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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

DEPARTAMENTO DE CIENCAS DE LA TIERRA


INGENIERÍA GEOFÍSICA

ESTUDIO INTEGRADO DE DATOS SÍSMICOS DE REFRACCIÓN


PROFUNDA Y GRAVIMETRÍA A LO LARGO DE DOS TRANSECTOS N-S
QUE ATRAVIESAN LA CUENCA ORIENTAL DE VENEZUELA.

Realizado por:
Br. Carolina Paola Mirabella Villalobos

PROYECTO DE GRADO

Presentado ante la ilustre Universidad Simón Bolívar


como requisito especial para optar al título de Ingeniero Geofísico
Sartenejas, Abril 2008
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DEPARTAMENTO DE CIENCAS DE LA TIERRA
INGENIERÍA GEOFÍSICA

ESTUDIO INTEGRADO DE DATOS SÍSMICOS DE REFRACCIÓN


PROFUNDA Y GRAVIMETRÍA A LO LARGO DE DOS TRANSECTOS N-S
QUE ATRAVIESAN LA CUENCA ORIENTAL DE VENEZUELA

Realizado por:
Br. Carolina Paola Mirabella Villalobos

Con la Asesoría del:


Prof. Carlos Izarra

PROYECTO DE GRADO

Presentado ante la ilustre Universidad Simón Bolívar


como requisito especial para optar al título de Ingeniero Geofísico
Sartenejas, Abril 2008
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
DEPARTAMENTO DE CIENCAS DE LA TIERRA
INGENIERÍA GEOFÍSICA

ESTUDIO INTEGRADO DE DATOS SÍSMICOS DE REFRACCIÓN


PROFUNDA Y GRAVIMETRÍA A LO LARGO DE DOS TRANSECTOS N-S
QUE ATRAVIESAN LA CUENCA ORIENTAL DE VENEZUELA

Este Trabajo de Grado ha sido aprobado, en nombre de la Universidad Simón


Bolívar por el siguiente jurado examinador:

__________________________
Prof. Carlos Izarra (USB)

__________________________

Prof. María Inés Jácome (USB)

________________________

Prof. Michael Schmitz


Resumen
La evolución geodinámica del Caribe así como la morfología actual de las
estructuras que conforman sus límites; han sido motivo de intenso debate a lo largo de
las pasadas décadas. El presente estudio se enmarca en el oriente de Venezuela,
dentro de las longitudes oeste 63º y 66º y las latitudes norte 7º y 12º donde se ubican,
perpendiculares al límite interplaca Caribe-Suramérica, dos secciones sísmicas a lo
largo de las longitudes 64º O y 65º O analizadas en la siguiente investigación.

Los principales rasgos geotectónicos que se observan en esta región son la fosa
de Cariaco, la cuenca Oriental de Venezuela, el sistema de fallas de Úrica y los
corrimientos frontales. Para la puesta en práctica de este trabajo se cuenta con datos
de anomalía de Bouguer de la base gravimétrica de la Universidad Simón Bolívar
(USB), e información sísmica recopilada y procesada por proyecto conjunto BOLIVAR y
GEODINOS a lo largo de dos líneas sísmicas norte-sur denominadas BOL20-65ºW y
BOL28-64ºW; cuyas longitudes abarcan desde la cuenca de Venezuela al norte,
cruzando la cuenca Oriental hasta el cratón estable de la placa Suramericana al sur de
ambas línea.

A partir de modelos corticales propuestos por la sísmica de refracción profunda


en trabajos anteriores y usando el programa de modelado gravimétrico de fuente
abierta Xgrav1, se analiza e interpreta los datos gravimétricos de anomalía de Bouguer
correspondientes a cada perfil. Se inicia este estudio calculando la repuesta
gravimétrica para BOL20 -65ºw y BOL28-64ºW para sus modelos corticales iniciales los
cuales arrojan una discrepancia gravimétrica de 92 mGal en Y 350 mGal
respectivamente. Posteriormente para el modelo obtenido en BOL20-65ºW
manteniendo la profundidad de Moho conocida de trabajos previos; se interpreta un
aumento abrupto en el buzamiento del límite Corteza Superior–Corteza Inferior hacia el
escudo de Guayana. BOL28-64ºW se interpreta de manera similar a BOL20, la interfaz
Corteza Superior-Corteza Inferior; pero además hacia el norte se modela una
disminución en el espesor de los sedimentos hacia el norte del perfil en el mar Caribe.
1
Programa de fuente abierta

ii
Posteriormente, se reinterpretaron estos modelos agregándole nuevos valores de
la profundidad de Moho; provenientes de una investigación la cual obtuvo valores para
la discontinuidad de Mohorovicic a partir de las “funciones receptoras”. Producto de esta
información se genera un tercer modelo para cada perfil. A diferencia del segundo
modelo para 65ºW aquí se presenta una variación en el espesor de la corteza que inicia
con 25 km a lo largo de la línea costera, continuando con 50 km infrayacente a la
cuenca Oriental, y hacia el escudo de Guayana disminuye la profundidad de Moho a 40
km. Por otra parte en BOL28 el cambio de espesores corticales interpretados para el
tercer modelo inicia con 20 km hacia el norte, 45 km en la zona central y 35 km
culminando hacia el sur del perfil.
En los modelos obtenidos posteriores al cálculo inicial a partir de la sísmica de
refracción; cabe destacar la inclusión de cuerpos densos en la corteza Inferior, esto se
realiza para compensar el bajo gravimétrico observado en el modelo inicial. Sin
embargo, ninguna de las geometrías corticales presentadas en este estudio se
alcanzan un buen ajuste hacia la zona central debajo de la sub-cuenca de Maturín; esto
posiblemente se deba a un exceso de masa sub-cortical que se encuentra por debajo
de los 60 km de profundidad modelados en esta investigación.

iii
Agradecimientos

Por mucho tiempo desde ya hace un año (cuando empecé mi tesis) he estado pensando: cómo
escribir, a quién incluir y qué decir en esta particular página… y hoy, un día antes de la entrega, me
encuentro sin tiempo para la inspiración… así que iré directo al grano, pues aunque el tiempo apremia no
puedo dejar pasar la oportunidad para agradecerle a las siguientes personas:

A mis padres por su generosidad, por brindarme todas las comodidades posibles y velar por mi
bienestar social y físico.

A Gaby Filomeno, por sus atenciones y compañía en los últimos años de estudios, y sobre todo
que de no haber sido por su amistad incondicional no hubiese logrado entrar en las graduaciones de Junio.

A mis “cotutores”, mis amigos del “Reino”; especialmente a Sary, El Negro, Daniel Rendón, Adelo y
muy especialmente a Evert Duran; quienes con su sabiduría y experiencia me fueron guiando a lo largo de
mi tesis.

A Pedro Alfonzo quien ha sido siempre para mí un ejemplo que en los momentos más difíciles me
ha impulsado, apoyado y aconsejado. También debo agradecerle su ayuda en el editaje de esta tesis.

A la madre Esperanza y mis compañeras de la Congregación Mariana, por mostrarme el camino y


demostrarme con su ejemplo que si se puede…

A los “mises” quienes durante la carrera me enseñaron a estudiar, a reír, a beber, a saber cuándo
decir no, a diferenciar una buena amistad, y principalmente me enseñaron en la universidad de la vida…

Especialmente quiero agradecerle a Justin Lara quien me mostro el significado de una amistad. Y
al gran ángel que me cuida desde las estrellas quien en los momentos más confusos de mis estudios de
pregrado me hizo ver que todo en verdad es simple.

A todos los que contribuyeron en mi formación como Geofísico, a mis compañeros y profesores,
particularmente a mi tutor Carlos Izarra.

Y finalmente quiero darle las gracias a Dios, porque en su amor todo lo puedo…
iv
Dedicatoria

A Jesús y María, por ser

la luz constante,

mi refugio y

mi fuerza.
Índice General
Resumen .......................................................................................................................... ii
Agradecimientos.............................................................................................................. iv
Dedicatoria ........................................................................................................................i
Capítulo 1 ASPECTOS GENERALES .........................................................................1
1.1 Introducción .......................................................................................................1
1.2 Objetivos ............................................................................................................2
1.2.1 Objetivos Generales ...................................................................................2
1.2.2 Objetivos Específicos..................................................................................2
1.3 Ubicación del Área de Estudio ...........................................................................3
1.4 Antecedentes .....................................................................................................4
1.5 Metodología .....................................................................................................10
Capítulo 2 MARCO TEÓRICO ...................................................................................13
2.1 Introducción .....................................................................................................13
2.2 Fuerza Gravitacional ........................................................................................13
2.3 Aceleración Gravitacional ................................................................................13
2.4 Campo Gravitacional Terrestre ........................................................................14
2.5 Métodos Gravimétricos ....................................................................................15
2.5.1 Elipsoide y geoide.....................................................................................15
2.6 Anomalías Gravimétricas .................................................................................17
2.6.1 Anomalía de Aire Libre: ............................................................................17
2.6.2 Anomalía de Bouguer: ..............................................................................18
2.7 Reducciones Gravimétricas .............................................................................18
2.7.1 Corrección de Aire libre: ...........................................................................18
2.7.2 Corrección de Bouguer: ............................................................................19
2.7.3 Corrección por latitud:...............................................................................20
2.7.4 Corrección por Topografía ........................................................................20
2.8 Modelado Gravimétrico ....................................................................................21
2.8.1 Modelado 2D1/2: ........................................................................................22
2.9 Relación Entre Densidad y Velocidad ..............................................................22

ii
2.10 Desviación Raíz Media Cuadrática (RMS).......................................................23
2.11 Refracción Sísmica ..........................................................................................23
Capítulo 3 MARCO GEOLÓGICO..............................................................................25
3.1 Geología y Tectónica Regional ........................................................................25
3.1.1 Introducción al Caribe ...............................................................................25
3.1.2 Provincias Tectónicas del Caribe..............................................................27
3.1.3 Tectónica del Sistema Montañoso del Caribe...........................................29
3.1.3.1 Principales Fajas Tectono-magmáticas.................................................30
3.1.4 Evolución Geodinámica del Límite Sur de la Placa Caribe .......................34
3.1.4.1 Eventos de Subducción.........................................................................38
3.1.4.2 Evento Colisional...................................................................................44
3.2 Geología y Tectónica Local..............................................................................47
3.2.1 Evolución Geodinámica del Noreste de Venezuela ..................................47
3.2.2 Estructuras Geomorfológicas del Noreste de Venezuela..........................48
3.2.3 Teorías Sobre la Geotectónica Actual al Noreste de Venezuela. .............53
Capítulo 4 RESULTADOS Y ANÁLISIS .....................................................................60
4.1 Mapa de Anomalía de Bouguer .......................................................................60
4.2 Relación Densidad-Velocidad ..........................................................................62
4.3 Modelado de los Perfiles BOL20-65ºW y BOL28- 64ºW ..................................64
4.3.1 Perfil BOL20 – 65º W ................................................................................64
4.3.2 Perfil BOL28 – 64ºW .................................................................................70
4.3.3 Otros Modelos...........................................................................................76
4.3.4 Análisis de Errores....................................................................................79
4.3.5 Resumen Esquemático.............................................................................81
Capítulo 5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. ...........................................84
5.1 Conclusiones ...................................................................................................84
5.2 Recomendaciones ...........................................................................................86
Bibliografía .....................................................................................................................87
Anexos ...........................................................................................................................96

iii
Índice de Figuras
Figura 1.1 Mapa topográfico y batimétrico con los perfiles BOL20-65ºW y BOL28-
64ºW.................................................................................................................................3
Figura 1.2 Ubicación geográfica de la zona de estudio de la investigación. ...................5
Figura 1.3 Modelo gravimétrico calculado en base a la velocidad. .................................6
Figura 1.4 Ubicación de los perfiles del estudio sísmico. .................................................6
Figura 1.5 Trazado de rayos a lo largo de 65º O, sobre: San Mateo, Cantaura, El Tigre,
Limo y C. Piar...................................................................................................................7
Figura 1.6 Trazado de rayos a lo largo de 64º O, sobre secciones: Carúpano, Jusepín y
Periococo .........................................................................................................................8
Figura 1.7 Mapa de batimetría y elevación con las redes sísmicas y estaciones.............9
Figura 1.8 Mapa de profundidades de moho según la función receptora.......................10
Figura 2.1 Esquema de las superficies del geoide y elipsoide, topografía y altura de
geoide. ...........................................................................................................................16
Figura 2.2 Modelos EGM96. Alturas del geoide con respecto al elipsoide WGS84. .....17
Figura 2.3 Esquema de la placa de Bouguer ................................................................19
Figura 2.4 Relaciones entre densidad, VP. ....................................................................22
Figura 2.5 Técnicas de adquisición en refracción sísmica utilizadas en mar y en tierra.24
Figura 3.1 Configuración actual del Caribe. ...................................................................26
Figura 3.2 Mapa batimétrico mostrando las principales unidades geomorfológicas del
Caribe.............................................................................................................................27
Figura 3.3 Mapa geológico del borde sur de la placa del Caribe...................................31
Figura 3.4 Línea de tiempo de los grandes eventos del Caribe. ...................................36
Figura 3.5 Reconstrucción paleográfica tentativa del modelo de evolución cinemática de
la placa Caribe. ..............................................................................................................36
Figura 3.6 1º fase Eo-Caribe ..........................................................................................39
Figura 3.7 Modelo 1 para la evolución de la subducción de la placa Caribe..................40
Figura 3.8 Modelo 2 para la evolución de la subducción de la placa Caribe.................41
Figura 3.9 Modelo 3 para la evolución de la subducción de la placa Caribe.................41
Figura 3.10 2º Fase eo-Caribe. ......................................................................................43

iv
Figura 3.11 Ilustración del modelo evolutivo de la zona de cizalla compresiva
relacionada con el cambio de puntos triples hacia el Este, desde el Cretácico tardío
hasta el Paleógeno.........................................................................................................44
Figura 3.12 Evento Colisional. Cretácico tardío-Presente. ............................................46
Figura 3.13 Cuadro Crono estratigráfico del Este de Venezuela....................................49
Figura 3.14 Mapa tectónico del Noreste de Venezuela.................................................50
Figura 3.15 Mapa de edades geológicas que afloran al este de Venezuela. .................53
Figura 3.16 Sección regional NNO – SSE. cuenca oriental de Venezuela.....................54
Figura 3.17 Diagrama ilustrativo de la geometría actual de las bloques subyacentes en
el Sur y Este del Caribe..................................................................................................56
Figura 3.18 Modelo tectónico al noereste de Venezuela propuesto por la universidad
de Rise ...........................................................................................................................56
Figura 3.19 Modelos tectónico del noreste de Venezuela preferidos por Jácome et al.
(2003) .............................................................................................................................57
Figura 3.20 Secciones verticales con los niveles de sismicidad en Venezuela nororiental
y costa afuera.................................................................................................................58
Figura 3.21 Interpretación N-S de tomografías sísmicas de perfiles por Van der Hilst
(1990). ............................................................................................................................59
Figura 4.2. Densidad versus velocidad de de onda P (escala log-log)...........................62
Figura 4.3 Relaciones entre densidad y velocidades sísmicas VP. ................................63
Figura 4.4 Modelo 1-1 propuesto por la sísmica para el perfil BOL20-65ºW..................65
Figura 4.5 Modelo 1-2 para el perfil BOL20-65ºW..........................................................67
Figura 4.6 Modelo 1-3 para el perfil BOL20-65ºO. Basado en Niu et al.(2007)..............69
Figura 4.7 Transectos sísmicos regionales convertidos a profundidad. .........................71
Figura 4.8 Modelo 2-1 propuesto por la sísmica para el perfil BOL28-64ºW, extendido a
partir de los 300 km al sur ..............................................................................................72
Figura 4.9 Modelo 2-2 para el perfil BOL28-64ºW..........................................................73
Figura 4.10 Modelo 2-3 para el perfil BOL28-64ºO Basado en Niu et al.(2007).............75
Figura 4.11 Modelo 1-4 para el perfil BOL22-65ºW.......................................................77
Figura 4.12 Modelo 2-4 para el perfil BOL28-64ºW........................................................78

v
Índice de Tablas

Tabla 1. Densidades asociadas por capas. Para las secciones BOL20-65ºW y BOL28-
64ºW...............................................................................................................................64
Tabla 2. .Estaciones sísmicas y profundidades de Mohorovicic para el transecto 65º W.
Los colores asociados a las redes sísmicas que se encuentran a lo largo del modelo 1-
3. Modificado de Niu et al. (2007)...................................................................................68
Tabla 3. Estaciones sísmicas y profundidades de Mohorovicic para el transecto 64º W.
Los colores asociados a las redes sísmicas que se encuentran a lo largo del modelo 2-
3. Modificado de Niu et al. (2007)...................................................................................74
Tabla 4. Errores RMS para los modelos del perfil BOL20 – 65ºW .................................79
Tabla 5. Errores RMS para los modelos del perfil BOL28 – 64ºW .................................79
Tabla 6. CUADRO comparativo de espesores corticales obtenidos para cada modelo
del perfil BOL20-65ºW....................................................................................................81
Tabla 7. Cuadro comparativa de espesores corticales obtenidos para cada modelo del
perfil BOL28-64ºW..........................................................................................................82
Tabla 8. Cuadro comparativo de diferencias entre las curvas de anomalía calculada y
observada obtenidos por zonas para los cuatro modelos propuestos para el perfil
BOL20-65ºW ..................................................................................................................82
Tabla 9. Cuadro comparativo de diferencias entre las curvas de anomalía calculada y
observada obtenidos por zonas para los cuatro modelos propuestos para el perfil
BOL28-64ºW ..................................................................................................................83

vi
Capítulo 1 ASPECTOS GENERALES
1.1 Introducción

La placa del Caribe representa un fragmento litosférico entre la placa


norteamericana y suramericana. Está constituida en la parte central de las cuencas de
Venezuela y Colombia, y delimitada por cinturones deformados de edades Mesozoico -
Terciarios de espesor variable. Sus márgenes este y oeste consisten de sistemas
colisiónales con numerosos arcos magmáticos (Istmo de Centroamérica y las Antillas
Menores). Los márgenes norte y sur están representados por importantes zonas de
cizalla y cinturones fuertemente deformados (cinturón de Montagua en Guatemala,
Antillas Mayores, cordillera del norte de Venezuela) Speed (2004).

