Dedica entre diez y quince líneas a una reflexión personal sobre la educación tradicional.
La educación tradicional estaba gobernada de forma personal por el maestro quien dirigía por sí mismo
el trabajo de la clase, instituía las normas de disciplina y cuidaba de que se cumplan, sin permitir
ninguna intervención de los escolares. Donde se limitaba estrictamente la actividad al tiempo escolar. No
existía ninguna relación con los padres del alumno, el docente únicamente se conectaba al aula, lo que le
importaba era la interpretación de sus conocimientos, no se estaba de acuerdo con los nuevos métodos,
evitando además el vínculo comunicacional con los alumnos, existiendo una distancia con los mismos.
Actualmente manejamos un enfoque de derechos, de inclusión, pedagógico, intercultural,
intergeneracional y de bienestar social, donde se propugna el desarrollo holístico del estudiante,
disparando todas sus potencialidades, habilidades puliendo sus debilidades y haciendo hincapié en las
inteligencias múltiples donde tanto el maestro como el educando se retroalimentan de experiencias,
conocimientos dentro del proceso enseñanza-aprendizaje, siendo el docente el encargado de guiar y
facilitar la información puesto que el estudiante es el encargado de encontrar sus propias preguntas y con
un feedback áulico encontrar sus propias respuestas, haciendo de los educandos, personas críticas,
investigadoras y humanistas, sabiendo indicar además de la comunión tripartita que actualmente se
impulsa en los planteles educativos de docentes, estudiantes y padres de familia.
Bibliografía: