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Modificaciones químicas[editar]

citosina 5-metil-citosina timina

Estructura de la citosina con y sin el grupo metilo. Tras la desaminación, la 5-metil-citosina tiene la misma estructura
que la timina.

Modificaciones de bases del ADN[editar]


Véase también: Metilación

La expresión de los genes está influenciada por la forma en la que el ADN está empaquetado
en cromosomas, en una estructura denominada cromatina. Las modificaciones de bases
pueden estar implicadas en el empaquetamiento del ADN: las regiones que presentan una
expresión génica baja o nula normalmente contienen niveles altos de metilación de las
bases citosina. Por ejemplo, la metilación de citosina produce 5-metil-citosina, que es
importante para la inactivación del cromosoma X.61 El nivel medio de metilación varía entre
organismos: el gusano Caenorhabditis elegans carece de metilación de citosina, mientras que
los vertebrados presentan un nivel alto —hasta 1 %— de su ADN contiene 5-metil-citosina.62 A
pesar de la importancia de la 5-metil-citosina, ésta puede desaminarse para generar una base
timina. Las citosinas metiladas son por tanto particularmente sensibles a mutaciones.63 Otras
modificaciones de bases incluyen la metilación de adenina en bacterias y
la glicosilación de uracilo para producir la "base-J" en kinetoplastos.6465

Daño del ADN[editar]


Véase también: Mutación
Molécula de benzopireno, mutágeno presente por ejemplo en el humo del tabaco, ligada una hélice de
ADN.66

El ADN puede resultar dañado por muchos tipos de mutágenos, que cambian la secuencia del
ADN: agentes alquilantes, además de radiación electromagnética de alta energía, como
luz ultravioleta y rayos X. El tipo de daño producido en el ADN depende del tipo de mutágeno.
Por ejemplo, la luz UV puede dañar al ADN produciendo dímeros de timina, que se forman por
ligamiento cruzado entre bases pirimidínicas.67 Por otro lado, oxidantes tales como radicales
libres o el peróxido de hidrógeno producen múltiples daños, incluyendo modificaciones de
bases, sobre todo guanina, y roturas de doble hebra (double-strand breaks).68 En una célula
humana cualquiera, alrededor de 500 bases sufren daño oxidativo cada día.6970 De estas
lesiones oxidativas, las más peligrosas son las roturas de doble hebra, ya que son difíciles de
reparar y pueden producir mutaciones puntuales, inserciones y deleciones de la secuencia de
ADN, así como translocaciones cromosómicas.71
Muchos mutágenos se posicionan entre dos pares de bases adyacentes, por lo que se
denominan agentes intercalantes. La mayoría de los agentes intercalantes son
moléculas aromáticas y planas, como el bromuro de etidio, la daunomicina, la doxorubicina y
la talidomida. Para que un agente intercalante pueda integrarse entre dos pares de bases,
éstas deben separarse, distorsionando las hebras de ADN y abriendo la doble hélice. Esto
inhibe la transcripción y la replicación del ADN, causando toxicidad y mutaciones. Por ello, los
agentes intercalantes del ADN son a menudo carcinógenos: el benzopireno, las acridinas,
la aflatoxina y el bromuro de etidio son ejemplos bien conocidos.727374 Sin embargo, debido a
su capacidad para inhibir la replicación y la transcripción del ADN, estas toxinas también se
utilizan en quimioterapia para inhibir el rápido crecimiento de las células cancerosas.75
El daño en el ADN inicia una respuesta que activa diferentes mecanismos de reparación que
reconocen lesiones específicas en el ADN, que son reparadas en el momento para recuperar
la secuencia original del ADN. Asimismo, el daño en el ADN provoca una parada en el ciclo
celular, que conlleva la alteración de numerosos procesos fisiológicos, que a su vez implica
síntesis, transporte y degradación de proteínas (véase también Checkpoint de daños en el
ADN). Alternativamente, si el daño genómico es demasiado grande para que pueda ser
reparado, los mecanismos de control inducirán la activación de una serie de rutas celulares
que culminarán en la muerte celular.

Funciones biológicas[editar]
Las funciones biológicas del ADN incluyen el almacenamiento de información (genes y
genoma), la codificación de proteínas (transcripción y traducción) y su autoduplicación
(replicación del ADN) para asegurar la transmisión de la información a las células hijas durante
la división celular.

Genes y genoma[editar]
Véanse también: Núcleo celular, Cromatina, Cromosoma y Genoma.