La cuenca Oriental de Venezuela está separada del Caribe por la Serranía del
Interior y al sur delimitada por el escudo de Guayana donde predominan las rocas
Precámbricas (Schmitz et al., 2008).

Es de principal interés de este proyecto de investigación definir la geomorfología


y espesor de la corteza terrestre de la cuenca Oriental de Venezuela específicamente
de la sub-cuenca de Maturín y parte del cratón estable de Suramérica a partir de la
información sísmica más reciente, así como también colaborar con el conocimiento de
la profundidad de la discontinuidad de Mohorovicic.

Para alcanzar este objetivo en esta oportunidad se cuenta con información


sísmica de de refracción de ángulo alto para 2 perfiles N-S que van desde la cuenca de
Venezuela atravesando la cuenca Oriental de Venezuela hasta el norte del escudo de
Guayana. Junto con información de anomalía gravimétrica de Bouguer, proporcionada
por el profesor V. Graterol. Con esta base de datos se calcula la anomalía en cada perfil
y se obtiene un modelo geofísico más integrado sobre la zona completando de esta
manera con información nueva que ayude a comprender las estructuras de la corteza
que no fueron resueltas por la sísmica.

1
2

1.2 Objetivos

1.2.1 Objetivos Generales

• Realizar una interpretación gravimétrica utilizando datos de anomalía de


Bouguer e información de sísmica de refracción profunda, con el fin de mejorar el
modelo bidimensional de espesores corticales y agregar información donde la
sísmica no obtuvo buena resolución, así como también comprobar profundidad
de la discontinuidad de Mohorovicic, sobre las líneas BOL 20-65ºW y BOL 28-
64ºW grabadas en el 2004 por el proyecto conjunto BOLIVAR y GEODINOS.

1.2.2 Objetivos Específicos

• Partiendo de un modelo de velocidades calculado en investigaciones previas,


rediseñar la estructura cortical y manto superior a través del modelado
gravimétrico 2D21/2 para los perfiles N-S BOL 20-65ºW y BOL 28-64ºW; con el
fin de proponer un modelo cortical que sea consistente con la información
geofísica y geológica del área de estudio.

• Cohesionar la información recopilada acerca de la profundidad de la


discontinuidad de Mohorovicic, con la finalidad de entender la estructura de la
corteza en el área de estudio.

• Aportar a través de este modelado gravimétrico, mayor información que


contribuya a la comprensión de la evolución tectónica y geodinámica de las
placas del Caribe y Suramérica.
3

1.3 Ubicación del Área de Estudio


El área de estudio está enmarcada entre las longitudes oeste 67º - 62º y las
latitudes norte 14º - 6º; comprende desde la cuenca de Venezuela cruzando la región
de la Serranía del Interior y la cuenca Oriental de Venezuela hasta el escudo de
Guayana al sur.

Mar Caribe
↑N

BOL28-64W

Serranía del Interior

BOL20-65W
Cuenca de
Maturín

Escudo de
Guayana

Figura 1.1. Mapa topográfico y batimétrico con los perfiles BOL20-65ºW y BOL28-64ºW.
La líneas rojas ilustran la ubicación de los perfiles BOL 20 y BOL 28 y sus extensiones en tierra.
4

1.4 Antecedentes

La cuenca Oriental de Venezuela está separada del Caribe por la Serranía del
Interior y está delimitada al sur por el escudo de Guayana. Particularmente la sub-
cuenca de Maturín, debido a su importancia económica, ha sido modelada en
numerosas investigaciones. (i.e. Schmitz et al. (2001); Porras et al. (2003); Summa et
al. (2003)).

¾ Como resultado de las campañas de adquisición de datos de sísmica


profunda de ángulo alto realizadas por ECOGUAY en 1998 para el escudo de Guayana
y en el 2001 ECCO para la cuenca Oriental de Venezuela se diseñó un proyecto para
estimar la estructura cortical y el aporte sedimentario de la cuenca Oriental de
Venezuela, a lo largo de una línea norte-sur con 700 km de largo (Figura 1.2). Este
estudio arrojó que la profundidad de los sedimentos calculados en la cuenca Oriental
alcanzan aproximadamente los 13 km, mientras las profundidades corticales a lo largo
de la línea variaban desde 35 km al norte hasta 45 km debajo del escudo de Guayana.
El modelado gravimétrico de estos datos permitió interpretar esta data en un contexto
regional (Figura 1.3).

En el modelado gravimétrico de la cuenca Oriental de Venezuela realizado por


Schmitz et al. (2005) se observa que la corteza superior e inferior ha sido dividida
lateralmente en tres regiones de densidades constantes. Este cambio fue realizado
para encajar el incremento gradual de la densidad hacia el escudo de Guayana, esto
efecto gravimétrico puede estar relacionado a variaciones de las propiedades
geológicas de la corteza.

¾ Posteriormente en el 2008 Schmitz et al. publica un nuevo trabajo en la


zona del límite de placas Caribe y Suramérica (Figura 1.4); producto del estudio sísmico
realizado en abril/mayo 2004 al norte de Venezuela entre las longitudes 63ºW y 70ºW
en conjunto con los grupos de investigación sismológica BOLIVAR2 y GEODINOS3; y de
la recopilación de diversos trabajos de investigación realizados. Para los efectos de

2
Broadband Ocean-Land Investigations of Venezuela and the Antilles arc Region
3
Geodinámica Reciente del Límite Norte de la Placa Sudamericana
5

este trabajo de grado se hará referencia solo a las líneas BOL 20 y BOL 28 y sus
prolongaciones en tierra; ubicadas al este de la zona en estudio, a lo largo de las
longitudes oeste 65º y 64º respectivamente.

Figura 1.2. Ubicación geográfica de la zona de estudio de la investigación ECCO.


Tomado de Schmitz et al. 2008
6

Figura 1.3. Modelo gravimétrico calculado en base a la velocidad.


Las líneas de sísmica de refracción están señaladas por la línea intermitente. CP= Disparo de Cuidad Piar, O=
Localidad Río Orinoco. Tomado de Schmitz et al. (2008)

Figura 1.4. Ubicación de los perfiles del estudio sísmico.


Modificado de http://www.ig.utexas.edu/bolivar/summary/bolivar.htm
7

Figura 1.5. Trazado de rayos a lo largo de 65º O, sobre: San Mateo, Cantaura, El Tigre, Limo y C. Piar.
A lo largo de la longitud 65ºW al este de Venezuela. (Schmitz et al., 2008)

Schmitz et al. (2008) concluyeron en este trabajo; que hacia el sureste de la


cuenca de Venezuela existe un espesor cortical de más de 45 km, esto basado en el
tiempo de llegada de las reflexiones provenientes de la discontinuidad de Mohorovicic.
Fases profundas a lo largo de ambos perfiles dan la pista de la existencia de una
corteza superior estratificada, esto basado en evidencias de una discontinuidad de
Moho preexistente entre 35 y 40 km hacia el norte del escudo de Guayana.
8

Figura 1.6. Trazado de rayos a lo largo de 64º O, sobre secciones: Carúpano, Jusepín y Periococo
(M. Schmitz et al., 2008)

¾ Por otra parte Niu et al. (2007) realizó investigaciones para presentar un
modelo de espesor cortical al norte de Venezuela y en el escudo de Guayana, a través
del análisis de la “función receptora” proveniente de 313 sismos de magnitud Mw=5. La
función receptora además de convertir las ondas de P a S, también contiene otras
señales coherentes de interés para este estudio, como las fases de reverberación de
Moho.

Esta investigación fue realizada por Niu et al. (2007) en conjunto con diversas
instalaciones de sismógrafos de banda ancha pertenecientes a las siguientes redes:
IRIS PASSCAL (Noviembre 2003–Mayo 2005); OBSIP4 (Febrero 2004–Febrero 2005);

4
The US National Ocean Bottom Seismograph Instrument Pool
9

el despliegue de sismómetros de la universidad de Rice desde Noviembre del 2004 y la


red nacional FUNVISIS5 (Figura 1.7).

Para convertir los tiempos de viaje a profundidad Niu et al (2007) uso modelos
sísmicos derivados de refracción y reflexión de ángulo alto (Schmitz et al., 2002, 2005)

Encontraron que la profundidad de Moho a lo largo del límite de placas es


altamente variable, en un rango de 16 km debajo del Caribe, hasta 52 km debajo de la
cuenca de Venezuela. Moho por debajo del escudo se encuentra a los ~39 km; plana y
continua, con un contraste de impedancia agudo. Niu et al. (2007) no obtiene
evidencias de la existencia de una capa máfica de alta velocidad en la parte más baja
de la corteza del cratón (Figura 1.8).

Figura 1.7. Mapa de batimetría y elevación con las redes sísmicas y estaciones
Tomado de Niu et al. (2007)

5
Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas.
10

Figura 1.8. Mapa de profundidades de moho según la función receptora.


Tomado de Niu et al (2007)

1.5 Metodología

La metodología seguida durante la realización del presente trabajo de grado se


resume: en tres etapas con la finalidad de lograr una buena interpretación regional
tectónica y geodinámica de las secciones en estudio.

I.- Etapa

• Revisión bibliográfica: En lo referente a conceptos básicos de gravimetría,


sísmica de refracción y geología del área de estudio.

• Compilación de información topográfica, batimétrica, gravimétrica, sísmica


de refracción profunda, mapas geológicos y tectónicos regionales: Los
datos gravimétricos empleados en este trabajo se obtuvieron de la base de datos
gravimétricos de la Universidad Simón Bolívar (Graterol 1993). Los datos
topográficos fueron proporcionados por V. Graterol
11

El modelo para iniciar la interpretación de las estructuras de la corteza se


obtuvo de los proyectos de sísmica de refracción realizados en el 2004 por
BOLIVAR y GEODINOS. A lo largo de la longitud 65º O y 64º O donde se ubican
las transectas de los modelos de trazado de rayos sobre las secciones
denominadas BOL20 – 65ºW y BOL28 – 64ºW respectivamente.

• Digitalización del modelo de velocidades sísmicas de refracción: Se realizó


la digitalización del modelo obtenido de Schmitz et al. (2008) por medio del
programa Surfer 8.

II.- Etapa

• Generación del mapa de anomalía de Bouguer y el mapa de topografía del


área de estudio y extracción de los datos para ambos perfiles 65ºW y 64ºW:
Para este paso se requirió el uso del programa de fuente abierta GMT6. Los
mapas obtenidos no fueron filtrados

• Interpretación gravimétrica de la anomalía de Bouguer, integrando


información sísmica de refracción profunda para dos transectas N-S
regionales: Se utilizó el modelo de velocidades de sísmica de refracción
(Schmitz et al., 2008) para la estimación de las densidades de los estratos
involucrados en ambos perfiles a partir de sus velocidades sísmicas conocidas.
Para esto se tomo como referencia las transformaciones propuestas por Potter y
Stewart (1998) para referenciar las densidades de los estratos sedimentarios;
mientras que para los estratos litosféricos más profundos se tomo como
referencia las densidades propuestas por Kozlovskaya et al. (2004).

Se ajustó la geomorfología de los estratos haciendo uso del programa


matemático Microsoft Excel, y posteriormente se generaron los archivos con el
formato requerido por el programa de cálculo gravimétrico Xgrav.

6
Generic Mapping Tools (http://gmt.soest.hawaii.edu/)
12

Para el cálculo de la profundidad de la discontinuidad de Mohorovicic se


añadieron datos provenientes del a “Función Receptora” de Niu, et al. (2007)

III.- Etapa
• Cálculo del efecto gravimétrico de todos los cuerpos que integran los
modelos finales a lo largo de los dos perfiles: en esta etapa se utilizó el
programa Xgrav bajo ambiente UNIX. Se cargaron los archivos con los modelo
sugeridos para ambos perfiles, se realizó el arreglo de la extensión lateral y a
continuación se calcula la anomalía de Bouguer para cada modelo.

• Estimación del error de la curva de anomalía calculada con respecto a los


valores observados: Se obtuvo el error RMS de la curva de datos calculados
con respecto a los observados mediante el uso del paquete computacional
Matlab.

• Interpretación regional, tectónica y geodinámica: Se analizó los resultados


obtenidos anteriormente, a manera de ubicar las posibles soluciones propuestas
para cada perfil dentro de un contexto geológico regional.

• Redacción del texto final.


Capítulo 2 MARCO TEÓRICO
2.1 Introducción
El Método gravimétrico está basado en la medida de pequeñas variaciones en el
campo gravitacional sobre la superficie terrestre. Las distorsiones y variaciones en este
campo de un punto a otro sobre la superficie son consecuencia de variaciones laterales
en la distribución de masas en el subsuelo (Nettleton, 1976).

2.2 Fuerza Gravitacional


Toda la teoría detrás de la prospección gravimétrica está basada en la Ley de
Newton. Esta ley establece que dos partículas de masa m1 y, m2 cada una con
dimensiones más pequeñas comparadas con la separación entre sus respectivos
centros de masa r serán atraídas mutuamente con una fuerza dada por:

F = Gm1 m2 (Ec. 2.1)


r2

Donde G es la constante de gravitación universal. En el SI el valor de G es


aproximadamente 6.673 x 10-11N.m2/kg2.

2.3 Aceleración Gravitacional


La aceleración de una masa puntual m2 debido a la atracción de una masa
puntual m1 separadas por una distancia r está dada por:

= G⎛⎜ 1 2 ⎞⎟
F m
a=
m2 ⎝ r ⎠ (Ec. 2.2)

En el SI la dimensión de aceleración es m/s2. Sin embargo en geofísica una


aceleración de 1 cm/s2 está definida como 1 Gal. Por conveniencia al trabajar con datos

13
14

gravimétricos la unidad más usada para expresar aceleración gravitacional es el


miliGal (mGal).

2.4 Campo Gravitacional Terrestre


Si la Tierra estuviese constituida por capas perfectamente esféricas y
homogéneas y no rotara, la atracción gravitacional en la superficie terrestre sería la
misma en cualquier lugar y la lectura de los instrumentos para medir la gravedad no se
vería afectada. Sin embargo debido a su rotación la Tierra no es perfectamente
esférica, además presenta irregularidades laterales de densidad. Por tanto el valor
observado de gravedad depende de la latitud, elevación topográfica, mareas, así como
de cambios laterales en la distribución de masas. Las variaciones en la atracción
gravitacional que no están asociadas con características geológicas anómalas tienen
cierto grado de predicción (Dobrin y Savit, 1988).

Para predecir las variaciones en la atracción gravitacional causadas por la


rotación y no esfericidad terrestre, ha sido conveniente acordar un modelo de referencia
estandarizado para la Tierra el cual ha sido denominado Elipsoide Internacional de
Referencia y se ha construido una fórmula teórica de gravedad normal a partir de este
modelo. La fórmula de gravedad basada en el sistema de referencia Geodésica de
1967 da la variación teórica de la de gravedad normal (gn) con la latitud en la superficie
del elipsoide de referencia y está expresada de la siguiente forma:

⎛ ⎞
gn = ge⎜1 + ksen φ
2
⎟ (Ec. 2.3)
⎜ − 2 2 ⎟
φ
⎝ 1 e sen ⎠

Donde:

φ = = latitud

ge = 978.03184558 Gal

k= 0.00193166338321
15

e2= 0.00669460532856

Este elipsoide de referencia es un elipsoide de revolución definido por valores


numéricos que especifican el radio ecuatorial terrestre, el coeficiente de achatamiento y
la masa total.

Comúnmente los estudios gravimétricos son corregidos usando el nivel del mar
como superficie de referencia en vez del elipsoide de referencia. La actual superficie
equipotencial terrestre que corresponde al nivel del mar se denomina geoide, el cual
presenta ondulaciones relacionadas a irregularidades en densidad en el interior de la
Tierra.

2.5 Métodos Gravimétricos


Los métodos gravimétricos entran dentro del grupo de los métodos potenciales
(es decir, magnéticos, electromagnéticos y eléctricos) y se caracterizan por el estudio
de las variaciones en el campo gravitacional de la tierra. En menor escala, los cambios
en dicho campo se deben a la presencia de cuerpos con densidades que contrastan
con el medio en el cual se encuentran (Telford et al. 1990).

Aunque la aceleración de la gravedad que puede ejercer un cuerpo sobre otro es


una propiedad inherente de la masa (Telford et al. 1990), la inversión de datos
gravimétricos no es capaz de ofrecernos respuestas unívocas.

