páginas siguientes, para facilitar la lectura y de esta forma
hacer más ágil la consulta.
A: amortización.
B: consumos privados.
': movimiento de un valor.
E: expresiones monetarias de la hora productiva.
g: jornada productiva.
tvus: total de valores de uso y servicios históricos y socialmente necesarios en la
reproducción de las fuerzas de trabajo.
G: gasto público.
gf: grado de explotación.
I: inversiones.
K: capital fijo.
L: factor trabajo productivo.
v: capital variable.
ln: trabajo necesario en la reproducción de la fuerza de trabajo, que coincide con
el trabajo pagado.
lv: trabajo vivo.
PSL: plusvalía que coincide con el trabajo no pagado.
¶: productividad.
ss: salario social real.
vn: valor necesario en la reproducción de la fuerza de trabajo.
W: plusvalía.
X: exportaciones.
FL: fuerza de trabajo.
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Segundo capítulo
1. Antes de Marx
1. El principio que está en la base de las obras de economía política que Marx
leyó en París en 1844 -es sobre todo de investigaciones sobre la naturaleza y las
causas de la riqueza de las naciones (1776) de Adam Smith- es que la felicidad
de los individuos depende del bienestar de la sociedad; el bienestar de la sociedad
crece con el aumento de la riqueza de la nación; la riqueza tiene por fundamento
el trabajo, de hecho, valoriza los productos naturales y eso está de hecho en el
origen de la sociedad. La economía política2 clásica, si de un lado ponía el trabajo
en la base del progreso humano, del otro lado identificaba el sistema capitalista,
fundado en la propiedad privada de los medios de producción y en el trabajo
asalariado, como el único sistema económico racional y natural. Es necesario
dejar actuar las leyes naturales de la economía. Tal principio, que Smith heredaba
de los fisiocráticos, es la palabra de orden del liberalismo económico.
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5HFLHQWHPHQWH6\ORV/DELQLKDLQYLWDGRD³UHHVWXGLDUDORVFOiVLFRV´
en un libro muy fácil de economía política, Invitación apreciable a la heterodoxia,
en un panorama donde la aburrida teoría marginalista en todas sus variantes, no
desde lo último, sino que parte del neoinstitucionalismo (Ankarlo 2002). En este
texto Sylos Labini, aunque no dedicó capítulos específicos a Marx, con frecuencia
GLiORJDFRQpOORLQFOX\HHQODFDWHJRUtDGH³ORVFOiVLFRV´MXQWRDRWURVJLJDQWHV
del pensamiento: Ricardo y Smith. Por supuesto, a las inclusiones de Marx entre
ORVFOiVLFRVDYLVDHODXWRUTXHVHSRQHGHSDUWHGH³VXSUR\HFWRUHYROXFLRQDULR´
(Sylos Labini 2005:30).4
/DFUtWLFDGHODHFRQRPtDSROtWLFDGH0DU[QRFRQVWLWX\HXQD³FRUUHFFLyQ´GHORV
³HUURUHV´ R GH ODV LQFRPSUHQVLRQHV GH OD HFRQRPtD SROtWLFD FOiVLFD VLQR OD
formación de un nuevo campo teorético que modela un nuevo objeto teórico de
DQiOLVLV\XQQXHYR³SDUDGLJPD´GHDUJXPHQWDFLyQ$GLIHUHQFLDGHODWHRUtDGHO
valor de Ricardo, la marxista es una teoría de la forma del valor del producto-
mercancía unida, desde su inicio, a su forma de dinero y después del precio, es
decir, a la teoría monetaria. El valor de una mercancía no puede ser determinado,
sino solo a través de su forma de aparición; no puede ser determinado en un solo
momento, sino en relación con todas las otras mercancías en el proceso de cambio.
Esta relación del valor de cambio se materializa con el dinero. En el sistema
PDU[LVWD QR SXHGH H[LVWLU QLQJXQD RWUD ³LQFRUSRUDFLyQ PDWHULDO´ GH WUDEDMR
(abstracto) y otra forma cuantitativamente definida de aparición (o de medida)
del valor. En la medida en que el dinero comprende la única forma de aparición
del valor, las cantidades no pertenecen al mismo nivel de abstracción. En otras
palabras, son inconmensurables y consecuentemente no pueden ser materia de
comparación cuantitativa y cálculos matemáticos. En el sistema de Marx el valor
no pertenece al mundo de las cantidades empíricamente individuales (y medibles):
solo el dinero puede hacer eso.
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Ricardo se opuso, declarando que la intervención del capital no modifica
absolutamente la vigencia de la ecuación valor- trabajo, incluso en la sociedad
precapitalista, así como en la sociedad burguesa, los medios de producción que
en el capitalismo asumen la forma de capital, intervienen en la producción e
influencian el valor, pero lo influencian en función de la cantidad de trabajo
fijado en el propio capital, la cual se une a la cantidad de trabajo directamente
empleado en la producción. Es decir, solo el trabajo es el que regula el valor. El
valor entonces, corresponde al costo de producción, además el costo de producción
se determina sobre todo en el trabajo.
(OVRFLDOLVPR³SUHPDU[LVWD´VHLPSXOVDEDHQHVWRVPLVPRVDxRV'HVGHHOH[DPHQ
del mundo del trabajo y de las condiciones de fabricación surgió la noticia de
que la fábrica capitalista constituiría una ruptura en la historia del trabajo humano,
reuniendo un vastísimo número de trabajadores en un único lugar físico de
ocupación, pero contemporáneamente privándolos del resultado final del trabajo,
la mercancía. Los premarxistas vieron el problema, que seriá después el centro
de la discusión de Marx y Engels, el de la reconstrucción de la posibilidad por
parte de los obreros de intervenir en el proceso productivo, eliminando la
apropiación capitalista de su resultado. Esto se resolvía presentando a todos los
hombres la posibilidad de vivir en una organización social nueva, en la que
habría una equitativa división de los productos, derivada de una producción
racional, organizada comunísticamente, o sea influenciada por la colectividad,
acabando con la propiedad privada.
49
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los cooperativistas; no se olvidan los que predicaban insurrección permanente,
los liberales. Frente a esta múltiple selección se caracterizan los puntos que
acercan a todos estos pensadores, legando las varias propuestas que parecerían
divergentes.
50
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trabajadores de un rol social igual al económico, donde son los suministradores del
trabajo, el elemento de valorización de las mercancías. Las posiciones teóricas de
Ricardo y la consecuente concepción de la ganancia, unidas a las temáticas antes
mencionadas, incluso con matices y acentos diferentes, están presentes en todas
las grandes figuras del socialismo premarxista, pero en particular en los teóricos
del movimiento obrero inglés, desde Owen a William Thompson, de Gray a
Hodgskin y John Francis Bray.
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como plusvalía el plustrabajo que se realiza en un plusproducto. Ellos logran
por primera vez percibir que si el valor tiene su origen en el trabajo, entonces la
ganancia es substracción del producto del trabajador directamente determinado
por la apropiación de tiempo de trabajo, por el cual el obrero no recibe retribución
alguna.
Cualquier forma de interés pagado a los capitalistas, ya sea bajo forma de renta,
de interés monetario o de ganancias industriales, es pagado por trabajo ajeno.
Por tanto, el interés del capital, en general, se determina todo en plustrabajo, el
cual se representa en un plusproducto; solo que este último es del capital
propiamente. Sin embargo, estos elementos se presentan diversamente compuestos
en las diferentes figuras del movimiento socialista.
4. Thomas Hodgskin
1. Thomás Hodgskin atribuye solamente al trabajo la capacidad de producir el
valor, y desarrolla el tema Ricardiano en sentido clasista, caracterizando el
conflicto entre el trabajo y el capital. Él denuncia la forma de apropiarse de los
capitalistas, los cuales le reducen a los obreros el salario a su nivel más bajo
posible y se embolsillan indebidamente todo el exceso del valor producto del
trabajo.
El capital fijo pertenece a una clase de personas que ni lo fabrican ni lo usan [...]. El
capitalista, como siempre, poseedor de los instrumentos, no es un trabajador. Él no
contribuye de ningún modo a la producción. El adquiere la propiedad del producto
de un obrero y la sede a otro por un período de tiempo determinado, por la mayor
parte de los tipos de capital fijo o para siempre, como es el caso del salario,
que puede ser usado y consumido en su provecho. No permitirá nunca que el
producto de un obrero, que él posea, sea usado y consumido por otro obrero,
sino a su favor. Él emplea o presta su propiedad para obtener una parte del
producto o renta natural de los obreros, y cada acumulación en sus manos,
significa extensión de su poder sobre el producto del trabajo e impedimento
al aumento de la riqueza nacional. Es lo que sucede actXDOPHQWH >«@ (O
capitalista como poseedor de todo el producto, no permitiendo a los obreros
fabricar o utilizar los instrumentos de trabajo, al menos que no obtenga una
ganancia superior a la que le cuesta el mantenimiento de los mismos obreros,
evidentemente pone límites al trabajo productivo mucho más restringidos de los
que manda la naturaleza. En la medida en que el capital se acumula en las manos
de terceros, aumenta la masa de ganancia pretendida por los capitalistas, y así
52
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nace un impedimento artificial en la producción y el incremento de la población
>«@ (Q HO HVWDGR DFWXDO GH OD VRFLHGDG GRQGH ORV REUHURV QXQFD VRQ ORV
poseedores del capital, cada acumulación de capital incrementa la suma de la
ganancia que viene exigida y elimina cada trabajo capaz de procurar una cómoda
H[LVWHQFLD>«@6LVHDGPLWHTXHHOWUDEDMRSURGXFHWRGRLQFOXVRHOFDSLWDOHV
absurdo atribuirle una fuerza productiva a los instrumentos que el trabajo
FRQVWUX\H\HPSOHD>«@/RVVDODULRVFRPRORVLQVWUXPHQWRVQRSURPXHYHQOD
SURGXFFLyQ(OWUDEDMRQRHOFDSLWDOSDJDWRGRVORVVDODULRV>«@/DLQYHUVLyQ
y el empleo del papel moneda han manifestado que el capital no es una cosa para
ahorrar. El capitalista para lograr su riqueza o disponer del trabajo ajeno, debía
tener una verdadera montaña de metales preciosos o de mercancías, y se podría
pensar que la acumulación fuese verdaderamente el resultado de un respaldo y
que de ella dependería el progreso de la sociedad.
Pero desde que se inventó el papel moneda, los títulos, y el poseedor de simples
pedazos de papel, de vitamina trae una renta anual en pedazos de papel, con lo
que contiene todo lo que necesita para su uso y consumo, si este poseedor se
encuentra al final del año más rico que al inicio, es porque no ha perdido todos
sus pedazos de papel, o si al año siguiente tiene derecho a cobrar una mayor
cantidad, que le da facultad para disponer de una mayor cantidad de producto
del trabajo, entonces no hay dudas de que no hay que ahorrar el capital y que
cada capitalista no se enriquece por ahorros reales, materiales, sino como una
RSHUDFLyQTXHORSRQHHQJUDGR>«@GHDGTXLULUXQDSDUWHPiVJUDQGHGHOSURGXFWR
GHOWUDEDMR>«@(OHPSUHVDULRLQGXVWULDOSRVHHPRQHGDPHWiOLFDRSDSHOFRQOR
que paga los salarios. Sus obreros cambian sus salarios con productos de otros
obreros, los cuales a su vez, no guardan su salario en moneda o en el papel que
sea. Este retorna a la industria, que le da a ellos en cambio productos. Con este
él paga de nuevo los salarios y así la moneda metálica o de papel recomienza su
circulación.6
53
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significa que al prescindir de la forma determinada de las partes del capital, el
capital empleado crece con respecto al trabajo empleado. La ganancia disminuye,
no porque el obrero sea menos explotado, sino con respecto al capital empleado en
su totalidad, porque es empleado menos trabajo [Marx 1993a: 321- 322).
5. John Gray
1. También John Gray asume de Ricardo y de Owen el tema de la crítica al
capital y el principio del valor-trabajo. Él se hace portavoz de una polémica
contra la aristocracia territorial, desde el punto de vista de los fisiócratas y éstos
piensan que en la industria no hay creación de plusvalía. En cambio, los
agricultores pueden consumir todas sus entradas y aportar al Estado, porque su
trabajo crea un exceso llamado renta.7
<FRQWLQ~D0DU[³HVWHLQJOpVWUDHODOyJLFDFRQFOXVLyQGHTXHHVWDJDQDQFLDVH
logra solo si los productos de la industria son vendidos en el exterior. De la
promesa mercantilista él saca la lógica conclusión mercantil (Marx 1993ª: 413).
Esta ganancia se logra solo si la industria vende sus mercancías al exterior.
Escribe de hecho Gray:
Ninguna industria, cualquiera que sea su ganancia personal, añade algo al ingreso
de la nación si su mercancía se vende y consume en el país. De hecho, el comprador
>«@SLHUGHWDQWR>«@FyPRJDQDODLQGXVWULD>«@HQWUHFRPSUDGRU\YHQGHGRU
hay un cambio del cual no deriva ningún incremento de ingreso. Para remediar
la falta de acceso, el empresario añade una ganancia del 50 % a lo que pierde en
VDODULR HV SHQGLHQWH GH FDGD FKHOtQ SDJDGR HQ VDODULR« \ VL HO SURGXFWR HV
vendido en el exterior, esto será la ganancia nacional por tantos y tantos
trabajadores.8
54
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2. Retornando directamente el problema de la ganancia, prosigue:
6. Robert Owen
1. Considerable fue también el análisis teórico hecho por Owen sobre los temas
del trabajo y de la riqueza. Él establecía, según Ricardo, que el valor de las
mercancías producidas era medible exclusivamente por el trabajo y que sólo el
progreso científico podía aumentar el valor del trabajo. De este modo, los obreros
no debían haber estado nunca sujetos a los sistemas de esclavitud que los habían
oprimido en el pasado, sino refiriéndose a los tiempos de trabajo efectivamente
empleados para producir las riquezas nacionales, problemas típicos de
acumulación capitalista y de riqueza, si habrían llegado a la construcción de la
nueva organización social.
2. Escribe Owen:
La unidad natural de medida del trabajo, es en línea de principios, el trabajo humano
o las fuerzas humanas manuales y mentales conjuntas que son puestas en acción. Al
mismo tiempo se quiere calcular la media del trabajo y de la fuerza humana; y desde
el momento que lo constituye, la esencia de cada riqueza, se puede incluso calcular
del valor de cada producto, y procediendo de modo análogo, para todos los productos,
se pueden determinar las relaciones de cambio entre ellos; el total de estos valores
sería invariable para un período dado; el trabajo humano asumiría así su valor natural
o intrínseco, que aumentaría con el progreso de la ciencia; esto es en efecto el objetivo
realmente útil de la ciencia. La demanda de trabajo humano no estaría más ligada al
capricho, ni al sustento de la vida humana, sería como es ahora, un artículo de
comercio, de valor siempre cambiante, y las clases trabajadoras no serían más esclavas
de un sistema artificial de salario, más crueles en hechos de esclavitud jamás practicada
por una sociedad, bárbara o civil (Owen 1971: 184- 193).
Owen trató de llevar su proyecto a la fábrica y ciudad cooperativa del New
Lanark, en Escocia, organizada bajo los principios de la propiedad cooperativa
de los trabajadores. New Lanark era una pequeña ciudad socialista con asilos,
escuelas, asistencia sanitaria, vida cultural, todo hecho sobre la base comunitaria.
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7. Claude Henry Saint- Simon
6DLQW6LPRQIXHXQRGHORVPiVJHQLDOHV\IHFXQGRVVRFLDOLVWDV³XWySLFRV´
dedicando toda su vida a proyectos de reorganización económica, política y social.
A pesar de que su mensaje fue radical, no pudo clasificarse como un socialista,
si con esta definición se caracterizan a los ideales de ruptura definitiva con el
VLVWHPDFDSLWDOLVWD(OVX\RSXHGH VHUFRQVLGHUDGRXQVRFLDOLVPR ³LQGXVWULDO´
que se apoyaba en el progreso económico.
Saint- Simon no distingue entre los intereses de los patrones y los de los obreros.
Para él se trata siempre de productores en diferentes niveles: y si privilegia a los
asalariados es solo porque desea que mejore la situación de la clase más numerosa
y más pobre. Nos encontramos ante una sociedad en la que reina la colaboración
entre las clases y en la que desaparecen los antagonismos. También, si el
pensamiento de Saint-Simon pareciera interclasista, de hecho puso a la luz la
existencia de una lucha de clases entre productores y los sectores más atrasados
de la sociedad, las capas improductivas. No obstante, sostiene que creadores de
trabajo y obreros formarán parte de una sola clase, con intenciones comunes,
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pero siendo psicológicamente diferenciados; al término de la vida cambió
completamente de opinión al respecto.
8. Sismonde de Sismondi
1. Con Sismondi, tenemos un análisis económico que ve en el valor constituido,
desde el tiempo de trabajo, la fuente de todas las contradicciones de la industria
y del comercio modernos.
(OYDORUPHUFDQWLOGHXQDFRVD±6LVPRQGL±HVWiVLHPSUHILMDGRHQ~OWLPRDQiOLVLV
sobre la base de la cantidad de trabajo necesario para crear la cosa valorada:
pero este valor no corresponde al costo (de tiempo) actual, sino al que se llegaría
con medios más perfectos: y esta cantidad, difícil de valorar, viene siempre
HVWDEOHFLGDILHOPHQWHGHOFRQRFLPLHQWR>«@7DQWRODGHPDQGDGHOYHQGHGRUFRPR
la oferta del comprador, son calculadas sobre esta base. El primero podrá afirmar
que aquella cosa le ha costado diez jornadas de trabajo, pero si el segundo
considera que puede ser hecha en ocho jornadas y la competencia ofrece a los
dos la demostración, es a ocho jornadas que se establecerá el costo de mercado
y se reducirá el valor. Ambos contrayentes piensan que lo suyo es útil, que es
deseado, que sin el deseo no habrá ninguna venta, pero la determinación del
precio no conserva ninguna relación con la utilidad.
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2. Marx escribe:
De un lado, la plusvalía es más grande mientras más grandes son los progresos de
las artes y de la ciencia en su aplicación a los procesos productivos, y de otro lado,
la competencia entre los empresarios tiene como efecto reducir la cantidad. En
realidad, quien inventa un nuevo procedimiento tiene cuidado en divulgarlo y de
usarlo, sino que lo utiliza exclusivamente a grandes escalas para bajar los propios
costos y arruinar de este modo a los propios competidores (Denis 1973: 41-42).11
9. Pierre-Joseph Proudhon
1. La figura de este pensador domina la historia del socialismo francés y europeo,
en toda la parte central del siglo XIX. Economista y filósofo, o ni lo uno, ni lo
otro, según el juicio de Marx;12 con él nos encontramos delante de una propuesta
de socialismo, o más propiamente, de socialismo liberador, que tiene como
presupuesto no la a clase obrera, como entidad modernamente concebida, sino
los de la clase obrera, o mejor, la pequeña burguesía, puesta en los márgenes de
la sociedad y el alto desarrollo industrial.
(QHIHFWR3URXGKRQQRIXHXQVRFLDOLVWD³<RVR\SXURGHODVLQIDPLDVVRFLDOLVWDV´
dice en su Filosofía de la miseria. Como no fue un utopista en el sentido exacto
de la palabra. Fue un reformador, que ponía en el centro de su pensamiento los
problemas del crédito, del préstamo sin interés, capaz de hacer sobrevivir a una
pequeña burguesía productiva, ya condenada por el desarrollo del capitalismo,
fue sobre todo, un crítico de la sociedad industrial.
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La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
En cuanto a él, opina Marx:
6LODSURSLHGDGYLVWDHQVXRULJHQ³HVXQSULQFLSLRHQVtYLFLRVR\DQWLVRFLDOHV
destinada a ser por su propia generalización y el concurso de otras instituciones,
HOVRVWpQ\HODOPDGHWRGRHOVLVWHPDVRFLDO´3URXGKRQ
(OKDEODGH³FRQFLOLDFLyQ´HQWUHODVFODVHVQHJDEDODQHFHVLGDGGHODFRDOLFLyQ
y de la organización obrera y no estudiaba absolutamente oponer a aquel
capitalismo otro sistema, sino que quería intervenir sobre el primero con medios
UHIRUPDGRVORV³EDQFRVGHOSXHEOR´\HQILQHO³FUpGLWRJUDWXLWR´
Afirmaba que desde el momento en que existen muchas necesidades que satisfacer,
presuponen muchos bienes para producir y muchos hombres empeñados en la
producción; siendo así, es necesario presuponer un ciclo productivo basado en
la división del trabajo, pero para suponer esta división es necesario pensar también
en el cambio importante, en el valor de cambio.
59
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Escribe Proudhon:
Los economistas han evidenciado muy bien el doble carácter del valor; pero no
han logrado tener en cuenta con gran claridad su naturaleza contradictoria; y
DTXtFRPLHQ]DQXHVWUDFUtWLFD«1REDVWDTXHKD\DPRVVHxDODGRHVWHVRUSUHQGHQWH
contraste, propensos a juzgarlo como algo sorprendentemente simple: es necesario
también mostrar que esta supuesta simplicidad esconde un pensamiento profundo
que es nuestro deber penetrar. En términos técnicos, el valor de uso y el valor de
cambio son juicios inversos uno del otro (Proudhon, 1945).
3URXGKRQ DVLPLOD HO YDORU GH FDPELR D OD ³HVFDVH]´ \ HO YDORU GH XVR D OD
³DEXQGDQFLD´SRUORTXHHVWDPRVHQSUHVHQFLDGHHVFDVH]GHRIHUWDGHSURGXFWRV
en relación a la demanda, en lo que corresponde entonces el precio alto.
3. En este punto se podría decir verdaderamente que toda la teoría del valor de
Proudhon se basa en la sustitución del valor de uso y el valor de cambio por la
RIHUWD\ODGHPDQGDSRUQRFLRQHVFRPSOHWDPHQWHDEVWUDFWDVFRPROD³HVFDVH]\
ODDEXQGDQFLD´OR~WLO\ODRSLQLyQ3URXGKRQYDWRGDYtDLQWURGXFLpQGRVHPDVDO
concepto de valor constituido, o valor vendible. Él parte del presupuesto de que,
si se admite la utilidad, es el trabajo la fuente del valor, dado que es el tiempo la
medida del trabajo, entonces el valor relativo de los productos está dado por el
tiempo de trabajo necesitado para producirlos; por lo que el precio no es otra
cosa entonces, que la expresión monetaria del valor relativo de un producto, y el
valor constituido de un producto es el valor que se constituye considerando el
tiempo de trabajo prefijado.