El ADN se puede considerar como un almacén cuyo contenido es la información (mensaje)


necesaria para construir y sostener el organismo en el que reside, la cual se transmite de
generación en generación. El conjunto de información que cumple esta función en un
organismo dado se denomina genoma, y el ADN que lo constituye, ADN genómico.
El ADN genómico (que se organiza en moléculas de cromatina que a su vez se ensamblan
en cromosomas) se encuentra en el núcleo celular de los eucariotas, además de pequeñas
cantidades en las mitocondrias y cloroplastos. En procariotas, el ADN se encuentra en un
cuerpo de forma irregular denominado nucleoide.76
El ADN codificante[editar]

ARN polimerasa T7 (azul) produciendo un ARNm (verde) a partir de un molde de ADN (naranja).77

Véase también: Gen

La información genética de un genoma está contenida en los genes, y al conjunto de toda la


información que corresponde a un organismo se le denomina su genotipo. Un gen es una
unidad de herencia y es una región de ADN que influye en una característica particular de un
organismo (como el color de los ojos, por ejemplo). Los genes contienen un "marco de lectura
abierto" (open reading frame) que puede transcribirse, además de secuencias reguladoras,
tales como promotores y enhancers, que controlan la transcripción del marco de lectura
abierto.
Desde este punto de vista, las obreras de este mecanismo son las proteínas. Estas pueden
ser estructurales, como las proteínas de los músculos, cartílagos, pelo, etc., o funcionales,
como la hemoglobina o las innumerables enzimas del organismo. La función principal de la
herencia es la especificación de las proteínas, siendo el ADN una especie
de plano o receta para producirlas. La mayor parte de las veces la modificación del ADN
provocará una disfunción proteica que dará lugar a la aparición de alguna enfermedad. Pero
en determinadas ocasiones, las modificaciones podrán provocar cambios beneficiosos que
darán lugar a individuos mejor adaptados a su entorno.
Las aproximadamente treinta mil proteínas diferentes en el cuerpo humano están constituidas
por veinte aminoácidosdiferentes, y una molécula de ADN debe especificar la secuencia en
que se unen dichos aminoácidos.
En el proceso de elaborar una proteína, el ADN de un gen se lee y se transcribe a ARN. Este
ARN sirve como mensajero entre el ADN y la maquinaria que elaborará las proteínas y por eso
recibe el nombre de ARN mensajero o ARNm. El ARN mensajero sirve de molde a la
maquinaria que elabora las proteínas, para que ensamble los aminoácidos en el orden preciso
para armar la proteína.
El dogma central de la biología molecular establecía que el flujo de actividad y de información
era: ADN → ARN → proteína. No obstante, en la actualidad ha quedado demostrado que este
"dogma" debe ser ampliado, pues se han encontrado otros flujos de información: en algunos
organismos (virus de ARN) la información fluye de ARN a ADN; este proceso se conoce como
"transcripción inversa o reversa", también llamada "retrotranscripción". Además, se sabe que
existen secuencias de ADN que se transcriben a ARN y son funcionales como tales, sin llegar
a traducirse nunca a proteína: son los ARN no codificantes, como es el caso de los ARN
interferentes.3435
El ADN no codificante[editar]
El ADN del genoma de un organismo puede dividirse conceptualmente en dos: el que codifica
las proteínas (los genes) y el que no codifica. En muchas especies, solo una pequeña fracción
del genoma codifica proteínas. Por ejemplo, solo alrededor del 1,5 % del genoma humano
consiste en exones que codifican proteínas (20 000 a 25 000 genes), mientras que más del
90 % consiste en ADN no codificante.78
El ADN no codificante (también denominado ADN basura o junk DNA) corresponde a
secuencias del genoma que no generan una proteína (procedentes de transposiciones,
duplicaciones, translocaciones y recombinaciones de virus, etc.), incluyendo los intrones.
Hasta hace poco tiempo se pensaba que el ADN no codificante no tenía utilidad alguna, pero
estudios recientes indican que eso es inexacto. Entre otras funciones, se postula que el
llamado "ADN basura" regula la expresión diferencial de los genes.79 Por ejemplo, algunas
secuencias tienen afinidad hacia proteínas especiales que tienen la capacidad de unirse al
ADN (como los homeodominios, los complejos receptores de hormonas esteroides, etc.), con
un papel importante en el control de los mecanismos de trascripción y replicación. Estas
secuencias se llaman frecuentemente "secuencias reguladoras", y los investigadores suponen
que solo se ha identificado una pequeña fracción de las que realmente existen. La presencia
de tanto ADN no codificante en genomas eucarióticos y las diferencias en tamaño del genoma
entre especies representan un misterio que es conocido como el "enigma del valor de C".80
Los elementos repetitivos también son elementos funcionales. Si no se considerasen así, se
excluiría más del 50 % de los nucleótidos totales, ya que constituyen elementos de repetición.
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Yale ha descubierto una
secuencia de ADN no codificante que sería la responsable de que los seres humanos hayan
desarrollado la capacidad de agarrar y/o manipular objetos o herramientas.81
Por otro lado, algunas secuencias de ADN desempeñan un papel estructural en los
cromosomas: los telómeros y centrómeros contienen pocos o ningún gen codificante de
proteínas, pero son importantes para estabilizar la estructura de los cromosomas. Algunos
genes no codifican proteínas, pero sí se transcriben en ARN: ARN ribosómico, ARN de
transferencia y ARN de interferencia (ARNi, que son ARN que bloquean la expresión de genes
específicos). La estructura de intrones y exones de algunos genes (como los
de inmunoglobulinas y protocadherinas) son importantes por permitir los cortes y empalmes
alternativos del pre-ARN mensajero que hacen posible la síntesis de diferentes proteínas a
partir de un mismo gen (sin esta capacidad no existiría el sistema inmune, por ejemplo).
Algunas secuencias de ADN no codificante representan pseudogenes que tienen valor
evolutivo, ya que permiten la creación de nuevos genes con nuevas funciones.35 Otros ADN
no codificantes proceden de la duplicación de pequeñas regiones del ADN; esto tiene mucha
utilidad, ya que el rastreo de estas secuencias repetitivas permite estudios de filogenia.