Algunos conceptos básicos deben tomarse en cuenta para la comprensión a


fondo de los métodos gravimétricos, éstos son: Fuerza gravitacional, aceleración de
gravedad, Potencial gravitacional, geoide, elipsoide, anomalías y correcciones.

2.5.1 Elipsoide y geoide

Los estudios de la gravedad han sido, por largo tiempo, interés de la geodesia.
Esta ciencia ha investigado las variaciones de esta aceleración para determinar la
forma aproximada de la tierra. Los conceptos de elipsoide de referencia y geoide han
16

sido propuestos por los geodestas y son ampliamente utilizados en la geofísica (Li y
Götze, 2001), principalmente en los estudios gravimétricos.

El elipsoide puede ser visto, a manera de aproximación, como la superficie


equipotencial de un elipsoide de revolución. Aunque la Tierra no posea una forma
elipsoidal, esta aproximación resulta muy conveniente debido a que simplifica cálculos
matemáticos (Li y Götze, 2001).

Matemáticamente se puede calcular la gravedad para cada uno de los puntos de


este elipsoide en revolución en función de la latitud geodésica. Con este propósito se
planteó la Fórmula Internacional de Gravedad (FIG). Cada uno de los términos de ésta
se ha refinado a través del tiempo gracias a la posibilidad de llevar a cabo mediciones
más exactas. La FIG usada actualmente corresponde a la de 1980 y es la siguiente:

(Ec. 2.4)

Donde el factor es la latitud geodésica.

Por otro lado, el geoide es la superficie equipotencial que coincide con el nivel
medio del mar (Li y Götze, 2001). Esta superficie refleja la distribución de masa real de
la Tierra pudiendo tener diferencias, por efecto o por defecto, con respecto al elipsoide.
De hecho, con respecto al elipsoide WGS84, las ondulaciones del geoide (nombre con
el que son reconocidas las diferencias entre ambas superficies) varían entre los -107m
hasta los 80m (Figura 2.1).

Figura 2.1. Esquema de las superficies del geoide y elipsoide, topografía y altura de geoide.
Modificado de Li y Götze, 2001
17

El modelo geoidal más reciente es el Earth Gravitational Model 1996 (o EGM96)


creado a partir de las observaciones satelitales, realizadas por el National Imagery and
Mapping Agency (USA), NASA Goddard Space Flight Center y la Universidad Estatal de
Ohio (Ohio State University) (Figura 2.2).

Figura 2.2. Modelos EGM96. Alturas del geoide con respecto al elipsoide WGS84.
Tomado de: Li y Götze (2001)

2.6 Anomalías Gravimétricas


Se denomina anomalía gravimétrica a las discrepancias entre la gravedad
medida y corregida y la gravedad teórica. Estas anomalías surgen debido a que la
distribución de densidad en el interior de la Tierra no es homogénea. Las anomalías
gravimétricas más comunes son la anomalía de Bouguer y la anomalía de Aire libre.

2.6.1 Anomalía de Aire Libre:

Está definida por la aplicación de las correcciones de aire libre, topográficas y de


mareas a la gravedad medida:

Δg AL = g m + (Δg AL + Δg T + Δg mareas ) − gn
(Ec. 2.5)
18

gm = gravedad medida

gn = gravedad normal

ΔgT = Corrección topográfica

ΔgAL=Corrección de Aire Libre

2.6.2 Anomalía de Bouguer:


Esta definida por la aplicación de todas las correcciones a la gravedad medida:

Δg B = g m + (Δg AL − Δg B + Δg T + Δg mareas ) − gn (Ec. 2.6)

ΔgB = Corrección de Bouguer

2.7 Reducciones Gravimétricas

Si el interior de la tierra fuese uniforme el valor de la gravedad en el elipsoide de


referencia variaría con la latitud de a acuerdo a la formula de gravedad normal. Sin
embargo no es posible medir la gravedad en el elipsoide. Las correcciones
gravimétricas compensan por el hecho de que el punto de medición no se encuentra
directamente sobre el elipsoide-

2.7.1 Corrección de Aire libre:

Considera la disminución de los valores en la gravedad con el incremento de la


elevación en las estaciones de medición. El efecto de aire-libre se puede calcular de la
siguiente manera:

Asumiendo una tierra esférica, la gravedad en un punto de la superficie estaría


dado por:

g = GM (Ec. 2.7)
R2

M= Masa total, R= Radio terrestre.


19

El gradiente vertical es:

dg dg − 2GM − 2 g (Ec. 2.8)


= = =
dz dR R3 R

Asumiendo un radio R = 6.367 × 10 8 cm y un valor de gravedad teórica (sobre el


nivel del mar y a 45º de latitud) g= 980.629 gals, se tiene:

dg 2 × 980.629
=− = −0.3086 × 10 −5 gal / cm
dz 6.367 × 10 8
(Ec. 2.9)

= − 0.3086 h mGal/m = − 0.09406 mGal/ft

Donde h es la altura medida desde el elipsoide de referencia. Para estaciones


por encima del elipsoide la corrección se suma, mientras que se sustrae para
estaciones que estén por debajo de éste.

2.7.2 Corrección de Bouguer:

Toma en cuenta el incremento de la atracción gravitacional debido al material


existente entre la estación de medición y el nivel de referencia (Figura 2.3). El efecto de
Bouguer se modela asumiendo que este material se puede aproximar a una placa
horizontal infinita de densidad uniforme cuya base es la superficie en el nivel de
referencia y su tope la superficie en la elevación de la estación.

Figura 2.3. Esquema de la placa de Bouguer


20

Si se asume que la placa tiene una densidad ρ, la atracción gravitacional está dada
por:

⎧0.04193ρh mgals / m
g = 2πGρh = ⎨ (Ec. 2.10)
⎩0.01278 ρh mgals / ft

La corrección de Bouguer siempre es opuesta en signo a la corrección de aire libre.

2.7.3 Corrección por latitud:

Por efectos de la rotación de la Tierra y por el abultamiento de la misma en el


Ecuador, el valor medido de gravedad medido aumenta con la latitud. Esto es así
debido a que la aceleración centrífuga es mayor en la zona ecuatorial y tiende a cero en
los polos (Telford et al. 1990). Si se deriva la Ec. 2.4 se obtiene que:

(Ec. 2.11)

Las distancias que se utilizan en esta corrección son en sentido norte-sur. La


corrección se debe sumar al valor de gravedad a medida que nos acercamos al
ecuador.

Cabe destacar que si se tienen valores absolutos de gravedad, esta corrección


se hace directamente al restar la Formula Internacional de Gravedad (Ec. 2.4) para los
puntos en cuestión.

2.7.4 Corrección por Topografía

El propósito de la corrección topográfica es compensar la atracción gravitacional


de las masas topográficas por encima y por debajo de la estación con el fin de nivelar la
topografía y considerar sólo la atracción de una masa homogénea debajo de la
estación.
21

Las elevaciones topográficas disminuyen el valor de gravedad, mientras que las


depresiones deben ser rellenadas para nivelar y compensar la falta de masa; por lo
tanto, esta corrección siempre se suma al valor de gravedad medido. Para realizar la
corrección se requiere de información topográfica detallada alrededor de las estaciones
gravimétricas.

2.8 Modelado Gravimétrico

Una de las técnicas más usadas en la interpretación cuantitativa de datos


gravimétricos consiste en calcular directamente el efecto gravimétrico de una
distribución de densidad que se asume como punto de partida y comparar el valor
calculado con el valor observado. Esta distribución de densidad inicial se va
modificando por ensayo y error (usualmente teniendo ciertos controles con información
geológica y geofísica independiente) hasta alcanzar un ajuste satisfactorio entre los
valores calculados y observados (Dobrin y Savit, 1988). Se han desarrollado diferentes
métodos para calcular el efecto gravimétrico de una distribución de densidad asumida
en dos, dos y media y tres dimensiones.

El ajuste realizado en el modelado gravimétrico se logra repitiendo


sucesivamente cálculos por medio de la siguiente ecuación:

(Ec. 2.12)
donde: r= (Ec.
2.13)

La relación 2.12 debe adaptarse para ser manejada computacionalmente. Ésta


debe soportar las complejas geometrías de los cuerpos geológicos. Para lograr esto se
deben considerar una cantidad de elementos pequeños y de geometría simple que,
matemáticamente, se expresaría de la siguiente manera:

Ec. 2.14)
22

donde: ρn es la densidad del punto o cuerpo y Ψmn representa la atracción en


un punto m originada por un cuerpo

2.8.1 Modelado 2D1/2:

En muchos casos los cuerpos geológicos no son mucho más largos que anchos
o espesos, por lo que la asunción de dos dimensiones no es estrictamente válida. Por
esto se han modificado los algoritmos basados en el modelo 2D, incorporando ciertas
correcciones, de tal manera que el efecto gravimétrico de los prismas con una longitud
finita en la dirección del rumbo (dirección Y) y paralelos a ésta dirección, pueda
calcularse con una mejor aproximación (Dobrin y Savit, 1988).

2.9 Relación Entre Densidad y Velocidad

Tradicionalmente la unión de datos sísmicos de refracción con datos de


gravedad está basada en una conocida correlación entre velocidad sísmica de onda P y
S y la densidad; probada por numerosos laboratorios de investigación de propiedades
elásticas en rocas de la corteza. Potter y Stewart (1998) realizaron estudios empíricos
sobre estas relaciones para referenciar densidades de cuerpos sedimentarios (Figura
4.2). Para cuerpos litosféricos más profundos Kozlovskaya et al. (2004) realizaron
investigaciones con núcleos de formaciones metamórficas e ígneas, logrando como
resultado la relación mostrada en la figura 2.5.

Figura 2.4. Relaciones entre densidad, VP.


Tomado de Kozlovskaya et al. (2004)
23

2.10 Desviación Raíz Media Cuadrática (RMS)

Para el cálculo de errores, se requirió la aplicación de ciertos conceptos


provenientes de la matemática estadística. Comúnmente para conocer la diferencia
entre una curva calculada y una teórica; se realiza el cálculo de la raíz media cuadrática
(D.Ch.Venkata Raju, 2003). Este concepto se define matemáticamente en la Ec. 2.15.

(Ec. 2.15)

2.11 Refracción Sísmica

El método de refracción sísmica se basa en la medición del tiempo de viaje de


las ondas refractadas críticamente, en las interfaces entre las capas con diferentes
propiedades físicas, fundamentalmente por contraste entre impedancias acústicas de
dichos medios (i = ρ.ν; en donde ρ es la densidad y ν es la velocidad de la capa). La
energía sísmica se genera mediante un impacto controlado en superficie (o a una
determinada profundidad) que va propagándose en forma de onda elástica a través del
subsuelo interaccionando con las distintas capas, de manera que una parte de la
energía se refleja y permanece en el mismo medio que la energía incidente, y el resto
se transmite al otro medio con un fuerte cambio de la dirección de propagación debido
al efecto de la interface (refracción) (Figura 2.5).
24

Figura 2.5. Técnicas de adquisición en refracción sísmica utilizadas en mar y en tierra.


Proyectos BOLIVAR (mar) y GEODINOS (tierra).Tomado de Ávila (2005)

La distancia desde los receptores al punto de tiro y el arreglo de los receptores


debe ser planeado considerando el objetivo del estudio, es decir, el diseño del
dispositivo de adquisición depende de cuán profundo queremos llegar con los perfiles
de refracción. Para estudios someros un tendido de refracción de unas decenas de
metros es suficiente, en cambio para hacer refracción profunda se pueden tener perfiles
de centenas de kilómetros.
Capítulo 3 MARCO GEOLÓGICO
3.1 Geología y Tectónica Regional

3.1.1 Introducción al Caribe


La placa del Caribe consiste de una porción central casi sin deformación (Las
cuencas de Colombia y Venezuela) limitada por márgenes activos. Los márgenes del
norte (desde Guatemala hasta las Antillas Mayores) y los del sur (norte de Venezuela)
ambos consisten principalmente de zonas de cizalla dentro de las deformaciones del
Jurásico/Cretácico. Mientras que los limites este y oeste están representados por
sistemas de convergencia relacionados a arcos magmáticos (el Istmo de Centro
América y las Antillas Menores) por fallas strike-slip sinestrales y dextrales. (Giunta et
al., 2002 y 2005).

La región del Caribe es un dominio conocido por su entrelazada evolución


geológica. El Caribe se encuentra limitado por la placa norteamericana y suramericana,
la litosfera oceánica del Pacífico y la cuenca del Atlántico (Figura 3.1). A grandes rasgos
esta región se puede dividir en 3 tipos de litosfera, cada una con una historia tectónica
diferente: 1) el cratón continental el cual se ha movido rígidamente desde el
Precámbrico; 2) litosferas oceánicas que se formaron en su mayoría en las aperturas de
las dorsales oceánicas durante el Mesozoico y Cenozoico; 3) la litosfera transicional
que tuvo un origen tectónico o magnético ocurrió también durante el Mesozoico y el
Cenozoico (Speed, 2004).

La litósfera oceánica de las cuencas de Colombia y Venezuela es


particularmente importante ya que esta conforma buena parte de la placa Caribe
moderna. Ambas cuencas poseen un espesor cortical anómalo, aproximadamente 20
km (Donelly et al. 1994) el cual se debió a una extensa actividad magmática durante el
Cretácico Tardío.

25
26

La historia de los movimientos de las placas de Norteamérica y Suramérica se


encuentra bien documentada junto con la apertura de la cuenca del Atlántico. Esto
muestra que los dos cratones se separaron durante la ruptura de Pangea en el Jurásico
aproximadamente hace 180 Ma. (Pindell et al. 1988). Sin embargo, para la historia
geodinámica de la placa del Caribe, cabe destacar que a pesar de que los límites de
esta placa están bien entendidos, la evolución de las litosferas de dicha placa no lo
está, excepto el hecho de conocer que ésta se formo hace 175 Ma. (Speed, 2004).

Figura 3.1. Configuración actual del Caribe.


(Modificado de Giunta et al., 2003). (1) Fosas y zonas de subducción; (2) Pliegues frontales; (3) Prisma
de acreción Terciario; (4) Fallas rumbo-deslizantes; (5) Fallas extensionales.
27

3.1.2 Provincias Tectónicas del Caribe


Al norte de Venezuela existe una serie de complejos tectónicos como cuencas,
altos y arcos de isla, los cuales se encuentran ilustrados en la figura 3.2 y serán
descritos a continuación.

Figura 3.2. Mapa batimétrico mostrando las principales unidades geomorfológicas del Caribe.
Tomado de Vieira (2005).

Cuenca de Venezuela: Es la cuenca más profunda (3000 y 5000 m) y extensa


de las cuencas del interior del Caribe y también una de las más estudiadas. Las
mayores profundidades se encuentran en los bordes septentrional y meridional. Esta
cuenca limita al norte con la Garganta de Muertos, al este con el Alto de Aves, al oeste
con la Dorsal de Beata y su límite sur no tiene un nombre conocido.

Los límites norte y sur revelan una clara evidencia de subducción reciente de la
corteza de la cuenca debajo de las áreas adyacentes (Ladd et al. 1990). En la cuenca
de Venezuela también se han identificado anomalías magnéticas con una dirección NE-
SO. Ghosh et al. (1984) han asociado estas anomalías a expansión oceánica entre 157
y 127 Ma (Jurásico Tardío a Cretácico Temprano).
28

Cuenca de Colombia: La morfología del suelo oceánico de la cuenca se


encuentra dominada por un gran abanico submarino y por una planicie en la región
oriental y por elementos morfológicos menores en el extremo occidental. Los mayores
relieves están asociados a bloques fallados y levantados (Alto de Mono) y a canales en
los abanicos. En su región occidental la mayor parte del basamento incluyendo el Alto
de Mono está caracterizada por una superficie superior suave. Al este, el basamento se
encuentra más profundo y presenta espesores que se asemejan más a los de corteza
oceánica (Holcombe et al. 1990).

Dorsal de Beata: Separa las cuencas de Colombia y Venezuela, y representa un


segmento de corteza oceánica levantada (Holcombe et al. 1990).

Alto de Nicaragua: Está delimitado al norte por la Garganta de Caimán y la falla


transformante del borde norte de la placa Caribe y al sur por el Acantilado de Hess, el
cual separa el alto de la cuenca de Colombia. La naturaleza y edad de la corteza por
debajo del Alto de Nicaragua (parte norte) no está muy clara. Algunos autores (Arden,
1975), sugieren que la plataforma carbonática de edad Paleoceno-Mioceno se
encuentra por encima de rocas de arco de islas de edad Cretácico Tardío.

Cuenca de Yucatán: Está delimitada al norte por la Isla de Cuba, al oeste por la
Península de Yucatán y por la Dorsal de Caimán y al sur por el Alto de Honduras. La
cuenca se divide en una parte profunda (4000 a 6000 m) y en una parte relativamente
somera (2000 a 3500 m). Al sureste se encuentra dominada por un par de dorsales
denominadas dorsales de Camaguey (Holcombe et al., 1990).

Cuenca de Granada: Esta cuenca separa el Alto de Aves del Arco de las Antillas
Menores. Estudios gravimétricos y de sísmica de reflexión y refracción muestran un
basamento ígneo con un espesor bastante uniforme sobre toda la cuenca excepto en
ciertas zonas donde el espesor aumenta hasta 20 km (Speed et al., 1984).