Como consecuencia, las conclusiones de Proudhon, partiendo del valor
constituido, se basan en el tiempo de trabajo que lleva al hecho de que una cierta
cantidad de trabajo y una jornada de trabajo equivalen a otra jornada de trabajo:
a partes cuantitativas, en términos de tiempo de trabajo, el producto de uno
puede ser cambiado por otro del otro, no existiendo algunas diferencias cualitativas
HQHOWUDEDMReOVRVWLHQHTXH³HOWUDEDMRGHFDGDKRPEUHSXHGHFRPSUDUHOYDORU
TXHpOHQFLHUUD´
Siguiendo esta línea se podría afirmar que todos los asalariados son pagados en
igual medida por igual tiempo de trabajo. En efecto Proudhon supone que una
cierta cantidad de trabajo contenida en un determinado producto equivale a la
retribución del trabajador, es decir, al valor del trabajo, sin considerar
absolutamente la formación de la plusvalía.
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4. En la práctica Proudhon pone en relación- de más: instituye una equivalencia
entre una cierta cantidad de trabajo y los productos que ella ha creado, no dándose
cuenta que de ese modo se llegaría a una sociedad compuesta por trabajadores,
que reciben como salario su propio producto y que todas las jornadas de trabajo
son equivalentes, de esta forma superamos así el problema de la ganancia
industrial y de su origen. Y si con la categoría de la ganancia entramos en una
WRWDORVFXULGDGPiVRVFXUDTXHGDODH[SOLFDFLyQGHO³H[FHGHQWHGHOWUDEDMR´
Escribe Proudhon:
Un axioma generalmente admitido por los economistas, es que cada trabajo debe
dejar un excedente. Esta proposición es para mí de una verdad universal y
absoluta: es la consecuencia de la ley de la proporcionalidad, que se puede
considerar como el sumario de toda la ciencia económica. Pero, pido disculpas a
los economistas, el principio de que cada trabajo debe dejar un excedente, en su
teoría, no tiene ningún sentido y no es susceptible de demostración alguna... Este
principio del excedente del trabajo vale para los individuos solo en cuanto emana
de la sociedad que confiere así su beneficio de las leyes .(Proudhon, 1945).
En otras palabras, él quiera afirmar que la producción del individuo social supera
la del individuo aislado, que el excedente del trabajo se explica con la sociedad
\TXHORVHFRQRPLVWDVQRKDQDIHUUDGROD³SHUVRQDOLGDGGHHVWHVHUFROHFWLYR´
61
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El dato más importante es el hecho de que haya sido el pueblo el que ha dado el
primer impulso, no un teórico o un doctrinario o el propio Estado. Pero el suyo,
VL VH TXLHUH GHFLU DVt ³FROHFWLYLVPR´ UHFKD]D FDWHJyULFDPHQWH OR HVWDWDO (Q
cuanto a la comunidad, la preconizada por los comunistas, para él, es opresión
esclavitud; por lo que Proudhon busca una combinación de comunidades y de
SURSLHGDGHV\ODHQFXHQWUDHQODV³DVRFLDFLRQHV´/RVLQVWUXPHQWRVGHSURGXFFLyQ
y de cambio, afirma, no deben ser administrados ni por las compañías capitalistas
ni por el Estado, si no su gestión va confiada a asociaciones obreras. Y del
DQiOLVLVGHHVWDVDVRFLDFLRQHVSDVDDWHRUL]DUHO³FRP~QDXWyQRPR´FRPRJUXSR
natural que los hombres forman entre ellos, su base local. Él debe colocarse
FRPR XQ ³VHU VXSHULRU´ TXH WLHQH HO GHUHFKR GH JREHUQDUVH SRU Vt VROR GH
administrarse, de ponerse los impuestos, de disponer de sus propiedades: como
la autogestión es incompatible con la existencia de un Estado autoritario, así lo
común no puede coexistir con un poder centralizado de arriba hacia abajo.
Después de haber visto esto, mantenemos la idea de que los orígenes de los
socialismos científicos son investigados en Alemania, patria de Johann Kart
Rodbertus(1805-1875), que desde el punto de vista del análisis económico
constituye el momento de ruptura entre socialismo ante litteram y socialismo
científico; y la patria de Wilhelm Weitling(1808-1871), gracias a sus
SHQVDPLHQWRVVHDOFDQ]DHOUHIRU]DPLHQWRGHOD³OLJDGHORVMXVWRV´RUJDQL]DFLyQ
obrera de los wethighiani, que ubicaba en primer plano el problema de la necesidad
de un partido autónomo de clase. El socialismo moderno, con todas sus variadas
posiciones internas, encontró su base en la economía política burguesa y en
particular reclamó casi exclusivamente la teoría del valor de Ricardo.
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La defensa de las dos posiciones que Ricardo puso en 1817 como premisas a sus
principios fueron:
Pero solo en 1842, en Alemania un pensador resolvió tratar desde las dos
posiciones de Ricardo las conclusiones completamente socialistas. Este fue
Rodbertus, quien de hecho es considerado el fundador del socialismo prusiano.
También Rodbertus sostenía la idea de que la renta de los propietarios territoriales
y la ganancia de los capitalistas constituía un retiro sobre lo que los trabajadores
producen. Lo que en la economía marxista vendrá determinado como análisis de
ganancia o análisis de la renta sobre tierras, aparece en Rodbertus, que lo llama
³JUDQGH]DGHODJDQDQFLDGHOFDSLWDO\GHOLQWHUpVRJUDQGH]DGHODUHQWD´13
La grandeza de la ganancia del capital y del interés resulta por su relación con el
FDSLWDO«HQWRGDVODVQDFLRQHVFLYLOL]DGDVODVXPDGHFDSLWDO HVDFHSWDGD
como unidad de medida para calcular esta grandeza. Mientras mayor es la relación
entre el aumento de la ganancia y del interés perteneciente al capital y 100, en
otras palabras mientras mayor es el porcentaje que produce un capital mayores
serán las ganancias y el interés. 14
Por un valor producido dado o por el producto de una dada cantidad de trabajo,
o lo que es aún lo mismo, por un producto nacional dado, la grandeza de la renta
es en proporción inversa a la grandeza del salario, y en proporción directa a la
productividad del trabajo. Mientras más bajo es el salario, más alta es la renta,
mientras más alta es la productividad del trabajo, más bajo es el salario y más
DOWDODVUHQWD>«@/DJUDQGH]DGHODUHQWDGHSHQGHGHODJUDQGH]DGHODSDUWH
63
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que le queda a la renta, descontando el salario del producto total, sin tener en
cuenta la parte del valor producido que sirve para reconstruir el capital, que
SXHGHVHUGHVFXLGDGR«
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>«@ODSURGXFWLYLGDGGHODLQGXVWULDHVDXPHQWDGDHQPD\RUSURSRUFLyQTXH
ODGHODDJULFXOWXUD«QRREVWDQWHHVGLVPLQXLGDODJDQDQFLDGHOFDSLWDO 15
Dentro de los estudios que pueden ser considerados, hasta la aparición de Marx
\(QJHOVOtGHUHVGHOD³OLJDGHORVMXVWRV´HVWDED:LOKHOP:HLWOLQJ1871):
teórico de una nueva forma de presentarse a la clase, o sea, como estructura de
partido internacionalista, fue el mismo obrero y tuvo numerosos secuaces, los
werthinianos, los que fueron más agitadores y organizadores de la sociedad obrera
de teóricos. Entre ellos emerge August Becker (1814-1871) tenaz difusor del
comunismo, a pesar de las violentas persecuciones de la policía.
65
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capacidades de los individuos, aseguraba la libertad de todos los hombres, en un
cuadro de armonía para toda la colectividad. Él imaginaba una comunidad social,
caracterizada por la obligación de todos a lograr una contribución de obra hacia
la colectividad, obteniendo a cambio la satisfacción de las necesidades
primarias.La contribución no se basaba en el dinero, sino en la puesta a disposición
GH³KRUDVFRPHUFLDOHV´HVGHFLUORVERQRVGHWUDEDMRFDPLQRHQHOTXHVHSRQGUtD
en práctica la igualdad entre tiempo de trabajo y valor de una mercancía. Sus
propuestas partían de una dura crítica del sistema burgués y como consecuencia
de la propiedad privada, que debía ser abolida para llegar a un nuevo sistema, el
³REUHUR´(OLQVWUXPHQWRSDUDORJUDUODQXHYDVRFLHGDGGHEtDVHUODUHYROXFLyQ
concebida como algo mixto, por lo espontáneo y repentino, apoyados en la
preparación teórica y militar de un grupo organizado jerárquicamente.
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las tesis del socialismo científico. En efecto, la liga de los comunistas no tuvo
nada que ver con el protosocialismo, aunque sí representó la conclusión natural.
Con la liga de los comunistas nos encontramos frente a una concepción muy
contemporánea: las tesis desarrolladas fueron aquellas que todavía hoy son
comunes a las diversas tendencias del socialismo, la estructura de algunos partidos
VRFLDOLVWDV GHKR\ PiV ³PRYLPHQWLVWDV´HQ SDUWLFXODU \ HMHPSORHQ DTXHOODV
naciones de América Latina o de otros países de la semiperiferia.
Con la liga de los comunistas se cierra el discurso sobre aquel socialismo, dicho
frecuentemente utópico, que sin embargo, encontró un preciso y efectivo
reencuentro histórico por muchas décadas, lo que representa una etapa
fundamental del pensamiento político del mundo contemporáneo.
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el cuadro dentro del cual se resuelven los problemas de optimización de la
distribución de la riqueza.
Los economistas defienden el progreso técnico, pero sí es verdad que este hace
crecer cada vez más las ganancias de los capitalistas, es también verdad que
significa para los obreros, bajos salarios, pésimas condiciones de trabajo,
desocupacion y continuas miserias. Por otro lado, está la división del trabajo,
reduciendo la actividad obrera a operaciones mecánicas repetidas, quitándole al
trabajo cualquier atractivo, produciendo, además de daños a la salud del obrero,
un embrutecimiento moral si retroceso.
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impuestos en los préstamos. Los desocupados y los paupers están en contradicción
con los ocupados estables, por la guerra hacia la conquista o al mantenimiento
de una forma de sobrevivencia. Siempre y necesariamente cada día los vendedores
de trabajo, en mayor número, están en permanente conflicto entre ellos.
En síntesis se puede decir que en los Manuscritos del 44 Marx llegó a indicar la
historicidad de las relaciones de producción y a percibir el carácter
³FRQWUDGLFWRULR´GHODVRFLHGDGFDSLWDOLVWD(QDTXHOPRPHQWRD~QIDOWDEDXQD
teoría económica que diera razones de estas contradicciones y explicara el
funcionamiento de la sociedad capitalista.
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Así, pero sobre la base de una teoría en la que el trabajo tiene una estructura
conceptual que se articula en diversos grados de abstracción, se desarrolla una
teoría coherente del valor y de la plusvalía. Los premarxistas, los socialistas
utópicos, logran por vez primera intuir que si el valor tiene su origen del trabajo,
entonces la ganancia es sustracción del producto del trabajador y es
conceptualmente resuelta en apropiación de tiempo de trabajo, por el cual el
obrero no recibe retribución alguna. Es decir, cualquier forma de interés,
monetario, o de ganancia industrial, es una extracción derivada del trabajo ajeno.
Notas
1
Sobre algunos de los temas tratados en este capítulo cfr. el prólogo de Vasapollo
(2002) y Vasapollo (1996); en particular en las escuelas y los pensadores del
socialismo premarxistas se ve la tesis de graduación de Vasapollo: La categoría
de la ganancia del socialismo utópico al socialismo científico, Roma 1980.
2
El objeto de estudio de la economía política, las causas de la riqueza nacional y
las leyes de la distribución ( con el nombre alemán Nationalokonomie), cambia
seguidamente a la ³ruptura epistemológica´ de la marca marginalista (los primeros
años de la década del 70 del siglo XIX ven la publicación de las obras de Jevons
Menger y Walras). Para una reconstrucción crítica de este pasaje cfr., de Marchi,
La Grassa, Turchrtto (1994: 15-41). Un clásico de la historia del pensamiento
económico que reconstruye, incluso este período, concentrándose sobre todo en la
problemática de la teoría del valor y de la distribución, fue Maurice Dobb (1999).
70
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3
Existe diferencia entre división técnica y división social del trabajo. Si el último
siempre existe y presupone la pluralidad de actividades productivas en el seno
de una sociedad posible, comenzando desde familia, es por tanto un producto
natural de la evolución humana, la división técnica es mucho más reciente e
insistente en medio del proceso productivo. En la fase manufacturera es impuesta
por el capitalista para aumentar las tasas de productividad del trabajo,
especializando a los trabajadores en simples encargos: es por tanto llevado
artificialmente del desarrollo de la organización del proceso productivo (que
adquiere nuevas formas de modo especial, en la revolución industrial y de la
evolución de la manufactura en la industria). En el siglo XX (fase taylorista) la
totalidad del trabajo humano es fragmentado en una pluralidad de encargos,
faltos de sentido para el ejecutor. Sobre este argumento las clásicas páginas de
Braverman (1998). En otro sentido el trabajo asalariado en la llamada fase
postfordist:a y la necesidad de un reencuentro de sentido integral para la
actividad productiva cfr. Antures (2002, 2006).
4
La operación de despojar a Marx de su valor o de su lado político es una vieja
idea y hoy es rispolvereta, incluso por autores, que una vez fueron rigurosamente
marxistas y militantes revolucionarios. En algunos ambientes académicos se
tiende a caer frente a presiones ideológicas, al tratar de marginalizar
excesivamente el lado político, el verdadero objetivo de la crítica de la economía
SROtWLFDPDU[LVWD³ODFRPSUHQVLyQGHODVOH\HVGHOPRYLPLHQWRGHODVRFLHGDG
EXUJXHVD´ HQ IDYRU GHO SURYHFKR ³UHGXFFLRQLVWD´ HQFHUUDGR HQ HO VLPSOH
contorno de la academia. Tal es el peligro en el que parece incurrir uno de los
mejores estudiosos marxistas actualmente vivos, Fred Moseley (1995:92)
cuando escribe: pienso que la probabilidad de una revolución de la clase
trabajadora contra el capitalismo, sea una cuestión completamente separada
de la teoría económica de Marx, que no tenga ninguna relación con la vigencia
de la teoría marxista. El problema de la revolución implica una elaboración
política en la que los trabajadores se opongan al desarrollo capitalista y no se
ve en cambio la teoría de Marx relativa a las tendencias objetivas del desarrollo.
Si es verdad que no sostenemos la identidad del político y del económista y
convenimos con Moseley, que ellos tienen su tiempo y características de su
comportamiento completamente diferentes, deberá servir para algo, en relación
con la política, el conocimiento de las leyes objetivas del movimiento de la
producción capitalista.
5
³3URSLDPHQWHHQFRQVHFXHQFLDFRQHOVXFHVRGHOOHYDUDODOX]HOHVWULFWROHJDGR
que une salarios y ganancias, el trabajo de Ricardo había revelado el potencial
antagónico que caracterizaba la discusión del producto entre las dos clases. Él
había así, debilitado seriamente la posibilidad de una visión armónica de la
sociedad capitalista y la influencia que su trabajo tendría en los escritores
sucesivos, los cuales inmediatamente después de su muerte se encargarían de
UHYHODUOR´*DUHJQDQL
71
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6
Hodsking (1827) del mismo autor cfr. Hodsking!1970), del que una parte puede
ser leída incluso en Papi (1976), que reporta también escritos de Owens y
Ferguson.
7
Gray (1797) cit, en Marx (1974-335).
8
Ibíd., vol., 1: 335-336.
9
Ibíd., vol., 1: 337.
10
Cfr. La bibliografía saintsimoniana de A. Mazzone, I,tt,Mazzone (1962).
11
Cit. en Marx (1974:49).
12
Se relee la celebérrima premisa de Marx en su Miseria de la filosofía
³HO VHxRU 3URXGKRQ WLHQH OD GHVGLFKD GH VHU SRFR FRQRFLGR HQ
Europa de manera particular. En Francia tiene el derecho de ser un mal
economista porque pasa por un buen filósofo alemán. En Alemania tiene el
derecho de ser un mal filósofo, porque pasa por uno de los mejores
economistas franceses. Nosotros, en nuestra doble condición de alemanes
\GHHFRQRPLVWDVKHPRVTXHULGRSURWHVWDUFRQWUDHVWHGREOHHUURU´
13
El acto de fundación y los estatus de la sociedad del banco popular fueron
suscritos el 31 de enero de 1844. Con esto se proponía organizar el crédito,
procurando todo el más bajo precio en el uso de las tierras, de las casas, de las
máquinas, de los capitales, de los servicios de todo tipo y facilitando a todos el
comercio, los productos y la colocación del trabajo, en las condiciones más
ventajosas.
14
Rodbertus (1851), cit. en Marx (1974, vol. II:7.75)
15
Rodbertus (1851), cit. en Marx (1974, vol. II:7.75)
16
No por esto la economía marginalista puede ser definida científica y neutral en
términos Weberianos, porque la selección inicial de la economía marginalista,
consciente o no, es un juicio de valor. La aceptación del sistema capitalista
como el mejor a producir y distribuir la riqueza nacional. Para algunas
reflexiones, en particular el prólogo de Vasapollo (2002) y Vasapollo (1996).
17
Enrique Dussell, en el curso de sus años de profundo estudio de la obra de
Marx, escribió sobre las intensas páginas, en cuanto al trabajo vivo y su
plusvalía como única fuente de valor, operando una distinción importante entre
fuente (aquellas en alemán) y fundamento (Grund) del valor. Para una
profundización en estas cuestiones, cfr. Dussell (1999; 2004a; 2004b; 2005).
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Tercer Capítulo
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relaciones que se desarrollan en este contexto, son relaciones humanas, de
interéses, objetivas, son relaciones sociales.
74
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2. El trabajador aparece libre de vender su propia mercancía y el capitalista
comprador es libre de adquirir la mercancía que necesita. Pero, no son libres de
prescindirse respectivamente, el uno del otro; su relación de producción es al
mismo tiempo funcional y conflictual. 6
75
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hasta llegar a su célula y en esta a la contradicción interna del valor de uso y
valor de cambio. Pero el análisis de las formas económicas no puede ser de
microscopios ni de reactivos químicos. Los unos y los otros deben ser sustituidos
por la fuerza de abstracción (Marx, prólogo al tomo uno de El capital).
76
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En verdad todas las épocas han tenido peculiares características en cuanto al
PRGRGHSURGXFLU³SHURODVGHWHUPLQDFLRQHVTXHYDOHQSDUDODSURGXFFLyQHQ
general deben estar para que la unidad no se olvide después de la diferencia
esencial. En este olvido está, por ejemplo, que todas las penurias de los
economistas modernos demuestran la eternidad y la armonía de relaciones sociales
H[LVWHQWHV´0DU[D
/DWDUHDTXHVHSURSRQH0DU[HV³UHYHODU´ODOH\HFRQyPLFDGHOPRYLPLHQWRGH
la sociedad moderna, partiendo de la característica específica, históricamente
determinada de esta sociedad, como sugiere, muy lúcidamente, Alejando Mazzone
(1987b: 253):
Se puede decir que, en relación con el valor de uso, las mercancías son diferentes
entre ellas porque tienen cualidades diferentes, a cada mercancía le corresponden
cualidades particulares. Las mercancías son cambiadas por sus valores de uso
porque presentan cualidades diferentes. El valor de uso está estrechamente
ligado a la cualidad intrínseca de la mercancía, o mejor, de la cosa. La posesión
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del valor de uso no es del todo característico de la mercancía sola (capitalista),
de acuerdo con el sentido de una cosa producida para el cambio. Y, los objetivos
del cono de consumo en cada época y en cualquier sociedad, poseen un valor de
uso o de utilidad.
6. Si es verdad que las mercancías se distinguen por los valores de uso diferentes,
es también verdad que solo en el cambio se establece una confrontación entre las
FRVDVHQWUHPHUFDQFtDVGLIHUHQWHVFRQIURQWDFLyQTXHHOFDPELRSUHVXSRQH³DOJR´
GHFRP~QHQODVGLYHUVDVPHUFDQFtDV\HVWH³DOJR´HVWi\DSUHVHQWHDQWHVGHO
cambio, en la esfera de la producción.
0DU[DILUPDGHFLGLGDPHQWHTXHHOYDORUGHFDPELRHVXQD³UHODFLyQFXDQWLWDWLYD´
correspondiente a la proporción en la que la mercancía (valor de uso) de un tipo
se cambia por otra. Por ejemplo dos metros de tejido son igual a un sombrero.
Desde el punto de vista de valor de cambio es indiferente que un vendedor tenga
un sombrero o dos metros de tejido, en el sentido que las dos cosas al final del
cambio son equivalentes, aunque son cualidades diferentes. Una mercancía tiene
un valor de cambio no directamente relacionado con su valor de uso.
Para dar respuesta a las otras preguntas, Marx se pregunta otra vez: ¿qué es lo
que se cambia?- mercancías. ¿Qué son las mercancías?- productos para el cambio,
que son valores de uso para quienes los consumen. Ellos no son simplemente
78
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SURGXFWRVVLQRSURGXFLGRVSDUDRWURV³ORTXHVRORVHORJUDUHDOPHQWHDWUDYpV
GHODPHGLDFLyQGHOFDPELR´/RTXHGLFHORTXHGLVWLQJXHLQPHGLDWDPHQWHDORV
productos de los objetos de la naturaleza es el hecho de que los hombres han
HPSOHDGRWUDEDMRSDUDWUDQVIRUPDUORV3HURHVWRQRHVVXILFLHQWH³SURGXFWR\
PHUFDQFtDVRQGRVFDWHJRUtDVGLIHUHQWHV´
Por tanto, para decir que las mercancías en una determinada relación tienen el
mismo valor de cambio, es necesario establecer cuál es la característica que
tienen en común. Por ejemplo ¿qué cosa pueden tener en común dos metros de
tejido y un sombrero? No es su valor de uso que ciertamente es diferente, sino es
el hecho que para producirlos fue necesario perder la misma cantidad de trabajo
DEVWUDFWRKXPDQR´
Así como los valores de uso de los simples productos no son iguales, tampoco lo
son los trabajos que son necesarios en su producción. Son equivalentes solamente
porque son producto del trabajo abstractamente humano.
3RUHVWRVHGHEHSDUWLUGH³XQJUDGRVRFLDOPHGLRGHKDELOLGDGHQFRQGLFLRQHV
VRFLDOHVGHSURGXFFLyQPHGLD´(QWRQFHVSDUDODVUHODFLRQHVTXHVRQHIHFWXDGDV
en estas condiciones, se emplea el concepto de tiempo de trabajo socialmente
necesario, el tiempo necesario como medida para producir un determinado objeto
o servicio.
3RUWDQWRHOYDORULQFRUSRUD³WUDEDMRVRFLDO´HQHOVHQWLGRDQWHULRUPHQWHH[SOLFDGR
\³WUDEDMRDEVWUDFWR³
Pero ¿qué cosa es el trabajo abstracto? Desde el momento que se dijo que en el
cambio no se consideraba el valor de uso de la mercancía, desaparece la diferencia
entre las características particulares de los trabajos que las han producido. Los
trabajos, por tanto, no se distinguen más uno del otro, porque son reducidos a un
tipo de trabajo general, que es el mismo para cada actividad humana.
