En medio de la incertidumbre generada por la caída de los precios internacionales del petróleo,
la exigente infraestructura tecnológica que demanda la cadena de valor de esta industria, y los
cambios acelerados y exigentes que han sufrido los procesos de exploración y explotación de
hidrocarburos, para transformarlos en flujo de caja, han sido los principales causales para que
las organizaciones asociadas a esta actividad, canalicen retos cada vez más ambiciosos e
innovadores a los directivos de IT.
Por ello, la Presidencia de la organización ha generado para este año 2017, una serie de
incentivos a todos sus funcionarios, como estímulos a propuestas factibles, que permitan una
transformación de los procesos, basadas en tecnología e innovación. Desde el punto de vista
personal, como conocedor y amante de la innovación en tecnologías de punta, considero que
todas las áreas empresariales son proclives a cambios fundamentales que garanticen altos
márgenes de eficiencia y productividad, sin embargo, ante un sector tan competitivo, se hace
indispensable generar valor en los procesos que estén asociados al core del negocio y a aquellas
actividades donde la tecnología medular esté presente.
Este tipo de iniciativas tienen un alto potencial de valor hasta el punto de poder catalogarlas
como patentes, permitiendo a la empresa alcanzar notables niveles de competitividad. En esta
evolución, la industria ha centrado sus esfuerzos innovadores en el desarrollo de redes de
Investigación y Desarrollo para proponer y poner en práctica soluciones tecnológicas
innovadoras en conjunto, que apunten la resolución de necesidades que reorienten el negocio
aportando valor real en las relaciones con los clientes internos y externos.