Alto de Aves: Se extiende en dirección N-S desde el Pasaje de Anegada hasta


el margen continental de Suramérica. Los resultados de estudios de sísmica de
refracción y modelado gravimétrico muestran que la corteza por debajo del Alto de Aves
29

es bastante espesa, alcanzando espesores de hasta 40 km en algunos sitios. Los


patrones de anomalías gravimétricas locales y la forma de la superficie del basamento
es compatible con la definición de que la estructura de corteza superior es heterogénea
y está dominada por centros volcánicos con plutones debajo de estos, sugiriendo que el
Alto de Aves es un arco de islas extinto (Holcombe et al., 1990).

3.1.3 Tectónica del Sistema Montañoso del Caribe

El margen sur de la placa del Caribe consiste de un cinturón de sobrecorrimiento


imbricado (Cretácico Tardío) con unidades tectónicas oceánicas y continentales,
acrecionadas en general con una vergencia sur (Beck, 1986; Belliza, 1990). Este
cinturón se ha visto afectado por progresivas y severas deformaciones frágiles y
frágiles-dúctiles relacionadas a zonas de cizalla con fallas E-O transformantes
dextrales (San Sebastián, El Pilar, La Victoria) conjugado con un sistema de rotación en
sentido horario de los diferentes segmentos del orógeno. En este cinturón de
deformación afloran fallas de ángulo alto.

El elongado levantamiento de la Cordillera de la Costa separa dos grupos de


unidades tectónicas. La unidad de la Cordillera de la Costa que ha sido sobrecorrida por
la franja costera y parte de las franja de Caucagua-El Tinaco hacia el sur. Hacia el
norte, las islas Holandesas, Venezolanas, Trinidad y Tobago se encuentran alineadas, y
su relación con las otras unidades no es muy conocida, probablemente consista en un
sistema discreto de fallas transformantes dextrales de ángulo alto.

Estas unidades se vieron afectadas por un evento metamórfico de polifacies, que


varió de prenita-pumpelita a anfibolita y en algunos casos a esquistos azules y eclogita
(Navarro et al., 1988). El estilo de deformación está caracterizado por al menos dos o
tres facies dúctil-penetrantes con foliación y orientación variable, seguidas por una
deformación dúctil y dúctil-frágil, generalmente consistente con el régimen de
cizallamiento dextral.

La porción del frente de deformación tectónico que se encuentra en el continente


sobrecorrió hacia el sur sobre las unidades del piedemonte del antepaís, éste frente se
30

ha encontrado en estrecha relación téctono-sedimentaria con dichas unidades desde el


Cretácico Tardío – Terciario Temprano.

La deformación frágil arriba mencionada se hace más evidente en la porción


norte del cinturón orogénico, debido a las numerosas fallas transformantes y
transpresivas que se producen en la Cordillera de la Costa y el contacto principal entre
las unidades que se encuentran en las Islas de Venezuela y el resto del cinturón.

El límite noroeste del Sistema Montañoso del Caribe comprende el prisma de


acreción de Venezuela (Terciario Tardío) el cual representa el sobrecorrimiento norte
sobre la corteza oceánica de la cuenca de Venezuela. El límite este de la cuenca de
Cariaco coincide con la parte más sureste del prisma de acreción de Barbados.

La figura 3.3 muestra esquemáticamente el mapa geológico de este límite y tres


transectos principales, en las áreas este central y oeste.

3.1.3.1 Principales Fajas Téctono-magmáticas


Las afinidades magmáticas de las diferentes litologías ígneas están basadas en
las características petrológicas como por ejemplo la naturaleza de la cristalización de
los minerales; y en las características geoquímicas, particularmente la distribución e
incompatibilidad de los elementos pueden discriminar efectivamente las condiciones
téctono-magmáticas en las que se origino determinada unidad.

Las principales fajas que se pueden encontrar en los límites de la palca Caribe
son: Dos Hermanas, Villa de Cura, Loma de Hierro, Caucagua-El Tinaco, Cordillera de
la Costa, Faja Piemontina, Franja Costera y las Islas Holandesas y Venezolanas (Figura
3.3). En lo siguiente se describirán brevemente. Las principales fajas tectónicas de
interés para este estudio:
31

Figura 3.3. Mapa geológico del borde sur de la placa del Caribe.
Modificado de Giunta et al., 2003. (1) Arco Volcánico del sistema Aves - Antillas Menores. (2) Depósitos
terrígenos terciarios. (3) Plateau, Islas Holandesas y venezolanas. (4) peridotitos, gabros y diques de
dolerita (RI= La Rinconada). (5) Paragneises, ortogneises y esquistos paleozoicos (JG= Juan Griego). (6)
Unidades ofiolíticas de edad Jurásico Tardío a Cretácico Temprano (FC=Franja Costera). (7) Basamento
cristalino continental de edad Precámbrico-Paleozoico, Jurásico Tardío-Cretácico (CC= Cordillera de la
Costa). (8) Basamento cristalino continental, Paleozoico; Secuencia vulcano-sedimentaria con doleritas y
basaltos (TT=Caucagua-El Tinaco). (9) Ofiolitas, calizas metamorfizadas de edad Jurásico Tardío a
Cretácico (LH=Loma de Hierro). (10) Arco volcánico-plutónico metamorfizado Cretácico Temprano a
Medio (VC= Villa de Cura). (11) Arco volcánico Cretácico Medio a Tardío (DH=Dos Hermanas. (12)
Secuencia terrígena tipo flysch, Cretácico Tardío a Paleógeno (P= Faja Piemontina). (13) Basamento
cristalino continental pre-Mesozoico (escudo de Guayana).

• Faja de Caucagua-El Tinaco:

Localizada al sur de la Cordillera de la Costa, se extiende desde la Depresión de


Barquisimeto hasta Barlovento. El borde meridional está definido por la Falla de
32

Santa Rosa (Bellizzia y Dengo, 1990). Sus unidades afloran en contacto con las
unidades de la Cordillera de la Costa a lo largo de la falla de La Victoria.

En Margarita, el manto spinel-lerzolitas de Cerro Matasiete-La Sierra y los


metagabros con metabasaltos doleriticos de La Rinconada pueden representar el
equivalente máfico y ultramáfico de Tinaquillo (al este). De hecho todo el complejo
de La Rinconada intrusionado en la secuencia terrígena de Juan Griego exhibe
características químicas comparables a los metagabros de Sabana Larga y
Tinaquillo.

El magmatismo en Margarita evoluciona a cuarzo diorita. En este marco tanto las


lerzolitas del Tinaquillo como las de Cerro Matasiete-La Sierra pueden ser
interpretadas como material sub-continental del manto. Los efectos del
metamorfismo de altas presiones encontrados en La Rinconada así como el grupo
sedimentario de Juan Griego están reflejados en los paragneises de facies
anfibolita-eclogita (Giunta et al., 2002).

El último evento magmático en Margarita probablemente ocurrió entre el


Cretácico Tardío y el Terciario temprano y se evidencia con las series de diques
básicos no metamorfizados, ricos en hornblenda, que se presume representan un
análogo sub-volcánico de las meta-dioritas reportado por White et al. (1999).

• Faja de la Cordillera de la Costa:

Esta faja constituye la mayor parte del Sistema Montañoso del Caribe. En la
región occidental, esta faja está limitada al norte por el sistema de fallas del Caribe y
al sur por la Falla de La Victoria. En la región oriental, esta faja está limitada por la
extensión de la Falla de San Sebastián al norte y por la falla de El Pilar al sur
(Bellizzia y Dengo, 1990). Esta representa el substratum tectónico de las unidades
de Franja Costera y Caucagua-El Tinaco. Aflora en un angosto alto estructural,
elongado desde Barquisimeto hasta Trinidad. Está formado por un basamento
continental del Precámbrico-Paleozoico Temprano (Complejo Sebastopol, Beck,
1986; Bellizzia, 1986) y carbonatos terrígenos del Jurasico Tardío-Cretácico con
33

intercalaciones volcánicas (Formaciones Las Brisas, las Mercedes y Chuspita; Beck,


1986; Bellizzia, 1986). Toda esta unidad fue metamorfizada facies de esquistos
verdes don diferentes deformaciones dúctil-penetrantes (Giunta et al., 2002).

• Unidad Franja Costera:

Esta unidad aflora principalmente en el borde norte del levantamiento de la


Cordillera de la Costa, al cual sobrecorre en dirección sur de manera irregular. La
Franja costera consiste en una secuencia vulcano sedimentaria carbonato terrígena
(Cretáceo Temprano), con rocas máficas y ultramáficas (Giunta et al., 2002). Toda
esta unidad, la cual puede representar una zona de subducción continental, se vio
afectada al menos por tres deformaciones dúctiles y por facies metamórficas de
eclogita y/o anfibolita generalmente reequilibradas a facies de esquistos verdes
(Becalluva et al. 1996)

Las características generales de esta unidad pueden ser indicadoras de un


melange de bloques oceánicos en una matriz clástica involucrada en varias
profundidades de una subducción sub-continental

• Faja de las Islas Holandesas y Venezolanas:

Esta incluye las Antillas Holandesas y las unidades magmáticas de Tobago,


formando un alineamiento ONO-ESE que encara hacia el norte con la dorsal de
Curazao y a la cuenca de Venezuela. Esta faja se encuentra bien expuesta en
algunas de las islas de Venezuela. El límite sur de esta unidad no aflora y está
probablemente constituido por un sistema de fallas rumbo-deslizantes de ángulo alto
conectado con el sistema Montañoso del Caribe. Las islas Holandesas y
Venezolanas están constituidas sobre un basamento basáltico y gabroide con
afinidad a la Dorsal Oceánica Basáltica (Giunta et al., 2002).

En el Gran Roque este basamento está fuertemente deformado con


metamorfismos a facies de anfibolitas y esquistos verdes e intrusiones de rocas
cuarzo dioritas a graníticas con algunos diques riolíticos; las rocas más jóvenes
están caracterizadas por su abundancia en hornblenda. Características petrológicas
34

y geológicas similares se encuentran en las Antillas Holandesas, Tobago y Aruba


(Giunta et al., 2002).

• Faja Piemontina:

Es la faja más extensa y forma el cinturón meridional del Sistema Montañoso del
Caribe, bordeando hacia el sur al Grupo Villa de Cura. Se encuentra limitada al norte
por la Falla de Cantagallo y al sur por el Corrimiento Frontal. Esta unidad tectónica
está formada por una secuencia de rocas sedimentarias del Terciario-Cretácico en la
cual se ha desarrollado un plegamiento apretado hacia el sur. Este cinturón está
formado por intercalaciones de flysch con lutitas y calizas del Cretácico Tardío. La
secuencia de la Faja Piemontina sobrecorre una estrecha zona conformada por
rocas marinas de edad Terciario, denominada Faja Volcada por Bellizzia y Dengo
(1990).

3.1.4 Evolución Geodinámica del Límite Sur de la Placa Caribe


A lo largo de la pasada década la evolución geodinámica de la placa del Caribe
ha sido profundamente discutida, particularmente en lo que respecta al origen de dicha
placa.

Existen básicamente 3 teorías que se han propuesto para explicar el origen de la


placa Caribe: 1) formación in situ a través de procesos convergentes y divergentes
(Meschede y Frisch 1998); 2) transporte tectónico de fragmentos existentes desde el
dominio pacifico y/o el Atlántico (Pindell y Barnet 1990; Pindell 1994) y finalmente; 3)
una teoría intermedia propuesta por Pindell y Kennan (2001).

La placa del Caribe representa un fragmento litosférico entre la placa


Norteamericana y Suramericana. Está constituida por la ligeramente deformada litosfera
de las cuencas de Venezuela y Colombia, delimitadas al norte y sur por cinturones
fuertemente deformados Mesozoico-Terciarios de espesor variable (cinturón de
Montagua en Guatemala, Antillas mayores y la Cordillera del Norte de Venezuela). Sus
35

márgenes este y oeste consisten de sistemas colisiónales compresivos con numerosos


arcos magmáticos desarrollados (Istmo de Centroamérica y las Antillas Menores). Estos
márgenes representan los elementos fundamentales para la comprensión del origen y
evolución de la placa del Caribe (Giunta et al., 2006).

La evolución geodinámica del Caribe será discutida en el presente trabajo de


acuerdo a la perspectiva del modelo propuesto por G. Giunta et al. (2002,2006) de
acuerdo a los estudios previos realizados sobre de la placa del Caribe (Pindell and
Barrett, 1990; Pindell, 1994, Beccaluva et al., 1996, 1999; Meschede and Frisch, 1998),
así como incorporando los nuevos resultados de su trabajo publicados en el 2006.

Los puntos cruciales en la restauración paleo-geográfica de la propuesta de


Giunta et al. (2006) (Figura 3.4) son:

1) La ubicación meso-americana de la oceanización del proto-Caribe en el


Jurasico Medio Cretácico Temprano, probablemente localizada en la esquina más oeste
entre las placas americanas (Figura 3.5)

2) La polaridad de las dos zonas de subducción cretácicas.

3) La paleogeografía, así como el número de arcos magmáticos conectados con


las etapas de la primera y segunda subducción del eo-Caribe.

4) Y finalmente, la posibilidad de un reverso en la polaridad de la subducción, en


la primera etapa hacia el Este (Cretácico Medio), y en la segunda etapa hacia el Oeste
(Cretácico Tardío).

Durante el Jurásico el proceso de extensión en el que se encontraba la zona


central de Atlántico incluida con la separación de las placas Norte y Sur América,
llevaron a la formación de la corteza oceánica del proto-Caribe entre las Américas
(Giunta et al., 2006)

La corteza oceánica del proto-Caribe (Figura 3.5) se engrosó hacia su parte más
oeste durante el cretácico (91-88 Ma.), convirtiéndose de esta manera en un típico
plateau oceánico petrológica y estructuralmente hablando. La acreción de la corteza
36

provocada por el engrosamiento vertical intrusivo y extrusivo, y la producción de


grandes cantidades de magmas basálticos y picritas fueron predominantes en esta
etapa.

Figura 3.4. Línea de tiempo de los grandes eventos del Caribe.


Modificado de Giunta et al. (2005). MORB: Basaltos de la dorsal centro-oceánica. IAT: Arcos de
Islas Toleíticos. CA: Arcos de Islas Calcoalcalinos.

Figura 3.5. Reconstrucción paleográfica tentativa del modelo de evolución cinemática de la placa Caribe.
Fase del proto-Caribe. Jurásico tardío Cretácico temprano. Modificado de Giunta et al. (2006).
37

Leyenda General del modelo de evolución cinemática: 1- Corteza oceánica de la placa Farallón 2-
Corteza oceánica Proto Caribe-Atlántica. 3- Área oceánica del proto Caribe bajo engrosamiento. 4-
placas continentales de Norteamérica (NOAM), Suramérica (SOAM) y África (AF). 5- Bloques
continentales menores. 6- Márgenes continentales. 7- Márgenes de apertura continental. 8- Secuencias
de arcos vulcano-plutónicos. 9- Melanges Ofiolíticos. 10- Arco volcánico Cretácico del Caribe. 11-
Magmatismo Tonalítico y arcos volcánicos. 12 Centros de apertura oceánica. 13- Subducción de la
litosfera oceánica Farallón-Pacífica. 14- Subducciones intra-oceánicas en el área del Caribe. 15- Frentes
de sobrecorrimiento principales. 16- Cinturones de sobrecorrimiento deformados, incluyendo zonas de
sutura, prismas de acreción, melanges y olistotromos. 17- Puntos triples.

Este proceso sugiere un alto grado de fundición parcial de los basaltos de la


dorsal oceánica los cuales fueron sometidos a un proceso adiabático de elevación. Esta
fundición y posteriormente elevación a la superficie, pudo ser ocasionada por una
pluma caliente cercana a la zona de apertura oceánica (Giunta et al., 2006).

Las evidencias geológicas y las características petrológicas de las rocas del


Jurasico de las unidades tectónicas de Guatemala, Cuba, y Venezuela sugieren
fuertemente la continuidad espacial existente con los márgenes continentales de las
Bahamas, Maya y Chortis hacia el norte y hacia el sur con el escudo de Guayana.
Porciones de estos márgenes continentales fueron afectados por el evento apertura en
Jurasico Tardío – Cretácico Temprano acompañada por la producción de magmatismo
toleitico; lo cual se puede encontrar bien representado hacia el norte en Cuba y hacia el
sur en Venezuela, en ambos cinturones del peri-Caribe (Giunta et al., 2006).

Este hecho soporta el modelo sobre la ubicación inicial del proto-Caribe cercano
a Centro América, previamente propuesta por numerosos autores (Giunta, 1993;
Beccaluva et al., 1996, 1999; Meschede and Frisch, 1998; Giunta et al., 2002a, b, c,
2003; Iturralde-Vinent, 2003; James, 2003).
38

3.1.4.1 Eventos de Subducción


Dos grandes etapas de subducción intra-oceánica marcadas por la formación de
complejos metamórficos provenientes de una supra-subducción; han sido reconocidas a
lo largo del Proto-Caribe en numerosas unidades ofiolíticas del Cretácico.

Las principales etapas de convergencia intra-oceánica se conocen como primera


y segunda etapa del eo-Caribe, y están representadas por: 1) secuencias Vulcano-
plutónicas (Cretácico Medio a Tardío) y 2) magmatismos tonalíticos no metamorfizados
(Cretácico Tardío). A grandes rasgos, las características petrológicas y estructurales de
todos estos complejos están típicamente asociadas a metamorfismo de subducción
(Giunta et al., 2006).