79
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El trabajo abstracto tiene características particulares en cada tipo de prestación
de fuerza de trabajo. Por ejemplo, un obrero pasando de una fábrica de tejido a
una de sombreros pierde energía muscular y mental, produciendo mercancías
que tienen valores de uso diferentes.
80
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matizando las representaciones más conformes con la organización mental del
investigador, dejando a un lado, considerándolos secundarios, algunos aspectos
fastidiosos, aberrantes de la realidad. (Vicent 1070: 223-224).
¿Cuál es ese valor? Se puede decir que él es igual a la cantidad de trabajo necesario
para la producción y reproducción del propio trabajador. Es decir, los bienes
necesarios para su subsistencia y la procreación históricamente necesaria. El
valor de la fuerza de trabajo no tiene ninguna relación con la cantidad de trabajo
que el obrero puede ejecutar, es decir, con el valor de las mercancías producidas.
Un obrero para vivir necesita un total de mercancías iguales a cuatro horas de
trabajo: el patrón, por tanto lo remunera con el equivalente en salario de cuatro
horas productivas, pero puede hacerlo trabajar cuanto quiere10 (por ejemplo
9 horas), apropiándose del producto de estas cinco horas de trabajo adiconales.
Se entiende que el capitalista en este cambio se apropia, no remunerando el valor
correspondiente a cinco horas productivas.
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El proceso de producción inmediato (PPI) está constituido a su vez por dos
procesos: a) produccion, b) valorización.13 El PPI finaliza en la transformación
de valor de uso existente en valor de uso nuevo y diferente de los anteriores y la
conservación de los viejos valores de uso, para que puedan continuar desarrollando
VXIXQFLyQ6LQHPEDUJRHVRQR³SURYHH´VRODPHQWHYDORUHVGHXVRVLQRWDPELpQ
valores de cambio.
Además:
³HOSURFHVRGHSURGXFFLyQFDSLWDOLVWDFRQVLGHUDGRHQVXQH[RFRPSOHMRRVHD
considerado como proceso de producción, no produce solo mercancía, no produce
solo plusvalía, sino produce y reproduce la relación capitalista: de una parte el
FDSLWDOLVWD\GHODRWUDHOREUHURDVDODULDGR´0DU[S
En medio de este proceso se encuentra, inmediatamente, la contradicción de las
clases sociales, de los asalariados y los capitalistas. También, en apariencia un
trabajador se percibe a si mismo (sobre todo en el proceso productivo) en una
relación, posición, de tipo técnico, funcionalista, entre hombre y máquina14, una
relación fundada en la racionalidad técnica y organizativa ( de donde el
DGPLQLVWUDGRUHVVRORXQ³HMHFXWRU´(QUHDOLGDGHQWUHFDSLWDOYDULDEOH\FDSLWDO
constante se instauró una relación social (entre quien eroga el trabajo vivo y
quien ostenta el trabajo muerto, que funcionaliza en sí mismo el trabajo vivo).
Esta contradicción no se desarrolla entre un trabajador y un capitalista, sino
entre clases productivas (trabajador colectivo) y capitalista (o mejor clase de los
capitalistas). En la simple seguridad de producción, tenemos una fracción del
trabajador colectivo, portador de la fuerza de trabajo y portador de trabajo vivo,
organizada sobre la base de los principios de la cooperación, por una parte y por
la otra, el capitalista individual, personificación del capital.
En el proceso productivo15 (PRL) donde se eroga concretamente el trabajo vivo,
donde eleva el trabajo concreto16 (trabajo cualitativamente intenso) y este proceso
está determinado por el modo en que el capitalista individual organiza la propia
empresa, por cómo combina los factores productivos17 (entre los cuales está la fuerza
de trabajo) y de cómo está organizada prácticamente la actividad empresarial. Es el
³lugar´ en el que el capitalista, el administrador, ejercita el propio comando y
(re)producen las jerarquías internas en la empresa, que se reflejan así en medio de la
sociedad (ver inicio, el triple comando del capital en el trabajo).
82
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
(O35/HVHOFRUD]yQ³WpFQLFRRUJDQL]DWLYR´GHOSURFHVRGHSURGXFFLyQLQPHGLDWR
Aquí es donde se experimentan las técnicas extractivas de plusvalía. Sin embargo,
esto no es independiente; puede ser organizado en los más diversos modos (va
desde la preexistencia, existente aún, de los sistemas de la decada del 80 hasta
los más modernos, cambiándose eficazmente entre ellos) pero debe ser funcional
a otro proceso, porque determina las características generales. El de valorización
(el proceso productivo de plusvalía: PRV).
Si una empresa capitalista tiene su razón de existir solo porque tiene ganancia, y
si la única fuente de plusvalía es el trabajo vivo, es lógicamente consecuente que
el proceso productivo pueda ser organizado siguiendo criterios beneficiosos, sin
respetar las exigencias dictadas por el proceso de valorización, que pretende que
la plusvalía sea siempre mayor que cero (W>0: podemos sostener que el PRL
está subordinado al PRV).
11. Mientras el PRL está determinado a producir valor de uso, el PRV produce
valores de cambio. En el PRL se evidencia la plusvalía. EL PRV, donde es relevante
la plusvalía, está determinado a producir más valores de cuantos se han
introducido en el proceso (y más que el que se necesite para reproducir la fuerza
de trabajo). Lo que se evidencia en el PRV no es el trabajo concreto,
cuantitativamente definido, sino el abstracto (que es medida de valor y por tanto
plusvalía). El trabajo abstracto prescinde de la calidad específica del trabajo
concreto específico (el jornalero desarrolla determinadas funciones y operaciones
que no son las del obrero metalúrgico o constructor), el trabajo es considerado
solo desde el punto de vista cuantitativo (como gasto de energía muscular e
intelectual): es calculado en horas/tiempo de trabajo erogado.
El trabajo abstracto es idóneo para ser medida del valor, 19 por su característica
intrínseca de homogeneidad, 20 que se presta a ser medida cuantitativamente, a
diferencia del trabajo concreto que siempre es desigual.
83
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plusvalía en el mercado. Los dos procesos son inescindiblemente unidos, porque
es la misma mercancía producida para tener valor de uso y valor de cambio.
2. Plusvalía-plusvalor
En los principios del funcionamiento de la economía burguesa, el factor trabajo
SURGXFWLYR GH ELHQHV GH VHUYLFLR HV UHPXQHUDGR FRQ HO ³MXVWR SUHFLR´ /D
prestación productiva es fruto de un cambio (igual) entre trabajadores y dadores
de trabajo: uno presta la propia actividad productiva y el otro la remunera.
Ambos son sujetos jurídicamente libres e iguales. Encontrándose en el mercado
de trabajo, tienen el interés de firmar un contrato, 23 que en condiciones de
competencia perfecta y de equilibrio de poder recíproco y de los conocimientos,
satisface a los dos: a uno porque ha vendido su prestación productiva, al que
mayor le ofrece, al PRI, al precio más alto del momento, en esas condiciones; y
al otro, porque ha comprado como más conveniente le ha sido, dado la misma
circunstancia.24
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Pero está claro que si queremos analizar concretamente la sociedad y su
movimiento, debemos abandonar el mundo de las remesas marginalistas y regresar
al análisis de clase.
Para Marx el salario (social, el de clase) no es otra cosa que el precio pagado por
la clase capitalista a la clase obrera por su reproducción como fuerza de trabajo.
El salario es un precio (expresión monetaria del valor) históricamente y
socialmente determinado. Es necesario entonces una breve alusión de crítica a la
convicción generalizada que en Marx fue una teoría del empobrecimiento absoluto
del proletariado, o sea, la reducción constante del salario, incluso por debajo de
los niveles de sobrevivencia de la clase obrera. Es bueno precisar prioritariamente
que Marx, cuando hablaba de leyes del capitalismo, se refería a tendencias y
nunca a las leyes mecánicas (como las químicas, las biológicas o las físicas). 25
También en las sociedades de tipo esclavista o feudal, de una parte del trabajo
se apropiaba una clase particular, que en modos diferentes tenía el control de
los medios de producción. Lo que es característico del modo capitalista de
producción no es el hecho que sea explotación de una parte de la población
en conflicto con la otra, sino la forma que asume esta explotación, es decir la
producción de ³plusvalía, por la que el capitalista no paga ningún equivalente.
Es en su forma de intercambio entre capital y trabajo que la producción
85
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capitalista o el sistema del trabajo asalariado es fundado, y debe conducir a
UHSURGXFLUFRQWLQXDPHQWHDOREUHURFRPRREUHUR\DOFDSLWDOLVWDFRPRFDSLWDOLVWD´
(Mandel 1997b: 81).
Se puede por tanto escribir el valor de una mercancía con la fórmula siguiente:
c + v + p= valor total
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independiente del capitalista,28 es expropiado de la propiedad de su fuerza de
trabajo, por ese período de tiempo no es más propietario, sino portador de fuerza
de trabajo, que acto seguido esa fuerza de trabajo es adquirida por el capitalista
quien asume su disponibilidad.
6. El límite de la jornada laboral, aparte del físico (si se supera este límite, la
fuerza de trabajo se destruye, no se reproduce), está determinado no naturalmente,
pero sí histórica y socialmente por la lucha de clases,33 que se cristaliza en la
definición del horario máximo de la jornada; este límite está señalado por la
capacidad de la clase productiva de superar el límite máximo del lado de las
obras productivas y por tanto de elevar la cuota de LN en medio de g.
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La PSL absoluta reacciona contra este límite contractual, tratando de apartarlo
hacia el otro, una vez alcanzado el límite, después trata de aumentar el grado de
densidad, reduciendo todos los tiempos muertos de la jornada productiva y de
hecho aumentando el trabajo del trabajador (aumenta el tiempo en el que es
erogado el LV). Esta tendencia es típica de las últimas décadas; se ve en el
ejemplo del tono triste que reduciendo a cero los foros y las pérdidas de tiempo,
economisa tiempo de trabajo perdido en otro momento; esto alarga la jornada
efectiva de trabajo, siendo ya determinada la duración máxima.
Pero esta operación incurre frecuentemente en límites de varios tipos, por tanto
el capitalismo debe recurrir a la estación de plusvalía relativa. Esto opera en la
productividad gracias a la introducción de nuevas máquinas y organización del
proceso productivo, más racional, eficaz, eficiente y cooperativo, liberando de
consecuencias a la fuerza de trabajo excedente. El aumento de la productividad
comporta una mayor cantidad de output, producido por una unidad productiva
(tal vez una menor cantidad de trabajadores por emplear) una vez generalizado
el aumento de productividad, incluso para la producción de bienes insertados en
la canasta básica de sobrevivencia, reproducción de la fuerza de trabajo.
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Durante una parte de la jornada productiva, el obrero realiza, un valor que es el
de los medios de su sentencia para revolución de su fuerza de trabajo, es definido
SRU0DU[FRPR³WLHPSRGHWUDEDMRQHFHVDULR´\HOWUDEDMRTXHVHHPSOHDHQHOOD
³WUDEDMRQHFHVDULR´(OWUDEDMRTXHHOREUHURHPSOHDGXUDQWHODVHJXQGDSDUWHGH
la jornada productiva, produce solamente plusvalía para el capitalista. Este trabajo
Marx lo llama plusvalía y la parte de la jornada productiva en la que es gastado
³WLHPSRGHWUDEDMRVREUDQWH´RDGLFLRQDO
(ODQiOLVLVGHODSOXVYDOtDHVODH[SUHVLyQH[DFWDGHO³JUDGRH[SORWDFLyQ´DOTXH
el obrero es sometido por parte de los capitalistas. Se deriva de lo leído
anteriormente, que la ganancia no es otra cosa que la propia plusvalía; más bien,
la ganancia propiamente es la forma fenoménica de la plusvalía, o sea, el resultado
del capital completamente anticipado. La ganancia del capitalista deriva del hecho
de que él tiene para vender cualquier cosa que no ha pagado. La ganancia consiste
en el excedente del valor de la mercancía sobre el precio de costo, quiere decir, el
excedente de la suma completa de trabajo incorporado en la mercancía, con
respecto a la cantidad de trabajo pagado que la mercancía contiene.
8. Marx prueba sobre una rigurosa base científica, partiendo de las consecuencias
de su análisis de la teoría del valor, que a diferencia de todas las otras mercancías
el valor de la fuerza de trabajo está compuesto por dos elementos. El valor de los
medios indispensables en la subsistencia de un obrero formó solamente el límite
inferior del valor de la fuerza de trabajo, su físico mínimo de sobrevivencia. El
valor de fuerza de trabajo está influenciado además, por factores culturales,
histórico-sociales, y el nivel de vida tradicional de un pueblo dado, las modas,
etcétera. Pero nota Marx también, el volumen de las primeras necesidades vitales
y que el modo de satisfacción depende en gran medida del nivel cultural de la
sociedad que solo es resultado de la historia. El límite de sobrevivencia inferior
del valor total del trabajo tiende a bajarse (a partir de las innovaciones tecnológicas
y de la productividad del trabajo, así como a la disminución de la cuota de valor
incorporado en los medios de subsistencia del obrero), mientras su límite social,
y viceversa aumente, al crecer el nivel tecnológico, sociocultural y completamente
social de la clase obrera, y a medida que el trabajo es más complejo, la
especialización crece con su calidad. Con la revolución científico-técnica el
crecimiento del aporte intelectual de los conocimientos y de las capacidades
materiales de los trabajadores, surge una necesidad social de la cual la clase
obrera toma conciencia gradualmente, mientras los capitalistas se esfuercen en
protocolizar de cualquier modo su satisfacción.
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Después de haber desarrollado la teoría de la plusvalía, Marx descubre, por
primera vez en la historia de la ciencia económica, el mecanismo de explotación
de manera rigurosamente científica, partiendo del análisis del capital como trabajo
apropiado, no pagado a la clase obrera.
9. Pero además Marx anduvo mostrando que la apropiación por parte de los
capitalistas, del trabajo no pagado de los obreros, era conforme a las leyes internas
del capitalismo.
/DH[SUHVLyQ³PLVLyQKLVWyULFD´GHOFDSLWDOQRHVHQWHQGLGDHQVHQWLGRUHGXFWLYR
VLQRFRPRVLPSOHGHVDUUROORFXDQWLWDWLYR³LOLPLWDGR´GHODVIXHU]DVSURGXFWLYDV
La expansión de la producción posible tiende ya a superar las elevadas exigencias,
bien si la demanda solvente de efectos útiles, y como valores de uso, no tienen
forma de mercancía. Pero esto se deriva del trabajo social o fuerza productiva
social del trabajo que, como medio infinitamente recurrente en la valorización,
entra en contradicción con este objetivo, ante todo con la figura de la relación o
medida en la que aparece (el quantum de la ganancia). La contradicción es la del
contenido formado, la fuerza productiva en estado capitalista, con su forma, el
modo de producción y se desarrolla entre la relación tecnológica de producir,
donde la incondicionalidad (en sentido categórico) del incremento de la fuerza
SURGXFWLYDGHOWUDEDMRVRFLDO³FRP~Q\XQLYHUVDO´VHRSRQHDOREMHWLYR³OLPLWDGR´
\ODYDORUL]DFLyQ>«@
Pero la expresión marxista ³misión histórica´ del capital tiene sentido válido,
incompatible con el utopismo (y con el ilusionismo cristiano, positivo o
negativo). La negativa contenida en el concepto ³encuentro incondicionado de
la fuerza productiva del trabajo social´ rechaza la contradicción específica del
modo de producción y la posibilidad real de una nueva forma de movimiento
de la actividad humana dentro y junto a las potenciales actividades naturales
que constituye ³el producir´. La tecnología libre del trabajo, que su
universalización capitalista ha hecho posible, es posibilidad real, puesto como
se dan en la dinámica epocal del modo de producción. Es pura falta de lógica
y el no ver en cuanto a la simple eventualidad o posibilidad abstracta, esta
posibilidad real que tiene el mismo valor que otras, incluso la del trastorno de
la biosfera. Pero la materialidad del proceso es el tiempo real y la actividad
que finaliza es el propio material. Así lo es la calidad nueva del continum
naturaleza-hombre, que deriva de la universalización del trabajo. La posibilidad
real del autogobierno racional de este continum, que llamamos también libertad
o comunismo, fue puesto en el movimiento del modo de producción en su
temporalidad específica como proceso material. Si -al final del siglo XX- puede
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valer para el comunismo el verso famoso de Schiller, ³'HU 0RKU+DW 6HLQH
6FKXOGLJNHLW*HWDQ'HU0RKU.DQQ*HKHQ´GHSHQGHGHFRQGLFLRQHV\YDULDEOHV
en sentido amplio, sociopolíticas, que no acompañan a este nivel de análisis.
(Mazzone 1987: 259-269).
10. Es en la medida en que son válidas las mencionadas tesis que podemos
sostener, como dice Marx: que la ganancia no se origina en el cambio, proviene
GHOKHFKRGHTXHODVPHUFDQFtDVVHYHQGHQSRUVXSURSLRYDORU³ODSDUDGRMDGH
ODJDQDQFLD´
91
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Hace más de 30 años que Roman Rosdolsky escribía muy claramente:
El método cambia solamente en el Tomo II. En este último, Marx lo refuerza para
analizar las reformas económicas que tienden progresivamente a pasar a la esfera
del capital y que aparecen en la superficie de la sociedad a través de la acción de
los diversos capitales, los ojos sobre los otros, de la competencia, así como se
presenta en la conciencia normal de los obreros empleados en la producción. Es
solamente inerte. Que las investigaciones se salen de la esfera del capital en general,
y Marx reitera en varias ocasiones en el tercer tomo, que la cosa que más le
interesa es comprender la organización interna del modo de producción capitalista
en su media ideal y que la verdadera teoría de la competencia se encuentra fuera
GHO SUR\HFWR GH VX REUD \ UHSUHVHQWD XQ HYHQWXDO VHFFLyQ >«@ Estos son los
problemas que Marx ha dejado para una eventual seccion y que ha tratado en El
capital solo de manera fragmentaria o relacionados con otros temas. Parece que
los problemas más importantes son los del mercado mundial, de la crisis económica
y del movimiento real de los precios corrientes. (Marx ha declarado explícitamente
querer producir una investigación particular sobre la competencia. Se puede
lamentar el hecho de que los marxistas hayamos prestado poca atención a todas
estas observaciones metodológicas (Rosdolsky 1970).
11. Además, en el tercer tomo donde replica ampliamente, están las condiciones
sociales de producción a desaparecer por cosas, y las condiciones materiales de
producción están comprendidas como resultado de hechos puestos de forma
arbitrariamente por simples hombres.
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mundo ha significado siempre para los marxistas, transformarlo. Las leyes
económicas objetivas de la sociedad capitalista se manifiestan en el transcurso
de la lucha de clases por superar el capitalismo.
93
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3. Las clases sociales
1. Si existe una denuncia pesada que más ha dejado a la posteridad, es la de una
definición orgánicamente completa de las clases sociales. Querer también referirse
sólo a esta problemática es imposible. Tratamos entonces de delinear a grandes
rasgos que cosa es una clase social y sobre qué base de parámetros puede ser
definida (es obvio que lo que esbozamos se deriva orgánicamente de lo antes
expuesto).
Las clases sociales están definidas sobre la base de las relaciones que moran la
esfera de la producción. El criterio de última instancia es el jurídico, de la
producción de sus medios de producción y más de la propiedad del producto
terminado (Bordiga 1980).
94
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SURGXFWLYR´ HVSHFLDO SRUTXH SURGXFH PiV YDORU TXH HO TXH YDOH OD FODVH
SURGXFWLYDVHGLYLGHLQWHUQDPHQWHHQWUH³VHFWRUSURGXFWLYR´\VHFWRUSURGXFWRU
de la plusvalía).38
2. Definidas las clases sociales fundamentales (se burla de las que ya están
definidas arriba muy abstractas y puras, que en la realidad difícilmente se
encuentran como están descritas), se necesita ahora referirse a los criterios de
³FHQVXUD´GHSHUWHQHQFLDGHXQVLPSOHLQGLYLGXRDXQDFODVH39 o a la otra; el
criterio utlizado es el de función surgida del sujeto en el PRL.
El grado de mayor presencia de una o de la otra, define sin más cuál es su mayor
acercamiento a la clase capitalista o a la trabajadora. Las clases medias, después
de la reestructuración y la introducción de las maquinarias, que incorporan las
actividades de control y gestión (UCR capital) anteriormente asumidas por ellas,
pueden estar sujetas a la descalificación de la propia fuerza de trabajo; son víctimas
de la llamada proletarización de la clase media, que no es una cuestión estrictamente
rentable. La disminución de la renta es solo un síntoma, un efecto de la función
provocada por los miembros de esta clase, que pierde en el ejercicio de funciones
del capital y son degradados hasta el rango del trabajador colectivo.40
95
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está en la actividad humana individual, manual e intelectual, unida al proceso
de valorización del capital, transformando valores de uso dados en nuevos valores
de uso, y transfiriendo valores en valores de cambio, generados por el proceso de
valorización, acrecentando el valor del objeto de la propia transformación.
La plusvalía consiste en una cierta cantidad de valor creado por el trabajo vivo
(el trabajo es sustancia del valor), pero su correspondencia en términos salariales
simplemente no existe. La plusvalía es la parte del trabajo regularmente erogado
durante la jornada productiva, pero no pagado por el capitalista: esa es la fuente
de la plusvalía. Es solo en la medida en que el capital logra extraer cuotas de
36/ GH ORVSURSLRV GHSHQGLHQWHVDVDODULDGRV TXH ORJUD³SURFXUDU´ HOFDSLWDO
necesario para poner en marcha un nuevo ciclo productivo ( expansivo).
Pero la teoría del valor se desarrolla a lo largo de todo el ciclo reproductivo del
capital, no solo en la esfera del proceso productivo (PRL); actúa en la esfera de
la circulación (realización del valor de cambio contenido en la mercancía),
produciendo efectos, incluso, desestabilizadores para el mercado capitalista.
96
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interpretación similar se va desarrollando hasta llegar a Ricardo y es adoptada
incluso por muchos marxistas (incluido Engels), que no entendieron el
fundamental paso de ascenso hecho por Marx.
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Si queremos, la economía política burguesa puede ser considerada como visión
de espejuelos deformados, que permitiendo ver, le impiden penetrar hasta la
base del fenómeno. Le es prácticamente imposible, sin superar las espontáneas
representaciones de los agentes de la producción y del cambio, poner a la luz las
relaciones entre apariencia y esencia, ya sea que considere estos fenómenos como
manifestaciones de misteriosas esencias, fuera del campo del análisis económico,
o se fie de las apariencias. Para Marx al contrario, las relaciones entre apariencia
y esencia, que no son las descritas por Hegel en su lógica, sino relaciones
analizables entre los movimientos visibles de los fenómenos y las fuerzas
originadas por estos fenómenos, que explican el movimiento. Se tiene entonces
la posibilidad de descubrir la ley del movimiento del modo de producción
capitalista. Simplemente quitando el velo que cubre el mundo de la mercancía,
se pueden comprender las variaciones de los fenómenos como el desarrollo de
las contradicciones de este propio modo de producción. Indudablemente, la esencia
está oculta, pero su naturaleza no tiene nada de misteriosa, a partir del momento
en que se quita el obstáculo de la mística fetichista de la mercancía.
