Cambiar un producto por otro de menor valor económico, para ganar más dinero,
engañando al comensal y mintiéndole al respecto.
Alterar el estado de producto o alimento que debería ser desechado por encontrarse
en mal estado o vencido. Ocultando su sabor o textura con especias o salsas que
lo cubran.
Omitir las reglas de sanidad y bromatología por razones de economía de dinero o
tiempo.
Ocultar información que pueda beneficiar o perjudicar a otros solo para alcanzar un
beneficio persona.
Desmerecer el trabajo de sus compañeros o auxiliares de cocina, al no ayudarles o
aportarles los conocimientos necesarios para mejorar un plato o una actividad en
la cocina.
Plagiar recetas o platos de otros cocineros y cambiarles el nombre para hacerlos
pasar como propios.
No aplicar los principios de higiene y manipulación de alimentos establecidos y
aprendidos.
Deberes:
El gastrónomo deberá buscar un equilibrio entre la economía y la sana alimentación
sin discriminación de ningún tipo y con la mayor veracidad que exista.