Transcripción y traducción[editar]
Artículos principales: Transcripción (genética) y Traducción (genética).

En un gen, la secuencia de nucleótidos a lo largo de una hebra de ADN se transcribe a


un ARN mensajero (ARNm) y esta secuencia a su vez se traduce a una proteína que un
organismo es capaz de sintetizar o "expresar" en uno o varios momentos de su vida, usando
la información de dicha secuencia.
La relación entre la secuencia de nucleótidos y la secuencia de aminoácidos de la proteína
viene determinada por el código genético, que se utiliza durante el proceso de traducción
o síntesis de proteínas. La unidad codificadora del código genético es un grupo de tres
nucleótidos (triplete), representado por las tres letras iniciales de las bases nitrogenadas (por
ej., ACT, CAG, TTT). Los tripletes del ADN se transcriben en sus bases complementarias en el
ARN mensajero, y en este caso los tripletes se denominan codones (para el ejemplo anterior,
UGA, GUC, AAA). En el ribosoma cada codón del ARN mensajero interacciona con una
molécula de ARN de transferencia (ARNt o tRNA) que contenga el triplete complementario,
denominado anticodón. Cada ARNt porta el aminoácido correspondiente al codón de acuerdo
con el código genético, de modo que el ribosoma va uniendo los aminoácidos para formar una
nueva proteína de acuerdo con las "instrucciones" de la secuencia del ARNm. Existen 64
codones posibles, por lo cual corresponde más de uno para cada aminoácido (por esta
duplicidad de codones se dice que el código genético es un código degenerado: no es
unívoco); algunos codones indican la terminación de la síntesis, el fin de la secuencia
codificante; estos codones de terminación o codones de parada son UAA, UGA y UAG (en
inglés, nonsense codons o stop codons).34

Replicación del ADN[editar]

Esquema representativo de la replicación del ADN.

Artículo principal: Replicación de ADN

La replicación del ADN es el proceso por el cual se obtienen copias o réplicas idénticas de una
molécula de ADN. La replicación es fundamental para la transferencia de la información
genética de una generación a la siguiente y, por ende, es la base de la herencia. El
mecanismo consiste esencialmente en la separación de las dos hebras de la doble hélice, las
cuales sirven de molde para la posterior síntesis de cadenas complementarias a cada una de
ellas, que llevará por nombre ARNm. El resultado final son dos moléculas idénticas a la
original. Este tipo de replicación se denomina semiconservativa debido a que cada una de las
dos moléculas resultantes de la duplicación presenta una cadena procedente de la molécula
"madre" y otra recién sintetizada.
Hipótesis sobre la duplicación del ADN[editar]
En un principio, se propusieron tres hipótesis:

 Semiconservativa: Según el experimento de Meselson-Stahl, cada hebra sirve de molde


para que se forme una hebra nueva, mediante la complentariedad de bases, quedando al
final dos dobles hélices formadas por una hebra antigua (molde) y una nueva hebra
(copia).
 Conservativa: Tras la duplicación quedarían las dos hebras antiguas juntas y, por otro
lado, las dos hebras nuevas formando una doble hélice.
 Dispersiva: Según esta hipótesis, las hebras resultantes estarían formadas por
fragmentos en doble hélice ADN antiguo y ADN recién sintetizado.

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