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5. Para el uso del análisis marxista en los desafíos actuales
1. La situación actual de la clase trabajadora está caracterizada particularmente
por una diferencia tendencial a una creciente diferencia entre el valor verdadero
de la fuerza de trabajo y el salario real obtenido. Este hecho se explica como
aumento de las necesidades socialmente indispensables para la sobrevivencia
de los trabajadores, debido incluso a la intensificación de los ritmos de trabajo
y de la productividad social, como un crecimiento del nivel material, social y
cultural de la sociedad. Como resultado, el salario real está fuertemente en
disminución en cuanto al valor social creciente de la fuerza de trabajo; el salario
social complejo continúó perdiendo en la confrontación con la cuota destinada
a la ganancia y en productos apropiados por los capitalistas en forma de
remuneración del capital.
El problema del trabajo existe incluso para quien no tenga ninguno, ya que se
trabaja siempre más y en condiciones cada vez más precarias, no protegidos,
con salario social absoluto y también relativo al trabajador individual siempre
menor y con otros niveles de movilidad e intermitencia.
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de la clase trabajadora entera, es debido, entre otras cosas, al tránsito de
acumulación material a formas de acumulación en el capital inmaterial. Los
nuevos procesos de acumulación están ligados a fuertes procesos de
terciarización, acompañados por significativos movimientos en la renta
financiera. Todo esto evidencia que el ciclo postfordista de la fábrica social
generalizada, realiza, además de desocupación estructural, las tantas formas de
trabajo típico y flexible, o sea precario, que acompañan a grandes crecimientos
de riqueza social, debido a significativos incrementos de productividad. Pero se
trata de una riqueza social que no retorna de ningún modo al factor trabajo.
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del obrero conjunto al obrero social, de la centralización de la fábrica a la
fábrica social generalizada, de los ³tute azul´ a los ³colectivos blancos´, del
trabajo material a trabajadores de la conciencia y de inteligencia, incluso en
los países de capitalismo avanzado, permanece y prospera el trabajo
asalariado con formas cada vez más sofisticadas y siempre más incisivas de
explotación. En el capitalismo contemporáneo, el carácter colectivo del proceso
productivo se acentúa aún más con el crecimiento de la socialización de la
producción; además de ir hacia el obrero colectivo, asumiendo el aspecto de los
grandes complejos productivos, aunque con externalización y deslocalización,
modalidad que reúnen todos los trabajadores en un mismo ámbito de subalternidad,
dominación y explotación.
/D ³WpFQLFD´ \ HO ³XVR FDSLWDOLVWD GH OD WpFQLFD´ VRQ GRV FRVDV GLIHUHQWHV<
además, también la técnica del dominio tiránico puede ser estudiada y entendida.
La tiranía del capital global no puede reproducir burguesías orgánicas ni en las
metrópolis, donde se reducen, ni mucho menos en los países de la periferia, o en
los que acabaron con él protosocialismo real. Las formas de dominio de la
manipulación a la violencia bélica pueden perpetuar el dominio, bloquear la
vida, forzarla a la decadencia, incluso prolongarla. En otras palabras nibil novi
sub sole. Sería extraño y realmente nuevo que el dominio de por si fuese plena y
progresiva hegemonía, formas al menos relativamente progresivas de desarrollo
del corpus collectivum en sus configuraciones e instituciones, desarrollo de los
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individuos y la sociedad sobre la base de lo que ha sido posibilidad real y por
tanto actuación y ampliación de potencialidades sociales y humanas.
Pero ¿cuál es el fin del trabajo? cada día está más vigente el análisis científico de
Marx acerca del trabajo asalariado y de la proletarización y el empobrecimiento
absoluto y relativo de sectores cada vez mayores de la sociedad de capitalismo
avanzado; por no hablar de los niveles de esclavitud, feudalismo y de miseria
absoluta en el Tercer y Cuarto Mundo.
Los ex marxistas, que hoy se definen como críticos del marxismo, para caer en los
brazos del neoliberalismo, que hablan a propósito del fin del trabajo, dan falsos
testimonios. En la mejor de las hipótesis se trata de una correcta lectura de la
realidad, que recurre a viejos esquemas sociales, económicos y técnicos. Los liberales
o neoliberales, los que quisieran el capitalismo como fin de la historia.
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Notas
1
También para algunos contenidos de este capítulo cfr. Vasapollo (1996; 2002).
2
Para una introducción breve pero eficaz de estos criterios cfr. Romagnoli(2001: 63 ss).
3
³6L FRQVLGHUDPRV OD VRFLHGDG EXUJXHVD HQ VXV JUDQGHV OtQHDV FRPR ~OWLPR
UHVXOWDGRGHOSURFHVRVRFLDOGHSURGXFFLyQ´DSDUHFHVLHPSUHODPLVPDVRFLHGDG
el mismo hombre en sus relaciones sociales. Todo lo que tiene una forma definida
como el producto, etc., se presenta solo como un momento, momento transitorio
de este movimiento. El proceso de producción inmediato se presenta aquí solo
como un momento. Las condiciones y las objetivizaciones del proceso son
ellas mismas en igual medida, momentos de él, y sus sujetos son simplemente
los individuos, pero los individuos en relaciones recíprocas que ellos reproducen,
e incluso producen ex novo. Su peculiaridad está en ser un incesante proceso
de movimiento, en el cual ellos se renuevan, ya sea a sí mismo o al mundo de
ODULTXH]DTXHFUHDQ´0DU[,,
4
3DUD XQD SURIXQGD FUtWLFD D HVWRV IXQGDPHQWRV GH OD ³FLHQFLD´ HFRQyPLFD
burguesa de planteamientos marginalistas, con referencia sobre todo a la
³HVFXHODDXVWULDFD´FIU%XFKDQLQ
5
Es un proceso lento que llevará a la susunzione formal del trabajo al capital, a
la real (hoy es un estudio extremadamente superior y generalizado en todo el
mundo).
6
Cfr. Cazzaniga(1981).
7
En su texto, Roncaglia y Sylos Labini (2002:4) plantean que la pricipal
diferencia entre planteamientos clásicos y marginalistas está en que mientras
los clásicos concebían la economía política como ciencia que estudia la sociedad,
su movimiento, y una sociedad social, la segunda elabora una teoría centrada
completamente en el problema de la selección racional: optimizar la utilización
de los escasos recursos. Esto es un problema de naturaleza lógica, susceptible
GHVHU³VRPHWLGR´³OLPLWDGR´DODOyJLFDFXDQWLWDWLYDGHODVPDWHPiWLFDV(VWD
aproximación es incluso, eminentemente ahistórica; separándola del contexto
social, en el que la selección racional debe ser tomada, relevando la logicidad,
la racionalidad de la misma/ si recuerdan los axiomas de competencia,
transitividad y monotonicidad de la selección racional), siendo esta última
finalizada en la maximización de las ganancias (empresa, del bienestar
individual consumidor), del propio salario/estipendio (trabajador), la naturaleza
de esta selección será siempre la misma, en prescindir del contexto
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socioinstitucional en el que es tomada y produce sus efectos (estas instituciones
serían redundantes o directamente un obstáculo para un planteamiento similar).
(VSRUHVWRTXHODVLQVWLWXFLRQHVSROtWLFDVMXUtGLFDVVRFLDOHVVRQ³IHFKDV´\
no indagadas, florecen de las preocupaciones intelectuales de los marginalistas.
Las escuelas marginalistas dan vida a una ciencia axiomática, mientras que la
clásica da vida a una ciencia social.
8
Cfr. Grossman (1971:104) y Carchedi (19911:cap.2).
9
Cuando un teórico, incluso de la izquierda protesta contra la mercantilización
del trabajo, no se da cuenta que el trabajo (vivo), es el creador de la fuerza de
trabajo y no es producto como mercancía, por tanto no es mercantilizable, es
HO~QLFR³IDFWRUGHSURGXFFLyQ´TXHHQWUDHQHOSURFHVRSURGXFWLYRHQFXDQWR
no es mercancía.(cfr. Pala: 1981). Es propio de este error que sea animado el
IHWLFKLVPRGHOFDPELRVLPpWULFRHQWUH³GDGRUGHWUDEDMR´\WUDEDMDGRU(VHVWH
cambio entre supuestos iguales el que funda la discrepancia entre trabajo vivo
y trabajo pagado, entre trabajo necesario y plusvalía. Continuara cometiendo
errores iguales hoy, es algo desarmante.
10
Está claro que estamos separando los conceptos de toda una serie de vínculos
(contractuales, organizativos, etc.), que en la realidad material son fruto ya
sea del desrrollo de la tecnología, y de la ciencias organizativas en general o
de las variadas prácticas de clase y varían según las coyunturas económico-
sociales y las luchas de clase. Se piensa sobre el contrato de trabajo que
³JDUDQWLFH´ORVOtPLWHVHQODXWLOL]DFLyQH[SORWDFLyQGHOWUDEDMRYLYRSRUSDUWH
del dador de trabajo. El contrato de trabajo es de los vínculos (eminentemente
político como expresión formalizada de la relación de fuerza entre las porciones
de clases interesadas) que al nivel de abstracción que se está razonando, no
hemos tomado en consideración.
11
Hemos preferido traducir el término alemán verbindung SRU³FRPELQDFLyQ´
PiVTXHSRU³XQLyQ´FRPRKDFHQIUHFXHQWHPHQWHORVWUDGXFWRUHVGH0DU[
reteniendo que el término exprese mejor el proceso de organización y
complementarización de los factores productivos que determina el propio
proceso productivo.
12
³(OPRGRGHSURGXFFLyQ>«@QRGHSHQGHWDQWR\VHJXUDPHQWHQRGLUHFWDPHQWH
GH ODV IXHU]DV SURGXFWLYDV VLQR GH ODV UHODFLRQHV GH SURGXFFLyQ VRFLDOHV´
(Jaffe 1990:69).
13
Esta distinción es bueno subrayarla, no significa que existan dos procesos
separados (productivo y de valorización), sino ellos son solamente dos aspectos
diferentes del único proceso de trabajo, la relación de producción capitalista.
Cfr Vercelli(1973: 44ss).
104
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14
Mientras en la primera fase de desarrollo capitalista, donde prevalecía la
artesanía y después la manufactura, los instrumentos estaban en función del
KRPEUH\GHVXVFXDOLGDGHV³DUWHVDQDOHV´FRQHOGHVDUUROORGHODVPiTXLQDV\
de la división no más subjetiva, sino objetiva del trabajo, el sistema de máquinas
es un gran autómata, donde los trabajadores individuales son aprendices
funcioanles.
15
³(O SURFHVRSURGXFWLYRHVXQDDFWLYLGDG GHWHUPLQDGDSRUODSURGXFFLyQGH
valores de uso, transformación con fines humanos de los elementos naturales,
condiciones del cambio orgánico entre hombre y naturaleza. Es por tanto, en
sus relaciones más simples, condiciones imposibles de eliminar y modificar
GHODH[LVWHQFLDGHFXDOTXLHUVRFLHGDGKXPDQD´9HUFHOOL
16
El trabajo debe ser leído en doble composición de trabajo concreto y trabajo
abstracto.
17
El modo en que es estructurada la relación inmediata entre trabajo vivo y
máquinas, además y la estrategia y la táctica de gestión y de dominio de esta
relación y de todas aquellas que nacen en la empresa.
18
El panorama italiano de estudios sociológicos del proceso productivo es cuanto
menos frustrado. Si los primeros análisis (Sepienssa en Panzieri), que han
³KHFKRHVFXHODV´HQYDULDV SDUWHVGHOPXQGRVHUHPRQWDQD R DxRV
atrás y las últimas más notables son de los finales de la década del 80, es
LQFRQWHVWDEOHTXHQRVHDPiV³HVSORVR´ el esudio del proceso productivo en
Italia, fuera de los términos ambientales se piensa en la experiencia obrera
articulada, a diferencia, por ejemplo, de los Estados unidos o de Gran Bretaña,
donde todavía se producen profundos análisis.
19
Fue un error constante de tanta publicad marxista, resaltando a Engels (cfr.
Weeks 1981: sobre todo cap. I), expresando que el valor de una mercancía sea
equivalente a la cantidad de trabajo incorporado (horas de trabajo) en la
mer cancía (embodied labour), valor definible subjetivamente y
apriorísticamente, antes de la realización de la mercancía en el mercado. Weeks
(1981:56) en cambio recuerda que el valor aparece solamente como precio
(con esto concuerdan muchos teóricos marxistas contemporáneos que han
estudiado el problema del valor: desde Carchedi y Moseley, Laibman, Shaikh,
solo por citar algunos, tampoco todos los que pertenecieron a la misma
³HVFXHOD´(OYDORUGHODPHUFDQFtDHVXQD³PHGLD´HODERUDEOHH[SRVWTXH
define el trabajo socialmente necesario para producirla.
20
Es propia la ausencia de homogeneidad de los miembros de la ecuación que
creó problemas de medición en los primeros clásicos (por ejemplo Smith):
105
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cantidad de horas trabajadas/ cantidad se outpout agrícola. Sobre este punto
cfr. Garegnani (1981: 16ss).
21
Más que la descalificación, 10 (2004) prefiere hablar de calificación alineada
y no controlada ira del trabajador. Es importante tener presente que hablando
de descalificación nos referimos a una tendencia. No es solo eso. Se tiene en
cuenta incluso, el hecho de que son dos interpretaciones diferentes y no
necesariamente convenientes de descalificación: una en sentido smithiano, como
parcialización siempre más avanzada de las atribuciones productivas y por
tanto pérdida de personalidad; la otra y marxista, muestra la superficialidad
del trabajo vivo expulsado del proceso productivo por ser sustituido por
máquinas.
22
Cleaver ( 2000:12)
23
6HJ~QODWHRUtDPDU[LVWDFRPR³HOFRQWUDWR´GHWUDEDMR>«@HVXQFRQWUDWRGH
resignación, de sumisión al capital; es la expresión jurídica que se instaura
con el contrato de trabajo entre capitalista y trabajadores, es una relación
social de producción, una relación de clases. Es un contrato que incluye la
clase capitalista y trabajadora y se funda sobre el proceso de explotación (lo
legítima, regulándolo) en cuanto es coerción a la plusvalía.
24
El presupuesto es que las decisiones económicas sean tomadas por sujetos
racionales, sobre bases utilitaristas; las empresas tratan de maximizar la
ganancia; los consumidores tratan de satisfacerse lo más posible con sus
adquisiciones y como trabajadores, tratan de maximizar los propios salarios
QHWRVGHORV³FRVWRVSRUVRVWHQHU´6ORJDQ
25
Por ejemplo, el revolucionario Trevini teorizó una tendencia al empobrecimiento
claramente relativo y no absoluto ( cosa que han hecho algunos marxistas
esclerotizados de la Unión Soviética. Mandel, en su tratado (1997b) pone
algunos ejemplos pp. 250ss).
26
La subsistencia no es la biológica (aunque no faltan períodos y lugares donde
el salario se attesta a estos niveles, por debajo, sino la histórica y socialmente
determinada; es decir relativa al desarrollo complejo en el interior de la riqueza
de la sociedad.
27
³(OWUDEDMDGRUDVDODULDGRH[LVWHHQODPHGLGDHQTXHSXHGHYHQGHUVXIXHU]D
de trabajo y para él otra forma de existir hasta el momento ha sido casi
LQLPDJLQDEOH´6RWWLOH
106
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28
Esta es una de las grandes diferencias del MPC de los anteriores modelos de
produción, donde los trabajadores estaban unidos a los vínculos servili o
reputati³QDWXUDOHV´DORVSURSLRVSDWURQHVTXHGLVSRQtDQGHVXVYLGDVQR
solo durante el tiempo de trabajo, sino durante toda la vida. El trabajador no
rea nada de formalmente (como en el MPC) igual al patrón.
29
(QWpUPLQRV³RUWRGR[RV´HOHPSUHVDULRQRWHQGUiQLQJ~QLQWHUpVHQLQYHUWLU
VLQRWLHQHSUHYLVWDSRUORPHQRVXQD³JDQDQFLDQRUPDO´ODWDVDGHJDQDQFLD
normal (%)=b tasa de interés sin riesgo (%)+ el premio por el riesgo(Slogan
2002: 56 ss).
30
Función clásica de la producción fundamental marginalista y=f(L,K), donde L
está por el trabajo y K por el capital comprendido en las materias primas,
presupone que todos los elementos de la función sean cualitativamente iguales,
fungibles, negando las típicas peculiaridades de la fuerza de trabajo: así hacen
desaparecer la diferencia fundamental, caracterizada por Marx, entre fuerza
de trabajo y trabajo: la primera es la única mercancía que, adquirida e inmersa
en el proceso productivo, puede producir más de lo que cuesta. Sobre todo
3DOD HVFULEH ³7RGRV HOORV %D\OHV 5LFDUGR -HYRQV 0DUVKDOO
Keynes, Sraffa) consideran con fines económicos, o sea capitalistas,
productivos, (o mejor saneados, para decirlo como Keynes) diversos elementos
además del trabajo, en primer lugar el capital como objeto, ídolo, basicamente
HQPDVFDUDGRSRUHOWLHPSR>«@6REUHHVWRGHVFDQVDODHUUyQHDWHVLVGHOD
plusvalía de los factores de producción, confundidos con la plusvalía real de
las determinantes de l precio y de las formas de apropiación del producto.
Estos factores están puestos todos cualitativamente en el plano del proceso
social de producción, o sea, formalmente intercambiales ( así como Wieksell),
HQHOiPELWRGHXQDIXQFLyQGHSURGXFFLyQRGHWHFQRORJtD´
31
El análisis que estamos conduciendo está en un nivel de abstracción muy
elevado; está claro que concretamente en las manifestaciones del poder
empresarial y de su autoridad en el trabajo, ellos son limitados por toda una
VHULHGH³SXQWRVGHUHIHUHQFLD´ItVLFDVMXUtGLFDVRUJDQL]DWLYDV\SUiFWLFDV\
por la propia lucha de clase en general y por la resistencia a nivel empresarial
de los trabajadores opuestos al capitalismo.
32
³/DSOXVYDOtDQRHVRWUDFRVDTXHODGLIHUHQFLDHQWUHHOYDORUFUHDGRSRUHO
WUDEDGRU\ORVJDVWRVSDUDVXPDQWHQLPLHQWR´0DQGHOE
33
Por tanto políticamente; aquí la política revela, en la medida en que es
interpretada en la acepción más global del término (política de clase, de
organizaciones empresariales, de gestión de conflictos industriales, etc.). Solo
107
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para acercar los ejemplos a nuestro tratamiento). Como ejemplo actual y
concreto se piensa en la directiva europea en materia de horarios productivos,
DSUREDGRHOSDVDGRGHPD\RODTXHSHUPLWHXQDWRWDO³OLEHUDFLyQ´GHla
gestión de los horarios de trabajo (a favor del capital), donde el monto de
horas es annualizato , permitiendo una flexibilidad extrema de los turnos de
trabajo. Un trabajador no debe trabajar por una cantidad de horas más= al día
o a la semana. Dónde, cómo y cuándo lo establece la empresa, o los sindicatos.
Con este sistema se puede llegar a trabajar 74 horas semanales. En este caso
la lucha de clases le ha sacado ventajas al capital europeo.
34
Es cierto que hoy esta problemática es más compleja, evitando reducir el
socialismo a la mera abolición de la propiedad privada sobre lo medios de
producción ( de las mercancías), dejando persistir modelos organizativos típicos
o idénticos a los de la burguesía (ontológica y teleológicamente diferentes a
los que deberían desarrollarse en una sociedad socialista y comunista). Sobre
este tema cfr. Carchedi (81981; 2006a).
35
Pero esto es posible solo cuando: a) el ejército industrial de reserva está
limitado; b) las organizaciones sindicales reducen o eliminan la competencia
entre los trabajadores y los organizan para pedir a través de la lucha, aumentos
salariales (Mandel 1997b: 240-41).
36
El aumento de productividad, en medio de la inserción de nuevas máquinas,
que por ser profittevoli desde el punto de vista del capital, deben ser saving y
profit-increasihg) muestra un modificación en la composición organica de
capital(K/v) donde el componente del capital fijo(K) aumenta con respecto al
componente del capital variable(v). la relación no es entre la masa material de
los instrumentos productivos y el número de los trabajadores, sino entre valor
de los medios de producción y el precio de la fuerza de trabajo.
Mandel(1997b:280). También Jaffe (1973:17e 77 ss) sostiene esta tesis: la
composición oganica del capital, que es un concepto de valor, es confundido
frecuentemente con la composición físico- técnica, por ejemplo, el número de
maquinas por obrero en una industria dada o el capital constante (valor) por
obrero (un concepto no de valor).
37
Las relaciones con los medios y productos son mediados, en el primer caso
por relaciones de producción y en el segundo caso, por relaciones mercantiles
mediadas a su vez por el dinero. Es solo pasando por el mercado que el
trabajador se convierte en consumidor y por tanto puede apropiarse de las
108
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mercancias) que él ( como trabajador colectivo) ha producido, pagándolas a
un precio mayor, incluida la ganancia del capitalista. En este caso la extorsión
se verifica dos veces: la primera, con la sustracción de la plusvalía; la segunda
con la extorsión de dinero en cantidad superior al costo de producción de la
mercancía.
38
Para la producción de plusvalia se parte de la clase trabajadora (los trabajadores
productivos) cfr. después.
39
Las clases sociales son siempre indiferentes a los sujetos individuales que
pertenecen a ellas. Por ejemplo, la mobilidad social y el suceso de un sujeto
que sube a través del otro la jerarquía clasista del capitalismo no impide el fin
o la inexistencia de las clases sociales, sino que la mobilidad subjetiva es
posible solo en medio de clases sociales que existen objetivamente como
totalidad para prescindir de la simple presencia de un sujeto o de otro.
40
Sobre este argumento, aquí solamente accennato; cfr, Carchedi(1977)
41
Sobre el neovalor(neuwert) se ee a Perri (1997; 211-217).
42
Por años, a causa de deformaciones y holgazanería teórica supportate de
traducciones interesantes; está confundida la clase obrera con la clase de
refrencia de los análisis marxistas. En verdad el sujeto intermodal es la clase
trabajadora en su totalidad, en su generalidad y homogeneidad (se utilizan
mucho los trabajos de Costanzo Preve y Gianfranco La Grassa). Fineschi(2001:
156) en este sentido escribe que: Forma asalariada ( ...) no significa de hecho
solo la fabrica, sino realizar el proceso productivo como momento del capital.