• 1º Fase de Subducción del eo-Caribe:

Durante el Cretácico Medio los procesos intra-oceánicos de subducción se dieron


lugar junto con arcos magnaticos toleíticos y calco-alcalinos así como procesos
metamórficos de altas presiones y bajas temperaturas, evidenciados en varias
unidades de los márgenes deformados del Caribe.

Las condiciones compresivas se dieron lugar gracias a la apertura del Sur del
Atlántico lo cual llevo al movimiento oeste y noroeste de las placas de América
(Figura 3.6).

Para la reconstrucción de la primera fase de subducción de eo-Caribe (Giunta et


al. 2006) toma en consideración los siguientes puntos:

9 La localización y polaridad de la subducción, ya sea intra-oceánica o sub-


continental. La convergencia intra-oceánica debió haber afectado el sector
este del proto-Caribe, donde las condiciones de la litosfera más antigua,
fina y densa estaban dadas a la subducción; mientras que al oeste se
producía un progresivo engrosamiento de la corteza.

9 Las unidades de oriolitos de ofiolitas tipo oceánico (dorsal oceánica).


39

9 La evolución atípica de algunos arcos volcánicos que estuvieron


involucrados en al menos parte del proceso de subducción.

9 La coexistencia tanto de complejos de arcos de islas como las secciones


de corteza continental involucradas en la subducción (intra-oceánica o
sub-oceánica).

9 Los metamorfismos de altas presiones y bajas temperaturas reportados en


algunos márgenes continentales (por ejemplo las unidades de Caucagua-
El Tinaco en Venezuela).

Figura 3.6. 1º fase Eo-Caribe


Corte de sección a lo largo de la zona de subducción intra-oceánica (Cretácico Medio). Ver leyenda
general del modelo de evolución cinemática.
40

Las figuras 3.7, 3.8 y 3.9 muestran algunos posibles modelos para la
controvertida evolución para el margen sur de la placa del Caribe, todas las
propuestas implican a un régimen oblicuo de convergencia y requieren límites
cinemáticos con fallas rumbo deslizante para ser posibles.

Figura 3.7. Modelo 1 para la evolución de la subducción de la placa Caribe.


Modelos A, B y C: SOAM: placa Suramericana. JG, CC y FC: Grupos Juan Griego, Cordillera de la
Costa y Franja Costera. RI y TT: Unidades la Rinconada, Caucagua-El Tinaco y Loma de Hierro. VC y
DH: Arcos de isla que muestran magmatismo de las unidades Villa de Cura y Dos Hermanas. OP:
Corteza Oceánica engrosada (futuro plateau del Caribe)

En el modelo A un sistema de fallas rumbo deslizantes separa dos subducciones


simultaneas y opuestas, localizadas dentro del dominio oceánico. Tomado de Giunta
et al. (2006).
41

Figura 3.8. Modelo 2 para la evolución de la subducción de la placa Caribe.

En el segundo modelo (B) el dominio oceánico se ubica entre los principales


márgenes de movimientos rumbo deslizantes, donde ocurren ambas, tanto las
subducción oeste y el complicado margen con morfología continental. Tomado de
Giunta et al. (2006).

Figura 3.9. Modelo 3 para la evolución de la subducción de la placa Caribe.

El tercer modelo donde la ocurrencia de un solo sistema de convergencia hacia


el este permite la existencia de subducciones intra-oceánicas y sub-continentales
contemporáneas. Tomado de Giunta et al. (2006).

La primera fase de subducción del eo-Caribe terminó en el Cretácico Tardío,


cuando el engrosamiento de la placa oceánica estaba a punto de involucrarse en un
proceso de subducción. Sin embargo, gracias a las fuerzas de flotabilidad este
proceso fue interrumpido y la nueva subducción tomo lugar debajo de la palca.
42

• 2ª Fase de Subducción de eo-Caribe

En el Cretácico Tardío la placa oceánica del Caribe (las cuencas de Colombia y


Venezuela) continuó su movimiento este relativo a las Américas. Hacia el oeste la
subducción de la litosfera del proto-Caribe-Atlántico debajo del plateau generó el
movimiento este del sistema de arcos magnaticos de las Antillas Menores. Al mismo
tiempo en los bordes norte y sur los procesos de subducción oblicua de la litosfera
oceánica tomaron lugar debajo de la placa y/o debajo de los arcos magmáticos
(Figura 3.10).

El modelo de la placa del Caribe está muy ligado a los cambios de los puntos
triples localizados en los márgenes norte y sur (Figura 3.11). El posible la
movilización de los puntos triples más hacia el este dio lugar a un régimen tectónico
transpresivo que permitió la dispersión de los antiguos complejos de subducción y
supra-subducción originadas en el Cretácico Medio.

El fin de la segunda etapa de acreción del eo-Caribe (Cretácico Tardío –


Paleógeno) está marcado por colisión y/o obducción de los complejos del proto- y
eo-Caribe en contra y sobre los márgenes continentales de Norteamérica y
Suramérica con la formación de zonas de sutura a través de la escamación y
acuñamiento de las unidades deformadas controladas por un régimen tectónico
rumbo deslizante E-O. Mientras tanto el plateau oceánico del Caribe estaba
atrapado al oeste entre los bloques de Chortis Chortega y Choco, el cual rotaba
progresivamente permitiendo la construcción del margen oeste de la placa (Giunta et
al., 2006).
43

Figura 3.10. 2º Fase eo-Caribe.


Sección a lo largo del sistema de acreción del Caribe. Cretácico tardío - Paleoceno. Ver leyenda general
del modelo de evolución cinemática. Tomado de Giunta et al. (2006).
44

Figura 3.11. Ilustración del modelo evolutivo de la zona de cizalla compresiva relacionada con el cambio
de puntos triples hacia el Este, desde el Cretácico tardío hasta el Paleógeno.
Tomado de Giunta et al. (2006).

3.1.4.2 Evento Colisional


Desde el Cretácico Tardío hasta el presente la deriva de la placa del Caribe
hacia el este resulto en la colisión de sus márgenes contra Norteamérica (NOAM) y
Suramérica (SOAM). Mientras tanto esta se encontraba atrapada hacia el oeste por la
subducción del Pacifico, durante la formación del Istmo de América Central; y hacia el
este por el sistema de arcos de islas de las Aves – las Antillas Menores (Figura 3.12).
Como resultado, ambos márgenes del Caribe, tanto norte como sur corresponden a
amplias zonas de cizalla; donde, desde el Cretácico Tardío el fallamiento a gran escala
favoreció a la dispersión hacia el este y al levantamiento tectónico (Giunta et al., 2006).

Durante este evento colisional las cuencas antepaís, arcos de islas y piggyback
que se encontraban en los bordes deformantes entre placas fueron rellenadas con
sedimentos clásticos y vulcano-clásticos. En particular los márgenes continentales de
Norteamérica y Suramérica evolucionaron a cinturones de sobrecorrimiento (Giunta et
al., 2002, 2003).
45

Desde el Cretácico Tardío la continua deriva continental de las dos Américas


resultan el aumento de la invasión de la placa Caribe, realzando o la flexura de el arco
de las Antillas menores, o el proceso colisional a través de los eventos transpresivos al
norte y al sur. Esto llevo a una geometría de bordes de placas substancialmente similar
a la configuración del presente, donde las zonas de cizalla dextral y sinestral
permitieron el desmembramiento y dispersión gradual de los terrenos del eo-Caribe a lo
largo de fallas regionales (por ejemplo el sistema de fallas venezolano Oca, San
Sebastián, Boconó, La Victoria y El Pilar).

La continua convergencia entre las dos Américas generó nuevos prismas de


acreción a lo largo de los bordes internos de la placa de Caribe, la cual
progresivamente involucró porciones de la corteza de la cuenca de Colombia y
Venezuela. Al mismo tiempo la placa continuaba migrando lentamente hacia el este
sobre la litosfera Atlántica desarrollando el sistema da arcos de islas de las Antillas
Menores y el prisma de acreción de Barbados.

Tanto el modelo de evolución “in situ” propuesto por Meschede y Frisch (1998),
Giunta et al. (2006); como el modelo de transporte tectónico de fragmentos existentes
desde el dominio pacifico y/o el Atlántico propuesto por Pindell y Barnet (1990), Pindell
(1994); al igual que la teoría intermedia propuesta por Pindell y Kennan (2001) no han
logrado solventar la incógnita sobre la evolución de la placa Caribeña, por lo tanto,
todas estas propuestas requieren de mayor adquisición de datos multidisciplinarios y de
la integración cuidadosa de estos a escala regional para poder lograr un avance
significativo en la reconstrucción de la geodinámica del Caribe desde sus orígenes
hasta los procesos colisiónales.
46

Figura 3.12. Evento Colisional. Cretácico tardío-Presente.


Sección de los cinturones colisionales del peri-Caribe. Ver leyenda general del modelo de evolución
cinemática. Tomado de Giunta et al. (2006).
47

3.2 Geología y Tectónica Local

3.2.1 Evolución Geodinámica del Noreste de Venezuela


La evolución geodinámica del norte de Venezuela, ha sido explicada por
numerosos autores; la mayoría de ellos coinciden en que al menos cuatro fases se
pueden distinguir en la geodinámica norte de Venezuela (Parnaud et al., 1995; CEPET,
1989; Aymard et al., 1990; Di Croce et al., 1999)

Pre-apertura Continental: Megasecuencia desarrollada antes de extensión, que


tuvo lugar durante el Paleozoico. Los litotipos son rocas sedimentarias,
metasedimentarias y metaígneas de edades Precámbrico y Paleozoico (Feo Codecido
et al., 1984) (Figura 3.13). En el norte de Anzoátegui, dentro del Graben de Espino, se
correlaciona con las Formaciones Hato Viejo y Carrizal de la subcuenca de Guárico que
fueron depositadas en ambientes costero y nerítico respectivamente. La secuencia llega
a espesores de 3000-5000 m.

Apertura Continental: La expansión que afectó el margen norte de Suramérica


era parte de la apertura del Atlántico Norte Central, cuando América del Norte fue
separada de Godwana. Se desarrolló entre el Jurásico tardío a Cretácico temprano
(Mcdonald y Opdyke, 1974; Feo Codecido et al., 1984; Moticska, 1985) (Figura 3.13).
Esta secuencia se encuentra confinada a lo largo del Graben de Espino, comprendida
entre las falla de Guama-Sabán, al norte, y la falla de Anaco, al sur. Tiene asociada la
formación La Quinta (ambiente continental) ubicada en la parte occidental de la cuenca
(Hedberg, 1950; Barton, 1986).

Margen Pasivo: Esta megasecuencia se formó entre el Cretácico y Paleógeno


en tres fases transgresivas que se desarrollaron de norte a sur (Figura 3.13). Durante
este período, el margen norte de Suramérica subsidió lo suficiente como para permitir la
48

acumulación de tres a cuatro kilómetros de rocas predominantemente marino-clásticas


(Feo Codecido et al., 1984).

Varias formaciones de la cuenca Oriental de Venezuela indican las distintas


fases transgresivas. La primera fase transgresiva se asocia a la arena basal de la
Formación Barranquín, las formaciones Querecual (roca madre) y San Antonio también
se depositaron durante este período. La segunda fase está representada por la
Formación San Juan después de la regresión del Maastrichtiense. La transgresión final
se desarrolló durante el Oligoceno y su comienzo se asocia a la arena basal de la
Formación Merecure (Feo Codecido et al., 1984).

Cuenca Antepaís: La secuencia de Margen Pasivo termina en el Oligoceno con


la colisión oblicua de la placa Caribe y la placa Sudamericana (Figura 3.13). Esta
colisión se desarrolló de oeste a este desde el Oligoceno hasta el Mioceno generando
el cinturón de sobrecorrimiento de la Cordillera de la Costa, la cuenca antepaís de
Guárico, en la zona central; y el cinturón de sobrecorrimiento de la Serranía del Interior
y la cuenca antepaís de, hacia el este de Venezuela.
La figura 3.13 presenta una tabla resumen de la historia tectónica, junto con la
estratigrafía regional asociada cada fase de la geodinámica registrada al Noreste de
Venezuela.

3.2.2 Estructuras Geomorfológicas del Noreste de Venezuela

Las principales estructuras tectónicas y geológicas de interés que se encuentran


en esta zona son la Sub-cuenca Tuy-Cariaco, la Fosa de Cariaco, el cinturón de
sobrecorrimiento de la Cordillera de la Costa, el Arco del Baúl, la cuenca Oriental de
Venezuela dividida en la Sub-cuenca de Guárico y la Sub-cuenca de Maturín entre las
cuales se ubica el Graben de Espino, el cinturón de sobrecorrimiento de la Serranía del
Interior, y el escudo de Guayana (Figura 3.14).

Sub-cuenca Tuy-Cariaco: Limitada al norte por la falla lateral dextral de


Margarita y al sur por el sistema de falla transtensional de La Tortuga-Coche, de edad
Neógeno. Esta Subcuenca se desarrolló principalmente durante el Plioceno y
49

Pleistoceno (Figura 3.15), posee una espesa secuencia de sedimentos


(aproximadamente 3500 m de espesor) El basamento de está compuesto por rocas
volcánicas y subvolcánicas y calizas plataformales; y las secuencias más someras
están compuestas por areniscas de grano fino, conglomerados, lutitas, y limolitas
(Ysaccis, 1997).

Figura 3.13. Cuadro Crono estratigráfico del Este de Venezuela.


SB: Límite de Secuencia; MFS: Superficie de Máxima Inundación, c: continental; n: nerítico; b: batial.
Modificado de Jácome et al. (2003).
50

Figura 3.14. Mapa tectónico del Noreste de Venezuela.


CCTB: Cinturón sobrecorrido de la Cordillera de la Costa; CTTB: Cinturón sobrecorrido de Caucagua-El
Tinaco; UF: Falla de Urica; EPF: Falla El Pilar; SFF: Falla de San Francisco. Modificado de Jácome et al.
(2003).

La Fosa de Cariaco: Es una depresión transtensional asociada a la falla


transcurrente dextral de El Pilar. La fosa limita al norte con la Ensenada de Barcelona y
al sur con el Alto de La Tortuga con una orientación Este-Oeste y profundidades
aproximadas de 1350 m. Schubert (1982) interpreta la Fosa de Cariaco como una
cuenca pull-apart, con un relleno sedimentario de aproximadamente 4100 m de espesor
conformado por rocas sedimentarias de edad Plio-Pleistoceno (Figura 3.14).

Cinturón de la Cordillera de la Costa: Es un cinturón de sobrecorrimiento que


se formó durante la colisión de la placa del Caribe con la parte el norte-centro de
Venezuela en el Eoceno Medio, emplazando así la Cordillera de la Costa. Limitado al
norte con la Falla de El Pilar y al sur con el cinturón de Caucagua-El Tianco (Figura
3.14). La carga tectónica originada con el sobrecorrimiento, flexionó la litósfera,
formando la sub-cuenca de Guárico. Formada por diferentes provincias geológicas, del
51

Jurásico al Cretácico; la Corteza Inferior y Manto Superior formados con rocas


ultramáficas, secuencias vulcano-sedimentarias y rocas basálticas a riolíticas. Cretácico
tardío a Paleógeno (Figura 3.15) con sedimentos molásicos y secuencias de flysh
(Schmitz el al., 2008).

La Cuenca Oriental de Venezuela: Esta cuenca posee una extensión


aproximada de 800 km en sentido oeste-este, una anchura promedio de 200 km de
norte a sur y un área total aproximada de 165000 km2 abarcando los estados Guárico,
Anzoátegui, Monagas, Territorio Delta Amacuro y una extensión menor en el Estado
Sucre (Figura 3.14). Está limitada estructuralmente por el Cratón de Guayana hacia el
sur, la Serranía del Interior Central y Oriental hacia el norte y por el levantamiento de El
Baúl hacia el oeste (González de Juana et al., 1980). La cuenca Oriental se subdivide
en las sub-cuencas de Guárico y Maturín, entre las cuales se ubica el Graben de
Espino.

La Sub-cuenca de Guárico: Se ubica al oeste de la cuenca Oriental de


Venezuela en el Estado Guárico y parte norte del Estado Anzoátegui. Está limitada al
norte por el corrimiento frontal de la Serranía del Interior, al este por el corrimiento de
Anaco y proyección de la falla de Altamira, al oeste por el Arco de El Baúl y al Sur por el
escudo de Guayana (González de Juana et al., 1980). Con 5 km de sedimentos del
Eocenos-Oligoceno al oeste y 7 km al este (Schmitz el al., 2008) (Figura 3.15)

El Graben de Espino: Es una de las futuras zonas de explotación petrolea,


situado en la sub-cuenca de Guárico al este de Venezuela. Se formó durante la fase de
apertura del Atlántico, y está cubierto por sin-sedimentos probablemente del Jurásico
que suprayacen sobre la secuencia de Pre-apertura del Paleozoico (Salazar 2006).

