Nayade S.

Monter Arizmendi
Maestría en gestión de la convivencia

Escuela tiene sentido: Fernando Onetto

El filósofo Fernando Onetto en la conferencia inicia diciendo que la escuela tiene sentidos en
tensión, sentidos que buscan prevalecer unos sobre otros como el del docente, los alumnos, los
directivos o las familias. De tal manera, que no es igual el sentido de la escuela desde los distintos
actores, pues la escuela es un lugar de conflicto, de lucha (de intereses) y de poder. En donde
además confluyen dos tecnologías, por un lado la del Estado (con su currículo formal, sus horarios,
la gradación por edad, la arquitectura escolar, etc.), por el otro, la pastoral, (que quitándole el
contenido religioso), el docente queda como un pastor que arrea a todas sus ovejas. Ambas
tecnologías listas para crear sujetos libres y emancipados, pero al mismo tiempo vigilados.

Surgen figuras en tensión, por un lado, el alumno que debe aprender a ser alumno sin dejar de ser
niño/joven, y por el otro, el docente que conduce pero a la vez controla. Pero que a la vez, ve su
autoridad en decadencia.

Ante ello, la escuela es una institución en conflicto entre la obligación y el deseo, ¿cuál se prioriza
primero? o ¿una está por encima de la otra? Así, la escuela se convierte en un lugar de asilo del
Estado o un espacio de conjuración pedagógica.

En relación al sentido de la escuela Onetto señala que si la escuela aburre, decepciona, no

responde a las expectativas (por ejemplo, si la escuela es un trámite para el trabajo, pero en
realidad no todos logramos tener un empleo, entonces la figura de la escuela queda
problematizada y desacralizada, la figura de la escuela es ¿cuestionable?), entonces ésta ¿ha
perdido sentido?, el mismo responde y dice que la escuela históricamente ya posee sentido (pues
es una constructora de vinculaciones entre generaciones que llegan y se van, de modo que es el
escenario de un legado), y ante ello la sociedad ha tendido a escolarizarse aún fuera de las aulas.
De modo que se ha escolarizado la sexualidad, la alimentación, el tiempo libre, el trabajo, la vida
espiritual, etc. Ante ello el filósofo habla de la fragmentación del conocimiento, y al ser tan
fraccionario, la pregunta es ¿quién mira a la totalidad de ese sentido?

Sin embargo, ante la aparente perdida de sentido, la escuela que cada uno tenemos y vivimos se
desconoce, por compararla con la escuela “ideal”, que no es la que tenemos: la real. Lo que se
tiene que tener presente es que sólo se puede innovar e intervenir desde las propias ventajas y
retos de la misma institución. Entonces, cualquier mejora necesita construir acuerdos, quererlos
constituir de manera individual es imposible, se necesita un proyecto compartido; generar no sólo
respuestas, sino preguntas que den lugar a redes y vínculos más ricos entre todos los actores
escolares, y que a partir del consenso, la toma de decisiones y la acción se revitalice la escuela.

Referencia:

Noveduc Libros (2011). Fernando Onetto: La escuela tiene sentido. Conferencia completa.
Noveduc.com. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=7dpcD2KW_MU