De hecho, Arbeiter, literarmente significa, el que trabaja, el que realiza el
proceso productivo. Si la división entre capital y trabajo es verbaltnis, es
decir un proceso en sentido fuerte, es exhaustivo de la totalidad, por tanto, se
deberá entender clase de trabajadores y no clase obrera (aunque lo obreros
sean trabajadores), sino son los obreros de la fábrica como tal, el sujeto
histórico, esta figura debe ser reconstruida a la luz de la determinación objetiva
de la reproducción social completa en forma capitalista. La tesis del autor
deriva, ya sea de una atenta lectura filosófica de la tesis marxistas como del
estudio profundo de El capital, que muestra una identificación de las clases
sociales, partiendo de su noción lógico-funcional.
109
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Segunda parte
113
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en la sociedad capitalista, donde todas las relaciones económicas aparecen
medidas en precios. Las categorías en valor-trabajo (o valor-tiempo) tienen una
correspondencia en términos de precios que no resulta siempre evidente.
(OPiVLPSRUWDQWHHVHOFRQFHSWRGH³FDSLWDO´TXHHQ0DU[HVODUHODFLyQVRFLDO
(la relación que se expresa en el proceso de producción de mercancías/apropiación
privada de plusvalía) mientras en la economía convencional es un concepto
polisémico, útil para designar:
a) el capital monetario;
c) la inversión productiva;
d) la inversión financiera;
114
Se necesitó esperar a la Gran Crisis de los años 20 y 30, para que entre los
economistas de la academia se alzara un cierto espíritu de venganza del
pensamiento analítico clásico.4
115
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De este modo, el desarrollo de los sistemas estadísticos y contables, es una
intención de crear una economía funcional a la necesidad de conducir el
capitalismo en la era del consumo de masas y de la producción fordista-taylorista.
Pero el aporte más importante lo hace Wassily Leontief, que elabora las primeras
tablas input-output, el instrumento más sofisticado de la contabilidad
macroeconómica capitalista. Esta tabla, deriva directamente de los instrumentos
de planificación soviética. Si las tablas input-output son el instrumento estadístico
³FOiVLFR´ PDU[LVWDULFDUGLDQR GH DQiOLVLV GH OD HFRQRPtD OD &RQWDELOLGDG
Nacional es la traducción estadística de la visión neoclásica o convencional.
116
117
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También el desarrollo del Estado social que dependió en gran media del modelo
de acumulación fordista, del trabajo asalariado, del crecimiento y de la plena
ocupación, tuvo como presupuesto la normalización en el trabajo asalariado de
un número creciente de personas, o sea su transformación en ciudadanos-
trabajadores, conduciendo así a la generalización de la relación de trabajo fordista.
Hoy esta generalización encuentra límites en la acumulación postfordista que
cuestiona el modelo tradicional del Estado social.
El salario del trabajo, hoy está cada vez más desenganchado de la productividad
que va solo a la ganancia. Lo que depende de la separación postfordista entre el
crecimiento de la producción y el crecimiento de la ocupación, y de la selección
de financiamiento de la economía, que comporta una distribución del ingreso,
todavía más expuesta a fuertes determinaciones del proceso de acumulación.
La cada vez más inicua estructura redistributiva del ingreso implica disminuir el
papel del Estado social, porque el Estado se hace agente que interviene
directamente en el sistema económico como sustento de la acumulación y que
regula y controla no solo la retribución del ingreso, sino en el orden social completo
en sustento exclusivo de la ganancia.
118
119
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La comunicación a su vez asume el valor de función de dominio tecnosocial en
el momento en que se producen y difunden nuevos recursos intangibles como
³OD LPDJLQDFLyQ \ OD FXOWXUD HPSUHVDULDO HQ OD VRFLHGDG´ /D FRPXQLFDFLyQ
estratégica tergiversadora, como función institucional estratégica, consciente el
logro de una competitividad social en el sistema completo, a través de la
adquisición y la transmisión de nuevo conocimiento y cultura del Profit State.
Este es el verdadero totalitarismo del Profit State, del imperio del capital, que
destruye el vivir social, el hombre y su humanidad, su ser como centro de
organización social.
120
Según Marx, sin embargo, ellos crean un nuevo valor. De este trabajo reciben
una retribución y dejan una parte de la misma en manos del capitalista como
forma de valor no pagado, de plusvalía. El trabajo intelectual necesario para el
proceso de producción material no se diferencia en ningún aspecto del trabajo
ItVLFR(V ³SURGXFWLYR´VLHVRUJDQL]DGRVREUHSULQFLSLRVFDSLWDOLVWDV(QHVWH
caso, es absolutamente la misma cosa que el trabajo intelectual sea organizado
junto al trabajo físico, en una empresa, oficina técnica, laboratorio clínico u
oficina de contabilidad, o que sea separado en una empresa independiente, un
laboratorio químico experimental independiente que tenga la tarea de mejorar la
producción, etcétera.
121
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La siguiente diferencia entre tipos de trabajo tiene un gran significado para el
problema del trabajo productivo; se trata de la diferencia entre el trabajo que
³VH FRQFUHWDHQYDORUHVGH XVRPDWHULDOHV\HOWUDEDMRRORVVHUYLFLRV´0DU[
1978ª, Tomo I: 143) que no asumen forma objetiva. Es necesario recordar que
VHWUDWDGHXQDGHILQLFLyQ³VHFXQGDULD´YiOLGDVRORVLVHDFHSWDQODVSUHPLVDV
mencionadas, o sea si se supone preliminarmente el trabajo organizado en forma
capitalista. En realidad, Marx señaló lo mismo con frecuencia, que el trabajo
productivo en el sentido definido y el trabajo que produce riqueza material no
coinciden; ellos no concuerdan en dos aspectos. El trabajo productivo incluye el
trabajo que es representado en cosas materiales, o es organizado sobre principios
capitalistas. Por otra parte, el trabajo que produce riqueza material, pero no es
organizado en la forma de la producción capitalista no es trabajo productivo,
desde el punto de vista de la producción capitalista (Marx 1993a). Si no adoptamos
OD³GHILQLFLyQVHFXQGDULD´\VLOD³FDUDFWHUtVWLFDGHFLVLYD´GHOWUDEDMRSURGXFWLYR
que Marx define como trabajo que crea plusvalía, veremos que cada indicio de
trabajo concebido en clave materialista queda eliminado por la definición de
Marx.
5HILULpQGRVHDODRSRVLFLyQGHOD³HVFXHODFOiVLFD´DHVWHFRQFHSWR8 algunos se
preguntan con estupor: ¿Cómo pudo Marx cometer tal error después de haber
descubierto la psicología fetichista del productor de mercancías con tanto ingenio?
$OJ~QRWURGHVSXpVKDFULWLFDGRODVWHRUtDVTXHVHSDUDQHODVSHFWR³LQWHOHFWXDO´
\³PDWHULDO´GHOWUDEDMRDJUHJDQGRTXHHVWDVFRQFHSFLRQHVGHODHFRQRPtDSROtWLFD
clásica no fueron sometidas por Marx a la crítica que llevaba, visto que en
general el propio Marx apoyó estas concepciones.
/DSULPHUD\WHUFHUDIDVHUHSUHVHQWDQHO³SURFHVRGHFLUFXODFLyQGHOFDSLWDO´(Q
este esquema el capital productivo no se opone al improductivo, sino al capital
HQHO³SURFHVRGHFLUFXODFLyQ´(OFDSLWDOSURGXFWLYRRUJDQL]DGLUHFWDPHQWHHO
proceso de la creación de bienes de consumo en el sentido más amplio. Este
proceso incluye todo el trabajo necesario para la adaptación de los bienes a los
fines del consumo: por ejemplo, el almacenaje, el transporte, el empaquetamiento,
HWFpWHUD(QHOSURFHVRGHFLUFXODFLyQHOFDSLWDORUJDQL]DOD³FLUFXODFLyQSXUD´
la adquisición y la venta, por ejemplo, la transferencia del derecho de propiedad
abstracta por la transferencia real de productos.
Este capital supera la fricción del sistema mercantil capitalista, fricción que por
así decir obedece al hecho de que el sistema se encuentra dividido en unidades
económicas individuales; precede y sigue el proceso de creación de bienes de
FRQVXPRDXQTXHHVWpOLJDGRDpOGLUHFWDPHQWH/D³SURGXFFLyQGHFDSLWDO´\OD
³FLUFXODFLyQGHFDSLWDO´VRQLQGHSHQGLHQWHVHQHOVLVWHPDGH0DU[\VRQWUDWDGRV
por separados, a pesar de que contemporáneamente el estudio no pierda de vista
la unidad de todo el proceso de reproducción del capital.
6ROR HO SULPHU WLSR GH WUDEDMR HV ³SURGXFWLYR´ QR SRUTXH SURGX]FD ELHQHV
PDWHULDOHVVLQRSRUTXHHVXWLOL]DGRSRUHOFDSLWDO³SURGXFWLYR´\HVWDHVODIRUPD
del capital en la fase de la producción: produce más plusvalía.
123
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productivo del trabajo es una expresión del carácter productivo del capital. El
movimiento de las fases del capitalismo determina las características del trabajo
que es utilizado. Aquí Marx permanece fiel a su idea de que en la sociedad
capitalista la fuerza motriz de desarrollo sea el capital: sus movimientos
determinan el movimiento del trabajo que es subordinado al capital.
Así, según Marx, es trabajo productivo cada tipo de trabajo organizado en las
formas del proceso capitalista de producción o, más preciso, el trabajo utilizado
SRU HO FDSLWDO ³SURGXFWLYR´ HV GHFLU HO FDSLWDO HQ OD IDVH GH SURGXFFLyQ (O
trabajo del vendedor no es productivo porque es contratado por el capital en la
fase de circulación (no aporta transformaciones al valor de uso, ni se preserva la
integridad por el deterioro).
Por otra parte, el trabajo del que vende las entradas en un teatro para asistir al
espectáculo del actor es improductivo, porque es contratado por el capital en la
fase de circulación,11HVGHFLUD\XGDVRORDWUDQVIHULUHO³GHUHFKRDREVHUYDUHO
HVSHFWiFXOR´HOGHUHFKRGHXQDSHUVRQDDGLVIUXWDUGHORVFKLVWHVGHODFWRUGHUHFKR
adquirido con un cambio de tipo mercantil: dinero contra mercancía-diversión).
Está claro que interpreta las categorías económicas de una manera mejor que los
otros, incluso en el campo socialismo realizado, comporta un sistema de
Contabilidad Nacional diferente completamente con la representación de arreglos
socioeconómico-productivos del todo diferentes.
4. La Contabilidad Nacional
1. Cada ciencia, ya sea social, natural o humana, para poder avanzar y elaborar
tesis, necesita de una base de conocimientos de que partir, de datos, de
informaciones sobre las cuales operar, por las cuales moverse para los propios
124
(QODEDVHGHOD&RQWDELOLGDG1DFLRQDO³HVWiODLGHDGHTXHHOVLVWHPDSURGXFWLYR
FRPSOHWRGHSHQGHHQVXIXQFLRQDPLHQWRGHFXDWUR>«@JUDQGHVFDWHJRUtDVGH
operadores económicos: familias, empresas, administraciones públicas, y el
H[WHULRU´&R]]L\=DPDQJL
125
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fundamental utilizada por SEC (Sistema Europeo de Cuentas Económicas
Integradas), que es muy utilizado incluso en Italia por ISTAT, a pesar de alejarse
esta última, en algunos puntos del modelo SEC.
(Q FXDQWR D OD SREODFLyQ SXHGH VHU GLYLGLGD HQ XQD ³SRUFLyQ´ ³residente´
(habitualmente) y en otra presente. Mientras con la primera definición excluimos
los no residentes habitualmente, con la segunda no tenemos en consideración los
residentes no presentes, temporalmente fuera del país, es evidente que sobre la
base del criterio seleccionado obtendremos resultados diferentes.
/D ³XQLGDG ORFDO´ HV HQ FDPELR XQ HVWDEOHFLPLHQWR R XQ FXHUSR GH
establecimientos, situado en un lugar específico, donde se realizan materialmente
la producción o la distribución de bienes o la prestación de servicios; las unidades
126
a) Cobros obligatorios que inciden en las familias o las empresas (este el caso de
la administración pública, desde ahora en más PA).
Los servicios erogados por la PA, ya sean de consumo final como intermedio o
productivo, en el sistema de contabilidad italiano (en préstamo, en este caso, por
el modelo SEC), convencionalmente son considerados finales, es decir
consumidos por las familias.
4. El operador exterior, dicho resto del mundo (RdM), que hoy más que nunca
adquiere un rol decisivo en las economías nacionales, está determinado
considerando todas las personas físicas y jurídicas con residencia fuera del país
GDGRTXHGHVDUUROOHQDFWLYLGDGHVHFRQyPLFDVFRQGLFKRSDtV/D³UHVLGHQFLD´
de las personas jurídicas coincide con el concepto de centro de interés, mientras
para la persona física releva la demora habitual.
127
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poseído totalmente o como cuota mayorista al Estado; de la otra parte está en
cambio la empresa que se caracteriza por la presencia de factores extra
económicos, y que por tanto es diferente de la privada, ya sea por la propiedad
o por la esencia.
En este último caso nos referimos a las empresas nacidas para absorber
problemas sociales (como, por ejemplo para mantener el nivel ocupacional), o
para consentir el mantenimiento de un justo equilibrio en economías entre pública
y privada.
Las empresas del Estado son las que están sometidas a un control directo del
mismo y que tienen la misma contabilidad en todo y en gran parte insertadas en
la balanza estatal; las empresas de propiedad del Estado, en cambio, son iguales
en todo a las empresas privadas pero son caracterizadas por una elevada
participación del operador público, que logra garantizarse su control. Las
empresas financiadas por el Estado, a pesar de tener un carácter público, actúan
según un determinado grado de autonomía de gestión.
Existen los sectores específicos de la economía que por siempre han estado sujetos
a controles por parte del Estado, en cuanto proporcionan los servicios estratégicos
y esenciales a los ciudadanos y a las otras empresas. Nos referimos a las empresas
operandi en el campo de la energía, el agua, de las telecomunicaciones, del
transporte, etcétera; sin considerar después los consumos colectivos, públicos por
excelencia, como el de la asistencia sanitaria, defensa, prevención, formación
HVFRODUHVGHFLUOD³SURGXFFLyQGHWelfare´(QHVWRVVHFWRUHVODLQWHUYHQFLyQGHO
Estado es garantía para todos de un acceso proporcional a la calidad de los bienes
y de los servicios producidos, que podrían en caso contrario ser distribuidos de
manera no uniforme, ya sea en términos económicos, como en sentido social general.
128
El diverso rol asumido por el Estado en las reglas de la gestión de las empresas
S~EOLFDVKDYLVWRHOUHIRU]DPLHQWRGHORVSURFHVRVGH³SULYDWL]DFLyQ´TXHKDQWHQLGR
en cuenta también las producciones dirigidas a la satisfacción de las necesidades
129
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colectivas prioritarias. Se logra así una consecuente reducción del poder del
³(VWDGRHPSUHVDULR´\DOPLVPRWLHPSRDIRU]DUHOSURFHVRGHSULYDWL]DFLyQGHO
Welfare State, imponiendo un restringimiento de las características de
universalismo de las prestaciones públicas fundamentales. Se incentivó así, un
mayor recurso a la sanidad privada, a la instrucción y formación a connotados
empresarios, a formar pensionísticas integrativas privadas, etcétera.
6. El PNB y el PIB19
1. El macroagregado más utilizado hasta hace poco tiempo para el cálculo de la
riqueza nacional es el PNB (Producto Nacional Bruto); sus orígenes se encuentran
en las obras de Simón Kusnets (1901-1985). La importancia de este concepto
HVWiHQODSRVLELOLGDGTXHQRVGDODPHGLGDGHO³YDORUWRWDOGHODSURGXFFLyQGH
XQSDtV´FRQVLQWLpQGRQRVSRUWDQWRSDUDGHFLUORFRPR6DPXHOVRQ1RUGKDXV
GH³PHGLUODSUHVWDFLyQGHXQVLVWHPDHFRQyPLFRHQWHUR´ 20
130
131
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por el cálculo todos los bienes y servicios intermedios que comportarían una
duplicación de los cómputos.23 Es con este objetivo que se utiliza el concepto de
³YDORUDJUHJDGR´24, destinado a reequilibrar el cálculo; para obtenerlo debemos
sustraer al valor de las ventas de una empresa, el valor de los materiales y servicios
adquiridos por las otras empresas; en términos más técnicos, el valor agregado
se obtiene sustrayendo del valor de la producción vendible el valor de los bienes
y servicios intermedios.
Definidos los elementos rudimentarios para el cálculo del PNB podemos concluir
con la clásica fórmula relativa de una economía cerrada:
PNB= C+I+G
Hay que agregar que I representa las inversiones en bruto, comprendidas por las
amortizaciones, por las que el valor representado por el PNB se altera, o mejor,
QROOHJDDGHVFULELUELHQODUHDOLGDGGHODULTXH]D³FRUULHQWH´GHOSDtV(VSDUD
evitar este inconveniente que se utiliza otra medida, aunque más difícil para
determinar, dada la escasez o imprecisión de los datos: el PNN (Producto Nacional
Neto), que está dado por los consumos privados, más adquisición del sector
S~EOLFRPiVLQYHUVLRQHV³QHWDV´
Hoy el PIB es más conocido y utilizado que el PNB entre los economistas burgueses.
Esto es medido en dos modos completamente equivalentes: con el método de flujo
de productos y con el de los costos o los ingresos. El resultado siempre es:
132
Que se corresponda con la unión de los ingresos del trabajo o los ingresos del
capital (amortizaciones, ingresos, intereses, dividendos, etcétera).
4. Como hemos escrito, el término bruto del PIB o del PNB indica que se está
agregando al indicador el valor de las amortizaciones de capital, o sea es el valor
PRQHWDULRGHOD³UHFRQVWUXFFLyQ´RVXVWLWXFLyQGHELHQHVGHFDSLWDOFRQVXPLGRV
en el período anterior. Por tanto, para medir el incremento neto de la producción
se necesitará deducir la amortización del capital:
133
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El Producto Nacional Neto a costo de los factores es el que en términos de
UHPXQHUDFLyQDORVIDFWRUHVSURGXFWLYRVVHGHQRPLQD³,QJUHVR1DFLRQDO´<1
en el sentido estrecho.
_____________________________________________________________
Consumo intermedio c
Amortizaciones K
134
cuotas sociales)
Impuestos directos
135
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c) Desde el punto de vista de la utilización, mediante el cálculo de los consumos
o demandas de los distintos sectores institucionales, se computa el total de los
consumos, que debe coincidir con el total de entradas por definición, es decir,
con el valor de la producción.
En efectos, si:
Oferta= demanda
136
10. Recordando que el PIN= PIB-A, o sea que el Producto Interno Neto a los
precios de mercado está dado por el Producto Interno Bruto menos las
amortizaciones, y que el PIN representa el valor de los bienes y servicios, que
pasando por el mercado, son destinados al consumo final, a las inversiones netas,
137
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y a las exportaciones (PINPM = C+ [I-A] + X-M) 28, resulta que este valor es
comprensivo de la transformación del contexto ambiental.
Si estos costos se quieren separar del valor de los bienes destinados a los empleos
finales se tendrá PINN= PIN-DISVA y el producto interno, el neto de las
amortizaciones y del consumo de los elementos ambientales, está dado por el
PIN en el que es sustraído el desvalor agregado. El concepto de desvalor agregado
es más importante en los estudios de valoración del impacto ambiental. 29
11. Habiendo definido los instrumentos principales recientes para calcular los
valores totales de una economía nacional entera, nos adentramos ahora en los
recodos de la producción de valor de una empresa o de un conjunto de empresas.
138
La transferencia de ingresos puede ser entre el operador familiar, por una parte,
y la PA y el resto del mundo por la otra, o bien entre PA y familias y el resto del
mundo de la otra.
139
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Por ingreso nacional (IN) entendemos el agregado obtenido por la suma de
todos los ingresos personales producidos en un período de tiempo determinado.
3DUDVHUPiVSUHFLVRVWRGDYtDSRGHPRVGHILQLUORFRPRHO³IOXMRQHWRGHELHQHV\
VHUYLFLRV´*UD]LDQLFRQFUHWL]iQGRVHHQXQSHUtRGRTXHYDGHW o a t1,
GRQGHSRU³QHWR´VHHQWLHQGHVXVWUDtGRGHWRGRVORVELHQHV\VHUYLFLRVLQWHJUDOPHQWH
R SDUFLDOPHQWH ³GLVWULEXLGRV´ XWLOL]DGRV SDUD SURGXFLU QXHYRV ELHQHV \
servicios.31
3RU³HPSOHR´GHOLQJUHVRQDFLRQDOVHHQWLHQGHJHQHUDOPHQWHHOFRQMXQWR\DVHD
de las transferencias de ingresos de carácter obligatorio o voluntario que
intervienen entre los operadores económicos finales y se habla en tal sentido de
redistribuir, como los consumos, o sea las erogaciones de ingresos disponibles
realizados por los operadores para la adquisición de bienes y servicios finales.
ID= IP-IP
2. El ID se divide por tanto en gastos para los consumos (incluidos los pagos
efectuados por los intereses) y en ahorro personal neto.
140
3.El ahorro se llama positivo cuando, ejecutados todos los gastos por los
FRQVXPRVODIDPLOLDORJUD³FRQVHUYDU´XQDFDQWLGDGPRQHWDULDTXHYDDDXPHQWDU
el monto ahorro. El ahorro es negativo si el ingreso de una familia no es suficiente
para sufragar todos los gastos por los consumos y por tanto se recurre a préstamos:
en este caso es evidente que la cuota ahorro no solo no es positiva, sino es
(algébricamente) negativa. Una familia que no ahorre, ni positiva, ni
negativamente se dice que ha logrado el punto de equilibrio.
Por eso los consumos privados coinciden con el total de los gastos efectivos y
figurativos obtenidos por las familias que poseen la residencia en el país,
considerado, en un determinado intervalo de tiempo, para adquirir bienes y
servicios corrientes que entran en la esfera doméstica; se admite por tanto, que el
consumo coincida con el gasto, lo que es un bien, por el solo hecho de ser adquirido
HQHOSHUtRGRGHEHVHUFRQVLGHUDGRFRPR³GLVWULEXLGR´WRWDOPHQWHFRQVXPLGR
en el mismo período.
141
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debido a la PA para los servicios generales y las tasas para los servicios
particulares, no deben ser incluidos en el cómputo los consumos.
Los impuestos pagados (ya sean de las familias o de las empresas) son
considerados una simple transferencia unilateral a la PA, porque se plantea
convencionalmente, que no representan el equivalente de un servicio. Por tanto
los servicios colectivos no pueden ser tratados como servicios consumidos por
las familias y las empresas, sino son tratados como servicios que la PA produce
y consume. La PA es considerada un operador asimilado en las empresas, que
producen y prestan servicios, y contemporáneamente asimilado en las familias,
porque, convencionalmente se hipotiza que autoconsuma los servicios que ha
producido. Los consumos finales comprenden, ya sea a los consumos de las
familias (consumos privados), como los consumos colectivos de la PA y de las
instituciones sociales privadas.