El Arco del Baúl: Formado por rocas ígneas intrusivas Paleozoicas. Con sólo 20
km de ancho y 512 metros de alto, el Baúl divide a los llanos en dos cuencas, la de
Barinas-Apure o Llanos Occidentales y la de Venezuela o Llanos Centrales (González
de Juana et al., 1980).
52

La Sub-cuenca de Maturín: Se extiende desde el frente de deformación al norte


hasta el Río Orinoco al sur (Figura 3.14); limitada al oeste por la sub-cuenca de Guárico
y el este por el océano Atlántico. Está rellena con 8-12 km de sedimentos sinorogénicos
del Mioceno-Pleistoceno (Figura 3.15) que van de ambientes marino profundos a
costeros con facies continentales. Los sedimentos de esta cuenca provienen del
escudo al sur, de la Serranía del Interior al norte y al oeste del Arco del Baúl (Jácome et
al., 2003). La subsidencia continental entre el escudo de Guayana al sur y la falla de El
Pilar al norte, donde se encuentra la cuenca antepaís, surge en como resultado de dos
componentes: 1- la carga continental generada por el sobrecorrimiento del cinturón de
la Serranía del Interior el cual presenta un acortamiento que decrece de este (96 km) a
oeste (76 km); y 2- la subducción parcial del manto de la placa de Suramericana. Estos
dos componentes generan un aporte a la subsidancia de la cuenca en un 55% y 45%
respectivamente (Jácome et al., 2003).

El Cinturón de la Serranía del Interior: Corresponde al plegamiento antepaís


de la cadena Caribeña (González de Juana et al., 1980). La Serranía del Interior
presenta una vergencia de los pliegues que conforman la cadena montañosa de norte
70 este. Está limitada por cuatros rasgos tectónicos principales: hacia el norte la falla
dextral rumbo deslizante de El Pilar, al sur el frente de deformación (Figura 3.14), al
este y oeste las fallas rumbo deslizantes de Los Bajos y San Francisco,
respectivamente. Está compuesto por rocas del Terciario depositadas en un margen
pasivo, Oligoceno-Presente en el límite interplaca Caribe-Suramérica (Schmitz el al.,
2008).

El Escudo de Guayana: Se extiende al sur del río Orinoco hasta las fronteras de
Guyana al este y Brasil y Colombia de sureste a suroeste (Figura 3.14). Aflora una
corteza continental siálica predominantemente compuesta por rocas meta-
sedimentarias y meta-ígneas a facies de anfibolita y granulita que han sido
intrusionados por granitos. Las edades reportadas para estas rocas varían de 3600 a
800 Ma. (Schmitz el al., 2008). Ver figuras 3.13 y 3.15.
53

Figura 3.15. Mapa de edades geológicas que afloran al este de Venezuela. Modificado de
http://www.ig.utexas.edu/bolivar/summary/BOLIVAR_11_tectonics.bmp

3.2.3 Teorías Sobre la Geotectónica Actual al Noreste de Venezuela.

La zona del Caribe y Suramérica es el resultado de una compleja interacción


entre placas, que empezó desde el Mesozoico y continua activa en el presente. En este
límite inter-placa operan simultáneamente procesos litosféricos extensivos y
compresivos que aún no se encuentran completamente comprendidos. Sin embargo,
con certeza se conocen en la zona las siguientes características tectónicas.

El límite de placas actual consiste en una serie de cinturones alóctonos con


tendencia E-O que incluyen: los arcos de las Antillas, los cinturones metamórficos del
Sistema Montañoso del Caribe, y el cinturón de sobrecorrimiento antepaís de la
Serranía del Interior. Todos estos procesos tectónicos empezaron al ocurrir en el
Eoceno al oeste del Caribe migrando hacia el este a lo largo del tiempo. Actualmente la
placa del Caribe aún se encuentra moviéndose hacia el este con respecto a
Suramérica.
54

Las tomografías telesísmicas y los patrones sísmicos muestran que la placa del
Caribe esta obduciendo sobre la placa oceánica de Suramérica (Jácome et al. 2003),
empezando al este del golfo de Paria incluyendo toda la zona de acreción del prisma de
Barbados. Proceso que originó el arco de islas de las Antillas Menores.

El norte de Venezuela se caracteriza por ser una zona de transpresión lateral


dextral que viene dada por un sistema de fallas que va desde el golfo de Paria hasta
Colombia (El Pilar, San Sebastián, Boconó, son entre otras las fallas que se
encuentran) conectando la obducción este de las Antillas Menores, con la subducción
de la placa Caribe al oeste (Figura 3.16).

En lo siguiente se hará una breve referencia de algunas de las propuestas


tectónicas que existen para explicar la compleja evolución e interacción actual en el
noreste de Venezuela:

Figura 3.16. Sección regional NNO – SSE. Cuenca oriental de Venezuela. Modificado de Duerto &
McClay (2002).

¾ Según el proyecto “Crust Mantle Interactions During Continental Growth and High
Pressure Rock Exhumation at an Oblique Arc Continent Collision Zone: SE Caribbean
Margin”; iniciado por la universidad de Rice en abril del 2001 y culminado en julio del
2007; la placa del Caribe subduce bajo la palca continental de Suramérica (Figura
3.17). Inicialmente el cratón de Suramérica sufrió un estiramiento durante la fase de
55

apertura del Jurásico y subsecuentemente fue subducido por debajo del arco de islas
de las Antillas de Sotavento (Figura 3.18 A), pero durante el Mioceno ocurrió un cambio
en la polaridad de la subducción, y desde entonces la litósfera del Caribe ha estado
subduciendo hacia el sur (Figura 3.18 B, C); en una zona de cizallamientos y colisión
oblicua con sobrecorrimientos y fallas rumbo-deslizantes laterales dextrales. En la figura
esquemática 3.18 Se puede observar que todo el cinturón orogénico se desarrolló
según este proyecto sobre una zona de despegue cortical
(http://earthscience.rice.edu/research)

¾ Jácome et al. (2003) explica como, a raíz de varios modelos planteados,


variando la profundidad de la superficie de despegue, las densidades y los efectos del
acortamiento del corrimiento del cinturón sobre el antepaís; muestran que estos son
elementos insuficientes para haber causado la flexura continental (~10km) que se
observa en las líneas sísmicas sobre la cuenca de Maturín. Como consecuencia ella
plantea que la subsidencia actual en la cuenca antepaís se debió a 2 componentes: en
un 55% al peso ocasionado por el cinturón orogénico sobrecorrido; y un 45% se deriva
de la subducción continental. El modelo que mejor explica la geometría actual del
noreste de Venezuela según Jácome et al. (2003) consiste en una zona de
deformación y cizalla pura de la corteza, junto con una zona de subducción y cizalla
simple del manto suramericano el cual se separa parcialmente de la corteza a los 40 ó
100 km de profundidad para ser subducido debajo de la corteza oceánica del Caribe
(Figura 3.19). Además menciona que la sub-cuenca de Maturín se encuentra ubicada
cerca de la zona de subducción de las Antillas Menores. Datos sismológicos y
tomográficos indican que el este de Venezuela se ve afectado por la subducción oblicua
de la placa Suramericana y la placa Caribe. (Figura 3.20).
56

Figura 3.17. Diagrama ilustrativo de la geometría actual de los bloques subyacentes en el Sur y Este del Caribe.
Tomado de http://earthscience.rice.edu/research

Figura 3.18. Modelo tectónico al noreste de Venezuela propuesto por la universidad de Rise
Secuencia esquemática de una sección a lo largo de la longitud 64º O. Tomado de
http://earthscience.rice.edu/research
57

A-

B-
Figura 3.19. Modelos tectónico del noreste de Venezuela preferidos por Jácome et al. (2003)
A- Ilustración preferida para subducción. Deformación de cizalla pura en la corteza suramericana y
deformación de cizalla simple en el manto Caribe suramericano, como continuación de la zona de
58

subducción de las Antillas menores. B- Modelo preferido para la carga generada del sobrecorrimiento.
PMT: Espesor del margen pasivo.

Figura 3.20. Secciones verticales con los niveles de sismicidad en Venezuela nororiental y costa afuera.
Las secciones c y d muestran la subducción de porciones oceánicas y continentales de la placa
Suramericana bajo la placa del Caribe. Las secciones e y f no muestran evidencia clara de la subducción.
Modificado de Jácome et a l. (2003).

¾ Según Pindell et al. (2005) la historia reciente del límite Caribe -Suramérica
(15 Ma) inicia durante el Mioceno, cuando la placa Caribe migra desde el oeste hacia el
este al norte de Venezuela, enterrando a su paso el límite norte del basamento
continental de Suramérica, y de este modo direccionando hacia el sureste el
sobrecorrimiento de Venezuela (Serranía del Interior Oriental). La continua
convergencia entre Norte y Suramérica ha resaltado el acuñamiento aparente de
Suramérica entre las placas Caribe y Proto-Caribe. El vulcanismo en el Caribe se
confina a aquellas zonas donde existe un acuñamiento significativo, encima del proto
Caribe subducido. y por ende, probablemente el vulcanismo ha ido apagándose
diacrónicamente de oeste a este durante la colisión oblicua Caribe-Suramérica (Figura
3.21)
59

x
x

x x
Suramérica
acuñándose

Figura 3.21. Interpretación N-S de tomografías sísmicas de perfiles por Van Der Hilst (1990).
Suramérica sobrecorre por debajo de la placa del Caribe, en la zona de la fosa de cariaco y la falla de
urica, es la posición donde el Caribe es transferido por debajo de Suramérica. (Pindell, comunicación
personal 2007)
Capítulo 4 RESULTADOS Y ANÁLISIS

4.1 Mapa de Anomalía de Bouguer


Los datos de anomalía de Bouguer y relieve fueron proporcionados por el
profesor Víctor Graterol, a partir de ellos se realizaron los mapas de Anomalía
gravimétrica y topografía (Figura 1.1), respectivamente. En la figura 4.1 se puede
observar ciertas coincidencias entre el relieve y la gravedad.
Al noroeste del mapa de Bouguer, en la placa Caribe, se presenta la anomalía
más positiva de 225 mGal, justo donde inicia la profundización del piso oceánico (-5 km)
en la cuenca de Venezuela. Este alto se puede correlacionar con el plateau basáltico-
oceánico de edad Cretácico Medio que se encuentra en dicha cuenca.
Los menores valores de anomalía se registran hacia el centro-sur del mapa. En
la zona de la cuenca de La Blanquilla se observa un bajo de 0 mGal entre dos altos de
aproximadamente 90 mGal; comportamiento similar al observado en los alrededores de
la fosa de Cariaco. En el antepaís, con formaciones sedimentarias de edad Cenozoico,
presenta anomalías desde -25 a -200 mGal. Y al sureste del mapa, en el cratón de
Guayana, con valores alrededor de los -25 mGal.
El mapa muestra un incremento de la amplitud negativa de la anomalía de oeste
a este el cual se acentúa en la sub-cuenca de Maturín con -200 mGal, uno de los
valores más bajos del mundo asociado a cuencas sedimentarias (Jácome et al., 2003).
De manera armónica, Jácome et al (2003) en su artículo describe, a través de las
secciones sísmicas de la zona, como el espesor sedimentario también aumenta de
oeste (~7 km) a este (~10 km)
Es importante mencionar que el aporte gravimétrico ocasionado por la topografía
sobre ambos perfiles no fue tomado en cuenta ya que las alturas máximas alcanzan 1
km lo cual genera un aporte gravimétrico despreciable en relación a los 70 km corticales
modelados en esta investigación.

60
61

Mar Caribe
↑N
BOL28-64W

Serranía del Interior

Cuenca de
Maturín

BOL20-65W

Escudo de
Guayana Mar Caribe

BOL28-64W

Serranía del Interior

Figura 4.1. Mapa de anomalía de Bouguer


Cuenca de
Ubicación de BOL20 y BOL28 Maturín
BOL20-65W
A la Izquierda en pequeño: mapa referencial
de topografía. La ubicación en latitud y
longitud es igual al mapa de anomalía de Escudo de
Guayana
Bouguer contiguo
62

4.2 Relación Densidad-Velocidad

La principal condición para la interpretación conjunta de datos provenientes de


sísmica de refracción de ángulo alto es a través de una relación empírica (Birch, 1961)
establecida ya para la década de los 60.

Extrayendo las velocidades sísmicas de refracción de Schmitz et al. (2008)


(Figura 1.5 y Figura 1.6) para los estratos del subsuelo involucrados en los perfiles
presentados en esta investigación; se procedió a encontrar la relación densidad-
velocidad de onda P (Vp) que mejor se ajustara a la anomalía exhibida en ambos
transectos. Para ello se utilizó como apoyo los estudios realizados por Potter y Stewart
(1998) y Kozlovskaya et al. (2004) cuyas relaciones presentadas en sus artículos,
están basadas en aquella establecida en los años 60; como se mencionó
anteriormente.

Para lograr una estimación acertada sobre las densidades de los estratos
sedimentarios más someros de bajas velocidades, se recurrió a las gráficas propuestas
por Potter y Stewart (1998)7 (Figura 4.2).

Figura 4.2. Densidad versus velocidad de de onda P (escala log-log).


Relación empírica. Las densidades asociadas a los cuerpos identificados en ambos perfiles son:
sedimentos someros; columna de sedimentos consolidados. Tomado de Potter y Stewart (1998)

7
Publicadas en el artículo: “Density Predictions Using Vp and Vs Sonic Logs”
63

En la gráfica anterior (Figura 4.2) se observa que para las velocidades


comprendidas entre 3 y 4,5 km/s el rango de densidades va de aproximadamente 2,3 a
2,6 g/cm3 para rocas arenosas y arcillosas lo cual coincide con la estratigrafía de las
principales formaciones de la zona.

Para la aproximación de la densidad de los estratos litosféricos más profundos


con metamorfismo profundo o de origen ígneo, se usaron las relaciones de velocidad-
densidad propuestas por Kozlovskaya et al. (2004) (Figura 4.3). De dichas graficas se
obtuvo: para las capas cuyas velocidades van de 4,8 a 5,6 km/s la densidad asociada
se encuentra alrededor de 2,6 g/ cm3. Los estratos cuya velocidad va de 6,2 a 6,9 km/s
se corresponden con densidades cercanas a 2,7 y 2,9 g/cm3. Finalmente las
velocidades de la corteza inferior y manto; 7 - 8,1 km/s; se asociaron a densidades de
2,9 a 3,4 g/cm3.

Figura 4.3. Relaciones entre densidad y velocidades sísmicas VP.


Para rocas metamórficas e ígneas. Las densidades asociadas para cada capa se identifican como:
Metasedimentos; Coteza Superior; Corteza Inferior; Manto. La gráfica de la derecha muestra una
asociación con tipos de rocas posibles. Tomado de Kozlovskaya et al. (2004).

Una vez establecidas las relaciones ρ8 - Vp de interés, se retomó el modelo


gravimétrico de densidades propuesto por Schmitz et al. (2005), mostrado en el

8
Densidad
64

Capítulo 1 (Figura 1.3), para reducir el rango de densidades mencionado anteriormente.


Se procedió a realizar un promedio por capas, y de este modo se obtuvo un menor
rango de densidades posibles para cada una de las capas tomadas en este estudio.
Estos valores obtenidos estuvieron sujetos a pequeñas variaciones, de acuerdo a la
respuesta gravimétrica obtenida en cada caso (respetando los rangos pre-establecidos)
La siguiente tabla 1 muestra las densidades finales tomadas para el cálculo de la
gravedad sobre ambas secciones, con respecto a sus velocidades de refracción

Capa Velocidad (Vp) km/seg Densidad (ρ ) Kg/m3


Sedimentos 2,3 - 3,4 2450 - 2500
Metasedimentos 3,9 - 4,9 2650
Corteza Superior 5,1 - 6,2 2800
Corteza Inferior 6,4 - 7,2 2900 - 3000
Manto 8,1 3300

Tabla 1. Densidades asociadas por capas. Para las secciones BOL20-65ºW y BOL28-64ºW. Los colores
están asociados a las estrellas de las figuras 4.2 y 4.3.

4.3 Modelado de los Perfiles BOL20-65ºW y BOL28- 64ºW

Una vez extraída la batimetría, y la anomalía gravimétrica para cada perfil, a


través del programa GMT9; y obtenidos los valores de densidades posibles para ambos
arreglos corticales; se procedió a realizar la interpretación gravimétrica y el cálculo de la
anomalía de Bouguer haciendo uso del programa Xgrav10.

4.3.1 Perfil BOL20 – 65º W

Con los valores de densidades obtenidos como se mencionó anteriormente, se


calculó la respuesta gravimétrica para el modelo cortical inicial propuesto por la sísmica
de refracción (Schmitz et al., 2008). A continuación se muestra la respuesta
gravimétrica que se produjo a lo largo de la longitud 65º O. A este arregló no se le
realizó ninguna modificación (Figura 4.4).

9
Generic Mapping Tool (http://gmt.soest.hawaii.edu/)
10
Programa de fuente abierta: Xgrav-interactive Gravity Modeling software
(http://gretchen.geo.rpi.edu/roecker/manuals/Xgrav/Xgrav.html)
NW SE
Anomalía de Bouguer (mGal.)
50

-50

Anomalía Calculada
-100
Anomalía Observada

60 160 260 360 460 560

11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Mar Caribe Suramérica Cuenca Oriental Río Orinoco Escudo de Guayana
Profundidad (Km)

Venezuela Pcrv C ET L CP
SM
2450
Metasedimentos 2650
-10 Corteza Superior 2800

-30 Corteza Inferior 2900


Manto 3300
-50
60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.4. Modelo 1-1 propuesto por la sísmica para el perfil BOL20-65ºW
Las iniciales representan las estaciones símicas. Pcrur: Puerto la Cruz; SM: Sn Mateo; C: Cantaura; ET: El Tigre; L: Limo; CP: Ciudad Piar. Las líneas turquesa representan los
reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los modelos. Las líneas magenta muestran los reflectores sísmicos que no se mantuvieron en todos los modelos.

