Densidad insuficiente de lodo: En los últimos años se ha hecho énfasis en
perforar con densidades de lodo mínimas con el objeto de optimizar las velocidades de penetración; es decir, que la presión hidrostática sea solamente la suficiente para contener la presión de formación.
Llenado insuficiente durante la viscosidad: Causa predominante de que
ocurran los brotes. A medida que la tubería se saca del pozo, el nivel del lodo dentro del mismo disminuye debido a que el volumen de acero de la tubería desplaza una cierta cantidad del lodo al ser introducida al pozo.
Sondeo del pozo al sacar tubería demasiada rapido: El efecto de sondeo se
refiere a la acción del pistón y el cilindro que ejerce la sarta de perforación dentro del pozo.
Pérdidas de circulación: Se da cuando el fluido de perforación fluye hacia la
formación provocando que la altura de la columna de lodo dentro del pozo no mantenga su nivel a superficie, haciendo menor la presión hidrostática de la columna y entonces los fluidos del yacimiento entran al pozo con la probabilidad de originar el brote.
Las pérdidas de circulación son los problemas más comunes durante la
perforación de un pozo y se clasifican en dos tipos:
Pérdidas naturales o intrínsecas.
Pérdidas mecánicas o inducidas.
Contaminación del lodo con gas: Esta condición de presenta cuando se
perforan zonas saturadas con gas que se libera dentro de la columna de lodo al corte de la barrena o durante el acarreo de recortes hacia la superficie aligerando el peso del lodo en la columna. Al perforar demasiado rápido, se puede desprender el gas contenido en los recortes en tal cantidad que reduzca sustancialmente la densidad del lodo. Al reducir ésta, lógicamente también se reduce la presión hidrostática en el pozo, de manera que si ésta es menor que la presión de formación, una cantidad adicional de gas entrará al pozo. Descontrol: Se define como un brote de fluidos, el cual no se puede manejar a voluntad.
Los brotes ocurren como resultado de que la presión de formación es mayor
que la ejercida por la presión hidrostática del lodo, la cual causa que los fluidos del yacimiento fluyan hacia el interior del pozo.
Los brotes se clasifican en:
Intencionales: que son producto de una acción provocada como: de
una prueba de formación, de una prueba de producción, redisparo de un intervalo, y las operaciones de perforación bajo balance. No intencionales: cuando la presión de formación excede a la presión hidrostática ejercida por el lodo y ocurre un brote, originado por: Densidad insuficiente de lodo. Llenado insuficiente durante los viajes. Sondeo del pozo al sacar tubería demasiado rápido. Pistoneo del pozo al meter tubería demasiado rápido. Pérdidas de circulación. Contaminación del lodo con gas (lodo cortado por gas).
Indicadores que nos permite detectar a tiempo un brote.
Aumento de volúmenes en presas.
Aumento en el flujo de salida. Flujo sin circulación. Aumento en la velocidad de perforación. Disminución en la presión de bombeo. Lodo contaminado con gas. Aumento en la concentración de cloruros en lodo. Cambio en las propiedades reológicas del lodo. Aumento en el peso de la sarta de perforación.