Los consumos colectivos pueden ser clasificados según varios criterios; pues
constituyen los servicios no destinables a la venta, y donde la erogación no depende
de una demanda efectiva en el mercado. No existiendo contablemente un precio
de mercado, los consumos colectivos son valorados sobre la base de los costos
utilizados para producirlos; es decir por el gasto efectivo o figurativo sostenido
por la PA para la adquisición de los bienes y servicios corrientes y para la
remuneración de los factores productivos empleados (sumando, los gastos para
la remuneración del personal, los de las adquisiciones de los bienes y servicios
corrientes, los gastos para los alquileres de los fabricados para uso de oficina y
las amortizaciones en los capitales fijos empleados por la propia PA).
4.Se ha precisado que el ingreso es destinado por los operadores finales en parte
al consumo y en parte al ahorro, entendido como el equivalente del valor de los
bienes producidos pero no consumidos y agregados al capital preexistente.
Caracterizado y definido al agregado de los consumos finales nacionales, queda
determinado el agregado del ahorro nacional bruto disponible, es decir el valor
que expresa y permite el proceso de acumulación de un determinado país.
Generalmente el ahorro es erogado por los operadores económicos finales, para
la adquisición de bienes de producción, pero está puesto a disposición de las
empresas que lo emplearían para la formación bruta de los capitales fijos, en
inversiones fijas brutas y variaciones de las reservas, es decir del capital de
ejercicio. Nos mantenemos en el computo de las inversiones fijas brutas
(comprendidas de las amortizaciones) los bienes materiales (patentes, etc.), y los
bienes no reproducibles (terrenos, yacimientos, obras de arte), asimismo los bienes
duraderos adquiridos por las familias excepto los fabricados para el uso
habitacional y también los bienes duraderos adquiridos por la PA y empleados
para la defensa militar del país, porque se ponen obsoletos técnica y
económicamente.
142
³/DDFXPXODFLyQ\QRODQHFHVLGDGHVWiHQHORULJHQGHODSURGXFFLyQFDSLWDOLVWD´
Es por esto que se puede encontrar un gran despilfarro en la economía de mercado;
el uso que se hace de los recursos disponibles depende exclusivamente de la
ganancia que se obtiene.
Las ganancias actuales y las ganancias esperadas son los dos indicadores
fundamentales de la economía capitalista, los que definen el nivel de la inversión
y por tanto de la producción de mercancías. La tasa de ganancia las dirige tanto
la conducta de cada empresa en particular, como la de la mayoría de las empresas
y de los sectores que constituyen y determinan las dinámicas macroeconómicas.
Esta idea se expresa en cinco tesis fundamentales:
143
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b) la cantidad de inversión que realizan los capitales depende de la tasa esperada
de útiles o ingresos que creen que obtendrán de la propia inversión;
144
A veces parece que la inversión sea poco eficiente, esta constatación nos introduce
al problema del grado de utilización de los recursos. Si este es bajo, el volumen
de esfuerzo de inversión que se requiere para ampliar la capacidad productiva es
mayor. La eficiencia de la inversión está determinada por el volumen de la
inversión, por la utilización de los recursos que se invierten y por el nivel de
producción obtenido.
145
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2. La inversión está también en lo financiero, que consiste simplemente en
acumular más dinero (las inversiones financieras: D-D1 sin pasar por M),
subrayando, la inversión real es la llamada formación bruta de capital fijo (FBCF).
(QHOOHQJXDMHGLDULR³LQYHUVLyQ´WLHQHXQVLJQLILFDGRGLIHUHQWHPiVDPSOLRPiV
ambiguo. Invertir en la bolsa, en la adquisición de acciones de oro o de
habitaciones, son actividades que no aumentan por si mismas la capacidad
productiva de la economía, se limitan solo a redistribuir las riquezas, o mejor, en
este caso, a destinar siempre cuotas más altas de PIB a los ingresos y no a las
ganancias y a los salarios. Y en este caso, los instrumentos para medir la actividad
económica son muy ineficientes, porque las estadísticas públicas no evidencian
suficientemente el peso diferenciado entre este tipo de inversión financiera y la
inversión productiva.
Invertir para construir una casa genera un producto físico. Si se invierten 500 000
euros y la casa se vende en 700 000 euros; los 200 000 de diferencia entran a
formar parte del Producto Interno Bruto (PIB, esta definición la veremos más
adelante), por incremento de actividades inmobiliarias, ya que se trata de la
misma casa. Si la casa se quema o se derrumba por un terremoto y se recibe un
seguro de 700 000 euros, esto también forma parte del PIB (aunque no se haga
más la casa; sin embargo el indicador del PIB nos dice que la actividad económica
está aumentando) .34
O sea, en teoría, aunque estamos hablando de la misma casa, hay más dinero.
Esto es un claro ejemplo de contradicción entre la estadística económica y la
riqueza social. La riqueza social es solo una parte de lo que la estadística
económica mide.
Desde el punto de vista del bienestar social, la inversión es más estratégica que
la demanda de consumo, porque la demanda total (que es el consumo total) está
formada por el consumo privado, por el consumo público y por la inversión. Un
euro consumido por un ciudadano se agota al momento del consumo, dando por
válida una decisión anterior de inversión y producción de una determinada
mercancía; pero un euro gastado en la inversión genera un efecto multiplicador,
porque se traduce en demanda de fuerza de trabajo que se traduce a su vez en
demanda privada, en forma de salario y genera al final un producto para consumir.
3. La inversión da valor a una mercancía ya producida en el pasado (la adquisición
de una máquina, por ejemplo) y promueve la creación de nuevas mercancías,
proyectando en el futuro la decisión actual de invertir. Dado que los consumos
privados varían muy lentamente, la variación de la demanda total depende, en
gran medida, de la variación en la inversión. El control de la inversión se
transforma así en la variable clave del circuito acumulación. O sea, formalmente:
146
147
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d) tratando de elevar los propios útiles invertidos en actividades
improductivas, como publicidad y gastos públicos;
f) reduciendo los pagos de intereses, utilizando los útiles para cubrir las
deudas que han contraído.
5. Los capitalista invierten para obtener un útil futuro. Dado que la razón por la
cual invierten es obtener útiles; el volumen de la inversión dependerá de cuan
elevada piensen las empresas que será la tasa de rendimiento. El orden de las
seis posibilidades de utilización de los útiles refleja, incluso, el orden que va de
mayor a menor inversión producida.
148
2. En primer lugar se subraya que las inversiones, y más aún los procesos
decisionales para inversión, constituyen un objetivo prioritario y estratégico para
el sistema empresa y por tanto en su conjunto para el sistema país. Desde el
momento en que cualquier inversión presupone empleo de recursos financieros
con el objetivo de poder producir un útil futuro, se establece que la propia
inseguridad en la realización y en el monto de tales útiles, hacen que la decisión
de inversión incluya asumir riesgos, debido a las divergencias entre rendimiento
efectivo realizado y rendimiento esperado. Una sana y eficiente gestión de
empresa, en la lógica de la economía de mercado, implica una continua producción
de propuestas y decisiones de inversión al frente de las cuales son cuantificados
y valorados los flujos relativos de caja; hecho que seguirán necesariamente
otros momentos decisivos relativos a la selección de las propuestas de inversión,
adoptando oportunos criterios de aceptación, que podrán hasta necesitar de un
examen crítico de la decisión de inversión, incluso después de la fase aceptación.
El conjunto de estas decisiones lleva a la planificación estratégica de los procesos
de expansión y de acumulación del capital.
149
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Los procesos decisionales de inversión pueden ver la expansión de procesos
productivos y/o productos existentes o la determinación de nuevos procesos y
productos.
3. Recordando que PIBPN = PIBCF + IIN (con PIBCF que es producto interno
bruto al costo de los factores, e IIN que representa los impuestos indirectos
netos), lo que significa que el PIB representa para la empresa el costo por el
empleo de los factores productivos, trabajo y capital (o sea, salarios, estipendios,
intereses, dividendos, ganancias, ingresos y amortizaciones); para los poseedores
de estos factores productivos, ellos representan en primera instancia elementos
de ingresos.
152
153
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7
Está claro que al definir un trabajo material o mental realizamos una distribución
a nivel conceptual que en la realidad no existe: el trabajo en el ejercicio concreto
de la actividad productiva es siempre, ya sea material o mental. Al definir material
o mental un trabajo caracterizamos el aspecto que más prevalece (desde el
punto de vista social) del trabajo. Para profundizar estos temas cfr. Carchedi
(1983;1987;1991).
8
Para la escuela clásica la concepción de Marx es tautológica: el trabajo
productivo, o el trabajo que crea valor, debe ser ciertamente representado en
FRVDV ³PDWHULDOHV´
9
Porque, como hemos dicho anteriormente, son estos tipos de actividad
(transformaciones, conservaciones) las que mantienen productivo el trabajo,
que por tanto será más erogado en la fase del proceso productivo.
10
Él produce una mercancía inmaterial: la mercancía-diversión.
11
El capitalista en esta fase no adquiere fuerza de trabajo con el propósito de
introducirla en el proceso productivo; o sea ella no es utilizada para la
transformación o conservación de valores de uso.
12
4XHHOOD³QDWXUDOL]D´PXFKDVYHFHVDSOLFDQGRDORVHVWXGLRVGHORVIHQyPHQRV
sociales, los mismos presupuestos epistemológicos, los mismos métodos y las
propias técnicas utilizadas por las ciencias naturales.
13
/HDPRVTXHGLFHÈOYDURDOUHVSHFWR³>/D@(FRQRPtD3ROtWLFDWLHQH
QHFHVLGDG GH ³FRQIURQWDUVH´ FRQWLQXDPHQWH FRQ ORV GDWRV REVHUYDFLRQDOHV
con la realidad económica medida y estadisticada. O sea, con la Estadística
Económica, porque sin la Estadística Económica, la Economía Política se
convierte en estudio, análisis, elaboración de modelos teóricos, actos que
describen el funcionamiento de sistemas económicos hipotéticos; su vigencia
se determina en la verificación formal de su coherencia interna, en cuanto
están construidas sobre las proposiciones deducidas del comportamiento del
irreal e imaginario/homo economicus´
14
Para un análisis más profundo de los temas tratados en este párrafo cfr. Álvaro
(1999).
15
Esta distinción está en la base de la diferencia intercoherente entre PIB (Producto
Interno Bruto) y PNB (Producto Nacional Bruto), sobre el tema cfr. después.
16
Esta distinción neta, en verdad no refleja fielmente la realidad social. Bien
puede ser así en algunos operadores, desarrollando actividades no
pertenecientes a los comprendidos en los modelos estadísticos, por ejemplo:
familias que produzcan bienes y servicios, sin embargo, ellas no son calculadas
porque no transitan a través del mercado.
154
156
Para los países caracterizados por el libre mercado, los intentos por representar
cuantitativamente la economía surgen ya con William Petty (Sandoval González
2004), y se desarrollan después con los fisiócratas. Sin embargo, es al final del
siglo XIX que nace la Contabilidad Nacional contemporánea.
Las principales reflexiones conducen a Richard Stone, sus trabajos dieron origen
al sistema normalizado de contabilidad y sirvieron de base para la elaboración
GHOVLVWHPDGHORV(VWDGRV8QLGRV3DUD6WRQH³XQVLVWHPDGHFRQWDELOLGDGVRFLDO
es un medio práctico para descubrir lo que sucede en una economía, en la
medida de lo que puede ser expresado en términos de transacciones en un
FRQMXQWRGHFXHQWDVYLQFXODGDVFRQHOSULQFLSLRGHODSUiFWLFDGREOH´6DQGRYDO
González 2004: 12). Según este estudioso, el sistema se compone de cuatro
clases de operadores: empresas, familias, administraciones públicas y el resto
del mundo. Cada uno de ellos produce, consume y ahorra.
157
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Entre los primeros trabajos sobre la base de la construcción del Sistema de las
Cuentas Nacionales (SCN) es necesario recordar también los trabajos del Grupo
de Oslo, que organizó la disciplina en torno a un centenario de conceptos
macroeconómicos con una serie de ecuaciones referidas a un cuadro coherente.
El primer SCN fue adoptado por la ONU en 1953 y ha sido objeto de sucesivas
adecuaciones. En 1989 comienza el acercamiento entre el sistema que se aplicaba
en el campo socialista y el aplicado por la ONU: entre estos dos sistemas existen
JUDQGHVGLIHUHQFLDV$SDUWLU³GHODFDtGDGHOPXUR´HVWDGLFRWRPtDGHVDSDUHFH
transitando los países de Europa del Este hacia la economía de mercado.
3DUDHVWDHVFXHODGHSHQVDPLHQWRHVUHOHYDQWHHO³DVSHFWRPDWHULDOGHOSURGXFWR
QDFLRQDO´3HVHQWLFRQWLQ~DVRVWHQLHQGRTXHSDUDODSURSLD&RQWDELOLGDG
Nacional de los países socialistas, fundada sobre criterios, fuese fundamental la
158
Por esta razón es que la contabilidad de tipo soviético, donde era predominante
el aspecto material del bien producido, con fines de los cálculos de la riqueza
nacional, era insuficiente, y lo sería aún más hoy; el marxismo soviético sería
FRPSOHWDPHQWHGHVSOD]DGRHQODOHFWXUDGHOD³VRFLHGDGGHODLQIRUPDFLyQ´GHO
³FRQRFLPLHQWR´HWFHQODFXDOXQDLQILQLGDGGH³WUDEDMRVPHQWDOHV´VRQDOWDPHQWH
SURGXFWLYRVGHSOXVYDOtD6HOHHSRUHMHPSORORHVFULWRSRU3HVHQWL³ODPH]FOD
entre mercancía de servicios y servicios hechos según la concepción y la
contabilidad occidental, según donde la producción es producción de utilidad y
no de bienes materiales, confunde las cosas y es más difícil entender la correlación
GHIRQGRHQWUHSURGXFWRLQJUHVR\JDVWR´$ODOX]GHORTXHKHPRVH[SUHVDGR
está claro que una tesis así no satisface y desorienta. Podemos entonces estar de
159
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acuerdo en cuanto a la equivocación del modelo de Contabilidad Nacional
neoclásico, que mantiene todos los trabajos (y los no trabajos) productivos de
valor, pero para el resto es necesario rechazar una definición como esta.
Un problema similar ocurre con los servicios públicos. No siendo trabajo destinado
a la producción de valor- capital, algunos autores mantienen que no se trata de
trabajo productivo, y por tanto deberían separarse del cálculo del valor (social)
agregado. En este caso, a diferencia de las actividades que se basan en la obtención
de un ingreso por un derecho de propiedad (sobre el activo fijo material o
financiero), puede considerarse que los dependientes públicos realizan una
actividad funcional al proceso de reproducción capitalista, y están , por tanto,
indirectamente sometidos al capital. Pero no por esto son insertados en la categoría
de trabajo productivo en sentido marxista.3
160
6HJ~QHVWiFRQFHSFLyQ³FOiVLFD´HUDFRQVLGHUDGRSURGXFWLYRVRODPHQWHHOWUDEDMR
material que produjera un producto tangible, material. Partiendo de estos asuntos,
se nos ha privado por decenas de años de los instrumentos de lectura de las
trasformaciones internas del MPC (se piensa en el variado y heterogéneo sector
GHORV³VHUYLFLRV´>FIU&DUFKHGL@WRGRVLJXDOPHQWHLPSURGXFWLYRV\DTXH
VRQ³LQWDQJLEOHV´
Para un análisis crítico de esta literatura se debe leer a Guerrero (1990) donde
entre otras cosas el autor indica el modelo, justo desde el punto de vista marxista,
para caracterizar la producción o no de la plusvalía. Esta es una determinación
formal, no material. No tiene nada que ver con la materialidad o no del trabajo o
del producto. El aspecto material, simplemente no revela estos fines. Es decir, lo
que cuenta es la inserción del trabajo (asalariado) en medio de una organización
capitalista y que sea empleado en la esfera de la producción. Como escribe
*XHUUHUR ³ QLQJXQR GH HVWRV HOHPHQWRV KDFH UHIHUHQFLD DO FRQWHQLGR
PDWHULDOGHOWUDEDMRFRQFUHWRQLGHOYDORUGHXVRREWHQLGR´\SUHFLVDGHVSXpVTXH
³HQ0DU[HODQiOLVLV³PDWHULDO´R³WpFQLFR´KDFHUHIHUHQFLDDORVFRQWHQLGRV
LQYDULDEOHV GHO SURFHVR GH SURGXFFLyQ PLHQWUDV HO DQiOLVLV ³IRUPDO´ R
HVSHFtILFDPHQWH³HFRQyPLFR´VHRFXSDGHODVYDULDFLRQHVGHODVIRUPDVRVHD
GHODGLQiPLFDGHODVUHODFLRQHVGHSURGXFFLyQKLVWyULFDPHQWHGHWHUPLQDQWHV´
Los asalariados son la mayoría de la población7 (en la zona euro, 115,6 millones
de asalariados en 1994 llegaron a ser 131, 3 millones en 2005, el que comporta
161
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un tránsito del 82,3 % al 83,7 %; el número de capitalistas disminuyó en
consecuencia al proceso de centralización del capital, mientras el número de
trabajadores autónomos aumentó, con respecto a la precarización creciente del
mercado de trabajo y de las demás formas de externalización de los contratos en
las empresas.8
162
Se debe comenzar reconociendo que este análisis impone límites al campo de los
fenómenos que abarca; se pueden, de hecho, tratar solo los fenómenos que son
cuantificables en términos de mercado, excluyendo los que no lo son, o que son
de difícil o imposible cuantificación, ojalá se reconozca su importancia; utilizando
como unidad de medida única la moneda, se tiene la ventaja de poder agregar,
modelar, presentar cuadros numéricos y análisis comparativos.
Por otra parte, se dejan fuera todos los fenómenos no cuantificables o de difícil
cuantificación en términos de valor monetario.
Muchos elementos del sistema podrían ser discutidos, pero a los efectos de este
trabajo nos limitaremos solo a algunas críticas de indiscutible valor.
164
³/D SURGXFFLyQ FDSLWDOLVWD QR HV \D SURGXFFLyQ GH PHUFDQFtD VLQR HV
sustancialmente, producción de plusvalía. El obrero no produce por sí mismo, si
no por el capital. Por este motivo, ahora no basta con que produzca en términos
generales, sino debe producir concretamente plusvalía. En el capitalismo, es
productivo solo el obrero que produce plusvalía para el capitalista, o que trabaja
para mantener el capital.
(QRWUDVSDODEUDVHOWUDEDMRSURGXFWLYR³HVHOTXHVHFDPELDGLUHFWDPHQWHSRU
FDSLWDO´YDOHGHFLUHOWUDEDMRTXHHOFDSLWDOLVWDFRPSUDFRPRFDSLWDOYDULDEOH
con el propósito de usarlo para crear valores de cambio y plusvalía. El trabajo
improductivo, nos precisa Marx, es el que no se cambia por capital, sino
directamente por ingresos, por salario o ganancias y, naturalmente, por los
diferentes elementos que forman el ingreso del capitalista, como pueden ser el
interés y los ingresos del suelo.
165
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este trabajo se materialice o no en objetivos 12 y que sea o no sea
objetivamente necesario o útil para el proceso social de producción, por
ejemplo el trabajo de un payaso usado por un empresario de circo;
El problema que afronta Marx no tiene nada en común con este otro concepto,
excepto el nombre. Para Marx, trabajo productivo significa trabajo incorporado
al sistema social de producción.13
Marx señaló con frecuencia esta característica que distingue su teoría de las
comunes en el trabajo productivo, la cual asigna un rol decisivo al contenido de
la actividad productiva.
Notas
1
Consejo de mutua asistencia económica, instituido en 1949 por los países
socialistas de la Europa Oriental (URSS, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia,
Polonia, Rumania, Hungría), con excepción de Yugoslavia, en contraposición
al plano Marshall y para coordinar las economías de los países comunistas.
Seguidamente entran a formar parte, Cuba, Mozambique, Vietnam, mientras
Albania salió en 1962. Se desintegró en 1990.
2
Sobre este debate cfr. Guerrero (1990).
3
³ORVIXQFLRQDULRVSXHGHQFRQYHUWLUVHHQDVDODULDGRV GHOFDSLWDOSHURQRSRU
HVWRVHWUDQVIRUPDQHQWUDEDMDGRUHVSURGXFWLYRV>«@HOWUDEDMRSURGXFWLYRVH
cambia directamente por dinero en cuanto a capital, o sea por dinero de por sí
mismo, capital destinado a funcionar como capital y que como capital se
FRQWUDSRQHDODFDSDFLGDGGHWUDEDMR´0DU[D
4
³HOYDORU\ODSOXVYDOtDSURGXFLGRV>HQHOSURFHVRSURGXFWLYRGHSOXVYDOtD@VRQ
el resultado del accionar de una sola categoría de agentes, las cuales, a
través de su trabajo concreto, cambian las características materiales y
mentales de los objetos y de los instrumentos de trabajo en un diferente valor
GHXVRHOGHOSURGXFWR´&DUFKHGLVREUHHVWHSXQWRFIUWDPELpQ
Carchedi (1977; 1987).
5
Alessandro Mazzone es uno de los estudiosos más atentos a distinguir entre
MPC, que es un concepto construido a un nivel muy abstracto de razonamiento,
y que es normado por las leyes de comportamiento general, por sus tendencias,
etcétera, y los capitalismos individuales que concretamente en la visión
económico-social-humano-geográfica se realizan y se diferencian.
6
Aquí entendemos la productividad de plusvalía; no está por tanto incluida en la
acepción corriente.
167
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7
O sea, se ve bien en países de capitalismo avanzado, donde debería en cambio
difundirse, estando algunos científicos apresurados y superficiales, al final de
la clase productiva y del trabajo. Si se piensa en los países como China, la
India, etc., las tasas de población asalariadas son más elevadas.
8
Detr ás de las cuales se esconden frecuentemente formas de
autoempresarialidad solo jurídica y no sustancial; en Italia la gran incidencia de
ORV WUDEDMDGRUHV OODPDGRV ³ D SDUWLGD ,9$´ KDFHQ KDEODU SRU DxRV GH
³WUDEDMDGRUHV GH ~OWLPD JHQHUDFLyQ´ SDUD LGHQWLILFDU XQD IDOVD
autoempresariedad que caracteriza a los asalariados atípicos expulsados,
OLFHQFLDGRV \ REOLJDGRV D ³LQYHQWDUVH´ XQ WUDEDMR DSDUHQWHPHQWH SURSLR
absolutamente precario.