65
66

En la primera mitad del perfil hacia el norte, con un espesor cortical de 30 km, se
muestran en concordancia la anomalía observada con la calculada. Mientras que en la
segunda mitad del transecto 65º O hacia el sur, con más de 45 km de espesor de
corteza, la respuesta gravimétrica obtenida está en desacuerdo con la gravedad
observada por una diferencia aproximada de 92 mGal. Sin embargo se puede decir que
a grandes rasgos las tendencias regionales a lo largo del perfil son similares (Figura
4.4).

Partiendo del modelo 1-1 y a manera de no perder el aporte estructural generado


al introducir la gravimetría, ciertos cambios fueron introducidos sobre la geometría
cortical inicial, principalmente en aquellas zonas inter-capas que no se encontraban
bien iluminadas por la sísmica.

Se inició la interpretación ajustando la estructura y geometría de la corteza. Los


cambios se presentan en su mayoría en la Corteza Inferior, donde a partir de los 30 km
de profundidad y 260 km de distancia se introducen dos cuerpos de alta densidad (3100
Kg/m3). Más adelante a los 380 km de distancia se modeló un aumento abrupto del
buzamiento en la interfaz Corteza Superior- Corteza Inferior (Figura 4.5). En esta
primera interpretación el espesor total de la corteza no fue variado de su valor inicial
(Figura 4.4).

De esta modo se tiene que; para BOL 20 - 65º W, como primera propuesta
geométrica, para compensar el exceso de masa encontrado por la anomalía de
Bouguer observada; un modelo con una corteza Inferior estratificada. Esta
configuración a niveles de corteza inferior puede ser explicada mediante un fenómeno
de duplicación del Moho, a causa de un arrastre de material cortical de la placa
Suramericana, desencadenado por la subducción del manto litosférico bajo la placa del
Caribe (Passalacqua et al., 1995; Jácome et al., 2003).
NW SE
Anomalía de Bouguer (mGal.)

50

Anomalía Calculada
-50
Anomalía Observada

60 160 260 360 460 560

11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Mar Caribe Suramérica Cuenca Oriental Río Orinoco Escudo de Guayana
Profundidad (Km)

Venezuela
Pcrv SM C ET L CP
2450
-10 Metasedimentos 2650
Corteza Superior 2800
2920 Corteza Inferior
-30 3100
Manto 3300 3100
2960
-50
60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.5. Modelo 1-2 para el perfil BOL20-65ºW
Las iniciales representan las estaciones símicas. Ver Figura 4.4. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los
modelos. Las líneas magenta muestran los reflectores sísmicos que no se mantuvieron en todos los modelos.

67
68

El segundo modelo para esta línea se generó partiendo del modelo 1-2 (Figura
4.5), pero en este caso se introdujeron las variantes presentadas por Niu et al. (2007)
para la profundidad de Moho en la sección BOL20-65ºW. De igual manera se
interpretaron las capas sedimentarias y los espesores corticales respetando los puntos
donde la sísmica de refracción presentaba una buena resolución (Figura 4.6).

En la siguiente tabla 2 se muestra las estaciones sísmicas tomadas de Niu et al.


(2007), de donde fueron obtenidos los datos de Moho y las redes a las cuales
pertenece cada una de ellas. Estas se presentan de norte a sur en el orden en que
aparecen en el perfil (modelo 1-3) y los colores corresponden a los presentados en la
figura 4.6.

Red Estación Dist./Perfil 65W Prof. Moho. (km)


Funvisis PCRV 197.703367 31.4
PASSCAL SRPC 268.440367 49.2
PASSCAL CMPC 482.327367 38.5
PASSCAL PRPC 403.426367 40

Tabla 2. Estaciones sísmicas y profundidades de Mohorovicic para el transecto 65º W. Los colores
asociados a las redes sísmicas que se encuentran a lo largo del modelo 1-3. Modificado de Niu et al.
(2007).

La figura 4.6 muestra como después los 260 km de distancia, Niu et al. (2007)
proponen una fuerte profundización del tope del manto, incluso en algunas zonas por
debajo de los 50 km de profundidad. Hacia el sur de la línea BOL 20 – 65º W cercano a
los 400 km de distancia se inicia una somerización de dicha discontinuidad la cual se
estabiliza a 40 km de profundidad, pasados los 480 km de distancia. Esta disminución
en la profundidad de Moho genera un aumento positivo de la amplitud de Bouguer lo
que produjo para este modelo una disminución del buzamiento abrupto (interfaz
Corteza Superior-Corteza Inferior) introducido en el modelo 1-2 (Figura 4.5) hacia la
zona del cratón estable de Suramérica Figura 4.6). En este arreglo basado en la
propuesta de Niu et al. (2007) se mantuvo la configuración de Corteza Inferior con
varios niveles.
NW SE
Anomalía de Bouger (mGal)
50

-50
Anomalía Calculada
Anomalía Observada
-100

60 160 260 360 460 560

11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Mar Caribe Suramérica Cuenca Oriental Río Orinoco Escudo de Guayana
Profundidad (Km)

Venezuela
Pcrv SM C ET L CP
2450
-10 Metasedimentos 2650 Corteza Superior
2800
Corteza Inferior 2920
-30
3100
Manto 3300 3100
2960
-50
60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.6. Modelo 1-3 para el perfil BOL20-65ºO. Basado en Niu et al. (2007).
Las iniciales representan las estaciones símicas. Ver Figura 4.4. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los
modelos. Los triángulos representan las redes sísmicas donde se donde de se tomaron datos: Funvisis; PASSCAL

69
70

De manera comparativa se puede observar que en el modelo 1-3 se mantienen


los controles sísmicos de las capas exceptuando los del tope del Manto.

4.3.2 Perfil BOL28 – 64ºW


Para el modelado de la línea sísmica BOL 28 – 64º W, se realizó un alargamiento
de la longitud del perfil sísmico inicial (Schmitz et al., 2007) hasta el escudo de
Guayana (7º N). De esta manera se pudo realizar una interpretación comparativa del
efecto observado en la anomalía de Bouguer hacia el sureste de Venezuela en ambos
perfiles. El transecto 64º W original tiene solo 300 km de distancia, hasta Pericoco (~9º
N) (Figura 1.4 y Figura 1.6), incluso antes de alcanzar al Río Orinoco, mientras que la
línea tomada para esta investigación llega hasta la zona del embase del Guri (Figura
1.1).

Se infirió un modelo geométrico de la corteza después de los 300 km de


distancia, tomando como referencia dos factores: 1- las secciones sísmicas (Figura 4.7)
obtenidas de Jácome et al. (2003)11; y 2- la geometría cortical observada hacia el sur
del transecto BOL20-65ºW en la sísmica de ángulo alto (Schmitz et al., 2007), la cual a
su vez refleja consistencia con las secciones de Jácome. Dichas secciones (Figura 4.7)
muestran como las secuencias sedimentarias del margen pasivo y activo (Cretácico-
Plioceno), se encuentran superpuestas sobre el basamento cristalino, y se acuñan al
sur; hacia el Río Orinoco (Jácome et al., 2003). Tal como ocurre en la línea 65º W y
como se toma a continuación para los modelos procedentes de la línea 64º W.

En la figura 4.8 la anomalía observada muestra de igual manera que a partir de


los 230 km, posiblemente exista un exceso de masa en la litosfera de la zona, el cual no
se encuentra en los 60 km de corteza del modelo de Schmitz et al., (2007). Además
sumado a esta marcada diferencia al sur, se tiene que, hacia el norte, el espesor
cortical de 28 km pautado por el modelo de sísmica de refracción, desacuerda con el
observado por la gravimetría por ~90mGal.

11
Tomado del artículo “Tectono-stratigraphic Evolution of the Maturín Foreland Basin: Eastern Venezuela”
71

Por consiguiente, conservando las zonas de control de la sísmica, se procedió a


interpretar las capas de la corteza expuestas en el modelo 2-1; anteriormente como
continuas y paralelas en el extremo norte y el extremo sur a partir de los 300 km; a lo
largo de la longitud 64º O (Figura 4.8). En el modelo 2-2 hacia el norte el espesor de las
capas de sedimentos se disminuyo a 8 km y el tope del manto se elevó a 23 km. A los
320 km de distancia las capas de sedimentos inician a hacerse más someras hasta
desaparecer por completo a los 400 km de distancia. (Figura 4.9).

Figura 4.7. Transectos sísmicos regionales convertidos a profundidad.


(1) Transecto 1, (3) transecto 3, and (5) transecto 5. La línea solida es el tope del Mioceno medio; línea
cortada es el tope del Mioceno superior; línea punteada es el tope del Plioceno. MFTB, Cinturón de
sobrecorrimiento antepaís de Monagas. El mapa de ubicación muestra las secciones sísmicas usadas.
Tomado de Jácome et al., (2003).

Para este arreglo se consideró también la propuesta de Corteza Inferior


estratificada como consecuencia de la subducción parcial del manto de la placa
Suramérica bajo la placa Caribe, al igual que en el modelo 1-2; salvo que esta línea
encontró un mejor ajuste al introducir un solo cuerpo de alta densidad (3100 Kg/m3) a
los 30 km de profundidad.
NW SE

100
Anomalía de Bouguer (mGal)

-100

-200
Anomalía Calculada
-300 Anomalía Observada

-140 -40 60 160 260 360 460 560

13°N 12°N 11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Cuenca la Suramerica Cuenca de Maturin


Profundidad (Km)

Mar Caribe Rio Orinoco Escudo de Guayana


Granada Blanquilla Cruv J P
0
2500 2650 Metasedimentos
2900 Corteza Superior 2800
-35
Manto Corteza Inferior
3300
-70
-140 -40 60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.8. Modelo 2-1 propuesto por la sísmica para el perfil BOL28-64ºW, extendido a partir de los 300 km al sur.
Las iniciales representan las estaciones símicas. J: Jusepín; P: Periococo; Cruv: Carúpano. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se
mantuvieron en todos los modelos. Las líneas magenta muestran los reflectores sísmicos que no se mantuvieron en todos los modelos.
72
NW SE

100
Anomalia de Bouger (mGal)

-100
Anomalía Calculada
Anomalía Observada
-200

-140 -40 60 160 260 360 460 560

13°N 12°N 11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Cuenca la Cuenca de Maturin


Profundidad (Km)

Granada
Mar Caribe Suramerica Río Orinoco Escudo de Guayana
Blanquilla Cruv P
J
0 2450
Metasedimentos 2650
2920 2800 Corteza Superior Corteza Inferior
-35 3100
Manto 2960
3300
-70
-140 -40 60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.9. Modelo 2-2 para el perfil BOL28-64ºW
Las iniciales representan las estaciones símicas. J: Jusepín; P: Periococo; Cruv: Carúpano. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se
mantuvieron en todos los modelos. Las líneas magenta muestran los reflectores sísmicos que no se mantuvieron en todos los modelos.

73
74

A pesar de incluir estos fuertes cambios, la diferencia entre las anomalías


después de los 240 km de distancia continuó siendo marcada (~120 mGal). Sin
embargo, pasado el Río Orinoco ambas curvas se concilian, debido a que se interpretó
la Corteza Inferior a una profundidad de 15 km aproximadamente (Figura 4.9).

Nuevamente, partiendo del modelo 2-2 e incluyendo los datos de profundidad de


Moho encontrados por Niu et al. (2007)12, se obtuvo la tercera propuesta para perfil
BOL28 - 64ºW (Figura 4.10). Respetando, al igual que en los modelos anteriores, los
puntos controlados por la sísmica; a excepción de los relacionados a la profundidad del
Manto.

Prof. Moho.
Red Estación Dist./Perfil 64W
(km)
Funvissis IBAV 1.0321 24
OBSIP SS DKSS 29.9461 18.5
Funvissis ITEV 89.0201 23.2
Rise BB COCH 128.5961 27.3
Rise BB GUAY 147.3551 28.2
Rise BB CACO 170.5791 26.1
Rise BB CARI 204.3581 29.7
Funvissis GUNV 224.8121 48.4
PASSCAL SIPC 307.7301 46.4
PASSCAL MNCP 354.9881 47.4
PASSCAL PAPC 460.3311 43.8
Funvissis GURV 479.0371 37.5

Tabla 3. Estaciones sísmicas y profundidades de Mohorovicic para el transecto 64º W. Los colores
asociados a las redes sísmicas que se encuentran a lo largo del modelo 2-3. Modificado de Niu et al.
(2007).

La tabla 3 muestra las estaciones sísmicas que reportaron las profundidades de


Moho tomadas para el perfil que atraviesa la longitud oeste 64º al noreste de
Venezuela. En el mismo orden en el que se presentan en la tabla, se encuentran
ubicadas de norte a sur en el modelo 2-3 (Figura 4.10).

12
Publicado en el artículo: “Receiver function study of the crustal structure of the southeastern Caribbean plate
boundary and Venezuela”
NW SE

100
Anomalía de Bouguer (mGal)

-100

Anomalía Calculada
-200
Anomalía Observada

-140 -40 60 160 260 360 460 560

13°N 12°N 11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Cuenca la Mar Caribe Cuenca de


Blanquilla Suramérica R. Orinoco Escudo de Guayana
Granada Maturín
Profundidad (Km)

Cruv J P
-10 2450 Metasedimentos 2650
2800

-30 Corteza Superior 2920 Corteza Inferiror


3100
Manto 2960
-50 3300

-70
-140 -40 60 160 260 360 460 560
Distancia (Km)
Figura 4.10. Modelo 2-3 para el perfil BOL28-64ºO Basado en Niu et al. (2007)
Las iniciales representan las estaciones sísmicas. Ver Figura 4.9. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los
modelos. Los triángulos representan las redes sísmicas de la zona: Funvisis; PASSCAL; Rise; OBSIP
75
76

Finalmente en el modelo 3 del segundo perfil (BOL28-64W) se redujeron los


espesores de la corteza: hacia la cuenca de Granada hasta 20 km de profundidad; 45
km en el área bajo la cuenca de Maturín; y un poco menos de 40 km de profundidad se
interpretó en el escudo de Guayana (Figura 4.10). Se mantuvo el cuerpo de alta
densidad (3100 Kg/m3) en la Corteza Inferior, y se ajusto la morfología de la Corteza
Inferior, en concordancia con la nueva topografía de Moho introducida.

En el modelo 2-3 continuó la discrepancia (~150 mGal) de la anomalía observada


con respecto a la calculada por Xgrav13, hacia el centro-sur de la línea, desde la cuenca
Oriental de Venezuela hasta el escudo de Guayana.

4.3.3 Otros Modelos

Algunos modelos adicionales fueron generados haciendo uso de los parámetros


sísmicos únicamente en la zona septentrional de ambos perfiles; esto con el objetivo de
observar el comportamiento de las curvas y explorar posibilidades adicionales que
contribuyan a la comprensión de la geometría cortical al este de Venezuela.

¾ BOL20 – 65ºW: Se interpretó la topografía de Moho a 27 km de profundidad en


el extremo norte de la sección; 37 km hacia el centro (cuenca Oriental), valor que se
mantuvo casi invariante hasta el extremo meridional de la línea. Este modelo de corteza
es menos espeso que los anteriores y de cambios de profundidad leves. El resultado de
la curva de anomalía es muy similar a la observada, sin embargo profundidad la de
Moho no corresponde con ninguno de los datos aportados para esta investigación
(Figura 4.11).

13
Programa de fuente abierta: Xgrav-interactive Gravity Modeling software
(http://gretchen.geo.rpi.edu/roecker/manuals/Xgrav/Xgrav.html)
NW SE
Anomalía de Bouguer (mGal.)

50

Anomalía Calculada
-50 Anomalía Observada

60 160 260 360 460 560


11°N 10°N 9°N 8°N 7°N

Cuenca de Mar Caribe Suramérica Cuenca Oriental R. Orinoco Escudo de Guayana


Profundidad (Km.)

Venezuela
Pcrv SM C ET L
2450
-10 Metasedimentos 2650 Corteza Superior 2800

-30 Corteza Inferior 2900


Manto 3300
-50
60 160 260 360 460 560
Distancia (Km.)
Figura 4.11. Modelo 1-4 para el perfil BOL22-65ºW
Las iniciales representan las estaciones símicas. Ver Figura 4.4. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los modelos.

77
NW SE
Anomalía de Bouguer (mGal.)
100

-100 Anomalía Calculada

Anomalía Observada
-200
-140 -40 60 160 260 360 460 560

13°N 12°N 11°N 10°N 9°N 8°N 7°N


Profundidad (Km.)

Cuenca de Cuenca la Cuenca de


Mar Caribe Suramérica R. Orinoco Escudo de Guayana
Granada Blanquilla Cruv J Maturín P
-10 2450
Metasedimentos 2650 Corteza Superior 2800
2900
-30 Corteza Inferiror

-50 Manto 3300


-70
-140 -40 60 160 260 360 460 560
Distancia (Km.)
Figura 4.12. Modelo 2-4 para el perfil BOL28-64ºW
Las iniciales representan las estaciones sísmicas. Ver Figura 4.9. Las líneas turquesa representan los reflectores sísmicos que se mantuvieron en todos los modelos.