9
³SRU HVWHPRWLYR OD HFRQRPtD YXOJDUQR WLHQH ODPiV UHPRWD LGHD GHTXH OD
fórmula tripartita tierra-ingreso, capital-interés, trabajo-salario o precio del
trabajo, incluye tres combinaciones evidentemente imposibles. En primer lugar,
tenemos el valor de uso tierra, que no tiene de por sí ningún valor, y el valor
ingreso del suelo, con el que se establece una proporción entre una relación
social, considerada como una cosa y la naturaleza, o sea se establece una
relación entre dos grandezas inconmensurables. Después viene la relación
capital-interés. Si el capital se concibe como una determinada suma de valor
expresado sustancialmente en dinero, es absurdo que un valor represente mayor
valor del que vale.
Al final, la relación entre el trabajo y el salario o precio del trabajo, es, como se
demostró en el Tomo I, una expresión que contradice ante todo el concepto del
168
169
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170
³$TXtQRVUHIHULPRVVRORDOFDUiFWHUJHQHUDOGHORVJDVWRVGHFLUFXODFLyQTXH
VXUJHQGHODPHWDPRUIRVLVSXUDPHQWHIRUPDO´0DU[GHPRVWUyFODUDPHQWH
ODVLJXLHQWHDILUPDFLyQ³ODOH\JHQHUDOHVTXHWRGRVORVJDVWRVGHFLUFXODFLyQTXH
corresponden simplemente a un cambio en la forma de la mercancía no agregan
DHVWDQLQJ~QYDORU´
0DU[GLVWLQJXLyHQWUHHVWD³PHWDPRUIRVLVIRUPDO´TXHHVODHVHQFLDGHODIDVH
GHFLUFXODFLyQ\OD³IXQFLyQUHDO´GHOFDSLWDOPHUFDQFtD0DU[(QWUH
HVWDVIXQFLRQHVUHDOHV0DU[LQFOXtDWUDQVSRUWHVDOPDFHQDPLHQWR³GLVWULEXFLyQ
GHODVPHUFDQFtDVEDMRXQDIRUPDGLVWULEXLEOH´0DU[³H[SHGLFLyQ
171
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
WUDQVSRUWH GLVWULEXFLyQ YHQWD DO GHWDOOH´ 'HEH entenderse que la
realización formal del valor es la transferencia del derecho de propiedad sobre
los productos y se limita a servir de vehículos en su realización, o sea
contemporáneamente al verdadero camino de las mercancías en el paso de
unas manos a otras, al metabolismo social. Pero teóricamente la realización
formal, la función genérica del capital en la circulación es in toto diferente de
las funciones reales mencionadas, que están en esencia, alejadas de este capital
\ WLHQHQ XQ FDUiFWHU ³KHWHURJpQHR´
Pero es posible separar estas funciones, tanto sobre la base de las personas
FRPRVREUHODEDVHGHORVOXJDUHV³ODVPHUFDQFtDVSUHSDUDGDVSDUDVHUFRPSUDGDV
o vendidas pueden almacenarse también en dock\HQRWURVOXJDUHVS~EOLFRV´
(282), por ejemplo, en depósitos comerciales y de transporte.
0DU[ FRQVLGHUy WRGDV ODV IXQFLRQHV UHDOHV FRPR ³SURFHVRV GH SURGXFFLyQ
H[LVWHQWHVGHQWURGHOSURFHVRGHFLUFXODFLyQ´6RQ³SURFHVRVGHSURGXFFLyQ
continuos simplemente en la circulación y cuyo carácter productivo se esconde
EDMRODIRUPDGHHVWD´7RPR,,
$Vt HO WUDEDMR TXH VH DSOLFD D HVWRV ³SURFHVRV GH SURGXFFLyQ´ HV WUDEDMR
productivo que crea valor y plusvalía. Si el trabajo del vendedor consiste en
llevar a término funciones reales (conservación, transporte, empaquetamiento,
etcétera.), es trabajo productivo, no porque se represente en bienes materiales
ODFRQVHUYDFLyQQRSURGXFHHVWRVFDPELRVVLQRTXHHVHPSOHDGRHQ³HOSURFHVR
GHODSURGXFFLyQ´\SRUWDQWRHVXWLOL]DGRSRUHOFDSLWDOSURGXFWLYR(OWUDEDMRGHO
propio empleado comercial es improductivo solo si sirve exclusivamente a las
³PHWDPRUIRVLVIRUPDOHV´GHOYDORUDVXUHDOL]DFLyQDODWUDQVIHUHQFLDLGHDOGHO
GHUHFKRGHSURSLHGDGVREUHHOSURGXFWRGHXQDSHUVRQDDRWUD/D³PHWDPRUIRVLV
IRUPDO´TXHVHSURGXFHHQODRILFLQDYHQGLGD\TXHHVVHSDUDGD GHWRGDVODV
funciones reales, exige también ciertos gastos de circulación y gastos de trabajo,
la contabilidad, la contaduría de los libros comerciales, la correspondencia,
etcétera. Este trabajo no es productivo, no porque no cree bienes materiales, sino
porque sirve a la metamorfosis formal, a la fase de circulación del capital en
forma pura. No obstante, lo rigurosamente expuesto por el análisis de Marx, existen
evidentes límites a partir de una visión actual del problema; sin embargo, las bases
esenciales de análisis continúan teniendo vigencia considerando el concepto de
producción y reproducción real de las relaciones capitalistas de producción.
172
173
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con el consumo de la plusvalía por parte de los capitalistas y del salario por
SDUWHGHORVREUHURV´
Como se puede observar, de esta manera se suma tanto el valor de las partes
del producto social que corresponde al capital, como las partes que corresponden
al fondo del consumo.
3DUD0DU[³WRGRHOYDORUVRFLDOGHOSURGXFWRVHGHVFRPSRQHHQLQJUHVRVVDODULR
más plusvalía, o según su expresión, salario más ganancias (intereses), más el
LQJUHVRGHOVXHOR´0DU[Tomo II: 386). Este concepto constituye un golpe
de ingenio por el cual deberían estar contentos los macroeconomistas modernos.
174
Entre los dos sectores también debe tenerse en cuenta el valor de cambio y el
valor de uso, así como la proporcionalidad entre ellos.
1. Crisis de sobreproducción.
175
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2. Exportación de los excedentes en el mercado mundial.
3. Influencia externa de recursos para incrementar el consumo de las clases
sociales (remesas, créditos, transferencias).
3. Una interesante aplicación del método marxista del análisis de las cuentas
nacionales es la presentada por Shaikh y Tonak (1994). Estos autores someten a
una fuerte crítica el concepto neoclásico de actividad productiva que considera
todo por lo que existe una demanda social, lo que la gente está dispuesta a pagar
y por tanto tiene un precio de mercado; ponen en discusión entre sí la concepción
neoclásica presente en el SCN, donde no se distingue entre las formas de consumo
y las formas de reproducción. Por ejemplo, especifican que el trabajo de un
guardia de seguridad es un trabajo necesario que garantiza consumo, pero no es
un trabajo productivo (Shaikh y Tonak (1994: 17-19). Estos autores presentan
un análisis alternativo que se mueve entre el sistema de balance material que
aplicaba el campo socialista y el SCN, considerando los dos como extremos.
Shaikh y Tonak no consideran el comercio, la actividad militar, la policía y otras
actividades alternativas como actividades productivas, sino como formas de
consumo social. El centro de su propuesta es la separación de las actividades no
productivas que pueden ser necesarias, pero no pertenecen a la esfera productiva.
Por ejemplo:
176
Otros economistas como Mandel, Tonak, Aglietta y Vargas han realizado desde
1920 hasta hoy el estudio de diferentes variables y procesos, utilizando el método
marxista que demuestra el gigantesco potencial eurístico de esta teoría para el
análisis macroeconómico.
Notas
1
*XHUUHUR$VtHVFULEH³0DU[GLVWLQJXHPX\FODUDPHQWHODFLUFXODFLyQ
³UHDO´R³PDWHULDO´GHODFLUFXODFLyQ³SXUDRHFRQyPLFD´VRVWHQLHQGRTXHOD
SULPHUDQRHVDXWpQWLFDFLUFXODFLyQ³ODLQGXVWULD\ODODFRQVHUYDFLyQ \OD
GLVWULEXFLyQ GH PHUFDQFtDV >«@ GHEHQ FRQVLGHUDUVH FRPR SURFHVRV GH
SURGXFFLyQ TXH H[LVWHQ GHQWUR GHO SURFHVR GH FLUFXODFLyQ´ 0DU[ /D
FLUFXODFLyQ ³SXUD´ FRQVLVWH PHUDPHQWH HQ OD WUDQVPLVLyQ GH GHUHFKRV GH
propiedad (o de alquiler, de uso, etc.), en la mercancía, transmisión que aparece
FRPRXQDQHFHVLGDGHQODSURGXFFLyQPHUFDQWLO´
2
Que no sirve realmente para satisfacer la aproximación ideológica de cualquier
militante marxista no capaz de una aproximación científica, pero consciente
de conocer los verdaderos procesos de movimiento del modo de producción
capitalista, los modos de acumulación, los sectores productivos e improductivos,
177
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en fin, los orígenes sociales de las crisis. Profundos estudios sobre este tema
han sido conducidos por Moseley (1991) y Wolf (1986).
3
(QHVWHFDVRUD]RQDPRVXWLOL]DQGRXQD³FOiXVXODGHDEVWUDFFLyQ´SDUDODFXDO
se supone que precios y valor coincidan, cosa que en la realidad no es así,
porque el valor es solamente una media de los varios precios del mercado y,
mientras estos últimos son sujetos a la ley de la demanda y de la oferta, el
valor es la media de salida por las oscilaciones causadas por la ley y caracteriza
el trabajo social necesario en la producción de las mercancías.
178
Las curvas son construidas de forma tal que caractericen cómo varían los
consumos de las familias de diferentes ingresos (o consumos de la misma familia
al variar el propio ingreso), caracterizando los bienes y servicios que mayormente
están sujetos a esta variación.
181
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(QODEDVHGHOD³UHODFLyQHQWUHFRQVXPRHLQJUHVR´KD\XQD³OH\SVLFROyJLFD
IXQGDPHQWDO´FDUDFWHUL]DGDSRU.H\QHVSDUDODFXDOFUHFLHQGRHOLQJUHVRFUHFH
el consumo, pero en menor proporción, respecto al crecimiento del ingreso.
1.3. El multiplicador
1. El multiplicador es un coeficiente que caracteriza la identidad del incremento
de la producción, determinado por cada incremento unitario de las inversiones.
Cuando Keynes7 elabora este instrumento parte del presupuesto de que un aumento
de las inversiones (I) comporta un aumento del PNB de una cantidad multiplicada,
mayor que la cantidad de la propia inversión. Es este apunte el efecto
multiplicador, siendo:
+ Producción y ocupación
± Producción y ocupación.
182
Queda claro, como evidencia Gandolfo (1975) en este sentido, que los principios
fundamentales de la teoría de la determinación del ingreso nacional son previstas
y solo así contablemente el ahorro y las inversiones se igualan; otra cosa es la
fase de realización de control en el que necesariamente se realizan los descuentos
entre los agregados de referencia del ahorro y de las inversiones. Solo en este
sentido es comprensible la llamada teoría del multiplicador que indica, en una
situación de equilibrio de subocupación, cómo un aumento de inversión autónoma
realiza un incremento del ingreso de equilibrio como múltiplo del aumento de la
inversión; simplificando el efecto se produce simplemente, porque los incrementos
de gastos autónomos conllevan a aumentos del ingreso, que a su vez atraviesan
la propensión del consumo, determinan aumentos de los consumos y por tanto
ulteriores aumentos de ingreso. El coeficiente multiplicativo está dado por el
recíproco de la propensión marginal al ahorro.
183
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política económica. Con su simplicidad y aplicación, y sobre todo con su
adherencia a fenómenos que aparentemente, y solo en una visión superficial,
podrían producirse, el multiplicador exalta la atención del estudiante de
macroeconomía cuando llega a estudiar las teorías postkeynesianas.
184
b) Productividad específica
Indica en cambio la relación entre una parte del producto realizado en un intervalo
dado temporalmente por T o K y la cantidad total de T o K empleada en la
producción.
c) Productividad global
Presupuesto para este cálculo es que, obviamente, los dos términos sean sumables
(homogéneos) y es por tanto necesario en cambio, reducir los dos factores T y K
a unidades de valor.
La deuda pública está dada en la práctica por el total de los préstamos acumulados
del Estado, es decir el total de las obligaciones impuestas por el Estado, por
tanto el conjunto de las pasividades del Estado; el desbalance o déficit es un
flujo, y no un dato de stock de nueva deuda en la que incurre el Estado en un
año cuando pierde más que las entradas que obtiene.
185
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Los déficit de balance no deben ser más del 3 % del PIB, y la relación deuda/
PIB no debería superar el 60 %. Muchos economistas han puesto en duda la
vigencia de los criterios de Maastiricht y sobre todo su exactitud.
/DYDULDFLyQGHOLQJUHVRGHWHUPLQDHO³FRHILFLHQWHGHDFHOHUDFLyQ´(VLPSRUWDQWH
QRWDUTXHPLHQWUDVSDUDODWHRUtDGHOD³GHSHQGHQFLDGHODLQYHUVLyQGHOQLYHOGH
LQJUHVR´ ³VH WLHQH XQ IOXMR GH LQYHUVLyQ QHWR DXQTXH HO IOXMR GHO LQJUHVR
SHUPDQH]FDFRQVWDQWH´HVWDQGRHQHOSULQFLSLRGHDFHOHUDFLyQ³ODLQYHUVLyQQHWD
HVQXODVLHOLQJUHVRQRYDUtD´*UDQGROIR
186
Todo es una relación del incremento de inversión neta que provoca el aumento
siempre mayor de ingreso nacional, según el coeficiente caracterizado por Khan:
el multiplicador que es igual al inverso de la propensión marginal al ahorro.
Existen muchas otras formas para calcular esta distribución. Por ejemplo en la
relación PIB por ocupado y salario real, o bien consideran los costos del trabajo
unitarios que se construyen dividiendo la remuneración salarial por el valor
agregado. Una caída de los mismos indica una distribución negativa del valor
agregado para los trabajadores, y como consecuencia una relación de fuerza
peor para estos. Todo lo cual se registra con claridad en la mitad de la década
del 70 en los principales países de capitalismo maduro.
Una regla clave es la relación entre la tasa de crecimiento del valor agregado y la
tasa de interés a largo plazo. Si esta última crece más que el producto, se está en
presencia de un proceso de transferencia creciente de valor del sector productivo
a los ingresos financieros.
Como puede observarse de los datos oficiales, existe un claro cambio de tendencia
desde 1980, inicio de las políticas neoliberales en EE.UU. y en Gran Bretaña.
Desde esta fecha, la tendencia al ritmo creciente de ingresos de capital en forma
187
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de ingresos financieros a desfavorecer los posibles usos productivos (salarios y
ganancias) ha sido una constante en el funcionamiento del capitalismo global.
2. Modelos económicos
Es precisamente para hacer frente a estas lagunas que los economistas construyen
los modelos sobre la base de poder hacer una lectura más completa y compleja
de los fenómenos económicos, con la ayuda de la estadística. El modelo económico
HV OD FRQVWUXFFLyQFRQFHSWXDO R HPStULFD TXH WUDWD GHH[SOLFDU ODV ³OH\HV GHO
PRYLPLHQWR´GHOFDSLWDORFLFORHFRQyPLFR(OFLFORHFRQyPLFRHVWiLGHQWLILFDGR
por cuatro fases diferentes:
/DKLVWRULDGHOD³PRGHOtVWLFDHFRQyPLFD´SXHGHVLPSOLILFDQGRVHUGLYLGLGD
en dos macroperíodos. El primero surge con la Economía Política Clásica y
188
2. Sobre la reserva del modelo de Harrod, el tipo de medida que se podría aplicar
para mejorar el crecimiento de una economía, no debe partir de una política
mixta, o sea de la combinación de medidas monetarias y fiscales. Según este
modelo, para generar un sendero de crecimiento sostenido a largo plazo es
necesario reducir el ahorro; en otras palabras, se trata de evitar la existencia de
un nivel de ahorro que esté por encima de las necesidades que la economía presenta
para obtener la plena ocupación e introducir las innovaciones tecnológicas. Por
tal motivo resulta fundamental la reducción del ahorro, y la política económica
debe estar dirigida hacia este propósito (Galindo, Malgenisi 1994:21).
Con respecto a la política fiscal, Harrod sugiere distribuir mejor el nivel de ahorro
en la economía. El sector público debe ahorrar, si los agentes privados no lo
189
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hacen, y lograr en plazos las inversiones que se necesiten con un bajo volumen
de esta variable necesaria, sin incurrir en una inflación de demanda derivada
por una política fiscal expansiva.
Con el objetivo de que el Estado pueda ahorrar más, debe extraer fondos de los
operadores privados, para los que la demanda será mayor, y en definitiva, los
empresarios obtendrán menos entradas. En esta situación, según Galindo y
Malgesini puede ocurrir que los empresarios no estén más dispuestos a invertir
y el esfuerzo haya sido inútil.
190
En sus términos más simples, indica que para realizar y mantener en el tiempo
la plena ocupación de la fuerza de trabajo disponible en el sistema y la plena
utilización de la capacidad productiva, se precisa poder asegurar el financiamiento
de las inversiones, la propensión al ahorro igual al producto entre la tasa natural
de crecimiento y el coeficiente de capital producido. Y esta condición se debe
verificar independientemente del modelo de comportamiento de los operadores
económicos y del cuadro institucional en el que se opera (Álvaro 1999:623).
3. Frente a elementos similares. entre ellos. existen algunos aspectos que los
diferencian, principalmente el hecho de que a Harrod le interesa la propensión
media a ahorrar, en cambio Domar considera la propensión marginal como
relevante; Domar no determina implícitamente la función de inversión, mientras
Harrod desarrolla la teoría a través del acelerador.
Con respecto al período a largo plazo, los dos autores exponen dos dificultades
distintas a las que le deben hacer frente las economías. Para Harrod es la escasez
de la mano de obra la que puede perjudicar el crecimiento. En cambio, para
Domar, es la escasez de inversión la que puede llegar a ser perjudicial. En fin, es
también diferente la visión respecto a la situación económica.
191
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Pero la experiencia de los países en vía de desarrollo sugiere que la desocupación
no es del tipo keynesiano y, sí existe desocupación de tipo estructural, es evidente
que la formulación del modelo de Harrod no ofrecería un marco conceptual
adecuado para comprender las verdaderas razones de la desocupación. El
problema de la desocupación que preocupaba a Keynes se caracterizaba por la
existencia de un exceso de capacidad instalada. El problema de la desocupación
de los países en vía de desarrollo surge porque la capacidad productiva y la
demanda efectiva no están a un nivel apropiado.
192
En este modelo, el nivel del producto a largo plazo por habitante, en estado
estacionario, depende de la tasa de ahorro de la economía que es la que determina
el stock de capital y de la función de producción que depende del estado de la
tecnología. En el estado estacionario, la tasa de crecimiento de la producción adjunta
depende de la tasa de crecimiento de la población y de la tasa de progreso tecnológico,
mientas la tasa de crecimiento de la producción per cápita es independiente de la
tasa de ahorro (inversión) y depende solo de un cambio tecnológico exógeno.
El simple modelo elaborado por Solow, que sirvió y que continúa sirviendo como
marco analítico para el desarrollo de otras investigaciones teóricas que analizan
algunas cuestiones abstractas relativas al funcionamiento del sistema económico
de mercado, tiene como punto de referencia el modelo de Harrod, modificó la
problemática de conjunto; el modelo de Solow se caracteriza por ser un modelo
de oferta, en el cual los problemas de mercado están ausentes, el ahorro es igual
a la inversión; además, por hipótesis, la ley de Say está verificada.
3. Con respecto a la tecnología, se supone que ella sea considerada por dos
coeficientes, en concreto, la fuerza de trabajo por unidad de producto y el
capital por producto.
193
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determinada cantidad de producción puede ser obtenida a partir de diferentes
combinaciones de capital y trabajo.
Una de las conclusiones del modelo elaborado por Solow es que en un régimen
transitorio, o breve, se observa una correlación entre la tasa de inversión y la
tasa de crecimiento, mientras la tasa de crecimiento a largo plazo no depende de
la tasa de inversión.
194
195
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La teoría keynesiana no es más que un intento de encontrar soluciones de salida
de la crisis capitalista, poniendo inmediatamente en discusión que la situación
normal y equilibrio del sistema económico sea la de la plena ocupación y que las
fuerzas espontáneas del sistema llevan automáticamente las situaciones críticas
transitorias hacia la plena ocupación. El planteamiento keynesiano afirma,
decididamente, que el sistema puede no moverse de forma espontánea por
situaciones de equilibrio estable de subocupación y con este propósito resulta
indispensable la intervención del Estado, sin la adquisición por parte de este de
la propiedad de los medios de producción. Por tanto la intervención pública tiene
el objetivo de contribuir a regular una economía de crecimiento de pleno empleo,
utilizando los instrumentos del gasto público, los instrumentos fiscales y
monetarios para combatir las fases de crisis.
No obstante, estará Keynes con su nueva visión para permitir desarrollar modelos
de análisis macroeconómicos que traten de mostrar la dinámica de la acumulación
capitalista. Estos modelos son los aportes más importantes de su teoría, y su
crítica permite identificar mejor los progresos teóricos de la economía de Marx.18
196
Por tanto, el nivel de producción es una función lineal de la producción del año
anterior. Si se conoce el nivel de producción de un período inicial, una vez conocida
la propensión al ahorro y la inversión, se pueden estimar los niveles de producción
para todos los pedidos a seguir.
8QLGRDHVWR+DUURGGHULYDODOODPDGD³WDVDGHFUHFLPLHQWRJDUDQWL]DGD´RVHD
la tasa de crecimiento que debe tenerse para hacer que el empresario mantenga
una tasa de inversión estable.
197
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En definitiva, el stock de capital que se posee se adecua al deseado cuando la
producción aumenta siguiendo una tasa garantizada; vale decir que la tasa de
crecimiento del ingreso nacional debe ser igual a la relación que existe entre la
propensión media al ahorro y la relación marginal capital-producto.
Por tanto, para Harrod se tiene un sendero de equilibrio que garantiza que las
decisiones de inversión de los empresarios coincidan con la creación de un ingreso
tal que con la existencia de la propensión al ahorro se llegue a un nivel de ahorro
suficiente para cubrir la inversión de los períodos sucesivos.
Para Harrod existe, en otras palabras, un nivel de producto que crece a una tasa
natural. Para que exista un crecimiento sostenido y equilibrado de pleno empleo
esta tasa debe ser igual al crecimiento efectivo, que a su vez debe ser igual al
crecimiento equilibrado.
A este cuadro agrega el modelo simplificado de Marx que coincide con el anterior,
salvo que:
a) no es función de inversión;
b) cuando el stock GHFDSLWDOVHPDQWLHQHEDMRXQDFLHUWD³FDQWLGDGFUtWLFD´ODV
inversiones coinciden con la variación en el tiempo de este stock.
Lo que significa que Domar introduce, gracias a esta versión modificada de los
esquemas de Marx, la posibilidad de una acumulación de capital. Esta referencia
198
199
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Harrod explica que no existe ningún mecanismo seguro para evitar que una
economía logre igualar la tasa natural y la garantizada, siendo esta última inestable.
Por su parte Domar señala que el problema tiene su origen en la existencia de
una inversión de nivel demasiado bajo para la economía.
Los autores aquí tratados son complementarios ya que analizan el problema por
sus dos lados; la tasa de crecimiento garantizada del modelo de Harrod está
basada en la doctrina de la demanda efectiva de Keynes; puede solo entenderse
en el contexto de demanda efectiva insuficiente y desocupación involuntaria.
Harrod se concentra en el problema potencial de la subutilización de la mano de
obra, que puede perjudicar el crecimiento; la inactividad es una de las situaciones
habituales y el objetivo principal a eliminar para garantizar el nivel de la demanda
agregada. En cambio, para Domar, es la escasez de las inversiones la que puede
ser perjudicial; viendo el problema sobre todo del lado de la producción u oferta
agregada, en la capacidad productiva no utilizada eficazmente que perjudica el
crecimiento económico.
200
La ortodoxia liberal no encontrará una alternativa hasta 1956. En este año Robert
Solow publicó su modelo de crecimiento, que le dio el reconocimiento del mundo
académico, del establisbment político y como era inevitable, le facilitó la obtención
del Premio Nóbel en 1987(Solow 1956:65-94).
201
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
La conclusión de base en este análisis es que cuando la producción tiene lugar
bajo las usuales condiciones neoclásicas de proporciones variables y rendimientos
constantes de escala, no es posible establecer una oposición simple entre tasas
de crecimiento naturales y deseadas. Puede ser que no exista -y el caso de la
función Cobb- Douglas no existe- un filo de cortar. El sistema puede ajustarse a
cualquier tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo, y llegar a un estado de
expansión estable proporcionada (Solow: 1956). 22
202
/DV³FRQVHFXHQFLDVFDWDVWUyILFDV´SRUHOGHVHTXLOLEULRGHOPRGHOR+DUURG'RPDU
GHULYDGDGHODKLSyWHVLVGHODV³SURSRUFLRQHVILMDV´GHVDSDUHFHQSRUFXDQWRHQ
el modelo de proporción variable de Solow la reducción del precio de la fuerza
de trabajo se traduce en una disminución de la oferta de trabajo (o sea los
trabajadores se desaparecen en el aire o se transforman en vagabundos), y el
crecimiento retoma su sendero equilibrado.
Sin embargo, Solow considera un tipo de cambio tecnológico neutral, o sea que
no influencia las proporciones entre los factores y mueve solamente la curva de
ODIXQFLyQGHSURGXFFLyQKDFLDODGHUHFKD&RPRpOPLVPRUHFRQRFH³FDPELRV
perfectamente arbitrarios en la función de producción (vale decir cualquier cambio
WHFQROyJLFR QRSURSRUFLRQDO>«@GLItFLOPHQWH SRGHPRVOOHJDUD FRQFOXVLRQHV
VLVWHPiWLFDV´6RORZ25
203
La Habana: Editorial Félix Varela, 2009. -- ISBN 978-959-07-1021-6
económica simple se verificará cuando los países o regiones con mayor
producción per cápita tengan un nivel de crecimiento económico menor que el
de los países con menor producción per cápita. Dado factores idénticos como
instituciones, funciones de producción (tecnología), y tasas de ahorro, todos los
países convergen en el mismo estado estacionario, no todos los países tienen las
mismas características, estudios empíricos indican que la convergencia se verifica
solo entre países o regiones que posean similares características. Los países
europeos con menor nivel de PIB per cápita en 1960 crecieron durante los
cuarenta años sucesivos más rápidamente que los países europeos con mayor
nivel de PIB per cápita; la misma cosa se verifica entre los de América Latina.
Sin embargo, entre los países de África no parece verificarse convergencia
económica. Para el caso de México, datos recientes demuestran una diversidad
de resultados; los estudios de Esquivel (1999) que examinan el período 1940-
1995 representan una convergencia entre los diferentes estados del 1,64 %
anual; sin embargo, los estudios realizados para el período 1985-2003 no dan
resultados similares.
Donde:
204
Las causas de la variación del residuo han sido analizadas por los economistas
GH GLIHUHQWHV IRUPDV $OJXQRV KDEODQ GH ³FDPELR WHFQROyJLFR´ RWURV GH
³LQFUHPHQWRGHODSURGXFWLYLGDGWRWDOGHORVIDFWRUHV´\H[LVWHTXLHQSUHILHUH
KDEODUGH³UHGXFFLyQ´GHFRVWRVUHDOHV
205
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El mejoramiento de la productividad total de los factores lleva a pensar, según
varios planteamientos teóricos, la externalidad de diferentes tipos: economías
de escala, distribuciones y complementariedad. La reducción de costos reales
lleva a pensar en todos los mejoramientos, desde el punto de vista gerencial de
un director de producción o un empresario.
4. Por otro lado, son determinados conceptos que si bien no son condiciones
necesarias para pasar de un estado de bajo crecimiento económico a uno elevado,
pueden tornar inútiles para alcanzar un nivel de crecimiento económico elevado
para un período de tiempo prolongado. Dicho de otro modo, estos modelos
constituyen el arquitrabe ideológico de los acuerdos recomendados por el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) como fórmulas
mágicas para aplicar por todos los países del mundo.
Por tanto, países que presentan regularmente déficit comerciales tienen necesidad
de ser sostenidos financieramente para no ser excluidos del comercio internacional
de bienes y servicios. Para responder a los problemas de balance de los pagos, el
FMI ha puesto a disposición de los países miembros, de bajo ingreso,
financiamientos con condiciones particulares, que de hecho son reveladas como
verdaderas y propias condiciones de subalternidad política y de la ganancia
económica bajo el dominio de los poderes de las multinacionales y del capital
financiero internacional.
Por tanto los SRAS junto al total condicionamiento económico que estos llevan
FRQVLJRFRQVWLWX\HQSDUDHO)0,HOLQVWUXPHQWRSHUIHFWRSDUD³D\XGDU´DHVWRV
países a superar los problemas externos y retomar el camino del crecimiento, a
WUDYpV GH OD DSOLFDFLyQ GH SROtWLFDV HFRQyPLFDV ³FRUULHQWHV´ \ GH UHIRUPDV
estructurales que permitan la asignación eficiente de recursos a través del mercado.
En este esquema los mercados de la zona libre deben eliminar las regulaciones
que disminuyen su funcionamiento y deben apuntar a fuertes procesos de
privatización. Igualmente son privatizadas las funciones del Estado, a excepción
de los bienes públicos (orden público y defensa nacional).
207
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de textos que se usan, todo el aparato del keynesianismo cocinado en salsa
marginalista por la síntesis neoclásica como escribe Wleks (1989:231):
208
Nada más lejano del modelo marxista de acumulación, incluso cuando, como se
ha visto en algunas versiones keynesianas originales, se recurre a la inspiración
del autor del capital para encontrar una solución que se presume satisfacer.
Marx demuestra cómo no es un factor natural lo que provoca esta caída, como la
evolución demográfica; o la fertilidad decreciente de los suelos, o la llegada de
un nuevo capital del exterior, sino una tendencia inherente al proceso de aumento
del poder productivo del capital. Esto es una de sus principales contribuciones
teóricas, vinculada al descubrimiento de la reproducción del capital constante,
que no había sido analizada por sus contemporáneos de la escuela clásica. 28
209
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En la concepción de Marx, la acumulación se expresa tanto en términos de
equilibrio de pleno empleo (neoclásico) o de subempleo (keynesiano) como en
términos de desequilibrio (postkeynesiano), y conduce siempre al estancamiento
y a la crisis, que se da en términos de exceso (crisis de sobreproducción) o de
exceso de capital (crisis de sobreacumulación), como crisis cíclicas o grandes
depresiones.
3.8. /D³QRLGHQWLGDG´HQWUHFUHFLPLHQWRHFRQyPLFRFXDQWLWDWLYR
y desarrollo real cualitativo
1. Durante la historia la idea del desarrollo ha sido concebida en su dimensión
esencialmente económica; la teoría del desarrollo permanece ligada a su
concepción neoclásica del crecimiento económico, o sea a su identificación con
el crecimiento de la riqueza.29 Se usaron conceptos similares, incluso sinónimos
del desarrollo como riqueza, evolución económica, industrialización, modernización,
etc., pero el más utilizado es la dimensión cuantitativa del crecimiento económico,
entendida como aumento de la producción total de bienes y servicios durante un
período de tiempo que se evidencia a través del incremento del PIB de un país
a medio o a largo plazo, y se transforma contablemente en términos redistributivos
con el incremento del ingreso per cápita, etcétera.
Un concepto más amplio, que recoja los aspectos no considerados por el producto
bruto, es el concepto de desarrollo económico completo que incluye, además,
otros aspectos como el nivel de producción, datos estructurales como la instrucción
de la población, los indicadores de mortalidad, la esperanza de vida, etc. En el
concepto de desarrollo complejo se agregan también nociones más abstractas
como la libertad política y la providencia social.
210
a) Una baja tasa de interés provoca un atractivo para acceder a créditos que
incrementen la producción y la reanudación de sectores aproximados. Un
bajo interés permite tener más recursos disponibles para el consumo, el
ahorro a la inversión.
211
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3. Una visión fuertemente crítica establece que la pobreza no es causa sino
consecuencia del subdesarrollo y que los problemas condicionados están sobre
todo en las relaciones de dependencia existentes entre el Norte y el Sur, que
implican la necesidad de reformular el cuadro de las relaciones internacionales
y la cooperación para el desarrollo. Para esta corriente de pensamiento el
subdesarrollo y el desarrollo son las dos caras de la misma moneda, una
característica del sistema de relaciones internacionales del capitalismo.30
Desde este punto de vista se acentúa el hecho de que las causas del subdesarrollo
son estructurales, en oposición a la corriente desarrollada en las causas endógenas.
Como argumenta Paul Barán (1956), no se puede hablar de una sola historia del
capitalismo, ni de la estructura general que este tuvo, sino de una colección de
historias dentro de una estructura general similar, cada una de las cuales atraviesan
distintos datos en sus principales etapas.
Por tanto el objeto de estudio debe cambiar, no debe ser el desarrollo como
crecimiento económico cuantitativo, sino el subdesarrollo como consecuencia
del primero y la búsqueda de causas y soluciones a este problema tan difundido
mundialmente.
Uno de los núcleos fundamentales del debate de la década del 60 del siglo
pasado lo constituyó las relaciones entre comercio y crecimiento. La teoría
convencional del comercio internacional, tanto clásica como neoclásica, apostaba
y continúa apostando sobre una relación positiva entre ambas variables.
Todos parecen, sin embargo, convenir en los siguientes elementos como causas
del deterioro:
212
Las grandezas de estas actividades que no están incluidas en la medida del PIB
varían período por período y entre los países, por tanto las comparaciones
intertemporales e interregionales del crecimiento económico se ven ligeramente
distorsionadas cuando estas actividades alcanzan grandezas considerables.
213
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Por otra parte, la medida del PIB como medida de bienestar sufre una serie de
diferencias conceptuales.
El concepto de valor agregado que sirve de base presupone que el simple hecho
de que el dinero pase de mano en mano significa generación de riqueza, a pesar
de la vacuidad del contenido de este movimiento. El PIB es esencialmente la
medida del output neto, como sumatorias de las actividades económicas privadas;
se asume que cada producto o servicio ofrecido como mercancía o moneda
constituyan, por definición, un aumento de la riqueza nacional.
El PIB mide todas las actividades que contengan una transacción monetaria,
descuidando las demás; por ejemplo, si una persona tiene un accidente
automovilístico y queda en condiciones graves, en el hospital se realiza, a causa
de los gastos de manutención y hospitalización, un crecimiento del PIB; la
214
3.Al fin los economistas neoclásicos reconocen que existen tres grandes
categorías de problemas del mercado: la tendencia de la competencia a
autoeliminarse, el carácter corrosivo del interés material sobre el contexto moral
de la sociedad y la existencia de los bienes públicos y los factores externos.
(OWpUPLQR³IDFWRUH[WHUQR´HVPX\FRQWUDGLFWRULRSUHVXSRQHTXHORVPHUFDGRV
sean perfectos y que los problemas y las contradicciones sean supuestamente
externas al propio mercado, así como lo son en el pensamiento neoclásico.
Uno de los factores externos más evidente es el daño ambiental que el SCN es
totalmente incapaz de analizar.
215
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Para el autor de El capital, la lógica de la plusvalía impone la tendencia a un
suicidio de la humanidad; a pesar de las debidas actualizaciones está claro que
Marx tiene ya conciencia de este problema.
Este tipo de factor externo está definido por Meade (1952) como una propiedad
de la función de producción, aunque lo valorase en términos de mercado,
asociándolo al hecho de que el output de una empresa no depende solamente de
los factores de producción que utiliza, sino también del output de los factores
usados para las otras cosas. No hay dudas de que en los últimos años el problema
que ha recibido mayor atención es el relativo al impacto de la producción sobre
el ecosistema.
La degradación del ecosistema no está considerada por el SCN, sobre todo, por
la gran dificultad de estimar monetariamente fenómenos ambientales locales y
globales.
En este indicador no se consideran los gastos improductivos, sino los que son
útiles, o sea que aumentan directamente e indirectamente el bienestar humano,
como las prestaciones sociales, la prevención social; el principio de prevención
está por encima de reparaciones; así se solicitan nuevas formas para medir la
productividad de modo que se garantice en cada caso un ingreso suficiente a los
ciudadanos.
217
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Internacional (NOEI),32 en la que se postulaba que el Norte se debía adaptar
mayormente al Sur del mundo, en la década del 80 es el Sur el que fue obligado
a adaptarse al Norte.
A pesar de ser este un índice general, está claro que cuando la persona dispone
de estos tres elementos puede encontrarse en condiciones de acceder a otras
oportunidades cualitativas. A pesar de su imperfección es una alternativa al
PIB per cápita y es utilizado cada día más para apreciar el atraso de algunos
países del mundo.
218
(VWDQXHYDPDFURHFRQRPtDVHPDQLILHVWDLQLFLDOPHQWHFRQORVOODPDGRV³PRGHORV
GHRIHUWD´36
219
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Estos argumentos, que no encuentran nunca una coincidencia en los resultados
económicos, y que se basan en un principio tan antiguo como la ley de Say
(cada oferta crea su demanda) criticado tanto por Marx como por Keynes,
sirven como plataforma ideológica de los programas de privatización,
desregulación y debilitamiento de las organizaciones de los trabajadores realizadas
por Margareth Tatcher y Ronald Regan en los inicios de la década del ochenta.
Poco importa que la racionalidad sea tan antigua como Adam Smith, porque no
es otra cosa que la versión sofisticada, con formalismo matemático de un
comportamiento postulado 200 años atrás desde el homo oeconomicus, o sea la
toma de decisión en relación con la asignación del tiempo económico individual,
basada exclusivamente en la atención intertemporal del máximo rendimiento
económico, medido en unidades monetarias. Esta reducción ha sido aplicada
por autores como Gary Becker para tratar de explicar el conjunto de los
comportamientos humanos.38
220
221
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siempre temporales, en cualquier mercado, por ejemplo mediante estímulos
generales o selectivos de la demanda, será siempre anticipado por los agentes
racionales, que adoptarán el propio comportamiento a las decisiones del sector
público, eliminando el impacto correctivo que esto perseguía.
Cuando los economistas de esta corriente han querido explicar el origen de estos
factores perturbadores, han sido limitados a recurrir al argumento del carácter
monetarista de las perturbaciones; recientemente se ha querido dotar de mayor
realismo al modelo, postulando fluctuaciones vinculadas a la productividad.
222
223
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Notas
1
Además de los otros importantes temas, en este capítulo, reflexiones
fundamentales son los escritos de la escuela de estadística económica de la
Facultad de Estadística (Universidad de Roma La Sapiensa) en particular De
Meo (1975), Giannone (1992), Álvaro (1999) y Guaini, Tassinari (1996).
2
Sobre el concepto de totalidad y de su centralización para una teoría materialista
y dialéctica de la sociedad contemporánea son fundamentales las páginas de
Lukas (1991).
3
Para un análisis profundo de las problemáticas sobre la elaboración de un
modelo y sus diferentes tipologías cfr. Granziari (1977:17-34).
4
/HD QXHYDPHQWH OR HVFULWR SRU *UD]LDQL 8Q PRGHOR >«@ HVWi
constituido por un conjunto de ecuaciones. Pero un conjunto de ecuaciones no
puede representar el esqueleto de un fenómeno; en el esquematismo del modelo
los matices, las excepciones, los casos particulares se pierden
irremediablemente. Un modelo puede dar solo una representación aproximada
\SDUFLDOGHODVH[SHULHQFLDV´
5
En el intento por superar la debilidad típica de los modelos cerrados que
frecuentemente son abiertos dejan incógnitas sustituibles solo con datos
exógenos y por tanto variables sobre la base de factores no incluidos en el
modelo.
6
8QD DQWHULRUWHRUtD HVOD HODERUDGDSRU 0RGLJOLDQR$QGR H%UXPEHUJ ³OD
KLSyWHVLVGHOFLFORGHYLGD´6REUHHVWRFIUÈOYDUR
7
La proposición central de la teoría económica keynesiana es que el nivel de
equilibrio del ingreso nacional se determina en correspondencia con el punto
en el que se igualan ahorro e inversión. En otros términos, dada la inversión
>«@HOLQJUHVRGHHTXLOLEULRHVHOTXHJHQHUDXQYROXPHQGHDKRUURH[DFWDPHQWH
LJXDODODLQYHUVLyQGDGD´*DQGROIR
8
La Unión Europea, con el tratado de Maastricht, ha indicado como umbral
máximo en relación con el Producto Interno Bruto el porcentaje del 60 %.
Italia actualmente supera en gran medida estos límites (entre 2001 y 2006 la
media fue de 108 %).
9
El principio de la aceleración (acelerador) es una teoría de las determinantes de
la inversión; esta establece que el capital necesario a la sociedad sea constituido
por reservas provisiones o enseres, depende principalmente del nivel de
224
225
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parece ser la más directamente opuesta a la teoría verificada y además
XQLIRUPHPHQWHFRQWUDGLFKDSRUODH[SHULHQFLD´.H\QHV
16
³.H\QHVFRPRORVRWURVHFRQRPLVWDVTXHpOPLVPRFULWLFyQRFRQVLGHUyHO
sistema en su totalidad; no tomó de un lado las interconexiones de los
fenómenos económicos y del otro los fenómenos tecnológicos, políticos y
FXOWXUDOHV´6ZHH]\
17
Por ejemplo se considera la buena acogida que ofrece a la interpretación de
su teoría general por parte del joven Hicks en su artículo de 1937 en la revista
Econometría³0U.H\QHVDQGWKH&ODVVLF$VXJJHVWHG,QWHUSUHWDWLRQ´TXH
servirá de base para el proyecto del modelo IS-LM, la interpretación más
convencional del pensamiento keynesiano.
18
No profundizaremos aquí en la crítica al modelo neoclásico en su versión
ortodoxa, keynesiana o de síntesis. El lector interesado puede consultar a
Weeks (1989). También Dalle Magne (1972), Linder, Sensat (1977) critican
algunos argumentos del Manual de introducción a la Economía (neoclásica,
naturalmente) más vendido. Katouzian (1982) analiza la dimensión ideológica
(vale decir de falsa conciencia) que está bajo la postura neoclásica. Un texto
más breve es el de Herb Thompsom (1979:291-305).
19
La presentación del modelo de Harrod se puede estudiar en Cardona Acevedo,
Zuluaga, Díaz, Caro Gamboa y Gómez Alvis (2004).
20
La diferencia principal en la versión de Harrod y la de Domar consiste en la
posibilidad de la acumulación del capital y en el concepto de tiempo, descrito en
HOSULPHUFDVR\FRQWLQXDGRHQHOFDVRGH'RPDU³ODVYDULDEOHVGH+DUURGVRQ
descritas en el tiempo, o sea cada variable se mide en varios períodos
determinados que están distanciados igualmente. Las variables de Domar son
continuas a través del tiempo; el elemento de continuidad necesita la medición
de las variables como tasas de crecimiento en este preciso momento, más que
FRPRVXPDGHXQSHUtRGR´+XDQJ
21
Cfr Hobsbawm (1987:62-63).
22
Solow concentra su ataque en la versión temporal discreta de Harrod, olvidando
que en el modelo de Domar se establece la posibilidad de variación marginal de
factores, a través de la ecuación diferencial que define la relación entre el
stock de capital y el potencial máximo de producción.
23
La función de producción muestra la productividad marginal decreciente del
capital: cada incremento del capital de una unidad causa en la producción un
226
227
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una lectura original de la literatura de Marx y Engels, a la luz de la teoría y de
la práctica colonialista, cfr. un clásico de Jaffe (1977), donde el autor elabora
sus tesis fundamentales referidas a la plusvalía negativa y al emburguesiamiento
de la clase productivo occidental, integrada en las estructuras y en los
mecanismos de explotación de las democracias occidentales, acaudaladas,
imperialistas y colonialistas (los daños de la clase productiva a los países
coloniales).
31
Como escribe Lunghini (2001), de otra parte, podemos hipotizar al máximo
que la bolsa sea un juego de suma cero, pero cada vez más nulo. Es absurdo
pensar en la posibilidad que la bolsa pueda crear riqueza: ella puede solamente
redistribuirla. Sobre el tema desde la cientificidad cubana cfr. Vasapollo (2006).
32
6H YH OD ³Declaration and action programme on the establishment of a
1,(2´ HQ (%% .DOODE (O 1,(2 IXH SURSXHVWR HQ SRU ORV
países del sur en el mundo, sobre la estela de la ejercitación producida por la
crisis del petróleo en 1973.
33
Tal noción se inspira, entre otras cosas, en los trabajos del Premio Nobel
Amarthya Sen que sostiene la necesidad de poner el ser humano como centro
del desarrollo. No se confunde el concepto desarrollo humano con las siguientes
cuestiones: desarrollo económico, atención a las necesidades primarias, al
bienestar humano, teoría sobre la formación de capital humano.
34
No obstante a las tantas críticas de la metodología del PND, ella se está
perfeccionando y hoy resulta ser la más completa entre todas.
35
El argumento puede ser profundizado en Vasapollo (2006).
36
Hailstones (1983); Raboy (1982).
37
Una crítica a la curva de Laffer, con una exposición de cómo se argumenta
tal planteamiento en Bowles, Gordon, Weissskopf (2000); Sharpe (1990).
38
Becker (1976; 1981; 1993).
39
Sargewnt, Lucas (1981); Lucas (1985); Fisher (1992).
40
Kydland, Prescott (1982: 13455-1370), (1988:343-360); Cooely (1995).
41
Benassy (192); Dreuropeaeze (1991).
42
Malinunvaund (1983). Mankiw, Romer (1991).
228