78
79

¾ BOL28 – 64ºW: se mantuvieron los 20 km de profundidad de corteza conocidos


debajo de la cuenca de Granada; mientras que después de los 280 km de distancia, se
elevó la discontinuidad de Mohorovicic a 35 km, y se mantuvo constante hasta el final
de la línea. De modo similar se nota que en este modelo el espesor de la corteza no
varía significativamente a lo largo de BOL28-64ºW, a diferencia de los modelos
planteados anteriormente. La curva calculada alcanza un buen ajuste sin embargo es
importante resaltar que la zona meridional no concuerda con ningún control sísmico.

4.3.4 Análisis de Errores

El cálculo del error entre las curvas de anomalía de Bouguer observadas y las
curvas de anomalía calculadas, se realizó a partir de la fórmula del error medio
cuadrático (RMS)14 mostrada en el Capítulo 2 (Ec. 2.15). Esta fórmula se aplicó usando
el programa computacional MATLAB15, a las curvas calculadas y observadas de los 8
modelos expuestos anteriormente. A continuación se muestra dos cuadros
comparativos de los errores resultantes de cada modelo.

Perfil BOL 20 - 65° W


Modelo 1-1 1-2 1-3 1-4
Error RMS 76,6201 10,3505 17,6190 9,7188

Tabla 4. Errores RMS para los modelos del perfil BOL20 – 65ºW

Perfil BOL 28 - 64° W


Modelo 2-1 2-2 2-3 2-4
Error RMS 205,6037 491,084 74,8207 62,7509

Tabla 5. Errores RMS para los modelos del perfil BOL28 – 64ºW

14
Root Mean Square.
15
abreviatura de MATrix LABoratory (laboratorio de matrices) http://www.mathworks.com/
80

De acuerdo a estos resultados se puede decir que para el transecto BOL20 –


65ºW el modelo que arrojo la curva que más se ajusta a la anomalía de Bouguer
observada es el 1-4, sin embargo este modelo no está controlado por ningún parámetro
en su parte meridional. Además es importante resaltar que el mayor error obtenido fue
en el modelo inicial sísmico de refracción (1-1).

Para el transecto BOL28 – 64ºW, en general las anomalías calculadas exhiben


mayor discrepancia en relación a la curva observada; esto con respecto a los errores
obtenidos en BOL20 - 65ºW. Se encuentra que el menor error pertenece al modelo 2-4
el cual no está regulado por ningún parámetro en su extremo sur; y de manera similar el
mayor error RMS viene dado por la curva de anomalía que arroja el modelo cortical
presentado por Schmitz et al. (2007) y los 140 km extendidos al sur.

La mayor discrepancia gravimétrica resalta hacia el centro sur de ambos perfiles


especialmente en la sección BOL28-64ºW; a partir de la sub-cuenca de Maturín. Este
hecho sugiere la existencia de un cuerpo de alta densidad posiblemente ubicado en la
base de la corteza (inferior a los 60 km); que no ha sido observado por la sísmica
profunda en estos 60 km; el cual puede estar generando una anomalía gravimétrica
“menos” negativa con respecto a la respuesta producida por los 15 km de sedimentos
de la cuenca Oriental.

Este posible exceso de masa podría explicarse a partir de una teoría reciente
conocida como Underplating o Acreción Magmática Debajo De La Placa.

¾ Underplating es el término reciente usado en zonas de colisión cuando surge


una acumulación de material máfico y ultramáfico proveniente de la fundición parcial de
un bloque subducido en la base de la corteza. Consiste en la adición de material del
lado inferior de la corteza, como resultado de la subducción, de tal manera que queda
por debajo del continente el magma menos denso se eleva a través del manto,
estancándose en la base de la corteza el magma de mayor densidad, hasta un punto en
el que el magma ascendente alcanza un nivel neutral de flotabilidad. Esto ocurre ya que
por lo general la corteza es menos densa que el material magnatico proveniente de la
fundición parcial del bloque subducido. Underplating esta comúnmente citado como uno
81

de los causantes de epirogénesis y de engrosamiento de la corteza. Y en general para


propósitos de modelar sus efectos, este se encuentra como magma emplazado en la
transición de densidad entre corteza y manto litosférico. Richard W.(2004)

4.3.5 Resumen Esquemático

A modo de facilitar la visualización de los espesores corticales modelados se


realizaron dos tablas, una para cada perfil. Estas tablas muestran dichos espesores de
manera comparativa por zonas respecto a los modelos presentados por perfil. (Tablas 4
y 5)

Igualmente se resume esquemáticamente las diferencias obtenidas entre la


curva de anomalía de Bouguer observada y la curva de anomalía de Bouguer calculada
para ambos perfiles. Estos resultados se muestran por zonas

Espesores Corticales por Zonas (km) BOL 20 - 65° W


Modelo 1-1 1-2 1-3 1-4

Norte 26 27 27 27

Centro 39 45 50 35

Sur 44 46 40 38

Tabla 6. Cuadro comparativo de espesores corticales obtenidos para cada modelo del perfil BOL20-65ºW
82

Espesores Corticales por Zonas (km) BOL 28 - 64° W


Modelo 2-1 2-2 2-3 2-4

Norte 28 23 20 20

Centro 40 52 49 35

Sur 50 42 39 35

Tabla 7. Cuadro comparativa de espesores corticales obtenidos para cada modelo del perfil BOL28-64ºW

| Obs. -
Anomalía (mGal) BOL 20 - 65° W
Calc.|
Modelo 1-1 1-2 1-3 1-4

Norte 20 5 10 5

Centro 60 15 40 5

Sur 90 10 3 5

Tabla 8. Cuadro comparativo de diferencias entre las curvas de anomalía calculada y observada
obtenidos por zonas para los cuatro modelos propuestos para el perfil BOL20-65ºW

| Obs. -
Anomalía (mGal) BOL 28 - 64° W
Calc.|
Modelo 2-1 2-2 2-3 2-4

Norte 200 20 70 70

Centro 150 110 200 100

Sur 350 10 50 30
83

Tabla 9. Cuadro comparativo de diferencias entre las curvas de anomalía calculada y observada
obtenidos por zonas para los cuatro modelos propuestos para el perfil BOL28-64ºW
Capítulo 5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

5.1 Conclusiones

1. En base al modelado gravimétrico, la relación Vp – ρ usada y a la información de


sísmica disponible en los dos transectos estudiados (BOL20-65º W y BOL28-64)
se puede concluir principalmente que el modelo de velocidades y geometría de
los estratos propuestos tanto por la sísmica de refracción como por la “función
receptora” para los 8 modelos calculados muestran una fuerte discrepancia hacia
el centro–sur de ambos perfiles.

2. A lo largo de la Serranía del interior las anomalías para los 8 modelos se ajustan
prácticamente sin realizar mayores cambios en las capas; lo cual indica que la
respuesta de la sísmica para este cinturón orogénico concuerda con la geometría
real de la corteza.

3. La respuesta gravimétrica obtenida hacia el mar Caribe, alcanza un buen ajuste


con respecto a la curva de anomalía observada para la línea BOL20-65ºW en el
modelo inicial. Por lo tanto para esta línea no se realizan cambios en las
estructuras de la corteza.

4. Para BOL28-64ºW existe una leve discrepancia entre ambas curvas (calculada
y observada) hacia la zona septentrional del perfil. Por lo tanto para esta línea se
disminuyó levemente el espesor sedimentario mostrado en la sísmica de
refracción.

5. Las propuestas sísmicas iniciales para la zona centro-norte de ambos perfiles


tiene una buena coincidencia con la estructura real del subsuelo en la zona.

84
85

6. Los modelos 1-3 y 2-3 exponen la propuesta de espesores según la “función


receptora”, muestran que Moho por debajo del escudo se encuentra a los ~39
km, y se presenta como un límite plano y continuo. La parte de la cuenca de
Maturín se remarca con un hundimiento hacia el norte de dicha cuenca, el cual
Niu et al. atribuye al peso ejercido por el cinturón sobrecorrido o a la posible
subducción existente en la zona.

7. A pesar de las grandes diferencias encontradas en las anomalías de Bouguer


(calculadas y observadas), se puede notar que las pendientes regionales de
ambas curvas, son comparativamente similares.

8. Los procesos del manto en el límite inter-placa Caribe – Suramérica aún se


encuentran en discusión ya que estos presentan complejas características
geodinámicas comprendidas aún no en su totalidad.

9. La sub-cuenca de Maturín se encuentra ubicada cerca de la zona de subducción


de las Antillas menores. Datos sismológicos y tomográficos indican que el este
de Venezuela se ve afectado por la subducción oblicua de la placa Suramericana
y la placa Caribe. Esta podría ser una posible explicación para el desfase que se
observa entre las curvas.

10. Posiblemente la marcada diferencia regional de la gravimetría con respecto a la


sísmica hacia el cratón de Suramérica; pueda ser explicada a través de un
exceso de masa que se encuentra por debajo de los 60 km de profundidad
modelados en este trabajo. Una teoría expuesta recientemente atribuye este
exceso a un posible Magmatic Underplating.

11. Para el perfil BOL20-65º W el modelo 1-4 alcanza la mejor concordancia entre la
anomalía de Bouguer calculada y la observada. Mientras que el modelo 1-1 es el
que presenta el mayor error y por lo tanto la mayor discrepancia entre las curvas.

12. Para el perfil BOL28-64º W el mejor ajuste lo presenta nuevamente el cuarto


modelo (2-4). Mientras que el modelo 2-1 que incluye la extensión de 140 km de
distancia del perfil al sur; arroja el mayor error.
86

5.2 Recomendaciones

1. Recabar, reprocesar y reinterpretar la información sísmica de refracción y


reflexión necesaria para tener un mejor control en el modelado gravimétrico.
2. Incorporar estudios magnéticos sobre estos perfiles, a manera de obtener una
mayor densidad de información sobre la zona, y así lograr un buen amarre entre
la geología y geofísica. Para así conocer con certeza cómo interactúan las capas
de la litosfera en el límite de placas Caribe - Suramérica.

3. Emplear un programa de modelado más avanzado e interactivo que permita


realizar los cambios geométricos de manera más precisa.

4. Agregar mayor cantidad de información acerca de la estructura cortical en el


escudo de Guayana, proveniente de investigaciones pasadas.

5. Cambiar la relación Velocidad – Densidad usada en esta investigación; con un


programa de inversión gravimétrica automático.
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thesis, pp. 285, Rice University, Houston, Texas..
Anexos
¾ Script para la Elaboración del Mapa de Topografía en GMT

Mapa de Topografía

minmax topototal2.txt

psxy topototal2.txt -R-66.7/-62.3/6.7/13.47 -JM10 -Sp -K > MapTopo.ps


blockmean topototal2.txt -R-66.7/-62.3/6.7/13.47 -I16c -V >Topo16c.txt
surface Topo16c.txt -R-66.7/-62.3/6.7/13.47 -I16c -T0.5 -V -Ggrid_Topo16c.grd

grdgradient grid_Topo16c.grd -A45 -GsombraTopo.grd -Ne0.7 -V

REM grdhisteq grid_Topo16c.grd -N -Q -V -GTopoHISTEQ.grd


REM grd2cpt TopoHISTEQ.grd -Crainbow -L-5060.5/2472.1 -S-5060.5/2472.1/100 -N
>colorTOPO.cpt

grdimage grid_Topo16c.grd -JM10 -R-66.7/-62.3/6.7/13.47 -Ccreacion_yellow.cpt -


IsombraTopo.grd -K -Q > MapTopo.ps
pscoast -R -JM10 -Ba1f0.5/a1f0.5WESN -Df -W2/0/0/0 -Ir2/4/40/40/120 -Na2/0/0/0 -Lf-
65/6/10/150 --LABEL_FONT_SIZE=16p -V -P -O>> MapTopo.ps

REM project topototal2.txt -C-64.268/13.235 -E-63.347/9.219 -Lw -W-0.5/0.5 -Fpz -Q -V


> perfil2_TOPO_Area.txt

project topototal2.txt -C-65.00/11.62 -E-63.75/7.096 -G0.5 -Q -V > perfil1_TOPO.txt


grdtrack perfil2_TOPO.txt -Ggrid_Topo16c.grd > Perfil2_valoresTOPO.txt
psxy perfil1_TOPO.txt -R-66.7/-62.3/6.7/13.47 -JM10 -Sc0.02c -G255/0/0 -B1 -O -K
>>MapTopo.ps

96
97

Escala y Detalles del el Mapa de Topografía

gmtset PLOT_DEGREE_FORMAT=-DF

psbasemap -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -JM10 -Ba1f1/a1f1WESN:.Topografia: -Lf-


65/6/10/150 -K --LABEL_FONT_SIZE=10p > DetailTopo.ps
grdimage grid_Topo16c.grd -JM -R -Ccreacion_yellow.cpt -IsombraTopo.grd -K -Q -O -V
-P >>DetailTopo.ps

pscoast -R -JM -Df -W2/0/0/0 -Na1/0/0/0 -Ir2/4/40/40/120 -V -K -O -P >>DetailTopo.ps

psxy perfil1_TOPO.txt -R -JM -Sc0.04c -G255/0/0 -O -K -P >>DetailTopo.ps


psxy perfil2_bouguer.txt -R -JM -Sc0.04c -G255/0/0 -O -K -P >>DetailTopo.ps

psscale -D6/-3/10/0.7 -O -Ccreacion_top0.cpt -B500:Relieve:/:m: -X6 -Y11 -V --


LABEL_FONT_SIZE=10p >> DetailTopo.ps

¾ Script para la Elaboración del Mapa de Anomalía de Bouguer en GMT

Mapa de Anomalía de Bouguer

minmax Bouguer2.txt

psxy BouguerCorregido.txt -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -JM10 -Sp -K


>MapBouguerFILTRO.ps
blockmean BouguerCorregido.txt -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -I10c -C -V >bouguer2_alias.txt
surface bouguer2_alias.txt -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -I1m -T0.25 -V -Ggrid_bouguer1m.grd

REM grdfft II_grid_bouguer1m.grd -M -Ew >II_EspectroPotencia_2p.txt

grdfilter grid_bouguer1m.grd -D4 -Fc50 -Gbouguer_filtrado.grd


grdgradient bouguer_filtrado.grd -A45 -Gsombras1Bouguer.grd -Ne0.2 -V
grdhisteq bouguer_filtrado.grd -N -Q -V -GHISTEQgaus.grd
98

grd2cpt HISTEQgaus.grd -Crainbow -L-205/280 -S-205/280/5 > Bouguer_1.cpt

grdimage bouguer_filtrado.grd -JM10 -R -CBouguer_1.cpt -Isombras1Bouguer.grd -O -K


-Q >>MapBouguerFILTRO.ps
pscoast -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -JM10 -Ba1f0.3/a1f0.3WESN -Df -W2/0/0/0 -Na1/0/0/0 -
Lf-65/6/10/150 -V -K -O --LABEL_FONT_SIZE=16p >>MapBouguerFILTRO.ps

REM project BouguerCorregido.txt -C-64.234/13.254 -E-62.723/7.096 -Lw -W-100/100 -


Fpz -Q -V > II_perfil2_bouguer_area.txt

project BouguerCorregido.txt -C-64.0004/12.3191 -E-62.632/6.778 -G0.25 -Q -V >


perfil2_bouguer.txt
REM grdtrack III_perfil2_bouguer.txt -GII_bouguer_filtrado.grd >
III_valoresperfil2_bouguer.txt
psxy perfil2_bouguer.txt -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -JM10 -Sc0.02c -G255/0/0 -B1 -O -K
>>MapBouguerFILTRO.ps

Escala y Detalles del el Mapa de Anomalía de Bouguer

gmtset PLOT_DEGREE_FORMAT=-DF

psbasemap -R-66.6/-62.3/6.7/13.4 -JM10 -Ba1f1/a1f1WESN:.Anomalia_de_Bouguer: -


Lf-65/6/10/150 -K --LABEL_FONT_SIZE=10p > ScaleBouguer.ps
grdimage bouguer_filtrado.grd -JM -R -CBouguer_1.cpt -Isombras1Bouguer.grd -K -Q -
O -V -P >>ScaleBouguer.ps
grdcontour bouguer_filtrado.grd -JM -R -C20 -K -O -V -P -A20+f8 -Wa0.25p
>>ScaleBouguer.ps
pscoast -R -JM -Df -W2/0/0/0 -Na1/0/0/0 -V -K -O -P >>ScaleBouguer.ps

psxy perfil2_bouguer.txt -R -JM -Sc0.04c -G255/0/0 -O -K -P >>ScaleBouguer.ps


psxy perfil1_TOPO.txt -R -JM -Sc0.04c -G255/0/0 -O -K -P >>ScaleBouguer.ps
99

psscale -D6/-3/10/0.7 -O -CBouguer_1.cpt -B40:Bouguer:/:mGal: -X6 -Y11 -V --


LABEL_FONT_SIZE=10p >> ScaleBouguer.ps

¾ Script para el Cálculo del Error a través de la Desviación Raíz Media


Cuadrática (RMS) en MATLAB

clear all
clc

%lectura de las anomalías Calculadas & Observadas


obs=xlsread('Bouguer_ObsVsCal_1-0');
boug_obs=obs(:,1);
calc=xlsread('Bouguer_ObsVsCal_1-0');
boug_cal=calc(:,2);

N=length(boug_cal); % longitud del vector de de ambas anomalías (son iguales)

BIAS=(boug_obs-boug_cal).^2;
RMS=sqrt(sum(BIAS)/N)
fprintf('RMS(porcentaje): %g \n\n',RMS*100);

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